Capítulo V

Jou

El fantasma que apareció entre nosotros nos advirtió por la altura pero solo sonreí —Gracias señor pato flotante, pero tendremos precauciones— hable después de Otto y miré hacia el mar sintiendo el viento con la brisa del agua, ese olor a humedad, intentaba disfrutar pues no sabía si realmente podría volver con vida, pero eso realmente me preocupaba.

Repentinamente ví a Larne prácticamente ya arriba con nosotros, le sonreí y le hice un espacio, que increíblemente aún cambiamos los tres —oh Larne, que te trae por aquí mi emplumado amigo? — le dije dándole la bienvenida aunque estaba segura que Otto no lo iba a hacer.

—No te parece genial la vista?— acompleté notando que el suelo se estaba cerrando en nubes negras borrando mi sonrisa, nunca había navegado pero no creo que fuese una buena señal.

Y antes de que pudiera si quiera responderme el granizo se hizo presente sobre nosotros —Bueno nos vemos luego— dije al ver que ellos no tenían intención de bajar y con cuidado

 

Taqui

Tomó la caja como si de algo increíblemente frágil se tratase y asintió con gravedad.

– ¡A la orden mi capitán! - Exclamó en tono marcial, tratando de hacer el saludo militar con una mano haciendo que el contenido de la caja se balanceara peligrosamente.

Por suerte, no se llegó a derramar. Compuso una sonrisa de disculpa y comenzó un avance lento pero seguro a través de la cubierta hasta llegar, tras un par de tropiezos bien sorteados, al final del pasillo.

Miró a su alrededor en busca de la escotilla pero, con las manos ocupadas por la caja como estaban, no sería capaz de abrirla.

Llamó suavemente haciendo uso de su larga lengua y, para asegurarse, trató de hacerse oir por encima del sonido atronador del viento.

– ¡¡¡TREEEEEVOOOOOR!!!!– Exclamó a pleno pulmón. – Traigo la mercancía.

 

Vite Horiazana

Al entrar me percaté de que estaba más iluminado de lo que esperaba, gracias a la ventanilla que dejaba ver al mar de momento calmo. Me aproximé sin recelo, apoyando una pata sobre el inicio de una de las hamaca y aplicándole algo de fuerza para balancearla. Sonreí, se veía que pasaríamos una noche cómoda y eso era motivo más que suficiente de alegría. Dejé mis cosas en un rincón y aún así me asegurar de llevar mis armas encima, por el simple hecho de que me transmitían algo de seguridad. Me senté en una de las hamacas y observé el mar tras la ventana, dejándome invadir por la preocupación debido a la incertidumbre de no saber nada de mi pueblo aparte de que lo ataca un dragón, aparte de la expectativa de que pronto estaría ahí para confirmar cualquier desgracia con mis propios ojos. Sacudí la cabeza con velocidad, buscando despejarme de esas preocupaciones, ya hablaríamos sobre el dragón entre todos de ser necesario.

Salí del camarote y gracia a mi agudo oído pude escuchar la alerta del loro, no mucho después el llamado de una voz recientemente conocida. Me dirigí hacía la escotilla y la abrí con cuidado, seguro de que habría alguien tras ella. Salí siempre manteniéndola alzada, haciéndome a un lado para que Taqui pudiera ingresar.

—Adelante, señorita —dije con una sonrisa a ojos cerrados.

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Ahí Vite te abre la escotilla Ayeah uwu

 

Rash Colds

La meditación le había renovado las energías, incluso sentía que su cuerpo se había hecho más fuerte que antes. Su mente viajaba entre galaxias, entre mundos lejanos y el cosmos infinito de la vía láctea. Su alma se había separado de su cuerpo físico y se encontraba charlando consigo mismo, con sus propios pensamientos, con su propia consciencia. A ese nivel llegaba su concentración.

"Cada animal lleva dentro un universo. Un universo con galaxias, planetas, estrellas, infinito en posibilidades y lleno de rincones desconocidos... cada día podemos encontrar un nuevo mundo dentro de nosotros mismos"

"Entonces quieres decir que hay una historia detrás de cada animal, pensamientos detrás de sus expresiones, emociones detrás de sus sentimientos y un alma bajo su piel"

"Cada uno de nosotros, a lo largo de este camino que es la vida, pasa por momentos, vive experiencias y conoce a animales que inevitablemente dejan sus huellas en alguna parte de nosotros. Incluso aquellas circunstancias o animales, que creemos que pasarían desaparecibidas, parecer resurgir más tarde de alguna manera en nuestras vidas"

"Mmm. Entonces todo lo que sucede influye y colorea de alguna manera nuestra experiencia y nuestra forma de sentir, a veces intensamente y otras solo superficialmente; a veces conscientemente y otras sin que nos demos cuenta... nos dan luces y sombras"

"No existiría la luz sin la oscuridad. Como también no existiría la oscuridad sin la luz. La sombra, esos pequeños rincones oscuros, los genera una chispa de luz expandiendo su brillo. Por lo tanto, cuando observas a alguien y crees que tiene un comportamiento inesperado o inexplicable, te pregunto; ¿de qué sirve dar tu interpretación o tu significado?"

"Sólo lo entenderías según tu visión, que no es mas que la que está formada por tus experiencias y vivencias. Pero, ¿qué sabes realmente del otro? ¿qué sabes de su forma de ser?"

El alma de Rash afirmó, feliz de saber que su contraparte entendía, poco a poco, la postura del monje.

"Si ya es complicado entrar en lo más profundo de uno mismo e intentar conocerse; ¿cómo se puede saber cuales son las intenciones o motivaciones de los demas?"

Un grito agudo retumbó en sus tímpanos y la meditación se perdió. Rash parpadeó varias veces; se encontraba nuevamente en el camarote, cruzado de ancas. Ya no estaba sentado en el infinito, sobre polvo de estrellas y ríos de luna. Se rascó la cabeza, había perdido la concentración. Aún le faltaba mucho. ¿Quién había gritado tanto y por qué el barco se balanceaba exageradamente de un lado a otro? Decidió salir del camarote y asomar su cabeza, intentando descifrar los gritos.

 

Lanre

Escuchó a Jou y afirmó efusivamente —Me gusta ver el horizonte desde el sitio más alto—dijo señalando el horizonte que parecía desaparecer entre nubes negras y un mar turbulento —Perdonen que viniera a invadir su sitio, espero no haber interrumpido nada; no creí que hubiera alguien acá arriba — Jou hizo lo que cualquier ser con raciocinio haría, iniciar su descenso para escapar del inminente granizo; pero Lanre no estaba tan preocupado, al menos no hasta que escuchó el cielo retumbar.

—No me gustan los lugares pequeños y cerrados — dijo ante Otto ya que Jou se alejaba de ellos — Creo que eso fue muy claro cuando quería salir de aquel pequeño pasadizo en las catacumbas —soltó una risa —Y ahora el granizo me obligará a pasar el viaje en una habitación pequeña y cerrada— esponjó su plumaje —¿Crees que muera si me quedo fuera?

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Por favor Monpoke dile que si xD

 

Otto

Me habría caído con nada más el arranque del barco, eso, a no ser por el mismo agarre del fantasma.

Agradecí en silencio y no agregue nada, reconociendo de inmediato mí propio error y la dificulta que esto presentaría.

Haciendo reconocido desde la distancia, incluyo el mismo clima pareció estar en contra. Sería idiota si no reconozco esto es demasiado para una primera vez... o increíblemente terco al deber...

Pensando en temerarios o ser idiota, no llego nada menos que Lanre. Continuando estrujando nuestro ya pequeño espacio.

"Si... la naturaleza tiene mucho por mostrar". Respondí a la Elfa mirando a lo lejos, al puerto que se alejaba y al basto mar entrante. Contemplando, al menos, antes que nuestra vista se encuentre obstruida por el clima.

"¿Morir?" Alce levemente la voz ante esa ridícula pregunta de Lanre. "No creo a no ser tengas un problema serio con los resfriados". Habiendo dicho eso, me agusto mí capa y tiró la capucha sobre mis orejas

No lo dije, pero si lo veo muy dañado encontraría la manera de meterlo adentro. Eso mismo va para mí también.

Le doy una mirada a Lanre, siendo suficiente claro en que parte de èl estoy mirando. Su armadura. "Esa misma armadura te podría salvar de recibir un par de golpes". Cambie y mire hacia abajo unos segundos. "Pero te hace más pesado, si caes sin cuidado... prefiero creer que la cubierta aguantará el impacto".

 

Taqui

El conejo se acercó a ella y mantuvo abierto el paso por lo que, con un asentimiento se coló rápidamente por la trampilla y dejó la caja como el capitán le había ordenado.

Salió tan rápido como pudo, pues no quería interrumpir la privacidad del fantasma, y volvió al lado de Vite.

– ¡Gracias! – Sonrió, entusiasmada – ¿No es el trabajo en equipo algo maravilloso?

Alzó su manita con los dedos abiertos esperando a que el conejo le chocara los cinco, orgullosa de haber cumplido su primera misión con éxito.

En ese momento vio la enorme cabeza de Rash asomarse por la puerta de su camarote.

– Será mejor que te quedes dentro, Flash. El cielo se está cayendo a trocitos ahí fuera.

Meditó durante unos segundos y su sonrisa se iluminó.

– De hecho... ¡Podríamos refugiarnos todos juntos! – Propuso. No quería pasar la tormenta ella sola.

 

Lanre

Escuchó a Otto y sus palabras le dieron valor —Los resfriados se curan con estofado de verduras ¡Y amo el estofado! —la idea dejó de preocuparle, iba a agradecer a Otto cuando lo vio trastabillar, algo que lo hizo reaccionar para tratar de ayudarlo y a su vez, iniciar la danza contra el impetuoso granizo

 

Cubierta
[Dellen]​

La tormenta finalmente estaba sobre sus cabezas y el barco se había sumergido por completo en ese nubarrón gris, casi plateado, que sólo se vio extinguido por la noche que también comenzaba a acontecer. La tripulación se preparó, con semblante serio, pero también seguro y el barco mismo pareció que se hinchaba de valor para atravesar la tormenta con su madera crujiendo y las velas infladas.

Las piedras del granizo comenzaron a caer sobre la embarcación y todo el que estuviera expuesto, no eran muy grandes, pero sí algo dañinas si no se esquivaban o resistían. El único aventurero que seguía merodeando por la cubierta era Dellen, que parecía muy despreocupado y ni siquiera había reparado en la tormenta. Así que, cuando quiso acordar, miró para arriba y el granizo ya estaba sobre su cabeza.

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madarauchiha
Te ha agarrado el granizo! xP
Lanza 1d20 para esquivarlo o recibirás 1d4 de daño

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Mástil mayor
[Otto, Lanre]​

La pequeña elfa se arrepintió a tiempo y se retiró a los camarotes para dejar los kamikazes bajo la tormenta.

-¡Ya entramos a la tormenta! ¡Comenzará a granizar justo ahora!- le gritó el vigía a los dos aventureros que quedaban, esforzándose en hacerse escuchar en medio del fuerte temporal -¡Sosténganse de algo!- les recomendó, pero Otto volvió a perder el equilibrio y cayó de lo alto del mástil que se sacudió violentamente.

Lanre se lanzó a por él, pero no llegó a alcanzarlo. Por suerte, Otto recordó que poseía el anillo de los cuatro vientos y utilizó la caída de pluma. El granizo lastimó un poco a ambos en el descuido, pero al menos habían aterrizado a salvo en cubierta.

-Eso fue aterrador, casi muero del susto y eso que ya estoy muerto- exclamó Roronoa -Definitivamente morirás si nos quedamos aquí guerrero, vayamos adentro, no seas terco como Pikachu. Él era un antiguo guerrero ratón que odiaba vivir en casas y había elegido la senda del vagabundo, ambos me recuerdan a él- se refirió también a Otto -Murió en una tormenta de granizo...- agregó cabizbajo.

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Monpoke Amelie

Otto recibe 1 de daño y Lanre debe lanzar su dado de daño aún.

Si quieren retirarse a los camarotes también pueden usar el turno para eso o si continúan de kamikazes pues rolean que se suben de nuevo al mástil y ya, seguirán haciendo tiradas (y eso sí, no podrán dormir tampoco y contará como hacer guardia).

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Camarotes (Pasillo)
[Taqui, Vite, Rash, Jou]​

La tapa del altillo donde residía Gregor era como las de esos áticos que incluían una escalera que se desplegaba hacia abajo cuando la abrían -¡Cuidado abajo!- gritó el fantasma y dicha escalera descendió mientras Taqui, Vite y Rash platicaban al final del pasillo.

El fantasma bajó saludando y tomó la caja para volver a subir -¿Qué tal pasajeros? En breve pasaré por los cuartos con la cena, si me llegan a necesitar antes, sólo deben tocar los llamadores en sus habitaciones y acudiré cuanto antes... sólo procuren estar visibles porque cruzaré las paredes sin avisar- comentó mientras subía la caja que no podía traspasar la materia y la escalera volvía a plegarse desapareciendo en la sombra del techo.

Justo después apareció Jou y detrás suyo, el sonido que avisaba que acababa de comenzar el granizo. El ruido de un millar de piedritas que azotaban el casco del barco podía oírse desde el interior de los camarotes, pero mientras permanecieran ahí estarían a resguardo.

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rapuma Mori Ayeah Alisse Madness

Si bien hay dos redes por camarote, pueden cenar todos en uno o repartirse como quieran. Una vez lo hagan, Gregor les traerá la cena y después podrán descansar para recuperar todos sus puntos de vida, hechizos y etc. Sólo me rolean que duermen un rato en una hamaca en cual camarote y ya.

De momento están hospedados de la siguiente manera, cada camarote es para dos personas:

C1: Rash
C2: Taqui
C3: Solerade
C4: Vite
C5: Zer

 

Dellen
No me moví en absoluto de la cubierta, estaba demasiado inmerso en mis pensamientos cuando el granizo empezaba a caer por la misma, menudo aburrimiento. Al fin y al cabo ¿Que otra cosa podía hacer en un barco? Esperar o hablar con gente que parecía interesada en todo menos en la misión, por la rana tuerta, mi apatía fue tal que al darme cuenta no quedaba nadie en la misma y habíamos zarpado.

Al final, acabé solo, aburrido y con un temporal que no parecía ni siquiera traer nada bueno y antes de que pudiera siquiera reaccoinar, una gran granizada empezó a caer siendo granizo unos trozos de hielo más grandes de los que podría imaginar con gran violencia.

Traté de moverme con rapidez hacia el interior cuando fui consciente de la situación, dirigiendome al pasillo, a toda prisa, tratando de ver que hacer, quizás dormir un poco me vendría bien a fin de simplemente desconectar pero, con todo esto me surgía otro problema ¿Querdarían camarotes disponibles? Suspiré, empezando a pasear por el barco, esperando encontrarme al capitán del mismo a fin de que pudiera darme información al respecto, por la rana tuerta, ¿Como podía ser tan despistado en ocasiones? Si estuviera más atento no me pasarían estas cosas...

 

Vite Horiazana

También bajé detrás de Taqui, no me apetecía quedarme afuera con el clima que se avecinaba y luego seguí a la rano desde una distancia prudente, con una leve sonrisa ante su entusiasmo. No demoró en volver a mi lado tras dejar aquella caja al final del pasillo y yo no demoré en alzar las cejas ante su agradecimiento. Brotó una leve risa antes de aceptara chocar sus cincos.

—Claro que lo es —afirmé sobre el trabajo en equipo. Rash no demoró en hacer sorpresa y tras localizar su rostro tampoco demoré en ofrecerle una sonrisa. Luego de que el fantasma recogiera lo que correspondía, medite un breve momento la propuesta de Taqui—. Pues los camarotes parecen ser para dos animales cada uno... ¡pero si que podríamos cenar todos juntos! —dije al final con otra sonrisa.

Volteé a ver el otro extremo del pasillo, Dellen había bajado y por ahí también estaba Jou. Me acerqué a ambos.
—¿Ustedes se irán a descansar, comerán solos o les gusta la idea de acompañarnos? —Les pregunté con amabilidad asumiendo en parte que a Rash y Taqui les gustaría la idea.

 

Lanre

Sus esfuerzos fueron infructiferos; no cayeron con la gracia que deberían y se lastimaron en el proceso —Debo entrenarme en poder soportar el peso de dos — dijo decepcionado —Ya le fallé a Rash y ahora a ti; lo siento Otto.

Después escuchó la historia de Roronoa y se sobresaltó —¿Entonces si puedo morir por eso? No quiero ser como Pikachu —dirigió su mirada a la puerta hasta el interior del barco y suspiró —Qué mal se me dan los espacios cerrados...vamos Otto; sigamos la sabiduría de Roronoa.

 

Otto

Por segunda vez volví a perder el equilibrio y caer, está vez sin nadie quien me salvará solo me quedo caer.

Una caída que se vio salvada por el anillo que me dio el escarabajo, salvandome así de daño innecesario.

"Pasaré, me quedo aquí un poco más". Plante ambos pies en cubierta, dándole la espalda a las puerta hacia el interior.

Bajo el cielo sin ninguna cubierta, a merced de la tormenta y su granizo. Sin nada más que agilidad para garantizar que estaré a salvo.

"Yo no soy como ese Pikachu, que quede claro". Le dirije a Roronoa mientras le daba la espalda. "El era un guerrero y yo un explorador, estar en tierra o mar no cambiará eso".

 

Rash Colds

—Me encantaría cenar juntos, señorita Taqui. La camaradería se logra con estos pequeños detalles; es necesario que la unión sea fuerte para poder atravesar los obstáculos que nos esperan a futuro. —hizo una pequeña reverencia hacia la rana, sonriendo a la presencia de Vite pero apartándose rápidamente antes que la escalera le golpeara en la cabeza. Miró al fantasma y cabeceó afirmativamente a sus palabras; cenarían juntos, o al menos, los que quisieran. Saludó a Dellen y a Jou con una reverencia leve, apenas inclinando un poco el enorme torso.

—Podemos esperar al resto antes de tocar los llamadores. A nadie le gusta su comida fría. —juntó ambas patas, entrelazando sus dedos, en una posición que le era cómoda. Rash pensaba que Dellen y Jou aceptarían, para él no existía nada mejor que una cena entre amigos.

 

JOU

Entre semi empapada por el diluvio con granizo que estaba cayendo, sacudí mi capa pero no fue suficiente, así que me la quité colgándola en el perchero mas cercano , y encima de él estaba cloud, aleteando para secarse, estaba a punto de ir a un camarote cuando cierta coneja negra se acercó y note también que dellen estaba ahí, al escuchar su pregunta, le sonreí —Claro, iré con ustedes—le dije siguiéndolos hasta el comedor.

 

Taqui

Arruinada como estaba, no recordaba cuál era la última comida sólida que había degustado pero, a pesar de ello, sonrió al rano y al conejo mostrando su acuerdo.

– No hay nada como una comida caliente entre amigos.– Coincidió, y su estómago gruñó en sintonía para mostrar su acuerdo.

Con un leve rubor en sus mejillas, decidió ignorar el vergonzoso sonido cruzando sus manos tras la espalda y balanceándose suavemente sobre sus ancas traseras con disimulo.

– Esperemos pues.

 

Cubierta
[Otto]
​

-Admiro tu valentía, noble explorador- le dijo el fantasma a Otto, deteniéndose a mirarlo. El ratón le había dado la espalda y miraba hacia arriba con ánimos de continuar. a Roronoa le brillaron los ojos -Contaré tu historia, como conté la de Pikachu- respetó su decisión y se giró para continuar guiando el paso de su portador que había elegido ir a resguardo.

-¡Vamos, guerrero! Por aquí estaremos a salvo- alentó a Lanre hasta la escotilla, desapareciendo ambos tras la tormenta de granizo.

Las piedras seguían cayendo y lastimando a Otto, pero hacía falta más que eso para menguar sus ánimos -Eso estuvo intenso ¿Volverás a subir?- le gritó el vigía desde lo alto de mástil.

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Monpoke
Recibís tres puntos más de daño.

Si te va a quedar y me resistís acá solito haciendo guardia con el vigía te doy 50 de exp por ser un buen niño explorador.

Si permanecés en cubierta sólo tirás contra el granizo y no para caerte. Si volvés a subir al mástil, tirás también para no caerte, además del granizo.

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​

Camarotes
[Zer, Solerade, Taqui, Vite, Rash, Jou, Dellen, Lanre]​

La gran mayoría del equipo se había encontrado en el pasillo, aguardaban a que estuvieran todos para comer, pero el último en entrar fue Lanre con su espada y traía consigo la noticia de que Otto se quedaría en cubierta haciendo guardia.

En ese momento volvió a bajar Gregor con las viandas para la cena, las traía en bandejitas de plata antiquísimas pero relucientes. Se trataba de tofu a la plancha con pimentón y papas con provenzal y champiñones -Queridos pasajeros, ¿en cual camarote cenarán?- les consultó al ver que todavía no decidían, pues debía llevarles la comida hasta ahí.

En el interior de los camarotes 3 y 5, Zer y Solerade meditaban, ambos pertenecían a especies que no necesitaban dormir propiamente.

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Mori Gigavehl rapuma Amelie madarauchiha Alisse Madness Ayeah Sensy

Los del pasillo me deberían indicar en qué camarote se van a juntar a comer.

 

Dellen
hmmm... Camarotes, a decir verdad me estaba empezando a inclinar por el último, al estar al final del pasillo, podría asegurarme de que nadie me molestara ya que precisamente mi pandilla era del todo menos tranquila, así que me quedé observándoles por unos minutos, el fantasma nos preguntó sobre el camarote en el que íbamos a comer, así que en esencia fui el primero en responder.

— Tengo generalmente mal despertar y odio el ruido al dormir así que me quedaré con el 5, al estar más alejado tendré más calma—. Anuncié sin titubear demasiado y no tenía nada en contra de mis compañeros pero siempre fui muy quisquilloso sobre el tema de la calma, algo que esperé dejar indirectamente claro la noche anterior cuando me alejé de todos para dormir.

Igualmente aun dando por sentada mi decisión, me mantuve a la espera a ver que decidía el resto de animales, aunque siendo tantos para tan pocos camarotes quería decir que seguramente tuviéramos que compartirlos, por favor... Que al menos me tocara alguien tranquilo.... Porque como me tocara Lanre o Vite... Aunque, fijándome bien no había visto a Rash ni Zer ¿Se hallarían ya en sus respectivos camarotes? Excelente... Los dos animales más tranquilos y con aquellos con los que mejor me llevaba en ese aspecto. Suspiré... Si al menos tuviera suerte de parar con alguno de ellos 2, sería excelente, mejor que con Otto, Lanre, Joua quien apenas conocia y no quería incomodarla con ello, además era mejor que compartiera camarote con Taqui o Solerade, eran tres chicas al fin y al cabo.

Así que, al tomar mi determinación y viendo que nadie hacía nada sino que más bien daba la sensación de estar pensándoselo, me dispuse a levantarme en silencio para dirigirme al camarote pues estaba ya bastante cansado, y el granizo no ayudaba en lo más mínimo a mi interés en hacer nada fuera....

Al entrar y cerrar la puerta tras de mi, acabé topandome una sorpresa, al ver que otro gato andaba en el interior de camerino, sentando con los ojos cerrados, Zer estaba ahí aparentemente meditando... Así que sonreí al ver que la fortuna me había jugado una buena pasada. Si bien en un primer momento mi relación con Zer habia resultado tensa, mi relación con él en el bar me había hecho empezar a verle de otra forma e incluso me caía mucho mejor.

— Parece que compartiremos camerino al final... Hola Zer—. Le Saludé esbozando una
sonrisa— ¿Como estás?

 

Lanre

Entró mojado y avergonzado, se esponjó para después sacudirse el plumaje con movimientos rápidos, limpió el suelo con su propia manta porque no dejaría un charco enorme justo en la entrada, claro que no; sería descuidado con su propia carne pero no con la de los demás, no se perdonaría saber que alguien se resbaló por su culpa. Así como no se perdonaba no haber podido ayudar a Rash y ahora a Otto cuando necesitaban de sus alas —Creo que soy un muy mal pato —mencionó ante Roronoa.

Vio recorrer a los fantasmas y por un momento se miró las alas, asegurándose que no se hubiese matado cayendo del mástil, sonrió al darse cuenta que aquello era un pensamiento sin fundamento y luego avanzó hacia Gregor.

—El cuatro es un buen número, estaré en el cuatro; si, seguro— mencionó Lanre mirando las bandejas