Capítulo IV

Vite Horiazana

No demoraron en llegar Lanre y Dellen a la taberna, el comentario del pato respecto a sí hibernaba no hizo más que sacarme una sonrisa, pues no era el caso en nuestra especie. El ambiente no demoró en tornarse más animado gracias a la llegada de esos dos, Taqui rechazó mi colgante a falta de algo con valor para darme a cambio, me frustró un poco, pero no llegué a exteriorizarlo. Más relevante, Dellen tras ofrecerse a pagar toda una ronda de bebidas se sentó a mi lado y me alagó por mi desempeño en las catacumbas, mencionando el tema de nuestro mal inicio. Sonreí con algo de complejo antes de dar un sorbo a la bebida que ya había llegado.

—En parte fue mi culpa, estaba muy a la defensiva —sinceré dejando caer las orejas tras mi espalda, con suerte mirándole de reojo. Luego medité su pregunta, vamos, que aparte de querer viajar por todos lados no tenía mayor anhelo...— ¿Desear no más desgracias para mi pueblo, talvez? ¿Se podría pedir algo así de codicioso? —solté con calma para luego dar otro trago.

Pasó el tiempo de manera animada, Dellen optó por salir y no mucho después los que quedamos decidimos dirigirnos al puerto. El grito de Taqui diciendo que el último era un renacuajo activó cierta energía en mi que me hizo sonreír y correr tras ella, recordando un momento mis tardes en Humbletown. Sin demora ya estábamos frente a Roger y su lorito, era un alivio ver que aún seguía por acá y nada malo o contraproducente haya pasado.

—Un gusto verlo de nuevo —saludé alegre y tras la transacción pudimos entrar por fin al barco. Sentía la emoción en el palpitar de mi corazón, sería la segunda vez que pisaba un barco y tenía toda la pinta de que también sería mucho más cómodo, pues era tripulante y no polizón.

Terminé por adentrarme en el barco al igual que los ranos y Zer, por algún motivo con un paso mullido y las orejas atentas, talvez expectante al recordar que en aquel barco... había fantasmas. Abrí una de las puertas que, supuse, me llevaría a uno de los camarotes; rechinó quejándose de su vejez y yo entrecerré los ojos para no perderme de ningún detalle.

 

Otto

"Estaremos a cuidado de usted y su tribulación, capitán Roger". Me dirijo al pirata, positivo por este acuerdo que nos beneficia. O así de importante es el tabaco para èl.

Subiendo al barco, comprobè los movimientos invisibles, con si aquella preparación del barco sea algo lo cual me concierne.

Es que, tampoco haya mucho más que esperar y zarpar. De principio a fin, estaremos a patas del capitán y su tribulación invisible. Totalmente dependientes de ellos.

Una oportunidad para relajarse, pero a la vez, se una carencia de tareas mientras se llega a nuestro destinos.

"Estaré en el nido del cuervo, voy a estar disfrutando un tiempo de la vista". Informe a casi nadie, siendo que una buena parte ya salió a revisar las habitaciones.

Podría dejar eso para el final y acompañaré a quien quedé solo, como si tuviera si tuviera mucha exigencia al elegir donde dormir.

Fui mirando hacia arriba, ubicando entre las velas en que mástil se encontrará el nido. Encontrado, proseguí a escalarlo.

 

JOU
Estaba tan entusiasmada, pues era la primera vez que abordaría un barco, miré a mi alrededor y note la ausencia de Dellen, pero antes de que pudiese decir algo había llegado, los demás hicieron trato con el capitán, mientras escuchaba las indicaciones que nos había dado, Cloud miraba a aquel loro al igual que yo, solo conocía a las demás aves por los libros que había leído, pero nunca vi una demasiado cerca.

Sentí las palmadas de Zer haciéndome saber que pensaba lo mismo que yo, ahora que tenemos los amuletos podríamos estar separados sin ningún temor, aunque no significaba que bajara la guardia, me limité a seguir a Otto a la cubierta para poder disfrutar de la salida del barco, me ilusionaba ver el mar estando así de cerca, de todas formas no me preocupaba compartir habitación con alguien que quedará.

—Es emocionante ¿No lo crees?— Me dirigía a ese gran ratón sin mirarlo, me recargué en el barandal mientras que Cloud se posaba en lo alto del barco —Estamos en un barco, de camino a tierras desconocidas para enfrentarnos a un dragón—lo miré con delirio llena de emoción combinada con miedo y sed de aventura —¿Alguna Vez imaginaste este momento rodeado de muchos amigos?—

 

Cubierta del barco
[Roger, Lanre, Dellen, Solerade]​

-También me alegra verlos- le respondió el capitán a Vite con los brazos en jarra y una sonrisa mientras su ave le ponía voz. Sin cambiar la pose, Roger levantó la vista y miró el cielo para especular como estaría el clima. Sea como sea, debían partir igual, así que una vez vio que todos habían subido o ya lo estaban haciendo, gritó para su tripulación que ya había terminado de alistar el barco -¡Leven anclas!- Quien lo hacía en verdad era Chimuelo, que revoloteaba por toda la cubierta avisando que era hora de partir. Mientras tanto, Roger se dirigió a su recamara.

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Amelie madarauchiha Sensy

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Mástil mayor
[Otto, Jou]
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Otto subió por el mástil principal hasta la cofa, esa canastilla en la cima a la que el ratón llamaba "nido de cuervo" según la jerga. El sitio estaba muy alto, pero Jou decidió seguirlo pues ya se estaba volviendo una aventurera experimentada y podía sentirlo.

Una vez arriba, notaron que sólo había un viejo catalejo y el sitio no era muy amplio ni muy cómodo, por suerte eran ambos bastante pequeñitos -¡Oigan! No hay lugar para todos- se quejó, no obstante, una tercera voz. En ese momento, el catalejo se levantó y comenzó a levitar mientras se dibujaba la figura fantasmal de un pato que lo sostenía.

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-Entiendo su curiosidad, pequeños, pero este es el lugar del vigía, o sea yo- les comentó con las alas en la cintura -Pero podría ser muy peligroso cuando zarpemos, el más leve movimiento hace que la parte más alta del barco se bambolee para todos lados y si es su primera vez en el mar hasta les dará náuseas, no querrían caer de esta altura...- les advirtió. Igual podían quedarse, pero bajo su propio riesgo.

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Monpoke Alisse Madness
Pueden quedarse en la cofa, pero una vez arranque el barco tendrán que hacer tiradas de sigilo y acrobacia cada tanto

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Camarotes
[Rash, Taqui, Zer, Vite]​

Luego de bajar por la escotilla, había un pasillo con puertas a cada lado, las primeras cinco eran los camarotes y estaban enumeradas. La última, era la que conducía a la bodega. Todos los camarotes tenían una campanita que hacía de timbre para lo que parecía ser servicio a la habitación.

Camarote 1
[Rash]
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El monje había ingresado en el primer camarote, estaba ni bien se bajaba la escotilla a la izquierda, enfrente del 2. Meditó en el suelo y al canalizar energía y asimilar toda la experiencia de la aventura pudo notar como de alguna manera se había vuelto más fuerte, quizás realmente estaba siendo uno con su deidad como le habían dicho en el templo.

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Rash obtiene 7 puntos más de vida por subir de nivel

Camarote 2
[Taqui]
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La rana no había encontrado señales de vida, pero sí de muerte. Del otro lado de la habitación se abrió la puerta como si un ser invisible la empujara y al instante se corporeizó el fantasma de un escarabajo.

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-Lo siento, estaba terminando de acomodar las hamacas y mullir los almohadones- le dijo a Taqui -Soy Gregor y me encargo del servicio al cuarto, si necesitas algo sólo toca el timbre, que tengas buen viaje- agregó con una sonrisa y siguió por el pasillo hasta desvanecerse.

Luego de esto, Zer la cruzó de camino a su camarote y también se perdió en el pasillo. Al ingresar, Taqui pudo ver un lindo camarote recién ordenado con mesas, sillas, candelabros, las hamacas, dos baúles antiguos con finos grabados para guardar cosas y hasta un pequeño cuadro con un barquito entre medio de las dos ventanas circulares.

Camarote 4
[Vite]
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El conejo ingresó al cuarto camarote luego de recorrer el pasillo. El lugar tenía pinta de haber sido alistado recientemente, por lo que se veía muy limpio y ordenado. Tenía sus hamacas con almohadones, una mesita sin cajones con dos cómodas sillas y dos percheros y unos candelabros antiguos. Sin embargo, no había nada de valor que pudiera servirle en la aventura, pero al menos descansaría cómodamente. Además, tendría tiempo de pensar, estaban viajando a Humbletown que era su pueblo natal...

Camarote 5
[Zer]
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El mago ingresó al camarote del fondo, su puerta estaba frente a la de la bodega. Adentro había dos hamacas, dos sillones, una mesita de noche con un cajón y un armario antiguo. El gato revisó uno de los muebles y encontró algo interesante... En el cajón se habían dejado olvidado un colgante con lo que parecía ser un amuleto, quizás era mágico. La cuerda del colgante era una normal, pero el amuleto tenía forma de domo y era transparente, recordaba a esos adornos navideños con nieve artificial en su interior, sólo que este estaba vacío.

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rapuma Gigavehl Mori Ayeah

 

Lanre

Miró el barco y suspiró para después desviar su mirada al horizonte. Todos comenzaron a subir y por un momento pasó por su cabeza el volar hacia allá, después negó "Puedo cambiar el viento en mi rostro por unos días con mis amigos en un barco; si, seguro" pensaba desviando por completo su mirada del horizonte, se giró buscando a Dellen, esperando que no se quedara en puerto; miró a Solerade —Abordemos o nos dejan —mencionó con una sonrisa.

Su plumaje se esponjó sin aviso alguno; algo que lo obligó a mirar el cielo en la lejanía; el clima sería tempestuoso. Se estremeció para después colocar sus alas alrededor de su pico —¡APÚRATE DELLEN! —gritó esperando ser escuchado, aunque probablemente sería algo difícil; pero al pato le preocupaba ver a un gato mojarse. Sonrió nuevamente hacia Solerade, pues era su manera de disculparse por gritar junto a ella sin aviso alguno.

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madarauchiha Sensy

 

Otto

"¿Tierras desconocidas?". Respondí a las palabras la Niña al ir subiendo el mástil, medio intrigado por su actitud de seguirme. "Humbletown no creo entre en esa categoría".

Aventuras con amigos, eh. Tal vez combine mejor con Lanre.

Al haber subido al Nido, no llegue a contemplar alrededor siquiera unos segundos antes se pareciera un fantasma.

Asentí lento a sus palabras, totalmente de acuerdo que esté no es un lugar para curiosidad. "El explorador en la tierra, el vigía por el mar".

"Tenga seguridad no tengo ninguna intención de perturbar su trabajo". Voltee la vista al cielo, midiendo rápidamente el clima que nos esperaría a continuación. "Me doy el rol de verificar el camino que tomaremos". Negué un poco, siendo que esas palabras podrían malinterpretarse. "No voy despreciar su experiencia ni nada, pero hay cosas que uno debe verificar por si mismo".

"Y si me caigo será mí culpa, bajaré si de verdad no podemos estar aquí".

 

Taqui

Dejó escapar un alarido mezcla de sorpresa y excitación ante la imagen del escarabajo fantasmal. Era el segundo fantasma que conocía hoy, ¿Podría mejorar acaso más ese día?
Las emociones iban a matarla.

Se asomó al pasillo para verlo desaparecer.

- ¡¡¡GRACIAS LEGOR!!! - exclamó con una sonrisa, esperando que él lo escuchara.

Se volvió hacia el camarote y observó los baúles... ¿Qué mejor lugar para albergar un tesoro pirata?
Con los ojos brillantes corrió hacia ellos para ver qué contenían.

 

Cubierta del barco
[Lanre, Dellen, Solerade]​

Ya todos habían abordado, algunos seguían en la cubierta y el resto ya exploraba la nave -¡Preparen el barco para un granizo!- pasaba gritando el loro sobre las cabezas de todos en la cubierta, el anuncio venía por parte de Roger que ya había oteado unas nubes negras en el horizonte, los esperaba el moderado desafío de una tormenta de granizo. Sin embargo, contaban con lo necesario, pues en ese momento el contorno de todo el barco se iluminó denotando que se le había realizado un encantamiento. La tripulación había escuchado la orden del capitán y cubrieron la nave con un hechizo que la volvía impermeable y resistente al granizo. Igual no había que bajar la guardia, la travesía no sería fácil, el barco estaba finalmente en marcha y encaminado hacia unas nubes oscuras.

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Amelie madarauchiha Sensy

Están en la cubierta del barco, si quieren pueden bajar por la escotilla o quedarse en cubierta, pero se aproxima una tormenta de granizo, saben que eso significa que si se quedan expuestos correrán dados (y la sangre de sus pj :3)

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Mástil mayor
[Otto, Jou]
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El pato observaba por su catalejo mientras escuchaba a Otto -Hmm esto no se ve bien...- masculló por lo bajo en un momento al observar el clima que tendrían. Luego apartó su ojo del catalejo y miró como el ratón terminaba sus últimas palabras para luego desestabilizarse y tropezar con el movimiento del barco al arrancar. Estuvo cerca de caer de una gran altura, pero el pato fantasma lo sujetó mirándolo con bastantes dudas al respecto, aunque pensó que él tampoco era nadie para negárselo -Está bien, puedes quedarte, pero como verás no será fácil. Tendremos una tormenta de granizo y ahora que el barco ha zarpado no podré estar atento a lo que les pase, si caen no los sujetaré, depende de ustedes si se quieren quedar bajo su propio riesgo- habló tanto para el ratón como para la pequeña elfa que lo acompañaba.​

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Contenido oculto: ETIQUETAS

Monpoke Alisse Madness

Están en la cofa del mástil mayor del barco, si quieren pueden bajar a cubierta y luego meterse por la escotilla para estar resguardados en los camarotes. Si no, también pueden quedarse en el mástil o en cubierta, pero se aproxima una tormenta de granizo, saben que eso significa que si se quedan expuestos correrán dados (y la sangre de sus pj :3). Si eligen quedarse en el mástil tendrán que hacer tiradas tanto para no caerse como para evadir el granizo cada cierto tiempo.​

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Camarote 2
[Taqui]
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La pícara abrió los baúles entusiasmada como si de cofres del tesoro se trataran, pero para su decepción, estaban vacíos. Por lo menos le había tocado el camarote con una pieza de arte.

Contenido oculto: ETIQUETA

Ayeah

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Camarote 5
[Zer]​

El mago volteó el objeto y pudo divisar una diminuta runa inscripta en la base del pequeño amuleto, pero la desconocía, por lo que tuvo que recurrir a un hechizo de identificación. El objeto era un amuleto conocido como "Domo del rey" que contenía el hechizo "Cúpula".

Contenido oculto: CÚPULA

Gigavehl has identificado el amuleto:
Domo del rey [Una vez por día puede agitarse para que se consume el hechizo "Cúpula"]

CÚPULA:

Una cúpula de fuerza inmóvil con un radio de 10 patas te rodea por encima mientras dura el conjuro. El conjuro termina si te vas del área o si no, perdura hasta 8 horas.

Nueve criaturas de tamaño Mediano o menor pueden entrar dentro de la cúpula contigo. El conjuro falla si en el área hay una criatura mayor o más de nueve criaturas. Las criaturas y los objetos que se encuentren dentro de la cúpula cuando lanzas el conjuro pueden cruzarla y moverse por ella libremente. Dentro de la cúpula no tienen efecto conjuros ni otros efectos mágicos, ni se pueden lanzar a través de ella desde fuera. La atmósfera que hay dentro del espacio es cómoda y seca, independientemente del clima exterior.

Hasta que el conjuro termine, puedes hacer que el interior esté débilmente iluminado u oscuro. La cúpula es opaca desde el exterior y del color que elijas, pero es transparente desde dentro.

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Evento [Lista]:

Contenido oculto

El barco finalmente ha zarpado, todavía no hay tormenta, pero en unos turnos comenzará. Mientras, pueden moverse a consciencia por el barco y luego llegará la noche, donde me dirán si deciden hacer guardia o dormirán confiados de que la tripulación les avisará ante cualquier peligro. Para saber si justamente habrá peligros durante el viaje, lanzaré ahora una lista. Sigan posteando acá normalmente, después abriré un capítulo para el viaje si veo que será necesario, dependerá de lo que salga en la lista xP

 

Taqui

Observó el fondo de madera vacío con decepción al tiempo que sintió cómo el barco comenzaba a moverse.

Sonrió encantada ante la idea de una nueva aventura rodeada de amigos y decidió no dejar que su ánimo se enturbiase.

Dejó caer la tapa que sostenía y decidió ir a ver qué hacían sus compañeros.

Subió a cubierta para encontrarse un frenesí de actividad y un cielo gris ocuro amenazante y, con su característica despreocupación, se acercó al capitán del navío.

– ¿Hay algo que pueda hacer para ayudar? – Inquirió, con una gran sonrisa predispuesta.

 

Solerade
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[Flashback]
Se quedó en silencio por un momento corto, pues Solerade observó al monje y a sus compañeros con sus expresiones y, finalmente con una sonrisa, asintió confirmado entrar en el grupo. Se quedaron un rato en la taberna hasta que decidieron pasar a la acción.

[Puerto de Everfall]
Una vez que ya habíamos llegado al puerto, estuvimos todos atentos a las instrucciones mientras Solerade observaba el barco y al capitán quién, nos iba informando de todo. Sin embargo, sus pensamientos no estaban allí mismo... Si no en uno de sus familiares. Mejor pensó en posponerlo porqué sabía que su abuelo, sería fuerte y se cuidaría por si mismo mientras, Solerade se posaba en la mirada de Lanre poniendo atención a lo que decía con una de sus sonrisas, entendiendo la situación: era hora de embarcar. "¡Y yo aquí plantada y sin reaccionar!" pensaba la elfa con vergüenza mientras corría apresuradamente hacía el barco listo para zarpar.

[Cubierta del barco]
En la cubierta del barco, me quedé por unos momentos mirando las olas del mar, recapitulando todo lo que había acontecido este día: un largo camino, una taberna con nuevas caras y una recompensa a la que debe prestar atención, pues notaba que centraba más su atención en otras cosas más familiares. Lancé un largo bostezo, pues lo único que también pensaba a parte de echar una ojeada en algún libro que llevaba consigo, era en descansar. Tanta caminata por encontrar un remedio para su abuelo y, de repente, se veía entre las inmensas olas del mar dentro de un barco en busca de un... ¿Dragón? Cerró los ojos, sentía que debía pararse y reponer fuerzas para seguir con la travesía.
Notó unas nubes amenazantes en el cielo, pues el tiempo estaba cambiando, volviéndose desapacible. La elfa decidió que lo mejor que podía hacer era descansar una hora en uno de los camarotes/habitaciones: le vendrá bien pensar mientras bajaba por la escotilla, entrar en una de ellas que estaba vacía y dejar sus objetos personales para estirarse un rato a dormir.

 

Lanre

Estaba tranquilamente disfrutando en la cubierta; le gustaba sentir el viento en su cara por lo que si podía evitar sentirse encerrado en los camarotes tan prematuramente, lo haría, disfrutaría de cada segundo que le quedaba para ello antes de que la tormenta cayera sobre del barco.

Allí miró hacia el carajo, ese sitió que se utiliza para observar a lo lejos; si en un barco había un sitio para un pato, debía ser allí. Comenzó a escalar sin permiso de nadie, no por imprudente, sino porque no creía necesitarlo, podía volar.