Capítulo IV

Rash Colds

Se entretuvo oyendo al resto de sus compañeros; la aparición de Lanre con una dorada cabellera fue increíble, incluso fue como si todo el bar se detuviera por unos momentos ante su llegada, robando la atención por unos minutos hasta que la taberna volvió al típico ruido de copas y risas sobreponiéndose unas a otras. Su amigo era muy atractivo, de eso estaba seguro. Miró entonces a Taqui, la cual se mostraba encantada con el amuleto que el rano le había entregado. La pequeña rana pícara tendría le bendición de la Rana Tuerta allá donde sus ancas le llevaran. Hubiera intervenido en la charla de sus compañeros, pero la voz de Solerade le devolvió su atención.

—Cómo verá, tenemos también una nueva incorporación a nuestro pintoresco grupo. —señaló a Taqui, la cual ingería la bebida especial de la casa y brindaba con el resto. —Nuestro grupo necesita todas las patas. O las manos que estén disponibles. —le sonrió. —Tenemos que matar a un dragón que asola las tierras del rey Chester; tenemos un salvoconducto especial que certifica esta misión. —sacó entre sus ropajes los distintivos reales que el can les había entregado a cada uno y se lo mostró; no quería que la elfa dudara de sus palabras, iba muy en serio. —Y el premio es un deseo que nos será retribuido si cumplimos con éxito nuestra cruzada. Intuyo por tus prendas que eres ágil moviéndote a la intemperie y localizando rastros, como nuestro compañero ratón. Nos vendría muy bien tu ayuda, señorita Solerade, aunque no quiero ponerle la presión a su respuesta, necesitamos saber si viene o no con nosotros, ya que pronto zarpará un barco con nuestro próximo destino.

Y volvió a señalar a su grupo; Lanre con su melena mágica derrochando alegría, las risas de Dellen, la cordialidad de Vite y la simpatía exquisita de Taqui, la nueva integrante.

 

El escarabajo de oro
[Jou, Zer]
​

-Hmm, vaya...- exclamó Edgar, pidiendo permiso para tomar la medalla e inspeccionarla -Este objeto se ve muy interesante, sin dudas el más valiosos de todos, puedo darle 200 monedas por él, señor Zer. La espada y armadura cuestan 100 cada una y 15 el escudo- agregó, dándole dos saquitos con monedas y tomando 15 de las 75 que le había soltado Jou en el mostrador para darle suelto lo faltante, pues en cada saco había 200 monedas.

-Espero que podamos volver a hacer negocios pronto, caballero, señorita- hizo una reverencia de despedida suponiendo que habían finalizado sus compras ya.

Contenido oculto

Zer obtiene 415 monedas por los objetos

 

JOU

Me quedé mirando los tratos que hacía Zer perdida en mis pensamientos, hasta que finalmente cerró la conversación y salí justo detrás de él despidiéndome de aquel escarabajo amable con mi mano, Cloud dio un par de gaznidos y se posó en mi cabeza.

Al salir Zer me miró y me dirigió las palabras que nunca me imaginé escuchar, le devolví la mirada con una enorme sonrisa llena de ilusión, pues me había aceptado como su discípula oficialmente, pero al escuchar eso ultimo me quede meditando un poco —Es cierto el peligro nos esta asechando incluso en este momento— le dije recordando al instante, que mientras Zer hacia negocios mire a mi alrededor de la tienda por un instante y vi algo que quizás podría servirnos.

—Te alcanzo en la Herrería— le dije entrando de nuevo en la tienda de edgard cubriendo mi nariz con los guantes de mis manos, acercándome apresurada al mostrador.

—Hola señor Edgard, soy yo de nuevo—me incline para hacer una reverencia y proseguí— Mi irada vagamente recuerda haber visto un recetario por aquí—señale al encontrarlo—ese de ahí, solo que cuento con 10 monedas de oro ahora mismo, ¿Tendrá alguno que sirva como hechizo de comunicación? algo como un amuleto o un encantamiento a objetos?— cuestionaba con bastante expectativa.

 

El escarabajo de oro
[Jou]
​

-¡Oh, claro! Estás buscando una receta para un amuleto de comunicación- le dijo el escarabajo a la elfa tomando una de las recetas escritas en papiro y entregándosela -La puede llevar gratis, señorita, ahórrese las monedas porque quizás le cobren por alguno de los ingredientes- le aconsejó -Y por cierto, procure conseguir el doble de los ingredientes que la receta solicita por si el encantamiento falla, nunca se sabe...-

Contenido oculto: RECETA

[Receta] "Amuleto de comunicación lejana":

Ingredientes:
2 plumas de un ave que sepa enviar mensajes
2 trocitos pequeños de lengua de rano/a
2 pedazos de soga
2 imanes pequeños

Pasos:
Realizar dos collares o pulseras con las soguitas
Colocarle una pluma a cada collar o pulsera
Colocar los collares uno al lado del otro como dos círculos
Poner en el centro de cada uno un imán y un trozo de lengua
Colocar una pata o mano encima de cada collar y recitar el conjuro:
"procul communicationis"
(Lanzar 1d20 para que el encantamiento sea exitoso o se pierden la mitad de los elementos al azar con una lista)

Contenido oculto: mini quest (?

Gigavehl Alisse Madness si logran hacer los collares también les otorgo 30 de experiencia a cada uno

 

JOU

Mi entusiasmo aumentó al tener la receta entre mis manos —Muchas gracias—le dije con gran emoción saliendo de la tienda con mi mano en la nariz sonriendo mientras leía con detenimiento los ingredientes, solo me faltaban 2 ingredientes de los cuales uno podría conseguir en la herrería, así que sin mas rodeos me dirigí a alcanzar a Zer, preguntando a la gente como llegar, demorando lo suficiente para encontrar a Zer ahí, y en cuanto se desocupó jale levemente de su capa para llamar su atención y le mostré la receta de inmediato —Crees que Rash nos ayude con el segundo ingrediente?— le decía emocionada, mientras dejaba la nota en su pata e iba con el tendero para preguntar por los imanes.

 

La espada parlante
[Jou, Zer]​

-¡Bienvenidos!- los saludó Matilda al ingresar a la herrería y veía que Jou se adelantaba -¿Qué te trae por aquí, pequeña?- preguntó la elfa con una sonrisa, mientras se inclinaba un poco hacia abajo con las manos en las rodillas para acercarse a la altura de la niña.

Contenido oculto: ETIQUETAS

Gigavehl Alisse Madness

 

Jou

—yo estoy buscando algunos imanes de los más pequeños— le decía mientras sacaba las pocas piezas de oro que me quedaban — me gustaría adquirir 6 ejemplares— concluí esperando alcanzar el precio esperando sobre la barra emocionada escuchando que Zer también se acercó a hacer unas compras.

—Entonces, donde podemos conseguir este ingrediente? Crees que podríamos regresar a la Taberna y esperar pacientes una ebria presa? — me dirigí a Zer discretamente

 

La espada parlante
[Jou, Zer]​

-¿Imanes?- exclamó algo confundida -Pues, claro, déjame ver...- revolvió en su banco de trabajo y le dio tres pares de imanes redonditos -Dos monedas estarían bien por esto, supongo- le dijo con una risita nerviosa porque a pesar de que su valor real eran unas 15 monedas, 5 por cada par de imanes, igual Matilda se los compraba a un mayorista en cajas y no tenía ni idea del costo por unidad.

-Ahh, esta mañana me acaba de llegar un cargamento- respondió al gato luego, subiendo a la barra una gran caja de madera que contenía al menos media docena de armaduras, con una sola mano. Matilda era ciertamente muy fuerte -Estas ya vienen encantadas y cuestan 250 monedas- le mencionó pues de esto sí sabía bien el precio -265 con la espada-.

Contenido oculto

Jou gasta 2 monedas y Zer 265

 

Jou

Me alegré de que mis monedas me alcanzaran, así que sin dudarlo saque el par de monedas y las coloqué en la barra tomando la bolsita de los imanes, guardándola con el resto de mis cosas, y esperé a que Zer tomara sus compras saliendo de aquella tienda, tome su garra con mi diminuta mano y mire al rededor —Solo nos queda buscar el ultimo ingrediente—le decía mientras comenzaba a caminar hacia el centro de la plaza donde justo en medio estaba una fuente, pues fue el primer lugar donde se me ocurría buscar y para mi suerte había un rano delgado y no muy viejo, a lo que una sonrisa se dibujo en mi rostro y apresure mi paso, y me acerqué a aquel hombre —Señor buenas tardes— hice una leve inclinación mientras Cloud se posaba en la punta de la fuente —Soy una pequeña bruja aprendiz, y me gustaría pedirle un poco de las escamas de su lengua o si es posible un trocito para uno de mis hechizos— le pregunte propiamente

 

Fuente del centro
[Jou, Zer]
​

Un rano random miró a la pequeña con sus ojos grandes como dos platos y sin expresión. Estaba vestido todo de negro y con algunas joyas plateadas, pero parecía tratarse de un buen tipo en el fondo, pues abrió su enorme boca y dejo ver su lengua donde llevaba un piercing de plata. Se sacó dicho objeto y se lo cambió de lugar dejando caer unos pedacitos de la carne pellizcada y entregándoselos a la maga para sus recetas locas. No dijo una palabra y siguió su camino, pero evidentemente le había caído bien o no le hubiera hecho el favor.

Contenido oculto

Jou ha obtenido 4 pedacitos de lengua del rano metalero

 

Jou

El joven rano parecía desacuerdo y sin decir una sola palabra sacó su lengua y junté mis manos para recibir los pedazos que necesitaba, mi rostro se lleno de ilusión e hice una leve inclinación —Muchas gracias— exclamé saltando de alegría haciendo una señal a Zer de lejos en son de éxito y me acerqué a el de nuevo mientras guardaba las cosas en un pequeño bolso de mi morral —Lo logré— le dije tomando su mano de nuevo.

Cloud no tardó en unirse posándose en mi cabeza, y nos dirigimos a un callejón aislado, procedí a entregarle los ingredientes a Zer tal y como me lo solicitó, e incluso Cloud coopero, como si supiera de que se trataba todo esto, hizo un pequeño quejido pero no se hizo daño.

Miraba atenta y nerviosa, Zer se propuso a hacerlo, así que una vez terminado el amuleto, quedaba encantarlo, tragué un poco de saliva pues existía la posibilidad de fallar, coloqué mi mano sobre la pata de Zer y repetí el hechizó a la par de él, haciendo que el par de amuletos se iluminara levemente debajo de nuestras manos.

 

Calle de la fuente
[Jou, Zer]​

Las palmas de los magos y los collares brillaron con un resplandor celeste, aprendiz y maestro habían logrado crear juntos un artefacto mágico, sin dudas esto los volvería más unidos. Sólo restaba que cada uno se colocara su respectivo collar y listo.

Tras el conjuro, si inspeccionaban los ingredientes utilizados podían notar que los pedacitos de lengua se habían desintegrado y los imanes habían quedado inutilizados, eran como dos simples piedritas, era como si el objeto mágico hubiera absorbido sus cualidades.

Contenido oculto

Gigavehl Alisse Madness

Han logrado crear un amuleto de comunicación lejana para dos personajes. Con esto podrán comunicarse telepáticamente un máximo de 2 veces por día y cada comunicación durará 1 minuto seguido (10 turnos en combate) como máximo en el que podrán hablar y ser escuchados de ambos lados como si estuvieran en una conversación cara a cara.

Han sobrado de los ingredientes 2 pedacitos de lengua y 2 pares de imanes y conservan la receta por si en algún momento quieren volver a hacer un artefacto igual.

edit (800 años después): y ganan 30pts de experiencia cada uno! xP

El mago en llamas
[Taqui, Otto, Rash, Vite, Lanre, Dellen, Solerade]​

Lanre y Taqui se estaban conociendo y Roronoa recordó que Matilda le había dicho que en Everfall estaban acostumbrados a cosas raras como los fantasmas así que no temerían, por lo que decidió salir a saludar.

De la espada de Lanre surgió la figura fantasmal pero sonriente de un joven rano espadachín, fallecido hacía milenios en una antigua guerra. Su espíritu estaba ligado a la espada del pato.

-¡Hola! Mi nombre es Roronoa, también soy un rano fantasma, pero no nací siéndolo ¡JIJIJI!- lanzó una risita infantil porque le había hecho gracia el juego de sentidos.

Contenido oculto

Amelie Ayeah madarauchiha Mori Monpoke rapuma Sensy

Siguen todos distendidos conversando en la taberna. Cuando quieran partir rumbo al puerto me lo hacen saber y ya embarcamos.

 

Taqui

Titubeante alargó sus dedos y los pasó suavemente por el ala de Lanre siguiendo la dirección de sus plumas.

- ¡Eres tan sabio como suave!- exclamó con admiración, retirando sus caricia con un sobresalto cuando un translúcido rano salió de algún lado tras el pato haciendo que los ojos de Taqui se abrieran de par en par.

La sonrisa quedó congelada en su rostro, ligeramente tirante durante unos segundos hasta que la aparición comenzó a hablarle.

Miró a su alrededor y tragó saliva lenta y sonoramente. Hasta que la emoción de aquel encuentro se abrió pasó hasta sus labios.

– Unplacerconocerloseñorespíritu. - Respondió atropelladamente, con una reverencia y una risita nerviosa. Nunca antes habia conversado con un muerto pero todo lo que venía del más allá le apasionaba... Por esa razón había aprendido el idioma de ultratumba.

 

Lanre

"¿Sabio?" pensó para después observar su anillo pues jamás se había referido a él como tal, ni el mismo se consideraba así, por lo que no supo como responder. Y de allí, Roronoa hizo su aparición, algo que alegró profundamente al pato, odiaba verlo reprimirse así como en Shallowaters.

También estaba Rash hablando con otra nueva integrante —Nuestro grupo crece, y entre mas lo hace mas ganas me dan de ponerle un nombre —dijo con seguridad ante los presentes —Con un nombre, los bardos podrán reconocernos; si, seguro —comenzó a pensar —En el libro del señor de los perros; al grupo de héroes se les conocía como la Comunidad del hueso.

Miró a los presentes esperando sugerencias —Por cierto; no deberíamos irnos al puerto— miró a todos lados de manera discreta para acercarse al grupo y susurrar —Quiero ya librarme del contrabando

 

Dellen.
Ahi me mantuve, al menos por el momento, sentado en la taberna, hasta que en determinado momento decidí levantarme al ver a todos tan entretenidos y, al menos habiendo disfrutado de una ronda del mago en llamas, decidí levantarme para simplemente salir del sitio. Suspiré, ¿Por que no me iba ahora? Como antes, tenía cosas que hacer antes de partir y, su charla parecía extenderse.

Sin decir nada, me levanté para dirigirme a la puerta... Si un Lanre que me arrastrara de vuelta a la taberna, me puse a viajar por las calles, de paso dándome una impresión más calmada de lo que era Everfall e inconscientemente empecé a compararla con Shallowaters, ésta era más viva, más colorida y soleada, menos monótona, el típico lugar que elegiría para vivir si por casualidad un dia me llegara a establecer, algo que, por el contario no veía algo cercano....

Caminando, me acabé por encontrar con una peculiar tienda llamada "El gato negro", así que, tras ver tranquilamente el cartel de la entrada, no dudé en pasar al interior. ¿Que cosas tendrían aquí?

— ¿Se puede?—. Pregunté con calma.

 

El gato negro
[Dellen]​

El mago ingresó a la tienda, pero ahí no parecía haber nadie. El lugar estaba sin vigilar y abarrotado de objetos de valor, el sueño de todo ladrón.

Contenido oculto

madarauchiha