Capítulo IV

Lanre

Roronoa estaba feliz; por lo que Lanre reflejaba esa misma emoción; jamás había estado enamorado por lo que no podía entender los sentimientos de Roronoa como a él le gustaría; aun así la felicidad era una emoción única, y se contagiaba de manera genuina.

—No me debes nada amigo mío; pero agradezco que quieras ayudarme en mi cruzada —dijo conmovido; pues no sólo estaba alegre por la felicidad de su amigo; sino también presagiaba esa despedida, y sabía perfectamente que dolería.

Se dirigió a Matilda nuevamente—Gracias por tan valioso descuento; eso me hace tener más energías para gastar mi oro —sonrió mirando a todos lados; era un pato con dinero, un pato sin deudas, era un pato libre de gastar en lo que quisiera —Me gustaría que me explicaras las propiedades de las armas: escudadora; desarmante y danzante; así como también de las protecciones: coagulante; etérea; ilusoria e invocante— sonrió para después pensar en lo que llevaba consigo— Y si quieres explicarme el resto yo escucharé sin pestañar ni una sola vez; bueno, no estoy seguro, tal vez pestañee un par de veces.

 

Taqui
Agotada y sin dinero tras el fracaso de su última misión de infiltración la rana fantasma llegó a un establecimiento de aspecto prometedor. Quizá allí podría conseguir algo de dinero con juegos de cartas o, tal vez, algún galante caballero se dignara al menos a invitarle a una copa... Se acomodó su inexistente cabello y le dedicó un guiño coqueto al primer transeúnte que se cruzó, quien respondió con una sonrisa incómoda acelerando el paso.

¡Funciona! Se dijo, malinterpretando el gesto.

Abrió la puerta de la taberna y miró a su alrededor con los ojos muy abiertos y una sonrisa amigable en el rostro. Le gustaba el jaleo de aquel lugar e, incluso, dejó escapar un agudo chillido de emoción cuando vio al tabernero prender su brazo en llamas que le valió un par de miradas de desdén entre la clientela.
Cambió su peso de un pie a otro durante unos larguísimos segundos hasta que finalmente alguien le pidió que, por favor, se apartara de la puerta para que otros pudieran entrar y salir.
Avanzó dando pequeños saltitos hasta la barra y observó con curiosidad las bebidas ofertadas, su boca formando una perfecta "o".

El tabernero prendió fuego a una segunda bebida y Taqui, maravillada, volvió a dejar escapar una exclamación acompañada de un entusiasta aplauso.

- ¡¡¡Maravilloso!!!

Había tantas opciones interesantes que Taqui no lograba decidirse por una así que miró a su alrededor en busca de un poco ayuda para ver cómo la puerta de la taberna volvía a abrirse para dejar pasar a un diminuto ratón.

Compuso una sonrisa que pretendía ser seductora y aguardó esperanzada a que alguien posara la vista en ella.

Contenido oculto: offrol

No se si alguien usa ya el color rosita claro, si es así lo cambio sin problema :3

 

Dellen
Otto solo comentó un "Si su majestad", denotando que del mismo modo que si se tratara de una cláusula extra de su contrato, lo haríamos, claro que, para variar, las palabras de Otto no quedaron ahí ¿Por qué no me sorpendía? Empezó a decir que se temía que a diferencia de su paladín, Erevan, nosotros no contábamos con tal reputación.

Ni la necesitábamos...

Y que por ello le gustaría pedirle una carta de testimonio de que actualmente estábamos bajo sus órdenes y que la cual a la misión a la que íbamos no era una farsa. El rey dijo que lamentablemente la agilidad burocrática de este reino no le enorgullecía lo suficiente, que tendría que hacer largas filas para conseguir su aprobación y que ni siquiera él se encargaba de eso, era trabajo de sus notarioso, pero que por casualidad poseía algo que podría resultarnos incluso más pertinentes, luego nos dio unos distintivos reales, imposibles de falsificar y que cada aventurero con una misión real los podía llevar para dar prueba de ello, que los usáramos con mucho orgullo. Posteriormente dijo que, aunque los monjes no podían ostentar oro, lo guardáramos por si nos solicitaban pruebas de nuestra misión.

Así fue como me acabé poniendo mi distintivo en la solapa, no sin antes comprobarlo y mirarlo desde muchos ángulos.

Vite rompió el silencio, sorprendido, agradeciéndole al rey por los distintivos, a lo que yo mereamente, me limité a reverenciar, luego le preeguntó al rey si podía otorgarle otro, para Lanre, quien no vino con nosotros, así que le dirigí una sonrisa y asentí con la cabeza en gesto de conformidad.

Zer igualmente se mantuvo en un prolongado silencio, me extrañaba que no hubiera tomado la iniciativa con lo del medallón, de eso no me cabía duda... Así que volteé la cabeza hacia él y no hacía faltaba preguntar más para darme cuesta que andaba molesto y reflexivo, a lo que decidí apartar con sutileza la mirada del otro felino, la misma sutileza con el que le miré, de forma que intenté que mi mirada no fuera correspondida. De todos modos, Zer se acercó lentamente al rey para hablarle, comentando que lo que había mencionado le llamaba a atención, que era el hecho de que nos vamos a enfrentar a un viejo enemigo suyo, para preguntar si dicho enemigo era de hecho el dragón, que si fuera así, le gustaría pedirle de favor de que nos diera cualquier dato relevante, información, pista u objeto o algo similar que nos pudiera ayudar en nuestra lucha contra el mismo, y que le estaríamos muy agradecidos, algo que así era de hecho, cualquier ayuda era excelente y de igual modo no subestimaba la habilidad del grupo ni la bendición, pero que un Dragón era un asunto que no cualquiera podía vivir de cerca y que hasta el más experimentado de los aventureros podría verse en peligro. Se le notaba calmado, y respetuoso, algo que realmente se veía que le costaba, no parecía estar habituado a hacerlo, como me dijo, era de los que no tenían pelos en la lengüa, algo que tampoco quería saber si las palabras que le decía al rey eran del todo sincera.

El rey por su parte comentó que de acuerdo, y le dio otro prendedor a Vite sin dirigirle la mirada, solo denotando por su gesto de ponerse su pata en la frente, señal de sentirse claramente ofendido con Lanre.

Pero no dudó en responder a Zer diciendo que esa criatura era un monstruo como todos los de su especie y que solo servían para destruir familias y reinos, que tenía la fuerza de una enorme bestia, pero que también tuviéramos cuidado de su intelecto, que poseía una gran astucia con la que intentaría engañarnos y que si sus especulaciones eran ciertas y se trataba de este indivíduo en particular, se trataba de un dragón verde, que nos prepáramos con equipamiento contra la corrosión y el veneno sería muy útil por si aún no lo habíamos hecho.

Zer, gato listo, más bien astuto, ha sido una pregunta más que correcta la de que nos informara de todo lo que sabia del dragón, aunque la información me pareció más escueta de lo que esperaba pero a su vez lo suficientemente exclarecedora para saber que no podíamos fiarnos de él. Me sorprendió que Rash no le dirigiera una mirada de reproche, al menos por lo que recordaba de la pregunta que le dirigió a Ulises sobre si los ojos le dijeron algo antes de morir y preguntarle sobre su alma, pero no, simplemente resultó que acabó meramente con un agradecimiento diciendo que haríamos todo lo que estuviera en nuestras patas, y nuestra fé. Gracias, no soy muy amante de la misma, a que mentir, y que lo juraba por la rana tuerta.

Suspiré para reverenciar y empezar a caminar, alejándome de la multitud y empezar a pensar en que debería hacer a continuación. Era más que evidente que no íbamos a sacar nada más del asunto por más tiempo que pasara, no es que desconfiara de los demás, sin embargo tampoco iba a perder mi tiempo en meras banalidades que no llegarían a ningún destino útil pero tampoco quería sonar descortés con el resto así que, aunque me alejé, no abandoné la estancia, Zer se marchó diciendo que nos esperaría en el puerto si es que no nos encontraba en la taberna. De acuerdo, aunque temo que yo tenía que hacer algunas cosas antes de abandonar Everfall, quería comprar algunos artículos y a su vez, quería por otro lado comprar otras cosas con el dinero de la misión.

Por su parte, Vite también empezó a marcharse, así que, al ver que el resto de animales habían llegado a mi misma determinación, empecé a caminar también con calma, diciendo que finalmente se iba a marchar a comprar también otras cosas antes de ir a la taberna, por lo que, al salir, decidí caminar con paso decidido por la ciudad, dirigiéndome primeramente a "La espada flotante" a fin de intentar vender las prendas que Zer me otorgó, para luego dirigirme a comprar algunas pociones y algunos hechizos y quien sabía, a lo mejor también una armadura anticorrosiva, ya veríamos. Me sentía muy feliz de ver como el grupo poco a poco realmente iba adquiriendo conciencia de grupo y cooperación, además de que nuestro nombre empezaba a adquirir renombre, y, aunque precisamente la fama era lo que menos me importaba, realmente me alegraba que nuestro acto en las catacumbas hubieran permitido que la gente pudiera usarlo como vía de conexión, aunque en parte me preocupaban los pobres infelices que se encontraran con aquella funesta armadura... Pero eso no me importaba, me planté delante de la espada flotante y, decidí abrir la puerta de la misma.

 

Vite Horiazana

Me asomo con calma por la puerta cerrándola con tranquilidad poco después, ahí estaba el escarabajo al cual le respondí su sonrisa con una propia y radiante a ojo cerrados. Inhale Ondo con la intención de volver a probar la eficacia del collar, ¡en verdad sentía que era de lo mejor!

—Buenas, Edgar, veo que tú también has vuelto pronto y me alegra verte con bien, ¿no tuviste otras dificultades en tu viaje? —pregunté mientras me acercaba el mesón, apoyando un brazo sobre este de costado esperando no ser descortés—. Este collar a funcionado de manera fenomenal, en verdad gracias —comenté apuntando el aparato con otra sonrisa para luego mirar las paredes del lugar—. ¿Qué me recomiendas? No tuve oportunidad de ir a un negocio en la otra ciudad.

Podía saltarme el detalle de que me la pasé durmiendo toda una tarde.

 

Jou

Tantas cosas habían pasado, pero nunca había visto semejante arquitectura, digo el castillo de los magos no se comparaba a tal majestuosidad del reino en el que estábamos, entramos al salón real, Cloud esperaba afuera por cuestiones de seguridad y yo me sostenia de la capa se Zer, realmente no puse atención del todo al rey pues me perdí viendo a los guardias y la servidumbre juntos, trabajando para un solo hombre, era verdaderamente impactante, además que no tenía nada de modales para ser digna de hablar con el rey, aún , así que no hice más que inclinarme cuando los demás lo hacían.

Pasaron varios minutos, quizás horas , no lo sé , pero daba la sensación que la asamblea había finalizado, y como era costumbre mía, tenía que explorar el reino, quería memorizarme cada reino o pueblos que visitaba, y adquirír experiencia de viajera, salí del castillo y le indique a Cloud que se posará en el hombro de Zer para que pudiera avisarme cuando se alejara demaciado, y poder encontrarlos ágilmente.

Caminaba entre las calles viendo esos ambulantes que ofrecían de todo, el diseño de las casas seguía emocionandome pues ningún pueblo repetía sus ideas, hasta llegar a la taberna, tenía buena pinta, y yo tenía sed, así que entrè y me senté como pude en la barra tratando de que el cantinero me hiciera caso, pero no tenía éxito, no era la primera vez que no me tomaban enserio, quizás por mi tamaño o por mi raza.

Después de un rato me di por vencida, notando a Otto en el mismo lugar, aunque por un momento consideré en pedirle ayuda, recordé que tal vez no le agradaba por la misma razón , así que suspiré y me resigne a solo quedarme sentada recargando mis brazos en la barra con algunas esperanzas de que pudieran hacerme caso.

 

Rash Colds

La asamblea terminó y como era de esperarse los aventureros no tardaron en decidir su próximo destino en Everfall; algunos fueron a explorar, otros a comprar objetos que potencien sus habilidades. Rash, por su parte, decidió que los esperaría en la taberna local donde supondria que sería un buen punto de partida para reclutar nuevos miembros.

El mago en llamas estaba a rebosar de animales, como siempre muy concurrido. El monje se paseó entre las mesas y las sillas, sintiendo su peso retumbar en los tablones de madera del suelo. Miró hacia todos lados, viendo distintos grupos de borrachos platicar a gritos y explotar en risas. El ambiente era, como lo era desde siempre, muy festivo.

Localizó a Otto, pasando muy desapercibido por su pequeño tamaño. Le llamó con una pata.

—¡Otto! —gritó con alegría. —Pensé que estarías en la armería con Lanre.

Se acercó a él con pasos lentos; los animales a su lado se apartaban para no ser atropellados por la mole de músculos que avanzaba con una sonrisa en su rostro.

—Busquemos una mesa, allí podremos planificar cómo adoptar un nuevo miembro. —levantó su vista y vio entonces algo que le llamó la atención. —Otto, disculpame un momento.

El monje se acercó a la barra, donde le llamó la atención la figura de una rana encapuchada. Le vio de cerca, admirando sus colores llamativos en la piel.

—Disculpe, señorita, no quisiera ser osado, pero veo que compartimos las mismas características de piel. —sonrió. —Hace muchas lunas que no me topo con compañeros de la misma raza. ¿Te encuentras de paso en la ciudad?

 

Taqui


Su mirada bailaba entre la clientela hasta que la puerta volvió a abrirse y una mole color del musgo captó su atención.
Sus ojos se abrieron de par en par hasta ocupar la mitad de su rostro mientras seguían el lento avance del rano, divertida por cómo hacía retumbar el suelo a su paso con una sonrisa tranquila. Le divirtió el contraste entre su envergadura y su rostro bonachón por lo que dejó escapar una risita que se transformó en una mueca de asombro cuando aquel gigante se acercó a ella y, no sólo eso, sino que le habló.

La mandíbula de Taqui se descolgó y su mente quedó momentáneamente en blanco. ¡Sus dotes de seducción realmente funcionaban! Tendría que usar ese nuevo arma con sumo cuidado.

Bien, di algo inteligente. Ahora hay que deslumbrarlo. Se dijo, pues llevaba ya varios segundos en un boquiabierto silencio.

- Mi... mi piel es roja.- Respondió con firmeza, bajando su capucha para exponer mayor cantidad de la misma tropezando al levantarse con una joven elfa que se había sentado a su lado en algún momento, trastabillando así hasta caer de espaldas contra la barra.

Perfecto. Se reprendió. Tratando de salvar el decoro adoptando una postura sensual sobre la madera mojada en alcohol, una mano en su cadera y la otra sosteniendo su cabeza ligeramente inclinada.

- Y... ¿Qué hace un rano cómo tú en un sitio cómo este?

 

El mago en llamas
[Taqui, Otto, Jou, Rash]
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La pequeña Jou entró a la taberna y se sentó en la barra pensando que no sería notada por su baja estatura, pero al rato llegó el ratón a atenderla. Le faltaba un brazo y usaba su cola para sustituirlo y preparar tragos.

-No pienses que no te había visto, pequeña, es que tengo muchos pedidos- le dijo con la actitud muy fresca y relajada que lo caracterizaba -Pero siempre noto a mis clientes, y soy un ratón, los bajitos nos tenemos que ayudar entre nosotros- colocó un vaso de leche de almendras frente a ella -Pero tu crecerás, toma para que lo hagas sana, la casa invita- se retiró un poquito hacia el costado y atendió a los clientes que estaban al lado de Jou, se trataban de Taqui y Rash.

-Hey, cuidado con el mobiliario...- les dijo repasando la barra -¿Van a tomar algo?- preguntó desconociendo la pobreza actual de la rana que no contaba con una sola moneda. Por suerte para ella, la había interceptado Rash, otro rano que quizás se apiadara y le invitara un trago. Si alguien sabía de piedad, era un monje como él.

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Ayeah Monpoke Alisse Madness rapuma

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La espada parlante
[Lanre, Dallen]
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-¡Claro!- le respondió la herrera al pato, contenta de promocionar la nueva mercadería -Un arma danzante puede pelear sola con una orden durante unos segundos por combate, aunque si encantas a tu amigo con esa propiedad podría llegar a sentir el cansancio equivalente a bailar durante una hora- le advirtió.

-La escudadora puede transformarse en un escudo a la orden, con eso correría el riesgo de sentir el dolor de algunas quebraduras como si su cuerpo se expandiera y cambiara de forma. La desarmante justamente aumenta las probabilidades de que desarmes a tu oponente y evita que te desarmen a tí, pero el alma de tu espada podría llegar a sentir el dolor propio de aterrizar en una trampa de caída-

Luego de contarle esas propiedades y advertirle los efectos que podrían tener esos encantamientos sobre Roronoa, continuó comentándole el resto de productos hasta que Aramil le gritó que tenían más clientes, se trataba de Dellen que ya estaba pasando por la puerta.

-¡Ah! Uno de tus amigos- le dijo a Lanre -¿Que se te ofrece?-

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Propiedades de todo explicadas (y agrego el arma y armadura anti corrosión que me las había salteado y eran re clave jaja ese encantamiento vale 200 tanto para armas como armaduras)

Armas:
Afortunada: 1/día vuelves a tirar una tirada de ataque fallida
Anticorrosión: Protegida ante la corrosión y la oxidación, no puede ser destruida por esos efectos
Arredrante: 3/día hace retroceder al objetivo 5'
Aturdidora: 1/día (y también cada vez que se realice un golpe crítico) El objetivo alcanzado queda aturdido durante 1 asalto
Chupavidas: 1/día (y también cada vez que se realice un golpe crítico) Restaura al portador tantos puntos de vida como el daño que infligió
Danzante: Combate ella sola una vez por combate durante 4 asaltos, con una orden
Debilitante 1/día (y también cada vez que se realice un golpe crítico) Con un golpe critico, el objetivo sufre un -4 a su impacto
Desarmante: 1/día (y también cada vez que se realice un golpe crítico) Desarmas a tu enemigo. Además +2 a los intentos de desarme y no pueden desarmarte
Desplazadora: 3/día el objetivo alcanzado es teleportado hasta 10'
Desterradora: 3/día destierra a la criatura alcanzada a su plano natal
Escudadora: Se transforma en un escudo pesado de acero con una orden; solo armas a una mano
Iluminadora: Iluminación intensa hasta 20", luz tenue hasta 40'
Plegable: Se dobla hasta reducirse en dos categorías de tamaño, fácil de ocultar
Rompedora: 1/día (y también cada vez que se realice un golpe crítico) Rompe un arma del objetivo

Armaduras:
Anticorrosión: Protegida ante la corrosión y la oxidación, no puede ser destruida por esos efectos
Invocante: Acude a ti con una orden y se te coloca sola (a lo iron man)
Ilusoria: A una orden, puede cambiar para parecer ropa normal o cualquier atuendo a elección
Etérea: 2/día puedes volverte incorpóreo por un turno
Coagulante: Si estás en 0pv te mantiene consciente y estable para que puedas usar un objeto o moverte, más no atacar. Resistencia a los ataques de absorción de vida

ETIQUETAS: Amelie madarauchiha

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El escarabajo de oro
[Vite]​

-Oh, mi viaje estuvo de maravillas, caballero. Gracias por preguntar- le respondió con su cortesía natural -Hasta pude hacer buenos negocios con un conejo en Shallowaters. Tenía malos modales, pero unos precios muy tentadores- comentó escuchando el pedido de recomendaciones -Pues, depende de a lo que se enfrenten, aventurero. Pero pociones de curación le harán falta seguro, y tampoco quisiera dejar pasar la oportunidad para recomendarle que encante sus armas con algún elemento... ¿Usted es más del fuego, del hielo o de la descarga?- le indagó.

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Mori

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El gato negro
[Zer]
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-Hmm- exclamó el gato, rascándose la barbilla al mirar las runas que buscaba Zer -Creo que estás tras un mito, un cuento de fantasía en el que pocos deciden creer y dedicar sus vidas a su búsqueda, pero al menos eres un gato y tu vida será larga... si la sabes administrar- le dijo para después pasar a los negocios.

-¿Así que te ha gustado ese hechizo, eh? Claro que podemos mejorarlo, por unas 70 monedas podrás revivir a todos esos muertos que el hechizo te permite al mismo tiempo- le ofreció -Y sobre el otro conjuro... lo cierto es que la clase que borra memoria o juega con tu mente es algo más prohibido que la nigromancia, puedo tener algo así, pero te costará 100 monedas y sólo borrará durante una hora los acontecimientos que al objetivo le sucedieron ese día. No es muy poderoso, pero es lo que hay teniendo en cuenta lo difícil que este maldito reino y sus leyes me lo ponen- agregó esto último con un poco de bronca en sus palabras.

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Gigavehl

 

Dellen
Nada más cruzar la puerta, noté como la herrera hablaba con Lanre, a lo que sonreí negando con la cabeza.

— No anhelo molestar, por favor, acabe de atender a Lanre, no tengo prisa alguna, luego ya podrá atenderme a mí con calma, porque anhelo vender algunos objetos y, eso llevaría algo de tiempo. A todo esto, si que quiero decirte Lanre, que el rey nos ha dado unas insignias, más bien unos identificadores—. Dije con calma, ahora a Lanre mientras le enseñaba mi dorado identificador— Vite guarda uno para tí, aunque bueno, luego te pongo al día.

Sonreí meramente aguardando con paciencia mi turno, además de que no quería tampoco interrumpir a Lanre.

 

Otto

La salida del palacio hacía la taberna acabo siendo como pude llegar a imaginar, solitaria.

Todos tienen su algo que hacer, lo reconozco, por ello no me importo demasiado. Alguien tiene que hacer el reclutamiento a pedido del Rey.

Al llegar a la taberna no llame la atención, tampoco es que la deseara, lo que me permitió mirar un poco discreto a los presentes que beben o hacen otras actividades.

Mí objetivo era buscar un tipo de aventureros específicos. El equipo actual está llenando casi todas las clases posibles, y eso es bueno, pero debemos aumentar la eficiencia en otros aspectos.

Entre mí monólogo mental, el retumbar del suelo me llamo la atención mucho antes que cierto Rano llamará por mí nombre.

"Oh". Volteó hacia Rash y le niego esa suposición. "Está bien, no creo tener monedas suficientes por el momento".

Acepte de su sugerencia de ir a por una mesa y hablar sobre un nuevo miembro, pero ni llegamos a una antes de moverse a otro lugar. La barra específicamente.

Me acerque a la barra tras Rash después de un leve estudio del Rano con quién habla, considerando sería el agregado perfecto al equipo.

Me acerco tras de Rash y golpeó con la cola un punto de su espalda. "Menuda compañia has encontrado, eh, Rash". Digo lo suficiente algo para ser escuchado por dos, Rash y su compañia de la misma especie.

"¿Què recomiendas para beber antes de un viaje en barco? Prefiero no vaciar mí estómago apenas saliendo del puerto". Pregunto al cantinero al ir tomando un asiento cerca de esos dos, al lado opuesto de la Elfa.

"¿Pedirás algo?". Le pregunto sonriendo a la Rano quien habla con Rash, esperando acepte la oferta. O, mejor, pesqué el interés sobre este viaje.

 

Jou
Mi rostro se dirigió a aquel ratón al frente de la barra, le sonreí con gran ilusión, no era la única pequeña en este viaje al final , tomé el vaso de leche y me lo bebí satisfactoriamente —Muchas gracias!— de dije para después notar que rash y Otto estaba ahí también, parecían conversar con una chica rana , viniendo así el recuerdo a mi memoria del rey, pidiendo que reclutamos a más miembros para una pelea con un Dragon o algo así.

Lo que me sorprendía es que ellos conocieran gente en todos lados , eran increíbles y me despertaba curiosidad —Entonces ella se nos unirá?— dije en voz alta interrumpiendo su conversación de adultos tomando un sorbo más a mí bebida sumamente emocionada , ya no sería la única fémina en el equipo y eso me provocaba mucho interés

 

Vite Horiazana

Solté una corta risilla a labios cerrados al oír su experiencia en Shallowaters, para luego centrar mi atención en sus recomendaciones. El rey había dicho que nos preparáramos contra la corrosión y el veneno, ¿no? Pero darle prioridad al ataque tampoco sonaba como una mala opción. Las pociones sí que serían obligatorias.

Pasé un rato con mi gesto pensativo, pata en el mentón mirando hacia el techo mientras seguía reposando mi otro brazo en el mesón. Luego saque mi espada con cuidado y agilidad, dejándola delante del escarabajo, acto seguido hice lo mismo con la daga.
—¿Cuánto saldría encantar estas dos armas? La daga con hielo y la espada con fuego —cuestioné con la sonrisa tranquila en mi hocico.

 

Rash Colds

El monje mantuvo la sonrisa en todo momento, incluso cuando la pequeña rana tropezó y chocó a la elfa que había pasado desapercibida para Rash. Miró hacia abajo cuando sintió el toque de la cola de Otto, afirmando hacia el ratón.

—Una compañía inmejorable, sin dudas. —habló despacio, siempre cargado de ese misticismo tan propio de él. Volteó entonces hacia la rana nuevamente, riendo con la boca cerrada. —Simplemente estoy de paso. Estamos de paso. —dijo señalando a Otto, el cual ya buscaba un sitio al lado de la rana. —Perdona mis modales, mi nombre es Rash, Rash Colds. A su servicio, su raneza. —hizo una reverencia hacia Taqui. —No fue mi idea molestarle, solo que estamos viendo quién más desea unirse a nuestra cruzada. Esta ciudad, la gran Everfall, se considera la cuna de los aventureros y estamos considerando unir a alguien más a nuestra cruzada. —la voz de la pequeña elfa lo hizo voltear hacia su diminuta figura. Le sonrió. —Aún no lo sabemos, tampoco podemos obligar a nadie a seguirnos. —se tocó la inexistente barbilla y se rascó la frente, mirando las copas y bebidas que el tabernero tenía de exposición tras la barra. —Si es nuestra última noche aquí podríamos pedir la mejor bebida de la casa, ¿no te parece así, Otto?

 

Taqui

La ranita miró a los integrantes de aquel variopinto grupo de uno a otro, temblando de emoción ante la amabilidad de todos ellos.

Abrió los ojos de par en par y con un pequeño salto se situó entre el ratón y la elfa, pasando un brazo por encima de los hombros de ambos y juntó sus cabezas inclinándose hacia el rano.

- Éste Flash sabe de lo que habla, Poppo- le dijo al ratón en un excitado susurro conspirador, dedicándole un guiño al tiempo que agitaba su anca para llamar la atención del tabernero - ¿Cuándo decís que partimos?

 

Otto

Evitando ser brusco, me destrabó de su abrazo, el cual me tomo por sorpresa, y me vuelvo a equilibrar en mí asiento del cual casi me quitan.

"Por favor". Toso un poco a los lados. "Estamos entre compañeros, evitemos las formalidades". Agrego por su gesto de inclinarse ante Rash, algo un poco fuera de lugar desde mí punto de vista.

"Seguiré declinando". Respondo sobre la oferta de Rash ante la bebida, moviendo la pata en negación. "Pero pueden hacerlo si gustan, no les detendré. Solo moderen la cantidad". Esto último pensando en Lanre e incluyo Dellen, quienes se dejaron llevar un poco la otra noche.

Y, por sobre todo, no creo querer saber que pasaría si vacían su estómago en un barco fantasma...

"Oh". Señalo hacía el Elfo. "Ella es Jou". Me señalo a mí mismo. "Y yo Otto. Todos confirmamos un grupo con otros cuatro".

"Ejem". Coloco ambas patas sobre la barra, como esperando la recomendación de la bebida. "En lo esperado, planeamos partir esta tarde".

Su misma pregunta me hace creer que se llego a invitar sola dentro del grupo, ignorando totalmente cualquier detalle sobre la misión o nuestro objetivo.

Pero, parece estar interesada y desocupada.

"Antes de aceptar, ¿No crees mejor preguntar detalles sobre la misión y pensarlo más? Sería preferible no te des la vuelta siendo demasiado tarde. Esta es una misión con sus riesgos... y la vez una gran recompensa".

 

Jou

Le dedique una gran sonrisa a aquella rana simpática y tome un sorbo le leche escuchando lo que rash me decía al mismo tiempo respondiéndole —Ves ? No era tan difícil, solo tenías que preguntar— al ver la reacción de ella.

Otto nos presento mientras terminaba mí bebida y dejaba el vaso sobre la mesa con unas monedas de oro —vamos otto, no vez lo emocionante que es tener a alguien más?, Los detalles podemos discutirlos en el camino— aunque realmente no se que piensen los demás de esto, supongo que estaría bien mientras ella acepte.
Tomé lugar entre La rana y Otto acercándome a la barra anciosa de saber que era esa bebida como 'la mejor del lugar" que mencionaba rash.

 

Taqui

Dejó que el ratón se zafara de su abrazo y escuchó su pequeño monólogo con una amplia sonrisa, asintiendo efusivamente tras cada pausa del roedor.

Qué tipo tan cool. Pensó, los ojos brillantes de emoción ante aquel aire de aventurero experimentado.

- Ejem... sí, bueno, a nadie le gustan las recompensas pequeñas. El tamaño importa.- Respondió, con fingida chulería, dándose aires de experta. Realmente andaba mal de dinero y hubiera aceptado casi cualquier misión. Pero si quería ser tan molona como el macho que ahora posaba sus patas en la barra debería seguir su consejo.- Contadme más y tal vez me deje convencer... ¡¡¡Tabernero, sírvanos unas cosas de esas que arden!!! Invita mi nuevo amigo Flash.

Trató de hacerse la dura, pero sus ojillos brillaban de emoción ante la perspectiva, tanto de la bebida, como de una nueva misión con una GRAN recompensa... Ya podía verse nadando entre dulces y no pudo evitar ponerse a canturrear por lo bajo mientras aguardaba a ser atendida.

 

Lanre

Escuchaba atentamente a Matilda hasta que Dellen entró a la herrería —Estoy decidiendo en que comprar, creo que Matilda puede atendernos a ambos —dijo mientras trataba de ver que quería comprar, observando a Roronoa —Creo que me limitaré a mejorar tu potencia; y con el tiempo mejorar nuestro vínculo para evitar que estos encantamientos te hagan mayor daño; pero me interesa comprar el encantamiento anti corrosión, si eso puede ayudarte a que no te lastimen puede ser buena idea, así como también puedo comprarme la armadura que hace juego—se estremeció, sus plumas se expandieron —No me gustaría verte sufrir, ¡seguro que no! —se giró a Matilda para mostrarle las joyas restantes que tenía —¿Compras de estás? Tengo diez —sonrió orgulloso.