Capítulo III

Jou

Después de un rato observaba a cada persona en el bar para no aburrirme, decifraba si en su interior albergaban intenciones buenas o malas, bueno eso quería creer, pero fui sacada de mis pensamientos cuando otro gato negro se acercó a nosotros y le dirigía la palabra a Zer, ya lo había visto pelear antes así que supuse que ya lo conocía, traté de escuchar su conversación, pues parecía algo sería por los gestos que hacían, pero sus voces de mezclaban entre el mar de sonidos dentro de una taberna.

Sin éxito solo saludé con la mano cuando me dirigían la mirada, no sabía si estaban hablando de mi o solo notaban mi diminuta precencia bajo la capucha de zer, pero parecía que no me hacían mala cara...aun

 

Lanre

Afirmó ante Otto —Tienes razón, esto aun no termina —dijo terminándose su bebida — Me siento envigorizado —No lo estaba —Estoy seguro que conseguir ese tabaco será más fácil que los desafíos en las catacumbas élficas; si, seguro—No le constaba — Se levantó alegre y comenzó a avanzar hacia dónde evidentemente no era la salida, posiblemente una puerta que llevaba a otro lado —¿No vienen todos? ¿Qué esperan? —Estaba algo alcoholizado, seguramente debió haber bebido esos últimos tragos muy rápido, y sin comida en su sistema, la única reacción era la hidromiel.

 

Dellen
Zer se mantuvo escuchando mis pesquisas en silencio, como analizando a detalle cada palabra que de mi boca salía. Le expliqué todo lo que conocía de Paul, su relación con Jasper, y finalmente, mi última puntualización sobre su evidente secretismo pero tampoco le culpabla. Entendía que era algo particularmente difícil para alguien empezar a explicar cosas de su vida cotidiana al primero que se le cruzaba por delante y, si por un casual decidía no contármela a mí, lo entendería. Podía decir que yo también quería andar precavido con estas cuestiones. No tenía nada que ocultar, pero la gente era cada vez más cruel, por ende cualquier precaución era escasa.


De todos modos, tampoco iba a perder nada por preguntar. Era más que evidente que en estas circunstancias, lo más lógico era querer conocer a los miembros del equipo más a fondo, por lo que tenía la esperanza de que al menos se abriera un poco a mí, al menos, pude dirigirle una sonrisa amable, cuando volteó a mirarme con calma para proseguir la conversación.

Me explicó que el culto era verídicamente extraño, pues parecía que ocasionalmente se veían organizados y, en otras ocasiones parecían totalmente asalvajados, como si no tuvieran orden o estrategia en sus acciones aunque, estaba inseguro sobre si repercutiría algo el asesinato que le cometimos al conejo para luego adquirir su pose reflexiva sobre lo que mencioné al respecto sobre Jasper o Paul mismo, dando como propuesta la de tratar de persuadir a Jasper para obtener información y luego, matarle. Tras ello, y sin dejar su pose reflexiva añadió que el conejo les explicó que si ganábamos el combate, se ganaría entrar al culto, algo que me hacía pensar en si realmente podría tener algo de información, me resultaba algo extraño que le dieran información a alguien que ni siquiera pertenecía al culto para evitar algo de espionaje ¿no? Bueno, la verdad es que en lo personal, le daba más importancia a si nos podía fastidiar ese grupito más a menudo a raiz del ataque.

— Para resultar sincero, podemos probarlo. No perderemos tampoco demasiada información puesto que tampoco la tenemos. Sobre matar a Paul, honestamente, no es que nos vaya a resultar de momento de mucha utilidad, sin embargo... Siendo tan cobarde es capaz de mantenerse sin soltar prenda en caso de saber algo para que no le matemos. Como le dije a Jasper antes, la gente más cobarde suele ser la más astuta, y siéndote sincero, si necesitas apretarle las tuercas pedes contar conmigo. Puedo llegar a ser bastante aterrador si me esfuerzo. Claro que no suelo abusar demasiado de ello—. Reí ligeramente— La verdad es que siendo un cultista y por la forma en la que nos han venido a atacar, creo que al menos Jasper no se quejará porque nosotros también le hagamos algo de presión para hablar y si realmente no sabe nada, podemos atarlo con una pesa metálica y lanzarlo al rio para ver como lentamente se sumerge sin posibilidad de salvación alguna—. Bromeé en vista de las circunstancias mientras notaba como lentamente algo se movía en la capucha de Zer, supongo que se trataría de Jou, la elfa, sí, debería decirle luego algo, más era evidente que ahora toda mi atención estaba directamente puesta en Zer.

Zer, de todos modos, prosiguió con su charla. Su proxima reacción fue la de encarar una ceja cuando le acabé de explicar lo acontecido con mis problemas de socialización. Por lo que me dijo que me veía fluir bien con el grupo, a lo que asentí, eso era una verdad a medias.

— Para ser honesto, me estuve sobreesforzando demasiado, tu mismo remaracaste mi bipolaridad, daba igual en parte la postura que tomara, al fin y al cabo, siempre acababa en conflicto con alguien. Sinceramente al menos ya supe que tipo de posturas no tomar como referencia—. Señalicé con la cabeza a Lanre, que se había levantado tras escuchar a Otto diciendo incoherencias solo para dirigirse a una puerta que no era, algo que me hizo mirar a Zer para empezar a reír por las acciones de Lanre— Creo que es mejor decirle a Otto que creo que mas nos vale descansar un dia o dos, porque mañana Lanre no va a poder de la resaca que va a tener ¿Tan poca tolerancia tiene al alcohol? ¡Pero si el aguamiel tenía una graduación mínima!— Como te dije, hay ejemplos que es mejor no tomar.

Luego, Zer prosiguió con su charla. Me dijo que era culpa suya precisamente el que no se mostrara precisamente abierto en Everfall, porque primero anhelaba saber que clase de equipo iba a tener, algo en lo que concordaba. Al fin y al cabo, era importante primero ganarse la confianza del resto y, como bien pensaba desde el principio, estaba de acuerdo con las precauciones y que, de todos modos aun se mostraba ambivalente sobre la opinión del equipo y, tampoco me extrañaba. Era demasiado diverso y en parte con integrantes que, algunos no tenían demasiado claro si eran de fiar o no. Admitía que yo me sentía tan dividido en opiniones como él, pero decidí seguirle escuchando antes de responder. Aunque, una cosa me quedaba clara, se estaba mostrando con enorme honestidad conmigo,de eso no me cabía el menos atisbo de duda, y me alegraba en lo personal. Luego añadió que, estaba sorprendido y decepcionado con este grupo para añadir que la parte de decepción ya intuía el por qué, y por la parte de sorpresa, por estar vivos aun a pesar de la nula organización que tuvimos desde que vencimos a aquellos Geckos en la entrada de la mazmorra. Cierto... Una de las cosas de las que carecía nuestro grupo era principalmente un orden, incluyéndose él mismo, una coordinación, misma que Otto y Zer buscaron desde el primer momento, bueno ¡Todos pusimos nuestro grano de arena! Solo para que quedara en nada... En una mera pérdida de tiempo realmente que nos habría costado la vida, y que sin embargo ahí estábamos, hablando tranquilamente en una taberna. Jé, sin dudas era un milagro, pero no esbocé ninguna mueca, sinó que le escuchaba en un silencio absoluto, al fin y al cabo no había cosa que más rabia diera que, tomarse a broma la sinceridad de alguien, así que me mantuve en silencio mientras me decía que no me preocupara por no haberme comportado en la mazmorra pues era alguien que no toleraba errores de ningúna índole y que se preocupaba por el equipo aunque no lo pareciera, un equipo que no tardó en señalizar que no era en absoluto de su agrado pero grupo al fin y al cabo, no cambiaba el hecho de que teníamos un objetivo común. Que si podía ayudar, lo haría, ya que tampoco quiere lanzarse a su suicidio como pasó con aquella armadura gigante. Esa armadura, la recordaba demasiado bien... Fue la primera vez que quedé inconsciente en mi vida, aunque no fue nada agradable.
Zer prosiguió, diciendo que había que saber discernir sobre cuándo combatir y cuando no hacerlo, y si el combate resultaba insalvable, buscar una ruta de escape o hallar la manera de superar el desafío y, que huir no era de cobardes sino de sabios, pues requería no solamente correr sinó la astucia de saber como alejarse del punto de vista de tus perseguidores de forma correcta, siendo tan meritório como superar un desafío e implica de igual modo una victoria en el duelo aunque no sea bien visto de cara a la galería. Algo en lo que estaba de acuerdo pues, el honor y el resto de idioteces era algo diferente.
Todo eso, entró en mi cabeza como una nuve de información que me daba para pensar mucho, e internamente agradecía todo ello.

Finalmente añadió que se disculpaba por ponerse a divagar pero, en momentos de descanso le gustaba distraerse, ya fuera con una charla, aunque admitía que eso de socializar no se le daba demasiado bien pero ¿Sabes? En lo personal, estaba disfrutando mucho de al charla con él, claro que al ver la sonrisa supe que estaba bromeando conmigo, por lo que se la devolví, seguido de una risa sincera.
Luego finalmente me dijo que me escucharía ahora que le había pedido sinceridad.

— La verdad es que me sorprende para bien tu forma de ver las cosas. No todos saben discernir algo como "No me siento cómodo en un grupo pero aun así me preocupo por él" Aunque desde mi perspectiva, comparto esa forma de pensarlo. Al fin y al cabo, más o menos a gusto no deja de ser un grupo del que formas parte y, a su vez, por ello no queda más remedio que aceptar e intentar que el objetivo que busca el grupo conseguir se consecute, aunque en lo personal, me siento igual de ambivalente que tu al respecto de las opiniones para con ellos. Es cierto que he llegado a hablar con todos más, han habido ocasiones en las que me he sentido verídicamente molesto en la mazmorra, y no por tí en absoluto, pero Lanre, Otto y Vite particularmente me desquiciaban—. Luego cerré los ojos para pensar en qué decir a continuación— Yo también me preocupo por el grupo a mi manera, también quiero llegar cuanto antes al dragón y poder seguir mi camino con dinero en mi bolsillo, pero en esencia, también he llegado a, bueno, desear estar a bien con gente del grupo, tu entre ellos, al menos pareces de los más racionales, y, bueno, tampoco hemos empezado con buen pie, pero mantengo tus consejos al respecto. Además sobre el asunto de la huída, visto en un punto de vista más técnico tienes razón, honestamente la gente ve cualquier combate con un resultado de ganar o perder, cuando en esencia la opción de huir está presente pero la gente la omite por orgullo, porque creen que si salen victoriosos de un conflicto van a conseguir algo. Fama y renombre al fin y al cabo no son más que conceptos que tienen el valor que uno quiera darle, por eso en lo personal, cuando hablan de hazañas o gestas, solo lo veo como mero entretenimiento.
Ah si, sobre el tema de sonar hiriente, tranquilo, entiendo que no quieras que se cometan errores en esas situaciones, en especial porque nos jugamos la vida en esa mazmorra y, hoy por hoy, no podemos permitirnos bajas. Vamos a necesitar coordinación perfecta para enfrentarnos al dragón ¿no es así? Tu mismo lo dijiste—. Sonreí, para reír por la broma de la socialización— Bueeno, entonces seremos dos gatos inadaptados que nos hemos forzado en entrar en un grupo que va a su bola y sobre la divagación, no te preocupes, admito que cada vez quedan menos personas que resulten buenas conversadoras, admito que me alegra que tu seas uno de los pocos buenos conversadores que existen—. Bromeé de vuelta para sonreírle— Y dime ¿Que hay de tí? ¿Que solías hacer antes de ir a Everfall? Y claro, si gustas preguntarme algo a mí al respecto ya que buscamossinceridad mútua

 

Rash Colds

Observó en un silencio acogedor a Jasper, en espera de una respuesta, pero solo encontró más alcohol en su jarra de hidromiel. Rash aguantaba bien la cerveza en su organismo, mucho más el licor con miel, pero la verdad es que ya se encontraba un poco alegre, más de lo normal. Golpeó con fuerza la mesa para reincorporarse, sintiendo como las patas de la misma temblaron por su descomunal fuerza.

—Como dijo Otto, hora de seguir. —afirmó hacia el explorador y luego le dedicó una sonrisa a Lanre. —Es por aquí, querido maese. Deja que te dé una pata.

Y así, ayudando al pato a encontrar la salida, tanto el monje como el guerrero abandonaron la taberna en busca del dichoso tabaco.

 

Jasper

Permanecí silencioso y dubitativo durante la mayor parte de la reunión en el bar. Estaba pensando mucho en la aparición de Paul en esta ciudad y en lo que me esperaría cuando llegara al almacén junto con los demás. A decir verdad no tenía muchos deseos de aparecerme por ahí, pero había terminado de alguna manera en este grupo, con estos animales, y sentía que no me quedaba otra opción que seguir adelante con ellos... me gustara o no. Tan distraído estaba que no escuché la pregunta que me hizo el rano, sé que me habló por no le presté atención. Supongo que debería disculparme más tarde, él no merecía una descortesía semejante.

Su golpe de puño en la mesa fue lo que me quitó de mis pensamientos. Rash ya se había incorporado y dijo que debíamos seguir, tal como dijera Otto en su llegada. Me quedé mirándolo unos momentos, cómo se alejaba con el pato Lanre hacia la salida. Entonces afirmé las cuerdas que ataban a Paul y corrí tras ellos, arrastrándolo por el suelo mientras su nuca se llenaba de restos de alcohol, tabaco húmedo y, a lo mejor, vómito.

—Voy con ustedes —afirmé.

 

Almacén
[Otto, Lanre, Rash, Jasper, Dellen, Zer, Jou]
​

Ya había dejado de llover y las jarras se habían vaciado, al grupo ya no le quedaban excusas para permanecer más tiempo en la posada, el descanso había sido satisfactorio y era momento de ponerse patas a la obra para retomar su labor de aventureros.

Otto los instó a continuar y Lanre tuvo la iniciativa, pero Rash lo condujo a la puerta correcta. Luego los siguió Jasper con Paul a cuestas y detrás fueron los magos que seguían conversando. La pequeña Jou, seguramente seguiría a su nuevo maestro también, no era como si tuviera muchas opciones ante la posibilidad de que el culto aún la siguiera.

Al llegar al lugar, probablemente a Jasper lo invadirían los recuerdos, era extremadamente familiar para él. Tras cruzar la puerta, sonó una campanita que anunciaba a los clientes y una gata que a pesar de sus años aún conservaba mucho atractivo para los de su especie, como Dellen y Zer, los atendió -¿Qué se les ofrece?- les preguntó con el mismo tono y gesto amargo que caracterizaba a los pobladores de Shallowaters.

​

Pero esta postura cambió de inmediato cuando pudo reconocer a uno de los aventureros -¡¿Jasper?!- exclamó con los ojos vidriosos -¡Has vuelto!- esbozó una sonrisa que parecía imposible en un gato. El explorador estaba encapuchado como de costumbre, cubriendo gran parte de su rostro, pero su madre siempre lo reconocería en cualquier circunstancia. Quizás se había desviado del camino de la rectitud en el pasado, pero ahora no parecía el momento para reproches, se notaba genuinamente alegre de volver a verlo. A quien aún no veía era a Paul en su espalda, siempre le reclamaba a su hijo que era una mala influencia.

Contenido oculto

Por haberse refrescado en la posada con unas hidromieles lo contaré como medio descanso, por lo que todos los que estaban ahí recuperan el equivalente a la mitad de sus pv y hechizos. Otto, Zer y Jou ya estaban a tope por lo del manantial y Rash por el cambio de clase igual.

Paul seguirá inconsciente hasta que lo despierten como una acción o hasta el siguiente día que despertará por su cuenta y si nadie lo está vigilando, pues intentará huir.

Los precios del almacén son los siguientes, es un todo x2 pesos (?


Monpoke Amelie rapuma Bruno TDF Gigavehl madarauchiha Alisse Madness

 

Lanre

Sonrió ante Rash que lo guiaba por la puerta correcta; haciéndolo dudar por unos instantes si era pertinente seguir en ese esta "Si, seguro" pensó mientras afirmaba a la nada y era guiado por el resto al almacén.

La persona que atendía era una gata que parecía reconocer a Jasper —¿Viejos amores? ¡A qué si! —dijo apuntando a Jasper sin notar muy bien el rostro de la gata detrás del mostrador, si se hubiese detenido aunque sea un poco a tratar de enfocar, se hubiera dado cuenta de la diferencia de edad y no hubiera abierto su impertinente pico.

 

Jasper

Las dudas comenzaron a asaltarme conforme la puerta del almacén se hacía más cercana. Si bien la muerte y mis viajes me habían hecho perder muchos de mis temores, aún no me sentía preparada para cruzar el umbral que nos conducía al almacén. Y sin embargo lo hice, tal vez un poco arrastrado por la seguridad que Otto, Lanre y Rash mostraban en ese momento; no deseaba quedarme atrás y muchos menos aguantar el impertinente hocico del ratón por no moverme deprisa, así que me acomodé a Paul en la espalda y entré con los demás.

Muchos recuerdos me invadieron de pronto, como una tormenta. El almacén se veía tan desabrido y aburrido como lo recordaba, muy poco había cambiado desde mi abrupta partida de Shallowaters. Los mismos productos, el mismo color de pintura, los mismos muebles. Por la Rana Tuerta, ¡su aburridez no había cambiado en absoluto!

Pero era mi hogar. El lugar que me vio crecer y entre cuyas paredes me crié. Un sitio por el que sentía cariño por todo lo que significaba, y al que sentía que había decepcionado de manera horrible…

Nos atendió aquella gata. Casi por reflejo bajé más la tela de mi capucha, rogando que el enorme cuerpo de Rash me mantuviera oculto. Pero aunque parecía desinteresada y ajena a todo, mi madre era un animal de sentidos muy afilados y no tardó en reconocerme. Al alzar un poco la mirada, me conmovieron sus ojos vidriosos, pero contuve cualquier expresión de tristeza que pudiera aflorar en mi rostro. Hice un esfuerzo por sonreír.

—Hola —fue lo único que pude decir, antes de que Lanre hablara. Admito que casi me reí por su comentario, pero no quise avergonzarlo en frente de todos—. No es eso, Lanre. Esa gata… es mi madre.

 

Almacén
[Otto, Lanre, Rash, Jasper, Dellen, Zer, Jou]​

-Así es, mi nombre es Penélope- asintió la gata ante las palabras de Jasper y la pregunta de Lanre -Veo que has hecho nuevas amistades, espero que estos sean una mejor influencia que los anteriores..- tras decir esto, su mirada se abstrajo en un breve momento de reminiscencia y en sus ojos brilló esta vez la lástima -Las circunstancias de tu partida fueron complicadas, pero nunca te juzgué por lo sucedido- miró fijamente a su cachorro -Sé muy bien que no habrías cometido ningún delito por tu cuenta, tu corazón es bondadoso, te conozco. Pero ese amigo tuyo, Paul..- mencionó mientras su gesto cambiaba al de desprecio -Él te debe haber manipulado y orillado a esa situación, siempre te advertí que era una mala influencia, tu padre también lo hizo... Tu padre, ese bastardo...- corrió la vista a un lado -Se fue hace veinte años a cazar dragones y jamás volvió. Pero esa no es la peor noticia que debo darte hijo mío, peor es aún la razón por la que emprendió ese viaje. Tu hermano más pequeño, Telémaco, se escapó a la hora de la siesta y cayó en el lago- Mientras decía esto, una mueca de dolor y tristeza le comenzaba a surcar el hocico y su tono se agudizaba -Era tan pequeñito... no sabía nadar, cuando lo encontraron fue demasiado tarde, había agotado sus nueve vidas resucitando y volviendo a morir ahogado. No puedo imaginar esa agonía sin que se me destroce el corazón, cuando lo encontraron había envejecido 900 años y ya no le quedaba ninguna vida. La única manera de traer de vuelta a nuestro ángel es un deseo real, por eso tu padre salió a buscar dragones, pero ha pasado mucho tiempo sin que lleguen noticias suyas. Ahora los perdí a ambos, lo único que me mantiene con vida son el resto de tus hermanos, están jugando en el fondo si los quieres ir a ver. Seguro se alegrarán mucho, después de tantas pérdidas y tragedias, es una verdadera bendición que estés aquí... por cierto, ¿quiénes son tus nuevos amigos? Sabes que no podemos alimentarlos a todos, ¿verdad?- Aún seguía sin ver que en la espalda de su hijo estaba Paul todavía inconsciente.

 

Dellen
Ver la reacción de ligera risa de Zer, me hizo sentir muchísimo más tranquilo al respecto, le había gustado la broma y eso me daba más seguridad de cara a él, a lo que, juzgando a lo que hacía en las mazmorras, creo que empezaba a entender como funcionaba en ese aspecto su mente. "Así que en las mazmorras está centrado en el deber mientras que, en este tipo de sitios es cuando aprovecha para distraerse ¿huh? Debería aprender de ello y usar esa misma estrategia de ahora en adelante.
>> "No te voy a mentir, me gusta como suena eso, pero creo que es muy pronto para pensar en eso"<< comentó con calma Zer mientras yo esbozaba una ligera risa al saber que estaba contestando a mi broma, a lo que asentí, conforme.

Luego me explicó que, efectivamente mi bipolaridad se llegaba a referir a que no paraba de repetir que era importante estar unidos, y que sin embargo me dedicaba abandonarlos tan fácilmente cuando necesitaban mi ayuda era algo que le molestaba porque no entendía mi forma de proceder. No iba a negar que tenía razón, porque la tenía, tampoco me sentía orgulloso de esa forma de proceder, supongo que me estaba costando habituarme al equipo y me sentía excesivamente frustrado por ello. Tenía que hacerlo mejor esta vez y ¡Lo haría! Independientemente de las circunstancias, aunque prosiguió dándome la razón en que íbamos hacia un oponente peligroso y que el transcurso importaba, que estábamos jugándonos la vida constantemente y no quería no solo morir sinó que todo se fuera abajo a veces por cosas obvias ya que para bien o para mal estaba vinculado a nosotros y que no creyera que, por haber sido emboscado por el conejo se sintiera enrabiado o algo por el estilo, y que ya había visto lo que le pasó por separarse un momento, a lo que estuve pensando, ya que no hacía falta abandonar la posada y sin embargo lo hizo.
— Creo entender que en tu punto consideras que las acciones son las acciones, para bien o para mal, si se comete un error se lidia con él y no se debe sentir uno culpable, frustrado o rabioso por ello, sino, adquirir responsabilidad sobre el mismo y lidiar con él hasta el final, yo también cometí el error de atacar a Paul cuando teníais ya un plan. Fue una insensatez pero me hizo entenderlo todo—. Comenté con calma, tampoco había tristeza ni reproche, solo un acto, una consecuencia que se solventó— Tampoco podemos estar pensando en lo que pudimos hacer, solo hacerlo y ya, pero tomando cualquier precaución posible dada la graverdad de las situaciones en las que nos involucramos—. Sonreí.

Aunque Zer desvió un instante la mirada para ver a Lanre, no volvió a mi cara como esperaba sino que de hecho, se fue directamente a mirar a la ventana, haciendo una pausa ¿Estaría pensando que decir? Para, acto seguido volver a hablar, diciéndome que honestamente él tampoco entendía a Otto, y que seguramente Otto no nos iba a acabar entendiendo a ninguno de nosotros, algo que ya pude experimentar en varias ocasiones en el pasado, pero también se preocupaba por el grupo, eso también había podido experimentarlo, aunque luego añadió que quizás fuera mejor dejarle espacio y tiempo para llegar a poder congeniar, algo que, a juzgar por la forma en la que nos trató de hablar estando en el bar, supuse que era algo que ya intentaba hacer a juzgar por la decisión de las palabras que había empleado y la forma de decirlo aunque su forma de expresar confianza era, acorde también a mi opinión, abstracta y poco ortodoxa.

Luego añadió que, desde su punto de vista, ya íbamos progresando, Lanre era extremadamente patoso y era mejor dejarle fluir y que era mejor no intentar corregirlo porque resultaba completamente inútil, porque aunque le corrijas en algo acabaría liando otra cosa distinta y, que sobre Vite, tampoco sabía que hacer con él si resultaba sincero.

Justo tras decir eso, giró su cabeza hacia mí, para decirme que se disculpaba y que hacía mucho tiempo que había dejado de confiar en hacer amigos, que era mejor simplemente hablar sin filtros y fluir mostrándose como era en realidad sin contenerse, pero también sabía que con eso podría resultar hiriente y eso tampoco era bueno si se quiere forjar una mínima confianza, pero que, si aun con todo quería estar a bien con él, lo estaba logrando, algo que, sumado a la sonrisa leve que me dedicó, me llenaba de alegría, aunque me contuve, solo devolviéndole una sonrisa de agradecimiento para asentir.
Pero prosiguió con lo del dragón, diciéndome que me equivocaba al decir que lo que más le importaba era la fama y el dinero sinó poder pedirle el deseo al rey, pero si a mi me llamaba la atención eso, lo respetaba o cualquier otra cosa, pues después de todo, a todos nos movía algo para hacer las cosas, eso era cierto aunque creo que debí explicarme mal.

— Mi intención no era decir de hecho que te resultara de motivación alguna de esas dos cosas sino que, están sobrevaloradas. En lo personal, me mueve la curiosidad de saber hasta donde llegan los deseos que se le pueden pedir al rey, es por eso que me muevo, la verdad es que aun no sé que pedirle, sinceramente estoy en blanco al respecto ¿Tu tienes claro que deseo quieres formular?—. Pregunté amablemente, dirigiendole una sonrisa— A mi tampoco me atrae el dinero o la fama, al fin y al cabo, soy muy partidario de que, si buscas hacer algo has de hacerlo porque te apetezca no por convertirte en alguien importante y si aun no quieres, te conviertes en ello, entonces hay que saber lidiar con eso. No sé que les motiva a los demás, pero a mi me motiva el conocimiento. Quiero ser experto en magia, quizás mi deseo vaya por ese camino...

Luego me explicó que de hecho no había nada extraordinario en su vida, se la pasó viajando de sitio en sitio en busca de conocimiento y conocer algunos poblados, que había sido solitario durante toda su vida así que serlo nunca resultó ser un problema, después de todo tomaba caminos arriesgados como ahora, de visitar mazmoras y cosas así, hasta que llego a Everfall y llegar al bar para tomarse algo y embarcarse en este viaje.
Eso me sorprendió, y, al preguntarme a mí sobre la mía, solo pude decir "Literalmente,me he dedicado a exactamente lo mismo. Hasta llegar al bar y unirme a la expedición".

De todos modos, Lanre no era el único que había empezado a movilizarse, sinó que seguido de él vino Rash, quien le guió en dirección a la puerta y, con un golpe en la mesa Jasper afirmó que iría con nosotros, para fortalecer las cuerdas que ataban a Paul y sacarle a rastras del bar, por lo que miré a Zer y suspiré.
— Me temo que la gente no deja de movilizarse, como no gustes seguir hablando por la calle, temo que tendríamos que dejar nuestra conversación para otro momento—. Comenté con un suspiro— Aunque me gustaría seguir platicando en otro momento, aunque de todos modos, lo que has dicho de estar a bien es mútuo ahora, Zer, gracias por este agradable rato de charla.

Me ví obligado a levantarme para seguir al grupo a donde fuera que ellos tuvieran que ir. por fortuna la lluvia había amainado pero las nuves seguían siendo densas y no ayudaban en absoluto a que Shallowaters se viera menos tétrico, en absoluto, por lo que nos pusimos a caminar todo el grupo hacia el almacén, hallándonos Zer, Jou (Que no se separaba de él) y yo mismo estando en la cola del grupo y honestamente, a cada paso que

Finalmente llegamos al almacén. Al entrar sonó una campanita, a las que ya estaba habituado, que señalizaba la entrada de clientela, solo para ver a una gata marrón con gafas, también entrada en años pero sin perder atractivo de ningún tipo nos atendió, preguntándonos que se nos ofrecía, con tono amargo, que era el pefecto contraste con la ciudad. Definitivamente si me perdía que no me buscaran aquí.

Sin embargo, esa amargura duró realmente poco al clavar su mirada en Jasper, ahora volviendo su cara a una de sorpresa cuando pronunció su nombre, haciendo que lentamente dicha sorpresa se tornara en una tan ámplia que parecía imposible que fuera natural para un gato cuando exclamó que había vuelto. ¿Quien era esa gata y que relación tendría con Japer? Honestamente no lo sabía.

Lanre (Que llevaba una cogorza de tres pares de narices, si que tenía baja tolerancia al alcohol el pato-patoso) soltó que era un viejo amor, por lo que me contuve la carcajada que estaba por salir de mi boca por la afirmación. Era más que evidente, que podría parecerse más a su madre que a su amor, en fin, en cualquier caso, fue Jasper quien rió por el comentario de Lanre, afirmando que, efectivamente esa gata era su madre... Aunque la sequedad con la que habló, me hacía sospechar que quizás hubiera algo que no estaba nada bien con ellos, su mare parecía amable o al menos encantada pero Jasper... Suspiré disimuladamente manteniéndome en silencio a lo que la gata se presentó como Penélope, diciéndole a Jasper que veía que había hecho nuevas amistades y que esperaba que fueran una mejor influencia que las anteriores.

Su mirada, sin embargo, bajó, aparentemente alicaída para proseguir con la plática, diciendo que las circunstancias de su marcha fueron complicadas pero que nunca le juzgó por lo sucedido mientras su cara se iba deformando a una de desprecio diciendo que su padre se fue a cazar dragones hace 20 años y jamás volvió, y que sin embargo esa no era la peor noticia que debía darle, sino que la otra razón por la que emprendió dicho viaje era que su hermano pequeño, de nombre Telémaco se había escapado a la hora de la siesta y se había ahogado en el lago y, cuando le encontraron, había envejecido 900 años sin ninguna vida restante y, que esa era la razón por la que su marido se había ido a por dragones, ya que la única forma de devolverle a su "estado normal" era justamente un deseo real, pero entonces ¿A que venía ese bastardo tan gratuïto? Bueeno, dramas familiares para las familias pero madre mía, menudo desprecio, aunque también dijo que tardaría en regresar.

Luego añadió que sus hermanos estaban jugando en el fondo del almacén, por si quería ir a verlos, ya que se alegrarían mucho tras tantas pérdidas y tragedias y que era una bendición que estuviera de vuelta, solo para luego preguntarnos quienes éramos

Avancé ligeramente hacia Jasper para asentir.

— Yo iría a verlos, honestamente, según tu madre hace mucho que no lo haces y, como dice, sería bueno darles una alegría—. Dije con calma para avanzar hacia Penélope, en una posición donde podría cubrir a Paul de los ojos de su madre, por si quería marcharse a ver a sus hermanos , no sé si quierría ella verlo o no, pero con las molestias que se estaba tomando Jasper, me atrevería a decir que no, de igual modo, nos dijo que si era consciente de que no podíamos alimentar a todos.

Al estar frente a Penélope, reverencié.
— Me llamo Dellen Norsa, encantado Penélope, tampoco queremos ser una molestia—. Sonreí para mirar el almacén.
— Por otro lado, quiero llevarme Tabaco, té de hierbas, pan, papa, sopa de tomate, café y manzana por favor—. Por lo que saqué 14 de oro y se lo entregué sin mayor drama.

Contenido oculto

¡Genial! Una excusa perfecta, e innovadora, a partir de ahora, en vez de decir voy a comprar tabaco, diré "voy a cazar dragones" y no vuelvo xDDDDDD. Me ha hecho mucha más gracia de la que debería JAJAJAJAAJAJJA

 

Lanre

Sintió el calor subirle al rostro cuando Jasper le dijo que era su madre; con el alcohol en su sistema, sus emociones eran más frágiles y sinceras; incluso mas trasparentes que en su estado de sobriedad natural. Por lo mismo, al escuchar la historia de Penélope simplemente sus ojos se convirtieron en cascadas con lágrimas, su dolor era genuino y su empatía lo conmovió al grado de poder entender lo que ese deseo del rey significaba para algunos.

—No tiene por qué preocuparse por alimentarnos — dijo entre lágrimas, viendo el dolor de una madre al perder a un hijo, a su vez observó a Jasper, se preocupó por él, se acababa de enterar que perdió a un hermano y posiblemente un padre. Por lo que colocó su ala en su hombro y lo apretó con fuerza, pues no quería molestarlo demasiado — Mi nombre es Lanre, conocí a su hijo hace... — había perdido noción del tiempo —... poco —Sonrió — Y me honraría que me pueda considerar un amigo, porque yo los considero a todos los presentes como tal, les confió mi espalda a ojos cerrados.

Dejó ir el hombro de Jasper y buscó en su mochila para sacar sus monedas —Debo comprar muchas cosas, he querido preparar estofado de verduras a las brasas de una buena hoguera rodeada de mis amigos... téngame paciencia que los cálculos no son lo mío, y si puede decirme dónde puedo comprar una olla para viajero se lo agradecería, o no podré hacer mi sopa.

Contenido oculto

Ingredientes para hacer sopita=

• 5 panes
• 3 lentejas
• 5 zanahorias
• 10 tomates
• 3 papas
• 1 tofu
• 1 miel
• 1 aceite de oliva
• 1 ajo

Extras que comprará=

• 8 café
• 5 tabaco
• 1 espejo

Y no le va a regatear, toma mis 88 monedas

 

JOU

Me encontraba como una niña a la espera que los adultos terminaran de charlar para que pudiéramos partir, aunque relativamente no duro demasiado, no me separe ni un momento de la larga y pesada capucha de Zer, aún era difícil permanecer al lado de alguien tan grande entre la multitud siendo apenas una pequeña elfa, claro que tenía a cloud para ayudarme, pero prefería no tomar el riesgo.

Pasado el tiempo los seguí escuchando atentamente las conversaciones que lograban llegar a mis oídos, inconscientemente los iba conociendo poco a poco como una sombra, como un alma que los seguía sin decir una sola palabra, solamente mirándolos a detalle para grabarme sus rostros y en algún momento poder ser cercana a ellos si el destino así lo quisiese.

Caminamos por un par de minutos o quizás horas, no lo sé, llegamos al almacén, de nuevo, y nos topamos con aquella gata que había visto anteriormente, me avergonzaba, pero al parecer era familiar a uno de ellos, Japer? Si aquel gatico pelirrojo.

Mi corazón latía con trabajo causando un pequeño dolor en mi pecho al escuchar las palabras de la felina dirigiéndose a su hijo, aprete mis puños arrugando la capa de zer tratando de no derramar lágrimas, quien lo diría, aquel gato negro que, me hacia la vida miserable tenía un pasado como este y se relacionaba con personas como estas, parecía de no creerse.

Al terminar todo el parloteo entre risas e historias, noté las intenciones de Dellen, solté la capa de zer y me acerqué a él discretamente.

—yo llevaré el reloj de arena, y una porción de miel, té de hiervas, estos frutos secos y galletas — adelantándome a Penélope igualmente haciendo una reverencia otorgándole un saco con 10 monedas de oro.

Jalé el ropaje de Dellen para hacer que se inclinara hacia mi susurrando apenas audible para él solamente, extendi mi mano para que la tomara esperando su respuesta.

 

Jasper

Con bastante timidez y una abrumadora vergüenza en mi interior, escuché a mi madre sin ser capaz aún de mirarla a los ojos. Aunque ella sabía todo lo que había hecho antes de mi partida, no parecía molesta ni nada. Pero aun así su comentario sobre mis amistades me cayó como un coscorrón en la cabeza porque razón no le faltaba; todavía no conocía del todo a los animales que me acompañaban (y a los que no estaban); algunos me caían mejor que otros, pero desde luego que todos eran mucho mejor que el infeliz de Paul. Porque era cierto, todos los problemas que causé en Shallowaters fueron a causa de su influencia y manipulación.

Pero todo cuanto contó después me tomó desprevenido. Mi padre, aquel gato que respetaba tanto, la había abandonado. Y no sólo eso, su motivo fue Telémaco. Cuando mamá mencionó su muerte por causa de un espantoso ahogamiento que le quitó las nueve vidas, sentí un estupor tan grande que solté a Paul, que cayó pesadamente sobre el suelo seguramente golpeando su cabeza. Pero poco me importaba, Telémaco estaba muerto y mi madre al borde del llanto, y eso no sólo me hacía sentir un dolor que contenía con fuerzas, sino que también aumentaba la culpa en mi interior.

—No puede ser —decía, recordando a mi hermano perdido.

Era un chiquillo inquieto que a su manera hacía que la vida en el almacén no fuera tan rutinaria… Y ahora no estaba. Apreté los dientes para no derramar lágrimas. Primero Paul, y ahora esto…

Mi madre preguntó entonces por los demás y ellos se presentaron. No obstante, seguía perdido en mis pensamientos. Todo cuanto pude hacer fue asentir ante las palabras de Dellen y dejar que Lanre tomara mi hombro, honestamente no me molestaba que hiciera eso, mucho menos en el estado en el que estaba ahora. Pero finalmente me armé de valor y di un paso al frente para hacer lo que había venido a hacer al almacén.

Coloqué a Paul frente a mí, pero a bastante distancia de mi madre. Luego me bajé la capucha y la miré a los ojos, para luego inclinarme sobre una rodilla y agachar la cabeza, para expresar así el profundo arrepentimiento que sentía en ese momento.

—Mamá —empecé—. Siempre tuviste razón con Paul. Sabes que siempre fui muy tímido, que me dejaba llevar y que soñaba con explorar el mundo. Él se aprovechó de mi debilidad y mis sueños, me convenció de que debíamos de robar a todos los habitantes de Shallowaters para poder permitirnos el deseo de ser Exploradores, pero vivimos mucho tiempo como ladrones en la clandestinidad —hice una pausa llena de remordimientos—. Por su culpa he perdido dos vidas. La última que me quitó fue cuando me dijo que debíamos unirnos al mundo de las sombras y lo rechacé… Su interés por la magia oscura terminó dándome las fuerzas necesarias para tomar mi propio camino. Desde entonces no lo había visto hasta hoy, que nos los encontramos en la ciudad haciendo de las suyas…

>>Pero ahora soy Explorador. Quería que supieras esto y pedirte perdón por todos los problemas y dolor que te causé.

Finalmente me levanté y me acerqué hasta ella para tomar una de sus patas con fuerza.

—Lo siento mucho, mamá.

Cuando terminara con aquello, iría a ver a mis hermanos.

Esta era mi redención.

 

Dellen
Justo finalicé de hacer mis compras cuando escuchaba a Lanre darle consuelo a Jasper a mis espaldas, aparentemente sin dejar de llorar por los efectos del alcohol mientras me separaba un poco para mirar a Jasper, quien parecía, por primera vez al borde de las lágrimas. No parecía molesto por las acciones de Lanre, algo que también hablaba bien de él, pues conocía a Lanre, no era para nada alguien con pizca de maldad alguna, independientemente de su estado y, cualquier ínfima duda que pudiera tener, se esfumó de un plumazo en el instante en el que él mismo, ya alcoholizado dijo considerarnos a todos amigos, aunque, creo que ya se estaba excediendo un poco.
Sin embargo, en determinado punto, noté como alguien pasaba por mi lado para pedir unas cosas a la gata, a lo que le dí espacio, parecía alguien de carácter tímido, quien pedía cosas a Penélope.

De todos modos, empecé a murmurar un hechizo para que Paul desapareciera de la vista pública, si realmente su madre no quería verlo, tampoco era precisamente buena idea arriesgarse por si algo fallaba, y sin embargo, cuando iba a efectuar el hechizo, unos pequeños tironcitos en mi manga me hicieron detenerme, provenientes de la elfa, haciendo que acto seguido me detuviera para agacharme y escucharla susurrar algo que me hizo detenerme, a lo que, aunque con extrañeza, asentí, deteniendo la ejecución del hechizo.

Luego me extendió su mano, la cual agarré por acto reflejo. A juzgar por sus acciones, era una chica tímida, así que decidí simplemente hablarla con suavidad y amabilidad con el fin de que no me sintiera demasiado agresivo.

— De acuerdo, no haré el hechizo, me llamo Dellen Norsa, es un placer, ¿Como te llamas a todo esto?—. Pregunté con una sonrisa cálida mientras Jasper estaba acercándose a su madre con cierta timidez y vergüenza a juzgar por la mirada gacha en sus ojos, era cierto que la noticia de la pérdida de su hermano le sentó fatal, argumentándolo con algo como un "No puede ser". Honestamente estaba realmente deprimido.

Yo seguía agarrando la mano de la elfita, intentando que al menos pudiera decirme algo que también me alejara de la situación, pues... No me quería ni siquiera imaginar como se sentía Jasper, perder a un hermano... Era realmente algo duro de imaginar, y perder a un padre casi a su vez...

De todos modos, sacó fuerza de no sé donde para colocar a Paul al frente, pero a distancia prudencial de su madre, para añadir que tenía razón respecto a Paul, que Jasper era alguien tímido que se dejaba llevar con facilidad y soñaba con explorar el mundo. Paul se aprovechó de su debilidad y de sus sueños y le convenció de que debían robar a todos los habitantes de Shallowaters para poder permitirse el deseo de ser exploradores. Fue por esta afirmación que yo ya entendía por que simplemente era tan mal visto en este sitio, solo por querer perseguir sus sueños y siendo usado y tirado como escoria. Era demasiado triste, pero me alegraba de no haberme equivocado con él. Era un buen chico en el fondo.
Jasper de todos modos prosiguió, diciendo que vivieron mucho tiempo como ladrones en la clandestinidad y, que por su culpa había llegado a perder dos vidas, por lo que no pude sino apiadarme de él aun más, siendo la última que le fue arrebatada precisamente cuando Paul le propuso unirse al mundo de las sombras y Jasper se negó en rotundo, hallando su propio camino gracias a que el interés de Paul por la magia oscura era un camino que él no quería seguir, algo completamente admirable, luego finalizó diciendo que no le había vuelto a ver hasta hoy, en la ciudad, mientras Paul hacía de las suyas.

Dijo luego, que decidió, al fin al haberse tornado explorador, quería sincerarse, para luego acercarse a ella, y agarrarla con ternura de una de sus patas, en una imagen preciosa, mientras finiquitaba con una disculpa por el dolor que le había causado.

Honestamente, no supe en que momento se me derramó una lágrima, pero lo hizo, girando mi cabeza para mirar a la elfa.

— ¿No es precioso? La verdad es que no es una escena que se vea todos los días—. Sonreí amablemente solo para girar mi cabeza de nuevo a Jasper y asentir. Estaba más que convencido de que eso le había supuesto un gran alivio para su corazón y, al menos, las dos vidas que perdió habrían merecido la pena

 

JOU

Parecía que había leído las intenciones de jasper también, la influencia del alcohol era un enigma, reaccionaba de manera diferente en cada persona, tomé la mano de Dellen apretándola delicadamente, mi mano apenas cabía entre su pata mientras miraba la escena “¿No es precioso? La verdad es que no es una escena que se vea todos los días” escuche decirle, ¿precioso? Tenía entendido que las lágrimas simbolizaban dolor, miedo, incluso tristeza, pero... ahora veo que desconozco muchas cosas de este mundo, y que hay más formas de sufrimiento además de la tortura, trague un bocado de aire para intentar no llorar por la conmoción y a la vez pensando en la ironía que iba a formarse cuando se le pasaran los efectos del alcohol y quizás ni si quiera recordarse este momento.

—Jou... así me llamo — le respondía a su anterior pregunta, mientras miraba a Cloud queriendo subir al hombro de jasper en forma de consuelo, pero tenía miedo de su forma tan incierta de reaccionar, miré a Zer de lejos preguntándome si él sería lo más cercano que tendría a un padre, digo, gracias a él sigo con vida, se hirió por un asunto que no le concernía, me había liberado de mi sufrimiento y gracias a él ahora tenia a estos desconocidos como lo más cercano que se le puede decir a un amigo.

—¿Por qué están todos juntos?, Dellen porque son... ¿amigos? — le cuestioné intentando aclarar los conflictos internos que me dejaba el ver todo esto, incluso el ver ahí tirado a Paul me daba lastima cuando le deseaba la muerte, solo tomó una mala decisión y termino postrado en el suelo frente a aquel minino y su madre, el pensar que Paul pudo estar con él, justo como Jou y yo.

 

Dellen
Vine a recordar lo último que me dijo Zer antes de abandonar la taberna como algo preciso mientras le daba vueltas a lo que había dicho Jasper sobre su pasado, en especial la parte en la que dijo lo de "Que lamentaba haber cometido ese error cuando era pequeño", pero como recordó Zer, los errores se solventan o se pagan como una penitencia. Si, tu historia es triste, pero no justifica tampoco tus acciones en el pasado. Me sabía mal verte tan arrepentido pero, eso tampoco significaba para nada robar a tu gente, y luego vino a colación el deseo, aquél que Zer anhelaba pedir pero no pude escuchar. Bueno, al menos ya tenía otro tema de conversación para otro momento.

Lo primero que sentí de Jou, era apretar delicadamente su mano sobre mi pata lo que me sacó de mi ensimismamiento. A pesar del pequeño tamaño que ambas tenían, era más que evidente que estaba tensa, como con miedo, pero a su vez, intentándose calmar a sí misma con estos mismos gestos. Igual apreté gentilmente su pequeña mano mientras ella hablaba para decirme que se llamaba Jou, a lo que le sonreí asintiendo, más parecía triste al verme llorar, o, más bien confusa, a lo que decidí mirarla para tratar de explicarle.

— Se puede llorar por muchas cosas Jou, yo por ejemplo, no es tristeza lo que siento. Se puede llorar por tristeza, por alivio o simplemente porque has comido algo muy picante. Es algo natural y no por ello menos malo—. Sonreí cálidamente— Yo lloro porque me sabe mal lo que tuvo y tiene que pasar Jasper, porque lo considero mi amigo o, por si lo pasaras tu mal, porque veo que eres alguien que no parece para nada malvada. Hay gente que llora porque le duele algo, como una herida, pero, como todo, tiene solución, gracias a algo que es igual de poderoso—. Comenté amablemente.

Luego me preguntó que por qué estaban todos juntos, si era porque éramos amigos, a lo que asentí.

— Sí, podría decirse que sí. No hace mucho que nos conocemos pero, al menos puedo decir sin temor a equivocarme que somos amigos. De hecho, veo que tu te has hecho amiga de Zer, pero por mi parte puedes considerarme un amigo si así lo deseas—. Sonreí amablemente— Hay gente más facil o más difícil de tratar, pero somos amigos de igual manera. Y si tienes algún problema puedes contárnoslo a Zer, Lanre, Rash o a mí mismo, al menos somos los que mejor sabremos escuchar—. Sonreí— No digo que los demás no sepas, pero es mejor que empieces por ellos, Lanre es el pato y Rash es el rano.

De todos modos, miré de reojo a Zer, quien técnicamente había vuelto a ocupar aquella cara de desdén de cara a lo que Jasper iba diciendo. Seguramente estaría diciedo internamente que Jasper había sido un idiota, opinión que en mi caso, no sabría decir si compartía o no, al menos de cara a su carácter, pero su comportamiento estaba completamente fuera de lugar. Aunque quieras ser algo, no debes ceder tan fácil a este tipo de cuestiones, no tenía lógica cometer tales actos solo para conseguir algo que no se conseguía así. Una manipulación barata que acabó quedando en... Bueno, tener a todo el pueblo en tu contra.

 

—
Jou

Escuchaba las palabras de Dellen como una caricia a mi corazón cesando el dolor que tenía atorando entre el pecho y el nudo en la garganta que se fue deshaciendo poco a poco, sus palabras gentiles y su amable sonrisa me hicieron confiar en él, aunque desde lejos sentía esa mirada fría y pesada de Zer, sabía que no significaba nada malo, más que su amargura natural, no parecía estar contento de esperar.

Volví la mirada a Dellen y correspondí con una sonrisa gracias a que ponía en práctica el hechizo que zer me regalo sentía que no tenía ni una pizca de maldad en sui interior—eres un mago también no es así? Podrías enseñarme algún hechizo? —

 

Dellen
Ví como, lentamente Jou esbozaba una sonrisa hacia mí, aparentemente agradecida por mis palabras, mientras yo le devolvía otra, una amable. Acto seguido me preguntó si era un mago como ella, a lo que asentí decidiendo usar un virote de hielo, dirigido hacia algún sitio donde no pudiera hacer daño a nadie pero cambié de opinión.

Así toqué la frente de Jou, utilizando una ilusión menor auditiva, aunque decidí en esta ocasión que fuera una relajante música, así como un intento de seguir haciéndola sentir tranquila mientras sonreía.

Contenido oculto: Canción dentro de Jou

— Esto es una ilusión menor auditiva, la verdad es que, es uno de los hechizos que depende de como lo utilices puede resultar bonito o simplemente algo espeluznante, aunque no tengo razón para usarlo de forma hostil, la forma de usarla es sencilla. Solo has de intentar ver como puedes manipular la mente del usuario para que vea lo que tu, como hechizera quieres que vea, o escuche, ahora por ejemplo, quiero que escucheas la música que estás escuchando, pero podría a tus ojos convertirme en otra cosa o duplicarme, por ejemplo, aunque como digo, no voy a ser hostil contigo—. Dije con amabilidad— Somos amigos ¿no?