Capítulo III

Lanre

La discusión sobre las almas era un tema muy complejo, no quería opinar al respecto para no interrumpir su debate filosófico, o simplemente por parecer un completo idiota, no quería ofender a nadie, mucho menos a Roronoa; quien era un alma en una espada. Y cuando Rash comentó de la fugacidad de su vida, lo hizo tragar en seco un trozo de papa que no masticó por recordar que el tiempo corría en su reloj de arena, su juventud se escapaba sin que se diera cuenta.

Se terminó la sopa para después escuchar la respuesta de Ulises sobre la lich, soltó una risa para después limpiar su pico, el comentario le había devuelto a su mente simplista, despreocupada, más ligera; pero el peso de la realidad se hacía presente mas seguido últimamente, era la certeza de saber que su juventud se escapaba realmente, que debía enfrentar las situaciones como el pato adulto que era. A pesar de ser un simple niño para las especies más longevas.

Después llegaron las palabras de Jasper, miró con tristeza hacia el gato, quien prudentemente había esperado a que la comida se terminara, pues una mala noticia siempre amargaba la comida, la hacía menos cálida aunque el caldo estuviera hirviendo, era algo que sólo aquellos con sentimientos delicados podían entender, y Lanre era parte de ese grupo.

Algo en él se quebraba, pues él quería que este equipo perdurara por siempre, el equipo de leyenda, formado de decisiones apresuradas y confianzas blindadas por el simple capricho del destino. Levantó la mirada, iba a tratar de convencer a Jasper de lo contrario, él era un aventurero como él. Abrió ligeramente el pico para iniciar su discurso heroico pero calló al instante, al ver los rostros de todos los gatitos mirando hacia su hermano Telémaco, su padre, su madre y por supuesto: en Jasper.

"No seas egoísta, Lanre" pensaba por fin antes de hablar "Esta no es tu historia, este no es tu final; no eres el juez de las historias de los demás como nadie es dueño de las tuyas" Sonrió ante Jasper, una sonrisa tan sincera acompañada de una mirada melancólica "No arruines este nuevo inicio para esta familia, no les dejes amargura y dudas; déjales palabras de aliento, déjales parte de tu espíritu. Eso hace un verdadero guerrero"

Jasper extendió las espadas hacia él, provocando que Lanre apretara mas su pico porque no quería expulsar un lamento ante esa escena, un aventurero cediendo sus armas era sellar su fin como tal, no había marcha atrás, esa era la seguridad que Jasper le demostraba, una decisión final.

Las palabras de Penélope y Ulises reafirmaron sus pensamientos, para esta familia, la reunión era la verdadera victoria.

—El placer ha sido nuestro, estimado Jasper —inició Lanre — Tu historia junto a la de tu familia me han inspirado—se llevó el ala al pecho — Cuando una historia se queda aquí, en mi pecho; vivirá por siempre como una flama la cual jamás dejaré que se apague; pues recordaré este momento cada vez que sostenga alguna de tus espadas, las portaré con honor —tomó la espada de fuego — El fuego cuando la luz en nuestro grupo no sea suficiente para poder ver lo que hay en nuestros corazones —tomó la espada de hielo— El hielo para congelar nuestras emociones cuando el momento lo amerite y así poder continuar nuestro camino hacia adelante —miró al resto —Creo que es tiempo de ir por ese tabaco —Sonrió —Si, seguro.

La verdad es que quería descansar, sus ojos le ardían por el alcohol de hace rato y por las lágrimas derramadas; además de que no había descansado suficiente después de las catacumbas; pero tal vez el caldo le daba ese impulso de energía; pues debían salir de allí, debían dejar a esa familia celebrar su unión de manera más privada, más personal.

Miró a Paul —Señor Ulises —soltó una risa sincera, pues en su mente ya se había contado el chiste —Me está pidiendo educadamente que saque la basura por usted —sostuvo a Paul, sin saber realmente por qué lo necesitaban; pero no iba a cuestionar nada de un gran guerrero como él, lo arrastró por el suelo como Jasper lo hacía, pues consideró que así se transportaba la basura—Lo haré, porque lo admiro; lo haré porque aprecio a su hijo; lo haré porque no quiero que este mal recuerdo se quede en su perchero.

Avanzó hacia la salida; levantando su ala al aire despidiéndose. No por parecer el pato más maduro de todos, sino que ya no podía contener sus lágrimas, las cuales ya le escurrían en toda la cara porque se despedía de un amigo; dejaba atrás a uno de los suyos porque ese era su mejor destino. Y no por ello, dejaba de ser doloroso, a pesar de que para Jasper era un final feliz.

Las despedidas siempre causaban eso; pero las despedidas también implicaban un crecimiento, uno que parecía que debía tomar parte de ti para poder canjearse por madurez y experiencia. Un trato justo.

 

Rash Colds

—No juzgo a las personas por sus actos, don Dellen, pero deben pagar por ellos. De la misma forma nuestro espíritu. Es cuestión de encontrar un balance, un equilibrio entre los conceptos del mal y el bien. —le sonrió. —Es una lucha personal, no puedo ayudarte en ese aspecto. Pero veo bondad en tí, estoy seguro que encontrarás el camino ideal para tu senda personal.

Luego de sus palabras, Zer de retiró de la mesa, dejando otro asiento vacío en esa casa tan armoniosa. El rano se encontraba feliz, le recordaba a su antigüo hogar, dónde vivía con todos sus hermanos adoptivos. La atmósfera era perfecta, pero como siempre, ellos todavía tenían un deber.

Pero nunca esperó la noticia del gato explorador. El monje se extrañó por la noticia de Jasper, el cual finalmente encontraba su camino y elegía a su familia, despegandose de ese modo de su vida de aventurero.

Rash negó a las palabras de Jasper hacia él. Le sonrió.

—Me has dado mucho, noble Jasper. Me acabas de enseñar algo que guardaré siempre en mi memoria, que perdurará en mi esencia. —le reverenció. —El amor de la familia, el de la sangre, es lo único que nos da calor en días grises. Arribamos a la ciudad con lluvia y ahora nos retiramos con el corazón feliz y la nostalgia de dejar a un amigo atrás. Estarás en mis oraciones siempre, como también lo estarán tus hermanos y tus padres. —miró hacia la puerta, por dónde había salido Lanre. —Mi camino aún sigue, no sé que encontraré más allá, pero de algo estoy seguro. —le volvió a mirar. —Tengo un hermano en estas tierras que no dudaré en visitar siempre que este de paso.

El monje se retiró lentamente de la casa, despidiéndose de todos por turnos, para Rash las despedidas como también las bienvenidas, eran el núcleo de la amabilidad. Llegó junto a Lanre.

—Fuimos muy afortunados en ver este reencuentro. Sé que la Rana Tuerta tuvo algo que ver. —miró hacia el cielo, esperando vislumbrar algún destello de su deidad. —No estés triste, Lanre. Jasper se encuentra feliz. Y ello nos debe dar el impulso de seguir adelante.

 

Jou

Había terminado de preparar la cosas, recogí y limpie debidamente sin antes sacar una pequeña cajita de madera que solía cargar para guardar la poca comida que lograba robar, ahora que lo pienso era la primera vez que podía probar un plato recién hecho y a una temperatura adecuada, lo sujete con un listón y salí de la cocina con cloud siguendome.

Las conversaciones de los adultos parecían sumamente interesantes, la llegada inesperada de esas personas habían causado tal interés en los demás miembros del grupo que viajaba con mi maestro, me detuve a escuchar tantas aventuras que los convertian en tan grandes personajes, dignos de admiración, debo admitir.

En un rato noté, a zer salir por un tema que podía entenderlo bien, más no sabía porque parecía afectarlo mas que a mí, igual permanecí sentada en un rincón pues las aventuras de aquellos guerreros eran bastante emocionantes, deseaba tener almenos un aventura así en mi vida.

El tiempo pasaba y todos empezaban a movilizarse, al parecer no estaba tan lejos de saciar esa sed de aventura, iríamos tras un dragón y eso me emocionaba tanto que experimentaba sentimientos nuevos.

Tomé mis cosas y salí en busca de zer , agradeciendo a Penélope con un pequeña reverencia, el clima parecía adecuado, me acerque a Aquel gato negro amargado quien ahora era mi maestro y jale de su capa para llamar su atención y darle la cajita con aquella comida que había preparado —Gracias— le dije con una enorme sonrisa en mi diminuta cara , era la primera sonrisa que brotaba en mi, y no estaba finjiendo está vez —la hice yo misma para ti.

 

Camino a Everfall
[Otto, Vite, Zer, Rash, Dellen, Lanre, Jou]​

Al salir del almacén y dejar atrás al efímero explorador que los había acompañado en su paso por las catacumbas, el equipo pudo retomar su viaje hacia la capital, el cielo estaba despejado y Lanre cargaba consigo el tabaco necesario para poder embarcar y continuar con la travesía.

La familia de gatos los despidió deseándoles que los dioses los acompañaran en su viaje así como lo hicieron con Ulises. El último en salir fue Dellen con la noticia de Jasper había decidido quedarse con sus seres queridos.

La caravana de geckos seguía pasando por las murallas de Shallowaters así que volvieron a utilizar ese pasaje. Al llegar, encontraron a Vite que se había dormido en el lugar esperándolos, pero luego de unos bostezos estaba listo para retomar el viaje. Lo único que había cambiado para él era que ahora no estaba Jasper y en su lugar había una pequeña elfa.

Antes de irse, Roronoa salió en su forma fantasmal con más tranquilidad para ver como había cambiado el mundo en estos cinco mil años y al darse la vuelta se encontró con la sucia Shallowaters -Esperaba algo mejor...- suspiró. Pero una vez se alejaron de ahí y comenzaron a avanzar por los caminos, el fantasma se comenzó a sentir más animado, pues el panorama ya pintaba mucho mejor.

Al pasar de nuevo por las catacumbas, Lanre se desvió por el camino que conducía a la armadura encantada y se lanzó a atacarla solo, pero fue noqueado en el intento. El resto del grupo, algunos porque ya le habían tomado aprecio, otros porque sabían que cargaba el tabaco, lo sacaron a la rastra y le devolvieron la consciencia una vez afuera.

La noche estaba muy linda y las nubes habían desaparecido, podían verse todas las constelaciones presentes en el cielo, si sabían de constelaciones. Si no, eran un montón de puntos blancos sin sentido, pero igual se veían bonitos.

Los aventureros caminaron largo rato amparados bajo ese manto de estrellas, les tomó toda la noche, pero aún faltaba un tramo para Everfall. El viaje duraba siempre un día, así que no había otra alternativa que parar a descansar 8hs para seguir luego.

Contenido oculto

Vamos a seguir porque madara ya avisó que le mueva a su personaje.

El equipo se detiene a la vera del camino a descansar. Pueden ordenarse cómo se repartirán para hacer guardias y eso si quieren.

Yo lanzaré una lista por acá de lo que acontecerá en el evento mientras descansan (que básicamente es algo bueno, malo o neutro y neutro es lo mejor que les puede pasar así llegamos de una vez a everfall ajaja). Igual esperaré a que posteen todo lo que quieran antes, sólo tiro la lista ahora para ya ir sabiendo lo que debo preparar.

Les recuerdo que aún tienen a Paul, creo lo llevaba Lanre.

Monpoke Mori Gigavehl rapuma Amelie madarauchiha Alisse Madness

 

Otto

Suspire disimulado a un costado al terminar de tragar. "Lo sé. Tampoco es que pensaría menos de ti si de verdad vagabas sin rumbo". Eso aveces hacen las emociones, te despegan de la realidad.

"Es un asunto trivial, es innecesario que nos vayamos justificando tanto". Agregue medio aburrido luego de una pequeña pausa, ya suponiendo que ese tema se haría largo.

"Es así como son algunas cosas, por muy ilógico que sea, aún así te agria el corazón y crees hacer mal". Sin malas emociones, continué hablando con una pequeña sonrisa sobre el tema de mí familia. "Es un momento especial para mí, solo debes saber eso. Además...". Volteó a mirar hacía la casa. "Ahora mismo alguien está pasando por una reunión especial, aún si se es invitado, prefiero no participar en lo que no me concierne".

"Puedo vivir sin saber que sucedió o sucede ahí dentro. El pasado o la familia, son puntos no toco como un aventurero a otro". Le digo cómo un extra. A pesar de que poco el quiera escuchar, le hable como si tal cosa no fuera irrespetuosa.

"¿Incomodar? Nha". Me levanto de mí lugar al ver la Elfa salir. "Con paciencia, solo hay que adaptarse ".

Con eso terminado, acomodo rápido mí capa mientras noto a los faltantes salir. Rápidamente notando el estado de anime y la falta de alguien.

Esa ausencia no la decidí sentir demasiado, desde el comienzo se supone estaba con nosotros de forma temporal.

No es complicado decir adiós cuando nisiquiera le saludé. Aún así, hubiera sido útil tener a otro explorador, estos números no serán fácil de cuidar.

"Si salieron, significa que estan preparados para marchar". Agregue al momento que note al gato4 en la espalda de Lanre, desviando totalmente la mirada y mirando los alrededores antes de avanzar.

Al final, terminaste sin hacerte cargo de tú problema y empujarlo a nosotros...

Solo pude contener esas emociones, en estos momentos de luz, será difícil de ocultar algunas escena que lo involucre.

"Encontremos a Vite y emprendamos el camino idea regreso".

 

Jou

Me sentí realmente cómoda con el primer intento de sonrisa se Zer, nunca me hubiera imaginado que hasta él pudiese sonreír, lo tomé de la capa al ver a todos preparándose para salir, excepto Jasper, ese gato rubio, nunca tuve la oportunidad de almenos cruzar palabra con él, pero al verlo ahí con su familia, y dejar el viaje para permanecer con los suyos era bastante conmovedor, miré por un momento a Zer preguntándome si , algún día podríamos tener un lazo así? O quizás algún día terminaría matandome por un razón que desconocemos. Sacudí mi cabeza disolviendo esas ideas extremas, apreté su capa y caminé a su lado, sea como sea el destino, él es la única persona en la que puedo confiar.

Caminamos hasta salir del pueblo, miraba de reojo a Paul quien no respondía a pesar de todo ese tiempo, acaso estará muerto? Lo toque con una vara sobre la espalda de Zer y nada, pero porque lo seguimos trayendo con nosotros?, Cloud emprendió vuelo para vigilar desde los cielos mientras yo escuchaba esa conversión entre el gato negro y aquel ratón, mi piel se erizaba pues precia que ya sabía el secreto de Zer, y si eso pasaba no lo dudaría de mi, quizás si solo ataba cabos sueltos, tendría respuestas que no quisiera que tuviera.

Aparcamos en un sitio para descansar, y como era de esperarse Zer se ofreció a hacer el primer rondín preguntando si alguien lo acompañaría, porsupuesto no me quede atrás y me agarré a su capa sin decir nada, mientras cloud solo se acorrucaba en el gorro en mi espada de mi capucha para descansar, yo seguiría a Zer a donde fuera , sin importar que fuese peligroso, además nunca es un mal momento para adquirir experiencia y dejar de ser solo un estorbo.

 

Dellen
La conversación parecía tener sumo impacto en todos pues nadie quiso interrumpir a Rash mientras otorgaba su explicación, la cual se mantenía con cierto toque poético, y sin embargo, aunque se empeñara en fingir, resultaba más que evidente que Zer se estaba poniendo de los nervios así que decidí callarme por el bien de todos, y a medida que Rash preguntaba a Ulises sobre el dragón y sus últimos momentos, resultaba evidente que la incomodidad de Zer iba en aumento, siendo en determinado punto que liberó un suspiro, el cuál escuché con claridad antes de que yo formulara mi pregunta y Rash empezó a responderla de forma filosófica y, como siempre con ese deje melódico que yo mismo notaba en sus explicaciones.

Sonreí algo apenado por su misma reacción, la cual antecedió a un caminar con paso firme pero decidido, me sentí tentado a seguirle, más por otro lado, conociéndole tomé la decisión de dejarle solo, él era así. Así que decidí cetrar de nuevo en centrar mi atención en los comensales, también invadido con un ligero sentimiento de culpa por la marcha de Zer más no lo demostré y la posible sensación de incertidumbre fue rápidamente opacada por el mismo Ulises, el cual comentó que un poeta de Everfall lo iba a hacer oficial, ¿Poeta en Everfall? La verdad es que la imagen de Erevan aparecía peligrosamente en mi cabeza cantando sobre Ulises y sus fabulas con el dragón, menos mal que al final resultó llamarse Homero dicho poeta.



Aun así, Ulises prosiguió con su charla, explicando que el alma del dragón era de hecho oscura y condiciosa, pero que no podía ser claro tampoco porque el único que pudo entenderle fue el mago del grupo, ya que sus palabras sonaban como un susurro filoso que cortaba sus tímpanos, algo que debíamos tener en cuenta y no perdería la oportunidad de comentárselo a Zer una vez pudiera reencontrarme con él al ser un detalle a tener en cuenta. Finalmente la conversación concluyó cuando se dijo que posiblemente lo de la lich fuera un malentendido al confundir “cazador” con “casador”, ay que ver, con razón siempre digo que la especificación es lo mejor que le ha venido a este mundo, claro que si no quería escuchar….



La cena finalizó con el mismo ambiente animado que la caracterizaba y fue algo que realmente agradecí. Ignoraba cuanto hacía que no había comido un plato caliente cocinado con tanto ímpetu y cooperación grupal, sumado a una agradable charla familiar, era de esas cosas que realmente quería salvaguardar en mi memoria.



Aunque, antes de poder marcharnos, Jasper fue el que habló, se le notaba algo alicaído pero deteminado en sus palabras, quizás no quería decir nada antes de que acabáramos la cena y en un instante entendí perfectamente el por qué. Se volteó a su padre, indicando que ya tenía su respuesta.

Era una despedida, asi que había decidido regresar a su hogar con los suyos ¿eh? Era perfectamente respetable y admirable más eso no impedía que una oleada de tristeza asolara mi interior, ya que habíamos empezado a llevarnos bien y estaba muy interesado en forjar una amistad con él, pero era su decisión, había que ser respetada.



— Es admirable que logres querer emendar tus errores Jasper, la verdad es que nos da mucha pena que nos dejes, sin embargo, en nosotros tendrás amigos en los que confiar si tienes algún problema—. Sonreí con tristeza mientras él se ponía a entregar las dos espadas de hielo a Lanre, y a mí me extendió la navaja de fuego que obtuvo en su primer cofre y finalmente una bolsita con monedas, las cuales me mantuve al margen de coger, decidía esperar a ver si otros querían cogerlas primero pues yo ya tenía la navaja, la cual guardé donde pude— Nuestro periplo juntos fue corto pero intenso, admito que me alegra que vayas a tener al final tu merecido descanso, y a su vez me apena tener que despedirnos tan pronto, eres un gran animal y habríamos deseado conocer mucho más de ti.


Finalmente acabó diciendo que fue un gusto conocernos, y que aceptáramos las armas y el dinero ya que los necesitábamos para continuar lo que habíamos empezado, y era cierto. Que sería su forma de acompañarnos espirituamente en nuestra travesía, finalmente se giró hacia Rash disculpándose por no haberle obsequiado nada.



Esas mismas palabras crearon euforia en Ulises y Penélope, para luego perdirnos que contáramos los sucesos de las catacumbas, algo que Jasper explayó sin despeinarse, lo que hizo que Ulises se bebiera de un trago el contenido de su copa, por eso y por su merecido descanso, el cual era de hecho más que merecido así como Penélope se ofreció a hacernos un lugar en su morada, explicando que aunque era una morada humilde siempre podíamos quedarnos por haberle devuelto a su hijo mientras nos ofrecía una reverencia, todo eso mientras Ulises descolagaba a Paul de la pared ¿Pero por qué? ¿Quería que lo lleváramos con nosotros?.



Lanre y Rash se fueron igualmente despidiendo a su manera, con una calidez y amabilidad acordes a la situación, así que empecé igualmente a abandonar el salón, siguiendo a Jou, quien de igual modo había empezado a mobilizarse, a decir verdad… Dudaba horrores que fueran a decir nada nuevo bajo esa premisa. Jou le dio la caja a Zer y, él le agradeció, esbozándole un amago de sonrisa.



—Provecho, hemos de admitir que Lanre, Jou y Rash se han lucido—. Contesté dirigiéndole una sonrisa a Jou.



Al final decidimos dejar detrás el almancén, dejando atrás a Jasper, y el camino volvía a abrirse ante nosotros con una sensación agridulce entre los miembros, incluso los comentarios de Ronoroa sobre el estado de la ciudad diciendo que esperaba algo mejor. Estaba por llamarle la atención más decidí mantenerme callado a ese respecto. Al pasar por las catacumbas, Laren empezó a luchar con la armadura desatada solo, acabando como era de esperarse con un noqueo, pero nosotros logramos cargarle hacia el exterior y devolverle la consciencia. La noche era calmada, y con ello las estrellas eran fácilmente visibles en el firmamento, por lo que decidimos descansar tras lograr salir las ocho horas, las cuales dormí de un tirón.



Zer informó que iba a montar la primera guardia, algo que me pareció excelente gracias a que yo tampoco estaba cansado y de esta forma podía aprovechar para informar lo que sabía.



—Creo que podríamos hablar con el dragón, o quizás entender lo que él dice… Fue lo que relató el padre de Jasper antes de concluir su épica con el dragón—. Le dije, con calma esperando frente al cálido fuego a la luz de la luna.

 

Rash Colds



Mientras preparaban su equipaje para descansar, Rash vio el grupo que se había formado alrededor de la hoguera, protegidos bajo la tenue luz de la luna, siempre escoltada por sus ángeles congelados en el firmamento. Rash levantó la cabeza al cielo y observó las estrellas mientras oía al resto de sus compañeros charlar un poco lejos de él. No quería interrumpir su charla con algo tan trivial como tenía en mente, por lo que se acercó a Otto y Lanre, los únicos dos que aún se encontraban ensimismados en sus pensamientos. Se colocó junto a ellos antes de hablar, siempre mirando al cielo. Una estrella fugaz apareció de repente, iluminando el cielo con una estela de fuego que duró segundos. El rano sonrió, sintiendo regocijo en lo que había observando.

—Las estrellas fugaces danzan entre ríos de lunas y polvo de estrellas, bajo esta tibia noche. —sus ojos se empaparon mientras hablaba pero no derramó ninguna lágrima. —Cuenta la leyenda, que más allá de Dioses y Paraíso, existen historias, que aunque sucedieran entre mortales, dejan al que las escucha con la boca abierta y el corazón en vilo. Mi madre siempre decía que eso prueba que los animales estamos entre dos dimensiones toda nuestra vida, la terrenal y la estelar. —levantó una pata, enumerando la primera. —La terrenal es el día a día, lo conocemos porque se complementa en nuestras rutinas. Se enciende durante la mañana al abrir los ojos y se apaga durante el anochecer, cuando descansamos. La misma acción de un día a otro. —miró a Lanre, uno de los presentes junto a Vite que vivían relativamente poco. —Aunque también existen animales que su día a día está repleto de emociones y colores, su paso por este mundo es mucho más emocionante. Cada acción es un hecho de alegría y contemplación; la primera luz del día, el amanecer, los colores del otoño y el renacimiento de la primavera. —levantó otra pata, enumerando la segunda. —La dimensión estelar tiene que ver con el cosmos y los astros. Con mundos lejanos que soñamos, sin saber siquiera qué historias se viven allí. Nadie puede medir la hermosura de la luna llena, ni la paz que supone una noche plagada de pequeños farolillos de luz, que son las estrellas. Los observamos mudos de fascinación. —cogió su colgante de la Rana Tuerta, apretándolo. —Esta historia contradice totalmente mi Fe, es una ironía hermosa de la vida. Porque sé, desde lo más profundo de mi corazón, que me gustaría considerar esta historia verdadera. Un mundo de ensoñación, que no se encuentre corrupto por las malas decisiones. —sus lágrimas comenzaron a brotar, pero mantenía aquella sonrisa plagada de nostalgia. —Crecí sin tener mi conexión con el firmamento. Crecí únicamente con mi ciega Fe, la cual me ayudó a estar en este preciso momento. Pero a pesar de ello, a pesar de saber lo imposible que es para mí creer en esa leyenda, cuando puedo y se da la ocasión, me gusta ver el cielo estrellado. Siento que quiera o no, me lleva a mi hogar, junto a mi madre y mis hermanos. Ésa sensación, una paz interior absoluta, no la encuentro en la Fe. Todo lo contrario. —se limpió las lágrimas. —Lo encuentro en una leyenda que me recuerda a un momento de mi vida muy feliz y que no podré recuperar.

No sabía porque compartía esa historia, quizá simplemente necesitaba liberarse. La pérdida de su amigo Jasper le afectó de manera que su temple, siempre en línea, hoy se resquebrajara como una cáscara rota. Entonces Rash comenzó a reír, ya recuperado y llevó ambos brazos a su cintura. Hubiera querido darles un leve golpecito en sus cuerpos, pero la fuerza bruta y el veneno que corrompía su cuerpo le impedía dar o sentir afecto físico.

—Es una noche hermosa y como dijo el Maestro Zer, tenemos que descansar. Yo meditaré unos momentos. Le prometí a Jasper que hablaría de él en mis pensamientos. —sonrió, caminando hacia el grupo de gatos mágicos que se encontraban junto a la pequeña elfa. Llegó justo para escuchar las palabras de ambos gatos.

—Iré con usted, Maestro Zer. —miró a Paul. —Creo que ya sé qué hacer con él. —luego miró a Dellen. Se llevó una pata al mentón, como si pensara. —Es una lástima que mi conocimientos en lenguas termine en el Infernal. Deberé ir a una biblioteca y aprender dragónico. Creo que podrá sernos de ayuda.

 

Lanre

Se levantó de golpe, sacando la espada de Roronoa y la plata con vigor apuntando a la nada; fue allí que se dio cuenta que ya no estaban mas en las catacumbas, y su dolor de cabeza indicaba que había sido derrotado, y la mirada de sus camaradas le decían que debía de calmarse y dejar dormir al resto. Guardo sus espadas y se dejó caer de sentón.

Allí compartió el momento con sus compañeros, escuchando las palabras de Rash con emoción mientras miraba las estrellas —Nunca veré el cielo de la misma forma— mencionó ante Rash —Aun habrá muchos buenos momentos, si, seguro. No debes preocuparte por ello.

Después se giró un poco para sacar la manta de su mochila mientras se sobaba la cabeza, le dolía mucho; al grado de ni siquiera recordar su pelea con la Armadura —Dormiré un poco, me siento muy golpeado; no sé por qué. Tal vez la despedida de Jasper me afectó no sólo en espíritu sino también en cuerpo. Se acurrucó y ya con ojos cerrados preguntó —¿El cielo era el mismo hace cinco mil años? ¿Roronoa?

 

-Creo que no es el mismo que hace unos instantes, guerrero- le respondió Roronoa a Lanre su pregunta acerca del cielo.

Mientras tanto, Zer, Jou y Rash, se alejaron un poco llevándose a Paul con ellos. Se metieron por una arboleda y caminaron hasta un claro circular donde podían seguirse viendo las estrellas. Una vez ahí, estaban tranquilos para hacer con el cultista lo que sea que fueran a hacer.

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Los que se quedaron junto al fuego, al rato comenzaron a ver la figura de un peregrino que se acercaba, recortándose en el horizonte. Era un escarabajo con un laúd en las manos y unos pajaritos que le revolotean alrededor. Tenía una sonrisa inmutable en el rostro que remataba toda su expresión de absoluta serenidad y buena vibra, que parecía transmitir.

​

Iba en dirección a Everfall, igual que los aventureros, y cuando les pasó por al lado se frenó y los miró sin cambiar la expresión serena que llevaba. Los pajaritos que lo acompañaban volando, se le posron en los hombros y en la cabeza plácidamente.

-Tengan ustedes una maravillosa noche, aventureros- los saludó muy amable.

Los vio que estaban ahí, medios vapuleados y andrajosos por lo acontecido en la aventura, todavía sin dormir y entonces se presentó para hacerles un ofrecimiento.

-Mi nombre es Sísifo y soy un bardo. Voy por los caminos y los pueblos narrando las hazañas de los aventureros para así poder acercar esas historias a todo el mundo. Quizás ustedes puedan tener alguna aventura que hayan vivido recientemente y quieran compartir, si gustan- les propone.

Contenido oculto: BARDO

El bardo les pide oír historias de aventuras, les pueden narrar la que tuvieron recientemente como equipo en las catacumbas, alguna de su pasado o incluso inventar, también pueden no aceptar y seguirá su camino.

Si aceptan y le cuentan algo (no tiene que ser muy extenso) ganarán todos 40 puntos de experiencia y tocará una canción que les otorgará un dado de inspiración de bardo

 

Lanre

Se levantó de golpe, dejando a un lado su manta; estaba cansado y con ganas de dormir debido al dolor de cabeza; pero el sonido de los pájaros lo entusiasmó, seguido del sonido armónico del laúd.

—Es... un... bardo. ¡Un bardo! ¡Si, seguro!— dijo señalándolo con estruendo a Sísifo, como si los demás lo dejaran desapercibido — ¡Le podemos contar nuestra historia! ¡Y la hará rima! —dijo ante Otto como si aquello se tratara de un superpoder —Por favor, tome asiento— dijo extendiendo su manta para que el escarabajo se sentara mientras el se talaba los párpados para quitarse el pesar — Todo empezó en un bar...— Porque las buenas historias de héroes empezaban así. De ese modo Lanre comenzó la historia —...Y entramos a las catacumbas élficas donde de atisbo alcancé a ver a un conejo, que no era nuestro conejo y....— La historia relataba las hazañas de sus compañeros —...¡Allí conocimos a Jasper! hijo del gran héroe Ulises... —siguió contando, sin excluir las estupideces que hizo como caer en la trampa o estrellarse en el muro —...También fue allí donde conocí a mi gran amigo Roronoa... — mostró la espada dorada —¡rescatamos a Edgar!...— habló de su encuentro con el comerciante — ¡La armadura! ¡Los elfos! —narraba las peleas imitando los movimientos —... Y ese conejo necromago...— describió al infame conejo para después narrar la victoria de cada uno de sus camaradas — Fue algo impresionante— suspiró emocionado para después ver a Otto —¡debimos haber vuelto a destruir a esa armadura! Ni que hacerle, no me acordé —dijo ante su total amnesia ante los eventos recientes.

—¡AH!— dijo levantando su ala para después buscar entre sus cosas en su mochila, sacando la peluca de Paelias —Y descubrimos que el cabello de Paelias no era real —comenzó a reírse.

 

Otto

En este punto de la noche, habiendo conocido al menos una parte de todos, preferí no tirar cadenas en lo que quieran hacer.

Voy a creer que Rash actuará bien ante el Gato4, esa es la fuerza en los animales en la fe.

Recostado sobre una manta, procure ir cerrando los ojos lentamente, dejando los oídos alertas mientras al menos llevan aquellos que decían iban a hacer guardia.

El pacifico saludo de una nueva voz me saco de mí letargo, no en crisis, de ser bandido ni se hubiera molestado en saludar.

Eso, al menos, evito desconfiara mientras abría los ojos y miraba en dirección a quien se presente.

Un bardo, visitante interesante. Uno que parece traer emoción a cierto miembro del equipo.

Lanre ni se detuvo a pensar demasiado para invitarlo y contarle todo lo sucedido en las catacumbas, por suerte, omitiendo lo de la ciudad.

"Doy testimonio de que es verdad". Digo luego de todo el relato.

"La armadura se pudo evitar, eso hicimos". Hablo a Lanre sobre esa armadura, la cual NO se olvidó de ir a enfrentar. Pero decidí esconderlo. "Pasar por ella solo nos llevaría a un callejón sin salida. Lo hemos acordado, algún día volveremos a pelear contra eso y liberarla". Sonrío un poco al final, de a un pensando mantener la promesa de ese momento.

"Vas camino a Everfall ¿Verdad?". Pregunto al Bardo a la vez que miro al camino lejano. "Si estás interesado, podrías quedarte un poco en la capital. Si lo haces, ten por seguro que este Pato te contara de primera pata el regreso de nuestra gran cacería".

Si es que se regresa de ella...

 

Rash Colds

Sonrió apenado a los elogios de Zer, se rascó la frente.

—Para conocer al enemigo, tienes que aprender del enemigo. —le murmuró como si lo que dijera fuera un pecado. —Las Santas Escrituras también hablan del castigo, las torturas y el lado más oscuro de cada animal al atravesar esos límites. —por reflejo se tocó el colgante de la Rana Tuerta. —Es por eso que mi deber es intentar corregir, intentar enderezar. Aunque a veces es difícil, ya que yo mismo a veces caigo en esos pensamientos. —cerró los ojos con fuerza, como si quisiera esconder esa sensación. Pero luego los abrió con fiereza, con decisión y bondad; los ojos de siempre. —Pero me apoyo en la Fe para no caer en ese sendero. Es difícil, pero aún considero que me falta mucho camino para poder comprender la naturaleza de los animales. Siento que somos un equilibrio muy influenciable, por lo tanto peligroso. —miró hacia el horizonte, como si recordara. —Aprender Infernal casi termina con mi vida. Pero aquí estoy, para poder descrifrar ese espeluznante sonido y reconocer dónde mi ira divina debe castigar con fuerza. —chocó el puño en la pata.

Había hablado con pasión, pero el aura de paz que permanentemente le rodeaba no se había extinguido en ningún momento.

—El templo de la Rana Tuerta guardamos los tomos de todos los idiomas posibles. Tendría que viajar mucho y retrasar la misión, pero es la única forma de conseguir un tomo y aprenderlo. Aunque quizá tarde años... El Infernal me llevó casi doscientos años.

Rió al recordar cuando finalmente pudo hablarlo, se había asustado tanto que pensó que se había convertido en un ser del mal. Luego llevó también su tiempo poder hablarlo fluido.

—Un interrogatorio me parece adecuado. —aceptó el rano, cruzándose de brazos. —Quizá al saber que su maestro cayó en batalla, solo quizá pueda replantear su camino. Mi idea principal es poder hacerle cambiar de opinión, que hay otro camino, otra senda. Que es libre de elegir. Quiero evitar que más animales pierdan su rumbo

 

Jou

La conversación entre aquella rana que parecía tan amable y Zer hacía que mi intriga por saber más hacerca de su diosa creciera, aparentemente podría considerarlo como una amenaza ya que si es verdad lo que dice, el día que descubra el aura que hemos estado ocultando, no terminaría para nada bien, me preocupaba más por zer, ya que a pesar de no tener tantos días a su lado, ha Sido suficiente para darme cuenta que no es tan pasifico cuando se atenta contra él, sin importar quién sea.

Por mi parte yo no haría más que huir, Rash me parecía un buen ejemplo de luz y fidelidad , con honor respetaba sus creencias, no lo culparía por dejar de lado su amistad por cumplir la razón de su existencia, por otro lado nos estuvimos un momento mientras zer dejaba el cuerpo de Paul en el suelo, lo mire con pelos ojos cristalinos llenos de recelo, es así como el me veía cuando después de tanta tortura mi cuerpo no aguantaba mas y quedaba apenas con un soplo de vida?.

Contuve mis lágrimas al extrañarme que zer por alguna extraña razón decidiera curarlo, me acerqué reforzando el amarre en sus patatas por si trataba de huir no nos fuese tan difícil atraparlo, Paul abrió los ojos apenas conciente, trague un bocado de saliva y saque de mi bolsa un pedazo de galleta, metiendolo en su osico para que tratará de masticarlo.

Sabía que era esa sensación, y justo esto hubiera querido que alguien hubiera hecho conmigo almenos un vez, cuando creía que moririra. —Aun no entiendo porque lo traemos con nosotros, porque se le es curado? Porque lo siguen manteniendo con vida si pudieron matarlo cuando no tenía conciencia?—me levanté alejándome de el lo suficiente para alcanzarlo si trataba algo mientras me dirigía con Zer —de cualquier modo si lo quieren con vida no lo dejen sin comer mucho tiempo— réplicaba recordando la sensación de estar en su lugar, tiritando un poco, luchando con un conflicto internerno de desear que muera por todo lo que me hizo y por ayudarlo por el deseo de que ni un ser vivo en este mundo vuelva a sentir lo que yo llegue a vivir.

 

-¡Ah, un pato!- exclamó el bardo al ver bien a Lanre -Parece que fuera ayer la última vez que vi a uno... ah, esperen, sí fue ayer- Evidentemente era un hombre de mundo, veía muchas cosas.

Tras la invitación del pato, se acercó al fuego y sacó un papiro y pluma para tomar notas. Sin embargo, había un inconveniente. Todos, a excepción de Vite que llevaba un collar que lo protegía de olores, comenzaron a sentir el no muy agradable y característico aroma de los escarabajos cada vez que Sísifo abría la boca. Era un coprófago como Edgar, en el caso de Sísifo, él lo hacía por un ideal altruista. Entendía que, si su organismo le permitía vivir de eso, no tenía por qué comerse una comida que bien podría ser el alimento de alguien más. Además de eso, era un gran amante de las plantas y todas las formas de vida, por lo que no le entusiasmaba mucho la idea de comérselas. Mejor hacerlo cuando alguien ya se las comió y las digirió, que ahí ya no tienen salvación, razonaba.

Escuchó toda la historia con mucha atención y realmente entusiasmado con todo lo que los aventureros le contaban -¡Oh! ¡Muertos vivientes! Me gusta esa historia. Además, le han hecho un gran beneficio a la comunidad permitiendo que ahora se pueda utilizar ese pasaje y conectar los pueblos. Y así se evita el enfrentamiento con los Geckos, esos seres son agresivos, pero hay que entender que forma parte de su naturaleza. Seguramente pronto terminarán de migrar y dejarán de ser un problema, pero por ahora, lo mejor será dejarlos en paz-

Luego le respondió a Otto -Mi condición de bardo no me permite estar mucho en un solo lugar, si me mantengo en movimiento las historias de los aventureros se expandirán más y fluirán en mejor sintonía con el universo llevando cultura a todos los rincones del reino- comenzó a hippear -Además porque estoy en una gira, esta noche doy un concierto en la fuente de Everfall, de hecho voy de camino. Pero a la siguiente debo estar en Colorpalette, la siguiente en Ghostown y así... ¿sabés qué? olvida lo de Ghostown, esa ciudad no existe- lanzó una risita nerviosa -Pero te prometo que para la próxima luna llena estaré en Everfall esperándolos para terminar de cerrar la historia-

Hizo una pausa y miró hacia el cielo, estaba sentadito muy tranquilo y suspiró sin abandonar la sonrisa -Ahh va a ser una hermosa noche, el cielo está estrellado- comentó al pasar, mientras tomaba el laúd y lo comenzaba a afinar -Mientras, puedo improvisar algo con lo que hicieron hasta ahora...- les ofreció lo que podía y empezó a tocar una melodía con unas notas muy alegres.

Ahora cantaré, sobre héroes reales, no son los que aparecen en los manuales

Partieron por tierra, van rumbo al mar, son los caballeros del Deseo Real


Un pato valiente, también algo torpe, que choca paredes

Un rano que pega, tal vez como un hongo, o un poco más fuerte


Un ratón muy prudente, al igual que amargado, tan sólo una vez su flecha ha fallado

La suerte es nuestra, que los podemos admirar, son los caballeros del Deseo Real


Se notan cansados, también andrajosos, igual continúan por ese antojo

Se enfrentan a monstruos, superan el miedo, y todo lo hacen por ese deseo


Una elfa inocente, tres gatos curiosos, serán más famosos que Ragnar el Rojo

También va con ellos, un conejo elegido, su sueño es tan grande que vive dormido


La espada y el cuervo, completan la escuadra, tal vez se unan otros a esta cruzada

Seguro los sigue, un culto del mal, son los caballeros del Deseo Real


Pelearon con geckos, y muertos vivientes, en sus corazones el fuego es ardiente

Buscan dragones, conectan a pueblos, blindados de acero parecen sus nervios


La senda segura, les iluminará la Rana Tuerta, para que no se choquen con la puerta

Si vuelvo a verlos, les cuento el final, de los caballeros del Deseo Real
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La canción era simplona, pero festiva y alegre, además hablaba de ellos, por lo que los aventureros se sintieron reconfortados e inspirados a continuar con sus hazañas.

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Quienes se habían dirigido al claro, pudieron escuchar a lo lejos la alegre melodía y también se sintieron bastante reconfortados por ella. Luego prosiguieron con sus planes, empezando por despertar a Paul. El gato abrió los ojos lentamente y enseguida se dio cuenta de la situación -¡No diré nada!- exclamó y escupió a un lado.

Contenido oculto: INSPIRACIÓN

Cada aventurero ha ganado un dado de inspiración de bardo (1d10) que pueden agregar a una tirada cuando quieran en la partida, lo pueden conservar hasta cuando lo consideren necesario.

La criatura inspirada puede tirar el dado cuando quiera y sumar el resultado a una tirada de salvación, ataque o sigilo y acrobacias. Puede esperar hasta después de haber tirado el d20 para decidir si usa el dado de inspiración de bardo. Una vez se tira el dado de inspiración de bardo, se pierde. Una criatura solo puede tener un dado de inspiración de bardo a la vez.

Luego, cuando haya vuelto el segundo equipo y estén todos con el bardo les repartiré la experiencia.

 

Rash Colds

Escuchó con parsimonia las palabras de Zer, el rano le miró unos instantes y le sonrió con tranquilidad.

—Todos merecemos ser salvados, Maestro Zer. Todos merecemos redención. —hizo una pausa para poder hacerse entender. —Lo único que no merece salvación ni vale la pena gastar las energías en cambiarlo son los demonios. Seres corrompidos por la avaricia, odio y maldad. Seres oscuros que no importa que tanta luz le acerques, siempre expandirá su oscuridad y quemará allá donde toque. —miró entonces la interacción entre la elfa y el gato Paul. Miró al segundo con intensidad, viendo como se recuperaba poco a poco por la magia de Zer. —Entiendo que no todo en la vida es blanco y negro, también hay grises. También entiendo el odio de los animales, ese odio visceral hacia una sociedad que los condenó y abandonó sin darles una segunda oportunidad, como Paul. Ahora mismo el tiempo llama a los animales oscuros para que hagan cosas oscuras, un momento de terror; donde todo parece sin esperanza, lo sé. Pero me niego a creer que es lo único en lo que puedan aferrarse. En los momentos oscuros, en los momentos de duda, el camino es simplemente uno. —cogió el amuleto de la Rana Tuerta con fuerza. —Pintan el mundo lleno de sombras... y les dicen a sus crías que se mantengan en la luz. Su luz. Sus razones, sus juicios. La Rana Tuerta promete un paraíso inmortal para todos aquellos que se arrepientan, no distingue entre alguien malo o bueno a lo largo de sus vidas, tampoco por distinción de raza; simplemente promete paraíso al alma que se arrepienta de verdad. Pero la sociedad en la que vivimos no es así... sé que aún me queda mucho por aprender y recorrer. Es difícil, Maestro Zer. A veces siento que mi camino se encuentra atascado en un bucle infinito contra una sociedad que margina a los rechazados. Mi deber es que nadie se sienta rechazado. —dijo con determinación, acercándose a Paul y murmurando unas oraciones mientras le colocaba una pata a escasos centímetros de la frente. Un aura empezó a envolver al rano, el cual concentrado, cerraba sus ojos y se mantenía recto como si de una escoba se tratase.