Capítulo II

( Gigavehl )

Al utilizarla sobre la daga, la varita identificadora habló.



Tenía voz de inteligencia artificial. Identificó que el objeto se trataba de una daga encantada con hielo (+3 de daño por hielo)
Luego de esto, acusó su cantidad de cargas restantes.



Por otra parte, Rash pudo sentir como todas sus heridas eran sanadas por la acción de Zer. Y más reconfortado y vital se sintió todavía cuando se colocó la capa que le dio el mago.

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Zer restauró todos los puntos de vida de Rash y le queda un hechizo.

 

Dellen
Al escuchar las palabras de Zer, asentí con serenidad para posteriormente, asentir conforme cuando me dijo que tendría que responder por él de cara Otto y Vite. Igualmente menuda parejita me había tocado aguantar, la verdad es que entre uno y otro no me hacía mucha gracia que digamos pero veía que tampoco me quedaba mayor elección. De todos modos me sorprendía sus dotes de liderazgo aunque él mismo no se considerara líder de nada.

Ésto captó inmediatamente mi atención ¿Un conejo suelto en unas catacumbas llenas de Geckos? ¿Que haría aquí? ¿Se habría perdido? Más no hemos visto tampoco a nadie buscándole ergo... Inmediatamente puse en duda que estuviera como nosotros, en un grupo, pero ni siquiera eso...Menudo idiota.

— Concuerdo en que buscar a ese conejo que vio Lanre debería ser por el momento nuestra mayor prioridad, no descarto que hayan más de esos sangre fría por ahí, aunque creo que ahora lo importante es organizarnos bien y no separarnos, al menos hasta que el conejo esté a salvo... Y bueno, evitar más sustos de éste estilo—. Apoyé mi barbilla en el reverso de mi pata reflexivo, ignorando si era una buena idea, pero hasta ahora me parecía la más plausible— Posteriormente ya buscaremos una forma de salir de aquí, concuerdo con tu idea—. Proseguí hablando con calma aunque con el mismo tono reflexivo— Aunque no podemos descartar la posibilidad de que sea enemigo, también mantengo esa idea en mente.

Finalmente retrocedí unos pasos mientras miraba como Zer curaba a Rash, haciendo que en mi interior naciera un sentimiento de alivio... Aunque, me generaba una duda.
— Zer, sobre lo de responder por tí ante Vite y Otto, ¿Realmente ves conveniente volver a separar al grupo en dos? Quizás ande errado en mi conclusión, siendo así, por favor, acláramelo—. Finalicé con el mismo tono calmado

 

Entrada a las catacumbas​

Mientras tanto, en la superficie de las catacumbas, unas botas manchadas de barro surcaban el césped. Pertenecían a Jasper, el explorador, quien se dirigía a su casa paterna en Shallowaters y en sus viajes había escuchado de este pasaje subterráneo hacia su ciudad natal.

La entrada semicircular se asemejaba a una madriguera de conejo, pero tenía antiquísimas inscripciones élficas. Unas escaleras bajaban hasta la primer sala.

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¡ Bienvenido Bruno TDF !

 

Jasper

Había pasado un buen tiempo desde que hubiera visto al elfo de Rey en la taberna de Everfall, además de a los otros animales que aceptaron la misión que éste encomendó para la taberna en su totalidad. Me limité a observar de lejos, en un rincón de aquella taberna, el inicio de una nueva aventura para aquellos seres tan dispares. Me había limitado a beber mi consumición en silencio, desconfiado e ignorando mi alrededor. Para cuando volví a alzar la vista, ya se habían marchado.

Yo me consideraba un aventurero, pero mis andanzas fueron nefastas. No era lo que había soñado desde niño y sólo quería limitarme a vagar y contemplar el mundo, como el explorador en que me había convertido hoy en día. Y sin embargo… la maldita curiosidad me llamaba, parecía tironear de mis bigotes hacia lo desconocido. El tiempo pasó y me resistí a la idea de seguir los designios del elfo del Rey… Una voz en mi cabeza maullaba insistente, haciendo que quisiera gritar de frustración…


Pero aquí me encontraba. Una brisa lúgubre con aroma a podredumbre parecía emerger de la entrada de la catacumba, haciendo ondear la capa que rodeaba mis hombros. Me quedé mirando la entrada circular, que invitaba a dejar que me tragara.

La decisión estaba tomada: la curiosidad por ver un dragón de cerca fue superior. El llamado de la aventura había sido atendido, pese a mis resistencias iniciales. Pero esta aventura no comenzaba en el puerto, sino en mi hogar. En el pueblo que ahora me rechazaba. Había obtenido información de que estas catacumbas servían como pasaje hacia Shallowaters, por lo que iba a aprovecharlas para ir a mi casa. Llevaba muchos años sin aparecerme por allí, y había crecido un montón. Nunca supe lo que mis padres opinaban de lo que había hecho en el pasado, pero lo averiguaría pronto.

Acomodé la capucha sobre mis orejas, para asegurar que ocultara un poco mi identidad. No tenía ganas de cruzarme con ningún conocido. Así pues, bajé las escaleras y me adentré en las catacumbas, tomando la dirección que conducía hacia el lugar de mi cachorrez.

 

Rash Colds

Realizó varias reverencias a sus compañeros, estaba feliz y agradecido de volver hacia ellos, todo gracias a la divina intervención de la Rana Tuerta. Se persigno y observó con asombro como el gato Zer le apuntaba con la varita, de la cual salió una energía que recompuso su cuerpo magullado por la caída de la trampa.

—Le agradezco su mágica ayuda. —dijo con alegría, palpándose el pecho y colocándose la capa que Zer le había entregado momentos atrás. —Si no es mucha molestia, Maestro Zer, le pediría si puede verificar mis pertenencias de la misma manera en que lo hizo usted. Si podría ser la armadura y esta capa; también esta espada. —sacó la espada de su cinto y se la exhibió a Zer mientras miraba a Lanre. —Maese Lanre, le devuelvo el favor: tenga esta espada que la veo más útil para usted que para mí. Necesito algo pesado para poder controlar con mucha eficacia, como esta maza. —quitó la maza de su espalda y la soltó al suelo, ocasionando que golpee con fuerza, retumbado el golpe por toda la mazmorra, llevando el ruido en forma de ecos.

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Bruno TDF

 

Sala 1
( Bruno TDF )​

Tras bajar la escalera, Jasper ingresó a una sala circular con tres estatuas de elfos y un pasillo que seguía adentrándose más en las catacumbas.
>SALA 1

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Si querés continuar avanzando me lo indicás Bruno.

Pasillo de Sala 3
( rapuma Gigavehl Amelie madarauchiha )
​

Zer comprobó lo que ya sospechaba con la espada, era un arma común y corriente que quizás habría tenido valor sentimental para el guerrero que la portó en vida y quería que descanse en su mausoleo. Para los demás objetos volvió a sacar la varita y le apuntó primero a la armadura que llevaba puesta el rano..



Volvió a confirmar sus sospechas con este objeto, pero al apuntar a la capa, la varita dijo algo diferente esta vez..



Una capa de la vitalidad otorgaba justamente lo que prometía, vitalidad a su portador.

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La capa de la vitalidad otorga +6 al total de pv.

Se han gastado dos cargas más de la varita y los hechizos de Zer (todavía podés seguir lanzando conjuros pero con la penalización de la probabilidad de perder 1pv por hechizo)

 

Dellen
No dejé mi pose pero sí que entrecerré los ojos denotando concentración ante el gesto de Zer, ¿Confusión? Bueno, tampoco era como que le hubiera echado nada en cara y aparentemente su reacción de confusión me lo corroboró, incrementando entonces en que era culpa mía el hecho de que acabáramos separados por los grupos que se formaron clandestinamente ¿O era cosa de otro de los presentes? No lo sabía aunque tampoco le iba a dar mayor importancia, he venido y estamos juntos. Ahora solo me queda quedarme centrado hasta salir de las catacumbas.
En determinado punto me percaté de que Zer me miraba abriendo la boca para responder:

— No es eso en lo absoluto, Zer... Meramente estaba exponiendo mi idea de mantenernos juntos, no que tu mismo hayas expresado nada de que nos separemos—. Añadí con la misma calma. — La verdad es...Que me resulta algo más coherente, y dado la idea que has tenido del grupo en primer lugar, una decisión tan opuesta no puede venir de tí a menos que fuera algo en extremo necesario.
A juzgar por las reacciones que el otro gato tenía, cada vez me aclaraba más y más mi hipótesis. Volví a apoyar la cabeza en el reverso de la mano, adquiriendo mi pose reflexiva. Cierto era que no había visto muchos gatos en mi vida, ¿Sería una particularidad solo de nosotros dos? Seguramente más me resultaba irónico que hallo a otro de mi especie por casualidad y resulta que somos tan similares que daba miedo incluso.
Reí ligeramente por mis pensamientos absurdos que pasaban por mi cabeza solo para escuchar de nuevo al gato, lo que me sacó de mi ensimismamiento

Sonreí ligeramente, asintiendo... Vite es sin duda la persona más rara que he visto en mi vida, bueno, más que rara, errática. Es de este tipo de personas que nunca sabes como va a reaccionar ante una situación y para alguien que se considera extremadamente esquemático admito que es algo que me pone de los nervios y asentí ante la palabra "Adultos", lo que me hizo pensar en ¿Por qué ese comportamiento tan pueril por parte de Vite y Otto? Somos un equipo, llevándonos mejor o peor se debería actuar como una mera unidad no como elementos individuales y por ello, debemos ser uno, hasta alguien que se jacta de trabajar en solitario como yo mismo, estoy esforzándome para llevar adelante esta misión sin rechistar y evidentemente, eso también iba para Otto.
— Ciertamente Zer, en cualquier caso si un plan falla uno se agrupa y piensa en otro o si alguien tiene uno y da órdenes, se acatan y se callan claro que temo que es complicado así a primera vista, pero en una misión no se ha de titubear estés de acuerdo o no con las ordenes pero somos una unidad, el individualismo no tiene lugar aquí—. Corroboré lo que dijo Zer con calma y cierta firmeza— No se debe culpar ni reprochar. Somos adultos en efecto, por ende me irrita el comportamiento pueril en este tipo de cuestiones...
Finalmente cuando acabé de hablar, observé como Rash se acercaba y Zer le curaba las heridas con un hechizo así como el posterior agradecimiento del Rano hacia Zer y Lanre. Esbocé una sonrisa, asintiendo pues realmente me conmovía que aún existiera gente agradecida en el mundo en el que vivimos.
Finalmente parecía ser que Rash le prestaba una espada y una armadura a Zer para que las comprobara mientras yo me acercaba al rano.
— Felicidades, me alegra que todo quedara meramente en una pesadilla Rash—. Dije con amabilidad mientras le apoyaba la mano en el hombro— Aún con nuestras desavenencias hemos logrado un grupo estupendo y a todo esto—. Volteé hacia Lanre— Gracias, tienes mucha fuerza y has salvado una vida, eso es admirable en todos los aspectos Lanre—. Le comenté también al pato esbozando una cálida sonrisa

Pero mientras hablaba, empecé a escuchar una voz que parecía sintética, así que empecé a buscar con la mirada el orígen de la misma hallando a Zer y su varita, de la cual parecía provenir el sonido.
¿De dónde la ha sacado? Me hice la pregunta mientras mi curiosidad iba creciendo en mi interior, aunque no parecía decir nada importante de la armadura ni la espada, aunque sí de la capa...¿Capa de la vitalidad? Vaya, curioso nombre.
— Disculpa Zer, pero ¿Dónde has conseguido esa vara? Y ¿De que se trata?—. Me atreví a preguntar justo después de ver que le devolvía las pertenencias a Rash, se ponía la capa y posteriormente a ello la mochila— La verdad es que se nota que es un artefacto útil, sumado a que "capa de vitalidad" resulta interesante de verdad—. Añadí con total calma.

 

Jasper

Como si de una flauta dañada se tratase, la brisa viajaba por las escaleras y lo que hubiera más adelante, haciendo melodías lúgubres al rozas las gritas y agujeros de los muros dañado de las catacumbas. La oscuridad del lugar era intensa y pesada. Fruncí la boca, contrariado. Estuve a punto de sacar una de las antorchas que llevaba entre mis pertenencias para iluminar más el descenso. Luego recordé mi naturaleza gatuna y la capacidad de los de mi especie para ver en la oscuridad y se me pasó. Ni que fuera conejo.

Doble por un recodo que llevaba a la izquierda y finalmente surgí en una sala circular. Si mis ojos no me engañaban, en el suelo se podían ver indicios y rastros. Alguien o varios habían pasado por aquí recientemente, lo que hizo que me desconfianza se dispara. El pelaje del lomo se erizó bajo mis ropas se erizó, alerta. Entré con mucha cautela, notando las estatuas de los elfos. En realidad no hacía falta ser un genio de la exploración para notarlas, eran lo que más destacaban en la pequeña sala.

Me hubiera detenido a mirarlas, cuando el eco de un estruendo lejano inundó el lugar. Casi se sintió como si el suelo bajo mis patas vibrara, conmocionado por un gran golpe en algún lugar de las catacumbas. Mi primera reacción fue acercar mis garras a la daga y permanecer quieto, muy atento, a que algo viniera hasta aquí. Esperé unos segundos, pero no ocurrió nada… Tampoco resonó otro eco...

Dejé escapar un suspiro: supongo que, por ahora, estaba a salvo. La momentánea e incómoda tranquilidad me dio el tiempo para acercarme a las estatuas y examinarlas, una por una. Quizá descubriera algo interesante en ellas.

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Por si acaso, tiro dado Percepción.

 

Sala 1
( Bruno TDF )
​

En las estatuas no había mucho que fuera de relevancia. Lo único notorio era que a la del centro le faltaban piezas, el cráneo y la espada, pero no se encontraban en la sala. Quizás más adelante, pero debería continuar.

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Como siempre, si querés avanzar por el pasillo me lo indicas.

 

Vite Horiazana

En un momento me crucé de brazos, tal vez algo incomodado por el peso que había tomado para mí esa conversación. Había que ver, siendo yo mismo el que me arrinconó a ese punto. Me quedé con la mirada reflexiva, o más bien extrañado y dudoso, alzando los ojos al techo. Lo que fuera, lo siguiente en distraerme fue el cambio de ritmo del ratón, que ahora parecía más acelerado en su búsqueda.

—¿Uh? ¿Encontraste algo interesante? —no demoré en indagar, descruzándome de brazos y tratando de ver qué había conseguido, moviendo cabeza y torsos de lugar, pero quedándome con los pies clavando donde había estado ese último rato. Lo de derramar sangre o no... supongo que se podía resumir en asegurar mi propia vida y la de mis compañeros, al menos de momento.

Me quedé con el hocico cerrado, en una expresión que no expresaba nada en realidad, pero curioso tras ver que respondería lo de la edad... Bueno, casi. Sonreí a ceño fruncido, ladeando la cabeza.
—Con que adulto...— No me decía mucho con eso la verdad, pero bueno. Adulto... ¿Cómo mamá y papá?... ¿tendría Otto familia? Sacudí la cabeza entonces, buscando despejar mi cabeza— Hey, Otto, encontré algo —dije con una sonrisa más entusiasta, para luego voltearme hacia donde había dejado la antorcha.

Fui sin prisas y en cuanto la tomé volteé a ver sí había conseguido la atención del ratón.
—Es una puerta, ¿no? —cuestioné apuntando de acá para allá con la antorcha, para luego dejarla en un costado cercano, que alumbrara la zona de mi interés—, pero parece que no será tan fácil abrirla —comenté frunciendo el ceño con preocupación, manos sobre la cadera. Di un suspiro, para luego sonreír determinado— ¡Bueno, a ver sí logro abrirla!

Y sin demorarme, empecé a examinarla.

 

Sala 2
( Mori Monpoke )​

Mientras Otto saqueaba cadáveres, Vite se acercó a inspeccionar la puerta y su mecanismo. La misma era de piedra, del mismo material que la pared, pero tenía un grabado élfico desgastado por el tiempo que no podía divisarse de que se trataba. Luego estaban los dos pilares, y en el azul al que le faltaba la pieza, el pícaro metió su pata y con su agudo oído pudo escuchar engranajes que se giraban. Logró empujar haciendo el peso justo, como si de la pieza faltante se tratara, hasta que el mecanismo se activó. Pero la puerta que se abría era otra, el sonido de piedra cediendo se escuchó en la sala que estaba a la izquierda del primer pasillo. Vite no podía sacar la mano de ahí o la puerta se cerraría, pero por suerte Otto también había oído la puerta abriéndose.

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Esta es la puerta que se abrió

 

Rash Colds

—La armadura es común y corriente pero sirve para su propósito, Maestro Zer. Gracias por la capa, lo agradezco. —se sentía con más energía, incluso la constitución de su musculoso cuerpo parecía actuar a la capa de vitalidad que colgaba de su retaguardia, alargando así, sin que el clérigo lo sepa, su tope de vitalidad. Escuchó el intercambio entre ambos magos y aprovechó el momento para acercarse al pato, enseñando la espada que él mismo le había dado antes. —Maese pato, creo que esta arma es ideal para usted. Tenga. —le extendió la espada y le sonrió en la oscuridad. —Debemos mantenernos juntos y unidos; vayamos en busca de nuestro guía y del señor Horiazana. Tenemos que seguir la exploración.

Se giró hacia Zer al escuchar la pregunta de sus origenes. Rash mantenía la sonrisa serena en su rostro, siendo el primero en agregar datos extras de su pasado.

—Pasé muchos años recluido en un templo de la Rana Tuerta, oculto entre las montañas. Fueron cientos de años pero me sirvieron para formarme como clérigo. Antes de ello viví en una casa con muchos hermanos de todas las especies posibles. Soy un trotamundos en este momento y ahora con una meta: el deseo que se nos puede conceder al completar la misión.

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Slam lanzo percepción (no sé si pueda xD) para ver si siento a Jasper

 

Lanre

Afirmó al escuchar las palabras de Zer; para después ver como la voz de la varita le decía cosas sobre cada elemento al frente, aquello era sorprendente. Después se giró hacia Rash para recibir la espada de regreso —Esta bien, su raneza —volvió a decirle así aunque su tono era menos alegre que de costumbre; aun sentía la culpa de dejarlo caer en el hoyo, escuchando atentamente a su historia.

Miró al resto y mostró la espada —¿A alguien le sirve? No me veo sosteniendo tres espadas; dos en alas y una en pico; seguro que no es seguro

 

Otto

Ambos oídos se mueven en señal del retumbar, ya imaginado la puerta que se abrió del mecanismo. "Pesado. Es un mecanismo que mueve una puertas pesadas, tiene fuerza, aquello que se encuentre en medio de las puertas al desactivarlos puedo asegurar que sera aplastado". Recitó para el conejo lo que sería un rápido análisis del mecanismo. "Tampoco prefiero imaginar que pasará si se rompe el mecanismo por querer dejar abierta la puerta por la fuerza". Para estas cosas se debe de respectar un método, aslo diferente y te encontrar rompiendolo.

"Hay que buscar el objeto que va o uno deberá quedarse aquí, lo cual no es aceptable". Dirijo una mirada hacia la sala circular, donde todos parecen estar hablando y dejarnos aquí solos. Se tomas su tiempo.

"Es curioso haya un mecanismo para una puerta tan alejada". Chasqueo la lengua. "Espero esto no sea una maldita cripta llena de rompecabezas".

"Bien. Creo saber que va ahí. Pero no será del color indicado, si es que estos significan algo".

 

Dellen

Cierto... Aunque eso no implica que como indicaba Zer no pudiera mejorar las cosas con el transcurso del tiempo... Somos un grupo clandestino que salió de la nada y obviamente no se le puede pedir cohesionar perfectamente de la noche a la mañana, a ver si con el paso de los días se resalza y las subsecuentes misiones salen pefectas.

— Cierto que la cooperación es imperativa en esta misión. Claro que para ello debemos permanecer en todo momento cohesoinados aplicando el plan que tú mismo propusiste en la reunión pues para el comabte contra ese dragón, si es que logramos enfrentarlo, dicha coordinación será esencial—. Dije reflexivo mientras veía que el gato seguía hablando...

Asentí con la cabeza, esos seres salieron de la nada y no puedo descartar la posibilidad de que de un modo u otro nos puedan emboscar aunque, dada su aparentemente limitada inteligencia tampoco puedo esperar demasiado de ellos, al menos. Aunque no sabía que otros peligros puede poseer las catacumbas estas, lo que me puede suponer fácilmente que puede que lo gekkos no sean el único peligro aquí y, ahora que lo pienso, Vite y Otto están tardando demasiado ¿Qué demonios estarán haciendo?

— Zer...Dime, ¿Que hacemos con esos dos?—. Pregunté con calma, refiriéndome evidentemente a Otto y Vite— por tú actual posición deduzco que quieres avanzar pero esos dos se mantienen en el otro pasillo haciendo quién sabe qué, en fin... Cuando decidas, aunque yo abogo por avisarles, sino, a ver cuanto tardan en venir motu proprio—. Contesté con calma— Y si nos vamos a adentrar...La ayuda de Otto y Vite serán necesarias.

— Ya veo...Una varita útil sin lugar a dudas, podría funcionarnos para evitar algunos obstáculos. Guárdala bien, aunque....¿Quien la dejaría ahí? Quiero decir...¿Por qué y para qué? Quiero decir ¿Para que casi al lado de la entrada? En fin, supongo que no merece la pena darle vueltas al respecto... Solo hemos de hacer algo con Otto y Vite y largarnos de aquí para buscar eso que Lanre vió...

Mientras me movía al lado del otro felino, noté como de todos modos Rash se acercaba a él para agradecerle por la capa mientras que simplemente no podía evitar reirme cuando Rash llamaba "Maese pato" a Lanre, simplemente me parecía surrealista e inclusive irrespetuoso dado que tenía la costumbre de llamar por los nombres tras el trato de educación. Sin embargo también entendía que dado que la especie tenía el rumor de ser bendecida por los dioses a raíz de su escasez numérica igual le pude detectar algo de sentido a su deferencia.

Aunque cuando Lanre le contesto lo de su "raneza" ahora si que no pude fingir para empezar a soltar una fina carcajada solo deseando que no hubiera sonado demasiado estruendosa. Esos dos eran un caso...Y sin embargo, de lejos junto con Zer eran los que más apreciaba.
Finalmente miré a Zer para dedicarle una sonrisa.

<<Al menos lo que acaba bien es lo que merece la pena ¿No crees? Hace apenas un cuarto de hora estábamos preocupados por el destino de Rash y ahora parece que nada haya acontecido. Adoro ésta sensación—. Le dediqué una sonrisa sumado a un cabeceo afirmativo con la cabeza— Su gatuneza—. Finalmente atreví a bromear con Zer, imitando la forma que había llamado Lanre a Rash momentos antes.