Capítulo II

Rash Colds

El golpe lo tumbó de espaldas al suelo, donde cayó con fuerza, resonando su armadura en el choque. Se llevó una pata al pecho y tosió sangre. El golpe no había llegado a su piel pero fue tan poderoso que le había lastimado internamente. Se miró la sangre sorprendido y se limpió con el dorso de la pata, poniéndose de pie lentamente con ayuda de su maza a modo de bastón.

—¡Es muy fuerte, Jasper! ¡No te expongas! —dijo con decisión, confrontando nuevamente al paladín.

 

Sala 14
[Zer, Dellen, Otto, Jasper, Rash, Lanre, Vite, Edgar]
​

Mientras Jasper reaccionaba rápidamente para asistir a Rash, Zer lanzaba un proyectil mágico sobre el rey Ivellios intentando desarmarlo. La bola de energía se dirigía directamente a la esquelética mano que sostenía el bastón, pero el enemigo logró correrla a tiempo sacrificando algunas costillas que le volaron tras el estallido.

Vite esta vez apuntó perfectamente a la cabeza de Paelias, pero las flechas sólo lo rozaron sin hacerle tanto daño como el esperado y fueron directo a la peluca que salió volando y quedó clavada en una pared, atravesada por una de las flechas del pícaro.

Otto, por su parte, no le dio respiro a Immeral, que igual no respiraba, y se transportó al lugar del caído Dellen para seguir dando batalla. La plata de la espada brilló en lo alto cuando la levantó sobre el enemigo, luego la bajó con fuerza y le confirió un golpe casi letal, a duras penas el esqueleto aún se sostenía..

-Lo dudo, los elfos eran vegetarianos- mencionó Roronoa a su portador, al tiempo que éste recargaba nuevos ataques sobre Thamior que, si bien con gran dificultad, pero lograba resistirlos.

El último en atacar fue Rash, devolviéndole la cortesía de cortarlo al viejo elfo que ahora sentía todo el peso de la maza golpeando y la plata ardiendo.

• Rey Ivellios
• Enialis
• Thamior
• Immeral
• Paelias

• 
  
  PV: 11
  CA: 14 (+1)
  BASTÓN CORONADO: 1d6 [CORONA DE LA LOCURA]
  ESCUDO RETORNANTE 1d6
  
• 
  
  PV: 8
  CA: 14 (+1)
  ESPADA: 1d8
  [+2 IMPACTO]
  
• 
  
  PV: 9
  CA: 14 (+1)
  ESPADA: 1d8
  [+2 IMPACTO]
  
• 
  
  PV: 1
  CA: 14 (+1)
  ESPADA: 1d8
  [+2 IMPACTO]
  
• 
  
  PV: 10
  CA: 14 (+1)
  ESPADA: 1d8
  [+2 IMPACTO]
  

​

A pesar del ataque de Rash, Enialis logró bloquear con su escudo el espadazo de Jasper y aunque el rano trató de advertirle al felino acerca de la peligrosidad del paladín, esto fue en vano. El esqueleto atacó al gato con su espada haciendo caso omiso del clérigo que también era su rival. Sin embargo, los reflejos de Jasper fueron más que suficientes para esquivar el golpe.

Thamior volvió a intentar morder a Lanre, parecía que ya no le importaba volver a recoger la espada, le bastaba con su milenaria mandíbula. Igual el pato podía con eso, los dientes sólo se clavaron en su armadura y no le hicieron ni mella.

Immeral pendía de un hueso, pero igual utilizó sus últimos esfuerzos para atacar al ratón con la espada.

Paelias no atacó, gastó su turno en recuperar su peluquín y colocárselo tranquilamente. Ahora sí, estaba listo para continuar, lo más importante era verse atractivo. Podría perder la vida, pero no el estilo.

Ivellios fue el último en hacer su movimiento. Miró a Zer con los vacíos y lanzó su bastón a un lado, no lo necesitaba para esta pelea, si pudiera emitir sonido le hubiera preguntado si eso era lo que quería quitarle. Acto seguido, levantó su mano que ahora estaba vacía y en ella comenzó a formarse una llama que rápidamente se fue convirtiendo en una enorme bola de fuego. El esqueleto la arrojó al medio de la sala y ésta explotó haciendo que la onda expansiva de fuego le llegara a todos los aventureros que se encontraban dentro de la sala.

Contenido oculto: BOLA DE FUEGO

Causará 1d6 (+3) de daño a todos.

Contenido oculto

Ivellios: Zer (Gigavehl)

Enialis: Rash (rapuma) y Jasper (Bruno TDF)

Thamior: Lanre (Amelie) [Como siempre, también podés usar a Roronoa para que lleve pociones, quite espadas, escudos, etc.]

Immeral: Otto (Monpoke)

Paelias: Vite (Mori)

KO: Dellen (madarauchiha)

 

Otto

El aire que respiraba se enfriando gradualmente, retornando lentamente a una mente más serena. Expulsando los deseos de matar a un no-muerto.

De cierta forma, deberé agradecer al casi ser golpeado y al daño del mago por poder recuperar el razonamiento.

Pero en esta situación no hay descanso donde alguien más podría caer, así que continuo balanceando la espada hacía el esqueleto.

 

Dellen
¡Mierda! Musité para mí mismo justo en el instante en que fallé mi ataque casi no tuve tiempo de reaccionar. ¿Como narices podía llegar a tener ésta mala suerte? En cualquier caso tuve la suerte de caer de pie solo para notar una punzada de dolor mientras algo afilado atravesaba mi pecho, "No puede ser".
Dirigí mi mirada hacia el objeto mientras notaba la sangre correr por mi pecho y empezaba a salir igualmente de mi boca, en serio que debía verme patético siendo un saco de boxeo tan fácil de derrotar, Immerial me había clavado la espada.
Las fuerzas me iban dejando, mientras un enorme de sentimiento de frustración se acrecentaba en mi debilitado cuerpo, haciendo que como último movimiento decidiera escupirle sangre a su cráneo, antes de empezar a notar como los párpados se me iban volviendo más pesados y la visión se tornaba borrosa hasta finalmente regresar a un negro absoluto, de nuevo parecía que me iba a quedar inconsciente....

 

Rash Colds

La maza golpeó fuerte y arrancó unas cuantas costillas que se quebraron al estrellarse contra el duro suelo del subterráneo. Una pequeña gota de sangre caía por su frente y se palpó con extrañeza la herida. Seguro se había cortado al caer de espaldas en el primer golpe del guerrero reanimado. Oyó también unos cuantos gritos, incluso apagó con rapidez su capa que comenzaba a prenderse fuego, ahora quedando chamuscada por la onda expansiva de algun conjuro; la batalla de magia se libraba justo detrás de él y el rano sabía que no podía perder la concentración de su oponente. Si era descuidado podría caer y debía de vencer para seguir adelante.

 

Lanre

Afirmó al comentario de Roronoa después de que Thamior mordiera su armadura —Es muy cruel que los levanten de su sueño eterno y utilicen sus huesos... —dijo para después mirar de reojo a Paelias —... menos Paelias, el parece que jamás dejaría el estilo sobre un combate —sonrió —¿Es posible que lo desarmes a él también? —Preguntó porque jamás le daría una orden a Roronoa, pues era su amigo.

 

Vite Horiazana

Con suma concentración apunté a la cabeza del esqueleto y vaya que fue sorpresa no atinarle una, sí no que dos veces. Algo de alegría me daba tras tantas veces haber fallado, pero de todas formas el tal Paelias parecía mantener todas sus fuerzas, aunque no por ello su estilo. ¡Quedó calvo como el resto!

Tras sisear resentido por la onda expansiva de fuego, que ni de asome pude haber previsto, y asegurarme de que nada siguiera ardiendo en mi vestimenta, me apresuré a tomar la distancia suficiente para dispararle con el arco a mi contrincante. A ver sí lo anterior fue alguna mejoría o mera fortuna.

 

En ese momento un elfo de cabello castaño claro y ojos azules que parecía haber salido de la nada ingresó al mausoleo. Edgar gritó al verlo llegar, pero no le hizo nada, atravesó el lugar y fue directamente a lanzarle una bola de fuego a los esqueletos.

Contenido oculto: BOLA DE FUEGO

1d6 (+1) no afecta a Ivellios

 

Jasper

Rash, todo ensangrentado, me advirtió que me alejara de sus oponente. Creo que no era para menos, había recibido un golpe muy duro, ni siquiera su pesada armadura pudo cubrirlo adecuadamente del impacto. No respondí, pues percibí las intenciones de aquel elfo: no tardó en abalanzarse sobre mí. Lo esperé de pie, impasible, para luego esquivarlo con agilidad. Me coloqué al lado del rano, listo para luchar a su lado.

Éste volvió a atacar y, cuando la espada llameó en mis manos, una bola de fuego le dio de lleno a nuestro enemigo. Me tomó desprevenido, pero cuando me volteé vi que había otro esqueleto. Sus dedos humeaban… ¿Acaso había sido ese elfo el causante de la bola de fuego? Era demasiado confuso, pero debía aprovechar la oportunidad.

Volví a lanzarme contra Enialis con rugido gatuno.

 

Sala 14
[Zer, Dellen, Otto, Jasper, Rash, Lanre, Vite, Elfo, Edgar]
​

La daga de Zer atravesó las llamas que rodeaban al antiguo rey y se incrustó en una de sus costillas haciéndole algo de daño. Sin embargo, el hielo del encantamiento que tenía el arma se derritió y ésta lo hirió como si fuera una daga mundana.

Otto redujo a polvo a Immeral y Lanre hizo lo propio con Thamior, mientras enviaba a Roronoa a asistir al pícaro.

Vite volvía a tomar distancia para disparar a Paelias, pero fallaba. Por suerte, en ese momento apareció Roronoa a desarmar al esqueleto -Ah, veo que el verde es el nuevo negro, ya era hora que nos tocara..- le dijo a Vite al ver que ahora era un gecko.

Rash y Jasper seguían intentando penetrar la férrea defensa de Enialis, pero ni entre los dos pudieron. El elfo interpuso el escudo para detener el golpe del clérigo y con la espada frenó al explorador que tenía una de fuego. En el choque de las armas volaron chispas.

También había aparecido un elfo que lanzó una bola de fuego sobre los esqueletos afectándolos a todos excepto al rey, al parecer estaba ayudándolos.

Al momento de hacer sus movimientos, Enialis atacó a Jasper con su espada causándole algo de daño al alcanzarle una parte sin armadura y Paelias aprovechó que Vite había tomado distancia para atacar al elfo misterioso. Quizás preocupado por que el fuego dañara su peluca, intentó morder a su causante a falta de arma, pero ese ataque físico lo traspasó como si fuera intangible.

Ivellios, por su parte, seguía mirando a Zer con sus cuencos vacíos y volvió a levantar su mano mientras ésta se iluminaba con una tenue luz amarilla.
En ese momento, el polvo de sus huesos se levantó volviendo a unírsele y regenerarlo. Lo mismo sucedió con los otros dos esqueletos que seguían de pie y también volvieron a levantarse Thamior e Immeral para seguir batallando a los que eran sus rivales sin dar respiro. Ahora sabrían lo que se siente no respirar..

Contenido oculto: Hechizo "Curar heridas leves grupal"

Los 5 esqueletos sanarán 1d6 puntos de vida

• Rey Ivellios
• Enialis
• Thamior
• Immeral
• Paelias

• 
  
  PV: 10
  CA: 14 (+1)
  BASTÓN CORONADO: 1d6 [CORONA DE LA LOCURA]
  ESCUDO RETORNANTE 1d6
  
• 
  
  PV: 3
  CA: 14 (+1)
  ESPADA: 1d8
  [+2 IMPACTO]
  
• 
  
  PV: 2
  CA: 14 (+1)
  ESPADA: 1d8
  [+2 IMPACTO]
  
• 
  
  PV: 2
  CA: 14 (+1)
  ESPADA: 1d8
  [+2 IMPACTO]
  
• 
  
  PV: 5
  CA: 14 (+1)
  ESPADA: 1d8
  [+2 IMPACTO]
  

​

Contenido oculto

Inicia un nuevo turno, todos pueden atacar como van llegando.

Acá abajo, como siempre, les pongo el vs:

Ivellios: Zer (Gigavehl)

Enialis: Rash (rapuma) y Jasper (Bruno TDF)

Thamior: Lanre (Amelie) [Como siempre, también podés usar a Roronoa para que lleve pociones, quite espadas, escudos, etc.]

Immeral: Otto (Monpoke)

Paelias: Vite (Mori)

KO: Dellen (madarauchiha)

Elfo misterioso (?): Libre

 

Otto

Contemple en silencio como el propio esqueleto que me enfrente se recuperaba del polvo, dejando distanciar mí mente por esos pocos segundos.

Tal como la vez anterior, fue un mismo hechizo de fuego el que me regreso a la realidad. Pero no uno dirijido a mí. No, sino a los esqueletos.

Mis ojos se clavaron al recién llegado al mausoleo, un elfo que actúa antes que hablar.

Deje correr mí mente a las posibilidades, pensando las variables que trae su llegada. Solo atacó a los esqueletos cuando pudo ir a por todos, eso solo revela una parte del todo.

Chasqueo la lengua al ir pensando, obligando a romper esa burbuja que solo retrasa mis acciones.

Hay prioridades.

Retiro una poción, elevandola alto para que se logre ver. "¡Roronoa! Agarra está poción y has que Dellen la beba". Mando sin cuidado al rano de la espada, esperando al menos Lanre lo haga seguir la orden.

Dejar inconsciente otros minutos al Gato2 ya no suena a buena opción, no con un extraño ingresando a este lugar y los esqueletos regresando.

Aprieto la mandíbula al ir considerando las opciones, particularmente molesto por ese hechizo que nos robo la ventaja.

"¡Vite!". Grito por las atención del conejo ahora lagarto. "¡Aprovecha que el esqueleto esta distraído y ataca al Rey!". Termino sacando con la cola dos flechas de plata del carcaj, ofreciendolas para que las tome. Si ese elfo va a ser un sebo, mejor para nosotros.

"Los apoyaré cuando termine con este". Vuelvo sin quitar los ojos de mi rival, volviendo atacarlo.

Es cuestión de recuperar la ventaja.

 

Rash Colds

Su maza chocó contra un escudo de un animal que Rash no pudo distinguir por el fragor de la batalla. Observó al elfo y arrugó el entrecejo. ¿Por qué la raza que era considerada sagrada ayudaba a unos esqueletos reanimados con magia negra? Observó a Jasper y luego dio un pequeño recorrido con sus ojos por la sala, observando al resto de animales. Encontró a Dellen sin conocimiento en un rincón. Sería cuestión de tiempo para que todos caigan como hojas, debía de arriesgarse...

—La Rana Tuerta resplandece en las tinieblas y las tinieblas no han podido engullirla. —cerró los ojos y juntó sus patas, quedando a merced de un ataque a traición. —Con todo, no logran acallarme las tinieblas ni la densa oscuridad que cubre mi rostro.

Rezó en silencio, logrando concentrar su mente y alejar los ruidos de lucha y muerte que lo rodeaban. De pronto se encontró en paz, en silencio. Era cuestión de que la Rana le responda. Abrió sus ojos y donde estaban sus orbes verdes ahora había una fuente de luz infinita, una luz verde que se propagaba a su alrededor. Esto no era una magia de libros arcanos, ni mucho menos una burda representación de un show, esto era distinto. Un poder de la Fe y conexión con una deidad. Rash no tenía poderes como tal, simplemente oraba para sentir la fortaleza de su Dios.

—Yo soy la luz que ha venido al mundo, para que todo el que crea en mí no viva en tinieblas.

 

Jasper

Ni siquiera nuestra fuerza conjunta fue suficiente para mermar la defensa de Enialis, al parecer era un hueso que nos llevaría más tiempo roer. Choqué espadas con el esquelético elfo, haciendo que chispas salieran disparadas por los aires. El huesudo enemigo volvió a arremeter contra mí; esta vez no fui tan rápido como la vez anterior, así que volví a hacer uso de mi espada para bloquearlo. Su fuerza fue superior y mi brazo cedió, por lo que me llevé una leve herida. Me aparté con un salto hacia atrás.

En ese momento, Rash se puso a rezar. No sabía muy bien por qué se arriesgaba a exponerse de esa forma, pero entendí que trataba de convencer a los esqueletos de unirse a su causa, o algo parecido. Lo observé por unos instantes, con curiosidad, expectante, mientras mi cabeza volvía a llenarse de preguntas sobre la religión de la Rana Tuerta. Pero al parecer su poder no pudo imponerse a la magia negra, porque los esqueletos siguieron ahí lo más campantes… Por lo menos había otro que nos ayudaba, pero tampoco era para entregarle nuestra plena confianza.

Sin esperar a mucho más, volví a arremeter contra Enialis.

 

El elfo que los estaba ayudando de pronto se sumergió por abajo del piso, traspasándolo como un fantasma y desapareció.

 

Lanre

No pudo contenerse a reír ante la broma de Roronoa —Si yo llego a ponerme verde, preocúpate —mencionó para después buscar un nuevo oponente, el elfo que los ayudaba se sumergió en el piso —No pudo verlo bien, Roronoa, ¿lo reconociste? ¿Era un fantasma? O simplemente un elfo muy poderoso que hace magia que te vuelve etéreo — Lanre corrió a ayudar a Vitte gecko; era raro luchar junto a uno. Miró el peluquín de Paelias —Paelias, incluso después de muerto te ves bien, puedes descansar nuevamente —dijo para después atacar, esperando no equivocarse.

 

Vite Horiazana

Había fallado mi ataque, pero para mo fortuna la rana fantasma desarmó a mi contrincante. Tras recuperarme del asombro intenté agradecerle, un siseo carente de significado fue lo único que logré modular. Al menos parecía reconocer que era Vite, al igual que Otto el cual llamó a mi nombre.

Me pidió que atacará al rey con una flechas que me lanzó, no me detuve a cuestionar el asunto y con la rapidez que mis reflejos me brindaban, tomé el par de flechas de plata y apunté al rey esqueleto.

 

Dellen
-Ugh, ugha...—. Musité para mí mismo cuando sentí que empezaba a recuperar el conocimiento, aunque aun me sentía muy entumecido ¿Quién me había revivido ésta vez? No lo entiendo...¿Por qué tan débil? ¿Que me faltaba? ¿Coraza? Bueno, es cierto que como mago no tengo precisamente la mejor defensa ya por naturaleza, solo rezaba por que aun quedara algún enemigo en pié, ¿Para que? Para resarcirme de mi error previo, por supuesto. Mi pérdida de consciencia ésta vez también ha sido cuanto menos patética.
Logré de a poco levantarme con la ayuda de la pared que tenía detrás, sobre la cual apoyé mi espalda mientras abría y cerraba mis manos mecánicamente con el objeto expreso de desentumecerlas, mientras mi cabeza se iba despejando poco a poco de las nubes que tenía en su interior... Abrí los ojos para empezar a andar, decidido con acabar con alguno de los enemigos que pudiera quedar presentes... Estaba harto de caer inconsciente, harto de verme como el más débil del grupo por ello (Si es que me veían así) Por lo que entré lentamente en el campo de batalla mientras mi cuerpo empezaba a llenarse de una renovada energía, la cual me hizo sonreír mirando a uno de los paladines, Thamior... Entonces puse mis manos con el objetivo de lanzar un misil mágico.
— Tu serás el que me haga redimir mi fallo de antes, Thamior—. dije con una sonrisa para disparar el misil.