Capítulo II

Sala 9
( Bruno TDF Gigavehl Amelie madarauchiha Monpoke )​

Los esqueletos eran firmes y habían resistido los golpes de los exploradores, se notaba la diferencia con respecto a los geckos, pero no tenían nada que hacer contra la magia sagrada.

Zer sacó el pergamino y recitó las palabras inscriptas en las runas, el idioma arcrano esbozado por el hocico del felino retumbó en la sala: "¡Aequam memento rebus in arduis servare mentem!".

El mago se preparó concentrándose en uno de los esqueletos, pero vaya sorpresa se llevaría. Apenas conjurado el hechizo, las runas en el papel se iluminaron con un brillo azul y el soporte de papiro se comenzó a desintegrar a medida que unos rayos divinos comenzaban a generarse de la nada sobre las cabezas de los esqueletos. Cuando los rayos impactaron los cráneos, los esqueletos se redujeron a polvo automáticamente y de ellos sólo quedaron las viejas armaduras y una joyita que tenía cada uno incrustada en la frente que quedaron las cuatro girando y haciendo ruidito al unísono.

Eso había sido rápido..

Contenido oculto: EXP

Todos los integrantes del equipo ganaron 40 puntos de experiencia c/u

 

-¡Hey! Conozco a este ti...- dijo Roronoa saliendo de la vaina al reconocer a uno de los elfos muertos, cuando un rayo lo hizo polvo junto a los demás esqueletos.

-Oh vaya...- exclamó un poco apenado -Como sea, tengan cuidado, este lugar se usaba de mausoleo y debe estar lleno de sarcófagos con cadáveres, si los reanimaron a todos esto no va a ser fácil-

Mientras el rano decía esto, el escarabajo se asomaba desde la puerta de la otra sala -¿Se encuentran todos bien, señores?- preguntaba.

 

Dellen
Cuando fui a hablar con Lanre, me percaté de los nigromantes que aparecían por la puerta, no eran muy rápidos, pero también era verdad que nada más aparecieron, los demás empezaron a luchar contra ellos pareciendo controlar la situación, de todos modos, traté de darme prisa para intentar unírmeles solo para ver como Zer empezaba a narrar unas palabras que parecían escritas en un pergamino, haciéndo que éste se iluminara de un brillante azul que pareció ser lo suficientemente cegador para que tuviera que apartar mi mirada un instante mientras escuchaba la voz de Ronoroa diciendo que parecía conocer a uno de ellos, solo para que, al volver a mirar no quedara más que armaduras y unas pequeñas joyas que cada uno de ellos parecían portar. ¿Cuanto costarían? Bueno, esperaba que mucho, más tampoco me sentía con el derecho a coger ninguna, al no participar en la batalla, aunque de todos modos, decidí acabar de avanzar hacia ellos mientras Ronoroa advertía sobre la existencia de sarcófagos más adelante y que nos andáramos con precaución, de hecho coincidía en que era más que probable que pudieran haber más nigromantes delante. Lo admito, ese ranito me caía cada vez mejor.
— Bien, tenemos dos posibilidades, aun está el cofre sin tapa en las zonas donde he indagado antes, pero luego debemos continuar, iré a examinar el cofre, no creo que tarde demasiado, luego propongo que vayamos todos a ver que nos aguardan éstas mazmorras—. Expresé con calma— Al menos que haya alguien que quiera acompañarme, claro...

 

Otto

Guardo la espada de plata al observar como todos los no muertos se reducen a polvo, polvo literal.

Una vista media incrédula, ¿Magia divina acaso?

Sacudo la cabeza para librarme de pensamientos mediocres, lo que sucedió sucedió. Prefiero no perder el tiempo y recojer las monedas faltantes. No vaya ser lo recoja cierto patas largas.

"Y si, a menos que ese cofre tenga algo para teletransportarnos a la salida, debemos seguir andando por estás catatumbas". Respondo sin mirar al Gato2, ocultando de sus ojos mí rostro contraído de una mandíbula apretada. "El continuar no es una propuesta, es un echo. La propuesta es querer revisar ese cofre antes de continuar".

¿Què es eso de si lo acompañamos luego de que revise los cofres? Es obvio vamos a continuar. No nos quedaremos aquí.

Tomo aire y lo exhaló al suelo, lo suficiente como para hacer levantar un pequeña nueva de polvo.

Me golpeó un poco rítmico los costados del hocico un par de veces, relajando al final un poco la quijada.

Este no es lugar de perder la paciencia por una idiotez, valgo más que eso.

"Pero bien. ¿Donde esta ese cofre?". Regreso una sonrisa radiante al Gato2. Cambiando totalmente por la idea de algún tesoro.

 

Dellen
Le devolví la mirada justo al darme cuenta de que Otto había empezado a hablarme, solo para girarme y quedarme mirándole.
— Tras el estante que se abrió tras pronunciar el hechizo del libro, hay un hueco donde debería haber una puerta, pero para llegar a ella hemos de cruzar una enorme grieta solo posible con un salto o un seguro vuelo, iba a comprobarlo antes de que ocurriera lo de los Nigromantes—. Respondí con calma— Si quieres acompañarme, adelante—. Sonreí.

 

Jasper

El esqueleto bloqueó un ataque que hice a su escudo con mi espada encantada, que relucía en color naranja; no pensaba enseñarla a los demás pero la situación lo ameritaba, aunque fue en vano. Pude sentir al otro explorador haciendo lo mismo sin éxito, seguido de la voz de Rorona que estaba por decir que conocía a uno de los esqueletos. Una violenta luz azulada lo interrumpió, cegándonos a todos por unos instantes. Para cuando volví a abrir los ojos, los esqueletos, todos ellos, habían quedado reducido a un polvo blanco que regaba el suelo, nuestras ropas y nuestras caras. Me quedé mirando la escena hocicabierto. Al girarme vi cómo los restos de pergamino se deshacían en las manos de Zer, quien luego se marchó a la sala anterior. Estaba impresionado de que una magia tan poderosa estuviera tan fácilmente a nuestro alcance... Debíamos agradecer que el grupo la encontró antes que el nigromante.

Envainé mi espada. Dellen y el ratón se marcharon en busca de un cofre que había en otra sala, pero yo permanecí cerca de Lanre, pues me había dado curiosidad lo dicho por el rano fantasmal.

—Dices que conocías a uno de esos esqueletos —dije, sacudiéndome el polvo de huesos de mi capucha y mi pelaje—. ¿Quién era?

 

Roronoa

-Ah, un joven guerrero del pasado...- le respondió al gato -Se llamaba Himo y era hermano de Hadarai, el herrero que forjó mi espada élfica en la que finalmente terminó mi alma y ahora porta nuestro amigo pato como verás- mencionó mirando a Lanre, para luego pasar la vista por encima de su hombro y ver a Otto y Dellen que se marchaban hacia el cofre -¿Precisan ayuda con eso?- les preguntó dirigiéndose hasta ellos lo más cerca que el hechizo de vinculación se lo permitía -No creo que tengan las alas para atravesar esa grieta chicos...-

 

Dellen
Proseguía mi camino junto con Otto cuando la voz de Ronoroa me hizo detenerme en seco para girarme hacia él.

De nuevo me giré para comprobar la grieta y, efectivamente, aparentemente la perspectiva ocular me hizo interpretar erróneamente su extensión.
— Es cierto Ronoroa, avisa a Lanre, creo que será más que necesario para poder examinar el cofre—. Dije con calma solo para quedándomele mirando unos instantes.

 

Roronoa

-¡Perfecto!- exclamó Roronoa volviendo con Lanre -El gatito encontró un cofre, si me llevas hasta ahí puedo cruzar la grieta flotando y revisarlo, así no correrán ningún riesgo- le dijo al pato con tono proactivo.

 

Rash Colds

Se escuchó un sonoro choque de patas en algún lugar por detrás de sus espaldas. El eco atrajo el sonido con vibración hasta que Rash Colds emergió en la oscuridad, croando suavemente, con sus ojos cerrados y caminando justo hasta ellos. Un brillo comenzó a envolverlo poco a poco, como una especie de aura azulada que poco a poco parecía envolverlo todo. Se detuvo justo a un lado de Jasper y abrió los ojos directamente sobre el no muerto; sus ojos destellaron colores, borrando así el iris ocular. Dejó de croar y esperó a que su hechizo haya tenido resultado. Esperaba que fuese tan fuerte como un choquie de montañas.

Intento usar el convertir no muertos.

 

Lanre

Parpadeó varias veces, los gatos se movían muy rápido y él parecía ir en un tiempo mucho mas lento, tuvo que salir de su ensimismamiento cuando Roronoa le habló —¡Si, seguro! —dijo comenzando a volar hacia la grieta — ¿Aquí está bien? ¿Necesitas un empujón? —Preguntó a Roronoa mientras desde las alturas observó a todos haciendo sus cosas, los observó sin parpadear algo que era incómodo. Simplemente lo hacía porque estaba algo distraído, seguro por el golpe que se dio contra el muro.

Después enfocó su ominosa mirada aérea sobre Rash —Qué amable, seguro le está rezando al espíritu de tu amigo Himo —mencionó hacia Roronoa, observando el intento de conversión de Rash sobre el muerto

 

Sala 9
( rapuma )
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Para sorpresa de Rash los no-muertos ya habían sido convertidos por el hechizo del papiro que había encontrado Zer, tenía un efecto muy similar a su habilidad de convertir no muertos devolviéndolos al más allá y haciendo polvillo sus cuerpos terrenales como había pasado con este hechizo. "Hazlo sobre no muertos que todavía se muevan" pareció escuchar que le susurraba la rana tuerta.

Sala 8
( Amelie Monpoke madarauchiha )
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Mientras, Lanre y su espada siguieron al grupo de Dellen y Otto que iban hasta el cofre -Que amable, su fe es inmensa- comentó Roronoa antes de salir de la sala, refiriéndose a Rash que estaba inmerso en una plegaria. Sobrevolaron al mago y el explorador y cuando llegaron, el fantasma atravesó la grieta siguiendo la orden -Espérame aquí, yo me encargo- esbozó sin problemas y se dirigió a revisar en el cofre -¡Son todas cosas que puedo tomar!- exclamó con alegría hacia su portador y los otros dos que ya habían llegado hasta el borde de la grieta.

Roronoa revolvió un poco en el cofre y lo vieron venir a duras penas con un arco que tenía inscriptas unas runas en la madera -Esto seguro que te servirá a ti- se dirigió a Otto y lo dejó a sus pies, el objeto estaba casi fuera del límite del peso que podía trasladar. Pero este sólo era su primer viaje.

Luego volvió a atravesar la grieta y regresó con una poción de curación y otro vial con una poción color café desconocida que le dejó a Lanre.

Después fue hasta el cofre y se puso dos mantas que había encima e imitó un fantasma mientras llegaba -¡BUUUU!- soltó una carcajada y las dejó en el suelo, eran unas mantas como con las que se tapaban para dormir -Ah y te traje esto, combina con tu ropa oscura- le dijo a Dellen dejándole un pañuelo de seda que estaba doblado y era negro como el azabache.

Por último, hizo un viaje final y trajo consigo una cajita negra que estaba cerrada -Seguramente el pícaro sepa qué hacer con esto- soltó confiándosela a Lanre -Y eso era todo lo que había aventureros-

Contenido oculto

Bueno, ya no queda más nada en las salas estas, pueden continuar siguiendo por el recodo ese donde continúa la sala 9. Ahora se terminan por un tiempo los tesoros y se vienen enemigos, no tendré clemencia (????

 

Dellen
Ronoroa se marchó para avisar a Lanre de nuestra idea, algo que el guerrero pato no tardó en acceder a ayudarnos, era predecible ya viniendo de Lanre, lo que tenía de pato-so lo tenía de altruista, así que en cuestión de un instante, lo teníamos de vuelta, haciendo que al tenerle al lado me pusiera a caminar junto a él hasta llegar casi al límite, teniendo la grieta justo frente mis narices.

Finalmente como Ronoroa prometió, se dirigó al baúl solo para exclamar alegremente que podía traer todo lo que había presente en su interior, haciendo que esbozara una genuina sonrisa, al menos, en parte me alegraba que no hubiera perdido su inocencia a pesar de lo cruel que fue con él la vida, sigue siendo alegre y bromista, y eso era digno de admirar
Primeramente un arco de madera, que dejó a los pies de Otto, claro que no pasé por alto las inscripciones rúnicas presentes en él.
Tras eso, trajo una poción que le dejó a Lanre y finalmente ví que hacía un tercer viaje para ponerse encima dos mantas de tela mientras venía

No pude contener una risa por su acción, sumada a la carcajada de Ronoroa, mientras volvía hacia mí con algo más, siendo un pañuelo de seda negro como mi ropa.
— ¡Es muy bonito! Muchas gracias Ronoroa—. Sonreí mientras me lo ponía alrededor de mi cuello. Asímismo también agarré una de las mantas y me la guardé en el zurrón, finalmente parecía ser que había traído un cuarto objeto, siendo éste una cajita de madera bien cerrada aparentemente para Vite, la cual acabó guardándose Lanre.
Cuando el propio Ronoroa nos informó que no parecía haber nada más en el cofre, simplemente asentí para darme la vuelta y empezar a caminar
— Volvamos ya entonces, tenemos que seguir avanzando—. Contesté con calma, regresando a la sala anterior.
— Cuando queráis, seguimos avanzando, ya no queda nada más aquí—. Dije con calma mientras me paraba al lado de la puerta apoyando mi espalda contra la pared mirando al resto del grupo para esperar a que decidieran moverse.
Así fue que decidí echar mano a mi zurrón y sacar una de las mantas, así como me quité el pañuelo para colocarlo en el suelo y, de ésta forma traté de usar la percepción para averigüar si había algo interesante en ambos elementos, de todos modos y para cerciorarme decidí usar un hechizo de identificación, puse primero mi enguantada pata en el pañuelo, cerrando los ojos para centrarme y finalmente, al acabar, puse esa misma pata en la manta, sintiendo un ardor en mi interior, ¿Sería ésta la sensación de sobreesforzarse usando más hechizos de los que debería?

 

Vite Horiazana

La puerta se abrió y con ello encontramos a un escarabajo, al cual le aseguramos escoltarlo a cambio de una recompensa, ¡no sonaba mal! Luego de ello pasaron un montón de cosas, pero los otros supieron solucionarlas sin ningún inconveniente y rapidez, ¡así que todo bien!

—¿Encontraron algo interesante? —indagué cuando logré encontrarme otra vez con Lanre y compañía, siempre acompañado de mi antorcha. Alumbré el lugar y pude notar que, efectivamente, habían conseguido cosas nuevas. Eso logró esbozarme una sonrisa—. Parece que sí.

 

Lanre

Seguía flotando cuando Roronoa le entregó la caja y los viales, observó el que desconocía y pensó en preguntarle a Zer pero se contuvo. Después escuchó a Vite y sonrió—¡Seguro que si! Roronoa nos ha entregado varias cosas interesantes— bajó y caminó hacia Vite entregándole la cajita que Roronoa le había confiado —Una cajita misteriosa, toda tuya— dijo para después acercarse a Edgar —Disculpe, ¿Podría decirme qué es este líquido? —dijo mostrándole el vial con el líquido café, miró al comerciante con una sonrisa, pues tenía curiosidad de escuchar lo que el escarabajo tuviera que decir —Y me gustaría saber... ¿Por qué no bajó con una escolta a un sitio como este? o.... ¿Acaso venía con un conejo?

 

Luego de tomar los objetos, Dellen decidió identificarlos con un hechizo. La manta estaba encantada con el poder de reducir el tiempo necesario para un descanso a la mitad. El pañuelo, por su parte, se trataba de un agujero portátil.

Contenido oculto: AGUJERO PORTÁTIL

Agujero portátil: Tela negra, suave como la seda, está doblada y tiene el tamaño de un pañuelo. Cuando se desdobla, es una tela circular de 6' de diámetro.

Puedes usar una acción para desdoblar el agujero portátil y colocarlo sobre o contra una superficie sólida, donde crea un agujero extradimensional de 10' de profundidad. El espacio cilíndrico que hay dentro del agujero existe en un plano diferente, así que no se puede usar para crear pasajes abiertos. Cualquier criatura que esté dentro del agujero portátil puede salir de él escalando.

Puedes usar una acción para cerrar el agujero portátil cogiendo el borde de la tela y doblándola. Al hacerlo, el agujero se cierra y cualquier criatura u objeto que haya dentro se queda en el espacio extradimensional. No importa lo que haya dentro, el agujero no pesa prácticamente nada.

Si el agujero está doblado, una criatura que esté dentro del espacio extradimensional puede usar una acción para hacer una tirada de salvación de fuerza. Si tiene éxito, la criatura sale a la fuerza y aparece a 5 pies o menos del agujero portátil o de la criatura que lo transporte.

Zer, mientras utilizaba un conjuro para recuperarse, pero también se hería por el esfuerzo, buscaba en la sala de los ataúdes algo de valor. Todo lo que quedaban eran los viejos ropajes y armaduras oxidadas de los no muertos y las joyitas de sus frentes que hasta ahora nadie había recogido.

Contenido oculto

Gigavehl primero realizás el hechizo y después te lastima, sorry xP

Vite recibió una cajita negra por parte de Lanre. Al revisarla bien, notó que contaba con una cerradurita de acero muy pequeña, pero el conejo tenía unas ganzúas y alambrecitos en su kit de pícaro y podría abrirlo sin problemas.

Contenido oculto

Mori si querés intentar abrirla tirá un d20, si querés hacer la tirada con ventaja podés gastar una ganzúa (tenés 3)

Lanre, por su parte, interrogó a Edgar sobre la pócima y un supuesto escolta -Usted discúlpeme ¿Un conejo?- le respondió el escarabajo sin entender -He venido solo. Me habían informado que este sitio estaba abandonado y deshabitado hacía siglos así que pensé que no habría mayores inconvenientes... y henos ahora aquí, caballero- agregó para después mirar la pócima -Mmm... esto parece ser a todas luces una poción de celeridad. No sólo su color es café, su sabor también y le dará supervelocidad momentánea. Seguramente concordaremos cordialmente en que es una poción muy interesante-

Contenido oculto: POCIÓN DE CELERIDAD

Poción de celeridad: La velocidad del consumidor se duplica, consigue un bonificador de +2 a la CA, tiene ventaja en las tiradas de salvación que involucren reflejos, a las de sigilo y trucos, y consigue una acción adicional en cada uno de sus turnos. Esta acción solo se puede usar para realizar una acción de ataque, correr, destrabarse, esconderse o usar un objeto.

pd: que flanders es este escarabajo xP

En esos momentos, la puerta de la sala de los libros que daba al resto de la mazmorra, se volvió a cerrar. La única manera de que esto pasara era que alguien hubiera vuelto a sacar el cráneo o la espada de las manos de la estatua. Sea como sea, habían quedado atrapados y no había otra forma de salir que seguir avanzando como de todas formas ya tenían planeado hacer.

 

Dellen
Finalicé las comprobaciones de los objetos, para finalmente volver a ponerlos ambos en el zurrón mientras en mi hocico se dibujaba una sonrisa de satisfaccion mientras me levantaba para entrar a la sala que había justo al frente al no escuchar nada hostil y viendo como Lanre se puso a hablar con Edgar, así me topé con Zer quien aparentemente igual se había adelantado, así que me puse a buscar con él, solo para darnos cuenta que había poco o nada realmente valioso en la sala.
— Bien, parece que ninguno de éstos se va a levantar, menudo alivio—. Comenté en voz baja, aunque sabía que era innecesario, ayudaría a romper el hielo, solo para escuchar un ruido en la sala anterior, haciendo que me acercara un poco, solo para darme cuenta que nos habian dejado atrapados.
— Entonces, es hora de seguir—. Suspiré— ¿O vas a hacer algo ahora?