Capítulo I

Vite Horiazana

Contenido oculto: Musiquita uno

no hay

"... algún día alguien podría abusar de tu energía y vitalidad" Uhhh, pero que filoso: ¿A casi tú sería ese alguien? Tan solo alcé más el mentón, altivo, entronando aun más la mirada en absoluto silencio, dejando a penas entre ver mis ojos. De cualquier manera, el pelaje alrededor de ellos eran tan negros como mis cuencas mismas, no se distinguían con facilidad.

"Haces bien en no ser prejuicioso, tus emociones podrían engañarte" Al escuchar eso volví a cerrar la boca, encarandólo ahora con una actitud recta, tan firme como estoica, tan fuerte como solemne: Simétrica, apacible como mi sonrisa y sana, sin quitarle nunca mi mirada calmada de encima.

¿Te habían hecho mucho daño, gatito...

O solo no tuviste la fuerza de enfrentarlo?​

Que lástima~​

​

Lo miré con clara confusión, desconcertado, cuando lo único que dijo al final fue "Más te vale", para luego de dar sus requisitos, marcharse lejos de nosotros. Me crucé de brazos, inhalando profundo.
—Tch, este tipo... —solté a regañadientes, más bien musite tan despacio que solo alguien com buen oído me habría escuchado, para luego fijarme en todos a mi alrededor, con muy mala cara: Una expresión de frustración acomplejada y dudosa, mientras me sobaba los cabellos de mi nuca.

Solté un suspiro pesado, quedando cabizbajo y con las manos en mis bolsillos.
—Voy a verle —musite, luego volteé a verles con una sonrisa amplia—; ¡vuelvo en seguida!.

Y tras eso trote con pasos rápidos y sinuosos hasta el gato Zer: El muy jodido estaba respaldado por ahí, mejor para mí.
—Hey, gatito~ —canturreé con mi voz grave de conejo joven, párandome frente a él al menos con medio metro de distancia, aunque de todas formas cortaría la distancia pronto.

Ladee la cabeza, sonriéndole amplió, tan apacible como picaron
—Eres muy raro, ¿sabes?— Tras decir eso le brindé una sonrisa amplia y risueña, mis típicas sonrisas a ojos cerrados—, ¡siento que no solo me subestimas a mí, sí no que a todos! —exclamé puede que hasta pecando de afable;

pero en verdad...​

Odiaba subestimar y a quienes lo hacían

Contenido oculto: Musiquita dos

Wild Side, como siempre

​

 

Dellen
Era obvio que nunca estuce de acuerdo con esa estúpida misión. Suspiré acercandome con amabilidad al conejo pirata.
— Mis disculpas, señor, más ¿A que tanto afán por el tabaco? Lamento meterme donde no debo más, necesito que comprenda que viviría mejor sin él, por su salud—. Contesté con calma y una profunda educación, regresando a mi amabilidad usual, dejando de lado todo mi comportamiento que mostré con Zer— Aunque admito que su oferta es muy generosa otorgándonos el viaje gratuitamente más, debo negarme, lo lamento en esencia pues no puedo mirar como la gente merma su salud de forma voluntaria y saber que yo he formado parte de ello.

Me quedé en silencio, esperando la reacción de Roger...

 

Vite Horiazana

Contenido oculto: Black Water

Empezó a hablar y metí las manos en mis bolsillos, en los del pantalón, escuchándolo con calma sin perder la sonrisa ladina de mis labios; enarcando, frunciendo y destensándo el cejo todo lo que fuera necesario para no perder mi calma sonrisa y mi mirada apacible. Empecé a marcar un turno veloz con mi pie también, pero era apenas audible, me detuve cuando se calló: Había volteado a ver al grupito al mismo tiempo que lo hizo él, no demoré en volver a sostenerle la mirada al gato.

—Zer, ¿no? —hablé monócorde, apacible, cordial y con mis voz grave y algo monótona por naturaleza. Ladee la cabeza, frunciendo el ceño dudoso, pero aún sonriente—: ¿Por qué deseas ir a Yellowbridge —cerré los ojos, con una expresión cada vez más nerviosa e insegura, bajando un poco las hierbas de manera que quedaron horizontales, como un par de tijeras abiertas—. No es que tema ir...

Contenido oculto: De por vida

Y entonces abrí mis ojos, calmo, sosteniendo su mirada con una leve sonrisa y frunción de ceño.
—Podríamos hasta separarnos en dos, tres y tres, y cada uno cubrir una zona distinta...

Entonces sonreí amplió, frunciendo ahora el ceño con determinación, una confiada al igual que mi sonrisa. Le solté con la vo, apacible y decidida a Zer:
>>Pero... ¿quiénes merecen ir a Yellowbridge juntos, o a Shallowater por separado?

No lo pensé, tan solo seguí mi instinto: Estampé mi pata contra el muro, al lado y cerca de la cabeza de Zer, con parsimonia y sutileza: mantuve el brazo recto en su totalidad, cosa que al inclinarme un poco hacia adelante, apoyando toda mi fuerza en mi costado derecho (pie, piernas, torso, brazo y mano), no llegara a incordíar el espacio personal mínimo de Zer.

Entorné la mirada, sonríendole amplio y ladino, con los ojos calmos afables, pero sin dejar de ser retadores. Hablé murmurante, pero con buen tono, rosando la sensualidad, solo que estaba hablando con total seriedad.
>>¿Por qué quieres ir a Yellowbridge, gatito Zer?— Sin deshacer mi posición, miró por sobre el hombro al grupito a lo lejos, luego vuelvo a sostener la mirada de Zer, sin prisas pero de inmediato—, ¿hay algo que no nos hayas contado?

Y en un movimiento rápido y sutil, solté mi voz susurrante sobre la zona entre su cabeza y hombro: Hablé intentando erizar, con mi respiración contenida y precisa, el bello del cuello del conejo.
>>Porque creo que Yellowbridge es tan peligroso como tú mismo, y no estoy dispuesto a seguir el camino de alguien que está dispuesto a dejarme morir, a qué me valga por mi mera suerte.

Entonces me alejé de un salto dos pasos, llevándome de inmediato las manos tras la nuca, sonriente a ojos cerrados.
—¡Jijiji!— Me paré con rectitud a casi un metro de distancia del gato, sonríendole confiado y pícaro—. No busco detenerte, compañero—. Me abstuve de usar la palabra "Amigos", pues seguro según él no los tenía.

Cerré los ojos, dándole una muestra privilegiada de mi hileras de dientes, patas tras la nuca, presumiendo a gusto de mis incisivos.
—Busco que animales como Lanre, el pato, no mueran a causa de la soberbia y egoísmo ajenos.

 

Roger

El viejo conejo miró a este variopinto grupo que le hacía recordar a sus épocas de cachorro, con tanta energía, con tantas tensiones e indecisión y con tanto por aprender. Parece que había algunos desacuerdos en el ceno del grupo, Roger se limitó a observar con calma y sin entrometerse la discusión que se suscitaba entre ellos, principalmente entre el gato y el conejo que ahora habían tomado distancia. Estos jóvenes estaban llenos de curiosidad, preguntas y también ambición, en otros tiempos podrían haber aspirado a ser grandes piratas. Solicitaban más información, más recompensas, más respuestas.
-A ver, a ver, jóvenes- volvió a hablar a través de su compañero -Es cierto que podría aumentarles un poco la recompensa teniendo en cuenta la situación actual en la que se encuentran las ciudades vecinas- dijo convencido por las palabras del conejo -Puedo darles 50 monedas de oro a cada uno además del viaje, de las cuales les adelantaré la mitad ahora y la otra parte cuando vuelvan. Además les añado las 10 monedas que necesitarán para el tabaco, te las dejo a ti para que se las repartas, pues no existe ser más confiable que un pato- se dirigió a Lanre sacando una bolsita de tela que contenía las 25 monedas para cada integrante y las 10 del tabaco. Colocó la bolsa en su ala y se la cerró como quien confía un tesoro. Hecho esto, intentó darles cuanta información tenía al respecto de Shallowater, que era lo que el conejo le había solicitado -Lo que hay en Shallowater es de público conocimiento, una caravana de geckos está pasando muy cerca de sus murallas y esos silvestres no son para nada amistosos como sí numerosos. Pero podrían sortearlos si utilizaran un antiguo pasaje que hay en el camino antes de llegar a la ciudad. Se tratan de unas catacumbas que conectan directamente con el interior de la ciudad, el único problema con ellas son algunos rumores sobre muertos que se levantan de sus tumbas ahí adentro, pero por ahora son eso, sólo rumores. Además, dudo que un grupo con un clérigo que los acompaña pueda temer a unos simples muertos vivientes si se diera el caso- a continuación les dio las indicaciones para que den con la entrada de esas catacumbas si es que tenían pensado evitar a los geckos. Luego el gato que había quedado volvió a insistir sobre el tema de su salud -Joven mago, mi salud es algo que respecta solo a mí, además apenas me conoces, dudo que realmente te preocupe. Esto es simple, ustedes necesitan llegar a Humbletown y yo necesito tabaco, tengo la única embarcación que zarpará hacia allí esta semana. Si el trato les parece justo pueden aceptarlo y si no dejarlo- culminó, esperando ahora él la respuesta de estos jóvenes aventureros.

 

Otto

"Tendrás tus intenciones, pero este conejo se decidió en como quiere terminar su vida". Le hablo al segundo gato (Dellen) sin mirarlo mucho desde mi posición, tomando un tono neutral. Como si educar sobre la vida me sea aburrido. "Quilate eso y es probable que también se muera, la diferencia esta en que no hizo lo que quiso hasta el último segundo".

Aun permaneciendo en contra-viento del humo, continuo hablando hacia el pirata luego de escuchar sus indicaciones. "Por mi, acepto la misión y la recompensa ya establecida". No entenderé cual es el punto de querer sacarle más provecho a esta misión, si logramos el pedido del paladin obtendremos lo que queramos. ¿Qué son 50 o 100 monedas comparado a eso?

Pero igual me guardare las monedas, esta misión principal podría llegar a costear más de lo que pienso.

"Me iré para Shallowater, solo o en compañía de cualquiera de ustedes". Me dirijo rápido y directo a los demás, pero sin suficiente volumen para llegar al conejo y gato alejados. "Unos muerto vivientes serán buen entrenamiento para ir y organizarnos como equipo, recuerden a la criatura que nos podríamos encontrar al hacer nuestra misión. Como no nos ordenemos para vencer incluso a unos muertos, ese dragón nos freirá en cinco minutos"

Por suerte, me llevo la suerte de tener plateada mi espada. Lastima no podre sacar mucho provecho a mi habitual arco.

 

Dellen
Observé con calma como, acertadamente le dió el dinero a Lanre. Concordaba que, por el estatus que tenía de pato y por lo venerados que estaban, decidieran darle a él la bolsa.

Inclusive la decisión de darnos una recompensa mayor hizo que mio empezara a recorrer todo mi cuerpo empezando a sentir incluso ciertas ganas de empezar a viajar, aunque me resultara una estupidez. Claro que todo se fue en picada cuando escuché esas palabras de Roger, que tornó en ira esa emoción inicial, haciendo que mi mirara cambiara de calmada a una extremadamente fría, mientras me acercaba a él haciendo que mi cara se mantuviera a pocos centímetros de la suya.

— Cierto, tu vida no me importa lo más mínimo, sólo mi propia integridad y la recompensa, está bien, lo haré... Más créeme que lo hago por el dinero, por mi, si mañana no apareces me resulta irrelevante de todo punto... Solo digo que, no voy a estar queriendo perder mi tiempo para básicamente matarte...—. Expresé con una voz pausada, clara y extremadamente fría, denotando que realmente no era de los que permitieran que se le hablara de esa forma— Tu ganas, me caes fatal, voy a ayudarte a que te mates...—. Finalmente escuché las palabras de Otto y mis labios empezaron a tornarse en una sonrisa—Excelente... Olvidaba que ya te morías.

Finalmente me alejé de él y, habiendo escuchado lo que Otto decía le miré.

— Mira Otto, es una maniobra sucia, es cierto que no debemos entrometernos en lo que debe o no hacer, más en general detesto a los fumadores y a aquellos que se quieren quitar la vida por gusto, lo siento, me generan repulsión—. Añadí con calma.

 

Otto

"Me parece bien que hables cuando algo te disguste o repugna". Me encogí de hombros al escuchar la respuesta del gato. "No todos prefieren quedarse callado en tales situaciones". Lo que me parece bueno es que sea tranquilo y débil en expresar su opinión, no como otros que son más explosivos con tal de hacerse escuchar...

Le doy un sonrisa al primer gato cuando se fue acercando, sea de lo que sea que hablara con el conejo, al parecer se terminó.

"Me tengo algo de confianza para escabullirme entre esos silvestres o muertos, tampoco soy tonto para planear un enfrentamiento directo contra una docena de ellos".

"Pero, además, si voy solo pierde el sentido el moverse en equipo. Créeme, mí objetivo principal es saber si está cooperación funciona. Por eso deseo ir hacia donde podremos ponernos a prueba". Peleas por direcciones son de los desacuerdos más comunes, lastima algunas veces acaban demasiado mal.

"Un dato curioso". Levanto un dedo de pita apuntando hacía arriba. "Creo que el tiempo más macabro es de cinco minutos para arriba. Eres un gato, aún si no tienes esos gustos, no deberías ser ajeno a quienes les gusta jugar con su presa".

Nunca he visto un dragón y poco se de quienes libran batallas épicas contra ellos, pero no creo aplasten bajo sus garras a cualquier que se cruce inmediatamente. Esa es la actitud de quién teme perder.

 

Rash Colds

—Es una misión secundaria, como dicen los compañeros; servirá para ver nuestras habilidades y establecer los puntos fuertes del equipo. —se golpeó una pata con la otra en forma de puño. —La cooperación, la base de la confianza. —y miró a todos los animales, sonriendo. Luego miró al capitán. —Los muertos vivos son un problema. No solo lograremos la misión del tabaco si no que también le daremos descanso eterno a esos seres reanimados. —la voz fue con firmeza, aunque internamente estaba ansioso; muertos vivientes quería decir que un clérigo oscuro, o en el peor de los casos, un nigromante estaba por la zona. Se persignó nuevamente y se giró al resto. —¿Todos listos?

Contenido oculto

Slam yo pensé que tenía un arma!!!!! o tienen armas base +0?

 

Lanre

Recibió el dinero anonadado, la economía no era lo suyo, se gastó cincuenta monedas en pocas horas, debía ser más responsable ahora que cargaba con dinero ajeno; sujetó el saquito con ambas manos como si de algo delicado se tratara, después las guardó frente a su pecho; así no podrían caerse, y así tintinearían menos, no quería ir sonando mientras daba pasos.

Escuchó la discusión con su mirada triste, no le gustaba una desunión de su nuevo equipo —Creo que todos estamos siendo muy críticos de como cada persona vive su vida —mencionó Lanre al recordar su hogar y como todos hacían lo propio, inmiscuyéndose en lo más mínimo en las vidas ajenas, su padre que había vivido ya muchos años era sabio, y él le enseño a no ser prejuicioso; pero a ser cauteloso, pues la vida de un pato era muy corta.

—Ustedes son mis compañeros; pelearé a su lado y protegeré cada pelo, cada garra, cada arruga de sus cuerpos— mencionó sin ningún temor o vacilación —No los conozco; pero sus armas pelearán junto a mi espada; por eso para mi ya son mis amigos, confío en ustedes; pues sólo las grandes historias son narradas porque un grupo de personas sobrevivió para contarla, es muy raro escuchar de alguien que ha logrado todo en esta vida solo, siempre dependemos de alguien mas, por más pequeño que sea —sonrió —Vamos todos juntos a Shallowater; debemos comenzar a ver como funcionamos al unísono, pues si no logramos conseguir tabaco en equipo, dudo que podamos perseguir a un dragón— mencionó llevando su ala a la barbilla, imaginando como era chamuscado porque nadie cuidaba su espalda —Si, seguro.

 

Dellen
De nuevo, mi rostro esbozó una sonrisa, ignoro si eran las palabras de aliento o, que, en efecto sentía afecto por Lanre, pero asentí acercándome a él para dar una mirada aprobatoria a sus palabras. Tenía razón, al fin y al cabo, y aunque mantuviera una opinión disonante a la decisión tomada por la mayoría le agarre el ala amistosamente.
— Y tus plumas se mantendrán intactas siempre que tenga un hálito de vida y fuerzas para batallar Lanre, por mi parte no es que seas como mi amigo, ERES mi amigo y por lo tanto, de lejos, lucharé por protegerte y proteger al resto si es tu deseo—. Contesté en voz baja, más decidida— Creeme cuando te digo que rápidamente has acabado siendo alguien que me importa y eso es inusual.

Tras eso le dirigí una mirada al resto del grupo, esperando que las incomodidades y desavenencias acabaran simplemente quedando en básicamente una pequeña disputa lo cual no era inusual pues hace poco que nos conocemos.

 

Roger

Le sorprendió la actitud del gato, pues sólo pretendía dejar bien en claro sus condiciones, pero sin ninguna ofensa -Bueno, ahora estás siendo sincero, eso me agrada joven mago..- Le respondió con tranquilidad mientras el felino se retiraba algo ofuscado. Esa temperamental reacción le recordó a él mismo de joven, con el paso del tiempo su carácter se había ido templando y ahora en el ocaso de su vida ya podía ver esas cosas en perspectiva. Luego escuchó con una sonrisa de conformidad al clérigo y al pato, un hombre de fe y un ser de linaje sagrado podrían mantener a ese grupo unido así que estarían bien, pensó.

Contenido oculto

En cuanto todos roleen que están de acuerdo en ir hacia Shallowater partimos (salvo que no sea así xP)

 

Vite Horiazana

Dejé salir el aire por mi nariz de manera imperceptible, para luego ver como se marchaba Zer a reunirse con el grupo. ¿Por qué insistía? Pues bueno, supongo que me parecía curioso y eso era todo. Escuché las palabras de Roger y sonreí amplió a boca abierta, notando que lo convencí con mis palabras. Tal niño pequeño, con rapidez dirigí mi mirada hacia Zer, manos tras la nuca, sonriéndole a ojos cerrados, alegre. ¡Lo había logrado! Y lo beneficiaba a él también, ¿no? Luego me llevé las manos a los bolsillos, notando con calma y neutralidad el cambio entre el ratón y el otro gato. Fruncí el ceño con extrañeza ante las palabras de... ¿Dallen, esa? Creo que sí; bueno, observé a ambos por igual, notando su intercambio de opiniones, terminando por soltar un suspiro casi nasal, con bastante hastío.

De cualquier forma, no alcancé a comentar nada, siempre manteniéndome en la periferia del grupo, en una posición donde podía ver el rostro de cualquiera con un sencillo movimiento de cara. Mantuve mi ceño fruncido con algo de severidad, serio y con el corazón un poco acelerado, más que nada por la incapacidad de hablar debido a que no paraban de tirarse idea tras otra, y no me apetecía del todo cortarles en rollo. Se me arrugó el gesto en cuanto Zer mencionó lo del dragón, sintiendo toda mi garganta amarga...

Dioses, volteé a ver sobre mi hombro, con la seriedad estampada en la cara; mirando aquel mar calmo, aquella masa de agua que aislaba a mi querido hogar. Tenía que tener esperanzas, esperanzas de que todo iba... más bien, de que la gente importante estaría viva; solo idiotas como... yo, supongo, terminarían muertos por un dragón. Que a todo esto, ¿de dónde habría salido? Sacudí la cabeza con rapidez, buscando despejarme y volver a centrarme en el intercambio entre los chicos.

Otto parecía uno de los más centrados, a pesar de eso no oculté mi cara de disgusto y preocupación, ¿qué era eso de que sonaba bien luchar contra muertos? Bu-bueno, tenía su punto; comprobar que funcionábamos como equipo. Ladeé la cabeza entonces, fijándome en cada uno de los detalles que portaban... Sin siquiera percatarme, empecé a caminar por detrás de sus espaldas, encorvado y con las manos en los bolsillos, sigiloso y callado, circulando por la periferia algo ovalada que formaban todos.

Ratón; arco, espada... ¿esas eran dagas? A los gatos con solo de lejos me bastó para saber que solo llevaban consigo esos grandes palos... Lo mismo con Dash, una sonrisa amplia a boca cerrada se me formó al notar que era un verdadero peso pesado; la imágenes ya se iban formando en mi cabeza, con una facilidad conseguida por demasiados días de ocioso.

Mi caminata acabó en Lanre, justo cuando empezó a decir su discurso. Otras vez me tomé las confianzas y apoyé con cuidado mi brazo en su hombro, entrelazando los dedos de mis patas para dejar colgado el otro brazo y así estar más cómodo. Lo miré atento, con una sonrisa calma en mi hocico.

—Jejeje —reí grave y melodioso, para luego picar su frente con ligereza, sonriendo más socarrón—: Los escudos delante, los arcos en medio y los magos detrás —fui lo más preciso que pude con el pato, para luego llevarme las manos tras la nuca y tomar distancia, quedando en el mismo lugar que estuve antes de ponerme a dar una vuelta como idiota alrededor de ellos, de todas formas la sonrisa confiada se mantenía.

Sonreí más amplio ante la respuesta de Dallen, pero de todas formas mi ceño terminó arqueado más que nada... por algo de vergüenza ajena, quizás. ¡Vamos! Que sí nos atacaran ahora mismo, yo ayudaría a cualquier de los cinco; pero... supongo que demasiado pasional para mi gusto.

Mis pasiones se veían en otros contextos.
tehee.
​

—Jiji —solté cantarín ante el comentario de Roger, para luego brindarle una expresión amena—. Será un gusto trabajar para usted, capitán Roger—. Entonces me acerqué, extendiéndole mi pata para un apretón amistoso, sonriente a ojos cerrados—. No sé lo que le habrá llevado a depender de algo cómo el tabaco...

Y mis ojos serenos, negros como los suyos, sostuvieron la mirada de él sin ninguna pizca de soberbia; ni segundas intenciones, mucho menos provocación. Era una mirada vacía, porque lo único que importaba era mi sonrisa apacible.
>>Pero sí a llegado hasta acá, debe ser realmente fuerte, y admirable no me cabe duda—. Y cerré los ojos, sonriendo amplio mostrando mis cortantes dientes— ¡Tanto fantasmas decidiendo pasar sus penas con usted, debe ser realmente un gran conejo!

Me llevé las manos entonces a los bolsillos, para mirar a todo el grupo con lentitud, uno por uno.
—De acuerdo, sí me permiten sugerir algo...— Y miré con mi sonrisa confiada, pero más sutil, a cada quién que mencionaba—. Señor Dash.. ¿Otto, no? Y bueno—. Mi mirada terminó sobre la de Zer, sonriendo aún confiado, pero lejos de altanero o bromista, ni siquiera idiota; solo apacible—, Zer también: Me parece ideal que ustedes sean nuestro cerebro—. Entonces empecé a pasear mi vista por cada uno de los tres mencionados, para que ninguno se sintiera ignorado por mis palabras—; presiento que podrán mantener la calma, independiente de la gravedad de la situación.

Luego sonreí amplio, cerrando los ojos.
>>¡Ya han visto que yo soy un culo inquieto, así que no sirvo para planificar cosas a sangre fría!— Miré entonces a Lanre, sostuve su mirada casi con orgullo, sonriendo apacible y confiado—, tú compañero pato, serás nuestra moral, nuestra guía emocional; nuestro juicio en momentos de crisis.

Y cerré los ojos, con una sonrisa más extensa y risueña, tal vez en un intento de transmitirle confianza.
>>¡Pues eres respetuoso, inteligente, compasivo y, sobre todas las cosas; leal a ti mismo y determinado en tus creencias!—. Me acerqué entonces, lo suficiente para revolverle las plumas de la cabeza con cariño y mimo, siempre sonriendo con la confianza de un guerrero; no estaba siendo compasivo—. Y sí algún día te sientes perdido, no sabes qué está bien, qué es lo malo.

Y entonces me llevé las manos tras la nuca, sonriente a ojos cerrados.
>>¡Yo te puedo acomodar la ideas de un solo manotazo! Jeje...

Y luego miré a todos otra vez, calmado y por qué no, agotado y algo somnoliento.
—Creo que eso sería todo, ¿cuándo quieren partir? —agregué ladeando la cabeza, con una postura más holgazana tras llevarme las manos a los bolsillos—, y bueno; ¿desean ver ahora cómo nos formaremos en batalla, o mañana? ¡Yo ya tengo un par de ideas! —sentencié lo último a ojos cerrados, algo más alegre y aliviado.

Las cosas parecía que podrían salir bien, todos eran carne dura de roer en distintos aspectos; solo faltaba ver quienes tenían la mentalidad más frágil... y ya tenía un par de postulantes para eso.

 

Otto

Todos empezaron a moverse de una forma u otra, hablar y dejar salir sus sentimientos de compañerismo, amistad... y rayos. ¿En que momento el pato y el gato2 se unieron así? ¿Tanto así es el carisma del Pato? Solo veo inocencia que necesita ser educada, no protegida. O lo hacen entender la realidad de apoco o recibirá un mazazo en la cara cuando lo descubra por cuenta propia.

Cuando tenga el tiempo hablare con él, primero comenzare a enseñarle sobre el tabaco. En este viaje te quedaras sin inocencia o la perdida de parte de ella.

El conejo se fue moviendo como le de en gata, le hubiera seguido la pista, pero le vi inecesario. Que haga su llamada de atención cuanto quiera.

Pero. La verdad, inesperado que el conejo admitiera ser un culo inquieto.

¿Qué sea de cerebro dice? ¿Y qué es eso de apoyo moral? Creo quien necesita apoyo moral eres tú. Lo que sea, lo que evite que todos sean una panda de locos independientes.

...

Me vuelvo hacia el conejo, esta vez observando atento su movida. Arrugo levemente la nariz, sacudiendo mis bigotes en desagrado, ya me voy hartando de este humo. "Mira que tú sugeriste que sea de cerebro y bien abiertamente admitiste ser un culo inquieto". Para lo peor, de pocos tornillos firmes. "Si voy a hacer algo, primero arreglaría la peor variable de este grupo. Por si no lo adivinas, me refiero a ti". Le sonrió de oreja a oreja mientras voy quitando una basura imaginaria de los dientes. "Así que, cuéntame, ¿Me dejaras hacer unas preguntas sobre tú forma de actuar? Espero respondas en sinceridad". Si ya mismo comenzando en algo sencillo se tira para atrás, vamos a ver que tanto apoya sus sugerencias.

En eso me distraje un poco para las palabras del gato1, ladeo a un costado la cabeza al pensar en ese dragón. "Si es tal dragón, Erevan debería ir y conseguir unos informantes. No verlo es un tema, pero solo un idiota no seguiría de forma adecuadas las pistas de su recorrido". Aun si se tratan de simples aldeanos.

Para el final acabe suspirando, no es momento de ponerse a hablar de cada uno. Menos cuando parece ver lo más cercano a un acuerdo entre todos.

"Partamos entonces, me contaras lo quieras cuando puedas". Dije lo último hablando al conejo.

 

Salida de Everfall
​

Finalmente el grupo estaba encaminado y decidido a tomar una dirección concreta. Roger estrechó la mano de Vite con firmeza y el trato ya estaba cerrado, saldrían hacia Shallowater y volverían con el tabaco.

Al llegar a una de las puertas de Everfall, la que daba directo al camino que llevaba a la ciudad de destino, vieron a algunos guardias apostados en las murallas y en la entrada. Uno de ellos, un perro con una varita en la que titilaba una luz roja y hacía PIP....PIP, les realizó un cacheo con este elemento que detectaba si llevaban carne o algo ilegal en sus bolsos. Cuando estuvieron del otro lado, frente a ustedes se abría un sendero amarillo que conducía a Shallowater. A ambos lados del camino se desplegaba un alfombrado de menta y cada tanto podían encontrarse árboles frutales y algún que otro arroyo. La luna los acompañaba en el estrellado firmamento, iluminando sus pasos.

Contenido oculto

rapuma creo que querías platear tu arma antes de irte, si querés tu personaje puede decir "ahí vengo" en el medio de esto, pasarse por la herrería y volver a reunirse con el grupo

 

Rash Colds

El clérigo explicó entre prisas, moviendo sus patas con mucha rapidez; debía de ir a la herrería para optimizar su arma. El rano caminó todo lo deprisa que sus cortitas patas le permitían y pagó el dinero exacto para platear su enorme maza. Solo esperaba que el grupo le esperase en el puerto.

 

Lanre

Las palabras de Dellen lo sorprendieron; ya habían hablado al respecto pero pensaba que estaba simplemente siendo cortés; pero ahora volvía a remarcar sus sentimientos, algo que le tranquilizaba; le gustaba tener amigos, porque le gustaba confiar en los demás.
Después Vite mencionó que sería el guía emocional, aquello era una carga pesada, así como las monedas guardadas en su pecho. Aun así afirmó con seguridad, para seguir escuchando las palabras del conejo haciéndolo avergonzarse, mientras se rascaba la cabeza —Siempre un manotazo nos trae de vuelta a la tierra — dijo riendo.

Afirmó ante las palabras de Zer; era importante partir en ese momento, sin mayores retrasos. Otto también habló, haciéndole una pregunta interesante a Vite, debía de poner atención; el también quería aprender y saber como pensaba cada miembro de su equipo.

Al salir de Everfall; se perdió su mirada en el firmamento, amaba ver el horizonte, sin ninguna muralla estorbando la unión de tierra y cielo. Salió de su ensimismamiento y miró a todos —Oigan... —mencionó —¿Y Rash?— miró hacia el suelo preocupado de que alguien lo hubiera pisado.