[Capítulo dos] Continuemos.

El pequeño Len me pregunto si era maestro, su rostro estaba demasiado rojo que no pude evitar sonreír
—Por supuesto que no— dije entre risas bajas pues estábamos en la biblioteca— ¿Acaso es que luzco como uno? —pregunté mirándolo fijamente, este chico me causaba grandes impresiones, en nuestro dormitorio era muy callado pero ahora parecía tan natural...

 

Estaba con lenka-san hablando y en eso escuchamos un grito.— ¡Lenka onee-san! ¡lapis-san! —volte para ver al dueño de la vos, y lo encontre me di cuenta de que era len— ¡aquí en esta mesa!—volvio a gritrar y yo solo me le que de viendo*tonto estas en una biblioteca no en tu casa*pense en eso escuche como todos los que estaban en la biblioteca lo callaron, asi que yo y lenka-san fuimos asia len y rin a saludarlos y despues escuche a un chico detras de mi— Vaya si que hemos coincidido ¿Falta alguien? Oh por cierto, a ti no te conozco.—volte para ver quien era, y vi a un chico alto con pelo largo de color morado.— Mi nombre es Gakupo Kamui pero puedes llamarme Gakupo. — me dijo con una sonrisa y asiendo una pequeña reverencia, que iso que me sonrojara.—m-mucho gu-gusto mi nombre es aoki lapis—dije tarteamudando mi entras sonreia, y asia una pequeña reverencia igual a gakupo-san.

 

— L-l-lo si-si-siento si te ofendí —por un momento mi antiguo habito de tartamudear salió al darme cuenta que estaba en un error, mi boca temblaba y realmente estaba avergonzado, solo guarde un segundo silencio para sacar una sonrisa radiante— solo que te notas una persona madura y aparte eres demasiado alto —dije pensando en que yo era aún un enano.

 

—No te preocupes, siempre he destacado por mi altura— dije en voz algo apenada, de forma insegura volteé a mirar a la chica que se había presentado —Oh mucho gusto lapis-san, ¿Qué andan haciendo por aquí?— pregunté a todos en forma general. Len se había relajado visiblemente por lo que les sonreí de manera más natural

 

—Por cierto Kamui-san —dije viendo su postura, era firma y calmada, como una brisa de los pétalos de cerezo cayendo— ¿Tu sueles estar mucho tiempo solo? —desde que había llegado él no hablaba mucho e incluso cuando le conocí se había alejado de Shion-san y de mi, incluso se le veía solo, rara vez se acercaba a platicar— porque nunca hablas con ninguno, y bueno... —me acerque a su oído, casi subiendome a la mesa por su altura, para susurrarle— estoy desesperado por compañía de algún chico, ya me estoy cansando de hablar solo con chicas, es a veces algo incómodo —y así me aleje para sonreír— ¿O tu no piensas lo mismo?

 

El impacto de sus preguntas hizo que un leve sonrojo apareciera en mis mejillas
—Ja, ¿eso es cierto? Bueno, naturalmente la mayor parte del tiempo estoy solo porque me da la oportunidad de pensar y de relajarme pero eso no signifique que me guste, es más...Odio la soledad— en cierta manera era verdad, me gustaba ser querido, era un poco egoísta— Sinceramente, creo que este lugar esta echo absolutamente para chicas, solo he visto tres hombres en este lugar —dije acercándome a su oído como él lo había hecho y después reí como un niño aún sabiendo que estaba en la biblioteca.

 

— Ni que lo digas, y mi compañero de cuarto, Megurine-san es realmente serio y rara vez hablamos —callé un segundo en su oído— rara vez hemos hablado —dije con tristeza para alejarme y volver a sonreír— entonces... ¿Qué te parece la academia? ¿Ya escogiste un taller? Yo aún no puedo decidirme entre voz, violín o teclado —dije emocionado— me gusta el teclado, pero lo he tocado tanto tiempo que quisiera probar algo nuevo como el violín —y viendo que no había dejado hablar a Kamui-san me reí de mi mismo— lo siento, hablo demasiado —dije avergonzado, poniendo mi cara infantil de niño, rápidamente la cambie, era por ello que en mi antigua escuela me confundían a veces con una chica, o me llamaban shota o se me declaraban hombres, incluso recuerdo el acoso sexual, pensando en eso me puse realmente rojo moviéndome a todos lados como un robot.

 

—Me gusta que hables mucho, así jamás tendré ratos de aburrimiento contigo— conteste sonriendo sinceramente— Tienes razón, raramente hablamos con Megurine-san, siempre se le ve serio pero no puedo permitirme hablar de algo así cuando me acabas de decir que soy igual jeje —evité mirarlo pues ya estaba demasiado sonrojado y no quería incomodarlo más— Pues sinceramente la Academia es excelente, me encanta. Y en actividad estaba indeciso con los instrumentos que ya tocaba (bateria, guitarra acustica y electrica) por lo que decidi algo nuevo, al igual que tú me guié por el violin jaja— esta vez si lo miré fijamente esperando su reacción, ojala no pensara que lo habia dicho para no sentirme solo.

 

—Este... —ver la sonrisa sincera de Kamui-san hizo me sonrojara inconscientemente, en realidad no era tan hablador, al menos que fuera una persona muy conocida, pero quería volverme con más confianza y dejar de concentrarme solo en algunas cosas, quería también dejar de confundirme por sentimientos como el amor y empezar a hablar con más chicos para evitarlo, aparte Kamui-san me agradaba— perdona si sueno grosero —desvié mi mirada a mis manos casi llora, lo que iba a pedir era muy atrevido— ¿P-pu-pu-pu-pu-pue-do llamarte por tu nombre? —¡Lo había dicho y me estaba muriendo de vergüenza mientras le veía a los ojos de manera llorosa rogando que no se burlara.

 

Me tragué la risa que se me estaba a punto de escapar y le dedique una pequeña sonrisa, de amabilidad. Este chico era tan lindo que me provocaba ternura y a la vez gracia, nunca había conocido alguien así. De cierta manera, él me agradaba mucho.
—Claro que sí, ¿De manera que yo también puedo llamarte por tu nombre Len-chan? —dije haciendo énfasis en su nombre y mirándolo de manera sincera, esperando su reacción.

 

Mire sin decir mucho como Len-chan y Kamui hablaban, a mi no me gusta llamar tanto la atención por lo cual guarde silencio, fue entonces cuando sentí una mirada sobre mi, era Rin-chan, me miraba con una sonrisa...— Hola Rin —la salude mientras hacia un ademan con mi mano derecha y aun sostenía mi libro con la izquierda.

 

Me encontraba callada igual a lenka- onee-chan y lapis-san, nomas veia como gakupo-san y mi hermano len platicaban, en eso escuche que lenka me saludo y yo tambien la salude.—Hola lenka onee-chan—le dije a lenka tambien haciendo un ademan con la mano.—¿como has estado estos dias que no estuve presente?.—pregunte con una sonrisa viendo lenka onee-chan, hace mucho que no la veia, y queria saber como estaba y que habia echo todo ese tiempo.

 

—Pues bien Rin-chan —le respondí con una sonrisa— Rin-chan, ¿por que no te encontrabas aquí el primer día de clases? —indague curiosa, pero no se si ella quisiera responder a esa pregunta.

 

*Que le respondere a lenka one-chan, no puedo decirle que estaba con rinto se sentiria fatal si se lo digo, ya se inventare algo* pense.— es que una amiga mia me dijo que si podria enseñarle la academia, y por eso no estuve.—dije con una sonrisa*espero y se la crea*pense nerviosa, y en eso gale del brazo de lapis-san.—si no me crees mira aqui esta mi amiga.—dije con una sonrisa falsa, *rayos espero que no sospeche nada, ya que rinto dijo que cuando viniera le queria dar una sorpresa, y si se lo dijera lo mas seguro seria que me atacara a preguntas y... Mejor no*pense nerviosamente.

 

—Ah, pues es que como no estabas Len y yo nos habíamos preocupado —le dijo con una sonrisa, aunque ella se veía algo rara pero desistí de preguntar.— Nee Rin-chan que instrumentos tocaras? —le pregunte al momento que pasaba a otra pagina del libro que eran interesante en realidad...

 

—Nose tengo pensado meterme a vos, pero el piano tambien suena interesante ¿y tu lenka-san?.—lle pregunte curiosa.

 

—Pues tenia pensado meterme a guitarra —le dijo mientras me ponía a pensar, el piano también era una opción, pero siempre me gusto toca guitarra.

 

— ¡No me digas "chan"! —grité sin darme cuenta nuevamente a mi alrededor, nuevamente fui callado por todos los de la biblioteca y baje mi cabeza avergonzado a un punto de casi llorar, cuando decían mi nombre "Len-chan", el chan me hacía recordar que era pequeño y la razón por la que incluso decían que era afeminado e incluso por ello muchos chicos me acosaban como si fuera otra chica, me apena decir que era más popular con los chicos que mi propia hermana— soy un hombre... ¿Sabes? —me quejé ante Gakupo-san, con una mirada llorosa en reclamo.

 

Ver su mirada un poco deprimida me hizo sentir mal, jamás fue mi intención ofenderle, tal vez lo había hecho mal.
— Lo siento mucho, que te parece ¿Len-kun? o ¿Simplemente Len?— pregunté un poco preocupado, realmente no sabía como llamarle, este chico era muy complicado. Podía estar feliz y triste al mismo tiempo, de ahora en adelante tendría que dirigirme a él con más cuidado. Miré a la chicas que tal parecía se habían aburrido de nuestra plática y charlaban entre sí mismas. Claro, también lo hacía para evitar los ojos llorosos del rubio y así brindarle un poco más de serenidad al no encontrase con mi mirada.