[Capítulo dos] Continuemos.

—¿¡Qué demonios!? —trate de extender mis brazos lo más rápido, pero no pude atraparla correctamente y ella termino cayendo arriba de mi, dejándome casi sin aire— Rin... ¿Has subido de peso de nuevo? —ellas no dijo nada, aunque creo se molesto y yo solo empecé a reír.

 

Cuando me avente asia len no pudo estirar sus brazos y termine cayendo ensima de el y me dijo.— Rin... ¿Has subido de peso otra ves?—me dijo y me enoje en eso, len se empezo a reir y yo tambien me gustaba verle sonreir y reir, en eso me di cuenta de que len estaba muy cerca y me puse roja como tomate, y desvie la mirada mientras me sentaba alado de len.— Y ¿adonde bamos len.?—le pregunto cabizbaja, estaba tan roja, que ago ahora,

 

—No sé —entonces viendo lo roja que vi a Rin decidí gastarle una broma— quizás hoy veas a alguien que te guste —e hice una sonrisa maliciosa— estas tan roja que seguro te has enamorado o tienes fiebre —y empecé a reír para luego levantarme y ayudarla a pararse— primero deberíamos ir a la biblioteca a ver un poco el lugar, después podemos comprar algo en la cafetería y comer algo dulce como jugo de naranja —y con una sonrisa la tome de la mano.

 

—Si me parece bien.—dije mientras tomaba la mano de len y me levantaba, en todo el camino estabamos en silencio asta que yo rompi el silenco—¿toda via no te has decidido de un taller.?—le pregunte curiosa, la verdad es que yo tengo pensado en meterme en vos.

 

—No realmente —respondí mientras veía los árboles y pensaba que tan bonita es la melodía de ellos, estar aquí pero no estarlo, este silencio me permitía relajarme, igual tampoco era necesario decir mucho, cualquier cosa que dijera podría ser oportuna— por cierto Rin... —dije con una sonrisa— ¿Cómo esta Rinto Onii-san? —trate de hacer tema sobre lo que pasaba por hay— ¿No sabes si se nos unirá en la academia? —y por un momento pensé para soltar de risa— aunque si viniera seguro te le pegarías, cuando eramos niños era tu amor platónico y por ello terminaba durmiendo en la cama de Lenka Onee-san, ya que siempre te pegabas a Rinto Onii-san.

 

— ¡Len! —le grite toda roja en eso se me ocurrio una idea— tienes rason siempre he amado a rinto pero hermanito tu no te quedas atras con lenka onee-chan-dije y solte una risita, Tengo razon a Len siempre le gusto lenka, pense biendo las nuves.

 

—Cierto —me sonroje un poco pensando que quizás fuera así— creo que es bastante amable —y reí levemente— pero no puedes culparme, ya que ella siempre está ahí cada vez que necesito apoyarme en alguien —y mi mirada se quedo en las ramas de los árboles frente al edificio que tocaba— aunque daría igual si esto fuera amor, ya que ella prefiere a Rinto Onii-san —tuve una risa algo amarga para seguir hablando— por eso en el fondo, de niño desprecie tanto a Rinto Onii-san, porque siempre las chicas que amaba lo querían a él —me detuve frente a la entrada y le abrí la puerta a Rin— llegamos —y con una sonrisa le indique que entrará.

 

*Creo que ise mal en hablar de Lenka*pense Mientras entraba y veia la biblioteca con asombro.—guau que grande esta.—dije asombrada era demaciado grande, tenia muchos libros de todo tipos.

 

—Si —dije mientras buscaba si tenían cierta colección de el castillo ambulante— por cierto, no sé si quieras ver los libros de cuento de hadas, de aventuras, de terror... ¿Cuál te gustaría? —viendo a Rin un poco con la cara triste y buscando que ella sonriera sinceramente, decidí hacerle una broma ligera y me acerque a ella con una sonrisa maliciosa— porque a mi me gustaría leerte a ti —y fingiendo que iba a besarla la tome bruscamente acercando mis labios a los de ella a unos par de segundos para después echarme a reír y alejarme lentamente, y cual ver mi sorpresa al ver que su expresión era de...

 

Len se me acerco como si me fuera a besar cuando ya estaba muy cerca se echo a reir ya me suponia que era una broma asi que le dije cabizbaja.—boy a buscar un libro.—dije para luego irme corriendo a adentrarme mas a la biblioteca, la verdad era muy grande qur te podrias perder pare en nose donde y empeze a buscar un libro cual leer, la verdad no sabia si queria leer un libro o huir de len, en eso sin querer encontre un libro muy interesante me sente en el piso y me puse a leer.

 

—Ella se fue... —suspiré para mi, quizás si deberíamos realmente dejar de estar cerca— con ese pensamiento me adentre arriba a ver algunos libros de música para estudiar o distraerme, y sin darme cuenta al pasó de las horas quede dormido sobre la mesa donde leía, mientras soñaba con un mundo de bananas y música, un mundo de paz y tranquilidad para mis canciones.

 

Ya habia terminado de leer y me regrese donde estaba para buscar a len y lo encontre en una mesita dormido*se ve tan lindo... pero que cosas pienso* en eso me sonroje y me sente alado de len.—len levantate.—le decia moviendolo pero no despertaba asi que lo volvi a mover y nada.—tu lo pediste.—dije mientras sacaba mi celular y ponia musica a todo volumen, y saque mis audifonos y se los puse en los oidos.—ya.—dije puse la musica y entonces len...

 

— ♪Ese cielo escarlata de un brillante rojo cegador♫ —en mis sueños empezó a sonar música, y alegremente empecé a cantar, el sueño era profundo, pero mi cuerpo inconscientemente empezó a despertar para ver que la música venía de un celular, entonces note el volumen y mis oídos destrozándose, rápidamente quite los audífonos aventandolos lejos— ¿¡Qué demonios!? ¿¡Estás loca Rin!? —y molesto viéndola riéndose a mi lado agarre uno de los audífonos y se lo puse en el oído totalmente enojado.

 

-Yo también tengo que irme, nos vemos Kaiko, Aoi-sonreí y comencé a caminar, no me gustaba mucho estar con gente. A lo lejos vi un banco, entonces me recosté allí y me quedé dormida.

 

Me encontraba perdida, no recuerdo donde estaban todos— Hay Dios, ¿donde me encuentro? —me dije mirando a mi alrededor, creo que estoy en el estacionamiento, ¿como había llegado ahí? Dándome la vuelta me dispuse a ir a la biblioteca, no veo a nadie alrededor, seguro están en otro lugar, pero bueno, creo que iré a la biblioteca.

Camine un un buen rato hasta llegar a la biblioteca, me fui a un sector de libros de misterios y me dispuse a tomar uno para leerlo, el libro se llamaba "El libro sin nombre" raro nombre, pero haber como es...

Me pregunto cuanto falta para la próxima hora de clases...

 

Len se levanto y parecia enojado, pero no me aguante y empeze a reir, en eso len tomo un audifono y me lo puso en la oreja y brinque.— ¡Len! —le grite enojada Mientras me levantava quitandome el audifono y len como siempre se estaba riendo, asi que yo tambien empeze a reir con el, y me puse a pensa *asia mucho que no lo veia de esa forma* y sonrei.

 

—adios Haku-san—dije Mientras se iva, suspire y me le quede viendo a kaiko-san y le dije—kaiko-san yo tambien me tengo que ir pero a la biblioteca—sonrei y me fui despidiendome de kaiko-san, cuando llege a la biblioteca me sorprendi por lo grande que estaba asi que busque un libro para leer y encontre un libro llamado lapizlazuli me puse a leer cuando iba caminando sin querer choke con una chica—losiento mucho no me figaba por donde caminaba.—me disculpe con la chica, la chica era rubia y tenia su epelo atado en una coleta alta y por un momento me recordo a len.

 

Mire a mi alrededor, ella sonreía y yo suspiré en mi interior de alivio, empecé a ver el alrededor, y en las repisas estaban dos chicas viéndose, una era Lapis-san y la otra chica era Lenka Onee-san, entonces me sonroje un poco y por un momento guarde silencio, mi corazón de acelero y se detuvo pero no dije nada, mire un poco la mesa y mis manos y la voz de Rin no llegaba completamente a mi, entonces le pique el hombro indicándole a Lenka Onee-san y a Lapis-san, luego empecé a extender mi mano hacia arriba haciendo señales.

—¡Lenka Onee-san! ¡Lapis-san! —grité— ¡Aquí en esta mesa! —recuerdo que llame su atención, pero los demás de la biblioteca me callaron, me sentí realmente apenado pero muy contento al ver la sonrisa de Lenka Onee-san.

 

Wow. Había dormido demasiado estos días, el exceso de tareas me traía de un lado a otro, menos mal todo había acabado por lo que me dispuse a leer algo en modo de distracción.
—Veamos...un libro de terror estaría perfecto— la biblioteca estaba vacía por lo que elegí un rincón cerca de la ventana para leer, esto estaba tan tranquilo que simplemente quería estar ahí todo el día. Perdí la noción del tiempo y en cuanto me di cuenta el libro es mis manos llegaba a su final —Bueno, tendré que elegir otro —Me acerque a las repisas de libros, era sorprendentemente grande y eso me emocionaba.

—¡Lenka Onee-san! ¡Lapis-san! —escuché. Un poco molesto volteé a ver al dueño de la voz— ¡Aquí en esta mesa! — ¿Acaso el "Guardar silencio" había pasado inadvertido para el chico llamado Len? Estaba a punto de callarlo pero los demás alumnos se encargaron de eso. Un poco más calmado me acerqué a la mesa donde se encontraban los gemelos.

¿Así que todos hemos coincidido aquí no es cierto?— sonreí a ambos, ellos me miraron sorprendidos pero no dijeron nada. Lenka-san y otra chica que desconocía se acercaron a la mesa— Vaya si que hemos coincidido ¿Falta alguien? Oh por cierto, a ti no te conozco —dije mirando a la pequeña de cabello azul —Mi nombre es Gakupo Kamui pero puedes llamarme Gakupo— ofrecí una de mis mejores sonrisas seguida de una reverencia. La chica estaba sonrojada cuando volteé a mirarla.

 

—¡Oh! —exclamé cuando ese chico de pelo morado de acerco, de apariencia madura y con una sonrisa, desde que lo había visto me había preguntado algo, pero nunca habíamos tenido la oportunidad de hablar correctamente, aparte de mi compañero de cuarto era el único hombre que conocía y eso me animaba un poco— Hola... lleva tiempo pero me alegra verte —dije tranquilo, creo se llamaba Gakupo Kamui, si mi memoria no me faltaba— siempre he tenido una duda, ¿Eres acaso algún profesor Kamui-san? —dije con miedo a equivocarme y mi rostro estaba realmente rojo, en situaciones normales hubiera tartamudeado, pero estaba decidido a ser más asertivo y dejar de depender de la amabilidad de otros.