[Capítulo dos] Continuemos.

— Lo sé —dije alegremente— grito como loco "Mi nombre es Len, Len, Len" —dije imitando la voz de forma rídicula del rubiecito— aunque en realidad se veía bastante cómico —sonreí dando a entender mi agrado por el chico— pero es inofensivo decirle "shota", que aparte es una verdad, que hacerle inhalar humo de cigarro —comenté recordando la cara del rubiecito ante tanto humo en el ambiente y como estaba tosiendo— igual nos estamos llevando bien —sonreí— o eso creo, ya que Shota-kun es bastante amable a pesar de ser algo llorón, me agrada el chico.

 

Bueno Len es... Como un niño pequeño ¿no crees? - Le pregunté mientras reía levemente - Debo admitir que da ganas de molestarlo, sin embargo no me creo capaz de hacerlo, y menos si se pone a llorar si lo hago - Reí mientras me imaginaba a Len llorando - Aunque me pregunto que le habrán hecho para que se comporte de esa forma...

 

— No lo sé —dije algo serio— cuando llegue lo vi con un trapo tosiendo como loco mientras se disculpaba con el mafioso Cisne —recargue mis manos contra la pared para alzar un poco mi cuerpo— por eso me metí y empecé a molestar a Cisne-kun para que dejará a Shota-kun —sonreí alegre de mi acción— pero parece que SHota-kun se lleva muy bien con el pelo morado —proseguí con mi relato— ya que cuando vi le estaban pintando el pelo a un inconsciente pelo rosa —en ese momento calle, al recordar su rostro y facciones, tan parecidas a esa chica de mi pasado.

 

— Bueno... —al ver que Lapis-san guardaba silencio, concluí que era inútil presionarla— ¡Cuida de mi hermana por mi! —dije con una sonrisa, refiriéndome al tema de su dolor de cabeza, ya mañana me encargaría de ella.

Así empecé a caminar de vuelta a las habitaciones, y caminaba por los pasillos, me preguntaba si Luki-san estaría mejor y si Hatsune-san ya habría despertado o seguiría dormido, en eso al llegar a la planta que me tocaba vi sentados en el piso a Shion-san y a Hatsune-san hablando, alegremente y riendo... ¿¡Qué rayos!? ¿¡Está coqueteando de nuevo!? Iba a correr a gritar, pero en eso vi que Hatsune-san se ponía serio de la nada, un rostro muy parecido al que puso cuando vio a Luki-san mientras lo cargábamos al cuarto... ¿Qué pasaba?

 

— ¡Ah! —de pronto a lo lejos distingo una figura pequeña y amarilla, con el pelo algo corto y suelto, al inicio pensaba que era la chica plana que conocí en la tarde conjunto a la peliazul, pero entonces distingo su ropa y gritó— ¡Hey! ¿¡Eres Shota-kun!? —muevo mi brazo con alegría en espera de que se acerque, en realidad era de los pocos amigos que había hecho y cada día me caía mejor.

 

— Esto... —cambió rápidamente su rostro a uno lleno de alegría, me dejo un poco desconcertado pero...— ¿¡Me llamaste Shota!? —corrí hacía el lleno de enojo, ¿¡Cuántas veces debo decirlo!?— ¡Yo no soy un shota! —dije mientras le aventaba una patada en la cara con todas mis fuerzas, sin percatarme de Shion-san— ¡Lo siento! —dije al ver mis acciones y como Hatsune-san se tapaba el rostro con la mano derecha— Shion-san lamento viera esto pero Hatsune-san, él... —¿Qué hago! Me siento a punto de llorar de nuevo.

 

— ¡Basta Shota-kun! —dije riendo ante tal golpe— ¡Deja de llamarme Hatsune-san! —le pegue con mis dos dedos levantándome del lugar— puedes llamarme Puerro-sama o Mikuo —dije con una sonrisa— no soy tan grande como para que uses honoríficos tan raros ni soy un desconocido —al decir eso le di una fuerte palmeada en la espalda casi tirándolo— aparte si quieres que deje de llamarte Shota-kun, esta bien... ahora serán Len-chan —y al decir eso empecé a reír.

 

— ¡Idiota Mikuo! —dije tomándole la palabra a la vez que le daba una patada en el tobillo— ¡Vete al diablo! —pero después de verlo unos minutos, comence a reír, en realidad este tipo era un fastidio pero era bastante divertido— Entonces... ¿Acabas de conocer a Shion-san? —pregunté amablemente tratando de olvidar lo de hace rato.

 

Me levante lentamente del suelo mientras le daba palmadas a mi vestido para asegurarme de que no tenía polvo, cuando mire que discutían, sin embargo no parecía algo realmente violento, así que solo los mire hacerlo. Len preguntó algo para Mikuo-san sobre si nosotros nos acabáramos de conocer - Si, nos conocimos hace poco - Me tome la libertad de responder a pesar de que la pregunta no era para mi.

Lo siento se me fue el internet ;3;

 

No te preocupes, esta bien ja ja ja suele pasar

— Emm... —mi rostro se sonrojo levemente— Mikuo no... ¿No te ha hecho algo indebido? —no es que desconfiará de él, pero tampoco confiaba en él, era una persona amable pero un tanto pervertida por lo que pude ver con Yowane-san y Honne-san, fue una escena graciosamente violenta que no quisiera revivir— si es así... —hablé algo tímido— ¡Hagamelo saber! para que le castigue —dije con algo de valor, ya que no me gustaría que el le hiciera algo a mi valiosa amiga.

 

Ante el comentario del rubiecito, no pude evitar echarme a reír, ¿Qué imagen de mi tenía en su mente? ¿La de un violador? Que no me... No sé, era algo extraño y a la vez divertido ver a este niño hablando así, no lo conocía mucho pero no se me hacía de las personas sobreprotectoras, o ese fue mi pensamiento antes de decir algo.

— No le hice nada —metí las manos en mis bolsillos con una sonrisa— al contrario... —y cerré los ojos— ella fue la que me atacó con su belleza —dije seriamente— y me encerró en este laberinto sin palabras y aliento —quería ver la reacción del rubiecito, ¿Podría ser que esta chica le gustará? — una bella maga de la dulzura, tan suave y tierna como un helado de chicle —la tomé de la mano y le di un respetuoso beso en la mejilla— podría ser un mundo que nunca entenderás —y en mi mente ansiaba ver su reacción.

 

— ¿N-no-no-no m-me di-di-digas que...? —me quede paralizado, ¿¡Qué rayos estaba pasando!? Se que Shion-san es linda, pero algo así y la forma en que Shion-san no le dice nada, podría ser, tal vez...— ¿¡Están saliendo!? —grité como un tonto, en realidad no sería raro, pero a Shion-san no me parecía le gustarán los chicos como Mikuo, o eso pensaba, más bien la veía con alguien como Luki-san e incluso Gakupo-san.

 

Me había quedado paralizada por todo lo que había dicho Mikuo-san, todas esas palabras serían verdad o acaso solo trataba de provocar a Len, estaba segura que estaba roja hasta las orejas frente a ellos, y sin decir ninguna palabras, hasta que Len hizo una pregunta que me hizo salirme de mis pensamientos... ¿¡Saliendo con Mikuo-san!? Eso me avergonzaba aún más, ¡apenas y lo conocía! - Y-Yo... Q-Quiero decir... N-Nosotros... - Las palabras no salían, estaba realmente apenada por todo lo anterior.

 

Empecé a reír como un loco mientras veía a la tierna Kaiko-chan sonrojarse— Ya quisiera yo salir con ella —dije con toda sinceridad y una enorme sonrisa— pero apenas nos conocemos Len, así que dudo ella acepte una invitación mía a salir —puse una cara triste, pensando como eran mis pensamientos sobre esa chica que quise tanto tiempo, en cierto modo se parecía un poco a Kaiko-chan por su aura madura— ¿Verdad Kaiko-chan? —pregunté para reafirmar la idea mientras acariciaba su mano como diciéndole que no se pusiera nerviosa, ya que parecía como si la estuviera matando de tanta vergüenza, aunque era parte de mi molestar un poco a todos.

 

Mire a Mikuo aún sonrojada por todo lo que había dicho, me relaje un poco cuando acaricio mi mano así que solo me dispuse a asentir, supongo que lo conocía muy poco en este momento para aceptar una invitación como esa, claro que si fuera como amigos aceptaría. Suspire, mientras miraba a Len, a pesar de que había sido una broma, sus reacciones fueron divertidas, y suponía que las mías también, así que solo deje escapar una risita.

 

— Por cierto Kaiko-chan —dije al verla reír tan dulcemente— ¿Es normal que seas tan adorable? —en realidad era raro que una chica pudiera ser seria y a la vez alegre, con una sonrisa inocente y sincera como la de una niña pequeña, sus ojos grandes y su pequeña boca, me daban ganas de abrazarla fuertemente, pero era seguro se asustaría, ya que no parecía de las personas espontaneas— su mirada parece una pequeña estrella llena de esperanza —dije para mi, aunque esas palabras se escaparon accidentalmente, en realidad no había propósito oculto tras ellas, solo me agradaba la apariencia de Kaiko-chan y su personalidad me era amena.

 

-¿Ah? - Pensé en ello un momento con un poco de pena - Nunca me he considerado una persona exactamente tierna, así que creo que no podría responder esa pregunta - Y reí un poco, para luego escuchar el cumplido de Mikuo-san, por la cara que hizo al terminar de decirlo, parecía que lo había dicho por error - Sus ojos también son muy bonitos, Mikuo-san - Le devolví el cumplido con una sonrisa.

 

— ¿¡Mis ojos!? —reí un poco— parecen dos lagunas estancadas en un pantano —dije como chiste— mi hermana menor si tiene lindos ojos y mejor voz, en realidad mi único talento es incomodar a la gente —después de eso me estire un poco—pero bueno, dicen que no se puede tener todo en la vida... ¿Verdad? —y le guiñe el ojo.

 

A pesar de que Mikuo había evitado mi cumplido hacía sus ojos, yo realmente creía que eran lindos -¡Wow! tienes una hermana menor - Exclame con sorpresa -¿Es parecida a ti? - Le pregunte con curiosidad -No creo que tu único talento sea incomodar a la gente, seguro tienes algún otro talento, por eso has venido a esta academia ¿no? - La academia era para personas que tuviera algún talento musical así que sabía que Mikuo debía tener un talento oculto.

 

— Si, tengo una hermana menor —pensaba en que estaría haciendo la pequeña Miku— es muy parecida a mi y realmente tiene mucho talento, pero estaba indecisa sobre venir o no, así que no se si se unirá a la escuela —comenté eso muy a mi pesar, me hubiera fascinado estar aquí con ella— en realidad mi voz es muy parecida a la de mi hermana, pero tiendo a desafinar mucho, pero también se me da la batería —dije con una enorme sonrisa— me gustaría ver si hay algún club donde pueda especializarme en eso —comenté tranquilamente.