1.  
    Trekumy

    Trekumy Iniciado

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    Misterio/Suspenso
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    4
     
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    Hola a todos, hoy les traigo el primer capítulo de este fic que es un experimento medio raro que hice hace un tiempo. Espero que lo disfruten.

    --

    Los personajes no me pertenecen, son propiedad intelectual de Rumiko Takahashi, esto lo hago sin fines de lucro.

    Cantarella.

    Capítulo 1:

    -Idiota… Maldito estúpido, ¿cómo pudiste? ¡Te lo dije, una y otra vez! Lo repetí hasta el cansancio, pero tú tenías que ignorarme.

    Pateó sin ánimos una pequeña piedrecilla que había en su camino.

    -Siempre haces lo mismo, ¿será que piensas que intento dañarte? ¿Qué soy como el resto? Sabes perfectamente que nunca me aproveché, jamás te utilicé para mi beneficio, al contrario siempre estuve allí para ayudarte…

    Se detuvo un momento, rió amargamente mientras levantaba la vista al oscuro cielo.

    -No siempre estuve allí… hoy no estuve allí, hoy impediste que te siguiera, me impediste quedarme a tu lado, maldito… si sólo no hubieras comenzado a insultarme de esa forma, si sólo no me hubieras gritado que me odiabas, yo te habría seguido…

    Las cargadas nubes dejaron caer su peso sobre la solitaria y pálida joven que permanecía allí inmutable.

    -Debería odiarte, ¿sabes? Debería aborrecerte a ti, y a tu maldito recuerdo… pero no, no te odio, y sé que tú tampoco me odias, sólo lo hiciste para protegerme, porque… ¡Porque eres un estúpido, porque piensas que estoy hecha de cristal, porque no querías que corriera la misma suerte que tú!

    Sus lágrimas se confundían con la intensa lluvia que arreciaba, sus piernas comenzaron a moverse nuevamente, al principio con lentitud, pero cada vez con mayor velocidad.

    -¡Necesito verte, necesito demostrarte el gran error que cometiste! ¡Necesito que sepas que haberme dejado sola fue lo peor que pudiste hacerme!

    Corrió como alma que lleva el diablo, aunque en realidad parecía un espectro sin alma, guiado por su última voluntad, un cuerpo vacío con un último deseo.

    -Aquí estoy, mírame… ¡mira lo que has hecho! ¡¿Ahora te sientes satisfecho, crees que tu maldito sacrificio sirvió de algo?! Me mataste en vida…

    Cayó de rodillas frente a la lápida, con su respiración agitada por la carrera, y sus manos en el suelo, las uñas enterradas en la tierra, sus brazos actuando como soporte para su débil cuerpo.

    -No soporto vivir sin ti… no soy tan fuerte, no soy tan valiente, no puedo siquiera imaginar lo que sería seguir respirando sabiendo que no volveré a verte…

    Un fuerte ataque de tos, la obligó a cubrir su boca con la mano, cuando logró calmarse pudo ver la mezcla de barro y sangre en su palma, sonrió con satisfacción.

    -Al fin comenzó a hacer efecto…me odiarás por esto, lo sé… pero es la única forma de volver a verte… lo único que puedo hacer para estar a tu lado… por… toda… la… eternidad…

    Sus brazos ya no eran suficiente para sostenerla, cayó de lado mientras sus ojos se cerraban con lentitud, lo último que pudo ver fue ese nombre tan importante grabado en el mármol.

    Ranma Saotome”

    Continuará.

    --

    Saludos.
     
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    Naru-Chan

    Naru-Chan Usuario popular

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    Ahhhhhhhhhhh!!!!!!!!!Ranma murió????????!!!!!!!!
    Vale, al principio admito que no lo entendí, y tampoco sabia quien era la que estaba hablando, pero bueno después me di cuenta que era Akane y que lamentablemente el que murió era Ran-chan, la razón no lo se, al igual que lo que planea hacer Akane, aunque deduzco algo, pero prefiero saberlo mientras pasen los capítulos...
    Supongo que murió tratando de defender de Akane de algunos de sus tantos locos rivales, y bueno ella también dijo algo de un sacrificio....
    Gracias por haberme invitado, aselo de nuevo cuando subas la continuación si, sayito ^^
     
  3.  
    Trekumy

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    Virgo
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    Hola de nuevo, aquí dejo rapidito el segundo capítulo porque me tengo que ir a estudiar.

    Muchas gracias por el comentario Kagome :D A ver si con este capítulo se aclaran u oscurecen, un poco las cosas.

    --

    Los personajes no me pertenecen son propiedad intelectual de Rumiko Takahashi, esto lo hago sin fines de lucro.

    Capítulo 2:

    El sonido a algo hueco golpeando una madera fue seguido por un intenso dolor en su frente, levantó la cabeza confundida con una mano frotando la zona afectada.

    –¡Tendo, castigada por dormirse en clase, salga al pasillo!– ordenó el profesor muy molesto.

    Ella se lo quedó mirando como si se tratara de un extraterrestre, sin comprender donde estaba o que había sucedido.

    –Señorita Tendo, ¡obedezca!– volvió a decir el hombre impacientándose.

    –Akane, ¿qué te sucede?– le susurró Ranma preocupado por la extrema palidez de su rostro.

    Ella volteó a verlo lentamente, sin poder creerlo, él estaba ahí, frente a ella, el mismo rostro, los mismos ojos, la misma camisa roja, no había duda de que era Ranma, pero él estaba… y ella debería estar…

    –¡Tendo Akane, no me ignore!

    –A… Akane, ¿estás bien?– volvió a preguntar Ranma sintiéndose a la vez nervioso y preocupado por la extraña mirada que ella le dedicaba.

    Continuaba viéndolo fijamente como si con solo pestañear él fuera a desaparecer. Quería tocarlo, abrazarlo, besarlo, quería sentirlo a su lado, obligarlo a jurarle que nunca se iría, que nunca la dejaría sola. Pero temía moverse, descubrir que él sólo era un delirio ocasionado por la sobredosis de pastillas, y es que todo lo que vivió antes no podía haber sido sólo un sueño, aún podía sentir la textura de la húmeda tierra en sus manos, y el metálico sabor de su propia sangre.

    –¡Si no se retira en este momento la suspenderé por tres días!– amenazó el hombre furioso.

    –¡No será necesario, ella ya se va!– exclamó Ranma poniéndose de pie –¿Verdad Akane?- le preguntó mientras la tomaba de los hombros obligándola a pararse, y comenzaba a guiarla hacia la salida.

    –¡Y no quiero volver a verlos en lo que resta del día!– les gritó el profesor mientras cerraban la puerta, en un intento por recuperar algo de autoridad.

    Ya estaban afuera y él retiraba sus manos de los hombros de ella, mientras la enfrentaba viéndola con preocupación. Ella se recostó contra la pared, talvez todo lo que vio no fue más que una pesadilla, pero la debilidad que había sentido era real.

    –Escucha Akane, no te culpo por dormirte en clase de historia, pero al menos deberías evitar meterte en más problemas mientras aún continúas despierta– le dijo divertido intentando contagiarle algo de buen humor, o enojarla para que lo golpeara, o cualquier reacción, lo que fuera para que dejara de verlo de esa forma –. ¿Te sientes mal, que te está sucediendo? ¡Por favor dime!– exclamó al borde de la desesperación, se veía tan lejana, tan débil, tan no ella.

    –Tú habías muerto… – respondió sin emoción en su voz –No parecía una pesadilla, era algo tan real…– afirmó viéndolo asustada mientras frotaba la erizada piel de sus brazos.

    –Los sueños a veces son muy reales, tranquila aquí estoy y nada me pasará– afirmó con una sonrisa mientras se daba golpes en el pecho para demostrar su gran fortaleza –. Por lo visto tenemos el resto del día libre, ¿quieres ir a comer algo? Podemos regresar más tarde a buscar nuestras cosas- propuso guiñándole un ojo.

    Ella se limitó a asentir aún no demasiado convencida, pero cuando intentó dar un paso casi cae de bruces.

    –Disculpa, por algún motivo me siento demasiado débil– explicó mientras utilizaba los brazos de Ranma, que la habían rodeado al instante, como punto de apoyo para encontrar su equilibrio nuevamente.

    –Descuida, es una buena excusa– comentó despreocupado mientras comenzaba a caminar sin dejar de abrazarla.

    –¿Excusa?– le preguntó ella dejándose guiar algo sonrojada por la cercanía.

    –Es muy fácil, si alguien nos ve así, diremos que te sentías mal… Así podremos caminar abrazados tranquilamente sin que nadie nos moleste– explicó alegremente aferrándola más contra si.

    –¡¿Tú quieres caminar abrazándome?!

    –¡Claro, de eso se trata esto de ser novios! Aunque sea un secreto, se supone que hagamos cosas de novios… ¿no crees?– preguntó acariciándole la mejilla luego de cerciorarse de que el pasillo estuviera completamente vacío.

    –Ahora si no entiendo nada…– murmuró ella dejándose arrastrar por él.

    Minutos más tarde él regresaba con un par de latas de té helado, ella lo esperaba sentada en una banca del parque aún intentando asimilar tanta información, decirle que no recordaba en que momento decidieron aclarar sus sentimientos, talvez resultaría algo… ¿cruel?

    –Aquí tienes marimacho– le dijo tiernamente mientras le ofrecía una de las latas –. Gracias por el dinero, te lo pagaré en cuanto Nabiki deje de extorsionarme, lo prometo.

    –No te preocupes por eso…

    –Has estado demasiado callada, te sientes mal ¿verdad?

    –No es eso, solo…- comenzó a decir mirando distraída sus manos, en especial la tierra bajo sus uñas –.Aún me afecta ese sueño– finalizó intentando convencerse a si misma de que sólo había sido eso, un sueño.

    –Conozco una buena forma de que olvides los malos recuerdos– aseguró tomándole el rostro con ternura –. El otro fue increíble, pero estoy seguro de que podemos perfeccionar nuestra técnica– se acercó a su rostro con sus ojos brillando como nunca.

    Antes de lograr percatarse por completo de las intensiones de su prometido, él ya estaba besándola, era tal la ternura con la que movía sus labios y le acariciaba el rostro, que se dejó llevar respondiendo al beso, incluso profundizándolo. Él tenía razón, de esa forma era muy sencillo olvidar cualquier preocupación, ese tan ansiado beso, esa muestra de amor que él le regalaba, ese momento con el que tanto había soñado… se perdió en ese universo en el que sólo existían ellos. Aún así había algo que le molestaba, tanto tiempo esperando ese momento y ahora llegaba sin más, sin que hubieran luchado por ello, al menos sin que ella recordara como logró ganar ese gran tesoro que era el amor de la persona que más quería en el mundo. Pero este momento era demasiado importante como para prestarle atención a tontas inseguridades, así que se dedicó a disfrutarlo como nunca, abrió su boca en un intento por sentirlo con mayor intensidad, y él no perdió oportunidad, sin embargo luego de unos segundos se alejó de ella inexplicablemente.

    –Akane… sabes a sangre…– le dijo mirándola asustado –¿Qué está sucediéndote?

    Él también podía sentirlo, entonces no eran alucinaciones de su mente, asustada se puso de pie, no podía ser, lo que vivió antes de despertar en clase no podía ser cierto dio un par de pasos hacía atrás mientras su mente trabajaba a mil por hora intentando comprender algo. Pero en ese instante su mundo se tornó borroso, pestañeó un par de veces pero sólo logró que el hasta ahora leve mareo se volviera insoportable. Sin poder evitarlo cayó desmayada perdiendo la conciencia.

    –¡Akane!– lo escuchó gritar desesperado, antes de que todo se volviera negro.

    Continuará.

    --

    Espero que les haya gustado, agradezco desde ya a quienes hayan comentado, saludos y cuídense :D
     
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    Naru-Chan

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    Hola :3 lamento la demora de la respuesta, estuve ausente estos días y no he leído nada hasta ahora, y bueno tengo una tonelada de lectura todavía jeje
    Con respecto al fic, bueno este capitulo te confunde, al menos a mi, es decir primero Ranma muere o Akane piensa que es así, después se despierta en su salón y al final descubre que ella y Ranma son novios en secreto....
    La cosa es que eso es raro, no digo que no pueda ser, pero los dos son sumamente orgullos como para dar el primer paso, y Akane tenia sabor a sangre en la boca...da que pensar...y si no me equivoco ella nombro unas pastillas, ¿Se quiso matar y ahora esta soñando esto?...
    Cada ves llama mas mi atención, quiero saber que pasa en verdad, si Ranma murió, es un sueño o...un hechizo de Shampoo ¬¬
    Una ves leí un fic que tenia algunas cosas parecidas a este, y bueno no tuvo un lindo final U.U ojala que este si ^^ avísame de la conti, voy a tratar de no tardar tanto para leer :3
    Matta ne ^^
     
  5.  
    Trekumy

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    Hola aquí les traigo el 3er capítulo de Cantarella, espero que lo disfruten :D

    Los personajes no me pertenecen, son propiedad intelectual de Rumiko Takahashi, esto lo hago sin fines de lucro.

    Capítulo3:

    –¡Chica violenta no ser rival para Shampoo!– exclamó la orgullosa amazona.

    Abrió sus ojos rápidamente, la intensa puntada en su cabeza le hizo notar que había sido demasiado rápido. Se sentó notando ahora, un intenso dolor en la parte posterior del cráneo, al pasar la mano por la zona notó una extraña humedad, miró asustada su mano cubierta con sangre, ¿la misma sangre de su pesadilla? Su pregunta encontró respuesta cuando notó la filosa piedra en el suelo, donde antes estaba su cabeza, con manchas de sangre.

    –¡Ouch!– se quejó más por la impresión que por el dolor.

    –¡Niña torpe no saber cuando rendirse!– gritó Shampoo lanzándose sobre ella dispuesta a golpearla con su bombori.

    Por los pelos logró esquivar el golpe girando a un lado. Aprovechó el tiempo que le tomó a Shampoo desprender su arma de la tierra, para incorporarse y alejarse unos pasos intentando soportar el dolor en su cabeza, el cual tan brusco movimiento había intensificado.

    –¡Quedarte quieta para que Shampoo poder matarte!– ordenó la amazona enfrentándola.

    –¡¿Te volviste loca, cómo voy a quedarme quieta?!

    –¡Tú quedarte muy quieta cuando Ranma abrazar en Jusenkyo!

    –¿Jusenkyo?

    –¡Así ser, tú fingir estar muerta para preocupar a airen! ¡Y yo no perdonar!– sentenció mientras volvía a lanzarse hacía su víctima.

    En un intento por esquivar a Shampoo, cayó de espaldas al suelo, en ese momento pudo notar una lluvia de pétalos negros sobre su cabeza, los cuales desprendían un extraño polvo. No tardó en comprender de que se trataba cuando vio a la amazona caer inconsciente a su lado. Cubriendo su nariz y boca huyó unos metros, pero un lazo de gimnasia la envolvió por completo haciéndola caer nuevamente, mientras la tan conocida risa histérica resonaba en todo el parque.

    Como era de esperar Kodachi apareció en su campo de visión, sosteniendo el extremo de la cinta que la aprisionaba.

    –Te mataré…– afirmó la gimnasta con una mirada psicópata, más que de costumbre, y una sonrisa aterradora.

    –¿Q…qué dijiste?– Preguntó Akane intentando, sin éxito, liberarse.

    –¡Qué mi querido Ranma es sólo mío, él jamás le prestaría atención a alguien como tú!

    Luego de una serie de risotadas al más puro estilo de maníaco-desquiciada, lanzó un par de mazas con puntas directo a su víctima. Akane intentó soltarse con más fuerza, pero la cinta estaba demasiado apretada y el golpe en su cabeza la había debilitado mucho. Las mazas nunca llegaron a su objetivo, una figura se interpuso en el camino, esa figura que tantas veces la había salvado, lo hacía una vez más.

    –¡Ranma mi amor! ¡Jojojojo, sabía que vendrías a verme!

    –¡¿Qué demonios intentabas hacerle?!– gritó Ranma furioso lanzando los objetos de gimnasia a un lado.

    –Sólo pensaba en nuestro amor, ven a mis brazos, ¡ohh amado mío!

    –No vuelvas a intentar dañarla– le advirtió viéndola con seriedad luego de esquivar su intento de abrazo.

    Caminó hacía Akane ignorando el teatro que comenzó a hacer Kodachi, y se agachó a su lado para liberarla de la cinta.

    –¿Te encuentras bien, te lastimaron?– le preguntó preocupado cuando acabó de desatarla.

    –Estoy bien, no te preocupes– respondió mientras él la ayudaba a sentarse –Lamento que hayan arruinado nuestra cita– se disculpó mirando molesta al par de chicas que los observaban con furia.

    –¿Nuestra… ci…ci…cita?– comenzó a balbucear sonrojándose al instante –¿Segura que te sientes bien?– volvió a preguntar mientras la revisaba para cerciorarse.

    Él no recordaba su cita, ¿qué significaba eso? ¿Las dos situaciones que vivió antes habrían sido provocadas por su desmayo durante al pelea?

    –¡¿Demonios Akane que te pasó en la cabeza?!– le preguntó alarmado al percatarse de la mancha de sangre en su cabello.

    –Me golpeé con una piedra– explicó ella aún pensativa –Ranma, dime algo, ¿Nosotros somos novios?– preguntó tentativamente.

    Podría jurar que escuchó el sonido de una olla a presión soltando todo su vapor, y a continuación una serie de balbuceos sin sentido. Bajó la mirada, no necesitaba verlo para saber que estaría temblando de miedo ante la “aterradora” pregunta, se fijó en su vestido rosa, no era su uniforme de Furinkan, sin duda todo lo otro no había sido más que una ilusión. Esa certeza le resultaba tranquilizadora y decepcionante al mismo tiempo.

    –¡¿Akane me oyes?!– le preguntó él poniendo una mano sobre su hombro –Hace varios minutos que no me dices nada, te llevaré con el doctor para que te cure esa herida.

    Ella se dejó hacer sin decir más, aún se sentía confundida, sin poder evitar rememorar el sabor de él en sus labios, esa sensación permanecía tan vívida y real. Mientras se alejaba del lugar en brazos de Ranma, un fuerte escalofrío recorrió su espina cuando las miradas de profundo odio de Kodachi y Shampoo la atravesaron como si fueran dagas, una rechazada, la otra ignorada, no le quedó duda de que ambas juraron venganza en ese momento.

    –¡Doctor Tofú, venga por favor!– lo llamó Ranma entrando al consultorio.

    –Hola Ranma, ¿qué sucede?– preguntó el hombre saliendo de la cocina con una humeante taza de té.

    –Akane tiene una herida muy fea en la cabeza, y está muy rara.

    Akane continuaba en silencio esquivando las intensas miradas de Ranma, mientras el doctor acababa de asegurar la gasa que había colocado sobre la herida.

    –Bien, creo que eso es todo, dime Akane, ¿aún te duele?– ella se limitó a mover la cabeza negativamente –Por lo visto el golpe fue superficial, si te hubiera afectado internamente no podrías haber realizado ese movimiento– informó guiñándole un ojo a Ranma para tranquilizarlo –Dime, ¿sientes algo extraño? ¿Alguna otra herida?– preguntó el hombre más por costumbre que por otra cosa.

    –Siento gusto a sangre– dijo ella sin emoción en su voz, como quien se encuentra demasiado concentrado en sus pensamientos.

    –Veamos, abre la boca- se apresuró a pedir el médico luego de ver la expresión alarmada de Ranma –Mmm, yo no veo nada extraño, seguramente te hiciste algún corte pequeño durante la batalla y ya cicatrizó– explicó mientras apagaba la pequeña linterna que usaba para las inspecciones.

    Akane se limitó a asentir, mientras continuaba mirando la tierra en sus uñas, eso también podía atribuírselo a la pelea. Regresó a la casa con Ranma, debía dejar de pensar en esos sueños, intentó convencerse de que no eran más que eso, ya había despertado, todo había terminado, de nuevo regresaba a su vida normal.

    –¡Que bueno que regresan, estábamos todos muy preocupados!– los recibió Kasumi al llegar a la casa –¡Ohh Akane, ¿que te pasó en la cabeza?!

    –No es nada, sólo fue una pequeña pelea con las chicas.

    –Esta vez fueron muy lejos– comentó Ranma con intrigante calma, mientras se dirigía a la salida.

    –¿A dónde vas?

    –A ponerle un fin a esto, si siguen así tal vez la próxima vez no logre llegar a tiempo-explicó antes de cerrar la puerta tras de si.

    –Ven Akane, te calentaré lo que sobró de la cena– la guió Kasumi hacia la sala.

    ¿Cena? Si aún es de día…

    Ya había anochecido cuando Ranma anunció que había llegado, pero cuando Akane llegó al recibidor él ya no estaba.

    –¿Porqué se fue, no querrá que vea lo bien que lo pasó con ellas todas estas horas?– refunfuñó molesta cruzándose de brazos para regresar a su habitación. Un par de minutos más tarde dejó de murmurar insultos dedicados especialmente a su prometido, al escuchar el sonido de pasos en el tejado. Él siempre era tan sigiloso como un gato, sonrió pícara ante esa idea, aún así ella siempre lograba escucharlo. Solía ir a ese lugar cuando quería estar solo, talvez no debería molestarlo.

    –¡Seguro que va a soñar despierto con esas!– exclamó dejándose llevar por los celos –¡No voy a darle el gusto de dejarlo solo!

    Al llegar a la parte superior del techo, lo encontró con un botiquín abierto colocando lo mejor que podía unas banditas sobre su rostro.

    –¿Qué te pasó? Tus prometidas bonitas se pusieron muy… ¿pasionales?– preguntó parándose frente a él con los brazos cruzados y el ceño fruncido.

    –Anda búrlate– respondió molesto –Todavía que me preocupo por ti…

    Se sentó frente a él y tomó la bandita de sus manos dejándola dentro del botiquín, para sacar de allí un poco de algodón y alcohol.

    –Antes de tapar las heridas debes desinfectarlas– le explicó maternalmente, con una expresión totalmente opuesta a la de unos segundos antes.

    –Pero eso arde mucho– explicó inclinándose hacía atrás en un intento por esquivar el amenazante algodón que se dirigía lentamente a su frente.

    –No seas cobarde, siempre te pongo alcohol en las heridas, sabes que no es tan grave– dijo ella intentando limpiar la herida, mientras él la esquivaba con tanto temor como lo hacía normalmente con su comida –. ¡Si no te quedas quiero te haré doler más!

    Se quedó estático, casi como una estatua, si de algo era consciente era que cuando Akane quiere hacer que algo duela, eso realmente duele.

    –Entonces, ¿la cosa se puso muy fea con ellas?– le preguntó mientras curaba sus heridas.

    –Así es, estaban demasiado violentas, y los locos de Kuno y Mousse no ayudaron mucho.

    –Pero, ¿qué tanto les dijiste para que te dejaran así?

    –Las rechacé definitivamente…

    La bandita cayó de las manos de Akane que lo miraba boquiabierta.

    –¿Q… que tú las rechazaste?

    –Así es, traspasaron los límites. ¡No voy a permitir que te hagan daño! Ya saben que si vuelven a intentarlo les irá muy mal– explicó con fuego y decisión en su mirada –Aún debo hablar con Ukyo, pero ella no es peligrosa, además debo pensar en como hacerlo sin lastimarla demasiado.

    Ese Ranma maduro y decidido, ese que tan pocas veces aparecía, ese que la protegía de todo y de todos, como adoraba a ese Ranma.

    –No quiero que te arriesgues sólo por protegerme, ellas son más peligrosas de lo que parecen, ten cuidado de ahora en más, por favor– le pidió viéndolo a los ojos.

    –¿P… porqué no vas a dormir?– preguntó él cambiando de tema mientras giraba el rostro –Ya es muy tarde y el doctor dijo que debías descansar.

    –Esta tarde… tuve un par de sueños muy extraños, uno de ellos fue una pesadilla horrible, y… sé que es tonto, pero por algún motivo tengo miedo de volver a dormir- explicó avergonzada.

    –Tranquila, sólo fueron sueños, no te pasará nada– intentó reconfortarla pero ella seguía mirándolo de esa forma en la que se veía tan frágil y desprotegida –Emm… ¿Quieres que me quede contigo hasta que te duermas?– se atrevió a preguntarle aún sabiendo que le estaba dando motivos para llamarlo pervertido.

    Akane asintió tímidamente, por algún motivo no sentía que él quisiera aprovecharse o algo por el estilo. Ya en su habitación se acostó en la cama, mientras él se sentaba a distancia prudente, el silencio reinó los siguientes minutos, ninguno de los dos se atrevía a decir nada, pero tampoco parecían necesitarlo. Simplemente permanecieron allí en silencio, haciéndose compañía. Pronto comenzó a dejarse vencer por el cansancio.

    –Ranma…– lo llamó adormilada.

    –¿Si?– preguntó él acercándose.

    –Voy a dormir… no desaparezcas de mi vida…– le pidió cerrando sus ojos por completo.

    Lo último que sintió fue como él la arropaba y algo como… ¿una mano acariciando su mejilla?

    Continuará.
     
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    Naru-Chan

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    Aries
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    OWO, ¿ así que todo fue un sueño? si es que fue así, menos mal, lo único que se puede lamentar es lo de que son novios, pero en fin, supongo que eso siempre puede pasar en un futuro ^^
    Y todo lo que soñó fue por el golpe que se dio en la cabeza mientras peleaba con la loca de Shampoo, y para colmo de eso después viene la otra loca con aspiraciones, uyy que mujeres mas molestas U.U
    Por suerte Ranma llego justo a tiempo antes de que algo malo pase, y lo de después estuvo super, lo digo por el rechazo, haber si esas locas aprenden de una vez y se dejan de molestar ¬¬
    Neh y lo ultimo, lo de que la acompaño a la habitación, super Kawaii, que tierno de su parte ^^ aunque sabes aun después de todo eso aun me queda la duda de que porque sigue teniendo el gusto a sangre en la boca, o la tierra en las uñas, una es que eso en verdad tengan relación con lo que ella soñó, o simplemente tienen que ver con la pelea...
    En todo caso supongo que eso se sabrá mientras pasen los capítulos... avísame cuando subas la conti.
    Matta ne ^^
     
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    Trekumy

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    Gracias por leer esta humilde historia, aquí va el capítulo 4 :D

    ---

    Los personajes no me pertenecen, son propiedad intelectual de Rumiko Takahashi, esto lo hago si fines de lucro.

    Capítulo 4:

    –Vamos Akane, ya amaneció– escuchó la voz de Ranma hablándole mientras la sacudía levemente.

    –Mmm… ¿Ya? ¿Kasumi te mandó a despertarme?– preguntó somnolienta girándose hacia la pared sin abrir los ojos.

    –¿Kasumi, de qué hablas? Vamos Akane aún sigues dormida, date prisa dormilona.

    Abrió los ojos perezosamente para ver el rostro sonriente de Ranma a su lado. Luego de sentarse tallarse los ojos volvió a verlo, su cabello estaba suelto, cayendo sobre sus musculosos hombros desnudos, ahora que lo notaba no llevaba puesta su camisa, continuó bajando la vista y…

    –¡AAAHHHH! ¡PERVERTIDO!– comenzó a gritar como una loca empujándolo de la cama –¡¿CÓMO TE ATREVES A METERTE DESNUDO EN MI CAMA?! ¡TE MATARÉ, JURO QUE TE MATARÉ APROVECHADO!– continuaba fuera de sí, lanzándole cada objeto contundente que tenía al alcance.

    –¡Cálmate, creí que ya no volverías a despertar de esta forma después de nuestro primer aniversario!– se defendió él usando sus brazos como escudo.

    –¿Primer aniversario?– Preguntó desconcertada bajando la botellita de perfume que estaba apunto de lanzarle. En ese momento notó un par de “cosas” algo estorbosas que se movían libremente –¡Ahhh!– gritó cubriendo con la sábana su propia desnudez.

    –El tiempo pasa muy rápido, ¿verdad?– comentó él ignorando ese último grito –Es increíble pensar que en una semana será nuestro tercer aniversario, parece que nuestra boda hubiera sido ayer.

    ¡¿Tres años?!– se preguntó internamente confundida –¡V… voy a tomar un baño!– exclamó huyendo de allí lo más rápido que podía envuelta en una sábana –¡Y tú vístete!– le ordenó antes de salir.

    –¿Qué demonios sucede?– se preguntó consternada una vez se encerró en el baño.

    Su reflejo en el espejo le llamó la atención, si era ella, su cabello permanecía corto, y sus rasgos inalterables, pero de alguna forma se veía diferente, más… adulta. Dejó caer la sábana que la cubría.

    –¡¿De donde rayos salió ese par?!– se preguntó asombrada, viendo esos pechos aún más grandes que los de Ranma en su cuerpo de chica.

    Pero esa sorpresa no fue nada comparada con notar su vientre algo abultado.

    –¡Estoy embarazada!– exclamó dando un par de pasos hacía atrás mientras se cubría al boca.

    Necesitó respirar hondo durante unos instantes mientras asimilaba la idea, no sólo había despertado con Ranma, ambos desnudos en la misma cama, no sólo él afirmaba que llevaban tres años de casados y de hecho ella se veía más adulta, sino que además se acababa de enterar de que estaba embarazada.

    –Demasiada información…– murmuró en medio de un suspiro mientras regresaba frente al espejo, con sus manos apoyadas sobre los bordes del lavabo.

    Luego de unos minutos de meditación una extraña idea comenzó a tomar forma en su mente.

    –Es como si… estuviera viviendo distintas etapas de mi vida…– reflexionó viéndose nuevamente en el espejo –Será una buena vida– susurró con ternura acariciando su vientre, pero en ese momento recordó ese cementerio, esa maldita lápida –No… no lo será, ¡debo encontrar una forma de evitar que eso suceda!

    –¡Akane, ¿te encuentras bien?! Ya te tardaste mucho y necesito entrar o llegaré tarde– le habló Ranma desde el pasillo.

    –E… enseguida salgo– avisó ella –Si mi teoría es correcta tarde o temprano acabaré despertando en ese día, antes que todo sucediera, esa será mi oportunidad, lo evitaré aunque se me vaya la vida en ello, de todas formas acabaré muriendo– pensó decidida, ahora sólo le quedaba esperar el momento y hacer todo lo posible por cambiar la historia, o el futuro en este caso.

    Estaba a punto de lavarse la cara cuando un fuerte dolor en el estómago la desestabilizó, segundo con segundo el dolor se volvía más intenso. Sus brazos ya no lograban sostenerla por lo que cayó al suelo no sin antes golpearse la cabeza con el lavamanos, claro que esa pequeña herida en su cabeza no era nada comparado con el insoportable dolor de su vientre, no pudo evitar gritar desgarradora-mente mientras las lágrimas caían por su rostro.

    –¡AKANE, ¿QUÉ SUCEDE?!– preguntó Ranma desde el otro lado de la puerta preocupado por los gritos de su esposa –¡VOY A ENTRAR!– gritó decidido a tirar la puerta abajo, cuando no obtuvo más respuesta que gritos más intensos.

    De una patada desprendió la puerta de sus goznes, para encontrar a su mujer tendida en el suelo en posición fetal, apretándose fuertemente el estómago, y bajo ella un charco de sangre que se hacía más grande a cada instante.

    –¡DEMONIOS!– gritó, asustado como nunca, mientras la tomaba en brazos cubriéndola sólo con la sábana que había tirada por ahí, y llevándola al consultorio de Tofú lo más rápido que sus piernas le permitían.

    Media hora más tarde el doctor salía del consultorio, en la sala de espera Ranma había destrozado los pocos muebles que había, aún así el chico seguía con energías como para zarandear al doctor en busca de una respuesta rápida. A los pocos minutos Akane lo vio entrar a su habitación mucho más calmado, con paso lento y una tristeza tal en su rostro que parecía que su mundo se hubiera caído en pedazos.

    –Lo siento…– se disculpó ella secándose las lágrimas, no hacía mucho que se había enterado de su condición, pero esa pérdida inexplicablemente dolía demasiado, y más aún ver la depresión de Ranma.

    –No te disculpes, esto no fue culpa de nadie mi amor– la tranquilizó mientras le besaba la frente –Por suerte estás bien, me asusté mucho, si algo te hubiera pasado no sé que habría hecho– dijo intentando esbozar una sonrisa tranquilizadora, mientras le acariciaba el rostro.

    –Pero, nuestro bebé… él…

    –Voy a extrañar mucho a nuestra Noriko, pero juntos lo superaremos, lo prometo…

    ¿Noriko? Una niña y se llamaría como mamá…

    –Ranma, será mejor que dejemos descansar a Akane– sugirió Tofú entrando a la habitación.

    –No quiero dormir– se apresuró a decir ella mientras sostenía el brazo de Ranma –No puedo irme aún, quiero quedarme un poco más para consolarlo, no importa lo que diga, siento que todo esto sí fue mi culpa.

    –Lo siento mucho Akane, pero perdiste mucha sangre, es necesario que duermas– dijo Tofú mientras llenaba una jeringa con un líquido transparente.

    –Será lo mejor mi amor, tienes que cuidarte, hazlo por mi– pidió él mirándola con intensidad.

    Akane asintió embelezada por esos hermosos ojos que le trasmitían tanto amor, luego de que el doctor acabó de inyectarle el sedante volvió a dejarlos solos.

    –Duerme tranquila, me quedaré aquí contigo– le susurró con ternura mientras se acomodaba a su lado para poder abrazarla mientras dormía.

    –Gracias por todo…– murmuró somnolienta por el medicamento.

    No tardó en sentir como se hundía en la oscuridad, aunque aún podía sentir los brazos de él rodeándola, protegiéndola, amándola…

    Continuará.

    ---

    Bueno no sé si con esto se aclaró un poco la cosa, o se enredó más, pero creo que ya tienen una idea de lo que está pasando, sólo que aún no sabemos a que se debe ni nada. No se los diré hasta el final… lero lero XDDD

    Nos vemos.
     

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