—Ridiculo— puese los ojos en blanco un momento —aunque más que hermanos son hijos prematuros y padres agregados.
—Quizas venga de que nunca he tenido amigos de mi edad, siempre han sido chicos universitarios que me tratar como un hermano menor. Quizas si haya debajo de las clases de box, voleyball, futbol, basquet, dance poll.
—Bueno... —Dije intentando enderezarme para estirarme. —Ahora estás con los inmaduros de tu edad, ¿Qué tal si vas a pintarte las uñas con tus amigas?
—No hables en general— me molesta un poco que se lo tome tan personal —además que yo no tengo amigas— dije mirando a otra dirección. Me pare y puse las manos en los bolsillos de mis jeans -igual me puedo ir- casi me esta hechando así que intento alejarme a un paso tranquilo del lugar.
—Eh, no no... has entendido mal, puedes quedarte conmigo si quieres. —Hablé un poco nervioso, creo que lo he arruinado. —Puedes tener me como amigo... si quieres, claro.
Mire sobre el hombro, sonrei y me devolvi. —Tu has sido el que dijo que me vaya con amigas a pintarme las uñas ¿no? Lo que quize decirte antes es que no acostumbro tratar con chicas, son demasiado...¡Buagh!— puse una mueca de asco. —No se si me entiendes solo es que simplemente no las soporto, demasiado chismosas, dulces y con demasiados problemas existenciales. Yo trato de ser simple.— Me acerco hasta él y me vuelvo a sentar a su lado con mis manos todavia en los bolsillos.
Reí al verla, al parecer estaba hablando totalmente en serio. Me acomodé a su lado un poco más cerca. —Venga, a que no son tan malas, sí son desesperantes pero habrá que darles una oportunidad. —Suspiré y encogí los hombros. —Al menos has tenido amigos, no fuiste el bicho encerrado en la casa al que nunca se le rasparon las rodillas jugando futbol por quedarse estudiando.
—Tú no tienes otra opción a menos que seas gay, yo si la tengo aun así estoy abierta a posibilidades— una amiga no podría estar tan mal solo que simplemente no he encontrado una chica que no sea idiota. —Por más que lo dudes soy des las que puede quedarse en casa leyendo un libro antes que ir a una disco sin embargo tambien adoro ir a bailar y tomar algo con los chicos.
Apagó su grabadora y miró que el nido seguía vacío; no sabía cuanto tiempo había pasado mientras hablaba solo. A lo lejos vio a un par de alumnos, no los había visto con aterioridad; no se acercó a ellos pues un maestro debía evitar acercamiento fuera del aula; así que se levantó, sacudió su traje y comenzó a caminar por los jardines para ver si podía imaginarse una buena ruta para llegar a la tan deseada biblioteca. –Sé que la Escuela es nueva, pero debe existir un templo para los libros; si no es así mis clases tendrán que ser con computadores portátiles y eso no lo permitiré–
Golpeo levemente su hombro para notar su reacción —Hey, chico ¿dónde quedaste? ¿No eres gay, cierto? Era solo broma, no te molestes.
—Ouch, eso dolió, sólo intenté ser amable, ya sé porque no te llevas con las chicas. —Murmuré lo último para mi mismo, sabiendo que de escucharme me arrancaría el brazo muy posiblemente. —No soy gay, muy por el contrario, aunque comparto tu pensar sobre las chicas, de cierto modo. Me paré y sacudí mis jeans —¿Quieres ir a tomar algo? Veamos a quien nos encontramos.
—Ya iba a comentar algo, me agrada la naturaleza pero no quiero convertirme en árbol aquí afuera— empezamos a caminar al interior, suspire aliviada. —Me alegra que no seas gay, ya me habías preocupado. Por cierto ¿se puede saber que tanto murmurabas?
Caminé siguiendo sus pasos, respetando una distancia entre nosotros para no incomodarla. —Oh, que no soy gay, joder. —Gruñí molesto. —Yo no murmuré nada, debes haber visto mal, niña.
—Yo no he vuelto a decir que seas gay solo dije que me alegraba que no lo fueras, yo lo tomaria como un cumplido y lo dejaria así. Se que se puso a la defensiva pero no lo presionare, alento un poco el paso para acercarme más a él. —Tranquilo no te mordere antes de entrar en confianza— le sonrei picara.