The Hunger Games Camuflaje (Juegos del Hambre)

Bueno, aqui les traigo una historia que quise compartir aqui *-* acabo de terminarla y espero que les guste y que opinen que tal ^^
Gracias de antemano.

Camuflaje​

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Sangre. Pero eso no importaba realmente. La pierna me ocasiona un ardor horrible pero sigo moviéndome entre las hojas escapando de él, era una presa en aquel lugar, presa de todos, aliado de nadie. Pero eso no me preocupa tanto, no pienso ganar.​

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El dolor aplastante me gana y poco a poco siento que mis fuerzas escapan de mi cuerpo, miro alrededor mío y es cuando lo veo. Hojas, bayas. Sonrió al recordarlo. Tomo todo lo que puedo y sin perder tiempo comienzo a mezclarlo todo. Pintar, mezclar, combinar, era relajante tomando en cuenta que no quedaba mucho tiempo.​

Pinto mi piel dándole ese toque realista y me acerco al rio que destaca en la zona.​

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Me recuesto justo en la orilla y cierro los ojos esperando. Esperando la muerte porque, estaba seguro, no iba a ganar esto. Ella lo haría. Fue ahí que recuerdo la primera vez que la vi.​

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*Aquella vez que mi papá la señaló con una sonrisa mencionando que le gustaba su madre. Desde ese momento, no puedo quitarle la mirada. Y de nuevo la vi, en clase de música. Se levantó y canto. Su voz inundó toda el aula y entró por mis oídos para no salir nunca más. Mi corazón escuchó esa melodía atento. Sus ojos como dos lunas, su cabello en dos trenzas, ella era, simplemente hermosa. Me atrapó, me hechizo y ahora ella podría morir.*​

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Un estremecimiento recorre toda mi columna causando que se mueva mi pierna y gimo de dolor. Ella no, ella era increíble, logro escapar de Cato, ella ganaría.​

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No sé cuánto estuve ahí, inmóvil, siendo parte de la naturaleza, aquella que siempre me atrae. Los cañonazos suenan cuando todo se tornaba oscuro y solo en esos momentos abro los ojos atentos, con el temor ocupando cada partícula de mi cuerpo inerte. Pero su rostro no apareció y mi corazón recuperó su latir despreocupado.​

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Cuando ella supo que la amaba. Cuando le dije a todo el Capitolio y Panem lo que todo sentía. Una sonrisa curvó mi rostro al recordar su rostro lleno de furia, indiferencia, ardía.​

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Ya habían pasado los días y luego de morirme de hambre ahora ya no sentía nada. Solamente puedo tomar un poco de agua, lo suficiente para seguir vivo, la sed es espantosa. Los rayos del sol queman mi piel.​

A pesar de que escucho muchos tributos pasar por ahí, nadie pudo verme. Pero de igual manera escucho gritos de terror, respiraciones agitadas, muertes. No intento moverme por miedo a que la pierna me absorba con ese espantoso dolor. Pronto pasaría.​

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Entonces lo oigo. Aquella voz de Claudius:​

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“Hay un cambio en las reglas; los dos tributos del mismo distrito se declararán vencedores si son los últimos supervivientes.”​

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Y esa misma voz hace eco en mi cabeza. Por segunda vez la voz se escucha y el pulso se me dispara. Solamente puedo pensar en ella. Aquella chica que me roba el aliento, me hace suspirar, me hechiza con solo mirarme, la única que posee esos ojos que me hunden en su mar. Aquella chica que amaba con locura. Katniss.​

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Sonrió. Eso era increíble. A mi mente solo viene la imagen de su sonrisa adornando su rostro, lo cual hace que sienta una presión en mi pecho, una caricia.​

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Los pájaros cantan a la par del rio divertido que corría sin cesar. Puedo escuchar algo, pero el sonido fue tan débil que pienso que fue un insecto caminando. Toda esta tranquilo cuando suena.​

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― ¡Peeta, Peeta!​

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Un sinsajo canta en la lejanía haciendo eco de la melodiosa voz. Mi corazón palpita rápidamente al escuchar aquella voz que ahora escuchaba en mis sueños. No puedo evitar sonreír y mucho menos contestarle.​

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― ¿Has venido a rescatarme, preciosa?― logro decir sabiendo que ella odiaba aquel apodo.​

Logro escuchar cómo se mueve tratando de buscarme, mi camuflaje debe ser bueno ya que no puede verme.​

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― ¿Peeta?― hace una pausa― ¿Dónde estás?― espera que le conteste― ¿Peeta?​

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Comienza a moverse y no puedo evitar contenerme.​

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―Bueno, no me pises.​

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No puedo aguantar y abro los ojos. Un sentimiento me embriaga cada partícula de mi cuerpo cuando pude percibir su rostro. Hermosa. Ella está bien, estaba viva, algo masacrada pero no tenía heridas graves. Mi corazón exigía acercarme, tocarla, pero no moví ni siquiera un músculo. Deleitado me quede mirando su rostro. Me perdí en sus ojos.​

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Katniss. La chica en llamas. Aquella chica que amaba con locura había venido a mí, a mi vida y no la dejaría ir.​

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