Egin Se notaba que el creador, o los creadores, de la estatua le pusieron mucho mimo a su trabajo. La misma tenía tantos detalles que casi se sentía como si fuera real, daba la sensación de que en cualquier momento alzaría la cabeza para mirarme. Pero era llamativo cómo su rostro estaba cubierto por sus cabellos rubios. Me agaché y me incliné para ver si así podía adivinar la forma de su cara, pero fue inútil, estaba completamente oculto. Debajo de la estatua había una inscripción. La figura representaba a Artemisa, la Diosa de la Luz. Aunque me pregunté si de verdad tenía esa forma. No era muy listo, pero si algo había aprendido en este lugar, era que los dioses eran representados según los que sus devotos querían ver. Por eso era un detalle importante que esta diosa no tuviera cara. Aparte, ¿qué demonios creaba esta? El Sol y la Luna y la Muerte eran cosas que tenían sentido, ¿pero qué relación tenían con qué luz, si el sol ya había vuelto a brillar? Repasé de vuelta la inscripción: “Artemisa, que trae orden al caos, sea aquí venerada.”. —Ya veo… —musité, recordando el sendero por el que había pasado recién. Quizás era eso lo que cuidaba. Luego me giré hacia la mujer. Tenía cabellos rubios, como la estatua. No podía verle el rostro, como a la estatua. ¡Y estaba ante un altar, como la estatua estaba! Ante un altar invisible, creo. Me acerqué más a la mujer y la miré de cerca, intentando ver si se parecía a Artemisa.
La mujer alzó laa mirada, poco a poco. Ah, vaya, estaba... despierta. Su cabello rubio caía sobre su cabeza, cubriendo su cara. Seguía sin poderse identificar su rostro con claridad... —Ah. Hola, visitante. Uno de los famosos Elegidos, por lo que siento en tu éter. Su voz sonaba dulce, calmada. Tranquila. Era... era casi mágico escucharla hablar. Como si todas las inquietudes se fuesen serenando poco a poco, a cada palabr que decía. Música, era como música. —Bienvenido a la humilde Catedral de Artemisa, como los humanos tiempo ha decidieron llamarla. Asentada en los Campos Sagrados, estas paredes de mármol debían servir para rendir culto a Artemisa, la Diva de la Luz. Y ella la acogió con cariño, pero nunca le gustó demasiado. La figura que representaba a Artemisa era la de una humana. La Catedral, la construyeron humanos. Quienes podían hacer el camino, era los humanos. Solo vosotros, solo los humanos. Ese no era el plan original que tuvimos cuando creamos Edén, no. Artemisa no quería eso. La culpa es de vuestros ojos. Obsesionados con darle forma a todo, creíais que las diosas éramos de vuestra especie, porque no podíais ni queríais ver una forma incomprensible a vuestra mente, incomprensible a vuestros ojos. Y esa creencia que tuvisteis os hizo crecer en ego. Si las diosas son como los humanos, entonces los humanos son superiores: así pensabáis, oh, humanos descarriados. Me temo que erróneamente. Ese no era el plan. Vuestros ojos os hacen ver las cosas, y eso os hace diferenciar entre unos y otros, entre lo que es correcto y lo que no, lo que es bueno y lo que es malo. Sin ojos, sin sentidos, la realidad que os rodea sería la misma. Un vacío extenso, plano, moldeable, intangible. >> Pero os hicimos con ojos. Os hicimos con sentidos. Incluso a los varelkraft se los creó con la capacidad de percibir su alrededor. Si así fue... alguien debía poner orden a lo que veíais y sentíais. Y ese alguien debía ser una diosa. Cuando los mortales empezáis a dar orden a todo por vuestro propio pie, es cuando empiezan los problemas. Se levantó entonces, serena. C-Casi parecía que, cuando se puso en pie, aumentó su tamaño drásticamente. Al quedar de pie, la mujer alcanzó casi el doble de altura que la de Egin, con largas piernas y fina cintura. Pronto empezaron a surgir marcas, como tatuajes rojizos en sus brazos, y un halo flotante sobre su cabeza relució. Pequeñas alas blancas surgieron tras su espalda. La mujer sonrió con debilidad, mirando hacia abajo a Egin. Contenido oculto —Así es como queríais verme, ¿no? Sea esta mi forma, entonces. Me place recibirte, Egin, Elegido Buscadioses. Estás ante Artemisa, Diva de la Luz. Plantea tus preguntas ahora, con sumo gusto les daré respuesta. ¿A-Artemisa... en persona? >> Hablar con Artemisa: ¿Qué ha sucedido en los Campos? >> Hablar con Artemisa: ¿Cuál es tu papel como Diosa? >> Hablar con Artemisa: ¿No deberías estar "dormida"?
Egin La mujer poco a poco levantó la cabeza y fue así como me di cuenta que, en realidad, todo ese tiempo fingió estar dormida. Pero ni aún así pude distinguir la forma de su cara, sus ojos o la expresión de su boca. Los cabellos rubios seguían cubriendo cualquier rasgo del rostro que me permitiera identificarla. En un principio me resultó inquietante, pero la cosa cambió bastante cuando aquella mujer comenzó a hablarme, con una voz tan melódica y tierna que me aceleró el corazón y relajó mis músculos. Era muy agradable a los oídos. Pero luego comenzó a decirme cosas que al principio no entendí, por lo que ladeé la cabeza pensativo, embobado, mientras me relataba la historia de la construcción de esa catedral, y cómo la figura de la diosa Artemisa fue construida en base a la mirada de los ojos humanos, y todo lo que en el mundo definían. En un punto de su conversación asentí, pues yo era de una opinión similar respecto a la religión: odiaba todo lo que tuviera que ver con la misma, porque los devotos se hacían llamar voceros de los dioses y eso los hacía arrogantes, en mi opinión. Por eso, en un principio, me costó tanto relacionarme con Lotte; lo bueno era que habíamos hecho buenas migas al final. Pero entonces la mujer dijo “Os hicimos con ojos” y me quedé bastante tonto del desconcierto… ¿Por qué de pronto hablaba como fuera ella parte de la creación de Edén? Dentro de mi cabeza se produjo un remolino de intriga, confusión y un poco de espanto ante lo desconocido. Y para cuando volví a fijarme en ella, se había puesto de pie. Era dos veces más grande que yo… Y tenía una aureola… Y alas… Su cara seguía siendo un misterio... Pero aún así… Me pareció hermosa. Me quedé mirando hacia arriba, boquiabierto. “Me place recibirte, Egin, Elegido Buscadioses. Estás ante Artemisa, Diva de la Luz. Plantea tus preguntas ahora, con sumo gusto les daré respuesta.” Oh, cielos. ¡¿La mismísima Artemisa?! —Eh, yo, bueno, digo, digo... —empecé a balbucear, atrapado por su aspecto, confundido por la situación y sorprendido de que estuviera frente a una diosa— Primero y principal, un gusto, buenos días, el placer es mío —estaba tan nervioso que decía ridiculeces. Estuve a punto de extender la mano para saludarla, pero me atajé al darme cuenta de que estaba demasiado alto para alcanzar la suya. Me quité el casco y me froté los cabellos. Me dolía la cabeza de tanto pensar. Empecé a chistar con la lengua mientras buscaba las palabras. —Yo… No sé qué decir… —dije, recuperando un poco el aliento—. Digo, ¿qué haces aquí? —pregunté— ¿No deberías estar “dormida”?
Artemisa sonrió, casi enternecida por la pregunta del Elegido. Como si fuese un niño que había preguntado algo obvio, y ella una madre que lo veía adorable por su inocencia. —Querido Egin, ¿qué es para ti el sueño? ¿Cerrar los ojos y abandonar la vigilia? Esa parece una descripción acertada según vuestro entendimiento del mundo, ¿verdad? >> Sin embargo, hay quienes duermen pero, con todo, pueden moverse e incluso hablan. Y hay quienes sueñan, y son conscientes y piensan, pero en un mundo distinto, el del sueño. Existiendo todas esas opciones entre vosotros, los mortales, ¿por qué habría de extrañarte que una diosa dormida esté presente ante ti y hablándote? La diosa se recolocó el cabello, calmada y serena. Todo en ella era tan... relajante. Tan calmado, tan estable. —... nuestro sueño divino no es otra cosa que una paralización de nuestra influencia en Edén, y un encierro de nuestras conciencias en un lugar concreto. Eso es lo que ha sucedido. Y yo, personalmente, me encuentro aquí, encerrada en esta Catedral. Una influencia oscura ha afectado nuestra labor de diosas, y ha revertido prácticamente todo lo que hemos creado. Ha pretendido devolver Edén a su estado original, y para ello, nos ha intentado neutralizar, encerrar, ocultar. Solo un pequeño ápice de nuestros poderes sigue activo. Ese es el sueño de las diosas. >> ... pero déjame decirte, Egin. Yo soy la que... tiene el sueño más ligero. Debo mantenerme todo lo despierta que puedo. Como Diva de la Luz, título que vosotros los humanos me disteis, debo proteger las tierras que creamos. El caos es demasiado grande solo con Zalera y Zoa en estado de estasis, pero... si yo cayese al completo, el desastre sería irreparable. Así que la labor de Artemisa es de las más importantes, ¿no? ¿Tanto como... dar vida y proporcionar muerte? ¿Qué labor divina podía ser más relevante que esas? >> Hablar con Artemisa: ¿Qué ha sucedido en los Campos? >> Hablar con Artemisa: ¿Cuál es tu papel como Diosa?
Egin La diosa Artemisa respondió a mi pregunta con otra pregunta, lo cual no me pareció del todo justo en principio porque el que había preguntado primero era yo. Aun así, atrapado por el dulce de su voz, me puse a pensar en una respuesta que estuviera hasta la altura, pero dejé de hacerlo en cuanto la deidad continuó hablando, dándome cuenta de esta forma que eso no era más que una pregunta retórica. Guardé silencio y casi me sentí un niño escuchando a alguien que lo está educando. Ella me dijo que el sueño que estaban teniendo era algo diferente a como todos lo estábamos entendiendo. Tenía razón al sugerir que yo había imaginado algo así como a las diosas en una cama, cubiertas por capas y capas de sábanas mientras un gorrito condecoraba sus cabezas. No, la realidad era muy diferente, de acuerdo con las palabras que me dijo. Esta diosa que tenía enfrente, tan imponente y hermosa, estaba, aun así, dormida. Aunque no estaba dormida del todo, no. Artemisa me confió que no estaba tan dormida, y remarcó la importancia que tenía para nuestro mundo mantenerse despierta. Porque si no, todo se terminaría. Sentí un escalofrío. —Perdóneme, señorita Artemisa, pero sigo sin entender —"no solo porque soy humano", pensé para mis adentros—. Si todo depende que te mantengas despierta, ¿cuál es tu papel como Diosa? Estaba pensando en eso mientras miraba esta figura de cerámica.
—Me alegra que preguntes eso. Es una pregunta a la que los humanos nunca habéis sabido dar respuesta. Aunque el título de "Diva de la Luz" me gusta, he de reconocer que no es exactamente preciso. Sí que considero que doy Luz a Edén, pero no en un sentido literal de las palabras que los mortales usáis, pues tal tarea es una que no me corresponde a mí, sino a Auro, Sol del Edén. Mucho habéis teorizado al respecto, me temo que sin demasiado éxito: unos pensáis que os di inteligencia, otros que soy la que os ofrece la posibilidad de usar milagros y usar la fe. Pero no, no es esa mi tarea. >> Mi tarea... es dar orden. Crear la forma de las cosas que vosotros veis y sentís con los ojos que os dimos. Si ves un bosque, un campo, un lago, quizás una montaña en la distancia... todo ello ha sido obra mía. Yo moldeé una tierra yerma, lo que vosotros consideráis como "vacío", y le di forma. Creé todo cuanto ves. Esa es mi "Luz": os ofrezco luz para que veáis el mundo. Le doy luz al vacío. Le doy forma, si prefieres el término. >> Por eso, las otras divinidades leales a las de nuestra especie y yo, cuando sucedió este repentino e inesperado ataque, decidimos concentrar todas nuestras energías en mí. Ahora, gracias a la fuerza de las demás, puedo mantener mi influencia ligeramente activa. Y es que, si no lo hiciese, todo Edén quedaría reducido al vacío original. Y no habría salvación posible. De modo que... ella era la que daba forma al mundo, ¿eh? Ciertamente, lucía como una tarea muy importante: era difícil imaginar cómo seria un mundo sin forma, un vacío. De hecho, era imposible visualizarlo; uno podía imaginarse un escenario negro, completamente oscuro, pero, ¿no era la oscuridad, en sí misma, algo? ¿Se le podía llamar "vacío", entonces...? Sea como fuere, Artemisa sonreía, calmada. Esperando otra pregunta, pacientemente. Casi como si supiese lo que Egin iba a preguntar. >> Hablar con Artemisa: ¿Qué ha sucedido en los Campos?
Egin Si no había entendido mal, lo que hacía la diosa Artemisa era dar forma a las cosas. A todas las cosas que uno podía ver; como bien dijo ella, desde una gran montaña hasta las pequeñas rocas que eran parte de los caminos; desde una hoja hasta todo un bosque. O al menos eso era lo que llegué a comprender, pues me costaba un poco asimilar las cosas que me estaba contando. Artemisa era el sostén de nuestro mundo, por así decirlo. Lo creó amasando el vacío mismo… Aunque… ¿Qué era un “vacío”? No lo tenía claro, sólo supe que volveríamos ahí si algo malo le pasaba a Artemisa. Volví a mirarla. Ella en ese momento sonreía y yo, que a veces no podía con mis instintos, sentí el deseo de protegerla y de decirle que todo estaría bien. Pero ambos sabíamos que quien tenía que preocuparse por su propio bienestar… era yo. Suspiré, triste y preocupado. —Pero si tu deber está en dar luz a nuestro mundo… —señalé la puerta por la que había entrado— ¿Cómo puedes explicar todo aquello? ¿Qué ha sucedido en los Campos?
Artemisa asintió. Parecía que había estado esperando esa pregunta, y su asentimiento fue más un gesto para indicar conformidad, para indicar que todo iba según lo previsto, que una respuesta. —Curioso, ¿verdad? Cómo los campos, el hogar de la Diva de la Luz, son el lugar con menos "Luz" de todos, ¿eh? La explicación es sencilla. He dejado voluntariamente que las ilusiones drenen este lugar, que entren en él y se expandan libremente. La distorsión aquí ha empezado a producirse porque yo lo he permitido. Cuando compartimos poderes entre nosotras las distintas diosas, tomé sus fuerzas para mantener la mayoría de zonas de Edén estables, pero no habría tenido fuerzas para que todas permanezcan inalterables. La influencia oscura sigue afectando, y yo sigo estando dormida, aunque no haya caído tanto en ese sueño. Simplemente decidí que si había que sacrificar algo o alguien, eso sería mi propio "hogar", y sería yo misma. Por eso aquí en los Campos ves todo este caos, ves esta escena tan nefasta. Trozos de mis creaciones se aglomeran en un solo sitio, informes, descontrolados. Y las ilusiones se han abierto camino aquí. Ilusiones... ¿serían esos extraños seres? —Elegido. Me temo que en mi estado actual va a ser imposible que logres tu cometido y me despiertes. Este rostro que aquí ves no es sino una proyección de mi conciencia, no es mi verdadero cuerpo. He estado aguardando a tu llegada... y es que no sé cuánto más lograré aguantar aquí. El éter empieza a escaparse entre mis dedos, y el sueño me azota con fuerza. Por eso, te ruego que encuentres tu camino hasta mí y acabes con todo, para devolver los Campos a su estado original y proteger Edén del eventual desastre. Te imploro que explotes los campos en busca de las estatuas que un día los peregrinos visitaron en su peregrinaje hasta esta catedral. Son seis las estatuas que has de encontrar; rómpelas, destrúyelas. Se han convertido en el sello que mantiene mi cuerpo encerrado, obra del maléfico aliado de esa gran oscuridad. Suerte tengo de poder proyectar mi conciencia. >> Elegido Egin, oye mi súplica: sal fuera, afronta los peligros con valentía, y deshaz mi sello. Ten: te prestaré una breve parte de mi poder. Úsala donde veas luz para que la deformación se altere. No conseguirás una coherencia, no, pero, al menos... lograrás por un instante alterar lo que veas. Lentamente, Artemisa se fue difuminando, desapareciendo su forma ante Egin. Todo lo que quedó de ella fue una esfera de luz, descendiendo hasta sus manos. Cuando llegó hasta él, se materializó, con forma de cetro: un pequeño bastón blanco con una esfera plateada decorada con alas del mismo color en el extremo... Obtienes Cetro de Artemisa.
Egin Todo este asunto tan enredoso debía ser de una gran importancia si la propia Artemisa había decidido sacrificarse para mantener un poco de orden en medio del desastre. Debía ser muy duro tener que dejar a tu propio hogar ser consumido por la oscuridad. Y por lo que había dicho, esas criaturas que había enfrentado en mi camino hasta aquí eran las “ilusiones”, los enemigos a los que se refería. Me encargó la misión de destruir seis estatuas, a las que antes rezaba la gente, pero ahora se habían convertido en un medio para mantenerla a ella sellada. Al final Artemisa se desvaneció, porque no era ella sino una proyección mágica. Me entregó un báculo muy extraño que al parecer tenía parte de su poder. Me quedé mirándolo un instante, en medio de la silenciosa soledad. Tragué saliva con dificultad, temeroso por la responsabilidad que acababa de tomar. Esperaba hacerlo bien, si eso era para proteger a los que aún quedaban con vida en este mundo. Guardé el báculo detrás, entre el martillo y el hacha. En el lugar había cuatro puertas. Suponía que cada puerta conducía a un camino diferente en cuyo final me aguardaban las estatuas. Elegí la puerta de la derecha.
Camino tétrico - Zona de avance Salió Egin fuera de la Catedral, solo para alcanzar un camino que, como todos, estaba deforme, lleno de toda clase de locuras. Claro que, en esta ocasión... caminaba sobre cenizas, que a veces parecían más bien barro. Sus alrededores eran oscuros, con edificios, pequeñas elevaciones montañosas y árboles, todos de colores grises. Y el hecho de que fuese de noche no ayudaba en absoluto. Allí todo parecía falto de color. ¿Sería esa falta de color otro de los efectos de la falta de poder de Artemisa? Casi parecía que el vacío empezase a crecer por la zona, sí, pero Artemisa estuviese, con pocas fuerzas, reteniendo su poder. Un poder débil: por eso había formas, pero todas eran... oscuras. El resultado, al final, era un camino tétrico que descendía, casi como fuese a descender al mismo infierno. 5 posts para el final Individual 1- Nada 2- Nada 3- Nada 4- Enemigos 5- Enemigos 6- Enemigos 7- Nada 8- Nada 9- Nada 10- Enemigos Dobles 1- Nada 2- Nada 3- Enemigos 4- Enemigos 5- Enemigos 6- Enemigos 7- Nada 8- Nada 9- Enemigos 10- Enemigos
Egin [1/5] Me adentré en el camino que se abría más allá de la puerta. El cielo estaba completamente negro y todo cuanto yacía en la tierra estaba desprovisto de color, tan sólo eran objetos de un triste color gris. Caminaba despacio y atento, mirando con cuidado hacia mis costados. El silencio que reinaba en el lugar era absoluto. Esto debía ser un efecto de lo que le ocurría a Artemisa. Me pregunté qué tan bonito se vería este lugar si ella estuviera un poco más despierta. Contenido oculto 5 posts para el final Individual 1- Nada 2- Nada 3- Nada 4- Enemigos 5- Enemigos 6- Enemigos 7- Nada 8- Nada 9- Nada 10- Enemigos
Una vez más, tres de esas extrañas ilusiones aparecieron frente a Egin. Tétricas, flotantes, sin un cuerpo definido... ILUSIÓN HELADA A Salud: 700/700 Movimientos: ??? Debilidades y resistencias: - Resistente a daño cortante (x0,75) Drops: - Manto etéreo (41-70) - Nada (71-99) Éter obtenido: 260 (individual) / 460 (dobles) ILUSIÓN HELADA B Salud: 700/700 Movimientos: ??? Debilidades y resistencias: - Resistente a daño cortante (x0,75) Drops: - Manto etéreo (41-70) - Nada (71-99) Éter obtenido: 260 (individual) / 460 (dobles) ILUSIÓN HELADA C Salud: 700/700 Movimientos: ??? Debilidades y resistencias: - Resistente a daño cortante (x0,75) Drops: - Manto etéreo (41-70) - Nada (71-99) Éter obtenido: 260 (individual) / 460 (dobles)
Egin Allí estaban de nuevo. Esas Ilusiones heladas. Uno no sabía si el frío que traían consigo se debía a su naturaleza gélida o al hecho de que eran espeluznantes. Por suerte, yo sabía qué tenía que hacer. >>Moverse: Cerca + Habilidad Hacha Pesada x 5 PS: 520/520 PC: 75/75 ST: 270/475 (+19) Ratio de esquiva: -17 ST Armas: - Hacha pesada candente: 100 Daño de corte, -25 ST. Stagger: 7. Acumula 20 de quemadura. >> Durabilidad: 60/130 >> Hab.: 200 Daño de corte, -38 ST en área cercana. -5 Durabilidad. Contenido oculto - Martillo: 115 Daño contundente, -45 ST. Stagger: 6 >> Durabilidad: 110/100 Reducción de daño: - Daño cortante (-15%) - Daño de embestida (-20%) - Daño contundente (-35%) - Daño mágico (+15%) - Daño de fuego (-15%) - Daño de hielo (-20%) - Daño eléctrico (-5%) Anillos: - Oso: mitad de peso de armas - Movilidad: menos ST para reposicionarse - León: menos ST para armas a corta distancia Objetos equipables: - Trozo de adamantita (material común para mejorar armas) x2 ud. - Trozo grande de adamantita (material poco común para mejorar armas) x4 ud. - Brebaje de éter (+33% PS) x 4 uds. - Pócima de éter (+33% PC) x 1 ud. - Urna helada (+28 daño de hielo extra a un arma por dos turnos) x3 uds. - Panacea (elimina la acumulación de maldición) x3 uds. - Antídoto (elimina la acumulación de veneno o lo cura) x2 uds. - Hierba de la fuerza (+30 ST perdida) x 2 uds. - Pequeño cúmulo de éter x1 ud.
Una vez más, las ilusiones se deshicieron. No iban a tener oportunidad alguna de hacer nada contra Egin, visto lo visto... ILUSIÓN HELADA A Salud: 0/700 Movimientos: ??? Debilidades y resistencias: - Resistente a daño cortante (x0,75) Drops: - Cúmulo de éter (21-40) - Manto etéreo (41-70) - Nada (71-99) Éter obtenido: 260 (individual) / 460 (dobles) ILUSIÓN HELADA B Salud: 0/700 Movimientos: ??? Debilidades y resistencias: - Resistente a daño cortante (x0,75) Drops: - Cúmulo de éter (21-40) - Manto etéreo (41-70) - Nada (71-99) Éter obtenido: 260 (individual) / 460 (dobles) ILUSIÓN HELADA C Salud: 0/700 Movimientos: ??? Debilidades y resistencias: - Resistente a daño cortante (x0,75) Drops: - Cúmulo de éter (21-40) - Manto etéreo (41-70) - Nada (71-99) Éter obtenido: 260 (individual) / 460 (dobles)
Egin [2/5] Las ilusiones sucumbieron sin poder mostrar sus trucos. Dos de ellas dejaron caer sus mantos, los cuales me guardé con rapidez. Me preocupaba mi Hacha, la estaba exigiendo tanto que trocitos de su hoja se habían desprendido y ahora tenía más pinta de sierra. Contenido oculto 5 posts para el final Individual 1- Nada 2- Nada 3- Nada 4- Enemigos 5- Enemigos 6- Nada 7- Nada 8- Nada 9- Nada 10- Enemigos
Egin [3/5] Ningún juego de sábanas helado vino a cortarme el paso, así que aceleré para seguir metiéndome aun mas en el corazón tenebroso de este lugar tan triste.
El lugar estaba plagado de aquellas ilusiones, que pronto se manifestaron de nuevo, ante Egin. Empezaba a ser cansado enfrentarlas... y apenas había iniciado su exploración. ILUSIÓN HELADA A Salud: 700/700 Movimientos: ??? Debilidades y resistencias: - Resistente a daño cortante (x0,75) Drops: - Manto etéreo (41-70) - Nada (71-99) Éter obtenido: 260 (individual) / 460 (dobles) ILUSIÓN HELADA B Salud: 700/700 Movimientos: ??? Debilidades y resistencias: - Resistente a daño cortante (x0,75) Drops: - Manto etéreo (41-70) - Nada (71-99) Éter obtenido: 260 (individual) / 460 (dobles) ILUSIÓN HELADA C Salud: 700/700 Movimientos: ??? Debilidades y resistencias: - Resistente a daño cortante (x0,75) Drops: - Manto etéreo (41-70) - Nada (71-99) Éter obtenido: 260 (individual) / 460 (dobles)
Egin Repetí lo mismo de la vez anterior. Pobre mi hacha. >>Moverse: Cerca + Habilidad Hacha Pesada x 5 PS: 520/520 PC: 75/75 ST: 270/475 (+19) Ratio de esquiva: -17 ST Armas: - Hacha pesada candente: 100 Daño de corte, -25 ST. Stagger: 7. Acumula 20 de quemadura. >> Durabilidad: 35/130 >> Hab.: 200 Daño de corte, -38 ST en área cercana. -5 Durabilidad. Contenido oculto - Martillo: 115 Daño contundente, -45 ST. Stagger: 6 >> Durabilidad: 110/100 Reducción de daño: - Daño cortante (-15%) - Daño de embestida (-20%) - Daño contundente (-35%) - Daño mágico (+15%) - Daño de fuego (-15%) - Daño de hielo (-20%) - Daño eléctrico (-5%) Anillos: - Oso: mitad de peso de armas - Movilidad: menos ST para reposicionarse - León: menos ST para armas a corta distancia Objetos equipables: - Trozo de adamantita (material común para mejorar armas) x2 ud. - Trozo grande de adamantita (material poco común para mejorar armas) x4 ud. - Brebaje de éter (+33% PS) x 4 uds. - Pócima de éter (+33% PC) x 1 ud. - Urna helada (+28 daño de hielo extra a un arma por dos turnos) x3 uds. - Panacea (elimina la acumulación de maldición) x3 uds. - Antídoto (elimina la acumulación de veneno o lo cura) x2 uds. - Hierba de la fuerza (+30 ST perdida) x 2 uds. - Pequeño cúmulo de éter x1 ud.
Trozos de tela cayeron, deshechos, una vez más... ILUSIÓN HELADA A Salud: 0/700 Movimientos: ??? Debilidades y resistencias: - Resistente a daño cortante (x0,75) Drops: - Pequeño cúmulo de éter (21-40) - Manto etéreo (41-70) - Nada (71-99) Éter obtenido: 260 (individual) / 460 (dobles) ILUSIÓN HELADA B Salud: 0/700 Movimientos: ??? Debilidades y resistencias: - Resistente a daño cortante (x0,75) Drops: - Pequeño cúmulo de éter (21-40) - Manto etéreo (41-70) - Nada (71-99) Éter obtenido: 260 (individual) / 460 (dobles) ILUSIÓN HELADA C Salud: 0/700 Movimientos: ??? Debilidades y resistencias: - Resistente a daño cortante (x0,75) Drops: - Pequeño cúmulo de éter (21-40) - Manto etéreo (41-70) - Nada (71-99) Éter obtenido: 260 (individual) / 460 (dobles)
Egin [4/5] Aquella ilusiones sucumbieron, dejando pequeños cúmulos de éter. No era una mala compensación, con eso podría volverme más fuerte. Seguí avanzando. Contenido oculto 5 posts para el final Individual 1- Nada 2- Nada 3- Nada 4- Nada 5- Enemigos 6- Nada 7- Nada 8- Nada 9- Nada 10- Enemigos
