Boku no Hero Academia Campeón (Tamajire)

Tema en 'Fanfics de Anime y Manga' iniciado por Fénix Kazeblade, 6 Junio 2023.

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    Fénix Kazeblade

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    Escritor
    Título:
    Campeón (Tamajire)
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Comedia Romántica
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1266
    Todos necesitamos una motivación para ganar, incluso los que ni siquiera tenían la intención de jugar, Tamaki la encuentra en aquella chica y su promesa final hace que todo para él sea posible.


    Jugueteó con sus dedos y mordió su labio a causa del nerviosismo que le producía estar allí en ese momento. Se encontré en la banca bajo las gradas del lado izquierdo del campo, con el rostro prácticamente cubierto por su gorra y aun así sentí que todos lo observaban, cada uno de los aficionados, jugadores y animadores en aquel sitio estaban atentos a cada uno de sus movimientos o para ser más precisos de sus errores.





    Entre más lo que pensaba, entre más tiempo estaba allí más pequeño se sentía, cualquier cosa que ocurriera en ese momento haría que por causa de su ataque de estrés terminara perder el conocimiento.





    — ¡Tamaki!— exclamó la voz de Mirio que lo hizo sobresaltarse.





    No contaba con la efusiva presencia de Togata y el cómo si él quería tirarse al piso, su fiel amigo con toda la confianza puesta en él lo levantaría y le daría los ánimos suficientes para obligarlo a seguir adelante.





    — ¿El ambiente es increíble, no es así amigo?— le preguntó el joven mientras le abrazaba por los hombros. Dándole un golpe en el brazo en señal de camaradería luego. — ¡Di un home run! ¿Lo viste?.





    — Emmm… si— mintió Amajiki hablando en voz baja, incapaz de ser responsable de romper la ilusión de su amigo.





    — Por supuesto no llevaré toda la gloria, quiero que estés a mi lado en esta victoria— declaró Mirio mientras que comenzaba andar con él hacia afuera





    Tamaki reaccionó igual a un gato que quieren introducir en la bañera, retrocedió lo más que pudo haciendo uso de todas sus fuerzas, sin embargo ninguno de sus esfuerzos fue en vano para la corporeidad y el ciego optimismo de su amigo.





    Miró, a su alrededor, se miró a sí mismo con el uniforme de UA también puesto, había sido así toda la temporada, aunque solo una sola ocasión había entrado al campo, había fallado en darle a la pelota y había salido de la misma forma en la que había entrado. Pertenecía al equipo con convivencia, para cumplir con la cantidad de los jugadores necesarios para que los dejaran jugar y sabía que era importante para su amigo, por eso lo hacía, aunque a nadie, excepto a Togata le gustaba tenerlo allí, ni a sus compañeros de equipo, el entrenador, para empezar él.





    Terminó en el plato para batear y Mirio le otorgó el bate. La gente lo miraba justo como su imaginación lo había torturado todo ese tiempo y ahora era real. Sentía sus extremidades como gelatina y sentía que en cualquier momento se desmayaría, le faltaba el aire y su rostro estaba tan rojo como las gorras del equipo rival. Suplicaba por todas sus fuerzas que algo lo sacara de allí, en ese momento.





    Miró el tablero en ese momento y observó que el marcador estaba empatado, al equipo no le había estado yendo tan bien el partido, fue la hazaña de Mirio la que había emparejado las cosas, ahora tres bases estaban ocupadas y este le estaba otorgando la responsabilidad de la victoria.





    Su vista comenzó a nublarse en ese momento, justo cuando indicaron que comenzarían a lanzar. Una voz dentro de su mente le susurraba que iba a decepcionarlo y todo iría mal, los del equipo y la afición lo odiarían, sería lo peor del mundo y sería toda su culpa, de cualquier manera a nadie más que Mirio le importaba que estuviera allí.





    — ¡Tú puedes Amajiki-kun!— exclamó una voz femenina.





    Fue una voz dulce y gentil que le evocó al instante tanta luz que despejó todas las nubes alrededor de su indecisión. Se giró hacia donde la había escuchado, entre las animadoras una chica de pelo azulado de color largo portaba el uniforme de ellas, pero el resto la miraba con extrañeza. Era muy hermosa, más que cualquier otra chica que hubiera visto, Tamaki estaba seguro de que no era parte de su alineación, pues una mujer como ella resplandecía como un resplandor en el cielo más oscuro.





    Le sonreía, le saludaba saltando con los pompones en sus manos. Tamaki carecía aún de la sensación en sus extremidades, pero ahora en lugar de sentir que iba a caer, se sentía flotar como estando alrededor de una cama de nubes.





    Respiró profundo y presionó el bate en sus manos, se preparó con una decisión que hasta ahora no había proyectado su mirada. .





    Lanzaron la primera bola, fueron apenas unos cuantos milímetros los que impidieron que la alcanzara. La misteriosa chica de pelo azulado en lugar de decepcionada pareció emocionarse aún más y comenzó a realizar una rutina a saltar de un lado a otro gritando su nombre.





    Amijiki sintió que su rostro ardía por la pena, pero también se sentía vivo, lleno de energía, decidido a lograrlo.





    La segunda bola fue lanzada, Tamaki abanicó con fuerza y pudo sentir la bola rozando su bate, pero girando hasta impactar en la parte de atrás, el equipo miró al árbitro y Amajiki se preparó a correr si el golpe lo daban por bueno, pero no fue así.





    La gente comenzó a ponerse eufórica, el desconcierto por la presencia de él en juego ahora se transformaba en una emoción creciente por ser el tiro decisivo.





    Tamaki Amajiki respiró profundo, miró Mirio que estaba prácticamente encima de otro jugador por la emoción del momento, miró a su rival que lanzaría la pelota y todos a su alrededor, el fuego centellaba en su mirada en ese momento dispuesto a dar todo de sí, bañado en esa luz que aquella chica le brindaba.





    La pelota última pelota fue lanzada, Amajiki tomó impulso y giró su cuerpo con la fuerza necesaria para alcanzar la bola que no perdía de vista.





    — ¡Me llamo Nejire Hado, me gustas hace mucho! ¡Si ganas entonces seré tu novia!— exclamó la chica de azul.





    Tamaki sintió su interior arder, se sintió eufórico como cuando bajas de una montaña rusa, feliz como comer tu platillo favorito y pleno como si todo en su vida estuviera en orden. Era muy afortunado, por qué no sabía que de su personalidad taimada y nerviosa había llamado la atención de aquella chica que lo apoyaba tan emocionada, él había sido invisible para el sexo femenino tanto, todo este tiempo, que ni lo consideraba dentro de sus planes, pero ahora si lo lograba, tendría novia y sería ella. No habría palabras para poder describir lo que pasaba en la mente de Tamaki con todos esas nuevas emociones en su corazón, bueno al menos hasta ese instante, donde claramente se percibió el duro golpe de una pelota de béisbol.





    Despertó luego de unos minutos, en ese momento la euforia por la victoria era total. A su alrededor se encontraba Mirio con una amplia sonrisa y Nejire debatiéndose entre la felicidad y la preocupación.





    — La intención era darle con el bate amigo, pero al menos le ha dado.— Mirio meneando la cabeza.





    — ¿Qué fue lo que pasó? ¿Por qué todos están festejando?— preguntó Tamaki aún desconcertado y adolorido.





    — Marcaron “out”, todos pudimos avanzar según las reglas y yo terminé la carrera— explicó un chico pelirrojo con el pelo levantado. - gracias a ti.





    Tamaki se sobó la cabeza y en su rostro se dibujó una leve sonrisa. Sorpresivamente, Hado se aproximó a él y pegó sus labios a los de él, llevándolo hasta el cielo de regreso.





    — Yo lo prometí— características la chica con las mejillas levemente enrojecidas.
     

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