One-shot Calma en medio de la tormenta

Tema en 'Vocaloid' iniciado por Hygge, 14 Agosto 2018.

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    Hygge

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    Calma en medio de la tormenta
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    Para todas las edades
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    Amistad
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    1
     
    Palabras:
    987
    "Por motivos de seguridad, los vuelos que abarcan las siguientes cuatro horas serán cancelados hasta que amaine la tormenta que azota gran parte del trayecto. Se les avisará en cuanto las condiciones atmosféricas sean favorables. Disculpen las molestias".

    Permanecí varios segundos mirando fijamente el altavoz que se encontraba sobre nuestras cabezas, sin ser capaz de creer lo que estaba escuchando. Mis manos, posadas en la tapa del libro que me encontraba leyendo, comenzaron a temblar cuando varios relámpagos azotaron con fiereza el exterior. La mayor parte de los pasajeros que se encontraban cerca de mí comenzaron a quejarse por tener que pasar la noche en aquellas incómodas sillas, tanto aquellos que iban a embarcar como los que esperaban a alguien.

    Pero aquel era el menor de mis problemas. Deposité con una fingida calma el libro sobre mi regazo, y observé mis manos en silencio, sin ser capaces de dejar de temblar. Cerré los puños, frustrada.

    Yo... odiaba las tormentas. Me asustaban, mucho. Y ahora, tener que lidiar con aquel miedo sola, en un aeropuerto rodeada de gente que me vería encogerme del miedo con cada zumbido en el exterior... Me avergonzaba e incomodaba a partes iguales.

    Suspiré, consciente de que pensar demasiado en ello no resolvería nada, y decidí sacar mi teléfono para mandarle un mensaje a mis padres. Ellos probablemente me estarían esperando para la cena, así que al menos podría avisarles para que comiesen sin mí. Podría sobrevivir con la comida de la cafetería de al lado sin problemas.

    —Rin, por favor, deja de molestar ya a tu hermano y estate quieta un rato, ¿quieres? —mientras escribía, escuché a la mujer del asiento de al lado quejarse, mientras intentaba que sus hijos de unos once años de edad se estuviesen quietos en su asiento. Al mirarles de reojo, me sorprendió ver que ambos, el niño y la niña, eran gemelos. No obstante, continué enfocada en la pantalla de mi teléfono, mientras que la mujer intentaba solucionar el problema.

    Al cabo de unos minutos, mis padres leyeron mis mensajes. Les alegraba saber que estaba bien, y aunque me dijeron que cenarían sin mí, sabía que mi madre me acabaría esperando. Así de tozuda era. Suspiré, levantándome de mi asiento, y decidí ir a por algo de picar, y así pasar la noche con el estómago lleno. Mas al regresar, noté que la mujer ya no se encontraba sentada a mi lado, y ahora era la pequeña niña de los gemelos la que se encontraba en su lugar. Tenía sus ojos cerrados, y su cabeza se tambaleaba hacia los lados producto del sueño. Esbocé una leve sonrisa y ocupé de nuevo mi lugar, abriendo de nuevo el libro que me encontraba leyendo por la página donde lo había dejado.

    Otro relámpago.

    Ahogué un grito por lo bajo, alzando el libro lo suficiente como para esconder mi rostro tras él. Intenté respirar profundamente, tratando de guardar la calma como mis padres me habían aconsejado. El sonido continuaba reverberando en la instalación, y de vez en cuando las luces cegadoras se filtraban por las ventanas. Estaba realmente asustada.

    De repente, sentí un leve peso sobre mi hombro. Me asomé lentamente a través de mi libro, logrando ver que la pequeña se había quedado dormida sobre este. Alcé la mirada para buscar la de su madre, pero esta también se había quedado dormida, producto del cansancio de tener que cuidar a aquellos dos diablillos. Aún así, fui incapaz de apartarla. Volví a mirar a la niña, y lejos de sentir incomodidad, su presencia de alguna forma me daba estabilidad. Me hacía sentir algo más tranquila, acompañada.

    Volví la vista a la página de la que aún no lograba pasar. Varios destellos de luz volvieron a hacerme brincar en mi asiento, y sentí mi corazón querer salirse de mi pecho. Mordí mi labio inferior, sintiéndome patética en aquel mismo instante. Por suerte, ninguno de los presentes se encontraba prestándome atención. Hasta que de nuevo, volví a sentir un peso extra, esta vez en mi regazo. Decidí dejarlo estar, pues no me molestaba, y volví a lo mío hasta que...

    —¿Qué estás leyendo? —una suave e inocente vocecita me trajo de vuelta a la realidad. Bajé la mirada para encontrarme dos orbes curiosos y somnolientos enfocados en la pasta de mi libro. Se frotó los ojos mientras bostezaba, esperando mi respuesta en la comodidad de mi regazo. Mis mejillas se tiñeron de rojo al creer que había visto cómo me había comportado hacía escasos segundos, pero supe que debía contestar.

    —Oh, pues... Es un libro de fantasía —logré decir, aún sorprendida por la calidez en su mirada. No había ningún rastro de burla en ella, como si no me juzgase por nada. Quizás... ¿simplemente no me había visto asustada? Segundos después, decidí preguntar—. ¿Te gustan las hadas?

    —¡Sí! ¡Me encantan! —exclamó Rin, abriendo sus ojos de par en par. No pude evitar reír ante lo inocente que se veía. Tomé una bocanada de aire, sopesando mis opciones, y finalmente, asentí.

    —¿Te gustaría leerlo conmigo? —dejé caer finalmente, acariciando con ternura su cabello rubio. La niña se acomodó, alzando la mirada, y asintió con energía. Así, dejé que la pequeña se sentase en mis piernas, mientras ambas pasábamos las páginas de aquel hermoso libro juntas.

    —¡Oye, onee-chan! —dijo entonces, haciendo que desviase la mirada hacia ella con curiosidad, ladeando mi cabeza—. Yo soy Rin, y ese de allí que está dormido como una marmota es mi molesto gemelo Len. ¿Cómo te llamas tú?

    —Miku —respondí, devolviéndole la sonrisa—. Hatsune Miku. Encantada de conocerte, pequeña Rin.

    Rin correspondió el gesto encantada, y sin pensárselo dos veces, tomó el libro para dirigir la lectura, a lo que yo no logré oponerme. De alguna u otra forma, desde la llegada de la pequeña, la tormenta dejó de cobrar importancia para mí el resto de la noche.

    Era aquella calma en medio de mi propia tormenta.
     
    Última edición: 14 Agosto 2018
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    Amane

    Amane Equipo administrativo Comentarista destacado fifteen k. gakkouer

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    Muero de ternura con este escrito, awns.

    Me hace gracia leer este escrito teniendo en cuenta lo que me pasó a mí, aunque en este caso podría ser peor, porque quedarse tantas horas en el aeropuerto esperando que una tormenta amaine... uf, que mal. Debe ser peor si, como Miku, temes a las tormentas de este estilo. La verdad es que yo también tendría miedo, sobre todo si luego tengo que tomar un vuelo, no voy a mentir, así que Miku no debería avergonzarse.

    Por otro lado tenemos a Rin con su hermano y su madre, que sinceramente, los niños me dan bastante envidia en ese sentido, porque realmente no se sienten afectados por los vuelos cancelados o por qué han sido cancelados, esa es la sensación que siempre me da, son niños al fin y al cabo.

    Y el final es muy bonito, ver como Miku acaba olvidando la tormenta y su miedo a la misma gracias a la ternura de Rin es precioso. Quizás la niña no se diese cuenta, pero con su inocencia estaba haciendo que Miku estuviese tranquila y eso es muy lindo.

    Aunque ha sido un one-shot, creo que ha sido de lo más cortito que he leído tuyo y sinceramente, se te da super bien escribir cualquier cosa, sea corto o largo. Como siempre, ninguna fallo y una lectura muy fluida y entretenida.

    ¡Sigue así!
     
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    Etihw

    Etihw ghost Comentarista empedernido

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    ¿Sabes lo tierno que se me hace esto? Estar en medio de un aeropuerto, sola, aterrada por la tormenta... y de pronto escuchar la voz de una dulce niña y pasar el rato con ella, leyendo juntas un libro de fantasía, olvidandote de tus miedos. Hell yes. La inocencia de la pequeña y su curiosidad hicieron que todo el miedo que sentía Miku y todos sus pensamientos se esfumasen poco a poco, y es algo que en verdad sucede con los niños y y y omg no sé lloro. Es precioso.

    Te vas a hartar de leerme decirte esto, pero es que es la verdad, escribes genial y se te da de maravilla escribir sensaciones y lugares, y eso hace que el lector pueda imaginarse la situación a la perfección, y aaaaaaa. I love itttt.

    Viva Liza White ;^;9
     
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