Calle Principal

William Baxter

No evité notar su reacción y entristecerme de sobremanera por ello, no pude mas que desvíar la mirada apenado, rascándome la oreja de nervios e incomodidad, hasta que volvió a hablarle a Brooklyn, por lo que miré a esta última también.

—¡Pero bueno! No tenemos porqué estarnos deprimiendo ahora, hey. Otoño recién comienza y sinceramente es mi época del año preferido, omitiendo el frío. ¿Porque no vamos a dar la vuelta o algo? Solo... Necesito olvidar lo que ha estado aconteciendo ahora, vamos—. Exclamé tratando de cambiar el ambiente que se había originado. Dios, estoy a lado de la amiga de mi infancia y que esta situación encima lo arruine no me lo perdonaría jamás.

 

William Baxter

No evité sorprenderme por su último comentario, podría aprovechar para volver a intentar por enécima vez lo que quiero hallar. O intentar visitar a Salvi.
—Esta abierto aún, esta en Towne Centre, tu sabes, el centro de Possum Springs. Me parece esta al sur. ¿Segura que quieres ir allí sola? Quiero decir, darte compañía mientras llegas ahí—. Comenté con calma mientras la miraba un poco preocupado, si bien recuerdo era alguien un poco apática con mantener una compañía a largo plazo, escucharla hablar así me sorprendió, pese a llevar años sin vernos.

>>El bosque es un buen atajo, puedo guiarte—le volví a sonreír.

 

William Baxter

No evité musitar conmovido por lo bajo al verla, la extrañaba sin dudas...
Luego vi la breve interacción y vi que ya se estaba desplazando, por lo que me levanté después y miré a Brooklyn, señalando a mi teléfono, delatando que le enviaría un mensaje más tarde. Por si tal vez deseaba acompañarme después.

—Tal vez nos veamos más tarde Brooklyn. Cuídate—sonreí y pronto me giré para guardar el móvil e ir con Margarita al bosque.

 

Brooklyn Lester

Saqué la pata del abrigo y se la mostré a la chica, moviéndola de un lado a otro con una sonrisa.

—Puedes llamarme como prefieras, no te preocupes.

Volví a guardar la pata y me fijé en William entonces. Antes de poder siquiera responderle, los dos comenzaron a hablar y hacer ciertos planes, y sin darme mucha cuenta acabaron yéndose juntos hacia el bosque.

Los miré con una sonrisa curiosa y la ceja alzada, ladeando la cabeza. Esos dos... Jé.

Sea como fuere, me apoyé en el respaldo del banco en el que Baxter había estado sentado y saqué mi móvil, mirándolo con curiosidad. ¿Acaso lo había visto jugando aquel juego o eran imaginaciones mías...?

 

No parece que haya noticias relevantes el día de hoy, solo te saltan dos notificaciones bastante normales.

A los interesados:
Se solicita apoyo en labores de inventario y atención al cliente tanto en el Snack Falcon como en el Miller's.​

No se detalla nada más, casi pareciera un anuncio falso.

Otra notificación aparece.

¡Actualización Demontower!
Gracias a las labores del mismo fan que logró que los logros de Demontower, en su versión de PC, puedan ser compartidos en línea, se ha logrado una versión móvil del juego, con las mismas características...​

No parece que haya nada más.

Demontower desbloqueado.

Se trata de un juego 2D roguelike de avance por mazmorras, en el que controlas un gato blanco arquero que debe derrotar monstruos hasta lograr llegar al jefe y hacerse con la llave que le permitirá avanzar. Cuenta con nueve niveles.
Una actualización reciente hecha por un fan permite registrar el avance en internet y compartirlo con otros jugadores.

Puedes arrojar un dado de nueve caras si gustas jugar y ver a qué nivel llegas.
Los niveles ocho y nueve reciben una recompensa especial.

Contenido oculto

Me iba a dormir, pero a mi gata le pareció buena idea jugar con un bicho y tuve que sacarlo de mi cuarto, así que diviértete con mi bug de responder a estas horas gabs (?)

 

Brooklyn Lester

Al encender el móvil, me recibieron dos notificaciones que desde luego llamaron mi atención. La primera me hizo querer al Snack Falcon, a ver si era cierto aquel extraño anuncio y si lo era, quizás ayudar. Además, ¿estaría bien Luna...?

La segunda, sin embargo, fue lo que esperaba. Así que aquel juego tan conocido por la zona se podía jugar en el móvil también. Estaba segura de haberlo reconocido en el móvil de William, vaya que sí.

No pude evitarlo, en el fondo seguía siendo una cachorrita y tenía que probarlo. Y hey, quizás conseguía alguna recompensa especial o algo...

Contenido oculto

Pinche mely bugeada, me bugeó el juego (?)

 

¿Huh? Parece que por más que intentaste, no avanzaste más allá del primer nivel. ¿Tal vez mañana se te dé mejor?

Te rebota un mensaje.

¿Qué? ¿Acaso creías que íbamos a darte un premio por esto?
Vaya, bueno... ten este cromo corriente por apoyar nuestro proyecto.
​

El cromo tiene simplemente el dibujo de una de las llamas magenta que representan las vidas dentro del juego y parece hasta un poco mal dibujado, pero bueno, es lo que hay.
Se añade a tus logros en el registro en línea.

Contenido oculto

chale, se buggearon los dados conmigo

 

Brooklyn Lester

Vaya... hacía mucho que no jugaba a algo y parecía notarse. Fui incapaz de pasar del primer nivel y con ello lo único que recibí fue un cromo que se registró entre mis logros. Bueno, quizás podría intentarlo otro día...

Guardé el móvil en la chaqueta después de la partida y comencé a caminar hacia mi nuevo destino: Towne Centre. No pasaría por el bosque, a decir verdad, porque era peligroso y ya que, prefería dejarles intimidad a la pareja aquella.

 

William Baxter

Musite reflexivo, tal vez debí haberme percatado mejor de las fechas, aunque como era de esperarse, Mae ya no estaba aquí... Bueno, igual. Creo que es lo mejor para ella.

Poco después seguí sus pasos, hasta que llegamos a Chesnut Street.
—Bueno, no perdía nada con preguntar. Supongo que no queda mas que segui buscando. Espero que esa mujer esté bien. Por lo que me cuentas suena a que tuvo una vida bastante mediocre... Pero bueno, que se le va a hacer—. Dije mientras veía alrededor.
—Bueno Hartley, supongo que llegamos hasta aquí. Solo como último... ¿Crees que en verdad todo acceso a la mina esté sellada? Si estuviese algún camino libre. ¿Crees que los locos estén refugiándose ahí?—. Añadí, mientras le seguía el paso.

Contenido oculto

Yáahl

 

Camina con la vista clavada en las hojas amarillentas, en algún punto lanzó la colilla al suelo y la aplastó, para seguir avanzando.

—¿Mae? Realmente cuando tienes algo fuera de lugar aquí —dice mientras se da un par de golpes suaves en la cabeza con el puño—, hasta la mejor de las vidas puede volverse mediocre. Tiene buenos padres, buenos amigos y tuvo buenas oportunidades... Pero su mente venía fracturada de fábrica, supongo.

Gira la cabeza apenas para verte con el rabillo del ojo.

—¿La mina? Su entrada principal colapsó hace muchos años, fue restaurada y volvió a colapsar hace siete. —Se rasca la mejilla, como si no supiera si decirte más cosas está bien, pero al final lo hace—. El elevador de mierda volvió a caer, pero quedan los respiraderos.

 

William Baxter

No evité entristecerme ante el comentario de Mae. Vaya... Pobre mujer... ¿Acabare igual? No. Ella ya estaba mal de por sí pero. Era triste enterarse de algo así.
—Espero que le vaya bien, al menos mejor desde que fue detective—. Dije serio, no de que estuviese molesto. Si no de que estaba mas bien rindiendo algo de respeto. Tener un problema mental es jodido por donde se vea...

Luego escuché lo otro, por lo que me sorprendí ante lo último.
—¿Respiraderos?—. Ladee la cabeza confuso, mientras suspiraba y al final opté por sacar la libreta que me dio Drey Y se la di para que le echase un vistazo.
>>Parece que lo sacó del Inframundo también, tal vez le perteneció al loco que anda tras esto. Por eso te hice la pregunta.

 

—Sin respiraderos las minas se quedan sin oxígeno —dice como si fuera obvio—. Son agujeros verticales que dan al exterior. A lo que nos referimos ahora como bocas de la mina, aunque la boca es su entrada principal realmente. Quedan algunos de ellos en todo el bosque.

Toma el objeto que le tiendes. Observa los garabatos y el mapa.

—Aún si lo fuera no nos dice mucho, ¿no crees? —Apoya la espalda en uno de los postes de alumbrado público—. Eide, fue el nombre que dijiste antes... Me suena y a la vez no. Ahora... Tu pregunta, viene por esta mierda del Agujero, ¿no? Como dije, quedan los respiraderos. Aún así, ¿no has pensado en la posibilidad de que esta porquería haya sido escrita por dos o incluso tres personas diferentes? Puede que el agua la haya jodido, pero los trazos que medio se entienden no parecen consistentes.

Se saca un bolígrafo del bolsillo interno de la chaqueta, y rodea con un círculo la "M" la final de la frase de Eide.
Abajo, con sus trazos toscos, escribe una nueva serie de palabras.

Morirá.

¿Mentirá?

Manipulará.

Manifestará/mostrará.

¿Más...?

Mutilará.

—La primera es la más obvia, tanto que resulta ridícula, y no valdría la pena siquiera escribir semejante estupidez en un cuadernito de secretos raro. —Te extiende la libreta de regreso—. El resto son sólo posibilidades, como todo.

 

William Baxter

Todo el bosque... Me dije en mis adentros, sería cuestión de buscar, pero... Habría seguramente que hallar uno que no diese a una muerte segura.
—Me consta, esta libreta es muy vaga como para revelar algo claro—. Dije mientras le observaba.
Luego me sorprendí de sobremedida ante su observación de los trazos, por lo que me quedé pensando, asintiendo a su comentario de el propietario o propietarios.
—Lo mismo pensé, puede como no ser de una o más personas—. Comenté mientras veía que hojeaba y marcaba la "M" con un bolígrafo.
>>Sobre Eide tal vez sea un objeto, pero ni idea. Lamentablemente el agua hizo de las suyas.—luego vi que anotó posibles palabras que lo terminasen, por lo que igual me quedé pensando.

Luego tomé la libreta de vuelta y lo guardé de nuevo.
—Lo sé—. Reí ante su comentario de la primera posibilidad.
>>Pero esta bien, todo lo que digo son posibilidades. Al menos hasta que al fin se de con algo... Igual, gracias. Sin dudas me quedaré reflexivo ante esto—. Dije mientras le sonreía agradecido, sé que le jode esto. Pero al menos... El comentario de los trazos si fue lo que me dejó reflexivo.

 

Suelta una risa sin gracia.

—De todas formas no creo que esa porquería te sirva para nada más. De hecho te aconsejaría anotar lo que creas importante en otro lado y tirarla, porque apesta como la mierda. —Despega la espalda del poste—. Y recuerda limpiar la ballesta de Culo Inquieto, porque también huele como el trasero de Satanás.

Se regresa el bolígrafo al bolsillo y chasquear la lengua al recordar algo. Se saca la billetera del bolsillo de los vaqueros y de ella algunos billetes, que te entrega antes de comenzar a avanzar de nuevo.
Se detiene mientras espera que algunos autos pasen.

—Como sea, te dejo, enano. Debo ir a prepararle la cena a mis viejos. —Se despide con un movimiento de mano—. Cuando te necesite mañana vuelvo a escribirte.

Finalmente cruza la calle y lo ves entrar a una casa modesta, que parece algo antigua pero bien conservada.

Obtienes $7 dolares.

Lo ayudaste poco más de una hora, pero parece que quiso darte algo más de dinero del que dijo inicialmente.

 

William Baxter

Seguí escuchándolo... Mientras por mi parte si reí con gracia, ya que era cierto que la libreta era irritable por su olor.
Poco después me dio el dinero, ni me molesté en contarlo ya que Hartley seguía hablando. Poco después asentí, iba a considerar su idea.

Al final antes de que pudiese decir algo, se despidió y yo correspondí, hasta que lo vi meterse a casa y por fortuna conmigo no quedaba muy lejos de mi casa tampoco.

Poco después empecé a caminar mientras veía el dinero... Vaya. ¿Siete dólares? Que curioso. Bueno, por algo me los habrá dado.
Los guardo en mi billetera y poco después procedo a seguir mi camino, bueno. Creo que al fin podía ver un poco de ese lado que no muestra a los demás. Tal vez y solo necesitaba verlo cuando estuviese sólo.

Luego saqué el papel donde venía anotado los números de Gregg Lee y Angus Delaney. Asintiendo, no. No les hablaré ahora, de hecho convendrá esperarme. Me he prometido cambiar y eso haré.
Debo prepararme para la visita de Gregg en especial, no quiero que me ayude si no quiere. Pero... Tal vez y el simple hecho de poseer su ballesta le sea un buen incentivo. Y por eso es que quiero demostrarles que soy capaz de llevar esto a cabo.

Hoy... Definitivamente ha sido el último día que seguiré siendo el mismo, debo ser más duro ante los demás. O como hace horas, me van a quebrantar. Y no podía permitirme ese lujo.

Al final, llegué a casa, me estiré y prácticamente, di por finalizado el día de hoy...

¿Que nos deparará a todos en el futuro próximo? ... Nada bueno ni lindo, seguramente. Pero definitivamente sé que grandes revelaciones se vienen también. Y lo único que nos queda es, rezar porque todo acabe bien.

 

William Baxter

Me había levantado más temprano antes de que el tren aullase de nuevo, por lo que me dictaba que ya era hora de levantarse y comenzar un nuevo día, no sé a donde irán mis padres a donde siempre que puede haber algo interesante se ausentan, pero por mí mejor. Así no tenía que andar explicando porqué diantres ahora cargo con una ballesta conmigo.
Lijé la madera como había visto en un tutorial de internet de la misma ballesta y hasta la barnicé, pulí los metales y limpié las mismas flechas, todo, absolutamente todo relucía y había quedado como nuevo, dejando intacto la marca que Gregg había dejado, además de que su olor ya había desaparecido apenas hace dos días.

Al ver por la ventana que nuevamente estaba un poco nublado, sumado a la ventisca helada que marcaba el invierno, claro. No es que viniese ahora, pero eran sus características advertencias, así que me puse mi abrigo, que era color gris y me coloqué de nuevo la ballesta, empecé a tomar las cosas mientras encendía la radio. Quería ver si tenían algo nuevo, si bien tenía entendido, hoy era el famoso día en que la pareja vendría.