Nuvoir Yang Bueno, estaba hecho, ¿no? Ya vestido con mi ropa de siempre salí de casa y comencé a caminar por las calles de Hanazawa. Al meter mis manos en el bolsillo no evité sentir aquél extraño reloj, ¿aquél de Alice estaría "roto" también? Ahora que lo pensaba, sobre el tema de las Arcanas me iba a resultar un infierno, si socializar y crear vínculos de traducía en poder estaba en un aprieto, no es que socializar se me diese tan mal pero... Confiar en alguien ajeno, confiarle información, cosas... no, definitivamente no era mi estilo. Cómo fuese caminé hacia el Tablón de Anuncios, como decía necesitaba dinero y eso se traduce en empezar a prepararse para la misión, no había tiempo que perder. Aún así llegué a preguntarme seriamente. Si tuviese que crear un vínculo más fuerte con alguien como... Igor. ¿Cómo diablos lo conseguiría? Es más enigmático que cualquier persona que haya conocido, hasta Alice podría ser más abierta. Bueno, como fuese, eso ya es problema del Nuvoir del futuro, solo vayamos al grano.
Oreki Tojo El día se aproximaba más y más, pronto tendrían que ir hasta el único parque que solo un loco querría ir. —Ni idea que podría encontrar pero...—Oreki sacó de su bolsillo una barra dulce lanzándola al aire para atajarla— era mejor disfrutarlo mientras tenga oportunidad. Siguio así su camino, su mente daba mil vueltas a varias cuestiones. ¿Izagawa tendría nuevo materia? ¿Hikari-chan tendría nuevamente una oportunidad para almorzar juntos? —Rayos será mejor apresurarme, mi cabeza necesita refrescarse.
NagiWatanabe Mierda Mierda Y mil veces mierda Eres una puta cagada, ¿lo sabes, Watanabe Nagi? Aquí, allá; aprende a enmendar tus jodidos errores de una vez. Estúpida malcriada. —Arghhhh —mascullé con furia, echando la cabeza hacia atrás y desordenádome el cabello tal gato arisco; "arañando"— Que puta mierda —murmuré ultra bajo, con los cabellos dezdilachados, las manos en mis bolsillos, encorvada y malhumorada; pateando cuánta piedra encontrara en el camino, claro, siempre con cuidado y precaución... ¿Sería mejor simplemente callarme y ya está?... No, definitivamente no. Me tragué las lágrimas y volví a mirar al frente: No más Nagis cabizbajas, ni Akis tímidas y, para nada del mundo, me comportaría como una hija de puta. Porque a mí me podían hacer y decir las mierdas que le dieran la puta gana, pero llevarme a mi familia en banda por eso no estaba en mis planes. Joder, que no estaba en mis planes. Pateé más fuerte una última piedra, acercándome a esa puerta de ensueño o pesadillas. No sé sí era culpa de la maldita testosterona desatada, pero el pulso ni nada me tembló en cuanto crucé aquel lugar; en busca de Igor.