Microrrelato C de Canción

C de Canción
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Adrenalina más baile son peligrosos, pero si le sumas una buena canción fácilmente podrías salir de la reclamada Zona de Amigos.

O tal vez para poder demostrar tu amor con besos una suave canción de fondo te ayude para apaciguar el tenso ambiente.

Las amigas que son buenas de verdad no se quejaran si pones una mala canción en esos momentos, pero saben las exigencias para lograr sacar algún premio de la situación.

—¡Vamos! Amigo, no te nos puedes acobardar ahora. — Tres chicas empujaban casi desde el centro de la pista de baile a alguien negado a avanzar.

—Bailo pésimo, de seguro que termina con los dedos hinchados en vez de una sonrisa en la cara. — Él era fuerte, el problema es que uno contra tres mujeres decididas a sacarlo de la soltería era mucho peor.

—Te juro que no vuelvo a entregarte las respuestas de la prueba.

—Y yo no te agrego puntos en los ejercicios de deporte.

—Le diré a tu madre todo lo que bebes cuando sales de noche.

—Pero si yo no be…

—¡Ya cállate y ve! ¿No notas que estamos haciendo el ridículo los cuatro?

—¡Yo no les pedí que hicieran esto!

—No nos importa ¡Vas ahora mismo o le decimos nosotras por ti!

Los ojos del joven se abrieron como platos, eso si sería caer bajo, se irguió dejando de hacer contrapeso a las chicas, se arreglo un poco el cabello mirando directamente a una chiquilla que estaba apoyada en la pared del recinto justo al lado de la mesa con comida, no apartaba la vista de su teléfono.

—Ya me puse nervioso —comentó, las chicas lo vieron con llamas en los ojos. Dio un suspiro. —Bueno, creo que aquí voy.

“Te iré a buscar pronto, espero que hayas hecho amigos, no puedes andar de tímida por siempre, te quiere tu mami “

Muchos emoticons acompañaban ese mensaje, la joven exhaló todo el aire contenido.

—Oye, lin-… Niñita —. Alguien se había acercado a hablarle, inevitablemente dirigió su vista hacia arriba para apreciar el rostro de quien se le dirigía. Chico de pelo ondulado y pecoso, se veía medio nervioso. Una canción lenta empezó a resonar por los parlantes. —¿Te apetecería bailar un poco? — La chica se ruborizo desviando la mirada mientras metía sus manos junto al celular en su chaqueta.

—No se bailar —. Su voz era casi inaudible.

—Supongo que todos empezamos por algo ¿No? —. Una extendida sonrisa marco los pómulos pecosos, ahora se veía como alguien totalmente seguro.

—Debes estar bromeando no haré el ridículo ante tanta gente, te puedes ir marchando —. Lo encaró cruzándose de brazos, a pesar de la poca luz y los destellos confusos de colores se podía apreciar bastante bien los ojos verdosos de la chica, resaltados aun más por lo oscuro de su cabello.

—Wooow, que honesta ¿O tal vez es la canción que no es de tu agrado? —. El chico, sintiéndose totalmente diferente a comparación de unos escasos momentos se acomodó apoyándose al lado suyo en la pared. —A ver señorita, ¿Qué canciones no harían que me rechazara una oferta de baile?

Y así comenzaron una larga conversación.

Quién lo diría, ni bailes ni canciones, la actitud es lo decisivo.

fin​

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MicroRelato para la actividad Días de Abecedario, con la letra c de canción