Cámara de audiencias

​

Un lugar con una gran vista hacia el Coliseo; arquitectura implacable y decoraciones ostentosas; siempre ataviada con grandes lujos como sillones acojinados y maderas finamente talladas. Así es uno de los sitios menos dignos para que un gran noble pose sus pies, pero era demasiado como para que un combatiente caminara por esos pisos; el balance perfecto para convivir un mecenas y su Gladiador.

 

Priscus

El Gladiador Priscus fue escoltado al final de este Gran palco, el guardia se retiró y entraron dos soldados imperiales.
–Toma asiento Gladiador; Gallio se reunirá contigo muy pronto–
El lugar era acogedor y frente a ti había una mesa con quesos finos y copas con agua.
Después de unos minutos llegó Galio y se sentó frente a ti y te miró con severidad.

Contenido oculto

@Yukionnatifa
Puedes preguntarle o pedirle lo que necesites :3

Alethia y Cornelia

Ustedes fueron llevadas al área principal donde su mecenas; Titania, ya las esperaba junto a dos soldados imperiales; al verlas sonrió –Bienvenidas, antes que nada las felicito por obtener el título de Gladiador–señaló un par de sillas frente a una mesa llena de uvas frescas y quesos finos– Por favor tomen asiento– miró hacia la Arena Olimpia y se emocionó al ver el resultado de Nixiras –¿Qué opinan? ¿Otra chica en nuestro equipo?

Contenido oculto

@Zil Kendrik Sparda @Caro Chan
Pueden preguntarle o pedirle lo que necesites :3

Scato

Naevius esperaba a Scato en una silla y una copa de vino en sus manos; estaba recargado al balcón con la empuñadura de su espada sobre la mesa frente a él; ningún soldado lo acompañaba, y tampoco había sillas para Scato –Qué necesitas para cortarle la cabeza a Ambrosius...– dijo sin mirar a su Gladiador

Ambrosius

Aurelius lo esperaba de pie junto a la puerta principal; al verlo entrar lo jaló inmediatamente hacia su mesa; totalmente separada del resto pues a le no le importaba ver los resultados que se llevaban a cabo en la Arena Olimpia –Estamos en serios aprietos, dime todo lo que necesites para acabar con ese animal–

 

Priscus

Espere a que el cerdo se pusiera cómodo, que disfrutara mi fingida sumisión... tenía asuntos pendientes con él. Una vez que él me miro con impaciencia me gire a mirarlo directo a su horrible cara; no me moleste en sentarme.

—Domino... —dije y espere ver su rostro de satisfacción —Terminemos con esto, ¿por qué yo?— Inquirí con voz dura —ya te burlaste de mi lo suficiente como para ser un patrocinador tacaño… Me debes mi libertad y una vida… dime ¿qué quieres tú de mi, “Domino”?—

 

Gallio

–De ti no quiero nada; te escogí para que nadie te beneficiara. Temía que Aurelius brincara al verte blandir el mazo y simplemente no lo dejé– Te miró con el único ojo que tenía expuesto –Yo no te debo tu libertad; eso reclámalo con Caelus o el Emperador en persona; como Gladiador puedo procesar esa audiencia, y será lo único bueno que haré por ti; no invertiré en alguien que está próximo a morir–

 

Priscus

—Ahórrate tu buena voluntad, si me dejaras pelear desnudo, ¡que así sea!… esta arena recuerda la sangre vertida por mi… y la gente también… que Roma te recuerde a ti, por tu ambición y tu poca ética al dejarme vencer con los brazos desnudos… —lo mire con rabia —Las cosas no se quedaran como tú quieres Gallio...

 

Gallio

Los demás presentes pudieron escuchar todo lo que gritaba Priscus, Gallio seguía sentado sereno. —Si no tienes más que decir retírate—

 

Priscus

Sin esperar la escolta le dedique una última mirada de odio a Gallio y me marche.

Conforme pasaba pude escuchar un tramo de conversación entre Ambrosius y Aurelius pero no puede quedarme… los guardias me pisaban los talones. Cuando pase cerca de otra entrada, una cantarina risa resonó en mi cabeza, era Titania, Numerius ya estaba en sus últimas. Me pregunto, ¿qué hará una mujer de alta cuna casada con un vejestorio para satisfacerse?

 

Gallio

Gallio pudo alcanzarte y sostenerte de tu túnica, sentiste algo en el pecho; aparentemente su mano sosteniendo la tela —Se me olvidaba decirte que si tu irreverencia me molesta, te haré pelear a muerte con uno de tus compañeros, tu decide— Gallio lo soltó y sonrió

 

Scato

–Sólo mis manos, no necesito nada...– Naevius levantó la mano frente a Scato mandándolo a callar – Tu petulancia ya me ha costado varios combates; es por ello que no eres el "invicto" en la Arena; yo confié en ti y sólo me estás demostrando que debes ser sustituido. Si no eliminas a Ambrosius en este combate; tendrás que buscarte otro mecenas– Dijo Naevius viendo hacia los nuevos esclavos, al parecer estaba viendo a uno en específico– Así que vuelvo a preguntar.. ¿Qué necesitas para matarlo?
Scato se quedó unos segundos sin habla, después reaccionó –Mazas de cadena; una más pesada y con una esfera; la segunda más ligera con 3 esferas más pequeñas. Una es para desgarrar, la otra para matar–
Naevius seguía con su mirada en la Arena –Bien, eso si es una respuesta–

Ambrosius

–Tenemos que ser serios en este asunto; Scato no se detendrá hasta que uno de los dos muera. Necesitaré una alabarda, es perfecta para Scato, el vendrá a mi con todo y yo tendré que defenderme, la alabarda es un arma excelente para ataque y defensa– Aurelius lo miró con preocupación –¿Estás seguro? Con esta arma no puedes utilizar alguna otra; a menos de guardar una daga en tu cinturón; y ambos sabemos que una daga no le hará nada a Scato. La alabarda es delgada, si intentas defenderte con ella es probable que su mazo la destruya– Ambrosius lo miró directamente a los ojos –Es por ello que necesito una alabarda compretamente creada con acero...– Aurelius dudó por unos momentos –La inversión valdrá la pena si al terminar el combate sigues vivo–

 

Alethia.

—Querida mecena, es suya la decisión de tomar a esa chica o no, y aunque sea algo... Bulgar, pare ser una fiera. Otra chica no estaba mal —mire un poco hacía la arena y la vi demostrar su coraje —, pero aun así no se como nos llevemos con ella, entre mujeres a veces somos unas bestias.

Sonreí y seguí mirando su comportamiento.

—Ahora, yo quería pedirle un favor —suspire y la vi a los ojos.

 

Venator

Esperaba a Sebastian con una mesa llena de vino de máxima calidad y una bandeja de pan y quesos.

Contenido oculto

@Alisse Madness

 

Sebastián

Los guardias me habían llevado con mi mecenas, al enviar pude ver una gran mesa con comida y vino , aún no tenía ánimos, talvez el hablar con el me alegraría un poco --Hola -- fue lo único que se me ocurrió decir

 

Venator

—¡Siéntate! No siempre podrás disfrutar asientos como estos— Decía señalando la cómoda silla frente a él—Dime, en que puedo ayudarte ¿Por qué has llamado de mi a una audiencia?

 

Sebastian
—Recibí su anterior carta y pude notar que esta satisfecho con las cuentas que le entrego— Le dije sentándome en aquel asiento y tomando un trago de una copa de vino que tenia enfrente. —Quisiera hacerle una pregunta—Continué mientras dejaba dicha copa en la mesa y recargaba ambos brazos en la mesa.—¿Porque no me dejo pelear al lado de Scato?—Dije con un tono no tan cerio, mas bien triste.

 

Venator

Colocó ambos brazos sobre la mesa y entrecruzó los dedos —Pelear junto a él hubiera sido suicidió, como pudieron notar, la pelea no podía ser ganada. Todo fue creado para sacrificar a otro más. Pues como mecenas, uno cuida a sus Gladiadores, mandarlos simplemente a morir no tiene ningún beneficio para nosotros como inversionistas. ¿Me explico? Esto fue una prueba enviada desde el palacio Imperial, pues como te explico, no tendría sentido mandar a morir a tu Gladiador— Sirvió más vino a la copa de Sebastian —Y tu muchacho, eres muy valioso; menos mal no hiciste caso omiso a mi advertencia—

 

Sebastian

—No sera la primera vez, quiero que sepa que jamas faltare a su palabra—Respondí agradeciendo por el vino alzando la copa levemente y bebí todo de un sorbo—Lo que quería tratar desde un principio ya no tiene importancia pues todo ya ha pasado— continué diciendo recargándome en el respaldo del asiento y bajando un poco la cabeza—Solo me queda pedirle que hiciera un cambio, que me trasladaran a la habitación de Priscus—Finalice pronunciando ese nombre con mucho respeto y con una intención de guardarle admiración a aquel hermano ya caído y no solo como un capricho.

 

Venator

—Sólo toma su lugar y ya, sin Gladiador ni mecenas que se puedan molestar por el cambio... No veo necesario redactar un escrito, aún así le informaré a los guardias— le hizo una seña a uno de los soldados el cual se acercó, Venator le dijo algo y el soldado se retiró —Asunto arreglado—

 

Sebastian

—Se lo agradezco—le dijo comiendo un poco de pan, —Igual quisiera saber ¿Tiene mas ordenes para mi?—

 

Venator

—Buscas complacerme aún más, eso me agrada. Tu deber es seguir avanzando, quiero oir tu nombre entre los Gladiadores más reconocidos, es probable que pronto tengas que pelear contra alguno de los Gladiadores— dio un sorbo a su copa de vino —Y no debes angustiarte, los combates internos no son a muerte... Aunque algunos se propasan y alguien muere. Podría arreglar un combate con Pictor, son casi de la misma edad, el obtuvo mucha fama con esta última pelea, si lo vences eso quitará las dudas sobre tu fortaleza. Excelente, la idea me gusta. Tu contra Pictor, hablaré con Regillus su mecenas, no dudo que aceptará el acuerdo. Tu deber es ganar, claro está—

 

Sebastian

—Lo que mi mecenas ordene. estoy deacuerdo— Dije algo asombrado pues me cayo de sorpresa, pero a mi me encantaba pelear, asi que no le veo el problema.

Contenido oculto

"Amelie, no te basto con matar a priscus y ahora hay vas con sebastian... nah a te creas que gane la mejor xD (no me mates)