Busqué por el universo, y me encontré dentro de sus ojos. {SesshxRin}

Tema en 'Fanfics Abandonados de Inuyasha Ranma y Rinne' iniciado por Ludwig, 29 Junio 2009.

  1.  
    Ludwig

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    Busqué por el universo, y me encontré dentro de sus ojos. {SesshxRin}
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    Busqué por el universo, y me encontré dentro de sus ojos. {SesshxRin}

    [FONT=&quot]Bueno, éste es mi primer fic. Tratará sobre mi pareja favorita, Sesshomaru & Rin, aunque también aparecerán otras. Como ya dije, es la primera vez que escribo[/FONT][FONT=&quot] *verguenza*[/FONT], asique espero que me ayuden si encuentran errores o algo para aconsejarme .
    Saludos :).

    Capitulo I:

    Era una fría mañana de otoño, las persianas se encontraban abiertas, mostrando como las hojas ocres dibujaban líneas onduladas lentamente al desprenderse del gran Liquidambar, que se encontraba frente a la ventana que daba al escritorio. Ella se encontraba frente al mismo, mirando la pantalla de la computadora, mientras abría el Reproductor de Windows. Recién salía de bañarse, su cabellera color azabache se encontraba envuelta en una toalla, aunque algunos mechones, aún húmedos, se salían juguetonamente. Escribió unas palabras en el buscador “origin of symmetry”, era uno de sus discos favoritos de Muse, puso play, subió el volumen, se dio la vuelta y caminó unos pasos hasta el placard. Dudó unos segundos, mientras cantaba new born, descolgó la ropa que usaría y prosiguió a vestirse. Se miró en el espejo, una muchacha de ojos color café le devolvía la mirada; tenía la tez blanca, rasgos delicados y una expresión dulce.
    Luego de bajar las escaleras se dispuso a desayunar. Seguía escuchando de fondo hyper music, que resonaba de la habitación de arriba. Vivía sola, por lo que el volumen no molestaría a nadie. Mientras el agua se calentaba se preparó un par de tostadas, y luego se hizo un té. Miró la hora, en unos 20 minutos pasaría Shippo a buscarla para ir a la universidad, y se tiró en un sillón a jugar con su pequeño gato, Shadow.
    El irritante sonido del timbre la sacó de sus pensamientos haciéndola saltar de su lugar, se desperezó y, después de tomar su mochila, atendió a quien debía ser Shippo.

    -Llegaste temprano – dijo con Rin un deje de sorpresa en su voz.
    -Imagino que no quieres llegar tarde el primer día – respondió éste mientras la abrazaba.
    -Imaginas bien – aseguró sonriente.

    Rin y Shippo emprendieron camino; iban a paso lento, recordando historias de reuniones junto a Kagome y Sango, tarareando alguna que otra canción y opinando sobre el terrible clima que les había tocado para el comienzo de clases. No era que a Rin no le gustara la lluvia, de hecho le encantaba, pero el cielo gris que amenazaba con despertar una tormenta en cualquier momento, la desanimaba un poco por el hecho de tener que volverse caminando a su casa.
    Cuando estaban por llegar a la institución, un sonido proveniente del bolsillo de Shippo los distrajo de su conversación: era su celular, lo estaban llamando.

    -Es Kagome, debe estar esperándonos – comentó el castaño con expresión pensativa, mientras buscaba algo con la mirada – allá está.
    -¡Kagome! – llamó Rin emocionada, quería mucho a su prima, en realidad, para ella, era más como una hermana. Ella los esperaba jugando con su cabello, que era oscuro como la noche, con largas ondas que le llegaban hasta la cintura - ¿Cómo has estado? – mientras se lanzaba a abrazarla y Shippo la alcanzaba, abrazándolas también.
    -He estado mejor – mustió la muchacha que reflejaba en sus ojos café su característico brillo furioso – Y ustedes, ¿cómo están? – cambiando su expresión por una más alegre.
    -Bi… bien – balbuceó Rin - ¿Qué fue lo que te pasó?
    -No, no es nada – contestó Kagome restándole importancia, miró de reojo a ambos que la miraban con curiosidad - ¡Está bien!, es que me crucé a un chico mientras recorría buscando nuestro salón y…

    Flash back

    -Disculpa, ¿Aquí dan Epistemología? – preguntó la morocha señalando un aula.
    Un chico de cabellos plateados y un poco más alto que ella, se dio vuelta al escucharla para responderle, pero al hacerlo se detuvo unos segundos a mirarla o, mejor dicho, a escanearla con la mirada.
    -Si, aquí es – respondió con una voz suave, algo seductora – mi nombre es Taisho Inuyasha, ¿el tuyo?
    Más allá del gran atractivo del joven, lo que dejó – literalmente – sin habla a Kagome, fueron sus ojos. Tenía una mirada cálida, apasionada, que la dejó embobada, mientras que el color ámbar de éstos terminó por atraparla completamente.
    -Hey, te hice una pregunta – explicó tratando de hacerla volver a la realidad.
    -E… etto .. – No sabía cuánto tiempo había pasado mirándolo sin responder, se sintió avergonzada y, más aún, cuando notó cómo el calor inundaba su cara – Mi… eh… me llamo… me llamo Kagome… Kagome Higurashi.
    El chico la miró divertido, le había parecido muy atractiva y sintió que el provocaba lo mismo en ella.
    -¿Qué te parece si después de clases tomamos algo? – propuso mientras se acercaba un poco más a ella, disfrutó de ponerla nerviosa. Al ver que Kagome no reaccionaba, nuevamente, prosiguió – Genial, conozco un café aquí cerca que va a gustarte – dijo mientras se desaparecía dentro del aula.
    Kagome, después de reaccionar, se sintió totalmente estúpida, detestaba a los chicos creídos como él: porque así lo veía ella, el típico creído que creía que podía conseguir lo que quisiese. Pero no, con ella no, porque ella no iba a caer.

    Fin del flashback.

    -¡Sí! – exclamó Rin emocionada – no entiendo por qué te enfureces, hace mucho que no sales con un chico Kagome, y éste parece que te interesa – habló en un tono juguetón. Realmente quería que aceptara la invitación, ya que desde que su relación con Kouga tuvo un final desfavorable, no aceptaba a nadie.
    -¡Claro que no, Rin! – respondió con un leve rosa en sus mejillas – No sé qué se ha creído ese, pero no saldré con él, ni hablar.
    Rin miraba con expresión caprichosa a Kagome, quien trataba de no devolverle la mirada, y Shippo, que observaba divertido, decidió dar por terminada esa escena.
    -¿Qué les parece si entramos? El profesor no debe tardar en llegar – Miró a sus amigas, que ambas asintieron y se hicieron paso para buscar el aula.

    Una vez que entraron y tomaron asientos, Rin buscó con la mirada y detectó al muchacho que debía haber invitado a su prima. ”Es atractivo”,pensó.
    La clase se pasó rápido y, casi sin darse cuenta, ya se encontraban fuera del salón.

    -¿Vamos? – preguntó el joven quien, como dio por acertado Rin, se trataba de Inuyasha.
    -Es que… ahora estoy con mis amigos, y bueno… ya había quedado con ellos… asíque… - masculló Kagome, tratando se zafarse.
    -No te preocupes, pueden acompañarnos – propuso Inuyasha – claro, si están de acuerdo.
    -¡Claro que sí! – se apresuró a responder Rin, mientras Shippo asentía contento – Nos encantaría.

    Kagome les dirigió una mirada asesina para luego caminar junto a Inuyasha, quien comenzó a conversar animadamente.
     
  2.  
    Hikari Azura

    Hikari Azura Usuario común

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    Re: Busqué por el universo, y me encontré dentro de sus ojos. {SesshxRin}

    hola !!!!!!!!!
    i bienvnida al foro....bueno en verdad me gusto el fic..
    asi que suena algo prometedor y me gustaria que siguieras con el...
    y nuevamnte me alegra ver a personas nuevas por el foro asi que nuevamente
    bienvnida .... jajaja i espero ver pronto al encantdor sesshomaru..
    asi que nos estamos leyendo pronto.....;)
    bessoss.
    sesshogriss
     
  3.  
    sessxrin

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    Re: Busqué por el universo, y me encontré dentro de sus ojos. {SesshxRin}

    holazz!!!bienvenida al foro!!!!!!
    la verdad es que me encantan los ff de pareja sessxrin y inuxkag, asi que este fic me va a encantar y sobretodo estoy con los pelos de punta para ver cuando va entrar nuestro principe de hielo Sesshoumaru jajajaj tienes algun que otro error, o un error como estos "asique" me parecio ver por ahi, bueno no es nada grave
    estare leyendote
    sessxrin
     
  4.  
    Ludwig

    Ludwig Iniciado

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    Re: Busqué por el universo, y me encontré dentro de sus ojos. {SesshxRin}

    Hola chicas :), muchas gracias por sus comentarios y bienvenida. Les traigo rápido el segundo capi... por el tema de la gripe A cerraron todas las escuelas/facultades en mi provincia, y eso me da tiempo de escribir... pero aunque no tenga clases es malísimo: voy a rendir todas las materias juntas cuando vuelva :|. Por eso mejor me voy a estudiar un rato.
    En fin, sigamos...


    Capítulo II.


    Para el pesar - o la alegría - de Kagome, el tiempo que ella y sus amigos compartían con Inuyasha resultaba ser muy divertido. Notó que él era una buena persona, algo caprichoso y vanidoso cuando trataban de discutir sus puntos de vista, pero a la vez eso lo hacía algo gracioso y divertido.
    Seguían charlando amenamente cuando Inuyasha recibió un llamado telefónico, se separó un poco del grupo para hablar y luego regreso con una expresión aburrida.

    - Era mi hermano, al parecer mi padre me quiere en casa para tratar un asunto de suma importancia – ironizó – Llegará para llevarme en poco tiempo, ya que está cerca - Por algún motivo, Kagome se sintió un poco triste al escuchar la noticia.
    - Oh, no te preocupes – habló Rin – De todas formas ya tendríamos que volver, de otro modo nos agarraría la tormenta.
    - Si, de hecho ya ha empezado a gotear, mejor si nos apuramos, ¿puedo quedarme en tu casa hasta que pase la tormenta, Rin? – preguntó Shippo.
    - Sabes que no hay problema, claro que puedes venir. ¿También vienes con nosotros, Kagome?
    - Si, creo que será lo mejor, pero vayámonos ya – puntualizó la morocha mientras miraba la ventana, donde pequeñas gotas se pegaban y deslizaban.
    - Hey, yo puedo acercarlos – sugirió el joven de ojos ambarinos.
    - No será necesario, no queremos molestar – se apresuró a decir Kagome.
    - Feh, no seas tonta, no serán molestia. Los llevo – finalizó.
    - Muchas gracias – contestaron Rin y Shippo al unísono.
    - Mu…chas gracias – mustió la tercera al sentir contacto con la mano de Inuyasha que la arrastraba afuera, seguida por los demás.

    Se sorprendieron al ver un BMW M5 negro estacionarse frente a ellos, sus vidrios eran polarizados, por lo que no podían ver quién se encontraba dentro. Inuyasha abrió la puerta trasera de éste e invitó a sus acompañantes a subirse, los tres con cara de asombro le hicieron caso y luego él se subió en el asiento del copiloto. Al volante se encontraba un hombre de unos años mayor que ellos, quizás de unos 22 o 23 años, al igual que su hermano tenía una larga cabellera plateada, solo que la de él era más lacia, y ojos color ámbar, pero con la diferencia de que los suyos eran fríos e intimidantes, sin dejar de ser seductores. Su expresión indiferente incomodó a los pasajeros, exceptuando claro a Inuyasha que estaba acostumbrado y no tardó en indicarle, con ayuda de una apabullada Rin, el camino que debía seguir.
    El muchacho se dedicó a arrancar el vehículo, ni siquiera asintió o miró a las personas que se encontraban muy calladas en los asientos de atrás.
    Rin se pasó el camino mirándolo disimuladamente, o al menos ella creía ser disimulada, pero en realidad no podía despegar la vista de ese sujeto. Cuando se quiso dar cuenta, los impasibles ojos del hombre se encontraron con los de ella por el espejo retrovisor, haciendo que ésta diera un pequeño respingo. Ya se había estacionado frente a su casa y Shippo a su derecha se encontraba bajando del auto. Él no bajó la vista, haciendo que ella se ruborizara. Separó sus ojos costosamente de los de él, y se bajó del auto, les dieron las gracias y se adentraron en la casa.

    - La verdad que no sé qué ocurre contigo, Kagome, a mi Inuyasha me cayó muy bien – comentó Shippo, mientras tomaba un sorbo de té.
    - Ay Shippo, ¡por favor! Yo no me trago su actuación de muchacho amable o simpático, no cambiaré mi opinión – respondió subiendo su tono mientras se escuchaba caer un trueno – aunque, tengo que admitir que sí fue amable al traernos, de otro modo estaríamos empapados…
    - A mi no me vas a engañar, es obvio que te gusta al menos un poco… después de todo no está nada mal – comentó Rin sonriente.
    - Mira quién habla, la que se pasó el camino mirando al hermano de Inuyasha totalmente embobada – exclamó Shippo.
    - ¡¿Qué dices?! Eso no es cierto.
    - Claro que sí – afirmó el castaño mientras Kagome lo ayudaba coreando lo mismo.
    Rin se lanzó sobre ambos para callarlos y terminaron los tres en el suelo. Se rieron de sus acciones para luego continuar la charla sobre los hermanos.

    -----

    Inuyasha y su hermano se bajaron en una gran mansión algo lejos de la ciudad, tenía una gran entrada con un impresionante jardín y una hermosa fuente de mármol blanco en él. El estudio de su padre se encontraba en el primer piso, los jóvenes de ojos ambarinos golpearon la puerta y se metieron dentro de éste sin esperar respuesta.
    El Señor Taisho se encontraba sentado en su sillón de cuero, a sus espaldas había una chimenea que le proporcionaba calor a la fría habitación, y en la pared, sobre la chimenea, reposaban tres espadas antigüas; al ver entrar a sus hijos dejó unos papeles que estaba revisando sobre el escritorio.

    - Inuyasha, me llamó Totosai hace un rato, parece preocupado porque el daño que tiene tu auto es, al parecer, irreparable – El muchacho abrió mucho los ojos con sorpresa y algo de miedo, le había pedido a ese viejo que no comentara nada sobre su auto, su padre iba a matarlo – Es la tercera vez que lo haces Inuyasha, me cansé de tus juegos, no sé cómo te las arreglaste para machacarlo, pero no te daré otro.
    - Pero papá, no puedo estar sin auto, ¿cómo se supone que voy a ir hasta la universidad? – se quejó, tratando de que el asistir a clases lo ayudara.
    - No he terminado. Trabajarás junto a Sesshomaru en la empresa, con el sueldo que te daremos ahorrarás hasta comprarte uno – al ver que su hijo estaba por quejarse, se apresuró a hablar – Y sobre las clases, podrías usar uno de los autos de Sesshomaru hasta que termines tu castigo, es decir… tu trabajo.
    - ¿Acaso perdiste la cabeza? – inquirió el hijo mayor algo enojado – De ninguna manera éste mocoso usará mis autos.
    - Ah, ya veo, está bien. Si es lo que prefieres, puedes llevarlo tú a sus clases. Ahora si me disculpan, tengo trabajo que hacer.

    Ambos hermanos salieron molestos de esa habitación. Sabían que más que un castigo, lo que trataba de hacer su padre era unirlos como familia, lo cuál no sucedería ya que ninguno le daría el gusto.


    -
    Bien, me llevaré el BM, prometo traerlo sano y salvo… ¿las llaves? – Sesshomaru miró a Inuyasha sin cambiar la inexpresión que se posaba en su delicado rostro.
    - Mejor que estés listo mañana temprano, no voy a perder mi tiempo. Me iré y tendrás que tomar el autobús si no te apuras – terminó de decir esto y comenzó a caminar, dándole la espalda a su hermano menor.
    - ¡SESHOMARU ESPERA! – vociferó enfadado, pero a la vez suplicante – no puedes hacerme esto, necesito salir un rato a despejarme.
    - Inuyasha… ¿Me crees lo demasiado tonto como para dejar que manejes uno de mis autos, aún después de ver lo que hiciste con los tuyos? – dejó una pausa – Si no quieres que te lleve, no lo haré, no creas que lo disfruto – dicho esto se retiró.
    - Sesshomaru – susurró Inuyasha con ira.

    El hecho de que su hermano tuviera que hacer de niñera con él le ponía los pelos de punta, después de todo, el ya había dejado de ser un niño, y el castigo de su padre lo molestaba, asíque decidió salir, a pesar de la tormenta, para visitar a Rin y así sacarle información sobre Kagome que, después de todo, lo había dejado atónito.


    -----

    Se encontraba lavando los platos cuando alguien picó el timbre. Se secó las manos, mientras pensaba en quién podía ser el extraño que la visitaría durante una tormenta como ésta. Llegó a la puerta y espió por el cerrojo antes de abrirla, se apresuró debido a su sorpresa.
    - ¡Inuyasha! – exclamó mirando al jóven empapado. Se veía agitado.


     
  5.  
    sessxrin

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    Re: Busqué por el universo, y me encontré dentro de sus ojos. {SesshxRin}

    olazzz!!!!
    me ecanto el cap, como te dije sabia que este fic me iva a gustar y mucho, jajaja me gusto mucho la pequeña charla que tuvieron inyasha y sesshoumaru.
    respecto a los errores pues no vi casi, pues yo no soy experta en eso xD, me gusto como describiste la sala donde se encontraba el padre de los hermanos
    en tal caso seguire leyendo tu fic, porfa continualo que me kede con las ganas de saber mas

    PD: bueno al menos lo de la influenzia tiene algo bueno, te deja demasiado tiempo libre xD y no hay estudios jajaj
     
  6.  
    Asurama

    Asurama Usuario popular

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    Re: Busqué por el universo, y me encontré dentro de sus ojos. {SesshxRin}

    Oh, Inuyasha ha sido tan torpe, es tan típico en estos fics, lo mismo que los multimillonarios en la familia... (creo que soy la única que nunca los pone como multimillonarios)
    Así que a vos también te dejaron sin clases, va a ser horrible.
    De vez en cuando, en el fic se te cuelan algunos de nuestros modismos. vi uno que otro error que más parecen ser de tipeo. Describiste bastante bien, también supiste ambientar la historia.
    En fin, es uno de los mejores fics de esta pareja que he leído hasta el momento.
    No tengo mayores críticas
    Luchy estará leyéndote
     
  7.  
    Ludwig

    Ludwig Iniciado

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    Re: Busqué por el universo, y me encontré dentro de sus ojos. {SesshxRin}

    Gracias nuevamente por sus comentarios, y también por seguir el fic :). La verdad es que sí, éste mes sin clases tiene sus ventajas y desventajas. Lo bueno es que voy a tener tiempo para publicar mi fic, descansar mucho, leer esos libros que no pude por la culpa de Piaget (estoy estudiando Lic. en Psicología) y mirar muchas películas; lo malo es que pierdo dos semanas de clases, que los tres parciales que iba a rendir se me van a juntar con los de las demás materias, y que no pienso salir de mi casa.

    No es que sea dramática ni nada, pero soy fumadora y, además, tiendo a enfermarme con facilidad... de hecho, al día siguiente de las votaciones desperté resfriada. Al final no tengo nada, salvo Psicosis, según mi madre... pero no voy a arriesgarme :|.

    Edito: ¿Hace falta que coloque un Disclaimer?... lo he visto en algunos fics, me gustaría que me aclararan la duda. Gracias :).

    En fin, dejo de aburrirlas y aquí la conti...



    Capitulo III.

    - Pasa rápido, vas a congelarte.
    - Te lo agradezco, Rin – le respondió él, tembloroso, mientras ella buscaba una toalla. Kagome y Shippo se encontraban jugando video juegos en la sala, pero la voz del muchacho distrajo a la chica. No puede ser Inuyasha – pensó, sacudiendo su cabeza volvió su atención al juego.
    Rin, quién ayudaba a Inuyasha a secarse, lo invitó a pasar a la cocina para servirle un té.
    - ¿Qué te trae por aquí? ¿Pasó algo? – preguntó preocupada.
    - Bueno… no. Es solo que no me gustaba el ambiente en mi casa y… bueno, quería confesarte que – el frío que había palidecido al chico parecía haber desaparecido, y un rojo teñía sus mejillas. Rin lo miraba con paciencia – es que, quisiera hablar… sobre Kagome contigo.
    - ¿Sobre Kagome?, ¿qué ocurre con ella? – Rin sonrió para sus adentros.
    - Bueno, tú sabes.
    - ¿Me estás diciendo que te gusta?
    - ¡No!... es decir, no deberías ir tan rápido, ¡acabo de conocerla! Em, ¿qué crees que piensa ella de mi?
    “No sé qué se ha creído ese, pero no saldré con él, ni hablar”… “Yo no me trago su actuación de muchacho amable o simpático, no cambiaré mi opinión” –
    Las palabras de Kagome resonaron en su cabeza, pero aún así ella sabía que su prima vivía con una carcasa para evitar que la lastimen, y que su ruda personalidad también era, en parte, una protección.
    - Pues… ella no me ha dicho nada… aún – se apresuró a agregar al ver un deje de decepción en los ojos de su nuevo compañero – pero, creo que deberías intentar algo con ella Inu, de verdad.
    - Gracias Rin – murmuró con una sonrisa de medio lado – Sabes, no suelo abrirme con personas que recién conozco de ésta manera pero, por alguna razón, siento que puedo confiar en ti.
    - Estás en lo cierto, no tendré problemas de escucharte si así lo necesitas – Rin se enterneció al conocer ese lado de Inuyasha, y vio una futura amistad en ellos. Pero por alguna razón que desconocía, en su cabeza se formulaba otra pregunta: ¿su hermano será como él?, no trató de buscar explicación a esa duda - Shippo y Kag están en la sala, ¿quieres que los acompañemos?
    - Si, ¿por qué no?

    Los dos se encontraban totalmente sumidos en el juego, por lo que Rin e Inuyasha se lanzaron sobre ellos para hacerles cosquillas, los dos que se asustaron para luego tratar de zafarse comenzaron una guerra de almohadas. Los cuatro rieron hasta quedar derrotados en el suelo.

    Estuvieron hablando por un par de horas, hasta que la tormenta pareció cesar y decidieron irse a sus respectivas casas, para dejar que Rin descansase.

    ¡Qué día más extraño!
    – pensaba Rin, mientras se tiraba de espaldas en su cama. Puso sus brazos detrás de su cabeza, observando su habitación. Las paredes eran de color violeta, y en algunas partes se cubrían con cuadros de Rin y sus padres, quiénes habían fallecido hace unos años. También había un mural con fotos de familiares y amigos, aparecían Kagome y Shippo, entre otros. A su derecha; se encontraba una pequeña mesita de luz y más allá, cerca de la puerta, se ubicaba un gran placard incrustado en la pared, una de sus puertas era un enorme espejo. A unos pasos de su cama, en frente a ella, se hallaba un escritorio con la computadora, y una gran ventana tras ella. Esa ventana daba a la calle, Rin observó a través de ella mientras se sumía en sus pensamientos. Su primer día de clases había sido demasiado interesante, había conocido a un muchacho que tuvo confianza con ellos desde el principio, se divirtieron toda la tarde y, además, al final del día se dio cuenta de que podría convertirse en un gran amigo. Inuyasha le había caído muy bien, era simpático y entusiasta, algo impulsivo; también aunque fuera algo egocéntrico al hablar, se notaba que era bastante humilde a pesar del dinero que poseía, o al menos parecía que tenía mucho dinero, y esa simpleza le gustaba a Rin. Me caería bien como cuñado – Rin, que sonreía, borró su sonrisa de la cara y abrió mucho los ojos… ¿qué acababa de pensar? Ya era la segunda vez en el día que se le daba por pensar en ese individuo que, al parecer, había despertado algo en ella. Se sentó en la cama, sacudió su cabeza y se dirigió al baño para darse una ducha. Cuando terminó se limitó a acostarse a dormir, sin preguntas, sin pensar.


    Esa mirada ambarina, llena de fuego, que no decía nada, la perseguía. Ella se reflejaba en ella, como si fuera un gran espejo dorado, no podía descifrar el sentimiento que esos ojos indiferentes le provocaban… se embriagaba, si, se embriagaba en ellos, con ellos...
    Se sentía caer, pero sin miedo, era como flotar, flotaba, se metía en esas aguas doradas, se bañaba, se inundaba, se ahogaba, luego volvía a salir, los olía, los inhalaba, los exhalaba, los sentía. Sentía como la poseían, como la debilitaban y le daban todo el poder, encontrarse dentro de ellos era ilógico, pero se sentía bien, quería perderse allí, quería quedarse en ese mar ambarino por siempre, lo disfrutaba, seguía flotando, flotaba… Esos ojos... eran como tocar el fuego y helarse, una completa ironía que la dejaba aturdida, pero resultaba atraerla completamente.


    El despertador que la llamaba histéricamente logró despertarla, Rin puso una mano en su cabeza, las imágenes que había soñado aún estaban ahí, su expresión delataba que no había entendido nada, se sentó, apagó el despertador, y con un suspiro emprendió su camino hacia el baño. Se cepilló los dientes, se arregló y bajó a la cocina.
    Saludó a Shadow, sus ojos verdes la miraban expectantes mientras ella buscaba para darle de comer. Acarició su pelaje, negro, exceptuando en su panza, que era blanco. El felino ronroneó un par de veces, pero luego se alejó y se dedicó a comer, por lo que Rin decidió hacer lo mismo. Luego del desayuno esperó a Shippo, para continuar la rutina universitaria.

    ---

    La semana pasó más rápido de lo que Rin esperaba. Compartían un par de clases con Inuyasha, quien les alegraba las mañanas, y algunas tardes en las que se juntaban a charlar o estudiar. A Kagome ya le caía mejor, de hecho se llevaban muy bien, aunque de vez en cuando discutían a los gritos, tenían diferentes opiniones… También, se enteraron que Sango, una vieja amiga, volvería pronto de viaje, eso los entusiasmó bastante, y decidieron hacerle una fiesta de bienvenida, por lo que contactaron a Kohaku, su hermano menor. Pero a pesar de la felicidad y diversión que los distintos días le proporcionaban, tuvo otras noches de sueños extraños, relacionados al menos un poco con aquél individuo de ojos fríos. No lo había vuelto a ver desde esa vez en el auto, de hecho Inuyasha los había invitado a su casa un par de veces, pero ella evitaba esas reuniones por más tonto que sonara.
    Era viernes, por lo que no cursaba, ya eran alrededor de las 9 de la mañana. Rin había decidido hace un tiempo salir a buscar trabajo ya que, después de la muerte de sus padres, era su hermano quien le pasaba dinero; y quería empezar a independizarse en ese sentido. Sabía que aunque ella trabajara, y ganara lo suficiente o más, su hermano no dejaría de ayudarla económicamente; aún en la distancia cuidaba de ella. Toya vivía en Estados Unidos hace ya 3 años, era analista en sistemas y trabajaba en una gran empresa, lo que ayudó que pudiera mantener a su hermana sin problemas. Lo extrañaba, pero el trabajo lo mantenía ocupado, le escribía mails o cartas de vez en cuando, pero solo la había visitado dos veces desde su partida. Rin observó detenidamente una de las fotos que tenía con él, en ese entonces eran una gran familia; esbozó una sonrisa al recordarlo y salió de la casa decidida.

    Había asistido a dos entrevistas, no le había ido mal, pero el horario se complicaba con el de la universidad. Cuando salió de la segunda, cruzó la calle y caminó un par de cuadras, dejó que sus pies la llevaran por su cuenta. Un gran edificio llamó su atención, parecía una enorme torre que se ovalaba al llegar a los últimos pisos, y sus infinitas ventanas espejadas reflejaban el hermoso parque que se encontraba en frente. Lo miró detenidamente, no lo recordaba o, quizás, no le había prestado atención nunca; luego cruzó la calle para sentarse a descansar en aquel sublime lugar. Los cerezos se encontraban desnudos, pero había varios arces con sus hojas pintadas en un rojo intenso. Rin se acercó a uno de ellos, tocó su tronco mientras lo miraba embelesada; siguió dando pasos mientras continuaba tocando dicho árbol cuando notó que del otro lado de éste se encontraba un joven sentado leyendo un libro, quien ahora la miraba. Abrió mucho los ojos por la sorpresa al notar quién era, sus mejillas se tornaron del color de las hojas cuando se dio cuenta que él la seguía mirando, con los mismos ojos inexpresivos de esa primera vez, con los mismos ojos que la perseguían en sus sueños.



     
  8.  
    sessxrin

    sessxrin Fanático

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    Re: Busqué por el universo, y me encontré dentro de sus ojos. {SesshxRin}

    haaaaa holaaaaaaaa!!!!!!!
    hay cada vez me tienes intrigada de saber que pasa, siempre lo dejas en la parte mas buena, uyy quiero saber mas, Rin a veces es tonta y inteligente a la vez xD, no ir a las reuniones que la invita Inuyasha eso es ser tonta por no ver al bombon del hermano que tiene pero inteligente para no tener la cara roja todo el dia xD, sabes me gustan muchos tus contis (siempre digo eso enlos fics de SESSXRIN) jajaja, no mentiras siguelo que me gusta mucho tu fic, no tardes tanto que me cuesta no leerlo jajaja me dejaste con la intrigita de saber mas xD
    nos leemos
    sessxrin
     
  9.  
    Miharu Rokujo

    Miharu Rokujo Entusiasta

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    Re: Busqué por el universo, y me encontré dentro de sus ojos. {SesshxRin}

    Hola!!
    Acabo de leer tu fan fic y me gusta mucho, redactas muy bien y es ameno leerlo.
    Me dejaste intrigada con el final de este capitulo xD
    Inuyasha teniendo una actitud amable, eso es como medio raro o,o Me gusta que sea así, al menos en los fan fics.
    Amo tu redacción, ah, eso ya lo había dicho pero es verdad, redactas maravilloso para ser el primer fan fic y (hasta ahora) no he encontrado ninguna falta ni nada parecido.
    ¡Sigue así! ;)
     
  10.  
    Hikari Azura

    Hikari Azura Usuario común

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    Re: Busqué por el universo, y me encontré dentro de sus ojos. {SesshxRin}

    hello!!
    kyyyyya grrrr!! borraron mi post esta es la tercera vez que me passa en este foro...¬¬
    pero jajajaja no me dejare que me ganen ..aqui estare pase lo que pase jajaja XD
    no me dare porvncida ....aunque duela..pero como estabe en lo principal es que me gusto la continuacion mas en como rin trata de independizrse por si misma, y mmm cuando se topo con sessho en e parque que envidia quien no quisiera ser ella para estar en su lugar T.T..pero bueno mas me facinaria que continuaras pronto ya que me has dejado con ansias de conti ...
    asi que estare por aqui esperando tu actualizacion y nos vermos luego..;)

    bessos.
    sesshogriss
     
  11.  
    Ludwig

    Ludwig Iniciado

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    Re: Busqué por el universo, y me encontré dentro de sus ojos. {SesshxRin}

    Gracias sessxrin, Gheraldine Autumn & SESSHOGRISS; me alegra que les esté gustando el fic :).
    Hoy voy a dejar dos capítulos, por el tema del mantenimiento.
    Besos, y seguimos...


    Capítulo IV

    A pesar de sentirse un poco avergonzada, quiso perderse en esos ojos. Eran hermosos, él lo era, nunca había visto a nadie como él. Tan imponente. Estaba vestido de traje, aunque su corbata se encontraba algo desprolija, no se podía decir lo mismo de sus cabellos, que se paseaban de un lado al otro a causa del viento sin enredarse, caían como si un peine invisible no permitiera que se mezclasen entre sí. Quiso gesticular algo, pero no supo qué decir por lo que prefirió callar; pidió que sus piernas le reaccionaran, sabía que estaba tan atraída por él, que quizás le fallarían para que ella pudiera apreciar la belleza de ese muchacho. Trató de irse. Dio media vuelta y comenzó a caminar con una extraña sensación de bienestar, tenía que admitir que le agradaba el simple hecho de observarlo. Intentó alejar esos pensamientos de su mente, mientras continuaba alejándose lentamente de él, pero una voz interrumpió su marcha.

    - Espera – no pudo descifrar algún tono que le anunciara si se encontraba molesto o no; su voz era profunda, limpia, quizás hasta inquebrantable. Ella se volteó a verlo, dándole las gracias a quién sea por la oportunidad de mirarlo un poco más - ¿Te conozco de algún lado? – Ella le dedicó una sonrisa, y en ese instante algo se estrujo dentro del pecho del muchacho.
    - Soy amiga de Inuyasha. Me acercaste hasta mi casa hace unos días… – Él seguía sentado, con el libro en sus manos, no se inmutó, o eso aparentaba. Los dulces ojos chocolates de la hermosa mujer que tenía en frente le causaron una ternura indescriptible, algo que él no sentía hace años; su sonrisa… ¿hace cuánto alguien no le sonreía de esa forma?... tan sincera.
    - Y dime, amiga de Inuyasha… ¿tienes nombre? – A pesar de las extrañas emociones que transitaban dentro de su cuerpo, su voz seguía siendo fría e inalterable.
    - Higurashi… Rin – se mordió el labio inferior, trató de contener una risa; en su cabeza se preguntaba si éste era otro de sus sueños, no entendía como se había originado esta fortuita situación. Aún así, le agradaba - ¿Y tú?
    - Sesshomaru, es un gusto Rin – Que su nombre saliera de sus labios hizo que sintiera una descarga eléctrica atravesar su cuerpo, un leve rosa se tiñó en sus mejillas. Él sonrió para sus adentros, le pareció más hermosa aún, sin dudas esa chica despertaba algo en él.
    - Etto… debo irme, lamento haberte interrumpido… el gusto es mío Sesshomaru – Le dedicó otra de sus radiantes sonrisas mientras se despedía. Trató de relajarse, se había llevado una gran sorpresa al haberlo encontrado ahí, a esa persona que la perseguía en sueños. Se alejó lentamente, y decidió volver a su casa, dejándose invadir por la alegría que se expandía en su interior.

    En el camino de vuelta muchos pensamientos rondaron por su cabeza, no entendía qué tenía ese individuo… además de ese hermoso rostro de rasgos delicados, sus ojos intimidantes, derrochadores de respeto, él entero, sus movimientos… pero… ¿qué me hizo?.
    Rin sacudió su cabeza en forma de negación. Tratando de desviar esos pensamientos que aquejaban su mente. Vas a volverme loca. Sonrió con pena, y decidió buscar su mp3 para distraerse escuchando música.

    Lo que Rin no sabía es que había llamado la atención de aquél hombre. Su belleza no era cuestionable, y la ternura que se originaba en sus ojos era algo a lo que Sesshomaru no solía encontrar entre sus mujeres, sabía que ella era distinta.

    ---

    Rin llegó a su casa, y tratando de acallar a su consciencia que, aparentemente, quería hablarle, se dispuso a almorzar. Cuando terminó se acostó a dormir un buen rato, y en lo que ella creyó un abrir y cerrar de ojos, volvió a despertar debido a que su celular sonaba estridentemente.

    - ¿Sí? – fue lo que alcanzó a pronunciar Rin, somnolienta.
    - Rin, habla Kagome
    - Hola Kag – no quería esforzarse en hablar, aún estaba cansada.
    - ¿Te pasa algo? – cuestionó algo preocupada, por el tono de su amiga.
    - No, no es nada… estoy algo cansada, solo eso – Su tono se notó un poco más alegre, tranquilizando a Kagome – Y a ti… ¿qué te pasa?, quieres contarme algo sobre… no sé… Inuyasha, ¿tal vez? – comentó en un tono pícaro.
    - … - Kagome se sonrojó, aunque Rin ya lo sabía porque la conocía lo suficiente – Bueno, eso te lo contaré ésta noche…
    - ¿Haremos algo ésta noche?
    - Etto… Inuyasha nos invitó a su casa, para que miremos películas y eso… por favor Rin, no digas que no… si no vas, yo no iré – Kagome estaba decidida, y Rin lo sabía.
    - Yo…
    - ¡Por favor!, ¡Por favor!
    - ¡Argh!... ¡Está bien!, pero me debes una – comentó dándose por vencida. Aunque supo que al menos una parte de ella, quería arriesgarse a encontrar nuevamente al dueño de esos ojos persistentes.

    Kagome, luego de organizar a qué hora y cómo irían hasta la casa de Inuyasha, se pasó una hora hablando de la ropa que se pondría, y aceptándole a su amiga lo nerviosa que se encontraba. Cuando su diálogo cesó, Rin se dio un tranquilo baño.
    Puso música y buscó que ponerse; eligió una pollera a cuadros en tonos morados y bordó, una remera bordó y sobre ella una campera de cuero. Había sido de su padre, y luego de Toya, por eso la apreciaba demasiado.
    Terminó de secar su cabello, y lo dejó caer por sus hombros y espalda. Le estaba dedicando una última mirada a su espejo, cuando tocaron el timbre.
    Supo que eran Shippo y Kagome, por lo que tomó una cartera con pertenencias esenciales ya dentro de ésta y bajó por las escaleras.

    - Justo a tiempo – les sonrió mientras cerraba la puerta, para luego dirigirse a abrazarlos. Sus amigos hicieron lo mismo, algo que les encantaba de Rin era que siempre demostraba su cariño.
    - Vámonos o no alcanzaremos a tomar el colectivo – comentó Shippo, quien miraba su reloj de muñeca.
    - Sí – respondieron las chicas al unísono.

    No tuvieron que esperar demasiado, en menos de 10 minutos se encontraban yendo a la casa de su amigo. Hablaron animadamente en el recorrido, y se recordaron que Sango volvería en una semana, por lo que tenían que apresurarse con la preparación de la fiesta.
    Al llegar Rin, que aún no conocía la residencia, miro embelesada lo que se encontraba frente a ella; el jardín que poseían era asombroso y la dejó atónita.
    Inuyasha los hizo pasar, aunque tuvo que arrastrar a Rin; quién parecía querer quedarse afuera a pesar del frío, para admirar los árboles y algunas de las flores. Una vez que introdujo a Rin dentro de su casa, los guió hasta su habitación. En la entrada había dos escaleras que se unían en el piso superior, tomaron la de la derecha ya que de ese lado dormía él. Atravesaron un pasillo, Inuyasha se adentró en la segunda puerta a la izquierda.
    Era bastante extensa, sus paredes eran de un blanco crema y sus pisos de mármol, en sus mismas tonalidades, daban la sensación de agrandar la habitación. A la izquierda; se hallaba una cama de dos plazas, vestía un edredón refinado, sobre él se recargaban varios almohadones. Frente a la cama había un mueble con un televisor de una amplia pantalla, el mueble tenía un par de separadores y contenía varias películas sobre uno de ellos. A su derecha; había un escritorio con una computadora sobre él, también tenía joysticks y una cámara de fotos. A su lado había una puerta, que se dirigía a un baño.
    Inuyasha tomó un par de películas para que eligieran cuál ver, pero hubo problemas debido a que él y Rin querían ver la de terror, y por otro lado Kagome y Shippo se rehusaban y pedían la comedia-romántica.
    Después de hacer piedra, papel o tijera; un victorioso Inuyasha se dirigía la cocina junto a Rin, para hacer pororó. Estuvieron un rato hablando, él le contó su plan de declarársele esa noche, y ella lo apoyaba totalmente.
    Una vez que regresaron, Inuyasha puso play y se volvió a sus tres amigos que descansaban en la cama. Inuyasha se sentó en un extremo de ésta, Kagome a su lado abrazaba un almohadón, mientras Shippo abrazaba su brazo a su derecha, y por último Rin, que miraba divertida la escena, se encontraba en el otro extremo.


    Capitulo V
    :

    - ¡Ya deja de jugar Inuyasha!, ¡¿no ves que no es gracioso?!... ¡TONTO! – vociferaba una enfurecida Kagome. Habían estado asustándolos desde que finalizó la película, y tanto ella como Shippo se habían traumado.
    - Vamos Kag, no te enojes… eres por demás valiente, ¿qué es eso de temerle a un par de zombis? – comentaba Rin recostada panza abajo en la cama, con una sonrisa debido al comportamiento de sus amigos.
    - Zombis salvajes e inmortales, que les encanta comer a niños y niñas miedosos – reía Inuyasha, recibiendo un golpe en la cabeza por parte de Kagome – Está bien, está bien. No más bromas. – le dedicó una sonrisa algo seductora, mientras volvía a hablar - ¿jugamos? – mientras le alcanzaba un joystick.
    - ¡Sí! El ganador juega contra Shippo – le respondió sentándose a su lado.
    - De acuerdo… Rin, ¿te molestaría ir hasta la cocina y traer más pororó?
    - Claro que no, ya vuelvo – tomó los vasos que se encontraban dispersos por la habitación, un bol, los puso en una bandeja y salió.

    Caminó lentamente escaleras abajo, observó detenidamente algunos cuadros que se encontraban embelleciendo algunas paredes, se tomó su tiempo hasta llegar a la cocina. Una vez ahí, apoyó las cosas en una mesada y se dispuso a buscar en la alacena; haciéndolo en puntas de pié porque apenas alcanzaba.

    - ¿Quién imaginaría que te volvería a encontrar, en mi propia casa? – Se asustó en un principio, no había visto a nadie, pero esa voz no la engañaba… no podía ser nadie más, tenía que ser él.
    - Sesshomaru – murmuró mientras se giraba a contemplarlo. Sin querer, y sin saberlo, volvió a enloquecerlo por dentro al dedicarle otra de sus sonrisas. Él se encontraba en el desayunador, tomando un café; una laptop en frente a él. Se sonrojó un poco al darse cuenta de que él sólo vestía pantalones, tenía el pecho al descubierto.
    - ¿Necesitas ayuda con algo? – Habló en su tono usual, solo que ésta vez su voz era un poco más seductora, arrastró sus palabras mientras la escaneaba con la mirada. Se paró y se dirigió a su lado. Ella, las veces que lo vio, lo hizo mientras se encontraba sentado, por lo que no se había percatado de lo alto que era; le sacaba una cabeza y quizás unos pocos centímetros más. No pudo evitar observarlo al tenerlo tan cerca, levantó su rostro para mirarlo, sus caras estaban a cortos centímetros de distancia.
    - Podrías alcanzarme el pochoclo para microondas… - sostuvo su mirada, no la sentía tan glacial como siempre, ésta vez era diferente. Sesshomaru, sorprendido al verla tan serena, sonrió de medio lado. Tomó la bolsa de cartón del estante, quitando sus ojos de los chocolates por unos segundos, y luego le extendió el objeto, volviendo a mirarla – Gracias – murmuró Rin. No quería dar por finalizada la situación, decidió que sus amigos podían esperar unos minutos - ¿Qué estás haciendo aquí sólo? – le preguntó mientras se dirigía hacia el microondas, metiendo la bolsa de cartón dentro, actuando de lo más normal.
    - Trabajo – respondió, volviendo a su posición de antes en el desayunador. Al ver la cara de Rin, algo sorprendida, accedió a explicarle – El tonto de Inuyasha hace su trabajo de forma inadecuada, no le presta atención… estoy corrigiendo algunas cosas, si lo hace mal mi padre no le levantara el castigo.
    - No sabía que estaba castigado, que tierno de tu parte que lo ayudes – comentó la muchacha de espaldas al microondas. Sesshomaru levantó una ceja. Trató de no reírse por el comentario.
    - Veo que no te ha hablado de nuestra relación. ¿Te gustaría un café? – No perdería el tiempo hablando de su medio hermano, prefería simplemente tenerla cerca, y que ella hablase.
    Rin se sorprendió ante el comentario, pero al ver el drástico cambio de tema, prefirió olvidarlo.
    - Claro – Otra vez. Esa sonrisa le volaba la cabeza. Se vio a sí mismo invitándola a un café, ni él mismo lo creía, solía invitar a mujeres… pero no así, ni a tomar café. Se incorporó para prepararlo, pero fue interrumpido.
    - ¡Rin! ¿por qué no me avisaste que planeabas dejarlos solos?... ah, etto… lo siento. Hola – Shippo sintió un escalofrío recorrer su cuerpo cuando Sesshomaru lo miró.
    - Shippo… yo… ya casi está el pororó, siento haberme tardado – mustió Rin.
    - Si parece que ya está, vamos – La tomó de la mano, mientras que con la otra que le quedaba libre trataba de volcar el pochoclo en el bol, y comenzó a jalar de ella.
    - Nos vemos, Sesshomaru – la sonrisa que le dedicó esta vez era un poco nostálgica, él sabía que ella quería quedarse. Aunque por otro lado ese otro chico… ¿acaso era su novio?... la tomó de la mano, y además por lo que escuchó, dejaron a Inuyasha con alguien arriba… sintió rabia. Ese mocoso. No merece estar con alguien como ella. Las cosas no quedarán así.

    Se quedaron comiendo en la puerta, para demorarse un poco más y dejar a los otros solos un rato. Cuando Rin notó que Shippo quería indagar sobre el tema con Sesshomaru, decidió entrar en la habitación. Se encontró con sus amigos jugando videojuegos, Kagome parecía incómoda e Inuyasha molesto. Shippo se dirigió al baño, dejando a los otros tres solos.

    - ¡Qué tonta soy!... ¡olvidé las bebidas!, ya vuelvo – Rin, que se sintió incómoda ante la escena, aprovechó para volver a la cocina y ver si Sesshomaru aún se encontraba ahí. Esta vez lo hizo rápido, no se demoró deleitándose con la casa, y en dos segundos se encontró en la cocina. Suspiró resignada, él no estaba. Abrió la heladera, sacó jugo y lo sirvió en los cuatro vasos de vidrio que había dejado olvidados ahí.
    - Mañana. Pasaré por tu casa a las cuatro, me debes un café – se dio vuelta de repente. Él se encontraba apoyado en el marco de la puerta, se giró y quedó de espaldas. Se dispuso a avanzar, pero antes la miró de reojo, girando solo su cabeza – Buenas noches, Rin.

    Rin solo sonrió de medio lado, aunque en su cara no se notara, estaba sorprendida. Pensó que quizás era un poco precipitado, pero no le importó. Lo disfrutaría.

    Con cuidado tomó la bandeja y se reunió con sus amigos. Shippo jugaba con Inuyasha ahora, y Kagome observaba aburrida. Rin aprovechó y se acercó para hablarle.

    - ¿Y?
    - Nada. Ene, a, de, a. NADA. Ni siquiera se me acercó, ni me tiró indirectas… creo que no le gusto.
    - ¡¿Qué?!, pero… no es posible, el parece embobadísimo contigo Kag… - susurró Rin – quizás no se anima a decírtelo.
    - No lo sé, no entiendo… estábamos pasándola muy bien hasta que nos vimos solos. De todas formas, mejor si nos vamos, tengo algo de sueño.
    - S si… está bien…

    Les avisaron que se irían por el cansancio. Asique las acompañaron al a puerta, mientras esperaban el taxi. Shippo se quedaría a dormir, asique las despidió con un abrazo y luego se dirigió con Inuyasha nuevamente a la habitación.

    - Kag, debo contarte algo…
    - Dime…
    - Es que… mientras ustedes estaban jugando… bueno, yo me encontré al hermano de Inuyasha… estuvimos hablando y… bueno…
    - ¿Sí? ¡ya dímelo Rin!
    - Bueno… saldré con él mañana…


     
  12.  
    sessxrin

    sessxrin Fanático

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    Re: Busqué por el universo, y me encontré dentro de sus ojos. {SesshxRin}

    ahhhhhhhh me encanto el capi!!!!!!!creeme que mientras lo leía tambien sentia todo lo que sentia Rin, ajajaj me imaginaba a sess en frente mio ahhhh me hiso sonreir mucho ajajajaja, sabes cad vez me gusta mas y mas este fic, estan bueno leerlo en cierta forma uno entiende bien lo que escribe, para ser tu primera vez, escribes muy bien, espero con ansias el prox cap que quiero saber que va a pasar en la salida de estos tortolitos jajaja
    sessxrin
     
  13.  
    Hikari Azura

    Hikari Azura Usuario común

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    Re: Busqué por el universo, y me encontré dentro de sus ojos. {SesshxRin}

    kyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!
    me muero....me muero!!!!!!!!!!1aire necesito aire!!!...niña me has dejado con la boca aaaaaaaaaaa °O°,
    no me lo ´puedo creeer...que alguien me haga aire que me asficcio...jajajajaja como soy melodramatica...jajja
    bueno la verdad es k t quedo padrisimo tu conti...que va madre mia eso se queda corto..y no me lo puedo imaginar como estara la proxima actualizacion....hijo esto me deja con ansias ...asi que nos estaremos viendo pronto...bessos
    sesshogriss
     
  14.  
    Ludwig

    Ludwig Iniciado

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    Busqué por el universo, y me encontré dentro de sus ojos. {SesshxRin}
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    Re: Busqué por el universo, y me encontré dentro de sus ojos. {SesshxRin}

    Aww, me alegra ver sus comentarios, gracias por seguir leyendo :). No estaré mucho tiempo en el foro hoy, asique mejor me apuro...
    Aquí seguimos:



    Capítulo VI[FONT=&quot]:[/FONT]

    - ¡¿Qué?!... ¡Es genial Rin!, me alegro mucho por ti… en serio. Es muy atractivo – le dijo guiñándole un ojo.
    - Sí, siento que… me gusta… no lo sé, no lo conozco bien como para decirlo…
    - Imagínate, si Inuyasha se decidiera… seríamos concuñadas – rieron.

    Siguieron su charla hasta que Kagome bajó en su casa. Cuando Rin llegó a la suya, subió directamente a su cuarto y se durmió con una sonrisa en el rostro.

    Una potente luz reposaba en sus párpados, causándole molestia. Trato de abrir sus ojos, pero la luz la cegó, parpadeó un par de veces, hasta acostumbrarse a la iluminación. Sentía un confortable calor, no era exagerado, pero la abrigaba. Seguía acostada, con su mano derecha acarició la superficie en donde se encontraba. Tela. Era suave. Antes de sentarse miró el cielo como pudo, no había nubes, pero parecía nublado… estaba teñido de un color marfil, quizás color champagne. Miró su mano derecha, apoyada en esa suave superficie. Subió la mirada sin miedo, no dudaba, lo encontraría. A pesar de que su expresión fuera indiferente, sabía que le sonreía con sus ojos. Ella podía leerlos. Retiró la mano de su regazo, lentamente, él se acercó a ella…

    Abrió sus ojos perezosamente, qué lindo era despertarse sin el sonido molesto del despertador. Se desperezó y movió en la cama, se mantuvo acostada unos minutos, pensando en su sueño. Rió, ya acostumbraba encontrarlo en ellos, luego se levantó. Se dio una ducha, se vistió y bajó a desayunar.
    Jugó un rato con Shadow, estaba de muy buen humor. Estudió un poco, leyó apuntes y libros de la universidad y el tiempo voló. Almorzó liviano; ya que estaba ansiosa y eso le quitaba el hambre. Habló con Kagome por teléfono, ya faltaba poco. Subió a su habitación y se dedicó a escuchar música, el sonido del timbre llamó su atención. Espió por la ventana, Sesshomaru se encontraba apoyado contra el Liquidámbar, tenía su usual expresión de indiferencia: debe tenerla alquilada – pensó. Mordió su labio inferior. Respiró hondo, y tomó su cartera. Bajó las escaleras, saludó a Shadow y abrió la puerta. Sonrío.

    - Buenas tardes, Rin – la miró unos segundos, mientras le tendía una mano. Rin comprendió y la tomó.
    - Buenas tardes – rió. Él la guió hasta el auto, un Jaguar C-XF plateado. Abrió la puerta del copiloto y la cerró una vez que Rin estuvo dentro de él. Subió, y la miró antes de arrancar.
    - Estás hermosa.
    - Gracias – Rin no se lo esperaba, la sorprendió un poco, pero le regaló otra de sus sonrisas.

    Antes de que Rin pudiera notarlo, Sesshomaru estaba estacionando el auto. Miró por la ventanilla y pudo ver un café, sonrió para sus adentros. No habían hablado durante el viaje, solo se dedicaron algunas miradas, pero el silencio no era incómodo para ninguno de ellos.
    Él la ayudó a bajar, volvió a tomar su mano y se adentraron en ese elegante café. Tomaron asiento y esperaron a que viniera alguna muchacha a atenderlos. Rin hablaba de forma animada, mientras que Sesshomaru la escuchaba y lanzaba miradas asesinas a algunos hombres que se atrevían a mirarla. Por alguna razón, sentía celos. Esa sonrisa tenía que ser solo para él, le disgustaba pensar que podía sonreírle así a otra persona.
    Una mujer de cuerpo voluptuoso se acercó, tenía el cabello teñido de rojo y grandes ojos azules. Les tomó los pedidos, y siempre que podía le tiraba miradas sugestivas a Sesshomaru quien, aunque acostumbraba lo contrario, no le prestó atención alguna.

    - … y estuve dudando mucho, pero sé que elegí bien. Me encantan las ciencias económicas… supongo que está en la sangre… mi padre era contador… - Sesshomaru se sintió algo afligido al ver la melancólica sonrisa de su Rin… ¿su?... Definitivamente algo extraño le estaba ocurriendo. Sabía que era distinta pero… ¿celos?, y encima ¿querer que sólo tenga ojos para él?... nunca le había importado eso, de ninguna mujer – en fin, aún tengo un año entero para decidirme si quiero seguir Administración o Contabilidad… creo que optaré la segunda – no quiso indagar con el tema de sus padres.
    - Es una carrera interesante pero… creí que estudiabas con Inuyasha.
    - Si, es que… a él sólo lo veo en materias de tronco común; de mis amigos sólo Kagome estudia lo mismo que yo.
    - Ya veo, ¿y qué tal te ha ido hasta ahora?

    La mujer volvió con los capuccinos, una vez que llegó a la mesa, se movió a paso lento. Nuevamente miraba a Sesshomaru, quien empezaba a impacientarse, ya que se tardaba tanto en depositar las bebidas sobre la mesa, que él se perdía de escuchar la melodiosa voz de Rin.

    - Muchas gracias – habló Rin, cuando al fin la mesera terminaba de servir sus pedidos en la mesa. Ésta se limitó a hacer un movimiento con su cabeza, y volvió su vista a Sesshomaru. Al instante se retiró.
    - Dime Rin, ¿por qué dudabas tanto?, ¿había alguna otra carrera que querías seguir?
    - De hecho… si. Quería ser Ingeniera Agrónoma, aunque quizás en realidad tendría que estudiar jardinería, porque la idea salió principalmente porque me gustan mucho las plantas – rió.
    - ¿Sí?... ¿cuál es tu flor favorita? – preguntó apoyándose en la mesa, acercándose más a ella.
    - Bueno… me gustan mucho los narcisos y tulipanes – respondió ella, poniendo un dedo en su mentón, logrando una expresión pensativa – también me gustan las orquídeas. Pero no quiero aburrirte, he estado hablando demasiado… ¿por qué no me cuentas tu qué haces?
    - Estudié administración de empresas, me recibí el año pasado y desde entonces trabajo en la empresa de seguros de mi padre – Una oración, parece que no hablaría mucho más por sí solo. Rin recordó el día que lo vio en el parque, también recordó el enorme edificio que se hallaba enfrente.
    - De casualidad, ¿trabajas en esa torre en frente al parque en el que nos encontramos?
    - Así es – Rin dejó sus ojos en blanco.
    - Por Dios, Sesshomaru, ¿puedes dejar de hablar? ¡vas a aturdirme! – exclamó con sarcasmo. Si hubiera sido otro, probablemente hubiera recibido un golpe sin importar el sexo, pero al oír de ella esa exclamación casi, casi sonrió - ¿es nueva la empresa? No recuerdo ese edificio…
    - Para nada, la empresa la comenzó el bisabuelo de mi padre. Kaze no Kizu se ha mantenido de generación en generación por cada uno de los Taisho, pero el edificio sí es nuevo, tiene solo tres años – Rin lo escuchaba atentamente, mirándolo con sus oscuros ojos marrones, con tonalidades miel que le daban un brillo atrayente. Su expresión le pareció tierna… ¡¿tierna?!
    - Con que Kaze no Kizu… claro que la conozco, he oído hablar de ella. Si trabajara en ese edificio, de seguro me daría recesos a cada rato para poder cruzarme al parque que tiene enfrente. Es hermoso…
    - Ciertamente lo es – afirmó mirándola a los ojos.

    Se la pasaron hablando, habían terminado sus bebidas hace una hora y media cuando Sesshomaru decidió pedir la cuenta. Cuando se levantaron para irse, notó un papel en la mesa. Lo juntó y miró su contenido… la mesera le había dejado su número de teléfono.
    Tomó la mano de Rin y salió del lugar sin mirar a esa mujer, hizo un bollito el papel y lo tiró en el cesto de basura.

    ---

    Me quedó medio corto u.u, perdón por eso. Besos chicas :).
     
  15.  
    pomy

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    Re: Busqué por el universo, y me encontré dentro de sus ojos. {SesshxRin}

    Bue Bue, te soy honesta. Me costó mucho empesar a meterme en esta historia, por ahí porque en un principio jugaste mucho con Inuyasha y Kagome, cosa que... no me atraía. Ahora cuando entramos en Lin y Sessh, me agarraste de lleno.

    Quisiera leer un poco( mucho) más sobre este romantisísmo empalagante, un poco más de fantasía, de enamoramiento antes de que empiesen los problemas. Te seguiré ^^

    pd: cuando describiste a la mesera me acordé de mí XD


    Pomy
     
  16.  
    Ludwig

    Ludwig Iniciado

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    Re: Busqué por el universo, y me encontré dentro de sus ojos. {SesshxRin}

    Recién me levanto, y ya estoy llegando tarde ToT.
    Les dejo un beso chicas, y otro capi. Gracias por sus comentarios.


    Capítulo VII:

    - ¿Y qué hicieron después?
    - Bueno, después del café, me llevó al parque, ese del que te hablé. Nos sentamos bajo el árbol en el que lo encontré, y me contó que solía tomar ahí sus descansos. Hablamos otro poco, pero después nos quedamos callados un buen rato… no es de hablar mucho.
    - ¡Qué incómodo!, ¿no te molesta cuando se queda callado?
    - Para nada, te diría hasta que me gustan esos momentos… es como si habláramos con la mirada, sin necesidad de emitir palabras… no sé, la verdad que la pasé muy bien con él, pero no me quiero ilusionar… después de lo que me contaste de Inuyasha…
    - No seas tonta, Rin… él me contó que no se lleva bien con su hermano, en realidad me dejó muy claro que no lo soporta. Quizás lo que dijo, lo dijo de celoso…
    - No sé, mira… no tocamos el tema de relaciones… no me pareció un mujeriego, pero qué se yo, por ahí las apariencias engañan, y tampoco me sorprendería mucho que lo fuera.
    - Sí, tenés razón… tenés que ir con cuidado, no como yo que pensé que Inuyasha me quería y al final nada – habló con desgano.
    - ¡No digas gansadas, Kag!, él sí te quiere.
    - Sí, ¡como amiga!
    - Yo no estaría tan segura de eso. Pero bueno, mejor si dejamos el tema un rato. La pasé lindo, pero tengo muchas ganas de irme a dormir.
    - Sí, me imagino. Hablamos mañana. Buenas noches, Rin.
    - Buenas noches, Kag.

    Eran las 10 de la noche, Sesshomaru la había dejado en su casa hace una hora, y ni bien llegó se tiró sobre el teléfono para hablar con su prima sobre el día que había pasado junto a él. Se desperezó y dio un bostezo, estaba extenuada pero, aún así, se sentó un rato a mirar televisión. Estaban dando Secret Window, una de sus favoritas con Johnny Depp. Miró cinco minutos de película y sin notarlo, se quedó dormida.
    Se levantó al sentir a Shadow caminándole encima, la luz del televisor le dañó los ojos al principio, hasta que pudo acomodar la vista. Buscó su celular, miró la hora… eran las 4.00 a.m. Se despegó como pudo del sillón, aunque se había arropado con una manta, sentía frío. Se dirigió a su cuarto, buscó su ropa de dormir y se tiró en la cama. Sesshomaru – pensó – qué extraño es esto… apenas te conozco, no, ni siquiera te conozco aún y… y ya no me imagino la vida sin ti – sonrió, y se volvió a dormir.

    Domingo. Las personas suelen odiar los domingos. Les disgusta porque saben que al día siguiente volverán a la rutina, o porque no podrán dormir hasta que sus ojos les pidan despertar, o por esa melancolía inexplicable que a muchos les agarra.
    Rin solía pasar sus domingos en familia, y aunque sus padres ya no estuvieran físicamente con ella, eso no era excusa para desperdiciar un día tumbada en la cama. Aunque al principio le costó mucho, gracias al amor que sus tía le brindó, pudo sobrellevarlo, y cada domingo iba a su casa para pasar el día entero con ella. Es por esto que a Rin le encantaban los domingos.

    Se desperezó, abrazó su almohada, giró un par de veces en su cama y luego se levantó sin mucha dificultad. Miró la hora, eran las 10.00 de la mañana, le daba tiempo suficiente para tomarse un tranquilo baño y prepararse antes de ir hasta la casa de Kagome.
    Echó un vistazo por la ventana, las persianas, como siempre, estaban abiertas, y dejaban ver un hermoso día soleado, no había ninguna sola nube.
    Después de bañarse, puso música, para que la acompañara mientras se vestía. Cuando estuvo lista, miró su correo y leyó un mail que le había mandado Toya. Le mandaba uno por semana, contándole los acontecimientos que ocupaban lugar durante ella. Ya eran las 11.00, por lo que decidió que le respondería cuando volviera. Tomó su celular y llaves, le dejó comida a Shadow y partió para la casa de Kagome, que quedaba a unas 10 cuadras.

    Estuvo escuchando música todo el trayecto, no había mucho movimiento debido al horario, seguramente muchos estarían preparándose para comer. Había pasado por una plaza, como siempre hacía los domingos al dirigirse a la casa de sus tíos, y pudo ver a familias reunidas reencontrándose, niños jugando o montando cometas, se sorprendió que se juntaran especialmente hoy, con el frío que hacía… aunque había que admitir, que el sol se había dado el trabajo de abrigarlos a todos, parecía más grande que nunca.
    Divisó la casa, ya sentía ese calor hogareño que ésta emanaba desde antes de pisarla. Tocó el timbre y espero a ser atendida.

    - Rin, ¡qué gusto verte! – exclamó Naomi al verla – pasa, estamos poniendo la mesa ¿Cómo has estado?
    - Muy bien tía, ¡a mí también me alegra verte! – le dio un abrazo, la quería muchísimo, le había brindado tanto apoyo durante todo ese tiempo.

    La acompañó hasta la cocina, donde Souta la recibió con un gran abrazo.

    - ¡Prima! ¿por qué no pasaste en la semana a verme?
    - Lo siento Souta, he estado algo ocupada. Te prometo que no volverá a pasar. ¡Abuelo!
    - ¿Rin?, llegaste justo a tiempo, dentro de poco serviremos la comida.
    - Qué bueno, déjenme ayudar…
    - No te preocupes, linda, ya casi está
    - ¡Kagome! Tu prima ya está aquí – vociferó Naomi.
    - ¿Cómo te está yendo en el colegio, Sota? – preguntó Rin, mientras se sentaba junto a su primo.
    - Bastante bien, aunque matemáticas me cuesta un poco… ¿podrías ayudarme, prima?
    - Sí, no tienes ni que preguntar
    - ¡Rin! – Kagome la abrazó, se notaba feliz.
    - Kag, te encuentras de muy buen humor hoy, eh
    - Pues… si – comentó sonrojándose – más tarde te contaré.

    Se sentaron alrededor de la mesa y, después de dar las gracias, comenzaron a comer. Rin les contó sobre el mail de Toya, y les aseguró que él se encontraba bien de salud, el trabajo iba viento en popa y aparentemente seguía con su pareja. También hablaron del padre de Kagome, que había llamado a la mañana dejando saludos para Rin; él solía estar mucho tiempo fuera de su casa, viajaba debido a trabajo.
    Una vez que terminaron, Rin y Kagome ayudaron a lavar los platos, se tomaron un café mientras escuchaban al abuelo contar anécdotas, y cuando éste hubo terminado se dirigieron a la habitación de Kagome.

    - ¡Cuentame!
    - Bueno… estuve chateando con Inu…
    - Ajá...
    - Y me invitó a tomar algo mañana, después de clase.
    - ¡Genial!, le voy a decir a Shippo que nos vayamos antes así es seguro que se queden solos.
    - No hace falta, ese es el punto.
    - ¿Qué quieres decir?
    - Que Inuyasha especificó que quería que salgamos solo él y yo.
    - ¿En serio? – Kagome asintió – ¡Ya era hora!, a decir verdad ya me estaba impacientando.
    - Lo sé. ¡Cierto! escucha, Rin, ayer hablé con Kohaku, haremos la bienvenida en Deja Vu, después de todo es el bar más tranquilo de por aquí, y sabes que a Sango no le gusta mucho el alboroto.
    - Me parece bien, ¡las tres juntas otra vez!.

    Rin y Kagome conocieron a Sango en la secundaria, ella era dos años mayor, y se hicieron grandes amigas en un cumpleaños de Kohaku, que iba junto a ellas al curso. Cuando terminó el secundario, comenzó a estudiar periodismo, de hecho aún estaba cursando, pero tuvo la oportunidad de irse a Europa con una pasantía y la aceptó. Ya habían pasado 7 meses, y por fin, después de tanta espera, la volverían a ver.
    Las horas pasaron y Rin decidió volverse a su casa, se despidió de su familia y emprendió camino.
    Cuando llegó, lo primero que hizo fue buscar a Shadow. Jugó un rato con él, lo sentó junto a ella mientras miraba televisión, y después lo llevó a su dormitorio para que le haga compañía mientras ella leía en voz alta algunos apuntes. Terminó de leer y se duchó, cenó liviano y se preparó mentalmente para comenzar la rutina de nuevo, aunque por alguna razón presentía que las cosas no volverían a ser rutinarias de nuevo.

     
  17.  
    Graciela C.

    Graciela C. Usuario común

    Géminis
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    Re: Busqué por el universo, y me encontré dentro de sus ojos. {SesshxRin}

    Qué bonito está tu fic, me ha gustado mucho y es con la parejita que me gusta :kiut: Eres muy buena escribiendo y desde ahora tienes una seguidora
     
  18.  
    sessxrin

    sessxrin Fanático

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    Re: Busqué por el universo, y me encontré dentro de sus ojos. {SesshxRin}

    olaz!!!perdon por no pasarme antes xD
    bueno, que te digo, me encanantaron los capis, sobre todo en la parte cuado estan el el café, esa mesera, ¡una mujeriega! jajaja, sabes, me gustas mucho como escribes ¿ya te lo habia dicho? me imagino que si jajajaj, continualo que me encanta el fic y la pareja es mi predilecta xD
    nos leemos
    sessxrin
     
  19.  
    Hikari Azura

    Hikari Azura Usuario común

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    Re: Busqué por el universo, y me encontré dentro de sus ojos. {SesshxRin}

    hello!!!
    kyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!! te quedo padrisima la continuacion [​IMG] no podre esperar mas a la siguiente continuacion!!
    es demaciado suspenso para mi que pasara con kagome y inu .... que haran kago y rin para la llegeda de sango??? no podre soportar mas asi que mejor me controlo un poco y nos vemos despues para la conti...
    bessos.

    sesshogriss




    [​IMG]
     
  20.  
    Ludwig

    Ludwig Iniciado

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    Busqué por el universo, y me encontré dentro de sus ojos. {SesshxRin}
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    Re: Busqué por el universo, y me encontré dentro de sus ojos. {SesshxRin}

    Hola chicas :D, ¿cómo están? Yo me estoy yendo a mirar Grease con mi hermana, es una de mis favoritas *.*. Asique paso rápido para dejarles conti. Gracias por sus comentarios :). Les dejo besos, y sigamos...


    Capítulo VIII
    :

    - ¡Nos vemos luego! – saludó Inuyasha, mientras tomaba la mano de Kagome y comenzaba a caminar. Su rostro se notaba ligeramente ruborizado.
    - ¡Adiós! – le devolvían el saludo Shippo y Rin, que miraba sonriendo a lo que ella esperaba que resultase ser una nueva pareja.
    - Dime Rin, ¿crees que el tonto de Inuyasha se decidirá esta vez?
    - La verdad no lo sé, Shippo, pero espero que así sea.

    Una vibración recorrió el cuerpo de Sesshomaru, irritándolo, al ver a ese mocoso nuevamente a solas con Rin. Él, que paseaba con su auto cerca de la universidad, para quizás encontrarse con ella accidentalmente, no pudo evitar notar, a pesar de su enojo, lo infantil que estaba siendo. Acosó su mente con muchas preguntas; ¿Será su novio, entonces?, ¿Qué le ve a ese infante?, ¿Desde cuándo siento celos?, ¿por qué vine hasta aquí?, ¿qué es lo que siento por ella?, ¿acaso puedo sentir algo por ella?, ¿por qué me importa? - Se había estacionado, casi sin notarlo, y pudo ver desde los vidrios polarizados de su jaguar, a la joven que lo hacía perder su cabeza. Ella caminaba junto a su “novio”, mientras charlaban animadamente. No solía importarle si alguna de sus mujeres tenía pareja, pero no aguantaba ver a Rin con otro. Se bajó del auto.

    - ¿Necesitas que te lleve, Rin? – otra vez esa voz. Tan inquebrantable. Ella no dudaba que, si él quisiera, podría ser cantante. ¿Quién no apreciaría escuchar esa voz?
    - Sesshomaru – sonrío apenas, quizás por la sorpresa, él que se esperaba una de sus cálidas sonrisas enfureció más aún. Miró al acompañante de su mujer. Pareció perturbarlo.
    - Etto… Rin, olvidé… olvidé unas cosas en el salón… mejor… mejor nos vemos mañana – Shippo pareció moverse a la velocidad de la luz, ni siquiera la abrazó. Ella observó extrañada cómo se marchaba su amigo, sin dejarla oponerse ante su reacción.
    - Nos… vemos – pronunció al aire, ya que ni rastro quedaba de su compañero. Volvió su vista al individuo de largos cabellos - ¿qué haces por aquí, Sesshomaru?
    - Bueno, terminé temprano hoy, salí a dar una vuelta y terminé pasando por aquí… decidí ver si necesitabas un chofer – Rin sonrió. El corazón de Sesshomaru, volvió a latir.
    - No me molestaría que me lleves…
    - Tal vez tampoco te molestaría que tomemos algo, antes de que te lleve a tu casa…
    - Tal vez no – Sesshomaru entrecerró los ojos, dio media vuelta y abrió la puerta del copiloto, invitándola a subir. Ella subió. No sentía nervios, ni miedo; en realidad se sentía muy cómoda estando a su lado. Acompañándolo.

    Sesshomaru volvió a subir al vehículo, la observó. Ella era tan distinta a las mujeres que él acostumbraba ver, era inocente, pero perspicaz a la vez.

    - ¿A tu novio no le va a molestar que vengas conmigo? – Rin levantó una ceja, y lo miró pasmada. Luego rió – ¿puedo saber qué es lo que te causa gracia?
    - Es que, yo no tengo novio Sesshomaru – Aunque su expresión seguía siendo la misma, en sus ojos se denotaba el alivio - ¿Pensaste que salía con Shippo?
    - Tal vez – Rin rió nuevamente. Sesshomaru arrancó el auto y se dirigió hacia el parque que tanto les gustaba. Dejó a Rin unos minutos bajo el arce, y compró un par de refrescos.
    - ¿Cómo estuvo tu día hasta ahora?
    - Estuvo bien, derecho comercial estuvo algo tedioso, encima el profesor tenía un terrible malhumor… ¿el tuyo?
    - No estuvo mal, fue un día tranquilo… y ahora se pone mejor – Rin sonrió de medio lado y bebió un poco de la gaseosa.

    Otra vez, Rin se la pasó hablando, o a veces se quedaban en silencio, aunque por fin lograba sacarle algunas palabras más al misterioso muchacho. A medida que pasaba el tiempo, el frío comenzaba a molestarlos, cuando Sesshomaru notó que Rin empezaba a tiritar, decidió llevarla a su casa.
    Cuando llegaron, él esperaba que lo invitara a pasar… pero no lo hizo. La acompañó hasta la puerta, ella la abrió y luego giró sobre sus pies, mirándolo de frente, notando que lo tenía bastante cerca.

    - Tal vez, tampoco me molestaría que pasearas cerca de la universidad más seguido – habló en una forma traviesa, casi lo sorprendió, y terminó la oración con una sonrisa. Sesshomaru se inclinó un poco, y acercó su rostro al de ella hasta que solo escasos centímetros los separaron, sintiendo así su fresco aliento.
    - Tal vez no – tenerla tan cerca comenzaba a desesperarlo, ella no bajaba su mirada, pero entrecerraba sus ojos. Rozó sus labios con los de ella, en un beso fugaz – nos vemos, Rin.

    Le dio la espalda y comenzó a caminar en dirección al auto, sabía que si se quedaba un segundo más ahí, no iba a responder de sus actos.
    Rin tocó sus labios con su mano, desorientada, una sensación descomunal recorría su cuerpo. No era parecido a nada de lo que había sentido por alguien alguna vez, fue un segundo de una conexión increíble. Cuando miró a la calle, el auto ya no estaba. Entró a su casa de una vez, y rió para sus adentros. Nuevamente se acostaría con una sonrisa esa noche.
    Recordó que Kagome había salido con Inuyasha, y corrió hasta el teléfono para llamarla.

    - ¿Hola?
    - ¡Kagome!, habla Rin… cuéntame sobre Inu…
    - ¡Aish! Mejor ni hablar. No sé para que me invitó, fue aburridísimo. Actuaba muy extraño… la verdad es que no entiendo, realmente pensé que las cosas serían distintas – debido a lo ocurrido o, mejor dicho, a lo no ocurrido, Rin decidió no contarle nada específico sobre Sesshomaru aún.
    - Siento escuchar eso, Kag… para serte sincera, yo tampoco lo entiendo…

    Escuchó las quejas de su amiga un buen rato, le contó que había visto a Sesshomaru, pero nada más. Después de hablar con Kagome, repasó algunos apuntes, completó algunos trabajos y le respondió el mail a Toya, ya que aún no lo había hecho, aprovechando para contarle sobre Inuyasha y, especialmente, Sesshomaru.

    Amaneció radiante, se levantó enseguida, se duchó y desayunó. Como solía hacerlo, esperó que Shippo la buscara.
    Nuevamente la semana pasó rápido, Sesshomaru había pasado todos los días a buscarla, Shippo siempre tenía una excusa para perderse y Kagome se tomaba el colectivo, como hacía usualmente. Inuyasha, a pesar de no tener auto, no dejó que su hermano lo buscara o llevara, por lo que también esperaba al vehículo, junto a Kagome.
    Era jueves, Sesshomaru y Rin se encontraban en el lugar que ya catalogaban como suyo, bajo el arce.

    - ¡Cierto!, mañana iremos a Deja Vu, le haremos una mini fiesta de bienvenida a una amiga… ¿te gustaría venir?
    - … - Sesshomaru la observó en silencio, cualquier oportunidad de estar junto a Rin le interesaba, pero… una fiesta rodeado de mocosos – Está bien – aceptó. Llegaría un poco tarde, dejando que Rin compartiera con sus amigos, pero cuando él llegara, la secuestraría. Rin sonrió complacida - ¿Qué pasa?, ¿tantas ganas tenés de que vaya? – le susurró mientras acercaba su rostro al de ella. Rin puso un dedo en su mentón, imitando una expresión pensativa.
    - Quizás – le sonrió. Aún no se había repetido el beso, ni siquiera uno fugaz como el de aquella vez – Prometo que no vas a aburrirte.
    - Sé que no, no me aburro si estoy contigo – dijo mientras se alejaba suavemente, volviendo a su posición original.
    - Sí pero, además, sé que Sango te caerá bien… es muy divertida – comentó entusiasmada.
    - Voy solo por ti, lo sabes.
    - Lo sé – se quedaron en silencio, observándose por un rato.
    - ¿Caminamos?
    -

    Dieron una vuelta por el parque; mirando a las personas, los árboles, las fuentes. Caminaron lentamente, hasta que llegaron al auto. Sesshomaru la llevó hasta a su casa, pero esta vez no bajó del auto. Rin se inclinó en el asiento, tirando su cuerpo hacia él para luego plantarle un beso en la mejilla.

    - Nos vemos mañana, Sesshomaru.
    - Adios, Rin.

    Bajó del auto, y cerró la puerta tras ella con delicadeza. Él la observaba alejándose por la ventanilla. Inhaló. Sintió su aroma por todo el auto, y en su rostro se dibujó una sonrisa de medio lado. Tomó su celular, marcó un número y esperó…

    - ¿Sí?
    - Jaken, mañana tendrás que acompañarme a una fiesta en Deja Vu, estate listo a eso de las 23.00 hs. Necesitaré que me hagas un favor.
    - Sí, Sesshomaru.

    Cortó la llamada y miró hacia el cielo, estaba oscureciendo. Volvió su vista a la puerta de la casa de Rin, su pequeña sonrisa no se había borrad. Serás mía, Rin.

     

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