Bueno esta es mi Historia

Bueno este es mi songfic para la actividad "acordes para el fin del mundo" espero que sea de su agrado




Bueno mi historia, se inició hace 6 meses con el “apocalipsis” como lo llaman algunos, para mi es una guerra en la que la raza humana es exterminada poco a poco, sin mucho que hacer, ¿por qué digo eso? Porque esta guerra es contra demonios y yo no puedo hacer mucho y menos sin mi equipo, que fue por así decirlo, “asesinado” por unos demonios de alto rango.

Si éramos un problema, porque un grupo de motociclistas les estaban haciendo frente a los demonios y estábamos teniendo éxito. Para el momento en que nos emboscaron acabábamos de eliminar a nuestro escuadrón demoniaco numero 33. Nos sorprendieron en medio de la noche por error en el cambio de turno. Fuimos atacados por los vasallos de Lord Belial, esos vasallos se hacían llamar MiqqueL' Dark, Hate, Alkammaid y su comandante Hellhammer…

Ellos tomaron a mi equipo y a mí por sorpresa, intentamos repeler su ataque, pero nuestras balas se agotaron rápidamente y obviamente en combate cuerpo a cuerpo no teníamos ventaja alguna. Solo recuerdo algunas cosas como los gritos de mis compañeros, sangre muchísima sangre y no era algún demonio, brazos y piernas mutilados, uno que otro corazón y eso es todo lo que recuerdo y la una voz de mujer:

-déjenlo vivir que sufrirá más vivo… que muerto.-

Desperté en un poblado tranquilo, según me dicen llevo aproximadamente 3 meses aquí y me dicen que hace 3 meses fue aquel encuentro, ahora encuentro mi cuerpo lleno de cicatrices y al parecer según lo que me dijo una aldeana un “regalo”. Era un cuerno de demonio, del demonio Alkammaid, al parecer me lo dio por lo buen guerrero que soy y según lo que me han dicho él fue quien me trajo aquí. Así que supongo que debo reparar lo que queda de mi moto, buscar las armas que pueda, largarme de aquí y buscar venganza.

Ya paso un año de aquel incidente, ¿recuerdan el cuerno? pues ahora es una espada utilizada para matar a esos demonios, me encontré hace un tiempo con lo que creí que era un demonio, pero no lo era y aunque parezca ya fuera de lógica, era un Vengador (si enserio un vengador como el de marvel) me dio unas armas, mejoro las que ya tenía, incluso mejoro mi moto. Imaginaran mi cara de felicidad al verla llameante y… bueno aun este mundo hay momentos de felicidad ¿no?

Desde que me cruce con ese vengador soy prácticamente imparable, ya no se con cuantos demonios he peleado, perdí la cuenta después de los 324, pero ninguno de ellos eran los asesinos de mi equipo, pero cuando los encuentre juro que los vengare(o al menos lo intentare de la mejor manera que pueda).

Bueno descansare un rato ya que llevo cerca de 8 horas conduciendo, he imaginaran el estado de mi trasero.


Pasaron cerca de dos horas cuando un ruido me despertó, parece una guerra que será se escucha como a unos 300 metros, iré a investigar.
Al llegar al lugar veo algo que nunca creí ver, Ángeles peleando con demonios miles de demonios y los demonios les estaban derrotando. Creo que cualquier persona se alejaría, pero bueno “hay una línea muy delgada entre el valor y la estupidez; y creo que ya he pasado por varios kilómetros esa línea”. Me monte en mi moto, acelere y me lance a la acción. Ha pasado media hora desde que entre al combate y ya hemos recuperado la batalla al menos ambos lados están parejos.

¿¡Que pasa!? Los ángeles se han ido y los demonios de poco rango también.

Y ahora frente a mi aparecen Lord Belial y sus vasallos (MiqqueL' Dark, Hate, Alkammaid y el comandante Hellhammer) y los demonios de rango medio que quedan se arrodillan mientras avanzan hacia mí. ¡Ahí están los asesinos de mis amigos y compañeros! La rabia me invade, pero si no me controlo perderé antes de comenzar. No habían ni terminado de pensar en esto, cuando Lord Belial dio la orden de atacarme y sus 4 vasallos se lanzaron contra mí.

En esas milésimas de segundos que pasaron por mi mente pasaron 2 opciones: huir como un marica cobarde y vivir un día más en este mundo tormentoso o hacerles frente valiente y estúpidamente, con vagas posibilidades de vengar a mis amigos, aunque creo que contra los cinco no tengo mucha oportunidad, ya que estoy aquí.


La batalla ha empezado apenas logro defenderme, para estos momentos no he logrado asestar ni un solo golpe, pero he disfrutado burlándome de ellos. Lo cual no ha sido muy buena idea porque se han molestado mucho más y su fuerza al parecer se aumentado, en comparación, ya estoy agotado y con algunas heridas de la batalla de hace unos minutos, también me quedan pocas balas y si recuerdan cuerpo a cuerpo no tengo mucha oportunidad, aunque con las balas tampoco, pero tengo algo más oportunidad.

Ya tengo pocas balas debo ir a mi moto por las armas mejoradas y la espada demonio así lograre vencerlos, espero… Me esperan 5 minutos esta parte va ser dolorosa y algo vergonzosa así que la omitiré.


Ok si, si pasaron 25 minutos y quizás los 25 minutos más vergonzosos de mi vida, al menos logre llegar a mi moto tengo las armas que el vengador mejoro y ahora es el momento de la segunda ronda.

Bueno, bueno la ronda dos no va muy bien y ahora solo me queda la espada demonio y esta se encuentra cerca de Alkammaid, al menos logre derrotar al comandante Hellhammer. Ya es hora de ponerse serios, ya no más bromas tengo una herida seria cerca del corazón y si no es tratada pronto moriré por desangramiento lo cual no sería una linda manera de morir, ya no tengo armas cerca, solo mi espada demonio ¿¡¡¡que!!!? ¿Cómo llego mi espada de cuerno de demonio a mis pies si estaba lejos? Creo que es otro de los “regalos” de Alkammaid.

Han dejado de atacarme al menos, me dan un respiro, me rodean mientras estoy en el suelo tosiendo sangre, mientras ese tal Lord Belial se acerca a mí de manera lenta y siniestra lo cual me produce escalofríos. Creo que ha llegado la hora de mi muerte, algo me lo dice.

Esta frente a mí, lleva como unos 8 segundos ahí en silencio viendo como vomito sangre y me presionó la herida, pasado un rato dijo:

-¿quieres una muerte honrosa?-

Con un tono siniestro y escalofríamente, pero bueno ya me conocen así que le respondí:

- ¡no, creo que moriré dando gritos y patadas!-

Lo cual creo que lo molesto y ahora está desenfundando su espada, espada que le ha dado dominio sobre los demonios y el mundo, solo tengo una oportunidad y esa justo cuando el lance su ataque hacia mí. Lo atacare con mi espada demonio y espero que ese movimiento le quite su espada y logre cortarlo de un tajo.

¡Llego el momento, es hora del contra ataque, aquí va! El choque de las espadas es inminente, un golpe descendente preciso y letal contra un golpe ascendente torpe y lento.


Las espadas han chocado se ha librado una especie de energía, parece que ninguno ganara en este momento tanto él como yo estamos dando nuestro máximo, a pesar de mi agotamiento y mis heridas, me siento orgulloso de poder hacerle frente al Lord de los demonios, un humano está igualando al jefe de los demonios y no solo eso estamos aparentemente empatados.

Creo que siento a mis amigos a mi lado, incluso el motivo de mi cruzada siento que me da la fuerza y alimenta mi espíritu vacío. El motivo de mi cruzada buscar a mi amada, esa que me abandono, pero aunque no sé si estará viva es lo único que me queda en este mundo y por ella, salí a este mundo devastado y tormentoso en su búsqueda. Aunque creo que aunque gane este combate no la veré nunca más, porque mi alma se está empezando a mudar al más allá.

Aunque me pregunto: ¿si el infierno está aquí en la Tierra y los ángeles fueron derrotados a donde se estará viajando mi alma? Bueno todo esto pasaba por mi cabeza, en estos momentos y en un momento donde la satisfacción y felicidad me invadieron, saque mis últimas fuerzas ocultas e hice el último esfuerzo.
Lord tiene una cara de desesperación parece que va a perder contra un miserable humano, y yo, ya siento el sabor de la victoria. ¿¡P-pe-ro-pero qué?! Mi espada ha empezado a fracturarse, siento como todo se desborona y se acerca mi muerte. Mi espada fallo, y de un tajo eh caído, de un corte que entro por mi hombro derecho y salió cerca de mi cadera al lado izquierdo.

Y esa fue mi historia, una patética historia donde no logre ninguno de mis objetivos, pero al final qué más da. Si lo que importa es como recibes el golpe y no el cómo lo das.