"Buenas Noches"

:) Hola a todas y todos, este fan fic lo publico para el concurso de "Un Adiós para recordar" espero sea de agrado de todos y pues, sin más aquí se los dejo.
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"Buenas Noches"​

(598 palabras)​

Pasaban por su mente tantos recuerdos que era como ver una añorada película. Toda su vida, todos sus esfuerzos y todas sus luchas se concentraban en aquel precioso momento al cual se aferraba con toda su alma.
Escuchaba la pesada respiración de su amor y sentía como el aire tibio que emanaba de su nariz golpeaba contra su pecho… lo abrazó con más fuerzas y acarició su cabello con ternura… parecía que había sido ayer cuando lo había conocido en mitad del supermercado. Desde el momento que lo vio le pareció el hombre más buenmozo del mundo y cuando él había asistido a su casa, con el propósito de conseguir autorización para cortejarla, su corazón había latido desbocadamente sintiéndose una princesa que se encuentra con su príncipe.

Pasó el tiempo y se enamoró perdidamente de aquel hombre, él era todo lo que siempre había soñado, sus amigas no podían creer cuando ella les contaba que su pretendiente pertenecía a la infantería de marina.
Aun, en algún cajón de su tocador, estaban guardadas en un delicado paquetito cubierto con una tela de seda, todas las cartas románticas que él le había enviado, junto con los poemas y las canciones compuestas sólo para ella.

Cuando se casó con él era como vivir un cuento, y aunque hubo mucho por lo qué luchar para poder vivir bien, él siempre fue un caballero. Jamás recibió un maltrato, una ofensa o el más mínimo desaire… toda su vida, incluso con las pruebas, era perfecta. Y así mismo, todo se reducía aquel momento, acostados los dos juntos en mitad de la noche.
Sabía que pronto él iba a quedarse completamente dormido… aunque no sentía miedo, estaba muy segura que lo iba a extrañar demasiado.

Sus ojos se llenaron de agua y besó su frente… ¿qué más podía pedirle a la vida? ¿Qué más podía pedirle a Dios?
Sonrió al recordar cómo su amado solía bromear…
“—Cuando me muera, te prohíbo que llores... si no me haces caso vendré a atormentarte” —la regañaba con tono juguetón mientras tomaban el café sentados en el porche de su casa…

Las lágrimas comenzaron a caer de sus ojos…
—No… no llores —habló él con voz baja y rasposa—, sólo…tomaré una siesta… —masculló mientras su voz se apagaba, ella sintió el vacío invadir su estómago y respiró hondamente por la nariz.
Sonrió y besó nuevamente su frente.
—Lo sé…. Sólo que te extrañaré…
Volvieron a quedar en silencio mientras ella sentía cómo su respiración se iba acallando… lo abrazó con todo su amor.
—Dame un beso de buenas noches —pidió él casi sin habla, ella no dudó en bajar su cabeza un poco y besarlo levemente en los labios, el toque provocó una sonrisa en ambos….
—Buenas noches… —le dijo ella sosteniendo el llanto en los ojos.
Con sus ojos cerrados y su cara con expresión alegre y tranquila él se acomodó nuevamente en sus brazos.
—Buenas noches… soñaré contigo….—susurró sonriente y su cuerpo se relajó; su respiración se apagó completamente. Se quedó quieto y gruesas lágrimas resbalaron por sus mejillas de ella.
—Buenas noches… —repitió ella sintiendo el enorme nudo en su garganta— descanza…

El resto de la noche pareció irse como agua entre las manos, y cuando el sol comenzó a iluminar con tenues rayos su habitación ella dejó de llorar sellando su despedida con un último beso en los labios… miró hacia afuera y sonrió. Dios le había concedido una bendición más: haber podido arrullar a su amado para que la esperara hasta que fuera tiempo de que ella también durmiera…