Este escrito fue realizado para la actividad Escribiendo con estilo Buenas Intenciones —¿Podré volver a la normalidad? ¿Podre volver a disfrutar de la vida? Él miró a su amigo, verlo en ese estado lo abrumaba. No era bueno con las palabras pero aun así, deseó ayudarlo, tenía esa intención, realmente la tenía. Intentó animarlo y abrió la boca para decir algo pero, ¿cómo? ¿Qué podría decirle? Nunca fue bueno con las palabras. Se llevó las manos a los bolsillos y observó por la ventana el maravilloso día que hacia afuera. Era un hermoso día. —¿Por qué no vamos a tomar algo? —le propuso, animado—. Ya verás como te sentirás mejor. El amigo, sentado en esa triste silla, levantó la vista. Realmente no se sentía con ganas de salir y se lo hizo saber negando y diciéndole con voz apagada que prefería quedarse. —Oye, sé que es duro, pero te hará bien salir, ya veras. Confía. Realmente pensó que con un o dos tragos lo animaría. Realmente creyó que reunirse con un grupo de gente le levantaría los ánimos y por eso insistió tanto. Cual equivocado estuvo; fue la peor decisión que había tomado. Si hubiera sabido lo que estaba por ocurrir, se hubiera limitado a solo acompañarlo en su dolor. Bajo esas heladas sábanas blancas se lamentó profundamente. ¿Qué tan difícil era solo haberse quedado a su lado? . . .
Pues sí, a veces no hace falta que nos lleven a grandes sitios, que hagan muchas actividades con nosotros, si nos encontramos mal con estar a tu lado y tener una mano amiga que te acompañe hasta que todo pase (para bien o para mal) es lo más reconfortante que puede ocurrirte. Es difícil para la otra persona, porque a mí me pasa, que no sé muy bien como consolar a las personas, no sé muy bien cómo estar cuando alguien tiene una enfermedad mortal o cuando fallece alguien importante para alguien que me importa a mí. Aunque creo que nadie lo sabe, hay personas que lo saben llevar mejor que otras. También entiendo a esa persona por lo que estoy contando. El micro es corto, pero te deja reflexionando sobre el tema, además de que para mí me resultó profundamente triste. No saber exactamente lo que debías hacer hasta que no hay vuelta atrás es realmente difícil. En fin, ha sido un gusto leerte. Está muy bien escrito y se entiende perfectamente. Sigue escribiendo Kay.
Recuerdo haber leído muchísimo este escrito durante la actividad,me hacía ver que mi fic igual y estaba un poco fuera de lugar; y también me hizo notar el increíble talento que tenía esta gente para escribir cosas super profundas y trágicas,este sobre todo es muy desolador. Me agrada ver cómo mostraste es parte del ser humano de querer ayudar a un ser querido,hacer lo que sea necesario para que se sienta mejor,pero tristemente nos damos cuenta tarde de que muchas veces no sabemos cómo ayudar a los demás,aveces dicen que las peores cosas hechas es ente mundo fueron hechas con las mejores intenciones. El relato es muy breve,creo que por eso es que logra tener tanto impacto,al menos en un lector cómo yo,es oscuro y trágico,pero sobre todo muy humano;tan humano que hasta podría ser difícil duro de imaginar,y por todas estas cosas me parece un trabajo fenomenal,ilustrando de manera adecuada las sensaciones humanos,el dolor ajeno y la fragilidad de la vida. ¡Un trabajo excelso Greenwish,espero leer más de usted pronto!
¡Qué relato más triste y a su vez tan familiar! En pocas palabras me has hecho sumergirme en las vivencias del protagonista y recordar muchas experiencias de ambos lados. Cuando alguien a quién quieres está mal intentas animarlo de la mejor manera posible, a veces inseguro de si lo estás haciendo bien y no siempre consiguiendo el resultado esperado. Cada persona reacciona de manera distinta y es tan difícil acertar. Y cuando uno está mal igual, muchas veces sólo quieres estar solo y saber que tienes alguien a tu lado para cuando te apetezca hablar u hacer algo. Es muy bonito ese mensaje final, darte cuenta que a veces sólo con quedarte a su lado es suficiente. Una de las cosas que más me ha gustado del escrito es que no especificas cuál es exactamente el problema que tiene, lo que hace volar tu imaginación. Tienes un abanico de posibilidades donde poder verte reflejado mejor. ¡Un gran relato, felicidades!
