Te oigo susurrar, muy sutilmente, cuando estoy por sumergirme en mis más profundos sueños, mis más insólitas pesadillas. Me despierto a las tantas de la madrugada, sudado y desorientado, diciéndome que no eres real. No más. Al abrir por primera vez los ojos en las mañanas, te veo frente a mí, sonriéndome con desdén. Los vuelvo a cerrar con fuerza y me repito que no existes, y al volver a abrirlos ya no estás. Mis días, entre grises y coloridos, son una cinta destinada a acabar y volver a empezar. Entre vacías caricias y fingidas sonrisas, entre miradas distantes y voces perdidas. Entre la vida y la no vida, no la muerte, sólo la no vida. Ahí estoy yo. Al borde de un abismo, que me seduce con gentiles palabras, y un par de manos que se aferran a mí. ¿Por qué a mí? No puedo evitar preguntarme. Al llegar a casa me veo al espejo, tan sucio y viejo, que apenas puedo reconocerme. Me dedico una sonrisa, que se evapora al ver tu reflejo en mis ojos. Me voy a la cama con una sensación extraña, entre alivio y decepción. Un día más. Al llegar la noche, cuando mis párpados se sienten pesados y mi cuerpo fatigado, intento conciliar el sueño. Con tus incesantes y crueles susurros, me muevo de un lado a otro de la cama indeciso. Sé que ahí estarás, siempre. Oculto en lo más profundo de mi ser, de mi alma. Intentando arrastrarme a ti. Y ahí estaré yo, con la eterna duda, deseándote en silencio, repitiéndome mil y un veces que no existes, que no eres la solución.
Saludos. Me agradó este pequeño escrito. Tan oscuro, tan real, tan humano. Se puede incluso identificar este escrito en algún momento de nuestras vidas. También señalo lo bien trabajado que está, no encontré nada que se deba corregir.
Hay cosas que me agradan y otras que no tanto. Me gusta como narras las cosas y el tema de bucle me parece interesante. Sin embargo creo que en la ejecución el personaje es demasiado estático. Nunca sentí un verdadero clímax dentro del caos... eso faltó a mi parecer. Seguiré por aquí leyendo cuando escribas :)