Botineras (SasuSaku, NaruHina, NejiTen, GaaMatsu, ShikaTema, SaiIno & JiraTsuna)

Re: Botineras (SasuSaku, NaruHina, NejiTen, GaaMatsu, ShikaTema, SaiIno & JiraTsuna)

Aprovecho el doble post para copiar el post de hyuggaTenTen, que se borro del pase de CZ a FFL xD

 

Re: Botineras (SasuSaku, NaruHina, NejiTen, GaaMatsu, ShikaTema, SaiIno & JiraTsuna)

¡Hola a todas!!
Llevo tiempo escribiendo esto, es que comenzaron los examenes mas dificiles :(
y estaba algo corta de ideas, espero esto no sea demasiado corto...
hay SaiIno, ShikaTema, NejiTen, JiraTsuna, NaruHina y GaaMatsu (pero en le proxima habra bastante mas de este xD)
hasta la proxima!!
Rocio

Capitulo 10​

—Tsunade… —murmuró jiraiya en cuanto la vio frente a él.

—Jiraiya, no esperaba verte aquí —dijo ella, dirigiendo sus ojos miel hacia el albino— Sólo vine para tomar algo de aire y despejarme, tengo muchas cosas en la cabeza.

—Oh, ya veo —reconoció el manager— Yo también, ya me iba. ¿Te llevo?

—Si serías tan amable, por favor —accedió la rubia.

—¡Jiraiya-sama! —exclamó una voz a sus espaldas.


Una de las jovenes meseras vestidas de diablo salió del infierno para abrazar por detrás al hombre de cabellera blanca y dirigirle una pícara y traviesa sonrisa al mismo.

—Jiraiya-sama, me tuvo esperando un buen rato, ¿qué ya no me quiere más? —soltó ella con tono de fingida inocencia.

—Enseguida voy, corazón de melón —le dijo el hombre. La señorita se retiró y el manager se dio vuelta temblorosamente— Etto… es una historia graciosa en verdad… paso que…

Nadie pudo oír el final de la “graciosa historia”, porque la Senju le pegó tal golpe a Jiraiya que el hombre voló varios metros, atravesando la puerta que por casualidad estaba abierta y aterrizando con dolor en la acera. Tsunade estaba hecha una fiera, y se retiró con gracia, soltando antes de irse:

—Caminaré sola.











—Bueno, por fin llegaron, me tenían preocupado —admitió el Inuzuka al abrirles la puerta.

—Hola Kiba-kun —saludó Tenten, ingresando al lugar.

—Bueno chicos, ellas son Tenten y… ¿y ustedes cómo se llaman? —preguntó Kiba.

—Yo soy Temari y ella es Matsuri —presentó Temari, entrando tras la castaña— ¡Tú!

—Tsk, la problemática —la reconoció Shikamaru, que estaba sentado en el sillón.

—¿Alguien planea explicar algo? —preguntó con sarcasmo Suigetsu, todos miraban la situación con intriga.

—Nos conocemos desde hace poco —argumentó la rubia de cuatro coletas.

—Oh, Neji —Tenten divisó entonces al Hyuuga.

—Hola Tenten —saludó él desde la mesa de la cocina. La castaña fue hacia él y ella comenzó a contarle quien sabe que cosa.

—Ya hasta se hace extraño verlo vestido frente a Tenten, ¿no? —murmuró Matsuri por lo bajo con una risita.

Temari hizo caso omiso al comentario y se sentó en el sillón junto a Shikamaru.

—¿Qué haces? —preguntó el confundido Nara al verla instalarse allí.

—Pues no tengo ganas de dejarte dormir —rió la modelo, revelandole su radiante sonrisa— ¿No se supone que es una fiesta? ¿Y la música?

—¡Estoy en eso! —se quejaba Lee mientras conectaba el iPod de Kankuro a los parlantes de Kiba.

—¡Que bien, escucharemos la música de Lee! —ironizó Suigetsu.











—¡Bésala! —aclamaba la multitud con ferocidad.

Hinata abrió grandes sus ojos perlados mientras Naruto se acercaba. El rubio cerró sus orbes azules, y la chica resolvió hacer lo mismo, cerrando sus propios ojos. A medida que se acercaban, cada vez se oía más la respiración agitada del otro, hasta que finalmente se dejaron de oír porque sus labios se unieron.

No fue un beso largo, pero fue de película, precioso le quedaba chico. Hinata correspondía con timidez mientras Naruto besaba sus labios apasionadamente. Luego de un rato, el público aplaudió con fervor el momento mientras se separaban y Hinata caía en los brazos de Naruto, inconsciente pero con una sonrisa en su rostro. El chico la tomó con ternura, le pagó a Ayame y abandonó el lugar con la Hyuuga en sus brazos.


—¿Naru… Naruto-kun? —musitó lentamente la modelo de cabello azulino mientras recobraba el conocimiento.

—¡Hinata, hasta que despiertas! —Ya comenzaban a sentir que esto era un déjà vu.

Miró alrededor. Naruto la había acostado en un banco blanco, dejándole apoyar su cabeza en… ¡¿en dónde estaba?! La chica se reincorporó súbita y rápidamente, mientras se sonrojaba bruscamente al comprobar que había estado usando inconscientemente el regazo de Naruto como almohada. El futbolista simplemente rió.

—Eres muy extraña, Hinata —comentó el Uzumaki, dirigiendo sus ojos color cielo al frente.

Entonces Hinata miró en la misma dirección que él. Estaban frente a un extenso lago, que en esa noche reflejaba la bella luna en todo su esplendor, era un espectáculo mágico. Además, a sus espaldas había un árbol de cerezo, y la suave brisa arrastraba algunas de las flores de dicha planta alrededor de ellos, creando un ambiente tan romántico y hermoso que Hinata se podía desmayar de tan sólo pensarlo.

—Pero… me agrada la gente como tú —le aseguró el rubio con una amplia sonrisa que por poco y causó otro desmayo, que ya parecían costumbre.











—Quien hubiera dicho que… —comentó Ino— A pesar de ese extraño nombre, el Penne Rigate sería tan delicioso.

—Es verdad, a mí me gustan mucho las pastas —sonrió Sai— Por cierto, ¿crees que Sasuke-kun y Sakura-chan estén bien por su cuenta?

—Oh, no te preocupes, la deben estar pasando tan mal —rió la Yamanaka con sarcasmo.

—¿Entonces debemos ir con ellos? —preguntó el futbolista.

—Era irónico —le aclaró la rubia y el muchacho soltó un “Ah…” que indicaba que acababa de comprender.


En ese instante, todas las luces se apagaron. Un gran silencio envolvió el lugar bajo un manto de confusión e intriga. Ino miró alrededor, pero apenas si podía ver a su compañero en la oscuridad de la situación. Ambos se miraron sin comprender. Entonces fue cuando las luces del escenario se encendieron, y las dos cortinas rojas del mismo se descorrieron.

—¡Buenas noches damas y caballeros! —exclamó una voz masculina de quien sabe donde. Al parecer, provenía de algún altavoz oculto— Y bienvenidos al espectaculo más hot del país, ¡el infierno de Moria Restó y +!

La moción fue aplaudida con vigor por el público, especialmente por los hombres que entendieron todo tras oír la palabra hot. Ino rezó porque no fuera lo que su mente se imaginaba, pero lamentablemente lo era.

—¡Al escenario, chicas!

La voz se extinguió y en su lugar comenzó a sonar una canción, “Gimme More” de Britney Spears. Las “diablitas”, es decir, las meseras, subieron al escenario y comenzaron a realizar su sensual baile mientras a los hombres del lugar se les caía la baba. Incluso realizaron el “baile del caño”, cosa que desagradó a la rubia.

—Esto es horrible —opinó la médica, mirando el show frente a ella con asco.

Entonces miró a Sai. Su rostro no expresaba emoción alguna, o realmente sabía controlar sus emociones o… Bueno, la joven prefirió pensar en la primera opción.

—¡Nuestras chicas son unas malas diablitas, así que debe venir el diablo a castigarlas!

Entonces emergió de atrás del escenario un hombre disfrazado de Satanás, con una fina zunga roja y una cola negra con un triángulo en la punta como única vestimenta. El hombre, con un físico privilegiado por cierto, comenzó a bailar provocativamente frente a Ino, quien se quedó viendo el espectáculo pasmada.

“¡Esto es muy pervertido, debemos salir de aquí!” se decía la Yamanaka a gritos en su cabeza. Tomó a Sai de la mano y se marcharon del lugar.
















—¿Has hablado con Hinata? —preguntó Tenten, mirando al joven de cabello largo sentado frente a ella.

—No, no la he visto desde esta tarde en el club —confesó Neji.

—Se acerca su cumpleaños, por cierto —le informó la modelo de chonguitos— Deberías ocuparte de conseguirle un buen regalo, así pueden hacer las paces de una vez.

—Pero… no sé comprar cosas para mujeres… no sé de los gustos de Hinata-sama —admitió él con un dejo de timidez.

—Bueno… en ese caso yo te ayudaré a elejir —se ofreció ella con un pequeño sonrojo en sus mejillas.

—Tenten… —murmuró el Hyuuga— Gracias.


Mientras Tenten y Neji hablaban animadamente en la mesa de la cocina, Lee ponía música de Britney y Lady Gaga, pero al rato pasaba Suigetsu a “arreglar” el ambiente con algo de reggaeton o cumbia, temas más festivos y aptos para la ocasión. Chouji comía algo mientras charlaba con Shino, y Kiba instruía a Matsuri en los cuidados que había que tener con los perros, ya que la castaña quería comprarse uno.


—¡Siéntate bien, vago! —ordenó Temari. El chico se sentó apropiadamente en el sillón, algo asustado por el grito de la rubia, que apenas él la obedeció ella se recostó completamente en el sillón, dejando sus pies sobre el regazo del Nara.

—Pero que fastidio —murmuró el arquero. Temari sonrió y Shikamaru apartó su mirada al verla sonreir, con un pequeño rubor que ocultó de la Sabaku No.


Matsuri finalmente se apartó de Kiba tras haber tomado nota de todos los consejos del Inuzuka, que eran varios, por no decir demasiados. Sus ojos se posaron en el sillón donde Temari y Shikamaru bromeaban y reían. Cierta pena se reflejó en su mirada, y Kankuro, que salía del baño, se le acercó para averiguar que le sucedía.

—Oye, ¿estás bien? —preguntó el Sabaku No.

—Sí —musitó la modelo, dándose la vuelta para verlo.

—Pues avísale a tu cara —le indicó el futbolista.

—¿Cómo es que… —comenzó a preguntar ella.

—Puedo sentir cuando las mujeres estan deprimidas, es mi don —interrumpió él— Y es más útil de lo que crees cuando salgo por la noche. Es Gaara, ¿verdad?

La muchacha lo miró con sorpresa, luego suspiró y simplemente murmuró:

—¿Acaso soy tan obvia?

—¿Qué sucedió? —preguntó el castaño, intrigado.

—Pues verás…


En ese momento, golpearon la puerta. Kiba fue quien abrió la puerta de su casa para encontrarse en el umbral de la puerta a una mujer de unos veinte años aproximadamente, con la falda más corta y la remera escotada más apretada jamás vistas en la historia, y para colmo su físico era envidiable, enormes pechos y trasero junto con piernas perfectas. Portaba unas chatitas y no traía cartera o bolso. Su cabello rubio, a todas luces teñido ya que por momentos era más oscuro y hacia la raíz era más claro, caía hasta más abajo de su cadera, y sus ojos eran almendrados. Kiba miró boquiabierto a la fémina en su puerta, todos lo hicieron, incluídas las mujeres.

—¡Es un gato! —soltaron Temari, Matsuri y Tenten al unísono, aunque esas palabras no llegaron a oíds de la recién llegada.

—Tendremos que turnarnos para usar con ella la cama de Kiba, canté primero —le susurró Kankuro a Suigetsu, y ambos sonrieron malvadamente.

—Hola, yo vivo en el cuarto piso —saludó la rubia al Inuzuka— Mi nombre es Sophie y estaba aburrida hasta que oí que había una fiesta aquí. ¿No les molesta si participo? —esto último lo dijo con una sonrisa pícara.

—¡Claro que no! Pasa, por aquí —reaccionó el once del equipo, saliendo de su estupor bruscamente.











—La comida estuvo buena, ¿eh? —comentó Sakura, mirando a su acompañante mientras se limpiaba la boca con una servilleta.

—Hmp, no estuvo nada mal —admitió Sasuke al mismo tiempo que una moza se llevaba los platos.

—Oh, por cierto, me enteré que mañana tienen partido —dijo la Haruno repentinamente.

Acababa de recordar que mientras Ino no estaba en su cada aquella mañana, se había leído todo el artículo sobre Konoha F.C. de su revista y anunciaba un superclásico ese domingo.

—Así es, contra Akatsuki —confirmó el morocho.

—¿Akatsuki? —preguntó ella, sin comprender— ¿Es otro equipo, verdad?

—No, es una organización de criminales psicópatas obsecionados con la dominación mundial y la destruccion de animales de una a nueve colas —dijo el Uchiha con sarcasmo.

—¿Y son un buen equipo? —indagó la joven de pelo rosado.

—Son los mejores. Además son nuestro mayor rival —reveló él— Pero somos mucho mejores.

—Oye, tal vez sería mejor irnos, Ino y Sai ya deben haber terminado —opinó ella..

—Hmp —“dijo” Sasuke.

Cuando se estaban por retirar, el celular de Sakura comenzó a sonar. Era un mensaje de texto de su mejor amiga. “Nos fuimos a dar una vuelta. ¡Deseame suerte con esa enorme frente tuya!”











—Sai…

—¿Sucede algo preciosa? —preguntó él, mirándola.

—¿Por qué me llamas así? —quizo saber Ino— No es que me moleste ni nada, pero si soy tan bella y preciosa… ¿por qué no tengo a nadie que me quiera? No tengo novio ni saliente ni marido ni…

—Aún… —le corrigió Sai con una sonrisa, acercándose a ella.

Abrazó a la rubia. Ella apoyó su cabeza en el hombro de Sai y derramó una sutil lágrima que recorrió su rostro hasta caer al suelo como una gota de lluvia. Él simplemente la contuvo.

—Sai… yo jamás he tenido a alguien que me haya querido en verdad… por quien verdaderamente soy… —confesó la Yamanaka con voz quebrada, deshaciendo el abrazo para mirarlo directamente a sus ojos— Jamás he tenido un verdadero amor…

—Como dije antes… —dijo el morocho con simplicidad— No has tenido un verdadero amor… aún…

Ella abrió sus ojos azules abruptamente mientras Sai comenzaba a besarla. Al principio no supo que hacer, ¿debía romper el beso? ¿Debía separarse? ¿Debía continuarlo? Sin embargo, un sentimiento se impuso ante todos estos pensamientos y permitió que el beso continuara con pasión e intensidad. Ese sentimiento era amor, un amor que acababa de nacer pero que crecía cada instante que aquel momento continuaba. Ino colocó sus manos alrededor del cuello de Sai, y éste las puso en la cintura de la rubia, sosteniéndola pero sin pasarse de listo como solía hacerlo. Porque aunque jamás se lo admitiría… aquel era el primer beso del muchacho…









“Now, the party don’t start
‘til I walk in”


Y quienes bailaban animadamente esta canción, “Tik Tok” de Kesha, eran Sophie junto con los chicos. Neji aún seguía en la cocina con Tenten, que tenía una cara de disgusto ya que la llegada de Sophie había creado un tenso silencio y ninguno de los dos sabía que decir para romperlo. Shikamaru simplemente miraba a la mujer en silencio, mientras que Temari se sentía opacada y tenía la necesidad de saltarle como una fiera a la otra rubia con intenciones asesinas, pero a su lado ahora estaba sentada Matsuri, que aunque odiaba el hecho de que no había podido decirle a Kankuro lo que en verdad quería decirle sobre su hermano, no quería que se armaran problemas ni peleas ni nada por el estilo.


“Don’t stop, make it pop
DJ, blow my speakers up
Tonight, I’m gonna fight
‘Til we see the sunlight
Tik tok on the clock,
But the party don’t stop, no
Woah-oh oh oh
Woah-oh oh oh”


—Matsuri, basta, voy a matarla si sigue así —argumentó la Sabaku No, mirando a su amiga.

—Pero no, no me gustan las peleas, por favor —le pidió la otra modelo.

—¿Qué te pasa? ¿Acaso estas poseída por Hinata? —preguntó la rubia de cuatro coletas.

—No es eso… es que… —intentó justificarse la castaña— Mira, no quiero que comienzes a pelear con ella, aunque puedo parecer una perra de lo peor… —su tono comenzó a volverse cada vez más y más furioso— Una maldita perra promiscua salida directamente desde el infierno para arruinarnos la noche a nosotras con su meneada de caderas. ¡Ya le daré yo una meneada de caderas, a matarla!

—¡Ese es el espíritu! —la felicitó Temari, y ambas se pusieron bruscamente de pie— ¿Dónde esta?

—Tsk, muy tarde —rió el Nara, que había estado viéndolas con diversión— ¿Qué te da tantos celos, Temari?

—La palabra celos no existe en mi vocabulario —se defendió la Sabaku No.

—Pues creo que acabas de incluirla.

—No es cierto, pero…

—No empiezen —soltó Matsuri, poniéndose entre ambos. Los dos miraron en diferentes direcciones, molestos pero sonrojados— Ahora en serio, ¿dónde esta Sophie?

—Elemental mi querida Matsuri —dijo Temari con aires de Sherlock Holmes— Es obvio que se fue porque se dio cuenta que eramos tan bellas que la opacabamos.

—Tienes toda la razón ahí, Temari-chan —la secundó Matsuri.

—¡Oigan, bajen la música! —le gritó Kankuro a Shino, que se encontraba cerca del reproductor de música.

—No me des órdenes, no eres el jefe —murmuró el Aburame con su usual tranquilidad, luego apagó el iPod.

—Escuchen todos, acabo de hablar con un amigo mío —les informó Kankuro a todos los presentes, mientras Tenten y Neji se acercaban a ver que sucedía— Esperen, ¿dónde está Kiba?


Como si lo hubieran invocado, el dueño de Akamaru emergió de su dormitorio, en cuero y ajustándose su cinturón. Terminó de hacer esto último y se puso su remera para que saliera tras él de su habitación la tal Sophie, con el cabello todo alborotado, la pollera algo levantada y una sonrisa de satisfacción en su rostro.

—Bueno, ahora sí —prosiguió el Sabaku No— Ya debemos ir partiendo para el boliche, es a dos cuadras de aquí, si llegamos a tiempo podremos, con suerte, entrar.

—Yo debo irme, trabajo mañana —se lamentó Sophie.

—Oh, pero que lástima —soltó Temari con ironía.

—Sí, de verdad es una pena que no vengas —comentó Matsuri con alto grado de sarcasmo.

—¡Adiós chicos, suerte! —se despidió ella, ignorándolas, y se marchó de regreso a su hogar.

—Eres mi nuevo ídolo —le susurró Kankuro a Kiba al oído, viéndola partir. Luego añadió en voz más fuerte— Vamos, que el tiempo es poco.



Todos ayudaron a ordenar el lugar y luego de que todo estuviera en su lugar y limpio, abandonaron el departamento.

Ya en la calle, el grupo caminó en dirección al boliche con Kankuro como el líder, guiándolos a su destino. Por suerte, no había ninguno borracho, más allá que Shikamaru venía algo detrás por… porque era Shikamaru, sencillamente.

—Kankuro-san —murmuró Matsuri, alcanzándolo.

—Matsuri, ¿qué sucede? —entonces recordó— Oh, lo había olvidado, ¿qué era aquello que querías decirme?

—Es que… ¿es cierto que Gaara-sama tiene novia? —preguntó finalmente la muchacha. Se había cansado de vacilar, quería una respuesta directa.

—No lo sé —respondió Kankuro, haciendo que la última esperanza de la modelo se desvaneciera— Parece que habla por teléfono con alguna chica, pero siempre que alguien le pregunta sobre ello, solo mira en otra dirección o lanza una amenaza de muerte.

—Oh… ya veo…

En ese momento, llegaron a la esquina. Y doblaba alguien con quien por poco y no se chocaron. Era él.

—¡Gaara-sama! —exclamó ella al reconocerlo.

Pero no venía solo. Lo acompañaba una chica bastante bonita, de buen cuerpo y de su misma edad, con cabello castaño largo y ojos grisáceos claros. Matsuri abrió bien grandes sus ojos al reconocerla.

—Sari-chan… —murmuró la modelo, contemplándola.

Y en ese momento, por despecho, cometió un error fatal. Besó al hermano mayor del amor de su vida.



Continuara…



¿Cúal fue tu parte preferida del capi 10?

¿Pensabas realmente que Jiraiya se salvaria de algun golpe de Tsunade?

¿Opiniones del show del infierno? ¿Aún asi irias al Hell? xD

¿Qué debería comprarle Neji a Hinata? ¿Tenten y Neji de compras xD?

¿Qué beso te gusto mas, el NaruHina o el SaiIno?

¡GaaMatsuKanku! ¿Comentarios?

 

Re: Botineras (SasuSaku, NaruHina, NejiTen, GaaMatsu, ShikaTema, SaiIno & JiraTsuna)

¡¡Holis holita hola!! xD
bueno, aqui les traigo la continuacion de Botineras, ojala les guste :D
y bue... es cuento, el 25 me voy de viaje de egresados :saltarin: asi que hasta el 3 no escribire, pero no los abandonare eh :no:
ahora me voy a lo de una amiga, chauchis!
Rocio

PD: La canción de Hinata --> aquí
Les recomiendo escucharla mientras leen esa parte, es una linda canción ;)

Capitulo 11​

Lentamente y con extrema delicadeza, sus labios se separaron con ternura. Ino sonrió tímidamente mientras Sai la miraba, aún sin poder creer lo que había sucedido.

—Ino… —murmuró él, no se le ocurrían palabras para decir en aquel momento.

—Sai… ¿y ahora qué? —preguntó ella, estaba tan atontada como él.


Luego de pensar un momento, Sai sugirió una caminata por el camino Mizu. El camino Mizu era un camino, valga la redundancia, que bordeaba todo el enorme lago del mismo nombre, Mizu. Alrededor del camino había varios árboles de cerezo, y como todos ellos habían florecido ahora el ambiente era tan romántico y hermoso, que era frecuentado por muchas parejas de la zona. Ino aceptó el paseo gustosa.










Mientras tanto, Naruto y Hinata habían abandonado aquel banco donde ella había despertado, y ahora caminaban juntos alrededor del majestuoso lago. Hinata comía un helado de frutilla que él le había comprado, y Naruto había elegido uno de vainilla. El Uzumaki le contaba de algún tipo de ramen especial, pero ella no podía dejar de pensar en lo que pasó antes de su último desmayo. Aquel momento… aquel beso… fue tan.. tan…

—Mágico —musitó la Hyuuga.

—¡Exacto! Eso dije luego de la primer probada… —le dio la razón el equivocado rubio.

Hinata solo asintió, haciendo de cuenta que lo escuchaba. “Seguramente sólo me besó porque la gente lo pedía a gritos.” La chica de cabellera azulina se mordió el labio inferior, apenada “Y sólo me llamó aquí para no venir solo, que tonta soy, haciéndome ilusiones”.

Pero recordó algo.

“Me agrada la gente… como tú”.

Tal vez… tan sólo tal vez… si no se daba por vencida… ¿podría ese naciente amor triunfar? “¡Eso es! Siempre me doy por vencida rápidamente… si pienso en negativo… jamás ganaré… ¡debo ser positiva! ¡Lo debo intentar!”.








No muy lejos de allí, Sasuke y Sakura caminaban sin rumbo alguno. Sakura comentó sobre el mensaje de Ino, y decidieron vagar hasta nuevo aviso de la rubia. La médica recordó que había un lugar que le encantaba visitar en esta época del año, y Sasuke, medio a regañadientes, la siguió al lago Mizu, por donde caminaban acompañados por el sonido que producían los grillos desde las plantas.
Un grupo de luciérnagas pasó entonces frente a ellos, luciendo sus brillantes luces que encendieron una sonrisa en la Haruno.


—Esto es hermoso, ¿verdad, Sasuke-kun? —opinó ella.


Su silencio fue la respuesta, pero Sakura creyó ver, por un segundo, una pequeña y débil sonrisa formarse en la boca de su acompañante. Por mirarlo, trastabillo por un segundo, al pisar mal con su taco izquierdo este se rompió y ella cayó al suelo. O habría caído, de no ser por los rápidos reflejos del Uchiha, que la atrapó por la cintura antes de que se fuera de cara al piso.


—Gra… gracias —susurró Sakura, con su rostro al rojo vivo. Se puso de pie apropiadamente y notó algo a sus pies— ¿Qué es eso?


Se agachó a recoger el objeto. Eran seis entradas para el partido del domingo, Konoha F.C. vs Akatsuki F.C.. Se le habían caído a él del bolsillo cuando la atajó.


—¿Son tuyas? —preguntó la Haruno, tendiéndocelas.

—Quédatelas —le dijo Sasuke, mirando en otra dirección. De esa forma, ella no pudo ver el ligero rubor en sus mejillas— Me las dio Ero-Sennin. De todas formas no las necesito, ya que yo juego.

—Gracias, Sasuke-kun —agradeció Sakura.


Caminaron un poco más hasta llegar a la parte del camino donde este se dividía en dos. O bien seguían derecho, o doblaban a la derecha para regresar al estacionamiento del restaurant, esa era la entrada al camino. Ya lo habían recorrido todo sin siquiera darse cuenta de ello.


—Mira, ahí vienen Ino y Sai-kun —Sakura señaló a la entrada del camino “Mizu” al decir esto.


Ino y Sai caminaron un poco para divisar a Sakura y Sasuke a su izquierda. Los cuatro se miraron un momento en silencio, confundidos, como si les costara entender que hacían todos allí. Finalmente, Ino rompió el silencio.


—¿Qué haces aquí, Sakura? —preguntó la Yamanaka.

—Pues lo mismo que ustedes, ¿no? Caminabamos —respondió la susodicha con naturalidad.


Sasuke y Sai simplemente se miraron. Ninguno de los dos era de decir muchas palabras. Una voz femenina que provenía del tercer camino hizo que todos voltearan en esa dirección.


—¿Sakura-chan? ¿Ino-chan?


Las aludidas giraron sus rostros para descubrir a la modelo de cabello azulino mirándolas, en compañía del hiperactivo futbolista con ojos color cielo. Las dos médicas corrieron a abrazar a la Hyuuga.


—¡Hinata! —exclamó Sakura, sin soltarla— ¡Años sin verte!

—¿Qué años? ¡Siglos! —replicó la rubia, abrazándola con aún más fuerza.

—No… puedo… respirar —alcanzó a murmurar Hinata, y las otras dos la soltaron.

Hinata respiró un par de veces, intentando recuperar su aire, mientras las otras dos chicas reían.

—Hinata, no te veía desde la secundaria, cuando te marchaste para ser modelo— recordó la Haruno con nostalgia— ¿Y cómo has estado? ¿Has alcanzado tu sueño?

—Bu… bueno… —murmuró la Hyuuga.

—¡Claro que sí! —intervino la Yamanaka— El otro día la ví en la televisión, en el programa de Kurenai Yuhi. ¡Estaba divina!

—Ah, no lo ví, —se lamentó la muchacha de irises verdes— Porque a diferencia de otras —acentuó esta última palabra, mirando a la blonda— estaba trabajando.

—¿Y de qué trabajas? —preguntó Hinata, interesada.

—Ambas trabajamos en el hospital “Kunoichi” —contestó Sakura con orgullo.


Entonces fue que Sasuke la miró, sorprendido. “¿Hospital… Kunoichi?”. Naruto lo notó, lo miró, y luego a Sakura.


—¿Y a mí no me saludas, Sakura-chan? —soltó el Uzumaki, como para hacer notar su presencia.

—¡Naruto! ¡No te había visto! —y lo abrazó.


Hinata miró la escena, alarmada, sin entender nada. La Haruno soltó al rubio y luego se dirigió a sus amigas, en específico hacia la de ojos perlados.


—¿Y de dónde se conocen? —preguntó casualmente.

—Nos conocimos en la fiesta “Tsuki”, pero nos vimos de nuevo en el club y me acompañó a Ichiraku, dattebayo —le contó el nueve de Konoha antes de que Hinata dijera algo.

—Ay Naruto, aún vas a Ichiraku, no cambias más —rió la Haruno.

—¿Y us… ustedes de do… donde se con… conocen? —quizo saber la modelo.

—Es mi primo, ¿cómo no lo voy a conocer? —replicó Sakura con naturalidad. Luego regresó con Hinata— ¿Te has visto con Temari-chan y las demás?

—S… sí, de hecho todas so… somos mode… modelos —confesó ella.

—Ahora que recuerdo, todas estaban en el programa —recordó Ino— Temari, Tenten, incluso Matsuri.

—Es natural, las cuatro se fueron de la escuela al mismo tiempo —comentó la joven de cabellos rosados.

—¿Entonces ellas iban a tu escuela, Sakura-chan? —preguntó Sai, acercándose a la conversación.

—Sí, sólo Ino y yo ibamos al mismo salón, pero todas estábamos juntas en actividades extracurriculares —contó la susodicha.

—¿Qué actividades? —preguntó el rubio.

—Sakura, Temari y yo estábamos en teatro —relató la Yamanaka— Tenten en karate, Matsuri en cocina, pero quien verdaderamente se lucía era Hinata en canto.

—Hinata tiene una hermosa voz —opinó el Uzumaki, recordando el incidente en Ichiraku Ramen.

—Yo no la he oído —dijo Sai, mirando a la Hyuuga— ¿Por qué no cantas algo?

—Buena idea, ¡canta Hianta! —la animó la rubia.

—¡Ino-chan! —se quejó Hinata, enrojecida— No… no podría…

—Vamos, Hinata —la alentó Sakura.

—Tú puedes, dattebayo —le dijo Naruto, sonriente.

—Hmp —opinó Sasuke— No me molestaría oír.

—Adelante, tú puedes —la impulsó Ino. Giró hacia unos bancos y se sentó junto con Sai, en otro, que se encontraba a su lado, se sentaron Sasuke, Sakura y Naruto.

—Lo inte… intentaré —se decidió la Hyuuga, y la moción fue aplaudida por las chicas— Can… cantaré “Some… sometimes” de Bri… Brit…. Britney Spears…


Tomó aire y se volteó, fijando su mirada en el bello lago frente a ella. Respiró profundo nuevamente, y comenzó su hermoso canto.


“You tell me you’re in love with me,
Like you can’t take your pretty eyes away from me
It’s not that I don’t wanna stay,
But everytime you come to close, I move away

I wanna believe in everything that you say
‘Cause it sounds so good,
But if you really want me,
Move slow,
There’s things about me, you just have to know”


Hinata no se animaba a que la miraban cuando cantaba, le daba pudor, por lo que su mirada se fijaba en la luna sobre el lago, tan hermosa y brillante en aquella noche. Los demás no se quejaron, porque el canto de la Hyuuga era realmente hermoso.


“Sometimes I run,
Sometimes I hide,
Sometimes I’m scared of you,
But all I really want is to hold you tight
Treat you right,
Be with you day and night,
Baby all I need is time”


El viento meció el cabello azulado de la modelo cantante en dirección al lago, haciendo que este meneara dulcemente al compás de la brisa, mientras ella tomaba aire para seguir con su canción.


“I don’t wanna be so shy,
Everytime I’m alone I wonder why,
Hope that you will wait for me,
You’ll see that, you’re the only one for me

I wanna believe in everything that you say
‘Cause it sounds so good,
But if you really want me,
Move slow,
There’s things about me, you just have to know”


“Esto que canto…” se decía la Hyuuga para sus adentros “Es… describe perfecto como… mi forma de ser… mis sentimientos… todo…”


"Sometimes I run,
Sometimes I hide,
Sometimes I’m scared of you,
But all I really want is to hold you tight
Treat you right,
Be with you day and night,
Baby all I need is time”


Ahora era el momento. Hinata olvidó por un minuto su verguenza, su timidez, su desconfianza, y tuvo el valor de darse media vuelta y cantar para sus amigas, mirándolas a la cara.


“Just hang around and you’ll see
There’s nowhere I’d rather be,
If you love me, trust in me
The way that I trust in you”


Con todas sus fuerzas finales, la modelo de ojos perlados cantó sonriente las estrofas finales, con tanta emoción que frágiles lágrimas resbalaron de sus orbes.


“Sometimes I run,
Sometimes I hide,
Sometimes I’m scared of you,
But all I really want is to hold you tight
Treat you right,
Be with you day and night…
Sometimes I run,
Sometimes I hide,
Sometimes I’m scared of you,
But all I really want is to hold you tight
Treat you right,
Be with you day and night,
Baby all I need is time”



Finalmente, la canción acabó. Las rodillas de Hinata se doblaron, y hubiera caído al suelo si Naruto no se habiera parado instantáneamente a atraparla. La muchacha la miró, y esbozó una débil sonrisa.

—Gracias, Naruto-kun —susurró ella, y se desmayó.

—Hinata… —murmuró Sakura, acercándose a su primo y su amiga— Sai-kun, ¿podrías llevarnos a mi casa? Que Hinata se quede mejor con nosotras.

—Cla… claro, Sakura-chan —accedió el morocho, sacando las llaves de su auto…

“Hinata…” se decía Naruto a sí mismo “¿Por qué me agradeciste?”










Con lentitud, como si intentara asimilar la acción que había tomado, Matsuri se separó de Kankuro. “Oh no” pensaba, mordiéndose el labio inferior. Se volvió hacia Gaara para descubrir que…

“¡¿Que rayos?! ¡Su expresión no cambió ni un poquito!” se decía a gritos para adentro la castaña. El Sabaku No simplemente la miraba con ese semblante inexpresivo de siempre, mientra que Sari simplemente la miraba con una cara que se puede describir con tres letras: W.T.F. Kankuro, por su parte, se llevó su mano a sus labios, pasmado.


—¿Ella es tu novia, Gaara-sama? —preguntó Matsuri, pero antes de que el pelirrojo abriera la boca, ella continuó— Debí imaginarme que tenías novia, era natural. Con esa boquita, y esos ojitos, y esos… ¡Basta! Gaara-sama, yo…

—¡No soy su novia! —gritó Sari, intentando así callar a la modelo.

—Ah… ¿no lo eres? —murmuró Matsuri, mientras su cerebro trataba de procesar esta idea— Oh…

—¿De verdad no lo eres? —preguntó Tenten, asomándose por el hombro del Sabaku No castaño.

—¿Entonces, qué eres de Gaara? —intervino Temari, saliendo por el otro hombro.

—Una amiga —respondio la muchacha— Simplemente eso. Mi novio murió hace poco en un accidente de moto, y Gaara fue muy bueno en ayudarme a superarlo, siempre me escucha cuando necesito hablar con alguien, aunque él no dice mucho.

—Oh… —volvió a decir Matsuri, y repitió la expresión que Ino usó hace algunas horas— Oh… My… God…

—Mejor me voy a mi casa —le dijo Sari al pelirrojo— Adiós y suerte.

Y la joven castaña abandonó la tensa situación. Todos los muchachos de Konoha F.C. se habían detenido ante la escena. Matsuri miró a los dos hermanos, y deseó con todas sus fuerzas que en ese momento el suelo se abriera y que se la tragase inmediatamente.

—Kankuro-san, Gaara-sama —musitó la joven— Gome… ¡Gomenasai!

Y tras gritar sus disculpas, salió corriendo, chocando suavemente el hombre de Gaara. El colorado giró y la vio alejarse, cubriendo su rostro con las manos para intentar que las lágrimas dejaran de caer, pero sin éxito. En sus ojos, por un instante, tan sólo por un instante, se reflejo pena y dolor.

—Será mejor irnos —opinó Temari, mirando a sus hermanos— Chicos, buenas noches.

Saludó a ambos con un beso en la mejilla y se fue tras Matsuri. Shikamaru tan sólo la vio partir, sin siquiera despedirse, lo que en cierta forma le dolió.

—Yo también me voy, iré por mi auto —se despidió Tenten, y se fue de regreso al departamento de Kiba. Se cruzó con Neji— Neji, mañana hablamos, el cumpleaños de Hinata es el miércoles.

—Claro, nos vemos…




Continuara…





¿Cual fue tu parte favorita del capi?
¿Crees que Hinata es una buena cantante?
¿La canción describe un poco de Hinata o no?
Si pasearas por el lago Mizu... ¿irias con Sasuke, con Sai o con Naruto?
¿Crees que Matsuri exagero un poco la situación? xD
¿Predicciones para el proximo capi?