Roxy ♥ El encuentro con el tahúr no había sido nada salido de lo común, o por lo menos eso es lo que a mí me pareció una vez terminé de hablar con él. Por supuesto, la áurea chismosa no había podido dejar pasar la oportunidad de poner la oreja, conclusión a la que inevitablemente llegué cuando se me acercó para hablarme. Procuré no mostrar demasiada reacción a sus palabras, más allá de una ligera curiosidad por querer saber a dónde iba todo aquello, y al final no pude evitar soltar una ligera risa nasal mientras negaba un par de veces con la cabeza. —Tranquila, bonita, nadie se va a aprovechar de mí —le aseguré, con una sonrisa confiada y ligeramente divertida. No me estaba diciendo nada demasiado nuevo, aunque suponía que una pequeña parte de mí podía estar agradecida por tener la confirmación. Desde el primer momento en el que lo conocí, el tahúr había sido muy directo hablando de "nosotros", "nuestra magia" y "nuestras cartas"; saber que, de alguna manera, compartíamos algo era, de hecho, bastante predecible. Sobre lo que ese algo podía ser o implicar... bueno, prefería no dedicarle demasiado pensamiento, igual que había decidido hacer con la conversación que había tenido con mi "padre". Teníamos mejores cosas que hacer por el momento, ¿o no? >>Chocoportación > Reino de Fayar >>Montar en chocobo Contenido oculto ¿cuántos posts seguidos puedes hacer en un mismo lugar, Gabi?
Kein ¡Hey, pues nada mal! Practicar la magia que controlaba a los monstruos me estaba resultando cada vez más sencilla. Quizás fuera útil en lugares como este. Pero sabúa que contra Aura necesitaria algo mucho más fuerte. Finalizada la batalla, no tardé demasiado en detectar el bosque chocobo. ¡Genial, ya debían estar casi todos! —Sería buena idea contar con su ayuda para explorar la zona —les propuse con una sonrisa. Me adelanté para hablar con ellos y explicarles la situación, y los agradables chocobos no tardaron en ofrecerse para ayudarnos en nuestra aventura. ¡Tablitas de Áurea, allá vamos! >>Montar en chocobos.
Rigel Betelgeuse Aidan respondió presto a mi comentario, casi ofendido por haberlo llamado Titán de nuevo. Algo dentro de mí se negaba a renunciar a contar con él en las filas del imperio, mucho menos a dejar de llamarlo Titán. Si hasta con Erin me había costado, después de todo lo que habíamos vivido, ¿cómo iba a tomarme esas confianzas con el Relámpago? Tsk, aunque me incomodase, tendría que acostumbrarme. —Ya hemos llegado, busquemos algún chocobo que pueda llevarnos a donde se encuentre Kein. Él debería haber montado en el Starlight por última vez, imagino que los chocobos sabrán donde está. >>Chocoportación (Aurea)
Roxy ♥ Finalmente, y sin más interrupciones de las necesarias, nos pudimos plantar en el bosque chocobo para montarnos en una de aquellas aves. Aquella había sido la parte difícil de la ruta, pues una vez estuviéramos en posesión de aquel medio de transporte, movernos entre las ciudades iba a ser pan comido. Decía porque, bueno, ya que íbamos en busca del barco, al menos podíamos aprovechar para visitar alguna que otra nueva ciudad, ¿no? Por supuesto que sí~ >>Chocoportación > Tierras de Áurea >>Montar en chocobo
Kein Myura me permitió pillar varios de sus brebajes y pociones y le agradecí, bastante satisfecho con todo. Ahora parecía que tendría bien cubiertas las espaldas, aunque seguro que el niño era quien tendría que darme el visto bueno, que parecía saber más por alguna razón extraña. Y hablando de él, pronto despertó, confuso con todo lo que había sucedido. Me coloqué de cuclillas, permitiéndole bajar, y me estiré en toda mi extensión, sintiendo mis músculos algo entumecidos. —Eso pájaros te noquearon —le conté, con cierta diversión en la voz—. Espero que al menos descansases bien. Nuestra estancia se alargó un poco más, donde Evan me enseñó sus artes para crear cosas con los materiales que tenía Myura, y solté un "Ohhhh" de la impresión al ver todo lo que había terminado por llevarse. ¿Acaso podía llevar tantas cosas encima ese enano? ¡Tenía más fuerza de la que aparentaba! Terminamos regresando a los bosques chocobo, dispuestos a separarnos de nuevo. Evan me contó que su grupo se había adelantado hacia otro continente, pero con los chocobos no tendría pérdida. Myura, sin embargo, volvería conmigo para seguir explorando Áurea. Despedí al niño, revolviendo su cabello con energía, y le despedimos antes de ir a por nuestros compañeros chocobo. No obstante, le pedí a Myura que esperase un poco, y me acerqué a un grupo de ellos con una bolsa de guiles. Había escuchado que estaban ahorrando de esas monedas... No sabía para qué, ¡pero debía ayudar a mantener a la familia! >>Kein dona 600 guiles y usa la chocoportación.
Evan Después de la visita a Doli, volví al bosque chobocobo, donde les pedí que me teleportaran al bosque de Fayar, que era a donde se dirigieron Roxy, Jazz y Fauna. No me hacía especial ilusión seguirles, pero Myura parecía estar lidiando aún con sus emociones, y me parecía que volver a pegarme a ella no era lo mejor ahora mismo, debía dejarle su espacio un poco más. Y quedarme solo mucho tiempo me convertía en un objetivo fácil para la soberana o Aura, por lo que tampoco podía quedarme completamente por mi cuenta. Aunque eso no iba a evitar que no explorase un poco antes de encontrarme con ellos, quizá. >>Teleportación a Fayar >>Doy una verdura para rentar un chocobo azul
Roxy ♥ Después de un intento bastante nefasto, la suerte volvió a estar de mi lado para el siguiente turno y los meteoritos cayeron sobre las dos plantas que quedaban en pie. Además, también sentí como algo de energía extra me rodeaba el cuerpo después de los ataques, lo que me hizo sonreír con cierta satisfacción extras tras acabar. Ah, sí, con un poquito más de suerte, lograría tener aquella chispa rosa en el momento más oportuno~ >>Dono 200 guiles y Fauna dona 300 guiles >>Montar en chocobo
Roxy obtiene: pluma de chocobo x2, corteza de cebolla x1. Fauna obtiene: pluma de chocobo x2, plata x1.
Roxy ♥ Un par de metros antes de llegar al bosque de los chocobos, aquellos pájaros tan molestos de siempre nos atacaron... durante un par de segundos. De por sí no eran enemigos problemáticos, pero cada vez nos hacíamos más fuertes y, en fin, la historia se contaba sola. El comentario de Jazz me hizo su debida gracia, porque razón no le faltaba, y cuando el combate terminó, lo miré con la sonrisilla divertida todavía bailándome en los labios. —Es una sorpresa~ —sentencié, después de haberlo sopesado en silencio un buen rato—. Pero tú nos metiste en un palacio, así que... ¿debería hacer lo mismo? >>Chocoportación > Reino de Fayar >>Montar en chocobo
