—Gracias—mizu me ayuda a pararme y agarro a lax—¿¡te comiste todo?!—el asiente—agh—le galo las mejillas—que malo eres—el me saca la lengua— -_- mejor vuelve a tu pokeball—lo regreso.
--Oye tranquila cometelo tu, yo me aguanto hasta ciudad tempera--Le dije sonriendo mientras rechazaba el pedazo de sandwich--
Claro vamos ya me esta dando un poco de repelús tantos pokemon tipo bicho por aqui-dije mientras sonreia
Llegué al bosque y lo primero que hize fué construir una casa en un árbol, al estar en la copa, no resultaba fácil verlo desde el suelo
Sentado en mi casa del árbol, recordé todo lo que pasó... —Niño, serás inocente de lo que me pase, pero todos creerán que lo hiciste tú —dijo mi padre antes de saltar la terraza— Espabilé y analizé —¡Maldita sea, me tendió una trampa! —rompí a llorar— Ahora todos creerán que lo maté...
Luego recordé una cosa que él hacía para probar mi inocencia, si de mi mochila salía una tarjeta roja, era culpable, pero si salía azul, era inocente, corriendo, abrí la mochila y saqué la tarjeta, efectivamente era azul —No importa que sea inocente, a vista de todos soy un monstruo, no debo regresar... —simplemente posé la cabeza sobre mis rodillas y dejé la tarjeta en el suelo—
—Jolines, me rechina la panza —dije con algo de tristeza— Tras esto me puse a armar una tienda de campaña
--¿Me estas siguiendo acaso, Rojo? --le pregunté al ver que exáctamente ahora estaba el chico en el mismo lugar en el que acamparía yo.