Las rodillas de Lucario temblaron un poco antes de quedar enterradas en la nieve. Ya no podía continuar peleando... Yo, igualmente, sonreí. —Descansa, lo has hecho bien —regresé mi compañero a su pokébola. Acto seguido, miré a la triunfante Effy. —Si mi memoria no me falla... —comencé a decir, repasando mentalmente batallas anteriores— esta es la primera vez que logro debilitar a Dragonite... Supongo que es algo por lo cual sentirme minimamente satisfecho con ésta batalla...
—Supongo que sí… —respondí. Había pensado en el momento en regresar a Dragonite y dejar que Blastoise recibiera la primera Esfera Aural, pero no fui lo suficientemente veloz en sacar su pokebola… supuse que al menos tendría que darle esa pequeña victoria al chico—. Huh, Dante desapareció una vez más… Me acerqué a Blastoise, el cual alzaba sus cañones con orgullo, creyéndose el mejor del mundo (aunque en mi mente, al menos, sí lo era) y lo regresé a su pokebola. Skarmory, que se había puesto a descansar hasta que terminara la pelea, voló hacia nosotros lentamente. —Y ahora, ¿hacia dónde te dirigirás, Hubert?
Pidgeotto salió de su pokébola; Serperior regresó a la suya, mientras yo me subía al lomo del primero. —El Centro Pokémon de Ciudad Barniz es mi siguiente parada —respondí, mirando a la chica—. Si gustas de acompañarme, me encantaría que me contases cómo fueron tus "vacaciones". Me da mucha curiosidad...
—Pues, supongo que debería curar a Dragonite al fin y al cabo… —comenté, a la vez que regresaba yo también a mi inicial a su pokebola y montaba sobre Skarmory—. Te veré en Barniz entonces...
Tras ver que Effy se alejaba, Togekiss y yo nos dirigimos una sonrisa cómplice y salté al lomo de la pokémon para volver al vuelo. Quizás sea capaz de dar más giros y volteretas espectaculares con entrenamiento suficiente, a parte de que esto mejoraba su velocidad. —¡Arriba compañera! —le pedí animada y subimos muy alto, donde parecía que tocábamos las blancas nubes. —Intenta dar giros en picada. Tras esta orden, empezó la diversión. Me sujeté fuerte a Togekiss y esta comenzó a bajar a toda velocidad mientras giraba como podía sobre ella, ¡era genial!
Salí de mi pequeño escondite entre la densa nieve, Hubert y Effy ya se habían ido volando... aunque la próxima vez que los viera tendría que disculparme por desaparecer de esa forma aprovechando a su batalla. Typhlosion salió nuevamente de su pokebola y me fulminó con su mirada, era claro que no le agradaba en lo absoluto que yo hubiera hecho eso, ya que nunca lo hacia — No me mires así...— dije arrojandole una bola de nieve a mi pokemon para que dejara de hacerlo, pero no le molestó en lo absoluto, solo se sacudió y siguió su camino hacia otra parte
Al parecer Togekiss eligió este lugar para traerme, y se lo agradecía, me encantaba este paisaje... Mientras volábamos varios copos de nieve me caían en la cabeza, eran muy refrescantes. —Bájame aquí, por favor. —le pedí a la pokémon y esta asintió para caer en picada y posarse elegantemente en el suelo como era su costumbre. Una vez en el suelo, comenzamos a caminar por la nieve.
Typhlosion localizó a alguien mientras estaba recorría ella sola su camino y de inmediato corrió hacia la persona, encendiendo sus llamas para llamar la atención de la persona que parecía ser Liza
Noté que un o debería decir una Thyplosion corría hacia donde estábamos nosotras y supe de quien se trataba, era la inicial de Dante. Unaa vez estaba a nuestro lado la saludé y Togekiss la miró con curiosidad. —Hola Thyplosion, ¿qué haces aquí sola? —le pregunté algo extrañada buscando con la mirada a Dante.
Typhlosion apagó sus llamas enojada y nada mas apuntó un camino, pero después notó a un pokemon que nunca había visto en el equipo de Liza, así que solo levantó una pata para saludarle
Miré el camino que apuntó y opté por seguirlo, mientras Togekiss saludaba a la pokémon con una sonrisa y se quedó con ella para hacerle compañía.
Me giré levemente al escuchar unos pasos, era Liza... le seguí con la mirada, Typhlosion no estaba con ella, ¿seguía enojada?, bueno era lo de menos ahora. — Hola Liza...
Contenido oculto Sí .-. es que solo una vez he tenido a un typhlosion hembra en un juego entonces... por esa "suerte" mi typhlosion es hembra :3
Al fin pude ver a Dante a lo lejos, el pasear entre árboles cubiertos de nieve dificultaba la visión. Corrí hacia él sonriente y le abrace, hacía mucho que no lo veía. —¡Dante! Cuantos días sin verte, te eché de menos. —le dije mientras le achuchaba con cariño.
Le abracé pero no tan fuerte como ella lo había hecho, de cierta forma me recordaba que no debía desaparecer tan seguido, se lo había prometido, no me iría ni nada por el estilo, necesitaba recordarlo. — Yo también a ti — dije riendo un poco, cuando la alejé un poco para verla un poco mejor — Creo que fueron varios días.. porque creo que creciste
Sonreí cuando me separé y me medí con él usando mi mano y poniéndola primero en mi frente y midiendo hasta donde le llegaba. —No lo creo, sigo llegándote por un poco más del hombro, aún sigo igual. —reí levemente. —¿Dónde estuviste? Pensaba que otra vez volviste a desaparecer...
Sonreí al ver como se media, hubiera querido agacharme hasta hacerme un mas pequeño que ella y decirle que era una mentira lo que estaba diciendo, pero me contuve, no sabía si le molestaría o no, era mejor no arriesgarse — Te dije que siempre estaría cerca ¿recuerdas? — dije quitando le la gorra para colocársela al revés — Estuve en Lienzo... haciendo cambios que eran justos y necesarios para mi "salud", después de que los guarda espaldas de Destiny casi me matan por no comer, creo que necesitaba cambiar unas cuantas cerraduras y demás
Dejé mi gorra al revés como me la puso Dante mientras sonreía y escuché todas las cosas que estuvo haciendo, hasta que escuché la frase "los guarda espaldas de Destiny casi me matan", entonces ahí fue cuando fruncí el ceño y cambié mi sonrisa por completo. —¿A ti también te intentaron matar esos bichos del demonio? Yo me encerré en un armario para que no me atacaran, son unos monstruos...—dije molesta mientras me agachaba y hacía una bola de nieve para descargarme lanzándola contra un árbol lejano.
— En mi caso, me matarían si Destiny se los pedía, digamos que yo no tenía hambre y ella quería que comiera, su cuarto se convirtió en el lugar mas seguro del mundo — dije pasandome una mano por el cabello para quitarme toda esa nieve que había caído allí — ¿Por qué te persiguieron a ti?