—Si, es más fuerte que antes. —asentí mientras la miraba volar y corregí a Mizuki. —Sería qué linda, es hembra, jaja. La pokémon aterrizó tras dar un par de vueltas y se agachó frente a nosotros invitando a quien quisiera a subirse a su lomo y volar con ella.
—Pues claro. ¿La dejas montarse, Togekiss? —la pokémon asintió con alegría y se acercó a Mizuki para agacharse a su lado y dejarle subirse. —¿Alguien más quiere?
—Pues móntate con Mizuki, Rojo. Caben dos en su lomo. —sonreí cediéndole el paso y Togekiss esperaba con entusiasmo a que todos estuvieran a bordo.
Me levanté, para subirme a Togekiss, Sylveon dormía, mientras Hawlucha y Aerodactyl seguían sobrevolando la zona
Togekiss se irguió al notar que los dos ya estaban listos y me miró para esperar mi orden. —Bueno, ¿ya estais listos?
—Pues...¡adelante Togekiss! —alcé el brazo dándole la señal y la pokémon hada con un despliegue de sus alas alzó el vuelo no muy rápido, para que los chicos se acostumbraran a su velocidad poco a poco. —¡Agarrense fuerte y no se preocupen por nada! —les grité antes de perderlos de vista y sonreí.