Aparecimos en el firmamento a gran velocidad Togekiss y yo, al estar aburridas y notar que aquí habían señales de vida. La pokémon hada dio un par de volteretas en el aire y nos acercamos a estos sin tocar el suelo, a una altura considerable. —¡Holaaa! —les saludé sonriente.
Seguí jugando con Quilava mientras mi Quilava se acomodo mas ya que Rojo le estaba rascando la espalda y escuche a Liza--Hola Liza--Dije sonriendo
—¿Que se cuentan? Estábamos aburridas y venimos a saludar. —sonreí con calma mientras Togekiss se posaba en el suelo elegantemente y yo daba un salto para bajar de su lomo. Saqué de mi bolsillo un pokélito y se lo di a la pokémon, quien se lo tomó gustosa, como si fuera su recompensa por haber estado tanto rato volando.
Quilava siguio jugando con mizuki hasta que vio a liza y este la saludo --Pues pensando en que hacer, liza--Le dije sonriendo--
Quilava miró a Rojo con una cara un poco rara y le salio una gota de sudor por la cabeza y se encongio de hombros--Pues estamos igual Liza--le dije sonriendo
En un lado, Kirlia practicaba boxeo, pero se acercó a saludar a Liza —Pues, nada nuevo —hablaba con la voz entrecortada— Tengo las amígdalas inflamadas...
Togekiss, al tener fama de ser una pokémon muy amistosa y protectora de los demás, se acercó a saludar a Kirlia y al resto de los presentes, sonriente. —Parece que todos estamos igual de aburridos...—rei levemente y miré a Rojo. —Oh...pobrecillo, que te mejores.
—Tranquila, que me han pasado peores —le comenté a Liza con la voz un poco entrecortada, mientras acariciaba la cabeza del Quilava de Mizuki—
Miré a Togekiss--Vaya que pronto evolucionastes--Dije sonriendo mientras Togepi salio de su pokeball para saludar a todo el mundo
Asentí no muy convencida a Rojo pero me limité a sonreir y miré a los demás. —Pues la verdad es que fue una sorpresa que evolucionara tan de repente, pero me encanta como es ahora. Togekiss exclamó alegre su nombre y alzó el vuelo alrededor de nuestras cabezas, disfrutaba cada segundo que pasaba allá arriba.