--Si, tranquila y debo decir que tu kingdra es muy fuerte--le dije sonriendo mientras me ponia de pie--
—Sí es fuerte, aunque aún no mide totalmente su fuerza, acaba de evolucionar después de todo… —respondí, a la vez que él se ponía de pie—. ¿Hm? ¿Qué hablamos el otro día, Kim?
—Ah… no, no lo olvidé, pero pensé que quizás ya habías conseguido otro —comenté en respuesta, luego miré a los otros dos—. Vengan con nosotros, Yair, Mitsuki, vamos a capturar pokémon… ¿qué dicen? ¿Nos acompañan?
—Tsk, que aburrido eres, debí esperármelo —suspiré, mirando de nuevo a Kim y dándole la espalda a Yair—. Muy bien Kim, te llevaré a capturar ese pokémon volador… ¿Wingull o Pelipper o cual era el que querías? Pero con una condición… tras capturarlo, ten una batalla conmigo. ¿Qué dices? Ambas necesitamos entrenar después de todo...
—Muy bien… tengo el lugar perfecto para ir entonces —comenté, regresando a Cubone y Kingdra a sus pokebolas, y a continuación liberando a Skarmory. Me monté sobre el ave de acero con rapidez—. Sube entonces… pero agarrate con cuidado, pues si le llegas a arrancar una pluma de acero Skarmory no dudará en tirarte.
Me levanté y saqué a Aerodactyl, para dirigirme volando al Gran Desierto, para saldar una cuenta, mas bien, pagarla
Aterricé en el bosque, me senté a la sombra de un árbol, esperando a que algo sucediera o alguien estuviese aquí
Asenti--Tu ganaste el juego--pongo una mano en su mejilla--es justo que te diera tu premio--le dije sonriendo y sonrojada.