Borracho

Borracho

¡Hola! bueno les dejo mi pequeña historia que me agradó, pues no salió obligada como las demas historias que últimamente he hecho.
El personaje es algo básico... pero debido a que no deseé extenderla quedó así, puede además que tenga errores de ser así: disculpen^^

Borracho​

Parece que han pasado segundos desde que la mentira se transformó en la horrible pero liberadora verdad.

Cada día es más rápido que el anterior… como que no varía nada.
Mientras siga borracho la realidad es algo que no puedo distinguir. Al no distinguir nada puedo darme el placer de descansar.

Estoy viejo y conozco mi enfermedad… “alcoholismo” es comúnmente nombrado. Sin embargo aunque las personas comentan que reconocer que tienes un problema es el primer paso para mejorar, yo creo que en mi caso es sólo un paso más para acabar con todo.

Empezó como juego, acabó siendo esto.

Pese a todo soy un renombrado abogado, el dinero no me falta, la fama tampoco. Para que hablemos de mujeres… obtenerlas es más fácil que ganar un juicio.
Mentira. Hay una mujer, una sola mujer que no he podido obtener. Las demás no se comparan con ella. Su sola sonrisa un “te quiero”, valen más que mil millones de dólares.

Bebo otro sorbo de licor…

“¿Dónde estás?” susurro esperando que las palabras de mi sucia boca la hagan venir.
Nada. No veo su pequeño cuerpo, su andar danzarín, sus ojos grandes de mirar profundo.
Quisiera poder cambiar para que ella me vea, me abrace y bese una vez más. Una idea absurda si analizo que con cada sorbo me alejo de ella más y más.

“Papá, ¿sabes? Estoy orgullosa de ti. Nunca nos separaremos” Oigo decir.

La busco en todo el apartamento. Al no encontrarla tiro la botella al piso. Las lágrimas caen como cada noche después de haberla visto llorar a ella por última vez.

Maldito vicio… ¡¡¡No!!! ¡¡¡Maldito yo!!!

Nuevamente la oigo hablar.

“¡Haré una escalera que te lleve al cielo! ¡Ninguna persona te hará daño!”

Quiso defenderme mi pequeña. Botaba el alcohol de las botellas… sacrificó su inocencia para ayudarme. Y este borracho padre que tiene no hizo más que decirle mentiras. Destruyendo la poca fe que tenía en mí.
Recojo la botella, la vacío.

Hija… yo destruí la escalera que tú con tu amor hiciste para que me fuera al cielo. Ahora yo construiré un puente para que vuelvas a mí.