Haikyuu!! Bokuto-san [Haikyuu!!/ Días de abecedario]

Contenido oculto: Aclaraciones

Sigo experimentando.
Perdonen si hay un pobre manejo del personaje.
Disfruten la lectura.

Actividad: Días de abecedario
Letra: B



Akaashi estaba confundido. No comprendía que sentido tenía la pregunta que se encontraba en la hoja blanca: ¿Qué palabra es la que más usas y por que? Observó inexpresivamente un par de segundos la cuestión y con un suspiró cansado escribió lo primero que se le vino a la mente. Dejó el lápiz sobre el pupitre y miró distraídamente por la ventana.



El tic tac marcaba lentamente el paso del tiempo y, después de lo que parecieron los cinco minutos más largos de su vida, la profesora les pidió que realizaran una pequeña redacción acerca de la respuesta que habían dado. Akaashi suspiró por segunda vez, se encontraba hastiado y enfadado. Tomó el lápiz y, cuando estaba a punto de comenzar el ejercicio, se detuvo. ¿Qué podía escribir? ¿Lo infantil y adorablemente tonto que era el chico al que pertenecía ese nombre?



Negó lentamente e intento calmarse. No podía entender porque el pensar en él repentinamente había causado ese innecesario sonrojo. ¿Desde cuando se avergonzaba al pensar en Bokuto-san? Intento poner cualquier tontería pero las oraciones eran tan incongruentes que no dudaba que aquel sería el peor trabajo en su trayectoria académica.



Cuando el tiempo termino, apresuradamente se dirigió a la profesora y le entregó el ejercicio. Pensó que al deshacerse de él su paz retornaría, sin embargo, eso no sucedió. Aún con esa incomoda sensación se dirigió al gimnasio y se integró a la práctica. Aunque no podía concentrarse y su distracción fue tan evidente que el entrenador no tuvo más remedio que mandarlo a la banca.



—¡Akaashi! —Gritó el causante de su desasosiego, mientras se acercaba corriendo. —¿Estás bien?



—Sí, Bokuto-san. No se preocupe, sólo estoy algo cansado.



El chico asintió y, a pesar de no encontrarse muy convencido, lo dejo estar. Le dio una cariñosa palmada en el hombro y regreso a la cancha para retomar el entrenamiento. Akaashi se dedicó a observarlo el resto de la práctica y sonrió imperceptiblemente ante la inagotable vitalidad del mayor. Y, mientras se encontraba ahí sentado, no pudo evitar recordar la infernal pregunta que lo sumió en ese estado de confusión.



¿Qué palabra utilizas más?



Eso era evidente. Se trataba de un sustantivo propio que, a veces, parecía más un adjetivo dependiendo del tono en el que lo pronunciara.



¿Por qué lo utilizaba?



Porque era inevitable no hacerlo. Kotaro era tan caprichoso, emocionalmente inestable, adorablemente tonto e ingenuo que era imposible no llamarlo cada cinco segundos en un intento de anclarlo, de animarlo o de tranquilizarlo.



¿Por qué?

Porque…



El sonido del balón al chocar con el piso lo saco de sus reflexiones. Dirigió la mirada hacia sus compañeros y sorprendido abrió los ojos al ver a Bokuto celebrando un remate cruzado. Eso no era inusual, él era tan bullicioso e pueril que festejaba casi cualquier cosa, no obstante se dio cuenta de que ya no lo veía como antes. A sus ojos, un nuevo reflector, iluminaba a su rematador. Kotaro gritó innecesariamente y le preguntó si había visto su gran remate. Asintió y sonrió. Aquello pareció alegrar al mayor. Y ahí lo supo, en ese preciso momento en el que Bokuto le dedicó su bella e infantil sonrisa.



Porque… estoy enamorado.



Bokuto lo miró una última vez antes de entregarse por completo a las felicitaciones que le prodigaban sus compañeros. Y así, momentáneamente, lo perdió cuando él sucumbió ante su debilidad número quince; pero por primera vez eso no lo preocupó porque había descubierto algo que lo alegraba y contrariaba en igual medida.



Porque Bokuto Kotaro es y será la debilidad número uno de Akaashi Keiji.