Microrrelato Bloqueo

Contenido oculto

Removiendo en el cajón de cortos encontré este corto que escribí en horas de bloqueo artístico. Expresa bastante bien por lo que estoy pasando ahora. Si alguien ha leído "Historia de Cronopios y de Famas", tal vez encuentre similitudes en la narración... bueno, claro, justo leí ese libro hace poco e iba a hacer un álbum ilustrado basado en ese. No es casualidad que se parezca.

Esto es del 3 de marzo de 2018. Espero que les guste.

Cheerio~!

Bloqueo​

Cuando tienes papel, siempre piensas que es bastante. Siempre piensas que te pesa más, que tampoco necesitas tanto; que no estaría mal si descargaras un poco. Tienes poca inspiración y nada te viene a la hora de coger el lápiz. Nada salvo un silencio sepulcral de tu mano y un griterío infernal retumbando en tu cráneo.

Y sin embargo, cuando al fin puedes hacer algo, parece que nunca te baste. Haces, y haces, y haces y quieres continuar. Pero llegas al final de la libreta en poco tiempo. A veces tachas tantas palabras y descartas tantos bocetos que piensas que llenaste las hojas llenas de tonterías y mequetrecerías.

Y entonces se repite. Cuando vuelves a tener papel, ya piensas que pillaste de más. Otra vez. Y abandonas. Y vuelves a usar el mismo nexo, una y otra vez. Pero después de un tiempo vuelven las ganas. Te peleas contigo para detenerte y seguir haciendo “los deberes” y ser “responsable con tu vida”, pero tienes ese gusanillo que te incita a ser una adolescente rebelde y dejar esas cosas aparte. Otra vez.

Pero no puedes. Los deberes son lo primero, por tanto no puedes ir a volar ahora que el viento sopla de sur. Justo cuando ya recuerdas qué y por qué estabas haciendo, va la rutina y te vuelve a borrar la memoria. Y si no son deberes, es el ocio. La facilidad que tienen los juegos para tranquilizarte y el sueño lavan la ilusión y pasión por esa idea tan buena que tenías. El temor por no dar la talla y caer en la mediocridad también te echa atrás.

Y cuando al fin puedes ponerte y apartas esas absurdas calumnias, ya nada te anima. Otra vez, una vez más, tienes demasiado papel en la carpeta.