Esto... ¿Hola? ¿Podéis leerme? Ejem... ¡Buenas a todos! Para quien no me conozca, mi nombre es Kyle Gray, y soy de la casa de Hufflepuff aquí en Hogwarts. Aiii... aún estoy un poco nervioso. Hasta hace nada andaba tan tranquilo en la sala común de mi casa, pintando un poco con rotuladores mágicos, ya sabéis... Y unos chicos mayores me han traído aquí. Me han colocado delante de la pantalla y dicen que me harán una entrevista o algo por el estilo. Por lo menos me han dejado un trozo de tarta al lado con una taza de té, así que me los iré comiendo mientras me preguntáis. ¡Casi se me olvida! No estoy solo, me ha dado tiempo a coger al señor Bubbles y traerlo conmigo. Es tan blandito... pero últimamente con tanta clase no he tenido tiempo de estar con él. Así que, cuando queráis, podéis preguntarme. (Me pregunto que tal andarán el resto montando la cena de Halloween...)
Hola Kyle, un placer conocerte, vengo a estrenar tu entrevista. Así que vamos a divertirnos juntos en este espacio. ¿Cómo fue el momento en el cual la varita te eligió? ¿El lugar más interesante en el castillo? ¿Que sentiste al momento de la llegada de tu carta? ¿De dónde salio ese simpático animal de felpa? ¿Cual es tu postre favorito? ¿Cual es la clase que más disfrutas?
¡Ala! Mi primera interacción (Ñam ñam que rica la tarta), un placer. Veamos de que se trata. ¿Cómo fue el momento en el cual la varita te eligió? Pues como todos los magos, fui a Ollivanders a por mi varita. Me acompañaban mis padres, que a diferencia del resto de padres magos, a mi no me habían llevado al Callejón Diagón nunca. En cuanto entramos, el señor Ollivanders se quedo mirando a mis padres, y luego a mí. Se giró y rebuscando me dio una varita color Nacar, la más bonita que había visto en la vida (Apenas vi las de mis padres, pero ya me entiendes jijiji). Desde ese momento la cuido como si fuera parte de mi cuerpo. ¿El lugar más interesante en el castillo? Hum... Déjame pensar. Podría decirte que hace poco estuve por los alrededores del Campo de Quidditch, aunque casi no lo cuento. Ese podría ser hasta ahora el lugar más bonito que he visto, espero volver a encontrar el camino al estanque (me perdí, lo admito). Pero, ¿El más interesante? En verdad es un sitio al que todavía no he ido, aunque espero con ansias la clase de Astronomía. Las cosas dulces, suavecitas y brillantes me vuelven loco, por lo que ver el cielo iluminado de estrellas es una de mis debilidades... ¿Que sentiste al momento de la llegada de tu carta? Pues cuando llegó la carta estábamos mis padres y yo sentados en la chimenea, jugando con mi madre al ajedrez mágico y mi padre leyendo, cuando la carta se deslizó por el buzón de la entrada. Al ser las fechas de admisión, los tres esperábamos con muchas ganas la llegada, y cuando por fin apareció, no hice otra cosa que levantarme de golpe (tiré todo el tablero al suelo, dejando a las piezas luchando en una batalla campal en el suelo) y salir corriendo a por la carta. En cuanto vi que era de Hogwarts, volví al salón y comencé a bailar con los brazos en el aire, agitando la carta y meneando la cadera. Realicé uno de mis bailes de la victoria, y con un giro dramático se la extendí a mi madre para que la leyera. Y así es como alguien se entera que va a estudiar magia. ¿De dónde salio ese simpático animal de felpa? Bubbles, mi querido conejito. Es un mullidito peluche que me regaló mi madre en mi sexto cumpleaños. Desde que me lo dio, el enamoramiento fue instantaneo, y lo cuido como si fuera o más delicado del mundo. Le doy baños, los acuesto conmigo, jugamos de vez en cuando... Ultimamente le intento enseñar a leer, y le dejo delante de un libro para que pase el rato cuando me voy a clases. Aunque, a diferencia de a mi, no le gustan demasiado los dulces. Yo sigo intentando darle de probar, pero no lo suele querer, y me lo como yo. (suup, té calentito... ¿Quieres probar, Bubbles?) ¿Cual es tu postre favorito? ¡No me lo hagas tan difícil! Los postres son mi alimento de cada día. Si me preguntaran cual es mi comida favorita, diría el postre. Me alimentaría únicamente de eso si no fuera a quedarme desnutrido. Eso sí, ponme algo dulce, ni se te ocurra darme otro tipo de postre. Además, se nota mucho que me gusta algo porque no puedo evitar que se me sonrojen las mejillas con cada cucharada azucarada. Espero a la noche de Halloween que viene, porque entre los postres me encanta ver las madalenas decoradas de distintos colores, a ver que se les ocurre esta vez a los duendes de la cocina. ¿Te vienes a probar un poco de tarta? Bubbles te invita también. ¿Cual es la clase que más disfrutas? Ya dije en la que más disfrutaré. Ahora mismo la que más me gustó fue la de Quidditch. Con el miedo que tenía, cuando eché a volar, es cosquilleo que me dió fue increíble. Pero sobre todo cuando golpee la Bludger, eso si que era liberar adrenalina. Me metí en el equipo de Hufflepuff y todo, hay que ver. Puedo contestar en que clase disfruto menos, por contraponer. Sin duda, Defensa Contra Las Artes Oscuras. ¡Por favor, que vacíen esa sala! No había sentido tantos escalofríos seguidos en mi vida. Esos tarros con criaturas, el ambiente frío... ¡Incluso una voz se burlaba de mí! No es justo... Snif snif. (Necesito tarta para reponerme)
