Contenido oculto: *sorbito* Entreabrí los ojos cuando noté que se separaba, dándome cuenta entonces que me había hecho caso y se estaba dejando caer el vestido. No me dio mucho tiempo a ello, pero lo cierto es que intenté aprovecharlo lo mejor posible y me quedé mirándola hasta que volvió a pegarse a mí, como si quisiese grabarme la imagen a fuego en la mente. Sabía que no era ni la primera ni la última persona que tendría la suerte de verla desnuda, pero digamos que no me importaba mucho en ese momento. Seguía sin entender realmente qué motivaciones había decidido seguir Katrina para aceptarme de aquella manera, a decir verdad, por mucho que yo misma lo hubiese buscado con insistencia. No creía tener nada especial, ella era mucho más atractiva y definitivamente tendría muchas mejores opciones por delante, pero estábamos ahí y por lo menos iba a aprovecharlo mientras pudiese. Acompasé un suspiro al suyo con el contacto, porque ya no había ninguna tela molestando y solo el simple roce de la piel se sentía jodidamente bien, sensible como estaba en aquel momento. Y vergüenza tendría que darme aquello, pero sus palabras me sacaron otro gemido profundo; y, para colmo, casi como si mi cuerpo hubiese esperado a que ella lo dijese o algo, fue cosa de un par de segundos más antes de sentir cómo todo el cuerpo se me tensaba por el orgasmo. Le clavé las uñas en la espalda, eché la cabeza hacia atrás y disfruté de la oleada de placer hasta el último instante. Seguí aferrándome a ella con los brazos, porque sentía que en cualquier momento las piernas me iban a fallar, y busqué su mirada cuando conseguí enfocar la vista de manera algo más decente, pestañeando un par de veces con cierta pereza. —Eso se ha sentido muy bien... —murmuré, sin ninguna clase de pudor encima ya—. Pero no puedo conformarme solo con correrme en tus manos. Adiós a todos los filtros existentes. Logré llevar una mano hacia su mejilla y la utilicé para buscar de nuevo su boca, presionándome en su interior con insistencia. La otra mano viajó a lo largo de su espalda, con roces suaves, hasta alcanzar su glúteo, y luego la deslicé hasta lograr rozar su intimidad en un movimiento algo tímido. >>Quizás... ¿quieras hacerlo en otro lado tú?
Contenido oculto: Horny jail I'm coming El peligro, como ya llevaba pensando hace días, residía en el mismo poder de su personalidad. La calidez y adaptabilidad de la personalidad de Emily la ponían en riesgo, porque no eran sólo eso, iban más allá. Se dejaba hacer. El gemido que mis palabras le arrancaron me lanzó una satisfacción de mierda encima, me corrió por el cuerpo casi bañándolo en gasolina y mi fuego perenne solo aumentó la altura de sus llamas. El cuerpo se le tensó, lo mismo ocurrió con sus paredes en torno a mis dedos y me relamí los labios como una hija de puta cuando la sentí clavarme las uñas en la espalda cuando se dejó ir, disfrutando del orgasmo. Retiré los dedos de su interior despacio mientras me hablaba, la verdad no le puse mucha atención porque la jodida no tenía ningún filtro ya. Me llevé los dedos a la boca, recogiendo su humedad con la lengua y cuando volvió a mi boca sonreí contra ella con suficiencia. Sentí el tacto de su mano, el recorrido que trazó y cuando alcanzó su objetivo me removí apenas para acentuar el contacto. Me separé segundos después, recorrí el espacio con la vista y vi que la mujer del servicio que había limpiado al final se había llevado la botella de vidrio tallado, también los vasos, de forma que en la mesilla quedaba algo de espacio. Suficiente si me preguntaban. Me giré por completo, caminé hasta la mesa y me senté encima como si nada mirando a la morena. Le dediqué una sonrisa bastante amplia, la verdad estaba en mi puta salsa, crucé una pierna sobre la otra balanceándola, aunque al final volví a bajarla con movimientos lentos, calculados básicamente. —Pues venga —ronroneé—. Estoy esperando, Emi-chan~ Contenido oculto Venga Emi-chan que la tienes en BANDEJA, a tU CRUSH (???
Contenido oculto: wow no te has visto en otra emi-chan Las cosas como eran, Katrina seguía haciendo cosas que, por regla general, me daban mucha vergüenza. No le podía dar mucha importancia en ese momento, por supuesto, siendo la situación la que era, pero si alguna vez en el futuro lo recordase y me parase a pensarlo... seguramente me daría un síncope de la nada. Todo venía por haberla visto llevándose los dedos a la boca, claro, y las implicaciones que tenía todo aquello. Por suerte, me distraje lo suficiente con el beso como para poder darle más vueltas, y luego... bueno, luego tenía demasiadas buenas vistas como para que mis neuronas no se centrasen completamente en ello. Me quedé mirándola completamente embobada mientras se alejaba, y después también, tragando saliva con fuerza en el momento en el que se cruzó de piernas para descruzarse segundos después. Lo hizo con un movimiento tan lento y calculado que no pude evitar observar todo el proceso con una atención ridícula, por lo que sí, consiguió su objetivo bastante bien. Pestañeé un par de veces cuando escuché que me llamaba y alcé la vista para buscar la suya de nuevo, asintiendo ligeramente con la cabeza antes de acercarme a su posición. Seguía sin quitarme los tacones y la imagen tenía que ser interesante, pero la verdad es que hasta me había olvidado de ellos. Volví a unir nuestros labios y mi mano viajó de nuevo hasta su entrepierna, presionando con un poco más de fuerza que antes sobre la tela. Comencé a dejar besos sobre su cuello después; eran húmedos y necesitados, pero también trazaron un camino lento y hasta cuidadoso, porque la verdad sea dicha... no tenía ni idea de lo que estaba haciendo. Supuse que lo mejor sería dejarme llevar, dentro de lo que cabía, así que bajé los besos hasta alcanzar la zona de sus pechos y me llevé un pezón a la boca, mientras mi mano seguía moviéndose a su propio ritmo sobre las bragas. En algún momento intenté buscar su mirada de nuevo, para intentar ver sus reacciones y, en definitiva, saber si lo estaba consiguiendo hacer bien o no.
Contenido oculto: lesbian activity, u already know Sentí su mirada encima por supuesto y mentira sería decir que no era precisamente lo que esperaba, tenía su gracia que se me quedara mirando. Me otorgaba cierto poder implícito, alimentaba el fuego con insistencia incluso cuando no provenía ni de coña de la ira que parecía moverme. Imaginaba que todos podíamos ser así de egocéntricos, nos gustaba recibir miradas, saber que alguien se quedaba prendado a nuestra silueta. Se acercó cuando la llamé, volvió a besarme y cuando su mano bajó de nuevo separé algo más las piernas, dándole acceso de sobra. Sonreí contra su boca al sentirla presionar con algo más de fuerza, no tardó mucho en desviarse a mi cuello e inhalé aire con cierta fuerza cuando se hizo con un pezón sin dejar de atender mi intimidad. Cuando buscó mi mirada solté una risa baja, eché la cabeza hacia atrás y también parte el cuerpo a la vez que soltaba un suspiro algo pesado. Llevé mi mano a la suya, hice a un lado la tela de las bragas y deslicé sus dedos ahora sin la molesta tela estorbando. Volví a suspirar mientras la guiaba para que colara sus dedos en mi interior y una vez hecho eso, me eché algo más hacia atrás en la mesa para poder mover las caderas, profundizando el contacto, marcando un ritmo que sabía no tardaría en llevarme a lo que quería. Vamos, linda, puedes hacerme llegar.
Al menos tenía que agradecer una cosa y era que las reacciones de Katrina me estaban guiando bastante. Dada la situación, no tenía motivo alguno para desconfiar y su cuerpo parecía ser bastante sincero, lo que solo estaba consiguiendo hacerme tener más confianza en mis propias acciones. Tanto me centré en ello, en seguir moviendo los dedos y la lengua según había comprobado que le gustaba, que apenas no me di cuenta cuando llevó su mano sobre la mía. No significó nada salvo que tuve que abrir un poco los ojos para comprobar lo que estaba pasando, porque por lo demás, dejé que me guiase sin más oponiendo la misma resistencia que había opuesto hasta el momento: ninguna. Vi como se echaba hacia atrás mientras colaba los dedos en su interior y no tardé en moverlos con cierta intensidad, acoplándome al movimiento que sus propias caderas estaban marcando. Ya no tenía sentido darle muchas vueltas, estaba claro que lo único que tenía que hacer era dejarme llevar, y así fue como acabé dejando nuevamente besos húmedos por su vientre, deslizando incluso la lengua de vez en cuando por la piel, hasta que alcancé su intimidad. Hundí la cabeza entre sus piernas y el movimiento de los dedos junto al de mi boca, si bien inexpertos, acabaron por conseguir su objetivo. Lo sentí cuando su interior se apretó contra mis dedos, y mantuve la acción solo un poco más para asegurarme, antes de finalmente salir de ella y levantar la cabeza. Me quedé ahí, con la mano a medio camino de mi propio cuerpo, mirándola con la mirada ligeramente entornada. También quería llevarme los dedos a la boca, así como había hecho ella antes conmigo, pero sentí una oleada de vergüenza asolándome solo ante la idea y acabé por mejor quedarme quieta. Además, tenía algo que me preocupaba mucho más en ese instante. —¿Estuvo bien? —pregunté, en voz baja, cuando pensé que la chica parecía estar en condiciones de responderme con algo de normalidad o algo.
Si había algo con lo que la chiquilla era buena era cumpliendo tareas, eso tampoco era ningún secreto, así que mucho menos iba a fallar a una que era más bien implícita. Podía ser que no tuviese demasiada experiencia, aunque en sí no era que eso me quitara el sueño, pero la cuestión era que cumplía con las expectativas aunque fuese mínimas para tan siquiera alcanzar la meta. Había acompasado el movimiento de su mano al mío y para terminar de hacerla no tardó en hundir el rostro entre mis piernas. De tanto en tanto la cabrona había logrado sacarme un gemido directo de los pulmones, así fue cuando el cuerpo se me tensó con anticipación. La tensión aumentó y aumentó hasta que finalmente se liberó, bañándome el cuerpo con una ola de calor, y dejé caer la cabeza hacia atrás con la respiración agitada. Cuando enderecé el cuello noté que me estaba mirando, de hecho había quedado con la mano a medio camino y me tuve que tragar una risa porque me daba la sensación de que había querido hacer algo, pero había acabado por desechar la idea quizás porque tenía pudor o algo. Nada que interesara demasiado como tal. Me enderecé despacio, todavía con la respiración algo irregular y aunque traté de regularlo una sonrisa de mierda se me formó en el rostro cuando preguntó si había estado bien. ¿Qué pasaba con eso? Acababa de provocarle un orgasmo a alguien y la chiquilla todavía se atrevía a preguntar si había estado bien, es que era una cosa increíble de verdad. Bajé de la mesa con movimientos lentos, casi perezosos, y me incliné para dejarle un beso casto sobre los labios antes de apartarme para buscar mi vestido y volvérmelo a colocar. —El orgasmo por sí solo debería responderte esa pregunta, ¿no crees, Em? —dije entonces mientras me ajustaba la ropa.
Pestañeé un par de veces después de recibir su beso, porque la verdad era que no me lo había esperado del todo, y me tomó mi tiempo reaccionar a sus palabras. Claro que cuando las recibí, habiendo vuelto ya bastante en mí después de todo el asunto, sentí el rubor comenzando a apoderarse de mis mejillas. Al menos aquello me sirvió para reaccionar y dejar de parecer una muñeca ahí en medio. —Ah, claro. S-supongo que sí. Me giré para ir a buscar mi ropa también y me tomé mi tiempo para colocarme el vestido; un poco porque sí, un poco porque también estaba siendo un poco lío colocarme de nuevo los hilos como correspondía. Cuando finalmente lo conseguí, logré también controlar toda la vergüenza anterior y alejar el pensamiento intrusivo de que, bueno, habíamos acabado de hacer todo eso ahí. >>Supongo que tienes más gente a la que atender como anfitriona, ¿o no? —pregunté, con una sonrisa ligera, llevándome las manos tras la espalda—. Espero no haberte quitado mucho tiempo~ El alcohol me había bajado ya bastante desde que habíamos llegado, pero digamos que estaba un poco en tierra de nadie con eso. Medio ebria-medio sobria, sí.
Genuinamente me preguntaba cómo hacía esta niña para comerse a alguien si luego se cohibía tanto respecto a cualquier cosa remotamente relacionada, al menos a mí me parecía un coñazo por el que no me apetecería pasar por muy buena que estuviera la follada o la mierda que fuese. Ya me jodería terminar de comerle el coño a alguien y que el cuerpo tuviera los santos huevos de mandarme la sangre al rostro, pero bueno, mis respetos por aguantárselo supongo. De cualquier forma me apoyé en los estantes echándole un vistazo a la biblioteca en lo que ella se acomodaba el vestido, tuvo algunos problemillas con las tiras esas pero al final de las arregló. Tan siquiera eso pareció servirle de distracción suficiente para apartar los pensamientos que le estaban lanzando el color al rostro, pudo al menos articular una idea de forma decente. —Anfitriones sobran para esta fiesta, pero seguramente los tres... o hasta el cuarto que se las quiso dar de listo arrebatándonos la fiesta se hayan distraído de sus funciones —respondí un poco porque sí. La verdad es que en esas fiestas al final poco interesaba eso de anfitriones o no, sobre todo ya a esas horas, porque todo el mundo debía andar a su bola follando hasta con la sombra de un árbol o yéndose a la mierda—. De todas formas fue tiempo bien invertido~ Despegué la espalda de los estantes y avancé hacia la puerta, en el trayecto aproveché para despegar la aguja del vinilo que tenía la música sonando, hasta finalmente abrir. Me giré hacia Emily entonces. —Se acabó el tiempo en el paraíso~ Cuando me tomé la molestia de repasar el pasillo con la vista noté tres siluetas ahí, montándose un numerito que hasta que daba gusto. Just look a these bitches. Contenido oculto te la puedes llevar pa cualquier lado y luego yo invoco a neki idk uwu (?
