Incluso de haber tenido idea de la duda de Kakeru, no podía ni juzgarlo ni ofrecer una solución milagrosa, yo misma dudaba y muchas veces era hasta después de haber soltado las cosas. Estaba la iniciativa o la idea, la duda y lo que se podía ganar si se vencía, pero costaba bastante, era una lucha un poco repetitiva y hasta necia. Quizás provenía de rumiar pensamientos de más y la solución fuese atravesar un pensamiento sustituto, pero ni idea. La conversación hasta ahora había sido agradable, no conocía a Mason ni nada, pero verlos hablando con esa soltura sobre lo que les gustaba hacer era muy bonito y pude solo disfrutar de eso, del intercambio entre ellos. El agradecimiento de Maze me hizo sonreírle y pensé que el repentino trabajo en equipo entre Kakeru y yo no estaba mal, no con lo contento que parecía el muchacho. Al responder su pregunta y decir que no llevaba horno Maze soltó una risa, pero lo dejó seguir explicándose y me pareció que le prestaba bastante atención, incluso que su sonrisa se ampliaba. Supuse que tenía algo de sentido, viendo lo que había dicho junto a su agradecimiento sobre lo de cocinar. Igual imaginar a Kakeru haciendo bombones me dio algo de ternura, pero me reservé el comentario para no hacerlo pasar vergüenza e igual la mención a su hermano me hizo sonreír, ya que recordé lo que me había contado en el observatorio. —Mira nada más, bombones resultaron ser, ¡y con una amplia selección de moldes! —dijo el pelirrojo, divertido, pero obviamente interesado—. Otro día tienes que explicarme cómo los haces, un paso a paso. Super Fuji tutorial. —Lo de los moldes fue una petición formal de Hayato para que siguieras haciendo bombones —bromeé junto a una risa, fue antes de buscar su atención. Entre una cosa y la otra había ido retrasando agradecerle directamente, pero quería hacerlo más allá del papelito que había hecho por mera impaciencia más que nada, ni siquiera se me había ocurrido que a él le hubiese sentado mal. El caso era que recibir el libro me había hecho muy feliz, agradecía esa clase de detalles y que viniera de él, aunque nos conocíamos hace poco, me pareció muy dulce y considerado, quizás le habría dicho todo eso, pero estábamos con Mason y de nuevo, no quería matarlo de vergüenza, pero tampoco dejar el agradecimiento suspendido. Me llamó Jez, algo que parecía ser pequeño visto de fuera, pero me alcanzó el corazón y estiré la sonrisa también al oírlo decir que por eso lo había comprado. Implicaba más esfuerzo, para él seguro más vergüenza, pero a mí solo me reforzó la idea de lo considerado que era. Había pensado en mí lo suficiente para comprar un libro. Como sus límites todavía me eran desconocidos no hice nada, aunque tal vez podría haberle dado un abrazo incluso. —Un tres por uno —repetí para reforzar mi punto. Abrí más los ojos cuando luego de ver la hora dio un respingo, alegando haber recuperado la memoria y Mason comentó que se alegraba de que el efecto no fuese permanente. El chiste de la amnesia les había durado todo el receso. —Nos vemos arriba —dijimos Mason y yo a la vez, lo que nos arrancó una risa. El muchacho tomó el tupper de galletas, tapándolo antes de levantarse, yo miré a Kakeru unos segundos y luego recorrí las mesas con la vista, que fue cuando vi a Kashya con una muchacha de cabello azul. No quise interrumpirlas y en su defecto, Mason llamó mi atención. —Regreso el libro al estante y vamos a la cafetería un momento, ¿está bien? Es para pedir una bolsa de papel, así te llevas unas galletas, porque sé que no las aceptarás todas. —¿Cómo iría a aceptarlas todas? —apañé ligeramente escandalizada. A él le dio risa, pero no dijo nada y devolvió el libro a su lugar bastante a las prisas, pero con cuidado de no ir a dañarlo o algo. Cuando regresó conmigo tomé el maletín que estaba al costado de la mesa y seguí al chico. Creía que nos alcanzaba el tiempo para hacer ese pequeño recorrido sin llegar tarde. Contenido oculto no te preocupes <3 muchas gracias por caerme, me puso muy suavecita como siempre