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-Upupupupu, muy cierto, señorita Monroe. Ahora, señorito Bale, ¿qué es lo que tramo? Upupupu, ¡ni me dejan divertirme con el misterio! Upupuupu. -Esa risa... Esa risa a cualquiera le molestaría. Pero no, a todos menos a él. El oso estaba divertidísimo con la situación. Bueno, mientras menos rodeos, mejor- Esta Academia se ha convertido en algo especial. Como pueden ver la Academia está cerrada, tanto por dentro, como por fuera. Y no saldrán de aquí. Este es su mundo ahora, su nueva vida. -Rió un poco más y tomó un poco del vino, para luego seguir hablando.

-La única forma de graduarse es asesinando a alguien sin ser descubierto.

 

Lo que estaba presenciando era entre cómico y raro, y a la vez escalofriante.

--¿así que Monokuma era un oso... de peluche? ¿Qué clase de broma es esta?

 

Me acerqué a una de las cámaras de vigilancia suponiendo que me estaba viendo — ¿Cómo es eso de que la academia cerró hace un par de semanas? Recuerdo muy bien haber leído y completado el formulario hace menos de una semana. — Le cuestioné al personaje.

 

Sorprendido por lo que habia dicho me quede mirandolo y dijé,-¿¡Que, quien eres?! ¿Por que no te muestras en persona?!-.

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--¿Asesinar... a alguien, huh? ¿Y qué te hace pensar que vamos a hacer eso? --me senté en el suelo--. Si no lo hago, ¿cuál es el castigo? Q¿Quedarme aquí de por vida? Tche, como si me importase, iba a hacer lo mismo fuera que dentro --en cualquier momento, saldría alguien diciendo que todo era broma. Era lo más lógico; porque si lo que este "director" decía era verdad, realmente debe ser una especie de psicópata.

Aunque, ¿quién dice que no lo sea, y que todo esto de que la academia cerró es verdad?

 

Tantas cosas raras del oso me aburrieron y fui de nuevo hacia mi banjo... hasta que oí las últimas palabras que salieron de su boca.--¿Asesinando?--No me lo podía creer, ¿todo esto era una broma?, ¿Aquel personaje pedía que atentemos contr la vida otro?

--Upú, upú, upú.--le imité, me empezaba asustar, pero quizás nao era recomendable creérselo.

 

¿"Matar"? ¿Qué clase de broma retorcida es esta? Este humor es demasiado negro para mi gusto. Esto ya roza lo ridículo. Pero me estaba empezando a poner nervioso, esto no pintaba bien. Todo era demasiado elaborado para ser una simple "broma", ademas, ¿Por qué asustar a un grupo de jóvenes? ¿Qué sentido tenía todo eso? — Estás diciendo demasiadas sin cosas sentido al mismo tiempo, a ver... ¿Nueva vida? ¿MATAR? — Le inquirí.

 

--Explícate un poco mejor, ¿quieres? Empiezas a confundir a la gente --dije tranquilamente, mientras me echaba hacia atrás en el suelo.

 

--¿A... asecinar?--. Esto está mal, sí acesino a alguien no podría vivir con la conciencia.

 

--El joven ogro tiene razón señor oso.--Aun no me lo tomaba enserio, había estado en situaciones extrañas pero creo que esta era la peor.Seguí tocando el banjo creo que involuntariamente, no podía detenerme.

 

-Les dije que era un loco que sólo deseaba el drama- les recrimine a mis compañeros en especial al cuervo -¿ya fue saciada su curiosidad?

 

Respiré hondo y me calmé, sobresaltarse no iba a arreglar nada realmente. Lo más probable es que todo eso sea solo una broma sin sentido... ¿No?

 

Miró a uno de sus alumnos y con una sonrisa le respondió.

-Debería ser respetuoso con su director, señor Crow. No sabe cuál podría ser el castigo si falta el respeto. -Amplió aún más su sonrisa, de manera maliciosa y satánica. Aunque no podía pedir diversión el día de presentación, haría que ellos buscasen cometer el crimen perfecto. Y todo por simple diversión, o quizás había algo tras ello.

-Cosas. -Respondió sólo con eso y con su sonrisa aún dibujada en su rostro.

-No son cosas sin sentido, señor Takuya. Nueva vida al estar aquí y quedarse aquí por el resto de sus vidas. Y matar para salir de aquí, si es que así lo desean; deberán cometer el crimen perfecto: Asesinar a alguien y que nadie pueda averiguar quién fue.

-No se asuste, señorita Vilches, no le haré daño. No sin merecerlo. -Rió ante lo último.

Monokuma era, sin duda alguna, un oso psicópata y endemoniado. Pero él no castigaba a sus alumnos a menos que en verdad lo mereciesen. Y ella no lo merecía... por ahora.

 

Y volví a replicar con una mirada amenazante-¿¡Muestrate en persona?!-Mientras pensaba...si esto es cierto...¿que pasaria? Mirando a todos en el salón.

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-No deseo el drama... No me conoce, señorita Monroe, ¡upupupu! -Rió un poco más y miró a otro de los estudiantes.

-Por ahora no será necesario, señorito Bale. -Rió un poco más y se sentó nuevamente en el sillón a ver a sus alumnos. Estaba realmente divertido con las caras de algunos. Se notaba el temor y la desesperación de unos.

 

Lo único rescatable de todo esto había sido descubrir que Nix se apellidaba Monroe. Este oso tenía grandes problemas en su mentalidad, querer sembrar el coas ante 15 chicos que apenas se conocían no tenía nada de divertido.

--¿Y cuál es el fin de todo esto?--No lo entendía, jamás le haría daño a alguien, ni siquiera a una diminuta hormiga.

 

Levanté mis manos, colocándome sentado de nuevo.

--Lo siento, lo siento, señor director. Pero, ¿podría explicarse con más exactitud, si es tan amable? --sugerí, forzando la educación con la que hablaba--. Si esto es alguna especie de juego, ¿podría concretar las reglas? No quiero correr el riesgo de jugar mal --dije sonriendo de manera algo siniestra.

 

-¿Quién sabe? -No pretendía responder aquello. Tan solo río y miró al súper Ladrón de Secundaria.

-Las reglas son simples. Si asesinas a alguien, tienes la posibilidad de graduarte. Pero todo depende de una clase, que cuando se efectúe el primer asesinato se explicará dicha clase. Antes de entrar a ella, los demás podrán investigar un poco quién fue el asesino. -Rió un poco más- No diré más, debo esperar a que se dé.

 

Realmente va enserio...pensaba mientras imaginaba que de 15 solo quedaria 1 y eso no me preocupaba tanto, siendo que no me rendiría hasta salir de aqui.

 

Le seguí el juego a mi compañero y con mi mejor inocencia dije -Y porfavor hable entonces de sus motivos, sí no es drama me disculpo por mi errada suposición- para mí sonó como ironía pura pero para el resto era más una pregunta inocente que para cosa.