Barrera Líquida

Tema en 'Fanfics Abandonados Pokémon' iniciado por Roar, 7 Junio 2008.

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    Roar

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    Re: Barrera Líquida

    La Guerra de las Rosas

    -A partir de ahora nos vamos a referir con los nombres que ya le fueron proporcionados- les dije en voz baja justamente dentro de la camioneta que Memoryless había robado mientras nos encaminábamos a las afueras de la ciudad, nos metimos a una pequeña rampa que luego nos conducía a un pasaje oculto entre un callejón, donde se perdía la vista de toda civilización y prácticamente el final de la ciudad. Aquel pasaje que sólo era iluminado por la luz de la camioneta, que mostraba la penumbra pura.

    Uno de los tres guardaespaldas de mi hermano manejaba el vehículo hasta una luz brillante, que luego nos daría la bienvenida a una pequeña callejuela con diversa fauna, en todo el lugar rodeaban enredaderas y hierbas, en realidad aquel invernadero que era de mi propiedad, le dejaría crecer naturalmente para así ocultar poco a poco las paredes de mi establecimiento secreto.

    Rejas en formas abstractas de metal oxidado se avistaban desde los cristales. Se escuchaba la vida de aves y un aire a humedad. Era complicado el manejo de la camioneta por el suelo envuelto en hierba alta de verde brillante, éste luego disminuiría al seguir avanzando, para después mostrar diversas estatuas de gárgolas deteriorándose, teniendo un tamaño mediano comparado con la vivienda de color blanco; aquel lugar secreto de rústica apariencia.

    Nos salimos de la camioneta para bajar justo frente a la estrecha entrada de la casucha blanca con aspecto lúgubre, donde las plantas se habían apoderado de ella.

    Entramos a la casa en la que la oscuridad predominaba. Invitándolos a tomar asiento en el suelo del lugar a falta de muebles, nos pusimos a discutir el tema de Aris.

    -Creí que íbamos a destruir a Aris- decía Memoryless con toda seguridad, me sorprendía que después de que defendiera su posición, ahora dudara de su compañero; podía observar que su ojo izquierdo llevaba una señal de grabación, justo como los hombres biónicos conocidos por ser manipulados por la nano-tecnología.

    -Así es, mandaré a mi hermano Serran a la Barrera Líquida, deberá entregarme información sobre aquel lugar, tiempo después podremos recolectar información por parte nuestra, es ahí donde entrarán ustedes, son conocidos como ases en los datos, ahí Heartless participará, quien fue instruida según los informes por Aris, ¿no es así?- le pregunté a Heartless, quien no se dejaba controlar por mis palabras, estaba algo angustiada por la situación, y más por saber la salud de su compañero Aris.


    -Así que Aris ha estado trabajando para otras personas además de nosotros, si sabe todo eso sobre nuestra organización, ¿sabe a qué otra gente ha ayudado Aris?- preguntaba Loveless, una mujer con cicatrices en su cuello.

    -Les explicaré la situación, su organización que investiga la cura del Síndrome Gene Agerasia tuvo un mínimo problema- les dije no sin antes ser interrumpido por mi hermano Serran.

    -¿La elección del blanco?, es decir, una enfermedad no pueden detenerla tan fácilmente- quería mi hermano convencerme, pero mi idea iba más allá que un simple impedimento tan lógico.

    -Bueno, es claro que no tienen las bases para buscar una cura, ellos no planean detener el SGA, sino demostrar al mundo porqué no existe una cura, porque realmente la hay, pero no se ha querido entregar al público- decía mientras comenzaba a hojear unos documentos que había sacado de un fólder amarillo, aquel que venía dentro del portafolio que llevaba mi hermano protegiendo.

    -Aquí dice que la cura se ha estado distribuyendo a varios hospitales, por la demanda de las personas, ayer diez personas se suicidaron a falta de atención por los jefes de salud. Creo que por eso el gobierno decidió admitirlas, pero creo que hay algo más en esto, no pudieron haber soltado aquella cura tan fácilmente, alguien tuvo que involucrarse para admitir dicha acción- les decía mientras revisaba una pequeña lista de estado de Conexión Pokémon Data, que me fue entregada por Serran, pruebas tomadas desde esa mañana. En aquella lista habían cinco conexiones presentadas al mismo tiempo, era algo extraño porque justamente la organización de CPD había avisado a todos sus usuarios que la comunidad cerraría dos días para arreglar averías, cosa que era falsa, en realidad gobiernos de otros países ya estaban analizando la situación, así que se pidió investigación de la comunidad.

    -Justamente tengo conexiones presentadas en la madrugada- les arrojé al suelo la lista donde especificaban los lugares donde se habían presentado las conexiones.

    -¿Qué es esto Friendless?- preguntaba Loveless, quien estaba levantando delicadamente la hoja de aquellos datos.

    -¿La conexión se presentó desde el hospital general?, es decir- Memoryless ya se había percatado de mi plan.

    -¿Está diciendo que Aris se conectó a la red de CPD?, pero aquí mismo dice que hubo una conexión antes de aquella conexión simultánea- preocupada se mostraba Heartless, era normal, sus reacciones demostraban un afecto más allá que el compañerismo con Aris.

    -¿No es una casualidad que una hora después de que Heartless le llamó a Aris haya una conexión?, ¿en el mismo lugar donde se ubicaba?- mi hermano revelaba al punto que quería llegar junto con la familia.

    -Eso es, al saber Aris que tenían su ubicación seguramente se movilizó, es obvio que no se quedaría ahí, pero es interesante la manera tan descuidada que escogió para escapar, es decir, prácticamente nos dijo nuevamente donde está, pero esta vez no sabemos sus movimientos, ni siquiera está en este mundo físicamente- mientras les planteaba la situación a los cuatro, Loveless, aquella rubia de cicatrices preguntaba sobre las demás conexiones, y sobre la primera que se registró cinco minutos antes de las cinco simultáneas.

    -Tal vez sea Paradoja- dijo Loveless, mencionando a los rebeldes que querían sabotear a la organización de CPD, aquella que sólo se había popularizado por ser comandada por adolescentes.

    -Paradoja; reconocidos por ser los liberales, los que castigan y hacen el cambio, en realidad ellos han creado varios agujeros en la red CPD. Es decir, ellos le han entregado al pueblo la comunidad social que se quería desde un principio. Por supuesto, como hackers no dan a conocer su identidad, pero si una carta de presentación. Aquellos grupos de internet que comentan sobre sus acciones, los noticieros hablando de sus fechorías, la policía persiguiendo su sombra. En realidad, Paradoja es realmente es lo que dice su nombre. No puedo tomar a ellos o a él como enemigo, en cierto punto Paradoja me ha facilitado mucho sobre la recolección de datos, y me permitió encontrarlos a ustedes- al decirles lo último, Memoryless, Loveless y Heartless se impactaron, les dije una de mis fuentes por las que los encontré.

    -¿Así que no tiene nada que ver con el consejo Serran?- le decía Memoryless a mi hermano, al parecer él había sido engañado por Serran, en realidad mucha información infiltrada fue gracias a esos agujeros de información que se liberaron una vez que Paradoja metió sus manos.

    -No, mucha de la ayuda fue de parte de Paradoja, pero sin saberlo, jamás nos hemos comunicado con ellos.

    -Pero Serran, creemos que sólo es una persona- mencionaba Dana un dato no muy relevante, pero nada descartable, el hecho de que fuera una sola persona le daría sentido a una de mis teorías.

    -Algo sobre eso mencionaron ya, pero nada podemos asegurar, lo mejor es seguir tomando provecho de los servicios que brinda Paradoja, después nos encargaremos de ellos, pero no podemos olvidarnos de Paradoja, debemos tenerlos como uno de los blancos fijos- mencioné mientras al mismo tiempo les decía la forma en que fueron descubiertos por Paradoja.

    -¿Es por eso que nos puso esos nombres?- decía Loveless.

    -Así es, en realidad me base en sus experiencias, por su personalidad, tal vez es lo que les falta para sentirse completos.

    -¡No hables de sentimientos como si fueran simples tecnicismos!- me gritaba Heartless por mis palabras.

    -En realidad ustedes son los que se engañan, es decir, Heartless y Memoryless; ambos están manejados por tecnología. Los científicos manejaron su cuerpo. Es un tanto ridículo que jueguen con su vida de esa manera, pero es así como trabaja esa ciencia. Nosotros mismos hemos encontrado la forma de autodestruirnos, tratando de protegernos, ¿irónico no?- decía burlándome del destino de varios de los que estaban presentes, incluyendo a mi hermano.
    -¿A qué te refieres con “manipularon su cuerpo”?- decía con un tono ingenuo Loveless, obviamente no sabía de lo que hablaba, ya que ella no ha puesto su cuerpo a la nano tecnología.

    -Los científicos han encontrado la manera de arrancarnos nuestra esencia, es decir; nuestros sentimientos y recuerdos son extirpados de cierta forma al ser manejados por la tecnología. El problema es que al separarse aquella parte del ser, se crea un doppengänger, es decir un alter ego- mi hermano explicaba uno de los efectos de aquella mutación máquina-humano.

    -En algunos de los casos, aquella manipulación es tal que llega a crear al humano en un simple cuerpo, que a pesar que suele tener reacciones humanas, ha perdido toda esencia de un humano- mi hermano refiriéndose al caso de Memoryless.

    -Espera, ¿estás diciendo alter ego?, ¿quieres decir que hay algo más aparte de la amnesia?- preguntaba nuevamente Loveless fascinada por el tema, sólo que decidí terminar con ese tema, y volver a lo de las cinco personas que se habían conectado a CPD, antes que se llegara olvidar.

    -Tenemos que ir a una casa, habitada en los suburbios, bastante cerca de aquí, al parecer esos lugares son muy habitados con familias, con una situación económica medio-baja, pero lo suficiente para sustentar a hijos, no es muy complicado, al parecer dos huéspedes se registraron en ese mismo lugar, vayan a sus casas, hagan todo lo que deban hacer, pero no sin antes- decidí darles además de indicaciones, unos radios para poder comunicarnos y así no perdernos de vista, después de todo ellos estaban siendo investigados por mí, y eran sospechosos.

    -¿Por qué no simplemente nos devuelves nuestros teléfonos?- decía Heartless que se quejaba por haberle confiscado su celular, de ahí es como obtuve la información sobre la llamada a Aris. Yo tenía bien puesto el dedo sobre ella, ya que tanta interacción con Aris me ayudaría a encontrar más pistas sobre su desaparición, tenía la impresión que sabía algo más. Recordando el tiempo de duración de aquella llamada, me hizo pensar, ya que era muy breve, al parecer por estar en manos de mi hermano Serran, la obligaba a no tener una comunicación muy amplia, pero seguramente dijeron algo, más porque ella escribió a Aris tres mensajes de textos, el cual dos envió y uno guardó en la memoria del teléfono.

    -Tienes razón, aunque para comunicarse conmigo o entre ustedes, tendrán que utilizar los radios, es por seguridad, las demás personas podrán ser localizadas por su teléfono celular- le dije mientras los tres se levantaban del suelo y comenzaban a salir de la vivienda, al mismo tiempo que los guardaespaldas de mi hermano los acompañaron a un pasillo oculto el cual los llevaría fuera del invernadero, no sin antes serles entregados sus teléfonos celulares, pero por supuesto, les ensamblamos un nuevo chip telefónico para así poder tener acceso a sus llamadas.

    Justamente estando en soledad mi hermano y yo, recibimos una llamada de alguien que respondía con el nombre de Paradoja, no teníamos idea de quién era el número al que había llamado el tal Paradoja, pero simplemente al contestar, la voz masculina que al parecer era manipulada por un sintetizador mencionó:

    “Tengo tu rosa entre mis manos”

    Me impactó aquello, pero sin alarmarme más, regresé a una posición tranquila como siempre demostraba.

    -Serran, estamos en peligro, creo que es hora de apresurar el plan, sino me equivoco, al parecer uno de ellos tiene contacto con Paradoja, además de que mencionó nuestra localización- Al decirle eso a Serran, se inquietó, y rápidamente contestó.

    -Debemos saber de qué número provino esa llamada- dijo temblándole las manos.

    -No podemos actuar, debemos seguir nuestro plan, primero hay que identificar a los cuatro huéspedes que se infiltraron en CPD.

    -¿Cuatro?, ¿no eran cinco?

    -Así es hermano, pero es claro que el quinto es Aris- le dije mientras le comenzaba a explicar algo sobre la materialización de los sentimientos humanos: La rosa roja.

    -Cada nano-humano tiene un alter ego, aquel que se le llama Rosa roja, ¿no es así Serran?

    -Así es.
     
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    Re: Barrera Líquida

    ...que un torbellino me cortó la respiración, y sentí como mi cuerpo se humedecía, como si estuviese en un ambiente acuático.
    Podía observar con la vista borrosa, como el azul me rodeaba, y jugaba con mi cuerpo que vagaba en una dimensión líquida.


    Blue Ray 2


    -¿Dónde estoy?- dije al viento, donde nadie respondía. El oleaje se arrojaba ante mi cuerpo, y lentamente me transportaba en las aguas, sintiendo la áspera arena en mis piernas. El pantalón lo tenía pesado, junto con la camisa blanca que llevaba puesta. El sol sofocante caía en mi espalda, recibiéndome con una brisa fresca que rozaba mi cuello, para luego subir por mi rostro.

    -¡Tú!, ¿estás bien?- escuchaba, pero no podía abrir mis ojos, ya que el agua me había quitado la vista por un instante. Tratando de moverme entre el mar, la voz me dirigía hacia la orilla, aunque al principio mi camino era errado.

    -¡No, estás volviendo al mar!, ¡sigue mi voz amigo!- y justamente di la vuelta, con la mirada algo dilatada, pude ver como una figura hacía señas para que le identificara, rápidamente hice un braceo para nadar hacia aquella persona.

    -¡Parece que estás bien!, ¿de dónde vienes?- aquella voz masculina me preguntaba mi origen, pero ni yo sabía cómo había llegado al océano.

    Mientras lentamente me acercaba, pude sentir como mi cuerpo se hundía con la arena, y el agua poco a poco disminuía, lo cual me avisaba que estaba en la orilla del mar.

    -Bien amigo, abre los ojos, así no verás nada- la voz se acercó hasta sentirla frente de mí, tomó mis manos y me levantó del agua, que me tenía aprensado con su fuerza de oleaje.

    -¿Cuánto tiempo has estado en el agua?, ¿no sabes que es peligroso estar tanto tiempo?- lo decía por mi piel arrugada que avisaba de mi estadía en el agua.

    Al abrir los ojos me percaté de las montañas frondosas que tenía frente a mí, además a un hombre de piel morena y con una barba negra que se encontraba trenzada, además de que le llegaba hasta el pecho. Tenía un cuerpo atlético, además de una energía al hablar, además tenía un acento golpeado, como casi cantando al dirigírseme.

    Llevaba sólo unas telas de color azul, que le llegaban hasta las rodillas, tejidas con unos símbolos desconocidos para mí en esos momentos, además de que una cuerda que le sujetaba el atuendo. Además otro símbolo tatuado en su brazo izquierdo en forma de luna y dos cruces entrelazadas. No llevaba cabello, pero sí una cola de caballo a la altura de su nuca, hasta casi llegar a su espalda.

    Todo indicaba que estaba en una especie de isla, pero era extraño, jamás había escuchado de un ambiente tropical en Barrera Líquida, aún así, seguí viendo al hombre que me ayudó a salir del agua. Sin duda el hombre pertenecía a una especie de clan, era curioso, porque también llevaba un parche en el ojo izquierdo, con el mismo símbolo de su brazo grabado.

    -¿Qué pasa?, ¿porqué te me quedas viendo?- me decía el hombre, que se quitaba el parche del ojo para ver claramente que ambos ojos eran de distintos colores, uno púrpura y el otro verde agua.

    -Lo siento, lo que pasa es que no soy de aquí, y la verdad estoy muy confundido- se me quedó viendo por mi vestimenta tan poco usual por la temperatura y el ambiente.

    -Sí, lo sé, no eres de aquí, al parecer… no puede ser- se decía aquel hombre que miraba hacia la arena como tratando de explicarse algo, movía las manos y las mandaba a su cabeza intentando explicarse algún problema, incluso un vena de su frente se le notó que casi estallaba por el cólera que se causó.

    -Eh… bueno, sólo tenía que agradecerle su ayuda, ahora, necesito saber- le decía tratando de escaparme porque su reacción me había asustado.

    -¡No!- gritó volviendo a asustarme, y esta vez me tomó de los hombros, mirándome desde arriba, ya que ese hombre era alto. –No te vayas, perdona, pero es que me sorprendiste, la verdad veo que no sabes nada de por aquí, así que puedes ir a conocer a la tribu, para así darte información para volver a casa.

    -¿Volver a casa?, pero si yo no te he dicho nada sobre volver a casa- me había dado cuenta que algo traía entre manos, era más que obvio que él sabía sobre mi derivado, pero esperé a que reaccionara por mi pregunta.

    -Ah… diablos- se detuvo, dándome la espalda, se puso a hablar consigo mismo, al parecer discutía sobre cosas absurdas, pero yo aproveché ese momento para darme a la fuga, aunque aquel tipo reaccionó rápidamente y antes de que ya me fuera corriendo de su presencia, él volteó para recibirme con un saludo.

    -Hola, soy Tadd, vengo de la aldea de la Luna, no temas, no te haré daño, sólo como decía te voy a ayudar a regresar al lugar que perteneces- la manera que decía “al lugar que perteneces” era extraña, pero sonaban sinceras sus palabras, aunque las razones de su ayuda todavía no me eran muy claras, así que decidí preguntar su amabilidad, para que él luego me contestara con una anécdota de su vida.

    -Bueno, te ayudo porque durante pequeño tuve que regirme por mí sólo, es decir, no tuve una figura paterna o materna con la cual guiarme, sólo a mi hermana, que tenía que jugar a ambos papeles, es decir… ah, pues yo ayudo a cualquiera que lo necesite, es la enseñanza que me ha dado la vida, además en la aldea somos muy dados a dar la mano a un necesitado.

    -¿Qué te hace pensar que necesito ayuda?- quizás mi pregunta resultaba hostil, pero la reacción de Tadd me extrañaba, además del hecho de ayudarme sin ningún compromiso.
    -Veo que eres muy desconfiado, bueno, no te preocupes compañero, si quieres no te presiono, sólo te esto ofreciendo mi ayuda- me dijo extendiéndome la mano.

    -Gracias, pero sólo sería de ayuda si me dices en donde estamos- le dije mientras veía el paradisiaco lugar, que le rodeaban rocas que eran golpeadas por las olas de agua transparente.

    -Pues este es mi hogar; La aldea de la Luna- me dijo Tadd señalándome una entrada entre cientos de palmeras alineadas en la arena. – Por ahí se entra a mi aldea, si quieres vamos para que conozcas a mi gente, así podrás ir a comer un poco, te ves agotado.

    -Ya te dije que no necesito nada, gracias de todos modos… aunque si sería más de ayuda el que me sacaran de aquí, ¿hay algún tipo de transporte?- le dije hostilmente, pero la necesidad de regresar a casa me contenía a seguirle el paso, Tadd no dijo nada y simplemente me dijo que le siguiera el paso para entrar a su aldea.

    Una vez que entramos entre las palmeras, mi vista perdió al mar, las rocas y montañas, para sólo tener palmeras de diversos tamaños en un solo lugar, en un lugar que se sentía muy húmedo, pero con poco agua. Se lograba escuchar distintos sonidos de lo que parecían animales, pero era obvio que me encontraba en la Barrera Líquida, así que esos animales no eran más que los llamados: Pokémon. Había mucha vida durante el trayecto a su aldea, el verde rodeaba la vista, y una brisa fresca tocaba el cuello. La luz del sol apenas se veía por las hojas tan amplias de las palmeras, que gracias a ese tamaño ocultaban cualquier rayo de nuestros rostros.

    -Aquí estamos amigo, esta es la Aldea de la Luna- me dijo Tadd quien señalaba al principio de un suelo empedrado, con el inicio a unas escaleras que llegaban hasta la cima de una montaña, donde se avistaba una gran cúpula que tenía el mismo color blanco que el empedrado. Y se veía que el sol si lograba caer directamente, ya que donde nos encontrábamos, la propia montaña nos ocultaba del sol. Las palmeras ya disminuían una vez que nos acercábamos y subíamos los escalones de piedra blanca, poco a poco los escalones eran más pesados por su grosor, pero cada vez nos alejábamos de aquellas palmeras, que justamente viendo desde cuarenta escalones más arriba, se podía apreciar claramente la costa donde estábamos. Ya habiendo llegado a la cima después de varios escalones más, pude darme cuenta que la montaña donde se encontraba una población, con casas, y comercios, todo aquello estaba encima de una roca en forma de media luna.

    -¡Tadd!, ¿cómo estás?, y dime, ¿pescaste algo para la cena?- dijo un hombre que al igual que Tadd llevaba una barba entrenzada, pero la de él era completamente blanca, igualmente era calvo, pero llevaba el mismo tatuaje que llevaba Tadd en su brazo izquierdo, al parecer era un señor mayor, ya que se encontraba encorvado, y apoyado de un bastón blanco, sólo que para tener esa apariencia, se mostraba muy senil por su condición física, ya que con mucha energía, y sin ningún tipo de calzado, corría dirigiéndosele a la gente que se le aparecía con una enorme sonrisa. Al igual que todos los habitantes del lugar, tenía una piel morena por la exposición al sol. Algo más peculiar entre los ciudadanos, Tadd y aquel hombre, era que todos llevaban de distinto color uno de sus ojos.

    -Señor Licca, la verdad es que no pesqué nada, pero le tengo algo que le puede interesar- le decía Tadd al anciano, quien llevaba de ropaje una túnica que le llegaba hasta sus pies, que tenía los mismos bordados y símbolos que Tadd.

    -No te preocupes, todo está bien Tadd- se detuvo y se me quedó viendo, desde mi calzado de zapatos oscuros repletos de arena, hasta unas algas pegadas en mi pantalón. –Hola, bienvenido a la aldea de la luna, veo que eres nuevo por aquí- se dirigió hacia mí con felicidad. –Ven para acá muchacho, no seas tímido.

    Accedí con facilidad, después de todo ya había llegado muy lejos como para poder regresar en ese momento.

    -¿Qué lugar es este?, es decir, es una aldea, pero veo que es muy grande para ser una aldea, además ese lugar- dije refiriéndome a la gran cúpula que estaba envuelta en un vitral que con los rayos del sol creaban un calidoscopio, era una delicia para la vista.

    -Ah, lo notaste, es el templo de la luna, es nuestra muestra a la fe- decía el señor Licca, quien sonaba orgulloso al hablar de aquel lugar. – Pero este no es el único, hay más templos en diferentes tierras, pero dándole tributo a otra deidad.

    -¿La luna?- les pregunté, mientras Tadd y Licca miraban orgullosos el templo.

    -Así es, la luna es nuestra balanza, claramente la luna puede mover mareas, gracias a esos movimientos podemos seguir aquí con el alimento, o no. También con ella podemos desaparecer o no- Licca miraba hacia el horizonte, donde la mirada de uno se perdía en la vista de un sol que caía en el océano y el mar se pintaba de colores.

    -Además la luna le da el fin a un día, le estamos agradecidos después de cada rayo de sol, porque aunque nosotros estamos otorgando nuestros rezos a la luna, estamos consientes que sin el sol, no podríamos maravillarnos con estos regalos de la naturaleza- Licca mencionaba sobre su fe, mientras volteaba a ver a la vida floral que les rodeaba.

    -¿Está diciendo que hay más templos sobre la naturaleza, o cuerpos celestes?- le pregunté por lo fascinado que quedé después de ver a la comunidad de la aldea con una unión fantástica.

    -Así es, hacia allá, se encuentra la aldea del sol, además de la aldea de los ojos rojos, donde se encuentra el templo del fuego. Los templos son importantes para los sacerdotes, quienes realizan sus votos de purificación para la Santa Luz, quien contiene la flor de energía, que es la que hace funcionar el curso de las cosas que suceden en este momento, por ejemplo a ti, en este momento estás utilizando la flor de la energía para mantenerte con vida- me decía Licca, quien señalaba a la costa donde me había rescatado Tadd.

    -¿La flor de energía es la fuente de energía de todo?, es decir, si esa energía llegase a dejar de existir, ¿qué sucedería?- nuevamente pregunté intrigado por aquella revelación, no tenía idea que la gente que vivía en la Barrera Líquida necesitase de una fuente de energía para coexistir.

    -Sería una catástrofe, es por eso que los sacerdotes tratan de mantener el equilibrio al sacrificarse en la purificación- decía Tadd, quien miraba mi gran interés por obtener información sobre la historia del lugar.

    -Entiendo, ustedes rinden tributo para mantener a la Santa Luz equilibrada con sus templos a cada elemento, ¿no es así?- les dije, tratando de saber si mi idea era errada, pero mis especulaciones no eran tan equivocadas, al menos no entendía el caso de los sacerdotes.

    -Lamentablemente unos intentan corromper el orden, como la inquisición, quien trata de restablecer a la fe, y adorar a un rey, que según su reino, es nuestro salvador- decía Tadd con algo de rencor. – No entiendo porque haya gente que quieran eliminar nuestra causa, ellos saben que sin nuestros votos, la flor de la energía terminará extinguiéndose.

    -Tranquilo Tadd, tu ayuda como invocador ha sido una gran aportación, pero no puedes hacer más, eso se lo debes dejar a tu sacerdote- le decía Licca a Tadd, tratando de controlar la furia contra al parecer lo que le impedía cumplir su devoción a su fe.

    -¡Hermanos de la fe!, ¡necesitamos su ayuda, inquisidores han llegado a la isla, al parecer tienen a guardias del reino, además de cientos de personas llegadas por Charizard de gran tamaño!- decía uno de los habitantes de la aldea, quien alarmado, no podía respirar para hablar, al parecer el problema era grande.

    -No permitiremos que se acerquen esas personas a esta santa tierra- dijo Licca, quien alzó su bastón blanco, y que rápidamente se dirigió hacia él un rayo de sol, que este a su vez fue lanzado hacia la punta de la cúpula del templo, donde el resplandor se hizo más grande, y éste hizo llegar a cuatro personas que corrían al lugar donde nos encontrábamos.

    -Ya nos hemos enterado mi señor, es tiempo de llamar a nuestro sacerdote- dijo una joven que llevaba una túnica al igual que Licca, sólo que en vez de color blanco, era de color azul marino, la mayoría de la túnica tenía bordados los mismos símbolos que Licca y Tadd, al igual que los otros dos hombres que le acompañaban; uno quien tenía gran parecido a Tadd, exceptuando que no tenía barba, además de que su figura atlética no era muy trabajada como la de Tadd, pero en su estatura eran idénticos, al igual que en la vestimenta, exceptuando que aquel joven llevaba un chaleco cerrado. El otro muchacho era un niño que vestía desde el pantalón hasta de camisa larga, un vestuario de rayas negras y blancas, con un fleco de su pelo oscuro, le ocultaba un ojo del rostro, además su piel era completamente pálida, que era tapada por su capucha que le caía hasta la frente, me interrogaba porque su piel era tan pálida, ya que el clima tan cálido y por la exposición al sol, al menos broncearía su piel, pero él estaba sin duda blanco.

    -¿Dónde estará?... bueno, necesitamos que estén de guardias en la entrada a la aldea, es decir, justo en el inicio de la escalinata, debemos impedir que los inquisidores suban- decía Licca, mientras se daba cuenta que ellos tres ya se habían encaminado para aquel lugar, pero Tadd se quedó quieto a esperar órdenes, mismas que fueron dadas, para ayudar a los demás en su trabajo de proteger la entrada a la aldea de la luna.

    -¡Vamos amigo!, ¡ven para acá!, será mejor que vengas conmigo- me decía Tadd, pero yo no sabía qué hacer en ese momento, así que esperé que Licca me aconsejara, pero me lancé a investigar más sobre los inquisidores y demás.

    -¡Eres muy curioso muchacho, pero ten cuidado!- me decía Licca, mientras me acercaba a las escaleras para bajar y llegar a aquella entrada empedrada con palmeras a su alrededor de nuevo.
     
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    Re: Barrera Líquida

    Blue Ray 2 [segunda parte]


    -¡Necesitamos resguardar a estas personas!- gritaba un hombre envuelto en metal, que tenía apariencia de militar, su yelmo ocultaba su rostro, sólo dejando ver sus ojos y parte de sus labios para poder dirigírsenos.

    Podía ver que detrás de él, se encontraban otros dos hombres con la misma armadura, pero cuidando a una multitud de personas que bajaban de unos dragones de gran tamaño y que llevaban armadura en su cabeza, parecían reptiles con los ojos grandes, filosos dientes, y un color anaranjado tenue. La parte de su pecho hasta su cola llevaba un amarillo pálido, pero lo sorprendente era su cola, que llevaba una llama que se ondeaba junto a la cola.

    -¡La gente puede pasar!, pero ustedes no- decía aquella chica morena envuelta en túnicas, quien sacó dentro de su túnica una daga que después la utilizó para señalar a aquellos soldados.

    -¡Una daga de invocación!- al gritar impresionado el hombre de la inquisición, les ordenó a aquellas criaturas de gran tamaño, refiriéndoseles como Charizard de batalla; preparados para atacar y quitarnos del camino para que pudieran acceder a la aldea de la Luna.
    -¡No dejaré que pasen mercenarios!- gritó la joven, que sacó de su túnica, una carta blanca, para después lanzarla hacia el suelo, aquella carta comenzó a brillar, para lograr aparecer a un monstruo de color negro, que se suspendió por el aire, casi al momento que apareció de aquella carta.

    El monstruo parecía muñeco de arcilla, llevaba en su gran cabeza picos que sobresalían de color amarillo, al igual que ojos rosados que le rodeaban toda su cabeza. En su estómago había círculos que brillaban, pero lo sorprendente era que a pesar de su gran tamaño, el podía suspenderse en el aire ligeramente. Sus brazos levemente se le separaban del cuerpo, pero al mecerse en el aire, estos regresaban a su cuerpo.

    Era increíble, las criaturas que se veían en la televisión, eran perfectas, Barrera Líquida sin duda sustentaba vida.

    Dos de los dragones lanzaron de sus gargantas una llamarada de fuego, lo cual nuestro protector, el cual la joven llamaba como Claydol, con un ataque nos protegió de aquellas ardientes llamas.

    -¡Bien hecho Claydol, tu protección a mejorado mucho!- gritaba ella, pero al mismo tiempo la chica morena me miró ella con curiosidad, pero al mismo tiempo me ordenó que saliera del campo de batalla.
    Lo menos que pude hacer es retroceder hacia las escaleras, y ver desde lejos, como aquel monstruo Claydol empezó a girar en su propio lugar, para después lanzar un rayo de aquellos círculos de su estómago. El rayo disparó una brisa gélida por todo el lugar, pero aquel disparo fue lanzado a los Charizard, quienes inmediatamente al recibir el ataque, estos comenzaron a solidificarse y adentrarse ambos Charizard en una gruesa placa de hielo, la cual en la vista que estaba, parecía cristal en la arena. Para que el clima tropical no hiciera lo suyo, Claydol lanzó hacia el cielo más de ese rayo azul a toda la superficie, he incluso llegó a disparar hacia el cielo, lo cual volvió aquel tenue calor en un clima templado, perdiendo la absoluta esencia del calor.

    Vi a Tadd, que golpeaba a los soldados a puño limpio, y que instruía a las personas que estaban siendo resguardadas, a una cueva para así separarse de los inquisidores.

    Aquel chico que vestía de rayas y que le ocultaba su fleco, igualmente ayudaba, él le gritaba a una criatura de nombre Mismagius, pero yo no podía verle. Aunque podía ver como todos los soldados comenzaban a actuar extrañamente, algunos se estaban golpeando entre sí, tal vez era una de las cosas que ocultaba la Barrera Líquida, secretos que quería desenterrar.

    Mientras tanto, aquel joven que tenía similar apariencia a la de Tadd, estaba comenzando a amordazar y amarrar aquellos caballeros inquisidores, al parecer esos soldados no estaban preparados para batallas, sólo para cumplir una misión de resguardar a unas personas en la isla.

    -¡Te dije que volvieras!- aquella chica de túnica notó que me había quedado en las escaleras para presenciar su batalla, pero a la vez tomó ventaja de la situación para presentárseme, con su criatura Claydol a su lado.

    -Soy Makia, aquel chico que ves de rayas se llama Levi, el de la barba es Tadd y quien está terminando con los caballeros es su hermano- me tomó la mano estrechándola mostrando una gran fuerza física.

    -No te sorprendas, todos por aquí tenemos esa fuerza, aunque sea una chica, no quiere decir que sea una debilucha- con una sonrisa, llamó a Levi, Tadd y a su hermano para que volvieran, pero ellos estaban ocupados resguardando a la gente en aquella cueva.

    -Creo que debo ayudarlos, bueno, ya que estás aquí, ¿puedes venir a ayudarnos también?

    -¿Qué tengo que hacer?- le pregunté aunque era muy obvia la respuesta.

    -Pues ayudar a esa gente que no se alborote, bien… ¿qué pasa?- Makia notó que yo estaba viendo que mi mano y mi pierna no me dolían, al parecer aquellas fracturas no tenían relevancia en la Barrera Liquida, tal vez porque sólo era algo digital, quien sabe, pero aquel minúsculo detalle no lo había percatado hasta el instante que pude bajar tres escalones de un solo brinco.

    -Bueno, no importa… ¡hey Tadd!, ¿conoces a este?- gritó Makia, y Tadd sólo respondió con una serie de señas.

    -Oh, vaya, no sabía eso, lo siento, es que por las prisas no pude saberlo.

    -¿De qué hablas?

    -¿Tú no eres de aquí verdad?

    -No- seguíamos charlando sobre mi aparición y mi origen mientras caminábamos hacia la cueva, pude observar que la gente que había llegado hacia una reverencia antes de entrar a la cueva, tal vez ellos eran muy religiosos, porque incluso besaban la arena en la que estaban.

    -Ellos vienen aquí porque su pueblo a sido destruído, además porque bien saben que la sacerdotisa Iudia vendrá a rendir tributo junto con sus invocadores- Makia me explicaba mientras seguía observando la reacción de las personas al ver el templo a la luna desde lo lejos.

    -¿Porqué es importante Iudia?- al preguntar eso en voz alta, toda la gente exclamó sorpresa y miraron con despecho.

    -Ella es hija de uno de los oradores más importantes, y el que ella sea sacerdotisa la hace heredera de la oración, es decir, el ser sacerdote es un importante puesto, ya que ellos son los que llevan a la Santa Luz toda petición. Es por eso que llevan invocadores, y estos guardianes, para cuidar la plegaria. Últimamente a habido asesinatos a los sacertodes, es por eso que son tan importantes, porque ya quedan realmente pocos- decía Makia, tratando de calmar la situación.

    -¿Tú eres una invocadora no es así?

    -Así es, mi tarea es cuidar de mi sacertode.

    -¿Mucho peso en tus hombros eh?

    -Es un honor, pero es cierto, es mucho trabajo, lo que acabas de ver es poco a lo que nos hemos estado enfrentando. Tenemos la desdicha de tener a los inquisidores en el mando, ellos quieren mantener su poder monárquico y manejar las creencias a su gusto, es por eso que estamos en contra de ellos, incluso estas personas, no están de acuerdo con la inquisición, pero sólo el reino puede ayudarlos.

    -¿Y porqué no las creencias hacen algo?

    -Porque mantener la paz con la oración es lo que hacen los padres de la oración, no más, nosotros los invocadores tenemos la tarea de enfrentar, pero nunca asesinar- me puse a pensar en ello, ya que ellos atacaron a los inquisidores, pero tenían razón, sólo estaban evitando que los dominaran, pero no matarlos.

    -Además tenemos otro problema… la orden de la rosa.

    -¿La orden de la rosa?

    -Así es, una organización que pretende desaparecer las creencias, metiendo una doctrina, de que este mundo, no es el verdadero mundo, que hay otra verdad- al decir eso Makia, en cierto momento me confundí, ¿un mundo real?, ¿acaso aquella orden tenía como integrantes a personas que sabían que la Barrera Líquida no era real?

    -¿A qué se refieren con otra verdad?

    -A que existe El otro lado.

    -¿El otro lado?

    -Así es, la señal de que este mundo es un sueño, y que hay otro allá afuera- dijo Makia señalando al cielo.

    ____________________________________


    Actualización: "Detrás de la Barrera Líquida"


    La humanidad estalló con una nueva enfermedad, llamada: Síndrome Gene Agerasia (SGA). Ésta enfermedad atacaría sin aviso a los humanos, puesto que las continuas guerras y experimentaciones nucleares han vuelto a la Tierra un lugar menos habitable.

    Pese a la enfermedad y las dificultades para vivir, los humanos no se han detenido para buscar una cura. La cura se pudo encontrar rápidamente, aunque aprobada, los científicos decidieron que no viera la luz ya que la enfermedad evoluciona distinto para cada persona. El efecto de SGA es detener el crecimiento de las personas. Aquella enfermedad detenía a la vejez conservando el estado de la persona desde el momento en que se infecta, sin envejecer su apariencia. Esto no quería decir que su edad no siguiera avanzando.

    Mucho se ha dicho del origen de la enfermedad, pero la teoría más fuerte proviene de la experimentación de: La barrera líquida, nombre clave para el Conexión Pokémon Data (CPD).

    La CPD, creación de una unificación de gobiernos, logró acabar con la amenaza de la mafia que estaba envuelta en los Pokémon, porque Pokémon ya no eran un estilo de vida para la humanidad, sino un comercio secreto que apostaba guerras mucho antes de que estas acabaran. Las quejas de los entrenadores y trabajadores Pokémon hicieron que el servicio CPD se hiciera realidad, ya que al prohibir el uso de Pokémon para fines bélicos hizo que muchos Pokémon, incluso los de miles de entrenadores fueran confiscados y encerrados en una realidad virtual: CPD.

    Tras varias décadas de prometer el servicio y perfeccionarlo con pruebas peligrosas para el medio ambiente, se logró deshacerse de los 91% de la población Pokémon en la Tierra, dejando al resto como extintos.

    Hoy en día, casi sesenta años después de la realización del proyecto CPD, pudo completarse la vida Pokémon en un mundo dentro de los humanos mismos, “Del otro lado” llamado por sus usuarios, pretende seguir con aquel mundo Pokémon, ofreciendo más seguridad a los humanos dentro de su realidad perfecta, dentro de su mente.

    Aún no se encuentra una cura completa para SGA, enfermedad que se ha confirmado, aunque rechazado por muchos, infecta en su totalidad a los usuarios de aquel fantástico mundo.

    Pero aquel mundo se vino abajo.

    Conexión Pokémon Data (CPD) cerró después de que investigaciones de gobiernos la acriminaban por la existencia de la enfermedad Síndrome Gene Agerasia (SGA).

    Las organizaciones de países vecinos calificaron a Milos Re y a Freder Do, (creadores y jefes principales del proyecto) como poco profesionales al llevar a cabo un proyecto tan delicado a cabo. Terminando así, como un intento fallido para la humanidad, el regresar a aquellas criaturas a la vida de las personas, comenzando con la más grande extinción de riqueza animal en la historia.

    Semanas después del apagón, se reportaron la desaparición de millones de personas, todas involucradas en el proyecto, se declaró que habían quedado atrapadas en el servidor de CPD. Algunos jefes intentaron mandar “rescatadores” a la ayuda, pero nadie pudo regresar.

    Las demandas no se hicieron esperar, incluso los golpes a diferentes partes de los países por parte de una respuesta que no llegó jamás.

    Y tan sólo una indemnización a todos los familiares de los desaparecidos se hizo llegar, más no una respuesta de la pérdida.

    Milos Re actualmente está trabajando en asuntos de gobierno, pero sigue siendo presidente de aquella compañía asesina, quien actualmente han anunciado una nueva búsqueda en la CPD.

    Freder Do después de ganar su candidatura, simplemente sigue sus principios presidenciales, además de destruir cientos de organizaciones, que le ayudaron. Sigue siendo parte del proyecto Barrera Líquida.

    Los medios como siempre ocultan la verdad, diciendo que todo es causa de Síndrome Gene Agerasia, el cuál el promedio de la población que lo tiene, es de un 30% siguiendo en aumento.


    Eso es todo por el momento, luego traigo más información que todos merecemos saber...

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    Re: Barrera Líquida

    Blue Ray 2 [segunda parte]


    -¡Necesitamos resguardar a estas personas!- gritaba un hombre envuelto en metal, que tenía apariencia de militar, su yelmo ocultaba su rostro, sólo dejando ver sus ojos y parte de sus labios para poder dirigírsenos.

    Podía ver que detrás de él, se encontraban otros dos hombres con la misma armadura, pero cuidando a una multitud de personas que bajaban de unos dragones de gran tamaño y que llevaban armadura en su cabeza, parecían reptiles con los ojos grandes, filosos dientes, y un color anaranjado tenue. La parte de su pecho hasta su cola llevaba un amarillo pálido, pero lo sorprendente era su cola, que llevaba una llama que se ondeaba junto a la cola.

    -¡La gente puede pasar!, pero ustedes no- decía aquella chica morena envuelta en túnicas, quien sacó dentro de su túnica una daga que después la utilizó para señalar a aquellos soldados.

    -¡Una daga de invocación!- al gritar impresionado el hombre de la inquisición, les ordenó a aquellas criaturas de gran tamaño, refiriéndoseles como Charizard de batalla; preparados para atacar y quitarnos del camino para que pudieran acceder a la aldea de la Luna.
    -¡No dejaré que pasen mercenarios!- gritó la joven, que sacó de su túnica, una carta blanca, para después lanzarla hacia el suelo, aquella carta comenzó a brillar, para lograr aparecer a un monstruo de color negro, que se suspendió por el aire, casi al momento que apareció de aquella carta.

    El monstruo parecía muñeco de arcilla, llevaba en su gran cabeza picos que sobresalían de color amarillo, al igual que ojos rosados que le rodeaban toda su cabeza. En su estómago había círculos que brillaban, pero lo sorprendente era que a pesar de su gran tamaño, el podía suspenderse en el aire ligeramente. Sus brazos levemente se le separaban del cuerpo, pero al mecerse en el aire, estos regresaban a su cuerpo.

    Era increíble, las criaturas que se veían en la televisión, eran perfectas, Barrera Líquida sin duda sustentaba vida.

    Dos de los dragones lanzaron de sus gargantas una llamarada de fuego, lo cual nuestro protector, el cual la joven llamaba como Claydol, con un ataque nos protegió de aquellas ardientes llamas.

    -¡Bien hecho Claydol, tu protección a mejorado mucho!- gritaba ella, pero al mismo tiempo la chica morena me miró ella con curiosidad, pero al mismo tiempo me ordenó que saliera del campo de batalla.
    Lo menos que pude hacer es retroceder hacia las escaleras, y ver desde lejos, como aquel monstruo Claydol empezó a girar en su propio lugar, para después lanzar un rayo de aquellos círculos de su estómago. El rayo disparó una brisa gélida por todo el lugar, pero aquel disparo fue lanzado a los Charizard, quienes inmediatamente al recibir el ataque, estos comenzaron a solidificarse y adentrarse ambos Charizard en una gruesa placa de hielo, la cual en la vista que estaba, parecía cristal en la arena. Para que el clima tropical no hiciera lo suyo, Claydol lanzó hacia el cielo más de ese rayo azul a toda la superficie, he incluso llegó a disparar hacia el cielo, lo cual volvió aquel tenue calor en un clima templado, perdiendo la absoluta esencia del calor.

    Vi a Tadd, que golpeaba a los soldados a puño limpio, y que instruía a las personas que estaban siendo resguardadas, a una cueva para así separarse de los inquisidores.

    Aquel chico que vestía de rayas y que le ocultaba su fleco, igualmente ayudaba, él le gritaba a una criatura de nombre Mismagius, pero yo no podía verle. Aunque podía ver como todos los soldados comenzaban a actuar extrañamente, algunos se estaban golpeando entre sí, tal vez era una de las cosas que ocultaba la Barrera Líquida, secretos que quería desenterrar.

    Mientras tanto, aquel joven que tenía similar apariencia a la de Tadd, estaba comenzando a amordazar y amarrar aquellos caballeros inquisidores, al parecer esos soldados no estaban preparados para batallas, sólo para cumplir una misión de resguardar a unas personas en la isla.

    -¡Te dije que volvieras!- aquella chica de túnica notó que me había quedado en las escaleras para presenciar su batalla, pero a la vez tomó ventaja de la situación para presentárseme, con su criatura Claydol a su lado.

    -Soy Makia, aquel chico que ves de rayas se llama Levi, el de la barba es Tadd y quien está terminando con los caballeros es su hermano- me tomó la mano estrechándola mostrando una gran fuerza física.

    -No te sorprendas, todos por aquí tenemos esa fuerza, aunque sea una chica, no quiere decir que sea una debilucha- con una sonrisa, llamó a Levi, Tadd y a su hermano para que volvieran, pero ellos estaban ocupados resguardando a la gente en aquella cueva.

    -Creo que debo ayudarlos, bueno, ya que estás aquí, ¿puedes venir a ayudarnos también?

    -¿Qué tengo que hacer?- le pregunté aunque era muy obvia la respuesta.

    -Pues ayudar a esa gente que no se alborote, bien… ¿qué pasa?- Makia notó que yo estaba viendo que mi mano y mi pierna no me dolían, al parecer aquellas fracturas no tenían relevancia en la Barrera Liquida, tal vez porque sólo era algo digital, quien sabe, pero aquel minúsculo detalle no lo había percatado hasta el instante que pude bajar tres escalones de un solo brinco.

    -Bueno, no importa… ¡hey Tadd!, ¿conoces a este?- gritó Makia, y Tadd sólo respondió con una serie de señas.

    -Oh, vaya, no sabía eso, lo siento, es que por las prisas no pude saberlo.

    -¿De qué hablas?

    -¿Tú no eres de aquí verdad?

    -No- seguíamos charlando sobre mi aparición y mi origen mientras caminábamos hacia la cueva, pude observar que la gente que había llegado hacia una reverencia antes de entrar a la cueva, tal vez ellos eran muy religiosos, porque incluso besaban la arena en la que estaban.

    -Ellos vienen aquí porque su pueblo a sido destruído, además porque bien saben que la sacerdotisa Iudia vendrá a rendir tributo junto con sus invocadores- Makia me explicaba mientras seguía observando la reacción de las personas al ver el templo a la luna desde lo lejos.

    -¿Porqué es importante Iudia?- al preguntar eso en voz alta, toda la gente exclamó sorpresa y miraron con despecho.

    -Ella es hija de uno de los oradores más importantes, y el que ella sea sacerdotisa la hace heredera de la oración, es decir, el ser sacerdote es un importante puesto, ya que ellos son los que llevan a la Santa Luz toda petición. Es por eso que llevan invocadores, y estos guardianes, para cuidar la plegaria. Últimamente a habido asesinatos a los sacertodes, es por eso que son tan importantes, porque ya quedan realmente pocos- decía Makia, tratando de calmar la situación.

    -¿Tú eres una invocadora no es así?

    -Así es, mi tarea es cuidar de mi sacertode.

    -¿Mucho peso en tus hombros eh?

    -Es un honor, pero es cierto, es mucho trabajo, lo que acabas de ver es poco a lo que nos hemos estado enfrentando. Tenemos la desdicha de tener a los inquisidores en el mando, ellos quieren mantener su poder monárquico y manejar las creencias a su gusto, es por eso que estamos en contra de ellos, incluso estas personas, no están de acuerdo con la inquisición, pero sólo el reino puede ayudarlos.

    -¿Y porqué no las creencias hacen algo?

    -Porque mantener la paz con la oración es lo que hacen los padres de la oración, no más, nosotros los invocadores tenemos la tarea de enfrentar, pero nunca asesinar- me puse a pensar en ello, ya que ellos atacaron a los inquisidores, pero tenían razón, sólo estaban evitando que los dominaran, pero no matarlos.

    -Además tenemos otro problema… la orden de la rosa.

    -¿La orden de la rosa?

    -Así es, una organización que pretende desaparecer las creencias, metiendo una doctrina, de que este mundo, no es el verdadero mundo, que hay otra verdad- al decir eso Makia, en cierto momento me confundí, ¿un mundo real?, ¿acaso aquella orden tenía como integrantes a personas que sabían que la Barrera Líquida no era real?

    -¿A qué se refieren con otra verdad?

    -A que existe El otro lado.

    -¿El otro lado?

    -Así es, la señal de que este mundo es un sueño, y que hay otro allá afuera- dijo Makia señalando al cielo.

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    Actualización: "Detrás de la Barrera Líquida"


    La humanidad estalló con una nueva enfermedad, llamada: Síndrome Gene Agerasia (SGA). Ésta enfermedad atacaría sin aviso a los humanos, puesto que las continuas guerras y experimentaciones nucleares han vuelto a la Tierra un lugar menos habitable.

    Pese a la enfermedad y las dificultades para vivir, los humanos no se han detenido para buscar una cura. La cura se pudo encontrar rápidamente, aunque aprobada, los científicos decidieron que no viera la luz ya que la enfermedad evoluciona distinto para cada persona. El efecto de SGA es detener el crecimiento de las personas. Aquella enfermedad detenía a la vejez conservando el estado de la persona desde el momento en que se infecta, sin envejecer su apariencia. Esto no quería decir que su edad no siguiera avanzando.

    Mucho se ha dicho del origen de la enfermedad, pero la teoría más fuerte proviene de la experimentación de: La barrera líquida, nombre clave para el Conexión Pokémon Data (CPD).

    La CPD, creación de una unificación de gobiernos, logró acabar con la amenaza de la mafia que estaba envuelta en los Pokémon, porque Pokémon ya no eran un estilo de vida para la humanidad, sino un comercio secreto que apostaba guerras mucho antes de que estas acabaran. Las quejas de los entrenadores y trabajadores Pokémon hicieron que el servicio CPD se hiciera realidad, ya que al prohibir el uso de Pokémon para fines bélicos hizo que muchos Pokémon, incluso los de miles de entrenadores fueran confiscados y encerrados en una realidad virtual: CPD.

    Tras varias décadas de prometer el servicio y perfeccionarlo con pruebas peligrosas para el medio ambiente, se logró deshacerse de los 91% de la población Pokémon en la Tierra, dejando al resto como extintos.

    Hoy en día, casi sesenta años después de la realización del proyecto CPD, pudo completarse la vida Pokémon en un mundo dentro de los humanos mismos, “Del otro lado” llamado por sus usuarios, pretende seguir con aquel mundo Pokémon, ofreciendo más seguridad a los humanos dentro de su realidad perfecta, dentro de su mente.

    Aún no se encuentra una cura completa para SGA, enfermedad que se ha confirmado, aunque rechazado por muchos, infecta en su totalidad a los usuarios de aquel fantástico mundo.

    Pero aquel mundo se vino abajo.

    Conexión Pokémon Data (CPD) cerró después de que investigaciones de gobiernos la acriminaban por la existencia de la enfermedad Síndrome Gene Agerasia (SGA).

    Las organizaciones de países vecinos calificaron a Milos Re y a Freder Do, (creadores y jefes principales del proyecto) como poco profesionales al llevar a cabo un proyecto tan delicado a cabo. Terminando así, como un intento fallido para la humanidad, el regresar a aquellas criaturas a la vida de las personas, comenzando con la más grande extinción de riqueza animal en la historia.

    Semanas después del apagón, se reportaron la desaparición de millones de personas, todas involucradas en el proyecto, se declaró que habían quedado atrapadas en el servidor de CPD. Algunos jefes intentaron mandar “rescatadores” a la ayuda, pero nadie pudo regresar.

    Las demandas no se hicieron esperar, incluso los golpes a diferentes partes de los países por parte de una respuesta que no llegó jamás.

    Y tan sólo una indemnización a todos los familiares de los desaparecidos se hizo llegar, más no una respuesta de la pérdida.

    Milos Re actualmente está trabajando en asuntos de gobierno, pero sigue siendo presidente de aquella compañía asesina, quien actualmente han anunciado una nueva búsqueda en la CPD.

    Freder Do después de ganar su candidatura, simplemente sigue sus principios presidenciales, además de destruir cientos de organizaciones, que le ayudaron. Sigue siendo parte del proyecto Barrera Líquida.

    Los medios como siempre ocultan la verdad, diciendo que todo es causa de Síndrome Gene Agerasia, el cuál el promedio de la población que lo tiene, es de un 30% siguiendo en aumento.


    Eso es todo por el momento, luego traigo más información que todos merecemos saber...

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    Re: Barrera Líquida

    -Veo que siguen esperando- salió de aquel establecimiento El padre, quien se dirigió con Rucci, Marlee y los jóvenes que venían de la aldea del sol.

    -Disculpe, si no es molestia Padre- interrumpía Johac, quien veía al padre desde abajo sentado en una roca, después de los altercados de Santa Luz; Regigigas. -¿Pero qué ellos no son los invocadores de la sacerdotisa Iudia?- el Padre se quedó impactado al saber que uno de ellos conocía a la sacerdotisa.

    -Así es muchacho, la joven que plegaba por la seguridad de los ojos rojos era Iudia, la sacerdotisa- al decir eso el Padre, la jovencita que acompañaba a johac se levantó del suelo completamente contrariada, ella conocía a Iudia por su familia, quien estudiaba bastante sobre los sacerdotes junto con creencias de los pueblos y aldeas.

    -¿Te sorprende?, veo que tú también sabes de que hablamos, y bueno, ya que estamos charlado, me gustaría conocerlos, ya que ustedes estaban junto con los invocadores.

    -Bueno, la verdad yo no sé nada de este lugar, todos comenzaron a llamarnos como huéspedes o algo así, la verdad eso quiero que me lo expliquen pero ya- se levantó la rubia Rucci, quien mostraba su enfado acomodándose su lacios dorados y en pose cruzando sus brazos frente al Padre. Ante la reacción de Rucci, el Padre comenzó a reír, y tomó como asiento una de las grandes rocas, para acompañarlos en su espera.

    -Vaya que son todo un cuarteto peculiar- el padre recostó el bastón de madera que llevaba consigo a un lado suyo, y puso las manos en sus rodillas, y como un niño divertido, comenzó a preguntar los nombres de cada uno.

    -Yo soy Rucci, tengo dieciséis años, me gusta la música, me encanta la ropa, además de salir con mis amigas, pero más que nada me gusta tocar la guitarra, es mi pasatiempo favorito- la chica hizo un gesto de alegría y un movimiento con sus manos, simulando que tocaba las cuerdas de su guitarra.

    -Ay que tipa tan pesada- decía la acompañante de Johac, con un tono seco, el cuál a Rucci no le agradó nada, quien simplemente ignoraba toda presentación.

    -Bueno, ¿y porqué no continúas tú pequeña?, dinos tu nombre- preguntaba el Padre en un tono de voz apacible.

    -No soy pequeña, soy… soy- la joven sólo se quedaba pensando en un nombre, ya que ella estaba obligada a ocultar su verdadero nombre por problemas familiares, sólo su familia, Johac y sus Pokémon guardianes lo sabían.

    -¿Qué pasa niña?, ¿no que muy interesante?- la retaba Rucci, pero aquella joven la ignoraba y pensó en un nombre rápido para no levantar sospechas.

    -Soy Aron- un silencio se estremeció al decir eso la joven, incluso Johac se le quedó viendo confundido.

    -Eh… Aron es nombre de hombre- dijo Johac casi susurrándole a la joven.
    Rucci no aguantó las carcajadas, incluso podía observarse que casi le planta a aquella joven en la cara su burla, pero la joven sólo empezó a sonrojarse, mostrando la ternura en ella oculta.

    -No importa Aron, es un nombre muy valioso, ¿sabías que en el pasado hubo un guerrero llamado Aron que salvó de la oscuridad a este mundo?- decía el padre refiriéndose a una leyenda antigua que se contaba aún por todas las tierras.

    -¡Yo conozco esa historia!, era de un muchacho que despierta de un sueño de doscientos años, al parecer se dice que su cuerpo estuvo divagando en las arenas del tiempo, y cuando despierta, encuentra a su guardián- decía Johac con emoción.

    -Así es, por lo tanto jovencita, tienes el nombre de una leyenda- decía el Padre entusiasmado.

    -¿Usted cree que fue real eso?, es decir, ¿lo de los pastores?, Sandl, ¿y todo eso?- dijo la joven Aron.

    -No es muy distinta a lo que estamos viviendo, ¿o no?, La orden de la rosa menciona que esto es un sueño, que hay una vida después de esta, allá afuera- dijo el Padre lanzando su mirada al cielo. Rucci y Marlee se quedaron extrañadas, comenzando a reír por las historias del Padre, Johac y Aron.

    -¿Qué es lo que pasa?- el Padre no entendía que era lo divertido en ellas, así que comenzó a cuestionarlas, aunque él ya sabía que no comprendían los relatos sobre los guardianes, ya que ellas eran huéspedes.

    -Pues señor, es que es divertido que en un juego se tomen tan en serio su papel- dijo Marlee, hablando sobre su origen, aunque Johac y Aron no entendían muy bien de que hablaban.

    -Es normal que lo tomes como un juego, pero esto es algo más que eso- el Padre parecía saber más sobre Barrera Líquida.

    -Padre, usted mencionó a la Orden de la Rosa, ¿usted cree en su teoría?- dijo Aron, quien se preocupó por la respuesta de el Padre.

    -Nadie es obligado a creer, al igual que los invocadores, y la misma sacerdotisa, ellos no fueron obligados a nada Aron, ellos están entregando su corazón a la fe- dijo el Padre, pensando en todo lo que los invocadores y la sacerdotisa Iudia antes de llegar al templo de los ojos rojos.

    -Es increíble como los invocadores han podido soportar la dura lucha contra Los inquisidores y La orden de la Rosa- decía Johac, pensando en la gran travesía antes de llegar a los Ojos Rojos.




    El diario del pastor Primera Parte
    Vendaval




    -Iudia, Iudia- estaba hablando un hombre de voz grave entre la neblina, al parecer su tono bajaba cada vez que mencionaba aquel nombre entre el vertiginoso golpe de viento que azotaba aquel lugar, la tormenta se acercaba, por lo tanto unas pequeñas gotas caían en su rostro, pero el hombre de piel negra seguía de pie, a pesar de que el viento parecía detener su paso, siendo que él una persona corpulenta, pero moldeado atléticamente con el ejercicio y grandes retos, como aquel en la tormenta.

    -No hay tiempo para detenerse Yazhar, necesito llegar al templo de la lluvia, mi padre me ha confiado esta misión- dijo una joven que hablaba con mucha delicadeza, además de tener esperanzas entre sus manos, ya que cargaba un báculo que protegía con todas sus fuerzas, aunque el viento golpeaba su rostro.

    -De acuerdo Iudia, pero creo que deberíamos descansar en algún lugar, hemos estado viajando durante días enteros, hay que parar.

    -Creí que eras el fuerte aquí Yazhar- dijo Iudia sonriendo a pesar del mal tiempo.

    -Y lo soy, pero como soy un chico grande, necesito descansar, ¿no crees?- decía Yazhar bromeando con Iudia.

    -Tienes razón, eres mi guardián y no debo forzarte, pero es que estoy tan entusiasmada, disculpa- y justamente para Iudia le sorprendió que había adelante, una pequeña posada que se pudo avistar después de la gran neblina que estorbaba a la vista de Yazhar y de Iudia.

    -Supongo que a eso te refieres con un descanso Yazhar, ¿no es así?

    Ambos podían ver una pequeña luz que mostraba la entrada a un edificio que tenía forma de carpa, donde el color se manifestaba, eso era una señal para Iudia y Yazhar, al parecer ya estaban cerca de La Aldea de la Tierra, donde se encontraba el templo de la lluvia, el primero de su travesía.

    -Perfecto, ese lugar es para los turistas y viajeros, nos resguardaremos ahí, hasta que recupere mis fuerzas, además, la noche se está avecinando, lo cual nos hará más difícil pelear con los Pokémon salvajes que se aparezcan, además de que los guardianes ya están agotados- dijo Yazhar haciendo saber la peligrosa situación en la que se encontraban ambos.

    -De acuerdo Yazhar, entremos entonces, yo también creo no poder realizar más hechizos, la energía del báculo.

    Ambos se acercaron rápidamente una vez que sintieron que la lluvia comenzaba a volverse un fuerte granizo. La tierra mientras corrían se volvía rápidamente en un gran charco de lodo, por lo tanto ambos corrían con cuidado de no resbalar. Iudia justo cuando estuvo delante de la entrada de aquel establecimiento colorido, vio a lo lejos como un tornado con potencia se balanceaba a lo lejos, pero por la condición en la que se encontraba Yazhar, decidió entrar al lugar sin pensarlo.

    La entrada de aquel lugar era una gran tela roja que se movía como un telón, después una cascada de piedras preciosas colgaban, para dar la bienvenida a Iudia y Yazhar.
    -Bienvenidos, veo que la tormenta los atacó- un hombre que vestía con diversos colores, llevando un chaleco y un pantalón de retazos de tela que él mismo había ensamblado, todos coloridos e irregulares, además de un sombrero con una cola de conejo. Siempre danzando haciendo lucir su cinturón negro, con un cráneo como hebilla. Usaba una media máscara negra con una insignia demoníaca, incluyendo un cuerno que le llegaba hasta la garganta, su nariz respingada, retocada con una esencia felina.

    -Vaya, siempre te vemos en el camino- dijo Yazhar quien recordaba que él era un comerciante de medicinas curativas, tanto para Pokémon, como para humanos.

    -¿No se supone que peligras por cargar tu mercancía?- decía Iudia, quien le informaba el peligro sobre vender en tierras que no sean metrópolis medicinas, ya que eso sería exportación, y al reino no le agradaba que las ganancias se las quedaban sólo los comerciantes, es por eso que existía el impuesto, que era bastante elevado.

    -Los inquisidores nunca me han encontrado, descuiden, ya saben que ustedes me salvaron la vida, y quería agradecerles por aquella vez- dijo aquel hombre ofreciéndoles un pequeño bolso donde venían un par de pociones para Pokémon, y tres antídotos convertidos en cápsulas. –Es de mi nueva mercancía, son bastante pequeños, pero muy efectivos y poderosos, también quiero darles esto- dijo el hombre sacando de su saco de mercancía, una gran caja amarilla. –Es para fortalecer los ataques Pokémon, pero no les den demasiados, ya que les puede enfermar, sólo dos a cada uno, ¿de acuerdo?

    -Gracias, pero no necesitamos tanto hombre- decía Iudia, quien devolvía los objetos, aún cuando el rostro de Yazhar se sorprendía por la respuesta de la sacerdotisa.

    -No por favor, entiendo que ustedes están ofreciendo un servicio, pero quiero darles esto, por gusto- terminó el hombre, dándole a Yazhar de nueva cuenta las cosas.

    -De acuerdo, te estamos muy agradecidos por tu caridad- terminó Iudia, sonriendo.

    -Y bueno, creo que vienen a La Aldea de la Tierra por su primer templo, les deseo mucha suerte en la prueba.

    -Gracias, pero en este momento estamos aquí para descansar, el viaje ha sido muy largo- dijo Yazhar, quien se acercó al mostrador del lugar, para pedir dos habitaciones.

    -Sacerdotisa Iudia- azotando la puerta de tela y joyas, una mujer en túnica morada se acercó, de cabello rizado y castaño, piel blanca de ojos de color desigual como Iudia, su ojo derecho era verde, y el izquierdo de café oscuro. –He llegado para escoltarte al templo de la lluvia, es hora- decía aquella mujer, que no se le podían ver sus manos, a pesar de que movía mucho sus brazos, aquel ropaje morado de sus mangas llegaban hasta el suelo.

    -No estamos listos, necesitamos descansar- dijo Yazhar, pidiendo tiempo para que Iudia descansara después de la osadía para llegar a la Aldea de la Tierra.

    -Es con Iudia, tú puedes venir, pero sólo como testigo, nadie puede involucrarse en un asunto tan delicado- dijo con rectitud la mujer, asustando a los presentes de aquel lugar.

    -De acuerdo- dijo Iudia haciendo una referencia como agradecimiento. –Yazhar, te pido que me acompañes, me sentiría más segura con tu presencia- terminó diciendo Iudia, quien caminó lentamente detrás de aquella mensajera.

    -Muy bien Iudia- Yazhar igualmente siguió por detrás, viendo al salir del lugar, como la tormenta se detenía, y como poco a poco comenzaban a aparecer los habitantes de la Aldea, quienes salían de sus casas que tenían la misma apariencia colorida creada por telas en forma de carpa. Las personas miraban impactadas a Iudia y Yazhar, todos sabían que la sacerdotisa de un importante orador.

    -Veo que somos famosos- sonreía Yazhar, quien no dejaba de voltear y ver la reacción de sorpresa de cada habitante de la aldea, quienes vestía de una forma muy peculiar, con ropajes coloridos de modo psicodélico, todos con camisas sin mangas.

    -Así es Yazhar, pero no somos los únicos quienes entregan su corazón a la fe- dijo Iudia hablando por la gente humilde que creía por una nueva restauración. –Esa es la verdadera fe Yazhar, la que confía en un mañana distinto.

    -Por aquí, sacerdotisa Iudia.

    Aquella mujer la invitó a pasar a otro lugar con fachada similar a los otros establecimientos de la Aldea de la Tierra, pero sólo que estos llevaban adornos y bordados en las telas, unos símbolos, los cuales algunos tenían forma de luna, y otros de sol, pero todo el lugar estaba repleto de una cascada de luces brillantes, el techo del lugar tenía un dibujo que representaba al viento.

    -Iudia, haz venido, y veo que tu invocador no te abandona- dijo un hombre que tenía el cabello azul, llevaba un chaleco de color púrpura, que dejaba al descubierto su abdomen. Un pantalón de tela blanca que ocultaba sus pies. –Adelante- los ojos dorados de aquel hombre brillaron cuando Iudia, subió un escalón, dirigiéndose a la entrada de la prueba, lo cual a Yazhar dejó en duda.

    Iudia al entrar perdió la vista de todo, ya que estaba en completa oscuridad, pero en lo menos pensado, una flama de color azul enfrente de ella, ardió y esta se movió en círculos como vigilando a Iudia. Al terminar sus movimientos, esta flama se expandió por todo el lugar, pintando la habitación de un azul celeste. Al mismo tiempo, se sentía cierta humedad en el lugar, incluso al caminar, Iudia notaba que se levantaban gotas del suelo, y estas quedaban inmóviles en el aire.

    Una voz se dispersó en azul, dejando claro a Iudia que iba a hacer, al parecer ella aprendería su primera danza plegaria, un baile que no era festivo, sino de guerra, era un símbolo de fuerza y resistencia ante la adversidad, pero más que nada era un rayo de luz a las almas caídas.

    -La danza de la lluvia, haciende a los cuerpos caídos al paraíso, dejando una entrada limpia y clara a su descanso eterno, pero necesitas tener el alma pura, antes de obtener esta oración- Iudia entendía aquellas palabras en una lengua diferente, ella había estudiado su niñez esa habilidad. Lo que digiera la voz, lo haría, ya que ella necesitaba esa danza.

    De repente, una silueta se comenzó a formar, al principio era desformada, pero después tomó una apariencia uniforme a la de Iudia, con las mismas características, sólo que esta era una representación líquida de Iudia, ya que al moverse la creación, comenzaba a derrabar agua, además de verse transparente.

    -¡Alto!- gritó Iudia, vio que la forma acuosa comenzó a moverse similar a las danzas, por lo tanto amenazó a la sustancia con su báculo. -¡Te lo advertí!- Iudia giró tres veces el báculo y lo puso frente de ella, para después lanzar un ataque desde el bastón, aquel ataque consistía en una combinación de un rayo de luz con esferas luminosas, las cuales simplemente se fusionaron con la sustancia quien siguió haciendo movimientos similares a una danza.

    -¿Qué pasa?- Iudia empezó a notar que sus brazos tenían cortadas y su abdomen le dolía fuertemente, pero eso no la detuvo para esta vez, girar cinco veces el bastón frente a ella, y disparar un hechizo de un disparo con diversos colores hacia aquella figura de agua, pero simplemente la sustancia se dividió en dos, haciendo doble el peligro para Iudia, pero al mismo tiempo ella notaba que tenía mareos después de golpear a la figura amorfa.

    -¡Protección!- gritó ella, pero el ataque de ambas apariciones fue inevitable, el cuerpo de Iudia fue envestido por dos chorros siniestros de agua. Iudia en el suelo entendió la situación, ya que aquellas figuras al lanzarle agua, comenzaban a reducir su tamaño.

    -¡Protección, esta vez no fallaré!- y fue envuelta en un manto blanco, pero los ataques de ambas criaturas no cedieron, a pesar de que Iudia fue herida menos que el anterior ataque, comprendió que las criaturas se disolvían lentamente, así que decidió resistir, para ver como sus dos adversarios se desaparecían, al mismo tiempo que toda el agua del templo, que simplemente quedaba tierra seca con cientos de plantas y flores que abundaban, sólo que toda la vegetación ya estaba muerta.

    -Con la Danza de la lluvia, podrás absorber el agua, para regalársela a la vida que tenga un poco de sed- la voz siguió hablándole a Iudia, quien involuntariamente realizó dos giros y junto a su bastón empezó a dar rocío a aquella seca vida que abundaba en el lugar, la cual inmediatamente se pintó de verde.


    Continuará...
     
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