Bajo las alas de tus ángeles

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Dragonfly, 21 Noviembre 2008.

  1.  
    Rosi

    Rosi Iniciado

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    Re: Bajo las alas de tus ángeles

    te predonamos ne-chan solo xq te viste la novela y eso te ayudo a inspirarte mas xD made de ves de regañarme deberias agradeserme xq eso ayudo mucho a la contiii mira q estubo bn linda y grax a la novela se lo digo!! eso de "Cuando vuelvan a la tierra para renacer en otra vida, la vivirán juntos. Una y otra, y otra vez. Claro que como personas diferentes. Pero serán siempre… la misma alma." xD eso me sono a cosas de escaleras al cielo.. q novela mas bella vale esa si q me hizo llorar mucho!! en todop los capis q vi llore TT.TT dormia todas las noche con los ojos inchados T.T
     
  2.  
    Dragonfly

    Dragonfly Entusiasta

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    Bajo las alas de tus ángeles
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    Re: Bajo las alas de tus ángeles

    Otro capi más!! x3 Quedan menos =O Pero ya está en la parte más importante (creo :/ ) yay!!! xD


    15.- La tienda mágica.

    Después de que Madeleen y Chris subieran a la montaña rusa unas 13 veces, decidieron que ya era tiempo de volver. Chris le hizo una señal a Miguel para que se acerque y hablaran a solas un momento, mientras Made discutía con sus amigas por quien era la siguiente en subir con ella en la montaña rusa, a lo que ninguna de las dos chicas se ofreció.

    -Ya sabes a donde debemos de ir.- dijo Chris en una afirmación en vez de una pregunta.

    -Claro, a la tienda rara donde venden las cosas raras- dijo Miguel entre risotadas.

    Chris se acercó a Made y la tomó por lo hombros para luego abrazarla por detrás.

    -Ya es hora de irnos, ya es tarde, y le dije a Baldur que las traería de vuelta alrededor de las 12, y son las 11:25.

    Los chicos salían de la feria, y caminaron animadamente mientras conversaban de todo un poco. Así algo de frío, y eso era lógico ya que estaban a últimos días de Octubre. Todos iban caminando lenta y tranquilamente.

    Miguel tenía en su brazo derecho a su amiga Mariana, y del brazo izquierdo a Rosi. Mariana se estaba durmiendo mientras caminaba apoyada en su rubio amigo, mientras que Rosi iba platicando de todo un poco. Miguel escuchaba con entusiasmo a la chica. Luego sus ojos se posaron en la castaña que por el sueño se tropezó.

    -¿Estás cansada?- preguntó Miguel ayudando a la chica a levantarse del suelo.

    -Un… poquito- le respondió la chica entre un bostezo.

    -Sube a mi espalda- dijo el chico inclinándose hacia delante para que la chica lo pudiera alcanzar. La castaña no lo pensó dos veces y se acomodó en la espalda del rubio, hundiendo su cabeza en la cabellera dorada del chico.

    -Tu cabello huele lindo- dijo la chica casi en un susurro. El chico se rió ante su comentario.

    -Oye, cuando estás semiinconsciente los halagos no cuentan- dijo el rubio.

    Rosi se rió también. Siguieron caminando, sin decir una sola palabra. Mariana se aburría, así que comenzó a tararear una canción de cuna. Miguel la reconoció al instante y tarareo al igual que Mariana. Sus voces coordinaban muy bien, la práctica de años les había dado frutos.

    -¿Qué canción es esa?- preguntó Made por primera vez, interesada en la tonadita.

    -Se llama Itsumo Nando Demo – dijo Mariana casi en un susurro. Made alzó una ceja, era obvio que no había entendido muy bien.

    -En inglés se llama Always with me, es de una película que se llama ‘‘El viaje de Chihiro’’, o algo así. Hace mucho, le había comprado una cajita de música en su cumpleaños. ¡Que por cierto no se que le hizo!- Dijo Miguel, mientras en forma de reprobación decía lo ultimo. Mariana soltó una risita.

    -La tenía guardada en una caja, debajo de mi cama. Pero no se que le habrán hecho mis padres cuando morí.- Mariana se aferró un poco más a la espalda del rubio.

    Caminaron un poco más, hasta que llegaron a una esquina desconocida.

    -Creo que tomamos el camino equivocado.-Dijo Chris mirando a su alrededor.

    -¿Qué es ese lugar?- señaló Mariana con vivo interés. Pareciera como si el sueño se hubiese desvanecido. Estaba como si nada.


    -No lo se… oye, ¿No estabas dormida?- preguntó Rosi sin entender la extraña recuperación repentina de energía de su amiga castaña.

    -Pues, creo que se me quito un poco el sueño. O tal vez solo estaba aburrida.- dijo la chica soltando una risita. Rosi la miró incrédula. ¿De donde sacaba esa energía?

    Mariana bajó de un salto de la espalda de Miguel, el rubio se espantó un poco al pensar que se había resbalado.

    -¿Podemos ir, Chris? – preguntó Mariana con ‘‘la mirada’’, o bien conocida también como: ‘‘la carita de perrito abandonado’’.

    -Está bien – dijo Chris con una sonrisa – de todos modos era justo ahí a donde íbamos- susurró para si mismo.

    -¡Bien!- Saltó de alegría la castaña, luego tomó la mano de Miguel y Rosi y los arrastró corriendo hasta la entrada de la tienda.

    El lugar si que era extraño: estaba pintado en franjas rojas y blancas. La puerta era azul con puntos en amarillo, y las ventanas tenían forma de triangulo. En una pequeña ventana de la puerta, había un letrero con campanitas colgando, el letrero decía ‘’abierto’’.

    Mariana abrió lentamente la puerta, y luego asomó su cabeza. Rosi la empujó y amabas entraron.

    -Bienvenidas- dijo una anciana de rostro amable y paciente. Su cabello era corto, llegaba un poco más debajo de las orejas. Tenía unos anteojos de fondo de botella, y vestía con una falta que le llegaba un poco más arriba de los talones color blanca, con una blusa igual en blanca con algunos adornos en plateado.

    -¡Hola abuelita!- la saludó alegremente Mariana - ¿Qué es exactamente lo que vende?- preguntó mientras miraba alrededor.

    El interior de la tienda era más elegante que la fachada de fuera. Había un enorme candelabro con luces que iluminaba todo el lugar. Había una repisa para libros, otra para pociones extrañas, había también un aparador con pulseras y collares de diferentes colores, y una cajita llena de dijes, entre otras cosas.

    -Pues esta tienda vende… cosas mágicas- dijo la anciana con una amplía sonrisa mientras que los ojos se le iluminaban.

    -¿De verdad?- dijo Mariana ilusionada.

    -Si como no.- dijo Rosi con sarcasmo- La magia no existe- dijo Rosi con los brazos cruzados y con cara de pocos amigos.

    -¿Eso crees? Entonces explica porque hay ángeles entonces. O sirenas, y duendes- dijo la señora mientras que le mostraba fotografías de cada uno de esos seres de un libro que hablaba de cada especie del mundo.

    -¡Sirenas! ¡Duendes!- repitió Mariana con un destello de alegría y entusiasmo - ¿También existe Santa Claus?- Miguel soltó una risotada cuando escucho esa pregunta. La anciana rió bajito. -¿Qué? ¡No me digan que nunca tuvieron infancia!- refunfuñó la castaña-

    -Querida, Santa Claus es solo una leyenda urbana. Basada en alguien que si existió. Era como el Robin Hood de los niños pobres. Pero esa es otra historia.- dijo entre risas la ancianita.

    -Disculpe, ¿tiene anillos de ‘’lazos por la eternidad’’?- preguntó Chris a la señora de tercera edad.

    -Si, acaba de llegar un cargamento. Déjame traigo una caja- Dijo la señora abriendo una puerta detrás del mostrador.

    -¿Qué anillos?- preguntó Made intrigada.

    -Son los anillos que te unen a la otra alma- dijo Chris acariciando la mejilla de su novia, y le dio un dulce beso en la frente.

    La señora volvió con una cajita que cargaba con ambas manos. La abrió y había anillos de oro, con un texto en un idioma incomprensible.

    Chris tomó uno de los anillos que la señora le había ofrecido. Se lo puso a Made en el dedo anular. Made contempló unos segundos el anillo con vivo interés. Luego le sonrió dulcemente a Chris.

    -Me llevo dos- dijo el castaño, tomando uno, y cuando se lo iba a poner, Made lo detuvo. Tomó el anillo antes que él, y se lo puso suavemente.

    Mientras tanto, había una chica que buscaba entre los libros, algo que llamara su atención. Quitó un libro del estante, y lo dejó caer por el susto. Miguel había asomado su cabeza por el otro lado del librero, y sonreía.

    -¿También muerta vas a ser un ratón de biblioteca?- preguntó entre risas. Quitó su cabeza del librero y lo rodeó. Se paró junto a su amiga mientras veía el título en el suelo del libro.

    ‘‘Alma de demonio: Ni cielo, ni infierno’’

    -Que título más extraño- se agacho para recoger el libro, pero a Mariana se le había ocurrido hacer lo mismo. Sus manos chocaron y ambos rieron. Al levantar las cabezas, sus frentes chocaron y volvieron a reír.

    -Me llamó la atención del libro eso es todo… - sonrió dulcemente la castaña. Su mirada se dirigió a otro lugar con la mirada llena de sorpresa. Había un mueble lleno de cajitas musicales. Rosi tenía una en la mano, le dio cuerda y la bailarina de porcelana se movió al compás de la dulce música. La tonada la reconoció al instante… era la que hace unos minutos había estado tarareando en la espalda del rubio. Miguel también miró asombrado la cajita. Era idéntica. No era grande, era de forma redonda, más pequeña que la mano. En la tapita estaba la bailarina pegada. Los adornos de la cajita eran rosas. El color era blanco, y las rosas eran de color rosa pastel.

    -Es….- dijo el chico atónito.

    -… idéntica- completó la frase Mariana

    Rosi, dejó la cajita en el mueble donde estaba y siguió caminando para ver que otra cosa llamaba su atención.

    Los dos chicos se acercaron lentamente hasta donde estaba. El rubio la tomó.

    -¿La quieres? Puedo regalártela como la vez anterior- dijo el chico mostrando una hermosa sonrisa.

    -No, lo que yo quiero es el libro- le respondió la chica mostrándole el libro.

    -Puedo comprarte ambos… ¡anda!- Le suplicaba el rubio.

    -¿Por qué me insistes tanto?- preguntó la chica mirando a su amigo con desinterés. Al ver la expresión de tristeza del rubio, cambió al instante de parecer. -Bueno, si tanto significa para ti regalármela, entonces supongo que está bien.- El rubio sonrió. Fue hasta donde se encontraba la señora.

    -¿Cuánto quiere por esta cajita de música?- preguntó alegre el rubio.

    -No está en venta…- dijo la anciana con una sonrisa.

    -¿Cómo? ¡Le daré lo que quiera por ella!- dijo el rubio

    -No cariño, no entiendes. Está tienda es mágica. Todo lo que tú deseas de corazón aparece en ella. No hay algo que este lugar no tenga. Y siempre me sorprende cuando algo nuevo llega. Y ya que es lo que el corazón desea… no se paga con dinero. Es como… un regalo, por así decirlo- dijo la señora sonriendo.

    Miguel entendió entonces. Y entendió también el libro que quería su amiga. Era sobre esos amigos suyos de la tierra. Esos demonios chupasangre. La furia corrió por su rostro. Solo en recordar la primera vez que ese tipo ‘‘Aldo’’ mordió a Mariana. Ella seguramente estaba buscando la forma de traerlo al cielo… o algo peor. Un escalofrío corrió por su espalda cuando comprendió la verdadera idea de su amiga.

    Ella quería ser como él. Quería ser un demonio.

    Todos salieron de la tienda con algo. Rosi se había llevado un collar idéntico al que había tenido alguna vez en la tierra. Era un corazón de cuarzo en un color curioso: entre violeta y azul celeste. Recordaba muy bien porque le encantaba ese collar. Se lo había obsequiado su padre en un cumpleaños antes de que sus padres se separaran. Como vivió con su madre después de eso, era lo único que tenía de su padre.


    Made y Chris salieron con un par de anillos de ‘‘lazos para la eternidad’’. Era obvio que los comprarían después de todo lo que había sucedido en la feria.

    Mariana salió de la tienda con el libro y la cajita de música que Miguel le había obsequiado. El rubio permanecía mirando a la chica. ¿Su teoría era correcta? Trataría Mariana de convertirse en… un mounstro. Tenía que averiguarlo.

    -Y…. ¿Qué dice ese libro exactamente? El título suena interesante…- dijo Miguel tratando de sacar algo de información.

    Mariana lo miró. Tratando de descifrar el repentino interés de su libro. Trató de descifrar su mirada, sus reacciones, pero no logró encontrar nada que le diera una pista. Así que se limitó a contarle.

    -Pues… habla sobre los demonios… Ya sabes cuales, ¿no? –Mariana esperó una respuesta y al ver que su amigo no respondía continúo. – Los demonios de la tierra. ¿Recuerdas a Aldo?- preguntó nuevamente.

    -¿A ese chupasangre? ¡Claro que lo recuerdo!- respondió con furia contenida. Sin duda le molestaba mucho recordar aquella vez.

    -Bueno, dice de que se alimentan, porque se generan, como convertirse en uno, como dejar de ser uno, como se aniquilan y algunos otros temas.- dijo la chica ignorando la forma en que el rubio había llamado a su ‘’amigo’’.

    -¿Cómo aniquilarlos?- repitió Miguel - ¿Se puede hacer eso?- preguntó el rubio.

    -emm… si, aquí dice que si clavas una espada o cuchillo que halla sido purificada con agua bendita en su corazón, se logra… oh, espera…. Esos son los demonios infernales. Los que vienen del infierno.- corrigió la chica mientras leía un párrafo del libro.

    -Ah… ¿Y como matas a un demonio normal?- preguntó el rubio con vivo interés.
    -déjame ver…- dijo la chica leyendo cuidadosamente, mientras cambiaba de página. -¡Aquí está! Espera… ¿Para que quieres saber?- preguntó la chica captando la idea de su amigo. Algo de miedo se había apoderado de ella. Le temblaron las rodillas y comenzó a temblar un poco.

    -Curiosidad- se limitó a decir el rubio. -¿No me vas a decir?- preguntó el chico de nuevo.

    -Está bien… solo si prometes que no le harás nada… - le pidió Mariana con ojos suplicantes. Miguel se dio cuenta de a quién se refería con ese pedido. Contuvo la furia un momento, y luego suspiró.

    -Lo prometo…- dijo el chico más tranquilo. Mariana sonrió.

    -Aquí dice que destruyendo lo más importante de su corazón.- dijo Mariana. Seguido de una mueca que mostraba que no había entendido nada. – Tal vez se refiere solo a su corazón, o alguna otra cosa que se le conecte.- dijo Mariana seguido de una risita.
    Pronto volvieron a Tengoku, así que se despidieron todos. Baldur esperaba a sus tres angelitos en la puerta, abrazo a las tres, y luego las metió dentro de la casa. Cada uno se fue a su respectiva habitación para dormir.



    A la mañana siguiente, Rosi y Mariana tiraron de la cama a su amiga Madeleen. Ella se molestó pero al ver la cara de angustia que tenían sus dos compañeras, sabía que algo estaba mal.

    -¿Qué? ¿Qué pasa?- preguntó Made con algo de extrañes.

    -¡Made! ¡Lo siento tanto!- dijo Rosi mientras la abrazaba.

    -¿Qué?- preguntó de nuevo Made, esta vez más angustiada.

    -Verás, la generación que iba a reencarnar este año, tiene algunos atrasos, ya que no hay suficientes, así que se acordó que se saltaría. Ósea que la generación que reencarnará este año, será la de Chris y Miguel.- dijo Mariana con la mirada triste. Ella también tendría que despedirse de su amigo, pero al menos no estaba en el lugar de Made.

    -¿Cuándo es el día de la reencarnación?- preguntó Made tratando de asimilar lo que había escuchado.

    -En tres semanas.- dijo Rosi

    Made se abrazó de sus piernas, comenzó a sollozar. Sus lágrimas cayeron de sus ojos lentamente. Rosi y Mariana comenzaron a consolar a su amiga.

    -se me ocurre una idea, pero creo que no es posible.- dijo Mariana

    -¿Qué se te ocurrió?- preguntó Rosi

    -¿Qué tal si adelantamos la boda?- preguntó la castaña. Made alzó la vista, aún tenía los ojos llorosos, pero prestó atención a la idea de su amiga.

    -¡Si! ¡Podemos hacerla aquí! Podríamos hacerlas en las aguas termales, o en la sala, ¡o podría imaginar una iglesia completa!- comenzó a emocionarse por la idea Rosi.

    -¡Si! ¡Tú ocúpate de los arreglos, y yo me ocupare de los invitados!- propuso Mariana -¡Hay que empezar! ¡Solo tenemos unos días!

    Rosi y Mariana salieron corriendo de la habitación, y dejaron a Made ahí sola. Rosi volvió de repente.

    -¡Ven! ¡Hay que elegir un vestido!- gritó Rosi mientras tomaba a Made de la mano y la llevaba hasta el jardín. Donde estaban las aguas termales. –Podría ser de este lado- dijo Rosi mirando a su derecha – o podría ser de este otro – está vez se dio la vuelta.

    -Me gusta más a la izquierda, ahí se ve la cascada que trae el agua para las aguas termales, y eso se ve lindo.- propuso Made.

    -¡Si es cierto!- Rosi cerró los ojos y comenzó a imaginar una enorme iglesia. La más hermosa que había visto. Mezcló varias ideas de todas las que había visto. Entró para verificar que todo estuviera como quería. -¡Perfecto!- dijo Rosi para si misma.

    -Aún faltan los arreglos, el ramo, el vestido y todo eso… Rosi. Detente ya, no van a lograrlo. Quedan pocos días, y planificar una boda requiere meses.- dijo Made con tristeza.

    -¡No si eres terca como yo, y si tienes el don de tener todo con tal de desearlo!- le dijo Rosi mientras le guiñaba un ojo. – Rosi siguió adornando todo, luego atrás de la iglesia, imaginó un salón para cuando se terminará la boda y empezara la fiesta. Estaba adornado con globos de estrellas de colores, y las mesas tenían un adorno de rosas. Paso unas horas imaginando todo con ayuda de algunas ideas de Rosi. Se hicieron las 6 de la tarde.

    -Ahora, imagina un vestido de bodas, ¡el más hermoso!- dijo Rosi, quien seguía emocionada.

    Madeleen cerró los ojos y comenzó a pensar en un vestido. Poco a poco, comenzó a aparecer sobre ella, al igual que un peinado recogido que dejaba saltar algunas puntas haciéndolo ver formal y elegante, con un toque moderno y alocado. El cual adornaba una tiara de plata con un adorno de corazón en el centro. Algo muy original. También apareció un juego de joyería. Un brazalete, collar y aretes de pequeños diamantes.

    El vestido era straple. La parte de arriba estaba adornada con encajes en diferentes formas. En una esquina estaba recogido, con un adorno de una flor. Por abajo había otra capa del vestido, y también tenía algunos adornos en encaje. Era perfecto para Made.

    -¡Te ves hermosa!- Ahora solo falta que llegue el novio y los invitados.- dijo Rosi alegre.

    En ese momento entró Mariana, con un vestido celeste, que llegaba un poco más arriba de la rodilla. Tenía adornos en blanco y turquesa. Resaltaba la piel de la chica. Tenía puesto unos aretes plateados y un collar. El peinado era simple: el pelo recogido y alborotado. Salían las puntas de todos lados, haciendo que se viera rebelde.

    -¡Ya entregue las invitaciones! El evento será dentro de dos horas más. – gritó Mariana con una sonrisa de oreja a oreja. Luego sus ojos se posaron en Rosi, quien seguía en pijama. -¡¿Y tu porque no te has arreglado?!- le regaño Mariana. Rosi se rió nerviosamente, y de la nada había aparecido con un peinado suelto, que dejaba ver sus rizados cabellos. Tenía un vestido rosa pastel con adornos de encaje en color blanco. Su piel quedaba perfecta con el vestido, y al igual que el de Mariana, no era muy largo. Tenía unos aretes de oro y un brazalete de plata con algunos dijes.

    -Bien todo está listo.- dijo Mariana entre sonrisas -Le conté la idea a Chris y le fascinó.

    -Bueno, me iré a pasear un rato en lo que llegan los invitados y todo eso.- dijo Made mientras caminaba hacia la entrada de la casa. Sus amigas asintieron mientras discutían quien sería la dama de honor, el padre que los casara, etc.

    Made corrió antes de que alguien pudiera verla. Corrió hasta la puerta que se dirigía a la tierra. Tenía pensado no llegar a su propia boda. Le rompería el corazón a Chris, pero al menos así no tendría que hacer una boda falsa. Para ella eso era. Una farsa. Ya que en unos días, Chris volvería a la tierra como alguna planta, o algún animal o lo que sea. El punto era que el tiempo que tenían juntos era poco. Y el tiempo corría.

    Made caminó hasta que los pies le dolieron, y llegó a un parque. Era el mismo donde siempre iba cuando era humana. Ahí se la pasaban Rosi, Mariana y ella. Haciendo chistes de cualquier cosa que se les ocurriera.

    Se sentó en una banca, y suspiró. Comenzó a llorar amargamente por la idea de que Chris. Su Chris, no volvería a ser igual.

    Sus sollozos fueron escuchados por alguien. La miraba desde lo alto de un árbol. No pudo ver su rostro fijamente, hasta que ella sintió que era observada, y miró a su alrededor. Sus ojos se toparon con unos rojos. El chico de la sorpresa cayó del árbol

    Made quiso reír, pero se contuvo.

    -¿Estás bien?- preguntó Made.

    -Si… si…. ¿Made?- preguntó la voz del chico.

    -¿Me conoces?- preguntó la chica, que aún no había logrado verle la cara al muchacho. Solo había visto sus ojos rojos.

    -¿No me recuerdas?- preguntó con algo de tristeza el chico

    -no, pero tu voz se me hace familiar- dijo la chica acercándose un poco. La luz de la luna alumbró el rostro del chico.

    -¿Salvador?- preguntó para asegurarse de que era su amigo.

    -¡El mismo!- le respondió el joven con algo de más felicidad.

    -¿Qué haces aquí?- preguntó la chica sin poder creerlo aún.

    -bueno, escapo de mis obligaciones de demonio. Es algo aburrido estar siempre….-

    -no, me refiero a… ¿Qué haces aquí… muerto? ¡Y siendo un demonio!- volvió a preguntar Madeleen.

    -ah… bueno, después de que tu moriste, yo no lo soporté y, no te vallas a enojar, pero… pero me suicidé- Dijo Salvador con aire de soledad. – Entonces, por morir con algo pendiente… fui transformado en demonio- dijo Salvador – pero tiene sus ventajas… ¡la velocidad! ¡La fuerza! ¡Y los poderes que puedes adquirir con el tiempo! ¡Dolor tiene uno de los más geniales! Puede mover las cosas con la mente, mientras que Miedo, el puede manipular todo lo que tenga vida a su antojo.- Made lo miraba con algo de extrañes. Y entonces recordó que estaba molesta. Le propinó un golpe en la cabeza.

    -¡Tonto! ¡No debiste suicidarte!- le regañó Made. Salvador se tocaba el futuro moretón de su cabeza con una mueca de dolor. De repente, cambió su mueca a una cara más serie y dejó de tocarse la cabeza.

    -Por cierto… ¿Por qué tienes puesto un vestido de novia? Y ¿Por qué estabas llorando?- preguntó de repente Salvador.

    Made se sentó de nuevo en la banca y comenzó a explicarle….

    -Me estoy escapando de mi boda…-

    -¿No lo amas? – preguntó Salvador mientras se sentaba junto a Made.

    -¡Si! ¡Lo amo demasiado!- dijo Made soltando un suspiro – pero el volverá a reencarnar pronto, y me refiero a unas semanas- Made comenzó a contarle todo. Desde la vez en la que conoció a Chris hasta lo que estaba ocurriendo ahora.

    Mientras tanto, en Tengoku todos se habían reunido en la iglesia imaginada por Rosi. Todos vestían de gala, y esperaban con entusiasmo.

    Rosi era la dama de honor de Made, y Miguel era el de Chris, como su mejor amigo.
    Mariana era la que tenía los anillos, y Baldur sería el padre que casaría al par de novios.
    Chris entró a la iglesia con una sonrisa de oreja a oreja. Estaba ansioso, era obvio.
    Entonces la música que anunciaba que la novia debía salir hizo que todos se pusieran de pie. La emoción de Chris subió. Todo esto se estaba logrando por una idea que no se pensó que se lograría. Pero así era la magia. Como dijo la anciana, hay muchas cosas en este mundo que no se pueden explicar.

    Todos estaban esperando que Made saliera por las puertas, pero después de unos cuantos minutos, la música se detuvo. Todos comenzaron a hablar al mismo tiempo, preguntándose donde estaría Madeleen.

    Ella en cambio terminó de hablar con su amigo de infancia.

    -Made… no deberías hacer eso… si les queda poco tiempo juntos… con más razón deberías ir a tu boda-le aconsejó su amigo mientras se le hacía un nudo en la garganta al pronunciar las ultimas dos palabras.

    Made lo pensó durante un minuto. Era cierto se levantó y se despidió de su amigo. Tronó los dedos y apareció en la sala de Tengoku. Corrió hasta el jardín, hasta llegar a la iglesia creada por Rosi. Entonces recordó que no tenía un ramo, así que lo pensó con sus flores favoritas. Azucenas blancas con rosas. Deseaba que fueran negras, pero las imaginó rosa suave. Asomó su cabeza y le hizo señas a Rosi, quien salió corriendo hacia la puerta, lo que alarmó a todos.

    -Ya estoy aquí, lo siento- dijo Made avergonzada.

    -¡Más vale tarde que nunca!- le dijo Rosi, luego salió por la puerta -¡Bien amigos, empezamos desde el inicio!- dijo Rosi volviendo a donde estaba

    La música volvió a iniciar, Está vez entró Made con la vista en alto, el velo cubría su rostro. Pasó por el pasillo que estaba cubierto de pétalos de rosas rojas, y velas pequeñas. Caminó a paso lento y delicado. Llegó por fin hasta Chris.

    Baldur comenzó la ceremonia.

    -¿Por qué tardaste tanto?- preguntó Chris en un susurró que solo escuchó Made.

    -Tuve unas complicaciones- respondió la chica

    -¿Complicaciones?- repitió Chris.

    -Te explicaré luego- dijo Made con una risita.

    Después de una larga misa llegaron a la parte más importante.

    -Chris, ¿Aceptas a Madeleen como tu compañera, en la enfermedad y la salud, en la riqueza y en la pobreza, hasta que la reencarnación los separe?- preguntó Baldur, todos sonrieron un poco ante su ironía.

    -Acepto- respondió Chris mirando dulcemente a Made mientras le sonreía.

    -Y tu Madeleen… ¿Aceptas a Chris como tu compañera, en la enfermedad y la salud, en la riqueza y en la pobreza, hasta que la reencarnación los separe?- preguntó nuevamente Baldur.

    Made tardó un poco más que Chris en responder. Estaba completamente nerviosa. Pero la sonrisa de Chris hizo que su nerviosismo bajara un poco, como para articular las palabras que necesitaba.

    -Acepto- respondió Made con una sonrisa.
    -Entonces los declaro… Marido y mujer. Ya puedes besarla Chris- dijo Baldur sonriendo.

    Chris levantó el velo delicadamente, y poco a poco se inclinó hasta que unió sus labios con los de su nueva esposa.

    Después de la boda, todos comenzaron a caminar alegremente hasta el lugar donde se celebraría la fiesta.

    Todos bailaban alegremente, primero los novios bailaron el vals. Después todos disfrutaron un show de fuegos artificiales. Y llegó el momento esperado por las chicas. Por todas menos por Mariana y Megumi. Las chicas se amontonaban para lo que seguía.

    Made se puso de espaldas de ellas, y tomó el ramo. Contó hasta tres, y luego lo soltó a sus espaldas. Se volteó para ver a la chica con suerte. Pero una risa se le escapó al ver que había caído en el regazo de Kurokaze, quien estaba muy animadamente platicando con Baldur sobre tácticas de combate.

    El ver el ramo hizo que se pusiera nervioso, y por puro impulso lo arrojó.

    Cayó en las manos de Miguel y de Mariana. La chica se puso rojo jitomate, y entonces miró a Miguel, entendió su rubor y el también se puso así. Rosi se les acercó.

    -¡Valla, valla! Siempre supe que terminarían juntos- dijo entre risotadas la chica de cabello rizado.

    -eh… que lo hayamos atrapado al mismo tiempo, no significa que me valla a casar con él- dijo la chica poniéndose más seria.

    -Para mí fue demasiada casualidad- dijo Rosi, quien luego se marchó para molestar a Kurokaze. No había olvidado que fue el quién lo atrapó primero.

    -Será mejor que le devuelva el ramo a Made, para que lo lance otra vez- dijo la chica aún sonrojada.

    -Está bien. Pero antes… quiero hacer algo desde hace mucho tiempo- Miguel tomó el rostro de la castaña con sus dos manos y fue acercándose lentamente. La castaña entendió lo que pretendía hacer, pero por más que trató de alejarse… algo se lo impedía.

    Miguel puso sus labios contra los de ella. La chica estaba en shock. De repente, la puerta se abrió estrepitosamente. Ambos chicos voltearon. Eran los demonios.
    Pero no los de la tierra, estos eran los que se habían enfrentado no hace mucho en la guarida de Aldo y los demás.



    chan chan chan chaaan! xD Ahora si lo dejé intrigante juju,
    Adiós! Me dicen si les gustó :3
     
  3.  
    all dark

    all dark Iniciado

    Cáncer
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    Re: Bajo las alas de tus ángeles

    holaa x3, wii sali en el fic xP, ojala hubiera podido subir a tengoku yo queria el ramo :E, tanto esperaron la boda, para que salieran los demonios a arruinarla... por cierto como subieron a tengoku? bueh me despido voy a esperar la proxima conti (pro iwal t voy a molestar para que escribas rapido xP) chao

    PD: es una iglesia y son demonios, deberian aprovechar ;D
     
  4.  
    Nyanpire

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    Re: Bajo las alas de tus ángeles

    Okiss amixs... Te quedo genial la history...
    n_n
    Así que se caso con made...
    Pero ella planeaba escaparse de su boda...
    Pero por la intervención de salvador no lo hizo...XDXDXDXD
    n_n
    Pobre dolor, ya me lo dejaste sin chica...XDXDXD
    n_n
    Weno esperare con paciencia el sgte chapter... n_n
     
  5.  
    Rosi

    Rosi Iniciado

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    Re: Bajo las alas de tus ángeles

    mieeeerrrcoles y ahora q pasara O.O?
    MARIAAANA TT-TT no kiero morir tan pronto, soy muy joven para morir! XD
    ya kiero sabes q pasara en la proxima conti , oye chama no te trades tanto q subir la contii como esta ves U¬¬
     
  6.  
    Butterfly

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    Re: Bajo las alas de tus ángeles

    ¡Hola! Estubo genial la conti ^^ ¡¿Trece veces?! ¡Sí suena a que fuera yo! xD Made ya iba a faltar a la boda :/ menos mal que Salvador la hizo entrar en razon (Gracias Salva!! xD) ¿Se adelantó la reencarnación de Chris? ToT Pobre Made, quedará solita...
    Luego de que hubo tanto problema por la boda, aparecieron esos disque-demonios a arruinarlo todo ¬¬ ¡Momento! ¡¿Esa no sería la celebración de la pesadilla de Mariana?! o.o Bueno, me despido, esperaré con ancias el proximo capitulo.

    Bye~! ;D
     
  7.  
    Baldur Prime

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    Re: Bajo las alas de tus ángeles

    excelente continuacion de tu fic DragonFly
    te agradesco mucho tu trabajo, sigue asi
    muy bello te quedo la boda entre Made y Chris (me pregunto si se apellida Rendfield)
    aqui esperare mas de tu genial fic, si necesitas algo no dudes en llamarme
    n.n
     
  8.  
    Dragonfly

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    Bajo las alas de tus ángeles
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    Re: Bajo las alas de tus ángeles

    ya extraño mis vacaciónes TT-TT
    Y acabo de volver a la escuela xD

    Pero en fin! Aquí les dejo un capi más ^^
    Espero que lo disfruten, y lamento la tardanza.
    (Tareas, exposiciónes, trabajos en equipo, cuidar a mi perro y a mis hermanos, me voy a volver locaa! @.@ )



    16.- Un sueño que se convierte en pesadilla.

    Entraron por lo menos, doscientos demonios a la habitación donde todos hace unos minutos, se encontraban festejando.

    Rodearon a todos, y después una figura maligna, atravesó la puerta.

    -Está guerra no era con ustedes… era con los mediocres de los demonios esos. Pero ya que eliminaron a uno de mis mejores ejércitos, esto ya es personal.- dijo un hombre que vestía un traje elegante color rojo. Con un sombrero de plumas. El hombre se inclinó como si estuviera frente a algún rey, o algo parecido. Y luego posó sus ojos en la pareja del centro: Chris y Made. –Por cierto… felicidades por su compromiso. Aunque eso de que no fui invitado me molestó mucho… Tendré que colarme a la fiesta- dijo el hombre mientras volvía a levantarse, y luego sonreía maliciosamente.

    -Lo siento… Los que entran sin invitación: ¡tienen que largarse!- dijo Kurokaze, que atacó por sorpresa al hombre de rojo, y lo hizo caer hacia atrás unos metros. Satán se levantó al instante.

    -¡Bien! Entonces, ¡Que la guerra comience!- el hombre chasqueó los dedos, y sus secuaces empezaron a atacar.

    Uno de los demonios iba a atracar a Made, y ella le dio una patada que lo lanzó lejos.

    -¡No arruinarán el día más feliz de mi…. ¿muerte?!- le gritó Made, mientras que pensaba un poco lo que había dicho. Después de eso, invocó su arco y sus flechas. Y disparó en el centró de el demonio que acababa de derribar. El explotó al instante.

    Todos los guardianes, e incluso Miguel y Chris, atacaban a los demonios. Pero algo pasó. El hombre de traje rojo, alzó los brazos, y algunas chispas negras comenzaron a salir volando de sus dedos. Todas esas chispas chocaron entre sí, causando una enorme explosión que no afectó a los demonios infernales.

    Todos los guardianes estaban en el suelo, sin poder moverse. Extrañamente, Chris y Miguel, si podían. Se levantaron después del impacto. El diablo los miró.

    -¿Así que ustedes no son guardianes, eh? ¡Qué lastima! Mi hechizo solo funciona solo con guardianes. ¿Qué haré con ustedes?- dijo el hombre mientras se acercaba a los dos jóvenes peligrosamente.

    -Chris… huye… vete de aquí- dijo como pudo Madeleen.-

    -¡No! ¡No voy a dejarte aquí!- dijo Chris mientras la levantaba del suelo y la abrazaba.

    -¡Que conmovedor! Los tortolitos tienen un momento romántico- dijo ladeando la cabeza con una sonrisa aún más perversa. –Llévense a los ángeles inútiles- Dijo señalando a Miguel y a Chris. Dos demonios se llevaron al rubio a rastras, y otros dos a Chris. Pero el segundo chico, fue más difícil, ya que se resistía a dejar a Made ahí.

    Al final, uno de ellos lo golpeó en la cabeza, dejándolo inconciente. Y luego llevándoselo.

    -¡Chris! ¡Chris! ¡Déjenlo en paz! – gritó Made, algunas lágrimas rodaron por sus mejillas.

    -¡Hagan algo para que se callé!- gritó el líder de los demonios. Uno de los demonios más cerca, la noqueó.

    -¿¡Cómo es que llegaron ustedes a Tengoku!?- le gritó Baldur al hombre de sombrero.

    -¡Fácil!- dijo el hombre con una sonrisa. –Abrí un portal siguiendo a esa chica- dijo el hombre señalando a Made. –Bajó a la tierra, aún no se la razón. Se encontró con uno de esos despreciables demonios. Entonces, cuando la chica se disponía a ir, seguí su ruta, leyendo su mente. Fue muy fácil.- dijo el hombre soltando una carcajada demoníaca.

    -¿Por qué estás aquí?- preguntó Kurokaze, extrañamente sin fuerzas.

    -Para alimentarnos de su sangre- dijo el hombre con una maliciosa mirada. Chasqueó los dedos, y los demonios, comenzaron a morder a algunos guardianes. Solo Mariana, Rosi y Mary faltaban de ser mordidas. Tres demonios mordieron a Mary… cuatro a Rosi, y cuando otros tres se dirigían a Mariana, la puerta se volvió a abrir estrepitosamente, llamando la atención de todos. Incluyendo a los demonios infernales.

    -¡Aléjense de ella!- gritó una voz conocida por la chica.

    -Aldo….- susurró para si misma la chica. Entonces comenzó a presentar algún tipo de Deja vú. Entonces recordó que la parte que seguía era la que siempre hacía que su sueño se convirtiera en pesadilla: Aldo no le iba a ganar, y moriría… o algo parecido.

    -Valla, valla, valla…. ¿Qué tenemos aquí? ¡Pero si son los miserables demonios!- dijo el hombre de rojo entre carcajadas. -¿No me digan que hasta ustedes fueron invitados a la boda?- preguntó con sarcasmo.

    -¿Boda?- preguntó Miedo -¿Qué boda?

    -Made se iba a casar… -dijo Salvador algo deprimido.

    -Mejor dicho… llegamos a la fiesta, ya se casarón- le contestó Satán mirando su expresión de dolor. – Pero eso no importa… la fiesta se acabó. Vinimos aquí para alimentarnos de la sangre de los guardianes. ¿Sabían que eso los hace más fuertes?- dijo soltando una risotada.

    El hombre chasqueó los dedos, las bestias al escuchar la nueva orden, comenzaron de nuevo a morder a todos los guardianes, incluso a Rosi y a Mariana que fueron las últimas.

    Entonces, los demonios infernales salieron volando por todos lados, y después empezaron a pelear entre sí.

    -¡¿Qué sucede?!- preguntó Satán alarmado.

    Los demonios infernales se estaban matando entre sí.

    -Supongo que fuimos nosotros- dijo Dolor mientras que sonreía junto con Miedo.

    Satán apretó los puños. Estaba realmente enojado, y no cualquiera podía llegar a ponerlo así.

    Entonces atravesó la habitación donde su ejército de mounstros se mataba entre sí. Llegó hasta donde se encontraba Madeleen tirada.

    Luego la tomó de cuello y la levantó del suelo. Made gemía y suplicaba que la dejara, y mientras más suplicas hacía, más apretaba su cuello.

    -Detengan esto, o si amiguita perderá el alma…- dijo el hombre con una sonrisa maliciosa.

    Salvador sin pensarlo se arrojó a donde estaba. Los tres cayeron al suelo, incluyendo al diablo.

    -¡¿Cómo te atreves a hacer eso?!- le dijo el diablo completamente enfadado. -¡Serás tu el que pagará por esto!- le amenazó el hombre.

    -No me importa… si es con tal de proteger a la persona más importante para mí… ¡¿que más da?!- dijo el chico levantándose al instante y cubriendo a Made con su cuerpo. Se puso entre el diablo y ella como una barrera que todos sabían sería inútil. – De todos modos ya la perdí… - susurró el chico con la mirada perdida, y en un segundo volvió a reaccionar.

    Miedo había aprovechado la distracción del hombre para lanzarle una mirada a Aldo de que atacara.

    El pelinegro comprendió su señal y se lanzó al ataque contra el Diablo con una espada ensangrentada que estaba cerca de él. Pero para su mala suerte, el hombre de rojo se dio cuenta de su acción, y con una mirada hizo que la espada diera vuelta y atravesara donde debía estar su corazón. El chico cayó de rodillas con una herida profunda y grave.

    La sangre salía rápidamente, ocasionando en el una mueca de gran dolor.

    -¡Aldo!- gritó su compañero Daniel, obviamente no había imaginado esa reacción del hombre de rojo, que ahora se carcajeaba por el inútil intento de atacarlo.

    -Corrió para acudir a su ayuda, pero alguien le impidió el paso. Satán estaba manipulando su cuerpo.

    -Deja que se desangre un poco más… para que su alma se disuelva.- le decía entre risotadas el hombre de rojo.

    -¿Di… disuelva su alma? ¿Cómo es eso?- le exigió la respuesta el chico de ojos rojos.

    -Verás… tanto en el cielo como en el infierno, lo que no viviste en la tierra, lo vives aquí, o en mi reino. Pero, al igual que la muerte… hay algo aún peor: Si te lastimas, sangras. Como en cualquier otro lugar; pero si obtienes una herida grave, como la que acabo de hacerle a tu amigo… si pierde mucha sangre, su alma se comenzará a disolver en miles de pedazos. Y si eso ocurre, no podrá reencarnar jamás. O sea, su existencia desaparecerá. – le dijo burlonamente el hombre de sombrero.

    Daniel no articulo palabra alguna. Estaba analizando cada palabra que había dicho anteriormente el hombre, y también buscaba alguna manera de salir de esta. Si que estaban en un buen lío.

    Entonces sucedió algo inesperado. Una de los ángeles se puso de pie como pudo, luego caminó hasta el centro del lugar. Todos esperaban alguna reacción de la chica. Entonces ocurrió algo que nadie, sin excepción, se había imaginado.

    La chica, se incorporó como si nada le hubiese pasado. Entonces se puso a un costado del Diablo y se movió el pelo con la mano un poco.

    -he acabado mi misión, maestro- le dijo Hadlli al hombre de rojo.

    -Lo has hecho bien hasta ahora. Si sigues así, tal vez perdone tu patética vida te transforme en cucaracha…- dijo con una maliciosa sonrisa.

    Hadlli miro hacia el piso y apretó los puños con fuerza. Estaba cansada de seguir las órdenes de este hombre, pero su plan no era exactamente seguirlo a cada palabra. No. Ella tenía un plan que aún siendo el diablo, no se lo esperaría.

    -Hadlli… ¿Eres una de ellos?- preguntó con la voz quebrada un chico en el suelo, cuyo nombre era Kurokaze.

    -Soy una espía, enviada por Satán, para acabar con todos ustedes… ¿Cuál es la parte que no entienden?- preguntó retóricamente la chica con una mirada inexpresiva. No sonreía, no tenía cara de angustia, decepción o cualquier otra emoción. Nada. No había nada en su mirada. Solo vacío, y se veía un pequeño brillo resaltando de sus ojos. Uno que Miedo conocía muy bien: Venganza.

    Aldo seguía agonizando mientras todos observaban.

    Mariana entonces escuchó los gemidos de su amigo Aldo, y se arrastró como pudo para llegar a donde estaba. Tardo un poco, pero mientras que todos se regalaban miradas de odio, y se gritaban cosas como ‘’Nosotros confiábamos en ti’’ o ‘’ ¿Por qué lo hiciste?’’, pero a todas esas cosas que le decían, Hadlli no respondió.

    Entonces el diablo volvió a tomar la palabra.

    -Bueno, ya causamos matanza por hoy. Aun que este viajecito me costó un ejercito más. Es hora de irnos, Hadlli.- dijo con una media sonrisa. Luego, con una nube de polvo negra, desaparecieron.

    Mariana había logrado llegar hasta donde estaba Aldo. Luego se incorporó con poca fuerza. Daniel fue capaz de moverse otra vez, así que fue a ayudar a su compañero.

    Rasgó una manga de su camisa larga. Usó la tela para cerrar la herida. Aún la sangre traspasaba la tela.

    -¿Va a estar bien?- preguntó débilmente la chica.

    -No lo se… La única forma de que salga de esto, es que ingiera sangre. Pero, creo que la mía no serviría, ya que ambos somos demonios y….- argumentó Daniel, pero fue interrumpido por la chica.

    -¿Mi sangre podría salvarlo?- preguntó la castaña con algo de ilusión y tristeza en sus ojos.

    -Podría funcionar, pero te vez muy débil. Y si pierdes energía serás tu la que disuelva su alma. – dijo el chico de ojos rojos.

    -No me importa… la verdad no soy importante en este mundo o en cualquier otro… pero Aldo… él aún tiene que cumplir con su misión para poder vivir o morir, lo que sea; en paz. – La chica movió su cabello largo hacia un lado, para que dejara visible su cuello.

    -¿Estás segura de esto?- preguntó serio Aldo, quien habló entrecortado por el dolor.

    La chica asintió con la cabeza y se inclinó un poco, como para darle un beso, pero después se movió hacia su oreja izquierda. Luego cerró los ojos, como esperando el momento de la mordida.

    Miedo levantó un poco a su amigo, para que pudiera ponerse en una posición no tan incomoda, y además para que alcanzara el cuello de la chica. Entonces, el oji-negro
    Comenzó a acercar sus colmillos peligrosamente hacia el cuello de la chica. Al principio lo dudaba. Pero entonces la chica lo alentó con unas palabras al oído que Daniel no pudo escuchar.

    Aldo mordió su labio inferior un poco, y después de pensarlo unos segundos y sentir el dolor más fuerte que antes. Mordió lentamente el cuello de la chica.

    Saboreó la dulce y espesa sangre. Pudo sentir como la chica se estremecía por el dolor. Y eso le encantó. Era cosa de vampiros, pensó el chico. A ningún hombre, y menos a uno como él, le gustaba ver a una mujer sufrir. La chica se aferraba a su espalda, mientras la apretaba como si así pudiera dejar de sentir el dolor.

    Y de pronto, Aldo comenzó a recuperar sus fuerzas, pero al mismo tiempo comenzó a sentir como la chica se debilitaba cada vez más y más. Por más que trató de parar, no podía. El sabor de su sangre era tan… dulce. Diferente a las demás. Y había probado muchas en todos sus años como demonio.

    Entonces lentamente se fue separando del cuello de la chica, reaccionando y analizando lo que acababa de ocurrir. Entonces prestó atención y miró a su alrededor.

    Era un salón de fiesta, con globos cubiertos por sangre. Había cadáveres de demonios infernales en el suelo, y también había guardianes, pero todos se veían en buen estado, nada grave. También había mesas tiradas, con manteles también cubiertos por algo de sangre; había un juego de mesa de porcelana roto en mil pedazos en el suelo y por ultimo… un ramo de flores blancas en el centro cubiertas también con algo de sangre.

    Era un habiente sádico. Se podía notar que había ocurrido una pelea ahí.

    -Al… Aldo…-susurró débilmente la castaña que tenía en brazos. -¿Te sientes mejor?- decía entrecortadamente.

    El chico hundió su cabeza en el hombre de la castaña. Y luego comenzó a aspirar su aroma. Olía extraño. Dulce, y fresco a la vez. Seguramente era algún tipo de fragancia o perfume.

    -Soy un mounstro… ¡mira como te dejé! Puedes morir… ¡o como sea que se le llame a eso!- maldecía una y otra vez el chico.

    -No me arrepiento de lo que hice por ti… porque… - decía la chica con menos energía, hasta que cayó desmayada.

    -¿Mariana?... ¡¿Mariana?!- preguntaba una y otra vez el chico cada vez más desesperado.

    -¡Cálmate Aldo! Solo se desmayó…- lo tranquilizó el chico de ojos rojos.

    Entonces Aldo no lo soportó más. Deseaba estar con ella desde hace ya un buen tiempo. Así que depositó un dulce beso en la frente de la chica.

    Las puertas se abrieron estrepitosamente, y dos chicos entraron a la sala. Chris y Miguel.

    Chris corrió desesperado hasta donde se encontraba su esposa. Mientras que Miguel se quedó atónito viendo algo que no le gustó para nada.

    El mismo tipo chupa-sangre que había mordido a su Mariana, ahora estaba acariciando la mejilla de la chica. Y entonces, Aldo depositó un suave beso en los labios de la chica.

    Miguel sentía su corazón a mil. Y no en un buen sentido. No quería más que huir de ahí.

    ¿Por qué cuando estaba todo bien, las cosas más horribles pasaban?

    Todo estaba bien hace unas horas. ¡Hasta había besado a su amiga! Pero, como siempre… algo muy serio los separaba. ¿El destino estaría en contra de su felicidad?

    No podía seguir ahí, así que salió corriendo de la habitación.

    Mientras tanto, Chris abrazaba con fuerza a Madeleen. No quería que nada ni nadie los separara desde ahora.
    -Lamento que esto de la boda no haya salido como lo planearon las chicas… fue un desastre. ¡Seguramente la peor de la historia de las historias de las bodas!- decía Made mientras abrazaba con fuerza a Chris.

    -No me importa si fue la peor, o la mejor. Lo que importa es que a partir de ahora estaremos juntos por siempre. – dijo Chris poniendo sus labios en la mejilla de la chica mientras que ella se sonrojaba un poco.

    Los demonios comenzaron a irse al mismo tiempo que los guardianes se empezaban a recuperar.

    Daniel y Aldo salían detrás de todos los otros demonios, incluyendo a Salvador y Soledad. Baldur detuvo a Daniel por el hombro.

    -Quiero agradecerles por habernos ayudado. No se que habría pasado sin ustedes.- decía Baldur- y también debo disculparme….-

    -¿Disculparte? ¿Por qué?- preguntó Aldo intrigado.

    -Verán, - comenzó Baldur – algunas veces, Mariana se escapaba para ver a uno de ustedes, no se quien es, ni quiero saber; pero cuando ella se iba a la tierra… yo pensaba que eran mounstros parecidos a los que vimos hace poco. Así que debo disculparme, ella estuvo a salvo todo este tiempo. – dijo Baldur con una sonrisa, mientras miraba a Mariana, quien estaba profundamente dormida en algunas sillas acomodadas por Miedo y Dolor.

    -No hay problema, viejo- dijo Aldo sonriendo.

    -Bueno, para mi sí lo hay. Y quiero compensarlos por lo de hoy. A partir de ahora, no serán conocidos como ‘’Demonios’’, sino, como ‘’Guardianes de la Tierra’’ – dijo Baldur.

    -¡Suena genial!- dijo de nuevo Aldo.

    -Por nosotros está bien- dijo Daniel.

    -Un día de estos, lo haré oficial. Y les otorgaré algunos otros poderes, para que puedan vencer a esos mounstros en la tierra y eso.- dijo Baldur.

    -Bueno, ¡nos vemos!- dijo Aldo despidiéndose.

    -¡Hasta la próxima!- se despidió también Miedo.

    Ambos chicos caminaron a la salida, siguiendo al grupo de sus compañeros.


    Mientras salían, Aldo recordaba las palabras de la chica:

    ‘‘No importa lo que pase… yo siempre estaré contigo’’


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    Adiós! n.n
     
  9.  
    Baldur Prime

    Baldur Prime Fanático

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    Pluma de
    Escritor
    Re: Bajo las alas de tus ángeles

    excelente continuacion de tu fic DragonFly
    me gusto mucho tu trabajo, sigue asi
    haces un excelente fic, espero con ansias saber que pasara ahora
    si necesitas algo no dudes en llamarme
    n.n
     
  10.  
    Rosi

    Rosi Iniciado

    Escorpión
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    Re: Bajo las alas de tus ángeles

    kyaaaaa nee-chan te kedo expetacular *.* me encanto te kedo genial super! unq me dio risa una parte tu sabras en poke fue estas: -¡Aldo!- gritó su compañero Daniel.. XDDDDDD jajaja XD bueno espero q subas la proxima pronto wiii =)
     
  11.  
    Nyanpire

    Nyanpire Entusiasta

    Cáncer
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    Pluma de
    Re: Bajo las alas de tus ángeles

    Okiss amixs...
    Ya leí el chapter...
    Te quedo genial, continua Así...jijiji
    Así que Made ayudo a Aldo...
    Que lindo...jijiji
    Aquí veo amor...XDXDXD
    OMG
    Así que pertenesco al bando de los malos...muajaja
    ¿y Kurokaze de donde me conocia?
    n_n
    Weno continua escribiendo amixs...
    Ya sabes que cuentas con mi apoyo...jijiji
     
  12.  
    Butterfly

    Butterfly Entusiasta

    Capricornio
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    Escritora
    Re: Bajo las alas de tus ángeles

    ¡Hola! Estubo genial la conti :*-*:
    Esa parte me encantó :snif: y también esta

    ¡y esta!

    En realidad me gustó todo el capi xD espero ver uno igual o mejor pronto... ¿Ok?
     
  13.  
    all dark

    all dark Iniciado

    Cáncer
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    Re: Bajo las alas de tus ángeles

    eso dije yo el dia q me dijeron q me iban a cambiar de colegio xD

    te quedo genial la conti (por milesima ves q te digo eso xD)

    ya comente ¿feliz? no c me ocurria nada Dx

    bueh me despido y voy a esperar la proxima conti como el ocioso (a toda honra) que soy

    chao!
     
  14.  
    Dragonfly

    Dragonfly Entusiasta

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    Bajo las alas de tus ángeles
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    Re: Bajo las alas de tus ángeles

    17.- La tercera sala prohibida.

    Los guardianes se dedicaron a limpiar la sala donde había ocurrido la pelea, pero a Rosi se le ocurrió una idea brillante: pensó en desaparecer la iglesia y los cadáveres, y así fue. En un parpadeo, no había ni iglesia ni salón de fiesta. Solo el jardín y a un lado las aguas termales.

    Mariana abrió lentamente los ojos. Se encontraba en su habitación, Rosi estaba a su lado, dormida al costado de la cama. Mariana movió suavemente el hombro de Rosi. Ella al sentir el movimiento comenzó a despertarse.

    -Rosi… ¿Qué hora es?- preguntó en susurros la chica.

    -Cómo las once. La fiesta no duró tanto por lo que pasó hoy, además era temprano cuando la fiesta inició- dijo la chica con un bostezo.

    -Iré por agua a la cocina, tengo algo de sed- dijo la castaña que se levantaba de la cama con sumo cuidado para no mover a Rosi.

    -Está bien- dijo Rosi que se volvió a acomodar en la cama de su amiga.

    Mariana salió de la habitación de puntitas, evitando hacer ruido. Estaba atravesando la sala para llegar a la cocina, cuando vio a un rubio dormido en el sillón.

    ‘‘¿Qué hacía Miguel aquí?’’ Se preguntó.

    Se acercó a él y lo cubrió bien con la sabana, cuando se disponía irse una mano la tomó de la muñeca. Mariana saltó asustada.

    -Me asustaste… ¿Qué haces aquí?- susurró Mariana

    -Bueno, después de que te desmayaste, todos arreglamos el lugar y Baldur me dijo que podía quedarme aquí, ya que en el cielo las puertas se cierran a las 9, y eran las 10:30 cuando terminamos- dijo entre susurros el rubio.

    -ah, ya veo… Pues, entonces te dejaré dormir tranquilo- La chica se soltó de la mano del rubio, pero el chico la tomó con más fuerza, y luego la jaló hasta donde estaba él, poniéndola sobre él.

    -No importa de todos modos no podía dormir- dijo el chico entre susurros.

    -¿Qué… qué haces?- dijo nerviosamente la castaña.

    -Quería ver como reaccionabas- dijo en chico con una sonrisa mientras jugaba con el cabello largo de la chica.

    -Suéltame- dijo la chica tratando de no subir la voz.

    El chico la soltó de inmediato, y Mariana bajó del sillón de rodillas.

    -Estoy seguro de que si hubiera sido él no habrías dicho nada- dijo el chico mirando al vacío.

    -¿De que hablas?- preguntó la chica algo angustiada.

    -Cuando se terminó el ataque, el mismo chupa-sangre que te mordió aquella vez… él…. Bueno, te estaba abrazando como si se tratara de algo muy importante. Y después el hijo de….-

    -Sin malas palabras por favor- dijo la chica algo molesta- bueno, ¿y que si me estaba abrazando?- preguntó la chica con los brazos cruzados.

    -¡Es que eso no fue todo! – Dijo alzando la voz, y después volvió a hablar bajo – Luego te dio un beso, y adivina donde- la desafió.

    La chica tocó la comisura de sus labios, y después se sonrojó a más no poder.

    Él rubio se molestó al ver su reacción.

    -Me voy- Dijo el chico mientras recorría su saco del suelo.

    -e… espera, ¿A dónde vas?- preguntó la chica – aún no está abierto el cielo, ¿recuerdas?-

    -Debe de haber alguna otra salida. Cómo la puerta a la tierra – dijo el chico caminando hacia el pasillo.

    -Pero ¿por qué te pones así?- dijo la chica –

    El chico la ignoró y siguió caminando hasta que encontró la puerta que decía Tierra. Siguió caminando hasta que se encontró otra puerta parecida, pero en esa decía Georth. El nombre le pareció extraño, y abrió la puerta. Mariana se encontraba atrás de él.

    -¿Qué haces? No podemos entrar ahí. Es la tercera sala prohibida. – Le dijo la castaña.

    -¿Hay más?- inquirió el rubio mientras la miraba interesado.

    -Creo que son 7 en total. Una de ellas es la entrada a la Tierra, y solo se utiliza para las misiones y esas cosas.- dijo Mariana

    -¿Entonces son entradas a otros mundos?-

    -Eso creo. Baldur me dijo una vez que además de la Tierra, hay otros mundos. Como al que estabas a punto de entrar. También me contó que cada mundo, tiene seres magníficos y diferentes. Y también me dijo, que el universo podía hacer que se encontraran. A pesar de que los ponían lejos unos de otros, hubo algunos mundos que se encontraron. Y otros que no. Por ejemplo, digamos que hay marcianos en algún mundo, y explorando encuentran la Tierra.- explicó Mariana de manera torpe.

    El chico soltó una carcajada por el ejemplo que había dado su amiga. Ella se puso roja de vergüenza.

    -¡No te rías de mi!- dijo la chica con pucheros

    -Lo siento. Sabes, te vez muy tierna haciendo esas caras- dijo Miguel con una sonrisa.

    -¿Qué quieres?- preguntó la chica descubriendo el plan de su amigo.

    -¡Vamos a entrar! ¿No te da curiosidad saber como es ese lugar?- El chico sabía como convencer a la castaña. Años de práctica.

    -mmm… supongo que una miradita no hará daño- le contestó la castaña mientras abría la puerta. En ella había adornos de lunas, y había un mensaje que no pasó desapercibido.

    ‘‘Si luna llena hay, prepárate a gritar. Si no escuchas la advertencia, morir será tu sentencia’’

    Los dos chicos miraron las palabras con mucha atención. Pero estaban tan intrigados con lo que podía haber dentro, que no siguieron la advertencia.

    Entraron cuidadosamente. El cielo estaba cubierto por las estrellas, y estaba completamente nublado. Había un enorme jardín, pero era más bien un laberinto. Había arbustos de la altura de una pared, todos cubiertos por rosas rojas. El piso era de piedra, pero hacía una gran decoración con todo. Parecía un jardín secreto.

    Miguel corrió por un largo pasillo de arbustos, y luego dio vuelta a la derecha, la chica lo siguió.

    -¡Miguel! ¡Creo que será mejor que regresemos antes de perdernos!- gritaba la chica mientras trataba de seguirle el paso. Luego se topó con dos caminos. Uno a la derecha, y el otro al frente. ¿Cuál había tomado el rubio?

    Entonces por detrás de ella, pasó una sombra alta. La chica se volteó al verla. Siguió la sombra, puesto que era de un chico. Seguramente era Miguel tratando de jugarle una broma. Entonces recordó que justo esa noche había luna llena. La piel se le erizó al ver que las nubes se movían y dejaban entrar la luz de aquella redonda y enorme luna.

    Un aullido se escuchó. No muy lejos, ni muy cerca. El miedo la estaba aprisionando.

    La castaña trató de encontrar la puerta que la llevara a casa mientras gritaba el nombre de su amigo. Entonces la detuvo algo. No sabía que, pero su instinto le decía que se quedara quieta. La piel comenzó a temblarle, no sabía si era él frío o el miedo.

    Un crujido se escuchó detrás de Mariana. Volteó la mirada temblorosamente, y entonces se dio cuenta de que no estaba sola.

    Miguel corría desesperado buscando a la chica, estaba seguro de que había escuchado su nombre del otro lado del arbusto, pero el problema era: ¿Cómo llegar ahí?
    Un grito se escuchó cerca de ahí. ¡Bingo! La señal perfecta para saber donde se encontraba la chica. Pero entonces un aullido se escuchó seguido de un grito de dolor. El grito de Mariana.

    El rubio siguió corriendo, y entonces en el suelo algo captó su atención. El listón celeste que siempre se ponía la chica, estaba tirado en el suelo, y cerca de el un rastro leve de gotas de sangre, que con la distancia se volvía un rastro más grande.

    El chico siguió el rastro con miedo. Si algo le pasaba a la chica no se lo perdonaría jamás. El cielo justo en ese momento, escondió a la enorme luna, lo que hizo que el camino se volviera más oscuro, pero a pesar de eso, se lograba ver bien.

    Entonces el rastro lo llevó al centro del laberinto. Una rosa estaba dibujada en el suelo con cristales. Y en el centro de la rosa, había un columpio en un sauce llorón. En una de sus ramas. Un chico de unos 19 años, estaba en el columpio.

    Sus ojos eran negros azabache, y su cabello era algo largo y liso, de color castaño. Tenía un pantalón rasgado, al igual que su camisa blanca manchada de rojo. Estaba descalzó, y sobre su cuello colgaba un collar con un símbolo extraño. El chico le sonrió maliciosamente. Como cuando un niño pequeño hacía una travesura.

    Eso sorprendió a Miguel, pero más lo asustó el hecho de que el rastro de sangre terminaba detrás del árbol. Miguel se acercó con cuidado, algo le decía que ese sujeto era peligroso.

    -¿Buscas a tu amiga?- le preguntó de repente el chico.

    -A… Así es- balbuceó el rubio. Nunca en su vida lo había hecho, hasta ahora. Su piel se erizó.

    -Mi nombre es Eric, ¿cuál es tu nombre?- preguntó el chico de ojos negros mientras ladeaba la cabeza con curiosidad. Miguel no respondió, se quedó quieto esperando alguna reacción del joven que estaba frente a él.

    -Es una cortesía dar tu nombre antes de preguntar el de alguien. Sabes, tu amiga tiene unos pulmones sorprendentes. Gritaba de una manera que no había escuchado hace siglos.- dijo el chico de ojos negros poniéndose de pie y acercándose con cautela hacia el rubio, cómo si se tratara de su presa.

    La ultima palabra que había usado el chico, sorprendió demasiado al rubio. ¿Decía enserio eso de siglos o estaba hablando con sarcasmo? La verdad, no quería saberlo. Solo quería encontrar a Mariana y escapar de ese tipo.

    Miguel retrocedía a cada paso que daba el castaño. Pero entonces, al buscar por donde huir, sus ojos vieron los pies de la chica. Corrió olvidándose del miedo. Llegó hasta ella, y la puso sobre sus hombros después de asegurarse de que estaba bien.

    Pero entonces recordó que había alguien más observándolos.

    -Aún no has contestado. ¿Cual es tu nombre?- volvió a preguntar seriamente Eric.

    -Mi nombre es Miguel.- le contestó un poco más calmado. Tal vez si le decía el chico se calmaría, o almenos eso pensó el rubio.

    -Bien, Miguel… aquí es donde estará tu tumba- dijo el chico sonriendo maliciosamente, mientras miraba como la luna volvía a aparecer, pues la nube que lo cubría se había estado moviendo poco a poco.

    La figura del ojinegro estaba cambiando. Su espalda se estaba encorvando, y le brotaba pelo castaño. Su tamaño aumentaba, y sus ojos se hacían más grandes al mismo tiempo que su cara se estiraba, y sus orejas se movían hacia arriba mientras tomaban forma.

    Eric le aulló a la luna. Fue ahí donde Miguel entendió la advertencia. El chico… era un hombre lobo.


    jeje, ¿Qué tal? xP


    Bueno, nos vemos! :D
     
  15.  
    Baldur Prime

    Baldur Prime Fanático

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    Re: Bajo las alas de tus ángeles

    excelente trabajo DragonFly
    sigue asi, estoy ansioso por leer tu genial trabajo
    pero que desoviente son
    pobre de Eva-chan, todo por culpa de su amigo
    sigue asi, estoy ansioso por saber que pasara ahora
    si necesitas algo no dudes en llamarme, con gusto te dare una mano
    n.n
     
  16.  
    Butterfly

    Butterfly Entusiasta

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    Re: Bajo las alas de tus ángeles

    Estuvo genial la conti... Pero también un poquito tétrico n.nU así que Mariana y Miguel están al acecho de un Hombre Lobo... Que según se llama Eric... Pero, ¿Qué planea Eric con todo eso? ¿Los considera su cena o sólo un juego?, espero se libren de este lío...
    Ángeles, Demonios-Vampiros, Hombres lobo... Yo juraba que no existían, ahora no podré dormir T.T (xD)
    Esperare el proximo capitulo anciosa, Bye~! (:
     
  17.  
    all dark

    all dark Iniciado

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    Re: Bajo las alas de tus ángeles

    hola! no habia podido postear hadta orita perdon n.nU
    te quedo bastante bien la conti pro un pelin corta xP
    para que se ponen a abrir puertas prohibidas?! ahora sobense sus heridas que no hay curita ¡hmp! (xD)
    bueeh voy a esperar la proxima conti :E
    chao!
     
  18.  
    Dragonfly

    Dragonfly Entusiasta

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    Bajo las alas de tus ángeles
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    Re: Bajo las alas de tus ángeles

    18.- Triangulo amoroso.

    Aldo estaba en su cama, cuando sintió un escalofrío recorrer por su espalda. Tenía un mal presentimiento, era igual a aquella vez en la que había perdido a Fernanda (Lo dice el capitulo 7: una noche con el enemigo). No había duda, era exactamente igual, pero… ¿Qué era?

    En esos mismos instantes, en una tierra lejana, donde las pesadillas se vuelven realidad, dos chicos estaban bajo el manto del miedo. Un chico misterioso se había transformado en hombre lobo, y ahora los miraba con suma atención, esperando cualquier movimiento para atacar.

    Mariana comenzó a despertar, justo cuando abrió los ojos, un aullido se escuchó a una distancia de ahí. Eric, el chico que se había transformado, dirigió su mirada a donde provenía el sonido, y aulló nuevamente, volvió a mirar a los dos chicos, pero esta vez se escucharon más aullidos del mismo lugar. Eric miró con furia el lugar de donde venían estos aullidos, y salió corriendo.

    ¿Sería esto una trampa? La luna comenzó a desaparecer, y fue ahí cuando se dieron cuenta de que el sol estaba comenzando a salir. Las paredes de arbustos comenzaron a hacerse pequeñas. En poco tiempo, ya no había un laberinto, solo un jardín sin paredes, y cerca de ahí estaba la gran puerta que los regresaría a Tengoku.

    Miguel corrió, aún con Mariana en su espalda. La puerta estaba a solo pasos de ellos. Con sumo cuidado giró la perilla cuando estuvo frente a ella. Mariana bajo de su espalda y abrió la puerta ya que el rubio no lo hacía.

    Ambos entraron a la habitación. Sonrieron al darse cuenta de que estaban en el pasillo de Tengoku. El miedo se había ido al instante en que tocaron el piso de aquel lugar.
    Miguel abrazó a Mariana, una reacción que la chica no se esperaba. Por la mente de la chica pasó el momento de la fiesta, en el que el rubio le había robado un beso. Sus mejillas se pusieron rojas.

    -¡Pensé que volvería a morir en ese lugar!- dijo el rubio soltando a la chica sonriendo ampliamente. -¿Por qué estás tan roja? ¡No me digas que te dio fiebre!- El chico toco la frente de la castaña.

    Mariana quitó la mano del chico de su frente y miro hacia otro lado.

    -¿Qué?- preguntó el rubio

    -¿Puedo hacerte una pregunta?- dijo la chica en voz baja.

    -Ya la hiciste- dijo el chico con una pequeña risa.

    -Lo digo enserio- dijo la chica inflando los cachetes como una niña pequeña.

    -Está bien, niña pucheros- dijo el rubio burlándose un poco.

    -¡No soy la niña pucheros!- dijo la chica con un berrinche de niña pequeña. Miguel se rió ante su reacción.

    -Como tú digas- dijo Miguel riendo aún.

    -Ya enserio, dime… ¿Por… por qué me b… besaste? Y…ya sabes, en la fiesta- balbuceó
    La chica con la cara totalmente roja mirando hacia otro lado para esquivar la mirada del rubio.

    -No me digas que no te has dado cuenta…- dijo el chico algo sonrojado.

    -¿De qué?- dijo la chica mirándolo.

    -Mariana… estoy realmente enamorado de ti- dijo el chico sonriendo.

    La castaña no dijo nada. Estaba en shock. Miguel estaba acercando su rostro al de la chica. Mariana no reaccionaba.

    Una voz interrumpió al rubio.

    -Chicos, ¿Qué hacen?- dijo Rosi mientras se frotaba un ojo.

    -Nada- dijo Miguel, qué se separo rápidamente de Mariana.

    -¿No es muy temprano como para que estén despiertos?- dijo Rosi.

    -Mira quien lo dice…- contestó Mariana por primera vez -¿Qué haces fuera de la cama, Rosi?

    -Pues estaba buscándote. Me desperté y no estabas, me preocupe, pensé que habías ido a ver a Aldo o algo así- dijo la chica. El solo nombre del pelinegro, hizo que Miguel se estremeciera de coraje.

    -No, solo me quede hablando con Miguel- contestó la chica.

    -¿Y de que hablaban?- preguntó la chica.

    -De cosas sin importancia- Contesto Mariana poniendo un color carmesí en sus mejillas.

    -de acuerdo- dijo Rosi no muy convencida.

    -Volveré a dormir- dijo Mariana – estoy algo cansada.

    -Yo también-

    Rosi miro la pierna de la castaña de reojo, y luego se dio cuenta de que tenía una gran herida.

    -¡¿Qué te pasó en la pierna?!- preguntó algo alterada la chica de cabello rizado.

    -Ah, esto… no es nada. Ya sabes, soy muy torpe. – dijo la chica pensando en una excusa creíble.

    -¿Cómo te la hiciste?- preguntó de nuevo Rosi.

    -Ah… la verdad no lo sé- dijo Mariana riendo nerviosamente.

    -Creo que se la hizo en la pelea de la fiesta, pero al parecer se le abrió de nuevo- dijo Miguel

    -Si, tal vez fue eso, porque recuerdo que te desmayaste, y por eso no la recuerdas- dijo Rosi, creyendo la mentira del rubio.

    -Bueno, me voy a la cama- dijo Mariana.

    -Oye, Mariana, deberías darle un espacio a Miguel, creo que el sillón es algo incomodo. Además solían dormir juntos antes.- dijo Rosi tratando de convencer a la chica.

    -Claro, cuando éramos solo niños... –

    -¡Hay! ¿Qué son diez años de diferencia?- dijo Rosi riendo aún.

    -Está bien, está bien… ¡Pero sin cosas raras!- le advirtió Mariana al rubio.

    -Bien- contestó el chico con una media sonrisa.

    Rosi camino con los dos chicos hasta que pasaron por su cuarto.

    -Bueno, hasta aquí los acompaño. Voy a dormir un poco más- dijo la chica mientras entraba a su habitación.

    Los dos chicos caminaron hasta el cuarto de Mariana, ella se tiro de boca en la cama.

    -Estoy tan cansada que creo que ya ni siento que hablo…- dijo con su rostro hundido en la almohada.

    Miguel se acostó a su lado. Comenzó a mover su dedo índice por el brazo de la chica, en un lento movimiento, haciendo que la chica temblara. El rubio sonrío ante aquella reacción y se acercó para susurrarle al oído: ‘‘¿Te gusta…?’’ Lo cual hizo que a la chica se le erizaran los cabellos.

    -¿Po… podrías dejar de hacer eso?- respondió la chica con otra pregunta.

    -No has respondido mi pregunta. –Reclamó Miguel ignorando la petición de la chica.

    La chica volteo para mirar a su amigo; esté la veía anhelantemente, como si deseara abrasarla, besarla, protegerla… lo que provocó que un tenue sonrojo apareciera en su rostro.

    -¿Po… podrías dejar de mirarme así?- Balbuceo Mariana. Aún el sonrojo no desaparecía y ni siquiera se molestó en disimularlo.

    -¿Alguna vez te dije que te vez hermosa sonrojada?- dijo seductoramente Miguel, mientras acariciaba una mejilla de la chica, y lentamente subía a su oreja.

    -¡¿Podrías dejar de actuar así?!- Le dijo la chica mientras apartaba la mano del chico de su rostro.

    -¿Así cómo? Yo estoy actuando normal…- Le parecía gracioso ver a su amiga en ese estado, y sobre todo: le encantaba jugar con ella.

    La chica intentó levantarse de la cama para irse a otro lado, ya que estaba harta de la actitud que su amigo había tomado; pero Miguel se lo impidió jalándola del brazo hacia él, provocando que cayera sentada sobre sus piernas.

    (Lemon xD >>> http://blogs.cemzoo.com/dragonfly/b...xmariana-xd-bajo-las-alas-de-tus-angeles.html )

    -Si no te importa… ahora si quiero dormir- dijo Mariana haciéndose a un lado. Miguel soltó una risita ante lo que acababa de hacer. Luego se acomodó a un lado de la chica y la abrazó por la espalda.

    -Oye Miguel…- Lo llamó la chica con un bostezo.

    -Dime…- le contestó en un susurró al oído.

    -¿Cuándo vas a volver a la tierra a reencarnar?- preguntó la chica con la voz quebrada.

    -Creo que en tres días- dijo el chico con la voz fría.

    -Pobre Made- susurró la chica para si misma, pero Miguel logró escucharlo.

    -Sabes, será mejor que me vista y me regrese al sillón- dijo el chico con una sonrisa.

    -¿Por qué?- preguntó la chica sin entender.

    -Bueno, si llegara Baldur y me encuentra así contigo, posiblemente me vuelva a matar.- dijo el chico riendo está vez, nerviosamente. Mariana soltó una pequeña risita al imaginar que sería lo que haría Baldur si se los encontrara así.

    Miguel se levantó y comenzó a buscar su ropa que estaba tirada en el suelo. Mientras tanto la chica, estaba quedándose dormida. El rubio miró de reojo el reloj de pared, que marcaba las 2:45 de la madrugada.

    El rubio salió de la habitación sin camisa y descalzo. Cerró con cuidado la puerta para no hacer ruido.

    Cuando se dio vuelta, su cabello se erizó al encontrarse con un chico frente a él.

    -¡Entupido Chris! ¡Me asustaste!- le reclamó en voz baja el chico.

    -¿Qué hacías en la habitación de Mariana?- preguntó con una sonrisa picara el castaño.

    -Ah, pues yo… eh… solo… bueno, tú sabes… -balbuceaba con nerviosismo el chico. -¿Tu que haces despierto a esta hora?- cambió el tema.

    -Pues, no podía dormir, pensé que estirar las piernas un poco me ayudaría, pero no causa nada de efecto- sonrió Chris.

    -¿Cómo te fue con Made?- le preguntó su amigo dándole codazos amistosos -¿Qué hicieron esta noche?- le volvió a preguntar con una picara sonrisa.

    -Supongo que lo mismo que tú acabas de terminar de hacer en la habitación de Mariana- le contestó ingeniosamente su compañero. Miguel estaba completamente rojo.

    -¡Deberías de ver tu cara!- dijo Chris conteniendo una carcajada – te delataste tu solo-

    -¡¿Y a ti que te importa lo que hice o no hice con Mariana?!- le contestó Miguel aún muy sonrojado.

    -está bien, está bien… no te enojes señor amargado- dijo riendo Chris. – Mañana, trata de pasar más tiempo con ella… supongo que le dijiste lo que sentías, ¿No?- le preguntó más serio el chico.

    -Bueno, algo así… - le respondió el rubio pensando en lo que le había dicho.

    FLASHBACK

    –Me di cuenta de algo hoy… realmente yo… Promete que no te vas a reír- La chica asintió algo confundida pero sumida por la curiosidad. –Te amo- dijo el rubio por fin.

    Fin del FLASHBACK

    -¿Y ella que te dijo?- preguntó intrigado el castaño.

    Miguel sintió como si un bloque le hubiera caído encima. ¡Olvidó pedirle una respuesta a la chica!

    -Déjame adivinar… ¿No te contestó nada?- dijo Chris con algo de decepción y burla.

    Miguel asintió avergonzado.

    -Bueno, supongo que mañana lo sabrás- le dijo Chris con un codazo amistoso – Buenas noches- le dijo finalmente, mientras volvía a su habitación.

    [FONT=&quot][1][/FONT] Jajajajaa!! No me pude resistir xDD ¡Miguel ya no es virgen! =O xDD
    No te creas, Migue xP




    - - - - -



    Y hasta aqui llega el capid e hoy xD

    Gracias a Sandra (y a sus 13 amigas locas pervertidas que firmaron para

    que yo pusiera lemon en este capi y de colmo con un personaje que se supone

    es su novio {Espero que esten leyendo esto los dos ¬¬} Se pasaaan! Dx) Y también
    a mis locas amigas Rosi y Made, se puso Lemon -.-

    Bieeen, si no les gusta el capi , reclamentle a ellas xDD
    Ciaoo!! Gracias por leer mi loca historia ;D
     
  19.  
    Baldur Prime

    Baldur Prime Fanático

    Sagitario
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    Pluma de
    Escritor
    Re: Bajo las alas de tus ángeles

    buena continuacion de tu Fic DragonFly-chan
    me gusto mucho tu trabajo
    te felicito, sigue asi
    eres muy buena con el fic
    tienes mucho talento
    aqui esperare la conti de tu fic
    si necesitas algo no dudes en llamarme
    n_n
     
  20.  
    Rosi

    Rosi Iniciado

    Escorpión
    Miembro desde:
    14 Marzo 2008
    Mensajes:
    26
    Re: Bajo las alas de tus ángeles

    mariaaaana!! nunk espere este lemon xD te kedo bueno *¬*
    pero a ahora q? y aldo? xD como q aqldo le diran el venao y eso no sera x mi JAJAJAJA
     

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