Bajo la luz de la luna...[Sakura&Yue]

Tema en 'CLAMP' iniciado por Pam, 14 Julio 2007.

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    Pam

    Pam Usuario común

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    Bajo la luz de la luna...[Sakura&Yue]
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    Re: Bajo la luz de la luna...[Sakura&Yue]

    Gracias por avisarme del error!!! Pues es que estaba media dormida cuando lo lei y pensé que estaba todo bien, pero bueno, no todo sale como uno espera. Gracias nuevamente por avisarme y por tu post.
    Suerte en tus cosas amiga.
    Bye.
     
  2.  
    Pam

    Pam Usuario común

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    Bajo la luz de la luna...[Sakura&Yue]
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    Re: Bajo la luz de la luna...[Sakura&Yue]

    Capitulo X

    Viejos tiempos

    Cada vez se iba enredando más la situación con respecto a aquel hombre que les causó varios problemas y más aún con los sueños de la reencarnación del mago, intentando hilar aquellos recuerdos pasados junto con los sucesos que se presentaron aquel día. No sería fácil encontrar ahora a Kioshi, ya que se había escondido muy bien mientras planeaba algo perverso para la antigua card captor.

    -Creo que todo esta saliendo muy bien…-decía Kioshi sentado frente a la chimenea, mientras apreciaba el fuego y su mente trabajaba sin parar.
    -Veo que ha logrado arrebatarle una parte de la magia a esa joven…-decía una mujer muy elegante a sus espaldas.
    -Aún no es suficiente...-decía visiblemente enojado-Es una magia muy débil-
    -No seas iluso…-decía colérica-Sabes muy bien que es poderosa. Lo único que sucede es que no sabes utilizarla correctamente…-
    -No me provoques, porque te puede ir muy mal…-poniéndose de pie y acercándose peligrosamente hacia la hermosa dama que se encontraba ante sí.
    -Tú no tuviste las agallas de matar a esa joven…-rodeándolo con sus brazos-…y no creo que seas capaz de matarme a mí… ¿cierto?-observándolo pícaramente.
    -No juegues con fuego mi querida Shiori, porque te puedes quemar…-riendo maliciosamente y tomándola de la barbilla.
    -Lo dudo- riendo tranquilamente- ¿Y que piensas hacer ahora? Esa jovencita se ha recuperado y sus guardianes también. Ha pasado mucho tiempo, ¿no lo crees?-
    -Shiori, Shiori, Shiori-besando su mano sutilmente-Todo a su tiempo. Mientras tanto dejémosla que disfrute de sus días tranquilos junto a sus guardianes para luego darle una pequeña sorpresa…-

    Mientras que en el hospital, las jóvenes intentaban asimilar lo que ambas criaturas afirmaban.

    -Pero…quiere decir entonces que… ¿Clow conocía a ese hombre?-cuestionaba la maestra de cartas.
    -Talvez sea una posibilidad, pero no estamos seguros...-decía la bestia del sello.
    -Podríamos ir a verlo y así aclarar las dudas…-opinaba la ejecutiva.
    -Creo que no será necesario…-decía Eriol ingresando al lugar sorpresivamente.
    -¡Eriol!-decían las jóvenes mientras los guardianes lo observaban seriamente.
    -No pensaba salir de mi casa hoy, pero decidí venir a verlos ya que seguramente también se están cuestionando sobre el hechicero-fijando su mirada en ambos guardianes.
    -Eriol, ¿tú lo conocías?-decía la joven castaña mirándolo seriamente.
    -No lo conozco a él, pero sí conocía a un anciano que hasta ahora no entiendo porque razón me había visitado. Siempre esta presente en mis sueños, en mis recuerdos…pero nunca puedo recordarlo por completo-reprochándose a sí mismo e intentando volver al pasado.
    -Usted a tenido visita de ese anciano…-decía Kerberos sacando de sus pensamientos al joven de mirada azul.
    -Pero… ¿acaso tú recuerdas…? ¿Recuerdas a ese anciano?-decía aturdido mientras sentía un dolor de cabeza repentino que se volvía insoportable.
    -Entonces ese anciano talvez…-haciendo una breve pausa-talvez este relacionado con ese sujeto-decía la ejecutiva mientras todos la observaban perplejos.
    -Talvez tenga relación con esa magia tan poderosa…-decía Yue analizando junto con los demás la situación.
    -¿Te sientes bien Eriol?-inquirió dudosa la antigua card captor acercándose a él.
    -Sólo tengo un ligero dolor de cabeza, es todo, no te preocupes-tratando de no alarmar a nadie.
    -Ahora que lo pienso-recalcaba la reencarnación del mago-aquel anciano me revelaba un secreto muy importante junto con unos pergaminos antiguos, pero no estoy seguro de que se trataba toda esa información confidencial…-sintiéndose cada vez más débil.
    -¡Es cierto!-decía exaltada la joven de mirada verde-Debería de utilizar la carta regreso para poder saber sobre los recuerdos del mago Lead-
    -Es muy peligroso que utilices tu magia ahora Sakura-decía Kerberos angustiado por tal idea.
    -Él te ha arrebatado gran parte de tu magia sin que te dieras cuenta…-afirmaba Yue-Estoy de acuerdo con Kerberos…-decía fijando su mirada gris en su rostro lleno de desilusión.
    -¡Pero…-decía la muchacha siendo interrumpida por Eriol.
    -Ten paciencia Sakura. Debes volver a recuperar tu magia perdida y estar preparada ante cualquier eventualidad que llegue a suceder. Si te unes a tus cartas y centras todo tu poder, podrás vencer a la oscuridad…-afirmó el joven para luego caer rendido al suelo.
    -¡Por todos los cielos! –decía la ejecutiva corriendo a auxiliarlo mientras los demás la emulaban.
    -¡Eriol, Eriol!-mientras Sakura intentaba despertarlo desesperadamente sin lograr que éste reaccionara.
    -¡Llamen al doctor!-decía Kerberos adoptando su identidad falsa mientras Yue hacía lo mismo.

    El doctor ingresó ante el escándalo que provenía de la habitación de uno de sus pacientes, mientras las dos muchachas les comentaba sobre lo sucedido con Eriol. Rápidamente los enfermeros trasladaron al joven a una habitación para ser atendido. Tomoyo insistió en acompañar al joven Eriol y pidió a Sakura que regresara con Yukito, ya que se encargaría de él mientras ella ayudaba a sus amigos.
    La joven de mirada esmeralda ingresó nuevamente a la habitación. Se quedó parada junto a la puerta que había cerrado tras de sí mientras Kerberos se acercaba a ella.

    -¿Por qué sucede todo esto?-
    -Sé que es muy duro para ti…- acariciando su cabeza-Te entiendo Sakura-
    -Gracias Kero…-
    -Pequeña Sakura…-llamando su atención-Todo se arreglará, no te preocupes, no estas sola-levantándole el ánimo un afable y esperanzado Yukito.
    -Sí…-asentía intentando recuperarse-Te lo agradezco mucho…a ambos-decía tímidamente sin dejar de lado a su otra criatura.
    -Dice que debes seguir adelante y luchar…-haciendo pausa-Él confía en ti…-haciendo pausa-Te lo pasaré-cerrando sus ojos mientras la muchacha lo observaba atentamente.
    -Yue…-murmuraba mientras veía a su protector aparecer ante sus ojos.
    -Confío en ti, maestra. Nunca dudes de tu capacidad…-
    -¡Muchas gracias!-acercándose a él-No sabes cuan feliz estoy de oír esas palabras…-dibujándose una sonrisa en su rostro.
    -Sé que lograrás derrotar esa oscuridad y estaremos a tu lado protegiéndote…-
    -Sí…-asentía feliz recobrando los ánimos mientras Yukito aparecía nuevamente ante ellos sorpresivamente.
    -¿Te sientes mejor?-
    -Mucho-sonriendo-¡gracias!-
    -Sakura…-
    -Dime…-
    -¿Me ayudas?-decía apenado mientras observaba sus pertenencias.
    -¡Hoe!... ¡Es cierto! Para eso he venido…-carraspeando-¡Por supuesto que te ayudaré!
    -¡Muchas gracias!-
    -¿Y yo qué?-chilló Kerberos ante las atenciones que tenía con Yukito y Yue.
    -¿No me digas que estás celoso Kero?-decía sonriendo tiernamente su ama mientras lo observaba cruzar sus pequeños brazos.
    -¡Por supuesto que no!-espetó furioso.
    -Tu siempre me ayudaste Kero y sabes que nunca te dejaré de querer…-abrazándolo tiernamente-Pero nunca te sientas desplazado por ello-acariciando su cabecita-Todos ustedes también necesitan que alguien vele por su seguridad…-observando risueña la cara de asombro de su guardián.
    -Lamento mucho haberme comportado así…-sintiéndose culpable.
    -Descuida. Lo importante es que recuerdes que los quiero mucho, a ti y a Yue-sonriendo encantadoramente mientras adoptaba su verdadera forma el pequeñín.
    -¡Gracias Sakurita!-mientras ésta lo abrazaba tiernamente y su guardián se inquietaba cada día que pasaba.
    -¿Me ayudarás?-inquirió dudosa la joven.
    -¡Cuentas conmigo!-sonriendo feliz Kerberos.

    Mientras Sakura ayudaba a Yukito junto con Kero para que puedan tener todo listo sus cosas, Tomoyo seguía al lado de su amigo que estaba en recuperación.

    -Señorita Daidoji, el joven sólo se ha quedado inconciente, al parecer a causa del stress y de las presiones constantes que ha tenido…-le comentaba el doctor mientras veía a su amigo recostado en la cama-En unos minutos despertará y por favor…si no regreso enseguida, quiero que tome un vaso de agua con azúcar. Los enfermeros dejaron sobre aquella mesa todo preparado-apuntando en el lugar en que se encontraba-Volveré en cuanto pueda…-decía el doctor para luego retirarse.
    -Descuide doctor…-viéndolo salir de la habitación mientras volteaba a ver a Eriol-Sólo espero que despierte pronto…-mirando a su amigo y viendo como empezaba a abrir lentamente sus ojos.
    -¿To…Tomoyo?-reincorporándose lentamente-¿Pero qué…me sucedió?-
    -No hagas mucho esfuerzo. Sólo descansa…-
    -Lamento las molestias que les estoy ocasionando-
    -No es ninguna molestia y no te preocupes, yo te cuidaré mientras el doctor regresa-esbozando una dulce sonrisa-Por favor…-acercándose a la mesa y recogiendo el vaso de agua-Bebe esto...-alcanzándole el vaso.
    -Muchas gracias…-bebiendo un sorbo para luego fruncir un poco el entrecejo a causa del sabor-Creo que esta…dulce-riendo divertido.
    -Es para que tu presión se estabilice nuevamente…-decía sonriendo-O eso creo…-mirándolo dulcemente.
    -Gracias por tus cuidados Tomoyo…-sonreía débilmente el joven inglés a modo de agradecimiento.
    -No es nada…-
    -Por cierto…-haciendo una breve pausa-Te noté un poco extraña el día de hoy-observando su rostro lleno de inquietud-¿Te sucedió algo?-
    -No sucede nada malo. Es a ti lo que quisiera saber que te ha ocurrido…-bastante angustiada-Te estas haciendo mucho daño Eriol…-
    -Solo debo descansar, no te angusties querida amiga… además…estás evadiendo mi pregunta-
    -¡Pero Eriol…!-replicó rápidamente la muchacha tratando de evitar lo que sucedía con ella.
    -Sé que te sucedió algo. Lo veo en tus ojos-tomándola de la mano-Has estado bastante distraída el día de hoy…y no creas que no lo noté-
    -Eres muy observador…-sonriendo-Pero a ti no te puedo engañar…-
    -Si quieres contarme algo, te escucho. Pero no quiero que te sientas obligada a hacerlo…-
    -Ni siquiera yo caigo en cuenta de lo que me ha sucedido hoy, fue más que una sorpresa para mí-sonrojada ante el recuerdo de lo sucedido esa mañana- Pero necesitaba compartirlo con alguien…y quisiera hacerlo contigo-buscando ayuda en su amigo- Quién mejor que tú para escucharme ahora -
    -Estoy a tu entera disposición…-sonriendo.
    -Gracias…-bastante apenada por lo que iría a contarle-No sé por donde empezar, pero… -siendo interrumpida por el doctor que ingresaba al lugar para avisarle que lo deje a solas con su paciente.
    -Lamento las molestias, pero necesito examinar al paciente-decía el doctor bastante apenado.
    -Descuide, hablamos después Eriol…-retirándose de la habitación y dejándolos a solas.
    -Por supuesto-asentía cortésmente-*Creo que Tomoyo se vió en aprietos esta mañana*-riendo ante el sonrojo que tenía la diseñadora.

    En tanto ella seguía esperando fuera de la habitación-y lamentando no haber podido contarle lo ocurrido- Sakura fue junto a la muchacha y le preguntó por el mismo.

    -¿Cómo se encuentra Eriol?-decía la castaña observando a su amiga.
    -Esta mejor, ya ha despertado-sonreía de nuevo-Está un poco débil, pero se debe a causa del stress. Sólo necesita reposo-
    -¡Qué bueno!-decía aliviada-¡Pobre Eriol! Hasta a él le esta afectando mucho toda esta situación-pensaba la joven mientras su mente viajaba nuevamente a la conversión que tuvieron minutos atrás.
    -Descuida Sakura. Se que lograrás salir con éxito de esta situación, eres una excelente maestra-afirmaba emocionada y segura de sus palabras-No en vano pasaste todas las pruebas impuestas por Eriol cuando aún eras una niña-
    -Y con la carta sellada…-decía nostálgica mientras su mente viajaba nuevamente al pasado y se encontraba con la mirada de su amado.
    -¡Lo siento mucho Sakura!-pidiendo disculpas por haberle recordado aquel acontecimiento.
    -¡Descuida!-reía tranquila-Eso fue hace mucho tiempo y no debes sentirte culpable, ya que tú y los demás siempre me han apoyado-lanzándose a los brazos de su amiga-¡Que haría yo sin ustedes!-decía sollozante.
    -Por esa razón estamos aquí, para poder apoyarte y recordarte que eres una excelente persona y que siempre cuidas de todos sin siquiera preocuparte por ti misma-correspondiendo a su abrazo y ofreciéndole su apoyo-Por esa razón te admiramos mucho y queremos que luches-mirándola a sus ojos-y no olvides que siempre nos tendrás-esbozando una dulce sonrisa.
    -¡Gracias, gracias por tu apoyo Tomoyo!-inmensamente feliz-¡Soy muy afortunada de tenerlos a todos ustedes! Y prometo dar lo mejor de mi-mirándola agradecida
    -Ahora si eres la Sakura de siempre- observando el pequeño rubor que se formaba en sus mejillas mientras ella asentía mecánicamente ante aquellas palabras.
    -¡Ah! Por cierto, quisiera ir a ver a Eriol-recordando a su amigo y sintiéndose bastante apenada.
    -Es imposible de momento ya que el doctor está con él, pero te avisaré cuando puedas entrar-
    -Te lo agradeceré mucho…-
    -Me quedaré con Eriol mientras estás con Yukito. Si quieres puedes ir con él, no te preocupes-tranquilizando a la joven.
    -Está bien. Avisaré a Kero y a Yukito que le haré compañía a Eriol por unos instantes…-
    -Claro-

    En cuanto la vio marcharse del lugar, se quedó esperando sentada en uno de los cómodos sillones del pasillo. Para su sorpresa, se encontró con Rika Sasaki que estaba esperando fuera de una de las habitaciones del hospital que se encontraba a unos pasos de la habitación de Eriol. Tomoyo feliz de volver a verla después de tanto tiempo, se puso de pie y fue junto a su amiga para poder saludarla.

    -¡Qué alegría verte Rika!-decía feliz la muchacha.
    -¡Tomoyo!-abrazándola-¡Me alegra mucho que estés aquí! No pensé que te encontraría en este lugar… ¿Te sucedió algo, o viniste por un chequeo?-
    -No, no vine por esa razón…-sonriendo tranquilamente-Acompañé a Sakura porque el joven Tsukishiro había sufrido un accidente hace unos días, pero mañana ya podrá regresar a su casa, además de que Eriol también está aquí porque se había desvanecido…-preocupada por su amigo.
    -¿Eriol y Sakura también están aquí? ¿Pero como está Eriol? ¿Ya se encuentra mejor?-decía visiblemente angustiada.
    -Descuida, esta mejor. El doctor lo está examinando en estos momentos. Si quieres podemos ir juntas a verlo además de llamar a Sakura para verlo todas juntas. Estoy segura que estará encantado de volver a verte…ambos-sonriendo alegremente la joven de ojos amatista.
    -¡Claro! ¡Sería estupendo!-reía feliz recordando viejos tiempos.
    -Dime Rika… ¿y tú por qué razón estas en el hospital? ¿estuviste enferma?-
    -No…no es por eso…-decía levemente ruborizada-Es que vine a visitar al profesor Terada que estuvo enfermo hace varios días…-
    -No sabía que había enfermado, ¿pero ya se encuentra mejor?-
    -Sí, esta mucho mejor. Hoy sale del hospital, solamente lo estaba…esperando-

    Pero en ese momento, el hombre de cabellos castaños salía de una de las tantas habitaciones del amplio hospital. El rostro de Rika se quedó aún más ruborizado después de ver al hombre que se acercaba junto a ellas. El rostro iluminado y alegre de aquel hombre al ver a la joven de cabellos cortos fue aún más emotivo para él, mientras que ella se sentía cohibida por todo aquello y Tomoyo observaba divertida aquella escena que se presenciaba entre ambos.

    -¡Rika!-decía emocionado el hombre para luego percatarse de la presencia de la ejecutiva en aquel lugar-¡Buenos días señorita Daidoji!-haciendo reverencia-Lamento mi descortesía…no pensé que estaría aquí-decía bastante avergonzado.
    -¡Buenos días!-haciendo reverencia-Y pierda cuidado. Me dijo Rika que estaba enfermo, pero me alegra saber que ya se ha recuperado nuevamente-decía sonriendo.
    -Sí, así es…-decía observando a Rika, mientras ella permanecía en silencio-Se ha encargado de mis cuidados estos días…-esbozando una encantadora sonrisa.
    -Por cierto Tomoyo…-sacando de su bolso dos tarjetas-Espero que asistas a nuestra boda-bastante apenada, mientras su prometido la tomaba de la mano-Estaríamos muy agradecidos si vas…-entregándole la tarjeta.
    -¿Se casarán…?-sorprendida- ¡Muchas felicidades!-bastante emocionada-Cuentas conmigo, no faltaría por nada del mundo a tu boda…-sonriendo alegremente-Además…estaría encantada de diseñar y confeccionarles su vestuario para un acontecimiento tan importante como éste. Tómenlo como un obsequio, por favor-decía muy contenta mientras ambos se sentían bastante avergonzados.
    -Pero Tomoyo…-
    -Señorita Daidoji…-
    -No acepto un no por respuesta…-con una risita pícara-Estaré muy feliz si aceptan mi regalo…-
    -¡Te lo agradecemos mucho!-decían ambos al unísono.
    -¡Muchas gracias a ustedes por aceptar mi regalo! Pues entonces podemos empezar cuando ustedes quieran. Estoy a su disposición-
    -Se lo agradecemos sinceramente…-sonreía feliz su antiguo maestro.
    -¡Muchas gracias Tomoyo!-decía Rika feliz y agradecida con su amiga-ahora solamente falta que llegue Sakura para decirle sobre nuestra boda.
    -¿Se refieren a Kinomoto? ¿Ella está aquí?-decía el profesor sorprendido.
    -Sí, ya que está ayudando al joven Tsukishiro con sus cosas para que mañana abandone el hospital, pero debo ir a avisarle que puede ver a Eriol en cuanto el doctor lo permita-sonriendo alegremente-Así que será una agradable sorpresa tanto para ella como para Eriol el volver a verlos.
    -¡Que bueno!-reía feliz la muchacha.
    - Iré a llamarla después de que el doctor me informe sobre lo ocurrido con él-.

    Se quedaron hablando animadamente hasta que el doctor de la habitación donde se encontraba Eriol salió para informar que ya podía regresar a su hogar.

    -Señorita…-llamando la atención de Tomoyo-El joven ya esta mejor y puede regresar a su casa. Le he dado algunas indicaciones para que pueda recuperarse favorablemente. Además ya di la autorización para que abandone el establecimiento. Si gusta puede ir a verlo-
    -Muchas gracias por todo, doctor…-
    -Descuide, estoy a su disposición… Permiso…-se excusaba para poder realizar sus labores.
    -Sí, claro…-asentía la joven.
    -¿Vamos? …-preguntaba Rika.
    -¡Por supuesto, vamos!-guiándolos hasta la habitación.

    Todos fueron a ver a Eriol, el cual se había sorprendido bastante con la presencia de su compañera de primaria y su prometido que venían a verlo-¡y era nada menos que su maestro de primaria!-, además de anunciar la boda de ambos. Más fue su sorpresa ante aquella noticia que le resultó tan agradable, aceptando encantado la invitación. Sakura luego se les unió y viendo a su antigua amiga de primaria se sintió feliz y la saludo animadamente al igual que a su antiguo maestro mientras no salía de su asombro ante la boda que anunciaron ambos.

    -¡¿Se casarán?!-decía bastante asombrada mientras sus amigos la observaban detenidamente.
    -A...Así es…-decía titubeante y apenada la muchacha temiendo que le desagrade la idea.
    -¡Muchas felicidades!-alborotaba feliz y emocionada mirando a los novios.
    -Nos alegra saber eso…-reía afablemente el futuro esposo de Sasaki.
    -Pues entonces solamente falta avisar a Chiharu y Yamasaki sobre nuestra boda-reía risueña Rika ante el alboroto de su amiga.
    -Me alegraría volver a ver a mi querido amigo Yamasaki…-riendo divertido mientras recordaba las mentiras que decían ambos.
    -Sería excelente volver a verlos-le seguía Tomoyo divertida como si le hubiera leído la mente.
    -Creo que sí…-decía Sakura recordando que siempre caía en sus juegos y una gruesa gota aparecía detrás de su cabeza al estilo anime.

    Todos reían al recordar a Yamazaki mientras charlaban amenamente recordando los viejos tiempos, después de haber tenido un día tan duro en aquel lugar.

    ……………………………

    Touya se encontraba en una de las grandes construcciones supervisando que todo se encontrara en orden-ya que él era un importante ingeniero-pero se encontraba bastante distraído y sin prestarle mucha atención a lo que hacía. Para su desdicha, recibiría la inesperada visita de Nakuru-ya que la habían asignado como nueva compañera para el proyecto que se estaba realizando-mientras Touya Kinomoto, justo en ese momento, se encontraba más aireado que nunca y sin la paciencia suficiente como para poder soportar la presencia de alguien más.

    -¡TOUYA!-decía eufórica y feliz la hermosa mujer al ver a Kinomoto mientras se aferraba a él.
    -Akitsuki…-decía hastiado de tan sólo verla-¿Qué haces aquí?-bastante malhumorado.
    -Llámame Nakuru mi querido…-riendo feliz-Pues me asignaron en este proyecto nuevo al igual que a ti-
    -¡¿QUÉ?!-decía más malhumorado que antes.
    -¿No es increíble? ¡Ahora podré verte todos los días!-soltando una carcajada sonora mientras todos los obreros y compañeros de aquel proyecto giraban a observarlo y él pedía que se lo tragara la tierra.
    -¡Ya déjame Nakuru!-sacándola de encima.
    -¡Me llamaste Nakuru!-emocionada y volviéndolo a abrazar.
    -¡Tengo cosas por hacer, así que ya DÉJAME!-esquivándose nuevamente de otro abrazo mientras los demás seguían observándolo y la incomodidad volvía al rostro del ingeniero.
    -¡¿QUÉ TANTO VEN?!-gritaba el joven mientras ahuyentaba las miradas de sus compañeros ya que sabían sobre su carácter tan peculiar.
    -No seas tan cruel Touya…-replicó Nakuru divertida ante tal escena.
    -¡¿PERO POR QUÉ TENÍAS QUE SER MI COMPAÑERA DE TRABAJO?!-decía colérico y a gritos. Ya bastante tenía con verla ese día, y más todavía de que sea SU compañera de trabajo.
    -¡Porque yo quería verte!-reía divertida ante el enojo del trigueño.

    Suspiró pesadamente Touya Kinomoto y se resignó ante la presencia inusitada de la hermosa mujer. La sola idea de tener que ver a Nakuru todos los días le había arruinado la mañana y más aún de saber que estaría pegado a él como un chicle. Era como si le hubieran echado un bote de agua fría al pobre hombre mientras su paciencia se terminaba en ese instante.
    Todo parecía ir bien para algunos y para otros ni tanto, pero mientras todos tenían sus propias preocupaciones el joven Li aún intentaba buscar la manera de volver a pisar Japón y de reunirse nuevamente con su hermosa cerezo-a pesar de haberla hecha daño- pensaba en ella de manera desesperada y sabía que tenía que volver a verla y darle una explicación a todo aquello con la esperanza de volver a tenerla junto a ella, además de ayudarla en aquella batalla; ya que él junto con la reencarnación del mago Lead y la antigua card captor, serían los anfitriones principales de semejante batalla por salvar el mundo de una terrible oscuridad.

    -Talvez pronto nos volvamos a ver…-pensó recordando el pasado y apreciando unos hermosos árboles de cerezo mientras su mente volaba imaginando la mirada dulce y serena de Sakura ante sí, abrazándola tiernamente sin dejar que nada ni nadie los vuelva a separar.

    Continuará…
     
  3.  
    compudescams

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    Re: Bajo la luz de la luna...[Sakura&Yue]

    hay que lindis!!!!me encanta ^^ que bien que yue este bien eso me alegra muchio muchio y mas todavia que ya pueda irse a casa estoy feliz y bueno tambien me alegra que eriol este bien y bueno
    mata ne!!
    atte:aayelen
     
  4.  
    merlina

    merlina Guest

    Re: Bajo la luz de la luna...[Sakura&Yue]

    Hola Pam!!!
    Gracias por avisar siempre ^^, la conti te quedo muy linda.
    Medio un poco de pena por Touya que va a tener que soportar a Nakuru,encuentro que ella es insoportable,pero eso si espero que Touya tenga otro encuentro con Tomoyo xD.
    Bueno Pam encuentro que hoy ando cero aporte asi que cuídate mucho y no tardes mucho en poner conti pliss .
    bye... amiga.
     
  5.  
    Pam

    Pam Usuario común

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    Bajo la luz de la luna...[Sakura&Yue]
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    Re: Bajo la luz de la luna...[Sakura&Yue]

    Capitulo XI

    Una sonrisa

    La mañana se volvía tediosa y más molesta a cada minuto que pasaba. El hijo de Fujitaka Kinomoto no podía seguir soportando a su nueva “compañera de trabajo” ya que estaba casi todo el tiempo detrás de él.

    -¿No crees que será maravilloso?-decía la joven mujer junto al hombre de cabellera oscura-Será estupendo poder hacer…-pero fue interrumpido por éste.
    -¡Por qué no se lo dices a otra persona!-espetó furioso el hombre y más colérico que nunca.
    -¡Pero Touya, querido!-decía melosa-No te enfades conmigo, solo quería…-
    -¡YA BASTA!-haciendo una breve pausa-Nos vemos Akitsuki, iré a resolver un asunto pendiente-dejándola sola.
    -¡Pero Touya…!-mirándolo asombrada y quedándose furiosa por el desplante que le había hecho el trigueño-¡No es justo!-chilló.
    -¿No cree que debe dejar en paz al joven Kinomoto?-sorprendiendo a la muchacha, además de haber visto lo ocurrido-Quería invitarla a cenar señorita Akitsuki, si usted gusta…por supuesto-decía galantemente un joven de unos años mayor que esta.
    -Lo siento joven Fa, pero tengo muchas cosas que atender…nos vemos-retirándose del lugar a toda prisa.
    -Si…intentando atrapar al joven Kinomoto-bufó el hombre por lo bajo.
    ……………………………..

    -¡Listo!-decía emocionada la muchacha después de terminar su labor.
    -Agradezco mucho tu ayuda Sakura…-sonreía feliz el joven de mirada gris-También estoy agradecido contigo Kerberos…-
    -Descuida…si sigues recompensándome con más pedazos de pastel, ayudaré con mucho gusto…-afirmó el osito amarillo para luego meter un bocado de pastel de fresa en la boca.
    -¡KERO!-decía exaltada la maestra de cartas-¡Como eres! ¡Sólo piensas en comer!-decía bastante avergonzada.
    -Descuida Sakura…-reía ante lo dicho por la bestia-Sé que le gusta mucho los dulces…-observando la cara de felicidad del guardián.
    -¡Es un GOLOSO!-replicó molesta ante su actitud obsesiva por los dulces-Lamento mucho haberme tardado en regresar hace rato… ¡Pero es que mi amiga Rika se casa!-decía emocionada y feliz.
    -¡Que buena noticia!-exclamó el joven-Pero no te sientas mal por eso Sakura, me has ayudado mucho y estoy eternamente agradecido contigo, además de estar agradecido con toda tu familia por cuidarme-esbozando una dulce sonrisa.
    -Mi familia y yo te estimamos mucho Yukito-mirándola contenta-Además de que formas parte de ella…-reía feliz.
    -Muchas gracias-decía el ingeniero y amigo de la joven cerezo.
    -¡Hola Yuki!-entró el joven a la habitación sorprendiendo a los presentes.
    -¡Touya!-
    -¿Hermano?... ¿acaso no deberías estar en el trabajo a estas horas?-observando el entrecejo fruncido de éste.
    - ¡Ni me lo recuerdes!-espetó furioso el joven-Akitsuki me estuvo molestando todo el día hoy, y más ahora porque es mi compañera de trabajo… ¡Justo a mí me tenía que suceder!-decía más enfadado que antes.
    -¿Es nuestra compañera?-inquirió dudoso el joven de mirada gris.
    -Si…-respirando profundamente para luego dejarse caer en el sofá.
    -Creo que la verás más a menudo…-decía la hermana del trigueño con una enorme gota sobre la cabeza.
    -Mejor no le recuerdes eso…-le mencionaba por lo bajo el joven Tsukishiro mientras Touya fruncía más el entrecejo de tanto fastidio por saber que Nakuru Akitsuki estaría cerca de él.

    Justo en ese momento aparecía llegando Tomoyo Daidoji quien se dirigía a la habitación donde se encontraba Sakura para avisarle sobre el vestuario que le confeccionaría para la boda de Rika Sasaki-cosa que le emocionaba más que nunca- y que tenía que acompañarle para tomar sus medidas. Al estar frente a la puerta de la habitación, dio unos leves golpes en el mismo y al escuchar que la invitaban a que pase, se adentró lentamente hasta el lugar y apenas dentro, se encontró con nada más y nada menos que el rostro de Touya Kinomoto observando asombrado su llegada tan repentina.

    -¡Joven Kinomoto!-decía exaltada la diseñadora al verlo nuevamente-No pensé que estaría aquí…-decía visiblemente avergonzada.
    -Yo tampoco pensé que estaría todavía aquí…-decía seriamente, pero denotando un brillo especial al verla.
    -¿Viniste a buscar a Sakura?-decía Yukito salvándola de la situación.
    -Así es…-decía casi de manera inconciente y agradeciendo ese gesto eternamente-Necesitaba que me acompañes más tarde para tomarte las medidas y poder confeccionarte un vestido para la boda-dirigiéndose a Sakura entre emocionada y aturdida.
    -Es…está bien…-decía apenada recordando las tantas veces que le confeccionaba sus trajes cuando era niña-Te alcanzaré más tarde en tu oficina…-decía carraspeando bastante apenada.
    -¿Pero de que boda están hablando?-decía Kinomoto al captar después de varios minutos la conversación de las jóvenes.
    -Es que una amiga de Sakura se casará…-contestaba afable el amigo de éste y riendo divertido ante la actitud de su amigo y de la joven diseñadora.
    -Pues nos vemos entonces Sakura…-sonriendo-Te estaré esperando…-y se despidió de los demás cortésmente a pesar de que seguía bastante nerviosa con la presencia de Touya, cosa que no pasó inadvertido para el joven de mirada gris.

    Salió bastante angustiada de aquella habitación, aún seguía tensa a pesar de no haber charlado mucho con el hermano de su amiga. Camino a pasos largos hasta la salida y cuando llegó hasta la parte trasera del hospital, se quedó parada pensando en muchas cosas; se sintió tan avergonzada y ridícula ante esa persona, se sentía como una estudiante de secundaria nuevamente. Pasaban mil cosas por su mente mientras ella recordaba ese beso tan cálido y hermoso que había recibido y oprimía con una mano la cabeza intentando comprender lo que había hecho.

    La tarde pasó rápidamente para sorpresa de todos. Sakura había ido a ver a Tomoyo para que le tomara las medidas y poder confeccionarle un hermoso vestido para la ocasión. Sakura aún se sentía avergonzada de que Tomoyo Daidoji siempre le este confeccionando sus atuendos, pero sabía que la dejaban feliz, además de que la amatista nunca la dejaba hablar, ya que no aceptaría un no por respuesta.

    -Con esto podré confeccionarte en breve tu vestido-reía feliz la muchacha.
    -Pero no era necesario que lo hicieras Tomoyo-agregaba su amiga bastante apenada.
    -¡No me digas eso Sakura!¡Tú sabes que me encanta poder confeccionarte tu ropa!-decía feliz.
    -Así es-reía aún apenada.
    -Pues ya tengo en mente un modelo…Estoy segura que te encantará-suspirando emocionada.
    -¿Tan pronto?-inquirió presurosa ante lo que había dicho su interlocutora.
    -Si-
    -¡Hola Sakura!-reía feliz Sonomi Daidoji al ingresar a la oficina de su hija.
    -¡Buenas tardes!-saludándola amablemente como de costumbre.
    -No sabía que tenías compañía hija…Me alegra verte Sakura-rió.
    -También estoy feliz de verla-decía contenta.
    -Pero dime… ¿a qué se debe tu hermosa visita a la empresa?-
    -Es que una antigua compañera de primaria se casará pronto y Tomoyo…-
    -Y yo le confeccionaré un hermoso vestido para esa ocasión-inquirió más que emocionada la joven.
    -¡Que buena noticia!-con una hermosa sonrisa en el rostro-Te quedará hermoso el vestido, estoy segura… Eres tan bella como mi querida Nadeshiko-reía melancólica al recordarla-Era una modelo muy hermosa-mirándola feliz.
    -Si…-decía la hermosa cerezo recordando a su madre.
    -Son recuerdos tan hermosos…pero les dejaré que continúen su plática-dirigiéndose hacia la puerta-Por cierto hija, no olvides de darme los documentos para finalizar la compra de aquellas acciones-
    -Esta bien mamá, te las daré después…-con su habitual sonrisa.
    - Me alegra saludarte Sakura…nos vemos-abandonando el lugar con una hermosa sonrisa en el rostro.
    -Igual yo…hasta pronto-despidiéndose alegremente-Tu madre es muy amable conmigo…-rió la muchacha.
    -Guarda los mejores recuerdos de tu madre y de tu familia…-afirmó su amiga.
    -¿De verdad?-
    -Sí…apreciaba mucho a tu madre, era como una hermana para ella-comentaba-Se sintió complacida al saber que ella vivía feliz junto a tu padre-sonreía ella mientras la cerezo se sumergía en sus propios recuerdos-Aunque le fue difícil aceptar aquel acontecimiento…-recordando el carácter posesivo de su madre-¿Sakura?-mirándola asombrada para luego sonreír al ver su rostro de felicidad.
    -¿Eh?...-mirándola un poco extrañada-¡Ay! Lo lamento Tomoyo…es que sólo…-
    -Lo sé-decía tranquila-Estabas recordando a tu madre-
    -Sí…-decía admirando el cielo a través del amplio ventanal-A veces la extraño…pero mi hermano y mi padre me han ayudado en todo, y me siento feliz de no estar sola en casa-admitió sonriendo-Pero a veces Touya me sobreprotege demasiado…-con una gota en la cabeza-Pero es porque no quiere que me suceda nada malo…mi padre me lo recuerda siempre-dijo al fin.
    -Touya…-repitió por lo bajo la muchacha para luego percatarse de lo que había dicho.
    -¿Decías algo Tomoyo?-
    -No…no…-decía asustada pensando que había oído lo que dijo-Sólo que estaba pensando que tu familia te dio mucho amor Sakura y que a pesar de que extrañes a tu madre, debes recordar que ella siempre te guía en todo momento-

    Ella asentía en silencio esbozando una sonrisa ante lo dicho por su amiga, mientras era observada por una hermosa mujer de cabellos ondulados y sonreía feliz al ver a ambas jóvenes; pero esta había pasado inadvertidamente ante los presentes.
    Seguían charlando animadas las dos jóvenes hasta que llegó la hora en que Sakura debía marcharse a su casa. Tomoyo finalizó su labor, le entregó los documentos a su madre y fue a su departamento privado-ya que a veces iba allí para pensar y estar alejada de su enorme mansión-y de camino hasta allí se quedó pensando en lo que había pasado en el hospital y lo que había sucedido específicamente esa mañana. Se adentró en el edificio y subió hasta llegar a su departamento. Entró dentro de la habitación, cerró la puerta tras de sí y dejó a un lado de una mesa un portafolios lleno de papeles importantes de la empresa junto con sus llaves. Aún estaba a oscuras la habitación y se quedó parada admirando el lugar iluminado con la luz natural de la luna que se colaba en el amplio lugar; se sentía aún muy avergonzada por lo que había hecho y quería entender porque razón no esquivó aquel beso que le había proporcionado ese joven.

    -¿Por qué permití que sucediera eso?-se reprochaba a sí misma por su actitud incorrecta mientras permanecía sentada en el amplio sofá de su departamento y cerraba los ojos por unos instantes para luego sentir que alguien le proporcionaba un cálido abrazo.
    -¿Qué sucediera que?-inquirió dudoso un hombre, unos años mayor que esta, abrazando a la muchacha delicadamente.
    -Eres tú...-afirmaba aturdida abriendo desmesuradamente sus ojos por el susto que había recibido-Pero… ¿cómo entraste?-aún sorprendida por su hazaña.
    -Creo que eso no tiene mucha importancia ahora…-mientras ella se giraba para observarlo de frente.
    -Pero…-intentaba articular algunas palabras que se quedaban ahogadas en su garganta mientras sentía nuevamente esa fuerza que la impedía reaccionar.
    -No digas nada…por favor…-posando su dedo sobre los labios de la muchacha impidiéndole hablar-Ahora no son necesarias las palabras…-
    -(…)-quedando en silencio, mientras el hombre se dirigía en su dirección y la tomaba del talle delicadamente y la estrechaba de manera amorosa y sentía el cuerpo de ella estremecerse al tenerla tan cerca de él.

    Se quedaron así durante varios minutos en silencio, abrazados y sin decir nada más. Sentía como su pecho se llenaba de felicidad estando acomodada en los brazos de aquel hombre; él por su parte feliz de tenerla cerca, de poder sentir su aroma a rosas y ella de poder volver a verlo y de sentir que era correspondida a ese sentimiento. La observó nuevamente, contemplando su rostro pálido, ligeramente ruborizado y sus labios color carmín denotando una encantadora sonrisa.

    -Creo que con sólo estar a tu lado por un instante será suficiente…-agregaba tranquilo el hombre ante la sorpresa de la diseñadora mientras la tomaba de la barbilla para observar sus hermosos ojos y sus rostros quedaban nuevamente a centímetros de distancia.

    Ambos estaban perdidos en la mirada del otro, como si observaran el más profundo mar con su infinita belleza, mientras la luz sacaba a relucir la más bella noche que ambos hayan presenciado. Tomoyo se sentía feliz nuevamente, mientras que él se quedaba embelezado en la hermosura, sencillez y ternura que demostraban sus ojos y todo su ser.

    -Me alegra saber que estas aquí-decía lentamente mientras éste se acercaba a ella y sus labios se fundían en un apasionado y profundo beso.
    -¡¿Tomoyo?!, ¡¿Tomoyo?...¡Hija!-repetía incansable la madre de la amatista.
    -¿Mmm?...-dibujándose una sonrisa en su rostro sin abrir los ojos siquiera.
    -¡¿Despierta hija?!-repetía nuevamente Sonomi Daidoji.
    -Pero... ¿qué sucede?-abriendo sus ojos lentamente y fregándolos para poder fijar su mirada en el rostro desesperado de su madre.
    -¡Gracias al cielo hija!-abrazándola tiernamente-Pensé que te había sucedido algo…-con sus ojos llenos de lágrimas-Repetías un nombre a cada instante que no alcancé a oír bien y me preocupaste mucho-afirmó con rapidez mientras ella intentaba entender lo que pasaba-Además de que no despertabas nunca-decía exasperada la mujer junto a ella.
    -*¿Pero qué estaba soñando?*-mirando a su madre y observando que la mañana había llegado rápidamente y que aún seguía sin entender lo sucedido-¿De verdad no recuerdas el nombre que había repetido con continuidad?-temiendo lo peor al recordar su sueño nuevamente y comprender la reacción de su madre.
    -No…solo lo susurrabas-mirándola con angustia-¿Te sientes bien hija?... Es que no entiendo porque me preguntas eso a estas alturas del campeonato…-frunciendo el entrecejo preocupada y afligida-Ni te imaginas el susto enorme que me llevé cuando tus guardaespaldas me dijeron que seguías aquí encerrada, además de no encontrarte en la empresa…-
    -¿Q-qué horas son?-preguntaba un poco nerviosa ante aquel comentario.
    -Ya es casi hora del almuerzo…-
    -¡¿Qué?!-bastante asustada-¡Oh madre! Lo siento tanto…yo no quise…-
    -Lo importante es que estas a salvo…-aferrándose a su hija como nunca antes lo había hecho-
    -Estoy bien mamá…No te preocupes, estoy bien-comprendiendo la reacción de su madre-Lamento mucho haberte asustado así…-abrazándola amorosamente.
    -Descansa hija…Es mejor que te des unas vacaciones, haz trabajado lo suficiente en la empresa y te mereces un descanso…-sonriendo más tranquila-Te he estado presionando mucho con la campaña y con la compra de…-
    -Descuida mamá…No es culpa tuya, además a mi me encanta mi trabajo y tú lo sabes, no creo que sea por esa razón que no haya despert…-siendo interrumpida por su madre.
    -Lo es hija, es muy necesario que tengas vacaciones, ya que no has descansado nada estos últimos tres años…-con pesar-Ya esta dicho, tendrás tus vacaciones y dispondrás de tiempo para ayudar a tus amigas con la boda…¿de acuerdo?-
    -Pero…-
    -Nada de pero hija… ¿de acuerdo?-
    -De acuerdo…-dedicándole una dulce sonrisa.
    -Será lo mejor para ti-reía más aliviada que nunca.

    ………………………….

    Sakura se sentía más que feliz por la recuperación parcial del joven Tsukishiro-ya que por fin regresaba nuevamente a su hogar-pero como estaría sólo allí, su familia se ofreció a que se quedara en su casa mientras se recuperaba en su totalidad. Así que él se quedó con la familia Kinomoto, disfrutando de la calidez de un hogar. Todos estaban animados con su presencia y disfrutaban de su almuerzo amenamente…o talvez no tanto.

    -¿Qué opinas del almuerzo?-preguntaba la antigua card captor al joven Tsukishiro.
    -¡Está delicioso Sakura! Te haz vuelto toda una experta cocinando…-sonrió feliz el joven.
    -¡Muchas gracias!-reía feliz y complacida ante el cumplido.
    -Debes tener cuidado Yuki…talvez el monstruo envenenó tu comida y llegues a empeorar por su culpa…-en tono de burla y mirando a su hermana mientras esta la observaba con una mirada asesina y le daba una pisoteada en el pie bajo la mesa.
    -Yukito no opina lo mismo, ¿verdad que no?-mirando al joven mientras este asentía sonriendo y observaba el rostro de su hermano estrujándose de dolor.
    -No se puede esperar tanto de un monstruo-espetó furioso-Con una comida tan horrenda…-dijo burlescamente, mientras los presentes tenían una gota sobre la cabeza y la maestra de cartas cambiaba su expresión serena a una de ira.
    -¡¿Qué dijiste?!-levantándose de la mesa de golpe.
    -¡No le digas eso a Sakurita!-defendió valientemente a su dueña el pequeño oso mientras el joven lo observaba molesto.
    -Gracias por defenderme Kero-sonrió feliz la muchacha-Ten más comida…-sirviéndole más a Kerberos mientras este se sentía feliz.
    -Si sigues comiendo así, explotarás…-riendo maliciosamente al ver su pequeño rostro lleno de ira por tal comentario.
    -¡¿Cómo te atreves?!-gruñó bastante enojado el pequeño mientras su dueña intentaba detenerlo y Touya seguía burlándose y comenzar nuevamente la riña entre ambos que acabaría después de varios minutos.
    -¿Quieres un poco más Yukito?-preguntaba con una sonrisa el señor Fujitaka ofreciéndole más camarones e intentando dejar de lado la escena que se presenciaba-Porque creo que tardarán un poco en terminar la discusión…-con una gota en la cabeza.
    -Creo que sí…-sonriendo y sirviéndose un poco más de comida.

    Después de terminar su almuerzo-aunque haya sido una dura batalla-fueron todos a descansar. Sakura regresó nuevamente a su habitación-después de terminar el quehacer-se recostó en la cama intentando asimilar lo que ocurría a su alrededor. Se sentía débil y sin fuerzas por dentro, ya que ni siquiera podía contar con la persona que ella amaba y que la comprendía mejor que nadie en el mundo. A pesar de que Kerberos estaba concentrado en sus videojuegos intentando romper un nuevo record ella sólo se quedó en su ensimismamiento sin que éste se percatara de ello y dejándolo divertirse como de costumbre.

    -*Aún no he podido olvidarte, a pesar de que haya pasado el tiempo*-pensaba ella cerrando los ojos y quedando profundamente dormida mientras el sueño comenzaba a tomar color y claridad ante sus ojos.

    Se encontraba observando un árbol de cerezos en flor que había aparecido de la nada y se acercaba lentamente hasta él. Al llegar junto al árbol, se queda parada contemplándolo detenidamente hasta que siente unos cálidos brazos que la rodean tiernamente, siendo tan familiares para ella y al mismo tiempo tan ajenas para sí.

    -Siempre estaré a tu lado…jamás estarás sola…-afirmaba tranquilamente la figura masculina susurrándole al oído bien bajito-Mi corazón sólo late por ti y vive para ti-estrechando más el abrazo mientras ella se enternecía ante aquellas palabras.

    Al intentar ver el rostro de aquella persona, esta desaparece mientras ella intenta saber quien es y comienza a buscar a esa persona por todo el lugar. Sin rastros de ella se siente un poco triste por no volver a verlo, hasta que de pronto oye una voz muy distinta a la que había oído minutos antes.

    -No olvides de luchar ante las adversidades que se presenten. En breve la oscuridad se desatará y deberás estar preparada para lo que se presente.

    Pero en ese instante una oscuridad se apodera del lugar y despierta repentinamente observando su habitación a oscuras. Ella se pone de pie y observa a su guardián profundamente dormido, mientras la luz de la luna iluminaba con su tenue luz la noche tan pacífica que se presenciaba ante sus verdes ojos.

    -Creo que me dormí bastante…-se dijo para si misma observando su reloj que marcaban las 12:30 de la noche.

    Se desperezó un poco y salió silenciosamente de la habitación y bajo las escaleras hasta llegar a la cocina. Tomó una rebanada de pastel y se sentó en una de las sillas que se encontraba junto a ella e intentó recordar nuevamente aquel sueño.

    -Me pregunto quien era esa persona…-recordando el cálido abrazo que le proporcionaba en aquel instante tan mágico para ella-Fue tan…tierno-sonriendo levemente-Si tan sólo pudiera verlo…-observando el pastel con un dejo de tristeza para luego alzar la mirada y encontrarse con su guardián.
    -Pensé que era Kerberos y por esa razón vine hasta aquí…-observando el rostro delicado de su interlocutora-Buenas noches…-dijo de manera automática y pasiva el ángel mientras se giraba lentamente a pesar de su estado para regresar de donde había venido.
    -No te vayas Yue…-mientras se ponía de pie y se acercaba a él-Por favor…-volviéndose y encontrándose con la mirada dulce y pacífica de su maestra, mientras ella acortaba la distancia entre ambos.
    -¿Necesitas algo?-inquirió dudoso sosteniéndole la mirada.
    -Creo que yo debería preguntarte eso…-decía avergonzada y levemente ruborizada-Me siento aún culpable por…-
    -Yo estoy para protegerte…-con su mirada decidida-Esa es mi misión…-con su habitual tranquilidad.
    -Pero tanto tú como Kerberos necesitan de alguien que cuide de ustedes…-observando el rostro sorprendido de su guardián.
    -Fuimos creados para proteger a nuestro amo y a las cartas mágicas de cualquier peligro en el que se encuentre…-observando el rostro de su maestra-Y agradecemos todo cuanto nos has dado y por tus atenciones para con nosotros maestra-con un brillo particular en su mirada-Y estamos más que agradecidos por habernos premiado siempre, cada día…con su pres…-callando repentinamente al darse cuenta de los disparates que iba a decir.
    -No te calles…continua…-observando su rostro inexpresivo-Por favor…-
    -Ya es tarde maestra, debería descansar…-intentando esquivar la profunda mirada de esta.
    -Lamento haberte presionad…-
    -Nunca lamentes nada maestra…-tomándola de la barbilla de manera automática-La persona que debe lamentar todo esto…-adoptando su postura seria nuevamente y callando sus sentimientos reprimidos al recordar quien era él en realidad y saliendo del lugar silenciosamente.
    -*¿Por qué callaste?*-inquirió su otra identidad ante lo ocurrido.
    -*Yo no puedo permitirme este sentir…nunca debe saber este sentimiento*-contestó presuroso para luego sentir una cálida mano posarse en su brazo.
    -Yue… ¿qué sucede?-mirándolo confundida y sin comprender nada-Si tienes algo que decirme, por favor dímelo…Quisiera ayudarte de alguna manera…-mirándolo suplicante como si fuera una pequeña niña.
    -Me has ayudado mucho…-esbozando una leve sonrisa que apareció después de tantos años ante los ojos de su dueña-Y estoy eternamente agradecida contigo por ese gesto-
    -A veces siento que me ocultas algo…-posando su mano sobre su rostro-Pero creo que sólo es imaginación mía…-sonriendo-Gracias por regalarme esa hermosa sonrisa…la guardaré conmigo siempre-observando tiernamente al ángel halado para luego abandonar el lugar y dejarlo sólo nuevamente.
    -Y yo guardaré la tuya…siempre-susurró por lo bajo y se dirigió nuevamente a su habitación.

    La maestra de cartas subió un poco perturbada a causa de la reacción de su guardián. A pesar de seguir con ese pensamiento de que él ocultaba algo que no quería compartir con ella, se sintió triste, pero sabía que él también tenía derecho de guardar y mantener sus sentimientos en el fondo de su ser, en secreto. Con tales pensamientos, volvió a su habitación y contempló el cielo desde su ventana y permaneció allí durante toda la noche recordando la otra parte de su sueño.

    -*Ojala esa oscuridad pronto acabe…no soportaría ver a este mundo rodeado de oscuridad…no otra vez…*-

    Continuará…
     
  6.  
    compudescams

    compudescams Usuario común

    Acuario
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    Pluma de
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    Re: Bajo la luz de la luna...[Sakura&Yue]

    hola!! pues, yo queria que Yue se le declarara
    Sabri: verdad, amo a Yue
    Tk: oye!! (dice celoso)
    Aye: y a ti tambien ^^
    Kari: oye!! (dice celosa)
    Tk: lo que pasa es que... me voy a la filmación del especial ja ne!! (se va corriendo)
    Sabri: de todas maneras lo atraparemos para la filmacion, mejor vuelve al cap
    Aye: verdad, Yue porque no te le declaráste?? yo queria que se declarase me encantan los fics de Sakura y Yue
    Sabri: hay ya quiero que Yue se declare!!!
    mata ne!!
    atte:ayelen
    PD: espero que puedas continuarlo pronto, y sorry por la pelea
     
  7.  
    merlina

    merlina Guest

    Re: Bajo la luz de la luna...[Sakura&Yue]

    Hola
    kamoresta continuación te quedo muy linda, pero por que tubo qe ser sólo un sueño el de Tomoyo. Me parecio divertido que Touya reaccionara asi con la presencia de Tomoyo.
    Bueno Pam espero que tengas una feliz navidad, cuídate mucho ^^. Espero que puedas poner una conti pronto xD.
    bye...
     
  8.  
    Tomoee

    Tomoee Elfases de los bosqueses Espectroses Comentarista destacado

    Virgo
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    Re: Bajo la luz de la luna...[Sakura&Yue]

    hola


    me acabo de leer todo tu fic y dejame decirte que me ha gustado bastante, y mas por que siempre me gusto la pareja de sakura y yue jojo bueno todas pero no se es una fasinasion, pobre deja su amor para protegerla o y el ese mago cuanto poder obtubo omg eso si que estubo bueno, al igual que todo lo demas.


    ojala y pongas la conti pronto que me ha gustado


    te cuidas mucho sayonara:ANYWORD:
     
  9.  
    Pam

    Pam Usuario común

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    Bajo la luz de la luna...[Sakura&Yue]
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    Re: Bajo la luz de la luna...[Sakura&Yue]

    Muchas gracias a todas por sus comentarios. Les aviso que colocaré esta semana la continuación, ya que no he podido antes por mis estudios y porque estaba realizando los arreglos necesarios para que quede mejor (ya que encontré varios errores en los anteriores).
    Lamento haberlas hecho esperar mucho, sólo les pido un poco de paciencia.
    Abrazos para todas.
    Bye...
     
  10.  
    Rentaro

    Rentaro Iniciado

    Virgo
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    Re: Bajo la luz de la luna...[Sakura&Yue]

    me acavo de terminar de leer tu ficf, y esta muy bueno!!

    Eso de Tomoyo con Touya...
    Un chico algo mayor con una jovencita...
    Sonomi va a sufrir, la historia de Nadeshiko se repita, pero haora con su hija y el hijo de Fujikata ^^
    Siguela pronto!!!

    Bye!
     
  11.  
    Pam

    Pam Usuario común

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    Bajo la luz de la luna...[Sakura&Yue]
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    Re: Bajo la luz de la luna...[Sakura&Yue]

    Capitulo XII

    Un amor perdido

    La mañana se acercaba con rapidez mientras los sueños desaparecían, trayendo a la realidad al joven. Despertó un poco aturdido a causa de los recuerdos que aparecían como ráfagas de viento y se disipaban en instantes. Se colocó sus gafas en medio de la oscuridad y se dirigió hasta su despacho esperando a que llegara la hora del desayuno, mientras leía unos documentos que había guardado durante varios años y se informaba un poco más sobre el mismo recuerdo que lo atormentaba siempre.

    -Ese anciano era Tsu Yang, el Hechicero Negro -dijo pensando en voz alta mientras los recuerdos regresaban lentamente.- Él me dejó a cargo de esos documentos, pero para llegar a obtener el máximo poder de esta magia se necesitaba… -hizo una pausa al recordarlo-, ¡de las cartas mágicas! Necesita…el poder de Sakura -.

    Recordando todo en su momento, bastante angustiado comprendió al fin las intenciones de aquel sujeto ya que Sakura en estos momentos necesitaba practicar bastante para aquella batalla en la que estaba en juego sus poderes y el universo entero. Aún seguían difusos los recuerdos, pero rememoró lo suficiente como para poder partir de allí y averiguar más sobre el Hechicero Negro y Kioshi Tsugawa. Sin más se dispuso a realizar una llamada al extranjero.

    -Buenos días… -decía Eriol desde el teléfono.- Lamento las molestias… -recordando que aún era muy temprano- ¿Podría comunicarme con Li Shaoran, por favor? -.
    -Enseguida le comunico con él -contestaba el señor Wei del otro lado, encaminándose a la habitación de este.
    -Sí, ¿diga? -contestaba Shaoran presuroso.
    -Soy yo amigo, Hiraguisawa -contestaba afablemente el joven.
    -¡Eriol! ¡Qué sorpresa! –repuso alegre.- Y dime, ¿Cómo has estado? -.
    -Estoy bien, pero las cosas aquí se han complicado bastante con el hechicero -contestaba mecánicamente.
    -Lo sé…Yo tenía en mente buscar una solución -decía con pesar-, pero aún sigo investigando -.
    -Recordé sobre un amigo que tuvo Clow en el pasado, pero aún así hay cosas que no encajan -.
    -Supongo que te refieres a Tsu Yang, el Hechicero Negro -recordando sobre aquellos documentos y pergaminos antiguos que había consultado con anterioridad -.
    -¿Cómo se apoderó de toda aquella magia…? -pensando nuevamente en el pasado- ¿Cómo pudo suceder eso? -.
    -Sé que hubo una batalla después que Clow adquiriera aquella valiosa información que atraía la atención de varios ambiciosos -afirmó.
    -¿Una batalla? -comenzando a rememorar algo y sintiéndose nuevamente endeble. -Sí. Luego de que Tsu Yang le confiara esos documentos, él había muerto y aquella magia quedó encerrado en las profundidades del río Irtysh… -comentaba el joven chino mientras un silencio repentino lo dejó inquieto- ¿Estás ahí, Eriol? -preguntaba inseguro.
    -Sí…lamento haberme quedado en silencio –disculpándose por ello, ya que se sentía como si le afectara de manera brusca el pasado.
    -¿Te encuentras bien? -bastante angustiado.
    -Estoy bien…prosigue con toda la historia, por favor -.
    -De acuerdo -haciendo una breve pausa.- Después de aquella batalla, tan sólo una parte quedó allí, los poderes de la luz quedaron encerrados en aquel río y la oscuridad quedo encerrado en la Torre de Tokio -.
    -La Torre posee un poder sorprendente. Es el centro de la magia que mantiene en equilibrio el universo… -observando al sol que se adentraba en su despacho.
    -Aún me faltan muchas informaciones al respecto… -con el entrecejo fruncido-, pero quería pedirte un favor -.
    -¡Claro! Dime de que se trata -.
    -Las informaciones restantes que consiga el día de hoy quisiera que los analizaras conmigo en el departamento que tengo en las afueras de Tomoeda -observando los árboles de cerezo a través de la ventana-, y no quiero que los demás se enteren que he vuelto. En especial Sakura… -apretando los puños.
    -Descuida, nadie sabrá de tu regreso… -mencionó-, ¿a qué hora nos veremos? -.
    -A las 10:00 a.m. en el aeropuerto, así después vamos directamente hasta allí -.
    -Entonces te veré en un par de horas… -.
    -Sí… -dando por terminada la comunicación.

    La reencarnación del mago quedó bastante pensativo por la actitud de su amigo y más aún por ocultarle a Sakura sobre su llegada a Japón. Caminó en dirección a su habitación para asearse. Luego de finalizar, fue al comedor diario a desayunar solo. Al término del mismo recogió su maletín dispuesto a marcharse.

    -Has madrugado esta mañana Eriol -sonreía ampliamente la hermosa mujer a sus espaldas.
    -Aún tengo cosas pendientes por resolver, Kaho -abriendo la puerta lentamente.
    -Recibirás una sorpresa, pero talvez no sea muy agradable -decía seriamente.
    -Espero que no se inquieten Ruby y Spinel por ello. No quiero que se preocupen por nimiedades…-sonreía como de costumbre.
    -No se enterarán de esto, no te preocupes -mirándolo angustiada.- Ve con cuidado Eriol, por favor -.
    -Estaré bien… -.

    Salió con tranquilidad de su penthouse, pero su mente seguía el trayecto anterior. Al llegar hasta su trabajo, fue solucionando los pendientes que tenía en el día y llegado las 9:30 a.m. abandonó el edificio y fue junto a su amigo hasta el aeropuerto -tuvo que salir antes, ya que quedaba media hora en automóvil- así que su chofer privado lo llevó hasta su destino.
    Una vez allí, pudo divisar a su amigo Shaoran junto con el señor Wei. Quedó bastante contento de volver a verlo después de tanto tiempo, ya que él no lo volvió a ver desde que terminaron la primaria.

    -Bienvenido mi amigo. Espero que hayas llegado bien -sonreía afable-. Bienvenido señor Wei, me alegra volver a verlo -decía cortésmente.
    -Muchas gracias joven Hiraguisawa -sonreía Wei junto a Shaoran.
    -Me alegra volver a verte –mencionó contento el otro.
    -Lo mismo digo -sonriendo- ¿Nos vamos? –propuso Eriol.
    -Claro-.
    -Por favor Peter, encárgate del equipaje del joven -dirigiéndose a su chofer.
    -Enseguida joven, Hiraguisawa -.
    -Pero no es necesario Eriol yo… -interrumpiéndolo su interlocutor.
    -Él nos llevará hasta tu departamento, además no es molestia ya que sabré donde queda -sonreía animado.
    -Le agradecemos su cortesía -decía Wei.
    -Gracias –sonreía apenado Shaoran.
    -No es nada -caminando en dirección a su automóvil de uso diario, en este caso una Mercedes-Benz del año, en el cual se marcharían hasta el departamento de su amigo.

    Llegaron después de una hora, porque dicho departamento quedaba en Kyoto. El chofer bajo el equipaje de Shaoran y Wei, en tanto ellos se ocupaban de mostrarle el camino a Eriol. Al llegar y acomodarse en dicho local, Shaoran no perdió tiempo y trajo unas cuantas fotografías un poco antiguas.

    -Quiero que veas esto –entregándole dichas fotografías.- Estas fotos los recibí hoy en la mañana. Es el talismán y el adorno de cabello que estaban en las profundidades del Irtysh. Talvez lo conozcas –notando el asombro de su acompañante.
    -Pensé que no volvería a ver esto -observando detenidamente aquella fotografía donde estaba el adorno de cabello.
    -Fue sellado con el poder de las aguas. La magia del anciano representa el talismán y el otro objeto pertenece, si no mal recuerdo, a una mujer a la cual enfrentamos con Sakura –quedando pensativo.- Era extraña la manera en que reaccionaba… -murmuró.
    -¿Por qué lo dices? –preguntó sin observarlo.
    -Se quedó pasmada al ver la manera en que Sakura y yo manejábamos las cartas Clow sin ninguna dificultad -.
    -¿Y por qué te pareció extraña su reacción? –reiteró nuevamente.
    -Mencionaba a Clow… -observando unos documentos que tenía frente a si-. Quería verte, Eriol -.

    El silencio reinó al oír aquello. Shaoran lo observó fijamente al notar su seriedad sin entender lo que ocurría.

    -¿Sucedió algo entre Clow y ella en el pasado? –cuestionó.
    -Cuando Clow vivía en Hong Kong, Madoushi era también una hechicera capaz de leer la fortuna en las aguas –manteniendo la vista en el objeto que perteneció a ésta -, poseía unos poderes sorprendentes. Era la hechicera más poderosa y más famosa de Hong Kong. Pero cuando Clow llegó, sus presagios eran cada vez más acertados e hizo que desprestigiara a la joven hasta el punto que le tomó un cierto odio e intentó desafiarlo, aunque el siempre se negaba… - sintiendo una aflicción en el pecho al rememorarlo.
    -¿Cómo se conocieron? –demostrando cierto interés en dicha historia.
    -Ella vivió antes cerca del río Irtysh y después fue a vivir en Hong Kong, en el Templo Qin Shi, donde Clow había ido cierta vez, aunque había oído de cierta hechicera con poderes mágicos elevados… -.


    Flash Back

    En el Templo Qin Shi, Clow había ido en búsqueda de información para realizar su hechizo. Estaba decidido en averiguar sobre ciertas cosas en las que tenía interés. Al llegar allí, fue recibido por un anciano, el cual le había dado la información necesaria además de querer presentarle a su nueva inquilina.

    -Agradezco mucho su ayuda –haciendo reverencia-, con esto será más que suficiente –teniendo en sus manos varios libros.
    -Acompáñeme –dijo cortante caminando en dirección al jardín.

    El lugar era enorme y con un jardín tan hermoso que transmitía mucha paz y armonía. Estaba repleto de árboles, flores y plantas diversas que embellecían aquel ambiente. A lo lejos encontraron un pequeño aljibe, el cual estaba rodeado de verdes árboles y plantas, y junto a el, se encontraba sentada una hermosa joven de cabellera oscura, con una túnica larga de color rojo con símbolos chinos, percibiendo que era una persona con grandes poderes mágicos. El anciano se detuvo quedando a unos metros alejados de la muchacha.

    -Los dejaré a solas para que se conozcan –mencionó sereno.- Talvez la pueda ayudar –dando por terminada la discusión y retirándose en silencio.

    Él se acercó y al llegar, ella comentó lo que veía en las aguas.

    -Eres un hechicero –dijo a modo de saludo-, y has creado dos criaturas mágicas junto con unas cartas –volviéndose a verlo.
    -Veo que tienes habilidades especiales –mencionó el aludido notando grandes poderes mágicos en ella.
    -El agua es la que revela las verdades ante mis ojos –poniéndose de pie-, pero sospecho que el anciano te comentó sobre esto –contestó serena frente a él.
    -En realidad, él me condujo hasta aquí –sonriendo cortés.
    -Ya veo… -mencionó firme-, supongo que usted es Clow -.
    -Creo que esta bien informada –ampliando aún más su sonrisa.
    -En los alrededores lo conocen muy bien, además que el anciano mencionó que vendría aquí –contestó-. Soy Madoushi –haciendo reverencia después de presentarse mientras su interlocutor hacía lo mismo.

    Fin Flash Back

    -Era una persona muy correcta y seria… –agregó Eriol atribulado.
    -¿Te encuentras bien? –notando su silencio repentino.
    -Sí…tan sólo pensaba. Pero deberíamos seguir averiguando sobre esto –aún con la fotografía en sus manos.
    -Es verdad... traeré lo que falta –abandonando la sala y dejando a un Eriol sumido en sus pensamientos.

    ……………………………

    -¡Pero hija…! –repetía por segunda vez en el día Sonomi.- Te pedí que descansaras y tuvieras unas vacaciones… -imploró la mujer.
    -Estoy bien, mamá. Además, es mi trabajo y no puedo darme el lujo de tomar un descanso ahora –añadió feliz.- Despreocúpate, estaré mejor manteniéndome ocupada –dando por terminado el asunto.
    -Entonces ya no insisto –dijo con una media sonrisa dibujándose en su rostro-, pero si llega a suceder nuevamente… -interrumpiéndola la muchacha.
    -No sucederá. Te lo aseguro –regalándole las mejores de sus sonrisas.
    -Esta bien –dándose por vencida.- Por cierto hija, te ha llamado el antipático de Donato desesperado –bufó visiblemente incómoda.
    -¿De… verdad? –preguntó nerviosa.
    -Sí… –afirmó fastidiada-, lo que no entiendo es como lo puedes soportar –contestó colérica.
    -Volveré después madre –saliendo apresurada de la oficina.

    Al sólo mencionar el nombre de Donato, la diseñadora de modas olvidó por completo a esa persona sintiéndose terriblemente culpable por hacerlo esperar tanto tiempo, así que se dirigió a realizar una llamada al joven.

    -Por favor, deje su nombre y un mensaje después del tono… -se escuchaba la contestadora automática desde el otro lado del teléfono móvil.

    Tomoyo sintió como si le hubieran echado un balde de agua fría. Donato Di Angelo, era su prometido y como tal, su desesperación era bastante normal en él. Era italiano y conoció a Tomoyo en uno de los desfiles de modas que se realizó el año pasado allí. El hombre quedó amartelado en su beldad, logrando conquistarla. Ella no tenía mucho interés en su persona, pero como su soledad fue tan grande, lo aceptó para evitar tal suceso en su vida –ya que lo consideraba como una compañía-. Nunca se enamoró de él, pese a transcurrir un año y sólo seguía con él por costumbre. Sabía de su carácter tan peculiar y comprendía que estaría molesto por tal descortesía, así que intentaría llamar más tarde y arreglar las cosas con él, antes que se agrave más la situación.

    ……………………………

    Sakura empezaba a ejercitarse con sus cartas para así poder adquirir habilidad y destreza junto con Kerberos. Yue por su parte seguía recuperándose poco a poco y tan sólo era testigo del entrenamiento que tenía su ama. Toda la mañana estuvo concentrando sus energías hasta lograr recuperar sus fuerzas, ya que en parte, ella también se había debilitado bastante.

    -Te has recuperado, Sakura –mencionó el muñequito amarillo.- ¡Te felicito! –sonriendo feliz.
    -Me alegra saber eso –contestó suavemente.
    -Pues… -revoloteando alrededor de la habitación.- En vista que hemos trabajado tan duro… -.
    -Quieres un dulce, ¿verdad? –.
    -¡SÍ! -afirmó con los ojitos brillantes.
    -Puedes ir a buscarlo. Está en la nevera un pastel que hizo papá esta mañana -.
    -¡PASTEL! –alborotó más feliz que antes y volando a toda velocidad, fue en busca del premio.
    -¡Pero déjanos un pedazo…! –mencionó.- Creo que no quedará nada del pastel –afirmó con una gota detrás de la cabeza mientras Yue permanecía con los ojos cerrados sin decir palabra alguna.

    Ella permaneció en silencio sin decir nada más, y se decidió a salir de la habitación sin interrumpir a su guardián, a pesar de que aún le embargaba la curiosidad. Temerosa por incomodarlo, volvió a verlo de frente y se aventuró a hablar.

    -Y…Yue –murmuró suavemente, bastante temerosa en tanto su guardián dejaba ver sus ojos que parecían espejos, reflejando un aire de superioridad y lentamente alzó la mirada para toparse con los verdes ojos que estaban temblorosos y tímidos ante si.

    El no mencionó nada, como era costumbre, tan sólo la observaba y presintiendo que tenía que ver con lo que había sucedido la noche anterior sólo esperó a que ella tuviera confianza y la incomodidad visible en el rostro de la joven castaña desapareciera, pero su preocupación por el era muy grande y de todas maneras, intentó averiguar lo que le sucedía.

    -Perdóname si insisto en lo mismo… –haciendo una pausa-,…pero me dejaste muy preocupada y yo quería saber si podía…-deteniéndose en seco ante la reacción de su guardián.

    Yue se colocó de pie y avanzó hacia ella lentamente olvidando por un instante quien era él disponiéndose a estrecharla entre sus brazos y retenerla sin dejarla escapar. Se sentía hechizado en ese momento, como si nada lo retuviera a él de expresar lo que sentía y lo que hacía. Cuando estaba a centímetros de la joven, ella quedó observándolo sin mover un músculo, pero en un descuido apareció Kerberos observando a Yue muy cerca de su ama e intentando abrazarla para luego interrumpir secamente la escena antes de que suceda algo más.

    -¿Qué pensabas hacer, Yue? –preguntó fastidiado.
    -¡Kero! –dijo consternada la antigua card captor.- No…pasa nada… -contestó su ama asustada por su repentina llegada.
    -¡¿Cómo qué no pasa nada?! –chilló alterado- ¡¿Qué pretendías, Yue?! –adquiriendo su verdadera forma.
    -¡Por favor, Kero! –implorando desesperada.- No hizo nada malo… -reteniéndolo con un abrazo.
    -¡Contéstame! –repuso firme y dispuesto a todo por obtener una respuesta valida.
    -Sígueme, Kerberos –dándole a entender que conversarían fuera de la habitación.

    Kero se calmó y observó a su ama aún reteniéndolo con su abrazo. Sakura se puso de pie al instante y vio a sus guardianes abandonar el lugar en silencio –aunque el aire era bastante tenso- para poder ajustar cuentas con el ángel ante aquella escena que le pareció un total abuso y algo bastante anormal en él. La angustia de la card captor fue aún mayor ante la reacción del pequeño Kero, pero debía esperar hasta que ellos terminaran de charlar.

    ¿Y bien?. Explícame... –dijo furioso conteniendo las ganas de darle una paliza-, ¿por qué te acercaste tanto a Sakura? -repuso chispeante y con la ira reflejada en su mirada dorada.

    Continuará…
     
  12.  
    Rentaro

    Rentaro Iniciado

    Virgo
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    Re: Bajo la luz de la luna...[Sakura&Yue]

    Buenasss, vuelvo por aqui: Muy buena la conti :P

    Dios!!! kero tiene el ``don´´ de aparecer en los peores momentos x.x, ya Yue empezo a actuar sin razon alguna, se esta dejando llevar :P

    Me entero de lode Tomoyo, Touya o Donato??

    XDDDD siguelo pronto eh? que esta muy bien

    Bye!!
     
  13.  
    compudescams

    compudescams Usuario común

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    Re: Bajo la luz de la luna...[Sakura&Yue]

    holass!!
    pues aqui estoy yo, lo habia leido al menos hace como tres horas, pero bueno...
    bueno creo que a Yue se le cruzaron los cables
    y Kero tenia que interrumpir, no se vale!!
    pero... que explicacion va a dar Yue? eso es lo que me pregunto
    y Tomoyo va a elejir a Touya o a Donato?
    mmm bueno, no sé
    mata ne!!
    atte:ayelen
     
  14.  
    Pam

    Pam Usuario común

    Acuario
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    Bajo la luz de la luna...[Sakura&Yue]
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    Re: Bajo la luz de la luna...[Sakura&Yue]

    Pues me deja contenta que sea de tu agrado la historia. Pues sí, Kero es siempre muy intuitivo y llega en el momento en que va a suceder algo -y más si es a sus espaldas-. Con respecto a Donato y Touya... pues de a poco irás entendiendo lo que sucederá en torno a nuestra adorable y dulce Tomoyo. De momento las dudas serán muchas supongo, pero de con el tiempo sabremos quien logrará conquistarla.
    Gracias por pasarte por aquí y te doy la bienvenida.
    Trataré en lo posible de no tardar en colocar la continuación.
    Chaito...
     
  15.  
    Tomoee

    Tomoee Elfases de los bosqueses Espectroses Comentarista destacado

    Virgo
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    Re: Bajo la luz de la luna...[Sakura&Yue]

    hola


    pero que linda estubo tu conti, vaya la charla entre shaoran y eriol, pero que onda con yue, ya deberia de acercarse mas con sakura, si lo que siente es amor que le de un besito xD y bbino kero de chismos, vino a meter su pata en lo que no le incumbe, es mas hace mucho escandalo

    que le dira yue a kero

    espero pronto tu siguiente capitulo, te cuidas mucho:ANYWORD:
     
  16.  
    merlina

    merlina Guest

    Re: Bajo la luz de la luna...[Sakura&Yue]

    Hola Pam
    Disculpa por no haber pasado antes pero no estaba, estube viajando con mi familia.
    En cuanto al fic, no sé que mensionar. ¡Ah!¡si!, espero que Tomoyo prefiera de Touya. En cuanto a Yue y Kero u_u...espero que se controlen, Kero por su parte dudo que le resulte fácil xdxd.
    En fin cuídate mucho, espero que puedas poner una cantinuación pronto y que estes con buenas calificaciones en tus estudios.
    bye.
     
  17.  
    Sayla_diru

    Sayla_diru Guest

    Re: Bajo la luz de la luna...[Sakura&Yue]

    pues esta historia esta mona y pues si esta bien siguela, aunque es una pareja rara
     
  18.  
    Pam

    Pam Usuario común

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    Bajo la luz de la luna...[Sakura&Yue]
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    Re: Bajo la luz de la luna...[Sakura&Yue]

    Capitulo XIII

    Momentos difíciles

    La imponente Bestia del Sello no le quitaba la vista ni por un instante siquiera. El ser que se encontraba en un rincón de la habitación no sentía el más mínimo temor de ser bombardeado con miles de interpelaciones. Entre cruces de miradas vivaces durante varios segundos, el imponente león dorado perdió la calma.

    — ¡Contéstame de una buena vez! —rezongó.
    No tengo porque darte explicaciones —afirmó con absoluta calma.
    ¡¿QUÉ?! —dijo alterado conteniéndose a duras penas de darle la paliza que según él, la merecía—. Escucha, Yue —dijo entre dientes—, yo no deseo que nuestra conversación acabe en malos términos —afirmó ante el asombro del guardián, porque no parecía ser Kerberos el que estaba hablando—, pero tu actitud no es la acostumbrada. Creí ver a otra ser ante mis ojos y quede estupefacto, pero aún así, no entiendo tu actitud para con Sakura —observando al guardián atentamente.
    — Sigo siendo el mismo y mi deber es proteger a nuestra ama —contestó sin inmutarse.
    Eso no explica tu manera de proceder —mencionó—. Dime, Yue…caminando lentamente en torno a él—, acaso tú estas… —decía pausadamente sin evitar asombrarse—… ¿acaso sientes algo especial por nuestra dueña? —cuestionó dificultosamente.

    El guardián halado no mencionó nada más, pero una voz familiar resonaba en su mente:

    *Deberías ser sincero con Kerberos* —sintiendo una indecisión visible en su mirada grisácea.
    *No tiene porque saberlo* —contestó tajantemente con una aflicción que lo carcomía por dentro.
    *Sólo te haces daño. Lo que sientes por ella es inevitable y si le escondes a él esta verdad, de todas maneras sospechará*.

    Kerberos aún no comprendía su silencio, pero sus sospechas crecían a tal punto que pensó no inmiscuirse en ello; pero antes de marcharse agregó:

    Ya no te preguntaré nada más…pero sí realmente sientes algo por Sakura —sosteniéndole la mirada—, espero que la hagas feliz… —volviendo a su identidad temporal y marchándose de allí inmediatamente, comprendiendo que él necesitaba estar solo.

    Aquellas palabras resonaban en su mente incesante sin dar crédito a lo que sus oídos escuchaban: “espero que la hagas feliz”. Era la frase menos acertada en ese momento y más aún cuando debatía fervientemente con aquellos sentimientos que intentaba disuadir. Esa situación no se daría jamás y eso era seguro por el simple hecho de que la antigua card captor estaba enamorada del joven chino.

    ……………………………

    ¡Ammore mio! —soltó emocionado al ver a la joven ante sí frente a uno de los aparadores que se encontraba en su despacho para después estrecharla entre sus brazos con ansiedad—, te he esperado tanto tiempo... —mencionó el joven aún sin soltarla.
    ¡Donato! —dijo estupefacta al volverse y verlo de frente.
    Fue muy injusto de tu parte dejarme sólo allí en Italia —protestó el hombre de mirada color café—, pero ahora no escaparás de mi, querida —saliendo a relucir una encantadora sonrisa.
    Es que quería llamarte, pero no pensé que vendrías hasta Japón a verme —comentó asfixiada al verlo a los ojos.
    ¿Te gustó la sorpresa? —comentó sonriente besando su mano tiernamente.
    S…sí —afirmaba a duras penas la amatista.
    ¡Pues entonces vamos a celebrar! —comentó alegre—. Que te parece si salimos a cenar esta noche, tú y yo solos —propuso presuroso, a lo cual la dulce diseñadora no pudo decir que no, ya que estaba en deuda con él.
    Esta bien, te veré en la noche ya que tengo mucho trabajorepuso la muchacha rápidamente.
    ¡Estupendo! —mencionó feliz y triunfante—. Nos vemos —mencionó dándole un beso cargado de pasión, sorprendiendo enormemente a la diseñadora de modas.
    C…claro —se despidió casi sin aliento dejándola bastante aireada por un buen rato.

    La sorpresa de la joven era tan grande que ni siquiera pudo creer que se tomara a la ligera aquella situación. Era tan extraño y más todavía que le diera un beso tan apasionado como aquel en vez de estar molesto con ella. Tomoyo, suspiró pesadamente al recordar que su “novio” era romántico y dulce con ella, en raras ocasiones, porque otras veces era muy cortante y con un talante que sólo ella era capaz de tolerar además de tranquilizarlo en momentos como aquellos, pero sacó la conclusión de que la distancia y el estar tan alejados salió a relucir nuevamente su dulzura y amor por ella, pese a que ésta se mostraba ausente y sin ninguna gota de chispa delatando que estuviera enamorada de él. Jamás se puso a pensar que su relación fuera una falsedad. Lo medito bastante y llegó a tomar una decisión muy importante que debía comunicárselo de inmediato a Donato y lo haría esa misma noche, durante la cena.

    …………………………

    Akitsuki llegó animadamente hasta su puesto de trabajo, con el objetivo de lograr toparse con el Ing. Kinomoto, pese a que éste se molestaba tan sólo con verla. En tanto terminaba de verificar la estructura, fue rápidamente en busca de su blanco aprovechando que era hora del almuerzo y todos tendrían que comer en el restaurante que se encontraba cerca de la construcción. Al recorrer el largo trecho hasta llegar al restaurante, justo antes de que entrara a dicho establecimiento, la joven retuvo al ingeniero con un abrazo inesperado.

    ¡Touya! —comentó alegremente—, ¿por qué no me esperaste para almorzar? —haciendo una mueca de disgusto.
    Akitsuki… —dijo entre dientes—, estoy cansado… además, no invité a nadie porque quería estar solo —agregó secamente sin darle mucha importancia a los berrinches de la muchacha.
    ¿Solo?... Tú no deberías estar solo… —aseveró calmada—. Eres un hombre muy atractivo, además de ser una persona muy protectora. No le veo gracia de que permanezcas aislado de las personas todo el tiempo —liberándolo de su abrazo.
    ¿Y qué te hace pensar eso? —preguntó ante aquella afirmación.
    ¡Es bastante obvio! Cualquiera puede darse cuenta de ello… La manera en que proteges a Sakura evitando a toda costa que un joven se acerque a ella, por ejemplo; me parece que es una prueba más que suficiente —rió divertida la mujer ante la sorpresa del joven—. Por cierto… ¿qué te parece si salimos a cenar esta noche? —ampliando aún más su sonrisa pícara.
    No tengo tiempo para esas cosas… —suspirando profundamente ante las ocurrencias de ella.
    ¡No seas tan aguafiestas! —aferrándose a su brazo—, ¡vamos! Será divertido. Además te distraerás un poco… —notando el entrecejo fruncido de éste.
    Esta bien… —replicó sin opción—. Paso por ti a las nueve de la noche.
    ¡Excelente! —robándole un beso—, ¡nos vemos! —se despidió dejándolo allí sumergido en sus pensamientos.

    ………………………….

    La hermosa muchacha de cabellos cortos observó risueña aquel vestido que parecía estar sacado de un cuento de hadas moderno. Tenía un trabajado exquisito en la parte frontal del mismo al igual que la cola del vestido. Un escote nada exagerado, pero sí sacando a relucir la felicidad que irradiaba su rostro tan enternecedor. Aún faltaban muchas cosas por realizar, pero el vestido empezaba a tomar forma poco a poco.

    ¿Qué opinas? ¿Te sientes cómoda con el?inquirió pasivamente Daidouji.
    ¡Es… hermoso!suspiró feliz.
    Me alegra que te haya gustado, aunque aún pensaba modificar algunos detalles que me parecieron exagerados en un principio y quería que lo vieras primero y me digas cómo te gustaría que fuera… —tomando los diseños que había hecho.
    Creo que no será necesario ningún cambio, ya que has captado de manera intuitiva el vestido que soñaba…afirmó levemente ruborizada al recordar que en poco tiempo estaría casada con el amor de su vida.
    Eso me alegra saber, Rika. Pero realizaré los cambios que he tenido en cuenta para que los veas y luego me dices si aceptas o no propuso la joven sonriendo animada al notar la alegría de su amiga de infancia.
    ¡Claro! —afirmó sonriente.
    Con respecto al traje del profesor, ya tengo unos cuantos que he confeccionado hace poco en una campaña y quería que pase por aquí así los ve y escoge uno que le parezca cómodo y elegante…
    Se lo dirésonriendo—. No sabes cuanto agradezco que me confecciones mi vestido de novia, además de darle un traje también a él.
    Era un obsequio y es lo mínimo que pude haceresbozando una dulce sonrisa.
    Muchas gracias, Tomoyo.
    Descuida.
    Debo irme, ya que necesito arreglar unas cuantas cosas en mi trabajo —caminando en dirección al vestidor.
    Claro… Las muchachas te ayudarán a quitarte el vestido, lamento dejarte ahora y no acompañarte hasta tu casa, pero tengo mucho trabajo pendiente… guardando sus diseños en la carpeta—. Mándale mis saludos al profesor.
    Le haré llegar tus saludos y no te preocupes, una de mis compañeras de trabajo me esta esperando abajocomentaba desde el vestidor—. Nos vemos, Tomoyo…
    Cuidate, Rika… —abriendo la puerta del amplio salón para caminar por el largo pasillo hasta llegar nuevamente a su despacho.

    Daidouji se sentía realmente extraña esa tarde, ya que presentía algo terrible en sus adentros dejándola muy angustiada y temiendo lo peor. Intentó alejar esos pensamientos absurdos y fue nuevamente a ocuparse de sus diseños.

    ……………………………

    Temerosa bajaba lentamente escalón a escalón las escaleras, pareciéndole eternos cada segundo que pasaba, esperando poder ver a uno de sus guardianes salir por aquella puerta. Pero en un descuido de la muchacha, el pequeño peluche amarillo apareció frente a sus ojos verdes, causando el sobresalto de la maestra de cartas.

    ¿Qué haces, Sakura?preguntó curioso el pequeño ante su maestra.
    ¡AH!soltó un grito la castaña, dejando alarmado al ángel halado que salió presuroso de la habitación.

    La muchacha, ante el susto provocado por el pequeño oso hizo que perdiera el equilibrio y cayó despavorida de las escaleras. Pero antes de tocar el piso, su guardián lunar logro sostenerla entre sus brazos evitando un golpe duro y certero. Aún mantenía los ojos cerrados por el espanto y al abrirlos lentamente pensando que ya estaba en el suelo, se topó con la mirada más dulce y serena de su querido protector.

    Yue… —susurró avergonzada al notar que la estaba sosteniendo con delicadeza.
    ¿Se encuentra bien?interrogó pasivamente.
    S…síafirmó aún más apenada con el rostro levemente ruborizado al notar la mirada tan tierna de su guardián.
    ¿Y por qué razón te asustaste?cuestionó el peluche frente a ellos.
    ¿Y todavía preguntas?dijo la joven pisando tierra firme nuevamente—. ¡Apareciste de la nada frente a mí! —objetó sudando frío.
    Lo siento, no fue mi intención…dijo apenado el pequeño.
    No te preocupes…acariciándole la cabeza y sonriendo feliz.
    Gracias, Yue —sonrió agradecida por la ayuda brindada.
    Esa luna antipática no dirá nada…repuso Kero presuroso—. No sé porque le agradeces si sabes como es… —dijo molesto cruzando sus pequeños bracitos.
    ¡Cómo eres, Kero!
    ¡Bah! Iré a romper un record en los videojuegos…volando a toda velocidad a la habitación de la joven dejando solos a ambos.

    La maestra suspiró nuevamente notando que Kerberos seguía siendo el mismo, pese a que hayan transcurrido varios años. Dio una media vuelta y se encontró nuevamente con esos ojos tan misteriosos. Contempló las facciones de su guardián sin prisas, grabando en su memoria aquella mirada tan peculiar que, a pesar de su intenso color grisáceo, algo opacaba aquel brillo que se había desvanecido hace un tiempo. Él, por su parte, ansiaba tan sólo disuadir aquel sentimiento tan bello y tan doloroso al mismo tiempo; sólo lograba tener consigo un sentimiento tan novedoso en sus adentros, llenándolo de alegría al ver el rostro tan gentil y tierno de su dueña. El silencio desapareció cuando su maestra volvió a la realidad bruscamente, experimentando algo distinto momentáneamente.

    — ¿Por qué razón se molestó Kero contigo? —preguntó al recordar porque razón estaba allí.
    Por mi modo de procedercontestó sin prisas.
    ¿A qué te refieres?inquirió nuevamente la aludida sin percibir lo que sucedía.
    Le pareció extraño mi manera de actuar y eso lo motivó a que reaccionara de tal forma contestó sin perturbarse.
    Ya veo… —dijo sin objetar nada más—. Creo que iré a practicar con las cartas… —mencionó un poco intranquila al verlo nuevamente a los ojos—. ¿Necesitas algo?
    Estoy bien —contestó sereno.
    De acuerdo… volveré más tarde…

    Se retiró en silencio subiendo presurosa en dirección a sus aposentos al notar que se ponía un poco nerviosa con aquella mirada tan penetrante. Tenía la sensación de que algo estaba sucediendo con él; le preocupaba tanto que hubiera cambiado de un día a otro y que su mirada no irradiara aquella alegría; no era el mismo de antes. Quería indagar más sobre ese asunto y lo haría con ayuda del joven Tsukishiro.

    ……………………………

    La noche llegó rápidamente indicando a la muchacha que era hora de marcharse con su prometido. Traía puesto un vestido azul oscuro, unos tacones no tan altos, pendientes plateados salpicados con un tono azul haciendo juego, una cadena, su preciosa melena que le llegaba un poco más arriba de la cintura y su pequeño bolso de mano, para terminar de embellecer a la joven. Al terminar de maquillarse, fue hasta el vestíbulo para encontrarse con el italiano. Observó anonadado a su enamorada y sonrió feliz al verla.

    ¡Querida! ¡Te ves bellísima!tomándola de la mano para conducirla fuera de la mansión y llevarla frente a su auto—. Por favor…abriendo la puerta de su auto invitándola a subir.
    Gracias…mencionó aún ausente debido a aquel temor que la estuvo persiguiendo durante toda la tarde.

    Una vez dentro del automóvil, Donato manejó impaciente por llegar hasta el restaurante. Al aparecer frente al famoso “Restaurant Chi Shuai”, bajaron del automóvil y caminado en dirección a la entrada, fueron recibidos por uno de los camareros que los condujo hasta su mesa. Era un sitio acogedor y bastante calmo, aunque todos estaban sorprendidos con la visita de la famosa diseñadora allí. Los obsequios fueron varios, desde flores hasta los vinos y champañas más caras. No le sorprendía en lo más mínimo todo eso, así que intentó concentrarse en lo más importante: lo que diría esa noche.

    …………………………

    En otra parte de la hermosa ciudad, Touya Kinomoto terminaba de prepararse, conduciéndose hasta el vestíbulo para ir en busca de la hermosa Nakuru, no sin antes despedirse de su familia.

    Voy de salida. Nos vemos en la mañana, ya que tardaré en regresar…afirmó.
    Ve con cuidado hijo…dijo Fujitaka desde el sofá, acompañado de su hija y el joven Tsukishiro.
    ¿Tienes una cita, hermano?cuestionó la castaña.
    Saldré con Akitsuki… —suspirando por enésima vez.
    Creo que no te ves muy animado, Touya… —repuso Yukito sentado junto a Sakura y Fujitaka—. Al parecer vas contra tu voluntad… —sonrió divertido recordando lo persistente que era Nakuru.
    Ni me lo recuerdes… Nos vemos —dijo cortante con una gota enorme detrás de su cabeza.

    Al subir al auto, fue rápidamente junto a la joven para ir rumbo al restaurante. No tenía ningún tipo de interés en ser partícipe de una cena sin sentido junto a una mujer que estaba encaprichada con él, pero pensó que talvez con esta salida, la esbelta y elegante mujer lo dejaría en paz por un buen tiempo…o talvez no.

    ¡Es aquí! —contestó alegre al estar frente a la entrada del restaurante—. ¡Vamos!llevando al pobre Touya casi a rastras hasta aquel sitio.
    ¿Mesa para dos?inquirió el joven que los había recibido.
    Sí…contesto el hombre hastiado a causa de las presiones de ella.
    Por aquí…indicándole la mesa en la cual estarían.

    El lugar era enorme, con las mesas bien ubicadas y separadas ordenadamente unas de otras. El lujo se encontraba por doquier y la comodidad junto con la tranquilidad del lugar permitía a los presentes disfrutar de veladas amenas con una música suave. Se sentaron a esperar la carta y en cuanto fueron atendidos, hicieron su pedido. Al retirarse el mesero, Nakuru intentaba pasarla de lo mejor en aquel sitio.

    Me gusta mucho este lugar —comentó la pelicafé—. Creo que deberíamos venir más a menudo… —comentó alegre.
    Dirás por ti misma, porque yo tengo muchas cosas por resolver —dijo cortante.
    Vendrás conmigo, ya verás…rió triunfante.

    Touya hizo caso omiso ante el comentario de la atractiva mujer y prefirió observar el lugar con más detenimiento, buscando algo que lo distrajera un poco, hasta que divisó a lo lejos a una figura bastante familiar. En efecto, Tomoyo Daidouji y Touya Kinomoto se encontraban en el mismo restaurante por casualidad, cosa que sorprendió mucho al trigueño, verla allí y acompañada de un hombre. Se sintió incómodo ante tal coincidencia con aquel personaje que le desagradaba tan sólo al verlo, notándose perfectamente que era un extranjero. Nakuru seguía hablando de muchas cosas, mientras que la vista de Touya no abandonaba la mesa de la diseñadora de modas. Pero del otro lado del amplio restaurante, la señorita Daidouji aún seguía temerosa de hablar. Reunió valor hasta lograr animarse a conversar sobre aquella situación que la inquietaba tanto.

    Donato…susurró la muchacha observando como se deleitaba con su cena y bebía un poco de vino—. Necesito decirte algo muy importantereuniendo valor para hablar.
    Te escucho querida.
    Hace un año que estamos juntos y me he dado cuenta de que esta relación no tiene sentido alguno… notando las facciones tensas de su interlocutor.
    ¿Qué no tiene sentido alguno?dejando de lado completamente su cena para prestar oídos a las afirmaciones de su acompañante.
    Así es…haciendo una pausa para respirar profundamente—. Lo que quiero decir es que…interrumpiéndola repentinamente.
    ¿Quieres decirme que esta relación acabo?dijo con un tono de voz frío y seco.
    Cuando estuve en Italia, mi soledad fue tan grande a causa de varias situaciones a las que me he enfrentado recordando por un instante aquel momento—, pero cuando te conocí me sentí aliviada por tener a alguien que me apoye en ese instante —observando al hombre detenidamente—. Pero cuando estuvimos juntos y compartimos tantas cosas, después de pasar varios meses, percibí que…percibí que nunca estuve enamorada de ti y que me parece justo y correcto que es mejor que termináramos con esta relación —observando su mirada que empezaba a cambiar repentinamente.
    ¿Y me lo dices así de tranquila?con la voz ronca y llena de incredulidad.
    Entiendo que me reproches y me juzgues después de todo el tiempo que ha pasado, pero era mejor la verdad que una mentira y vivir una relación sin amor…el joven se colocó de pie y la tomo de la mano llevándola fuera del restaurante.

    Nadie prestó atención a lo que sucedía, excepto el ingeniero Kinomoto que se había percatado de que no era muy normal la actitud del italiano. La condujo hasta una plaza que estaba cerca de allí alejándose bastante de las personas y la aprisionó contra un árbol —cosa que sorprendió a la muchacha—, y la retuvo sin más, fijando su mirada insensible sobre la joven.

    ¿Crees qué con decirme todo esto se solucionarán las cosas? —mencionó indiferente recorriendo su rostro con su mirada.
    ¿Y acaso no…será así?sintiendo un escalofrío terrible en todo el cuerpo.
    — Nunca… —notando el entumecimiento de la chica—. Escúchame bien… ¡nunca será así! —gruñó en un arrebato de ira.
    Sé que es bastante impactante para ti lo que acabo de decir, pero quiero que comprendas que esta relación debe terminar…contestó tratando de calmarlo, sintiendo las manos de él sujetándola con fuerza.
    ¿Qué esto debe terminar…?lastimándola aún más.
    Por favor…me lastimas…suplicó la muchacha empezando a forcejear, deseando que la libere.
    Si tanto te duele, te aguantas porque de aquí, no te irás…

    Dentro del local, Touya se puso de pie mecánicamente comprendiendo que algo malo sucedía. Como Nakuru preguntaría el porqué de su actitud, tuvo que inventar una excusa.

    ¿Qué te sucede? ¿a dónde vas?inquirió la mujer ante la actitud tan extraña de su acompañante.
    Olvide el celular, enseguida regresocontestó rápidamente dirigiéndose fuera del local.

    La muchacha no objetó nada más y esperó allí al joven. El trigueño siguió a Donato sigilosamente para que la joven no se percate de lo que ocurría. Una vez fuera del restaurante, observaba por todos lados buscando a la pareja, pero no lograba divisarlos. Mientras tanto, en un lugar un poco apartado del restaurante, Tomoyo seguía luchando por liberarse de aquel hombre de alguna forma. Aún retenía a la pobre chica del brazo hasta que, en un descuido de él, ella escapó.

    ¡Ayúdenme, por favor!gritó desesperada corriendo en dirección al restaurante.

    El ingeniero escuchó a lo lejos su voz y fue corriendo en dirección a ella. Pero el hábil italiano la persiguió nuevamente alcanzando a sujetarla de la ropa, siendo ésta nuevamente su prisionera, pero no dejaba de luchar pese a las dificultosas circunstancias en la cual se encontraba. Touya divisó a la joven a varios metros de allí y trató de apresurarse más para poder auxiliarla.

    ¡Suéltame, me estás lastimando!imploró la muchacha forcejeando con todas sus fuerzas.
    ¡CÁLLATE! —espetó con furia zarandeándola sin piedad alguna—. ¡¿Cómo te atreviste a huir?!
    ¡Suéltame, por favor!al borde de la desesperación—. Por favor Donato, entiende que esto se acabo…
    ¡¿QUIÉN DIJO QUE ESTO ACABO?!gritándola a la cara.
    ¡Cálmate, te lo suplico!con la mirada espantada—. Lamento que haya sucedido esto —continuaba la muchacha aterrada—, pero necesito que te calmes para que podamos conversar…
    ¡NO! —espetó colérico—. ¡Me vas a pagar y muy caro lo que me has hecho, Tomoyo…! — callándola con una bofetada en el rostro, cosa que alcanzó a ver Touya y fue directamente a enfrentarse al irracional ser.

    En cuanto se acercó, lo tomó del brazo, haciendo que éste soltara a la muchacha que cayo al suelo lastimándose una pierna, mientras el trigueño le entregó un golpe en plena cara echándolo a unos metros de allí. Fue y lo levanto tomándolo de su camisa blanca, entregándole nuevamente un golpe más.

    ¡JAMÁS VUELVAS A LEVANTARLE LA MANO! ¡¿ME OYES?! ¡JAMÁS!dejándolo en el suelo sin piedad y corriendo a auxiliar a la amatista.
    No eres rival para miobservando la mirada enfurecida de Touya.

    En un descuido del ingeniero, el italiano recibió un puñetazo en el estómago, dejando aterrada a la muchacha que se puso de pie como pudo para ir junto a éste, pero Donato impidió que se acercara, colocándose frente a la chica.

    ¡¿A DÓNDE PIENSAS IR?!dijo cargado de ira arrojándola al suelo una vez más.
    ¡DESGRACIADO!gritó Kinomoto a sus espaldas, levantándose rápidamente para luego entregarle una patada en la espalda, cayéndose éste estrepitosamente al suelo, dejándolo inmóvil por unos instantes.

    Ella seguía aterrada ante lo que había ocurrido y presuroso, Touya se acercó a ella para ayudarla.

    ¿Te encuentras bien? ¿estas herida…?

    Ella negó con la cabeza mirando el suelo avergonzada. Él la tomó de la barbilla observándola a los ojos notando una marca roja y unos rasguños en su rostro tan delicado. La molestia del Ing. Kinomoto aumentó al verla en aquel estado y con las lágrimas demostrando su pánico ante lo ocurrido. La diseñadora se aferró a él con tal fuerza haciendo que éste la estrechara entre sus brazos pretendiendo tranquilizarla. Al estar más calma intento colocarse de pie como pudo con la ayuda del trigueño, pero un quejido de dolor le recordó aquella caída de hace unos instantes, así que él la cargó entre sus brazos pese a estar tan apenada y se encaminaron hasta el estacionamiento para poder llevarla hasta su casa. Donato se colocó de pie lentamente al ver a Touya cargando a la diseñadora, mientras que su animadversión reflejada en su fría mirada lo decía todo.

    No tienes…ningún derecho de llevarte a…MI noviadecía entrecortadamente a causa del golpe.
    Tan sólo márchate…comentó de espaldas continuando su camino.
    No me iré sin Tomoyocaminando en dirección a ellos a duras penas.
    En estas condiciones, lo mejor es que te marches y no vuelvas jamás a acercarse a ella...deteniéndose para volverse a verlo.
    Ella es…dijo a duras penas cayendo de rodillas y estrujándose de dolor se sostuvo con una mano de un banco cercano a él y lo observó desafiante nuevamente—…es mía y de nadie más… —aseveró aún quejumbroso.
    Creo que nunca lo fue… —volviendo sobre sus pasos y caminando rumbo a su destino.

    El extranjero observó al joven alejarse una vez más y en medio de odio y rabia no le quedó de otra, más que aceptar su cruel derrota.

    Continuará…
     
  19.  
    compudescams

    compudescams Usuario común

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    Re: Bajo la luz de la luna...[Sakura&Yue]

    Hola!!
    o.o no me esperaba esa reaccion por parte de Kero
    creo que lo tomo demaciado... bien
    pobre Tomoyo suerte que ahí estaba Touya para salvarla
    wenu, ando sin muxo para decir
    mata ne!!
    atte:ayelen
     
  20.  
    Rentaro

    Rentaro Iniciado

    Virgo
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    2 Febrero 2008
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    45
    Re: Bajo la luz de la luna...[Sakura&Yue]

    Totalmente deacuerdo con Compu, nunca espere esa reaccion de Kerberos, pero bueno, los videojuegos lo hiso entrar en razon xD

    Touya, yo queria que le partiera la cara a Donato!! :(... xD! Pero bueno, aver que pasa con Nakuru.

    Tardaste algo pero la conti fue larga y me entretubo mucho, ya quiero que Shaoran se encuentre con Sakura ^^

    Espero la conti Pam, estare atento :D

    Bye!!
     
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