Bailando con demonios

La vida no siempre transcurre como se quiere.El mínimo acontecimiento, la dará un giro.Este relato transcurre durante el inicio de mi vida.
Nacido en los barrios bajos y destinado de por si a la pobreza me hallaba en los brazos de mi madre.
El menor de sus cinco hijos.
Mis padres tenían sonrisas que iluminaban sus rostros, a pesar de que se verían obligados a mas gastos.

A la edad de ocho años y después de haber abandonado la escuela, pese a mi desgracia, me dedicaba al oficio de limpiabotas.
Innumerables personas pasaban por mi lado, zapatos y mocasines eran los habituales.
Ganaba lo justo para llevar a casa y eso aun no ayudaba.
Dos de mis cinco hermanos habían muerto en combate.Solo quedabamos Elliot, Albert al que normalmente llamábamos Al y yo,James.

La vida no era fácil y tampoco lo eran las palizas que recibía de mi padre, por el poco dinero que traía a casa, o simplemente por moverme sin su permiso.
Los años pasaron y me hice un hombre a la edad de dieciocho años.
Abandone mi casa y me instale en un viejo piso con mis amigos.

En total eramos cuatro amigos.Estaba Johny el guapo que era el que siempre ligaba con cualquier chica aunque eso había dejado de divertirle.
Mak orangután era el mas grande del grupo y también el mas feo. Y por ultimo Tina, la sin sonrisa.
Jamas se reía de nada y tenia muy malos humos.
A mi me llamaban James cerebro.

Nos hallábamos en nuestro pequeña pero apacible vivienda cuando tocaron la puerta.
-Abre Mak dice Johny.
-Levantate tu si quieres saber quien es,replica Mak.
Vuelven a tocar la puerta, una, dos y asta tres veces.

-No me puedo ni afeitar a gusto, maldtos vagos les chillo.
Abro la puerta y no hay nadie.
-Joder... digo cerrando la puerta.

Empujo de una patada las piernas de Johny recostadas sobre la mesilla y me siento.
-¿No te terminas de afeitar?pregunta Mak.
No les respondo y cojo un cigarrillo mientras lo enciendo.

-¿Hoy empiezas tu nuevo trabajo no? me pregunta Johny.
-Si respondo exhalando humo.
-¿De que es esta vez?
Me levanto y me pongo la camisa que hay sobre la silla.
-No importa, mientras traiga unos cuantos billetes a casa.

Me pongo los pantalones y mientras me estoy poniendo los pantalones digo:
-Por cierto Johny, ¿tienes el dinero para pagar tu parte este mes?
-Mi primo aun no me ha pagado y lo sabes, necesito un poco mas de tiempo.
-No quiero oír excusas Johny digo abrochándome las muñecas de la camisa.

-James tiene razón, tienes que pagar tu parte o nos echaran dice Mak.
-¿Que eres su loro? le pregunta.
Salgo a la calle, es pleno invierno y los huesos se me congelan mientras camino.
-Hola Bill, ¿tienes algo de Vodka? le pregunto al mendigo de la esquina.

Bill en su tiempo era el típico adinerado, derrochador, gastaba e invertía en cualquier cosa.Y eso le llevo a la quiebra.
-Ten James, es lo mejor contra este frio eh ,sonríe.
-Sin duda, te invitare a una cerveza en cuanto cobre, cuídate Bill digo pegando un gran sorbo a la petaca.
Llego al bar en el cual trabajare ese día y me apoyo en la barra.
-Ted ya estoy aquí, ¿que quieres que haga?

Un hombre gordo y con bigote se asoma por la puerta enfurecido.
-¡Muévete y comienza a servir a la gente hoy estamos asta arriba!

Las personas entran y entran, carne por aquí, pescado por allá, borrachos por la derecha, borrachos por la izquierda.
La noche se las traía tranquila asta que entra una persona con una gabardina y sombrero.
Valla traje pienso, ojala tuviera uno así.

Se sienta en uno de los taburetes y me llama con la mano.
-Chico, ponme un whisky.
Lo afirmo con la cabeza y se lo acerco.
Su aspecto es de haber vivido mucho, sin embargo rondara la treintena.Es delgado y al quitarse el sombrero lleva un buen peinado.

Alza su mirada hacia mi y me observa mientras le miro, quito la mirada rápidamente y miro al suelo.
-¡Eh! me dice
-¿Quiere otro whisky? digo acercándome a el.
-No,dile a tu jefe que salga por favor.
Lo llamo y sale de la cocina.

Su cara se vuelve azul y se acerca al hombre.
Comienzan a hablar y mientras mi jefe esta de los nervios, aquel hombre habla tranquilo, muy pausado y bebiendo un sorbo de vez en cuando.
-¡Chico! me llama el jefe.
-Si, le digo al llegar.

-Ponle lo que quiera a este hombre, yo... ahora vuelvo dice nervioso.
Se vuelve a meter en la cocina y me quedo frente al hombre.
Pasa el dedo por el borde del vaso y me mira.
-¿Te trata bien?pregunta
-Solo llevo un día aquí,es un jefe, es su trabajo.

-Me recuerdas a alguien, dice mientras rebusca en sus bolsillos.
-¿Un amigo quizás? le pregunto.
-Chico,¿fumas?pregunta.
-Si le respondo.

Un silencio incomodo invade la zona y de repente se cruza de brazos.
-Bueno y no me vas a dar un triste cigarro
-Si, claro le respondo.
Comienza a fumar y apoya la cara en la palma de la mano.
-Si, podría decirse que a un amigo, un buen amigo dice tirando la ceniza en el cenicero.

-¿Ganas mucho en tu trabajo?pregunta
-Bueno, eso no se pregunta digo sonriendo.
-Puede, pero yo lo hago, y bien.
-No

-Me lo suponía, y lamento decirte que mañana tendras que buscarte un nuevo trabajo ya que este establecimiento va
a cerrar esta misma noche.
-¿Por que?
-Tu jefe, debe una elevada cantidad de dinero a una persona, y vengo aquí en su nombre.

-Ya, respondo.
En ese momento sale del bar, uno de los borrachos de turno y tropieza con aquella persona.
-Ten mas cuidado amigo.. tienes suerte de que tenga buen día... sino te pegaría una paliza.
-Estoy seguro de que lo harías dice quitando el polvo de su sombrero.

El borracho hace una mueca y rompe una botella sobre la mesa.Salto de la barra y le propino una patada en el estomago.
-Lo siento le digo a aquel hombre mientras saco a patadas del bar al borracho.
Las personas se quedan estupefactas por lo que acaba de pasar y digo:
-Sigan con lo suyo.

Mi jefe me agarra por la muñeca y me acerca hacia el.
-Maldito idiota, ese es un cliente que viene todos los días.
-Suéltalo dice el hombre poniéndose la gabardina.
-Pero...
-Ese chico me ha protegido gordo así que suéltalo.

Se pone el sombrero y abre la puerta del bar, cuando retrocede.
-En cuanto a ti, mañana te espero en esta calle a las diez de la noche, si quieres ganar algo de dinero fácil, ven.
Asiento con la cabeza mientras aquel hombre sale del bar.