Comedia B de Barba

Tema en 'Relatos' iniciado por Kaisa Morinachi, 23 Enero 2019.

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    Kaisa Morinachi

    Kaisa Morinachi Crazy goat

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    Inventory:

    Escritora
    Título:
    B de Barba
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Amistad
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1115
    B de Barba

    Lunes por la mañana, el timbre ya había sonado, dando paso al primer recreo, el invierno ya estaba llegando junto a él, las mañanas oscuras y frías… Tal vez no tan fría, cuando se tiene que compartir la estrecha sala de clase con otros 40 compañeros muertos de frío que ni piensan en asomar su nariz al exterior, a menos que la comida del pequeño negocio valga la pena.

    –¡Ahhh! ¡Yo podría estar calentita en mi cama sin ningún problema! ¿Pero que pasa? ¡Al colegio, al colegio hay que ir!– Se quejo una petisa chica con una bufanda que por poco y llegaría hasta el piso si no fuera por las mil vueltas que tenia alrededor de su cuello.

    –Estamos en el Liceo, inteligente –comentó la “sabelotodo” a su lado. Ella tenía un grueso chaquetón para evitar hacerle frente a la intemperie, aunque el señor frío sabia colarse en cualquier lugar mejor que nadie.

    –Oye, tu, Ale, ¿Qué haces?– Nuestra chica de prendas extremadamente rosadas que resaltaban el gris monótono del uniforme se estiro sobre la mesa para ver en que se concentraba tanto el enano de su compañero, si la bufanda de ella era mucho, el gorro que le cubría toda la cara a su compañero solo dejando ver sus ojos a través de un agujero que seguramente el mismo le había hecho le ganaba por mucho. Era curioso, nuca había usado una prenda parecida. –Aleee, ¿Por qué no me respondes? Vamos, dime que haces.

    Se podía notar por sobre el hombro del chico que estaba bastante ocupado con su juego en el teléfono, en una de esas también tendría puesto sus audífonos a todo volumen.

    —Más te vale no ir a comprar algo con esas pintas que traes chico, en una de esas y te confunden con un ladrón. — Su compañera de largo cabello tiritaba aun teniendo tan grande chaquetón consigo, la falta de zapatos calentitos o unos guantes más la bufanda marcaban mucho la diferencia. Aparte ¿A quien se le ocurría ir sin calzas cuando era invierno y tocaba ir con falda?

    —No bromees, estoy concentrado.— Fue lo único que atino a decir el chico.

    —Uy, si, el, Mister Concentración ¡Admiren al estudiante mas centrado de todo segundo!— Entre todas las personas que este par de chicas podrían canalizar su aburrimiento tenía que ser él. – Tu no eres de usar estas cosas, te gustan las capuchas y demás, los cuellos también ¿Qué tanto escondes debajo de ese antifaz lanudo?— La curiosidad había invadido a la más baja.

    —Nada, un cambio de look no viene mal, así evito que me dirija la palabra cualquiera.

    —Hmmm, tu no eres a los que les importe mucho quien les hable, muy mala cuartada, amigo ¿Qué escondes? ¿A caso alguien te dejo marcadas las mejillas y temes que te descubran?— Con picardía la más alta trato de sacarle información.

    —Con su carita de guagua dudo que alguien lo tome en cuenta, míralo, ¡Pareciera el hermanito menor de cualquiera de nosotras!— De simplemente observar sus acciones por sobre su hombro nuestra chica con bufanda lo abrazo por lo hombros apegándolo a ella, este perdió la concentración, un “GAME OVER” se marco en pantalla.

    —¡No es nada de esos, idiotas! ¿Vieron? Me hicieron perder —dijo soltándose del agarre de su amiga para después girar en su propio asiento mirándolas directamente.— Tal vez están celosas de que todos los chicos a los que observan solo vayan donde ustedes para preguntar por mí.

    —No me importa nada de eso, quiero verte sin ese gorro apestoso, por fa, además, en la próxima clase la profesora te obligara a sacártelo, ya sabes, matemáticas~— .Los ojos del chico se abrieron como platos.

    —P-pero hace mucho frío, no me puede obligar a eso.

    —¡Aja! ¡Has sido descubierto!— Por poco y rompe la mesa cuando se levanta de golpe estrellando sus manos en esta, si no fuera por los guantes… —¡Sí no tuvieras nada que esconder no pondrías esas escusas!

    Un silencio se hizo presente, la pequeña volvió a sentarse echándose completamente en el respaldo de la silla cruzando tanto las piernas como los brazos, su sonrisa era victoriosa.

    —Te descubrimos, ahora confiesa ¿Quién es la que te besuquea? —preguntó un tanto ¿Preocupada? Su otra compañera.

    —No puedo creer que piensen así de mi —dijo desviando la mirada.— No eh estado con ninguna tipa, ustedes mismas dijeron ¿Quién estaría con un cara de guagua como yo?

    La dos le dirigieron la mirada insatisfechas.

    —Está bien, está bien —dijo en un suspiro, mientras se paraba de su asiento solo para hincarse delante de sus pupitres.— Estoy faltando desde el jueves ¿No? Es porque ya me creció mucho el pelo, pero estaba ni ahí con ir a la peluquería, así que espere, espere, y espere hasta que sin darme cuenta me dieron las una de este día y ni siquiera había puesto un pie fuera de casa. —Les confeso con una voz media lastimera.

    —¿Por lo menos te bañaste? —susurró la del chaquetón.

    —¿Uh?— La miro extraña al no entender lo que dijo.

    —Digo que, ¿Cuánto es el problema con eso?— Mintió. Suspiro nuevamente, y eso que no estaba enamorado.

    —Me creció mucho la barba y me veo horrible.— Sentenció. A sus compañeras se le abrieron los ojos como plato.

    —¡No puede ser! ¿O sí? Con tu tamaño…— Empezó a dudar la del cabello mas largo y oscuro.

    —¡¿Desde cuándo?! ¡No puede ser posible! ¡Mi bebe! Crece tan rápido, ahora es todo un adolescente.— Dramatizó su amiga fan del rosa, aunque se notaba a kilómetros como la situación le hacia gracia.

    —¡Ya dejen de exagerar! Es lo más normal del mundo.— Se le oía un tanto enfadado.— Y me sale ya desde hace un año, o más, solo que no soy tan irresponsable como algunos mastodontes que no se la rasuran.

    Ya con el misterio resuelto el silencio invadió al grupo de amigos ¿Ahora qué?

    —Te sacas el gorro, quiero verte.— La Pink no dudo en hablar.

    —¡¿Estas loca?!

    —De seguro se ve horrible, ay, su ternura, adolescencia, ¿Por qué le hiciste eso?...

    —¡Oye!... Eh…— La otra parecía estar en su mundo.

    —¡Ya, please, muéstrame!— Y así los petisos del trío empezaron a forcejear.

    Si no fuera por el toque del timbre hubiera sido la fecha de muerte de nuestro querido amigo.

    De manera parecida transcurrió el resto del día.

    La lección del día: Nadie escoge su cuerpo adolescente, más si son bellos no deseados.


    ¿Fin?

    Relato para la actividad Días de Abecedario, la letra B, palabra Barba. ¿Alguien se acuerdo o aun se divierte con estos cambios de la pubertad?
     
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  2.  
    Borealis Spiral

    Borealis Spiral Fanático Comentarista destacado

    Libra
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    Pluma de
    Escritora
    Oh, cielos qué buena escena xDDD
    Afortunadamente yo ya pasé por todo eso de la adolescencia hace mucho, pero vaya las cosas que ocasionan. Es tan cierto, uno no escoge su cuerpo adolescente y es tan triste T_T
    Qué lindo grupo de amigos... Bueno, que las chicas burlaran en ese momento de él no lo fue, pero igual, así son los amigos de molestosos, me consta xD Jajaja, la juventud fastidia a la gente. Yo todavía cuando mi hermano menor era más chiquito que yo y tenía su carita de bebé y tenía su voz de pito. Ahora es un gigantón, barbudo horrible con voz de hombre D:
    Extraño mi juventud :'v
    Gracias por compartir esto, me has hecho el día xD
     
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