Azotea

Alisha Welsh

Una sonrisa llena de emoción se plantó en mis labios cuando la botella giró y volvió a señalarme. Vamos, vamos, así me gustaba. Volvía a tocarme un beso en la mejilla, que era lo más aburrido, pero algo era algo.

Mis labios solo se ensancharon más cuando la botella señaló a la segunda víctima.

—Ah, ¡Katty-chan! ¡Vengo preparada especialmente para esta ocasión!

De un salto me puse en pie y correteé hasta donde había dejado mi bolso con algunas cosas, sacando del mismo una barra de pintalabios de un color rojo brillante. Me lo coloqué mientras me acercaba de nuevo al círculo, agachándome hasta estar a la altura de la chica, con una sonrisa.

No mucho después me incliné para depositar los labios sobre su mejilla, quedándome el rato suficiente para asegurarme que la marca se quedaba sobre su piel, y me separé haciendo un sonoro "muah" para admirar mi obra después.

>>Ah, so beautiful, Kitty Kat~

Contenido oculto

Bueh, yo asumo que se deja, si no luego edito (?)

 

Verla nerviosa era lo que la había mantenido entretenida toda la noche, no iba a mentir. Sus reacciones eran las de una chiquilla, pero sus preguntas no tanto. ¿Nadie le había enseñado que al curiosidad había matado al gato?

Flexionó la rodilla, para apoyar el brazo en ella y en su mano apoyó el rostro, mirando a Emily con cierta expresión de diversión en el rostro.

—¿Por qué la pregunta? —murmuró—. ¿Acaso te vas a poner celosa, Emi-chan? O es acaso... ¿Que quieres besar muchas chicas también?

Observó la escena de Suzumiya y Sonnen con el rabillo del ojo, conteniendo una risa. Le había recordado a Usagi-chan, ¿cierto? Por eso había sido cuidadoso con ella.
Altan Sonnen era, sin dudar, un absoluto idiota.

No tuvo tiempo para observar la reacción de la morena a su gracia porque la botella ya se había detenido en ella una segunda vez. ¿Era Alisha quien la había girado? La pregunta se respondió sola cuando la vio esculcando sus cosas, para sacar un lápiz de labios.

Rojo.

Soltó una risa por la nariz y así como con Joey, la dejó hacer, ni siquiera se quitó la marca de labial cuando se separó de ella.

—Gracias, gringa —dijo divertida—. Al menos sabes que me gusta el rojo.

Se incorporó y volvió a girar la botella dándole un golpe con la punta de la bota. No tardó en detenerse... de nuevo sobre Alisha.

Prácticamente ronroneó cuando regresó la vista a la rubia. Se acercó a ella de nuevo, tiró de la tela transparente de su blusa, apenas para descubrir la delicada piel de su pecho.

>>Bueno, bueno, Ali-chan, parece que por fin llegó tu momento. No te emociones demasiado tampoco, al menos no todavía.

Rozó la piel delicada de su escote con los labios humedecidos, depositó un beso, y luego recorrió unos centímetros de su piel con la lengua.
Luego a dejó ir, para servirse otro trago y volver a su lugar.

Contenido oculto

1. Joey Wickham
2. Katrina Akaisa
3. Alisha Welsh
4. Konoe Suzumiya
5. Anna Hiradaira
6. Emily Hodges
7. Altan Sonnen
8. Jezebel Vólkov

 

Bueno, bueno, aunque no había tenido mucha acción para él, la verdad era que se lo estaba pasando pipa. Muchas señoritas haciendo cosas interesantes justo frente a sus narices, mientras se terminaba una lata de cerveza tras otra. Estaba en su salsa, ¿no?

Sonrió casi con malicia cuando el perro guardián aceptó lo que le tocaba y la muñequita se lo llevó fuera de la azotea. Eso sólo podía significar una cosa.

Prácticamente vitoreó, emocionado, cuando Alisha y Akaisa se dieron no un beso, sino dos. El segundo, en especial, pareció activar algo en su cuerpo que... bueno, tenía ganas de liberar.

A ver, botellita, ¿vas a darme una alegría?

El sonido de la puerta dibujó una sonrisita en sus labios y se incorporó de inmediato, recibiendo a las recién llegadas con bombos y platillos.

—Bienvenidas de vuelta, Anna-chan, Bellabel~ —Le guiñó un ojo a la albina y pasó un brazo sobre sus hombros, conduciéndola hasta la ronda y sentándose a su lado—. ¿La pasaron bien?

Ignoró de plano las miradas casi asesinas que el tanuki le había lanzado y sonrió, volviendo su atención a Alisha.

—¡Venga, Ali-chan, yo sé que quieres hacer girar esa cosa!

 

Contenido oculto

Emi-chan está llorando en una esquina, luego ya reaccionará (????

EDIT: PUES VA A TENER QUE REACCIONAR AHORA ALV

Alisha Welsh

Le sonreí, con un orgullo infantil, cuando dijo lo del rojo. ¡Por supuesto! El rojo era divino. Después me dispuse a levantarme para devolver el pintalabios a su lugar... solo que algo me lo impidió.

Vi por el rabillo del ojo como la botella me señalaba una vez más y no pude evitar soltar una risa incrédula. ¿Habíamos entrado acaso en un bucle, Katrina y yo? No me iba a quejar, vaya que no.

Dejé que hiciese lo que pretendía, sintiendo como la piel se me erizaba al notar la humedad en la zona del escote, y contuve la respiración durante los segundos que sentí su lengua recorrer aquellos centímetros extra. ¿Que no me emocionase decía? Después de lo del patio, estaba que literalmente cualquier cosa me emocionaba demasiado.

Sin embargo, conseguí controlar mi respiración y le dediqué otra sonrisa, coqueta. Jezebel y Anna volvieron justo en el momento en el que acabé de beber los tragos que me correspondían, situación que aproveché para acercarme a ellas tras girar la botella.

—Anna, ¿verdad? Aquí tienes tu móvil —le dije, extendiendo el aparato hacia ella con una sonrisa—. Aunque ya te adelanto: lo único que besa Sonnen en ese vídeo es la botella.

Y tras decir aquello, encogiéndome de hombros, me giré para comprobar finalmente hacia dónde había parado la botella.

Por un segundo me asusté, pensando que realmente había vuelto a parar delante de Katrina. Pero no, había parado unos centímetros más allá, señalando a la morena que había sentada a su lado. La invitada especial de Katty-chan, ¿eh? Eso iba a ser divertido.

* * *
​

Emily Hodges

"Aparentemente, las dos opciones son correctas."

Claro que ninguna respuesta salió de mis labios. ¿Qué iba a responder? Era obvio que si lo negaba iba a notar que era mentira, aunque por el rabillo del ojo pude ver lo mucho que se divertía con mis reacciones.

Por suerte, el juego logró distraerla a tiempo para salvarme de tener que responder y también me dio tiempo a recuperar la compostura. Ah, no me vendría nada mal tomar algo más de alcohol para dejar de estar tan nerviosa, la verdad...

Y casi como si mis deseos se cumpliesen, tras aquel curioso intercambio en el que ambas chicas habían acabado dándose besos dos veces seguidas, la botella me señaló al fin. Y era... el beso en la boca, ¿verdad?

Está bien, podía hacerlo, no es como si fuese mi primer beso tampoco. En esos momento agradecía haber aceptado aquella cita de San Valentín.

Asentí ligeramente con la cabeza cuando la rubia se acercó, y la misma no dudó en aprovechar el tiempo cuando tuvo mi aceptación.

Siete segundos.

Los besos de aquella cita no duraron tanto, estaba casi segura, y no había vuelto a tener contacto de ese estilo con nadie hasta esa misma noche.

Solo había que dejarse llevar, ¿verdad?

Welsh-senpai tomó la iniciativa y yo... me dejé llevar. Noté su mano sobre mi mejilla y cerré los ojos cuando nuestros labios finalmente se unieron, olvidándome del resto en prácticamente tres segundos. Esos fueron los segundos necesarios para que la estadounidense colase su lengua en mi boca y el beso se profundizase.

Y los necesarios para que se lo permitiese, sin ninguna clase de impedimento.

Cuando finalmente se separó, incluso sentí un ligero gemido de queja salir de mis labios. Eso había estado mucho mejor de lo esperado.

La chica me guiñó el ojo antes de tomar su correspondiente trago de alcohol y, aún con la respiración algo agitada, imité sus pasos.

Para cuando volví a girar la botella y esta paró delante del único chico que quedaba en el círculo, los efectos de la bebida ya comenzaban a hacer poco a poco efecto. Por lo que, tras dirigirle una última mirada pseudo-disimulada a Katrina, me acerqué al chico y le dirigí una ligera sonrisa, casi tímida.

—Ah, senpai, trátame bien por favor~

Contenido oculto

1. Joey Wickham
2. Katrina Akaisa
3. Alisha Welsh
4. Konoe Suzumiya
5. Anna Hiradaira
6. Emily Hodges
7. Altan Sonnen
8. Jezebel Vólkov

Contenido oculto

Bueno, supongo que nos toca esperar pero está bien, haré palomitas para cuando Kat mate a Joey uwu (?)

 

La verdad, la sonrisita tan divertida que decoraba su rostro cada vez que la botella paraba era casi de mal augurio. Vio cómo Alisha y aquella jovencita de segundo se besaban sin mucho recaudo y algo dentro suyo ronroneó. Era un desastre de promiscuidad, ¿verdad? Todo aquello. Puro hedonismo, digno de Dorian Gray.

Puede que, justo como él, Joey ya hubiese vendido su alma al diablo.

Vio cómo luego Alisha le devolvía el móvil a Hiradaira, quien le agradeció, y se inclinó hacia ella. La percibió bastante más animada que en la mañana, y se preguntó si sería efecto del alcohol o de otra cosa.

—Es un aburrido, Sonnen-kun~ —Hizo un mohín—. Mira que rechazarme de esa forma, ¡me rompió el corazón! ¡Y yo que siempre quise besar a un chico!

Anna no respondió realmente, al menos nada sustancial. Lo miró, casi con cara de "¿qué mierda quieres?", y luego se encogió de hombros y se abocó de lleno al aparato. Joey la dejó estar, tranquilo, y se volvió hacia los demás cuando la botella empezó a girar.

Vaya, vaya.

Si algo en su interior había ronroneado cuando le tocó besar a Katrina, podría jurar que esta vez fue casi audible para todos. Su sonrisa se ensanchó con una diversión cínica incalculable y se irguió de inmediato, deteniéndose frente a Emily. Su vestido era tan bonito, su cabello se veía suave y sus ojos lo observaron con una mezcla de inocencia y curiosidad. ¿Que la tratara bien? Ah, preciosa.

—Bueno, linda, ¿te parece ir yendo? —Le guiñó un ojo, coqueto, y le extendió una mano—. La verdad es que no me gustaría perder tiempo~

No perdió oportunidad de buscar la mirada de Katrina para prácticamente reírse en su cara, mientras atraía a Hodges hacia sí y la envolvía con un brazo. La había visto toda la noche, ronroneándole al oído y preparando el terreno. Como una depredadora.

Y acababa de robarle a su presa.

Ah, la estaba pasando tan, pero tan bien. Y sólo la seguiría pasando aún mejor. Giró la botella un par de veces para que los demás allí siguieran divirtiéndose y agarró dos latas de cerveza a la pasada antes de desaparecer de la azotea. Le alcanzó una a Emily, sonriente.

—¿Te gusta la cerveza?

Contenido oculto

im ready 7u7

Puedes postear aquí o en el pasillo o en el aula, me da iwal

 

Apenas habían regresado a la azotea cuando ya el cerdo de Wickham estaba haciendo de las suyas, buscó con la mirada a las piezas clave del tablero creado por Cerbero.

Akaisa parecía a punto de arrojársele encima al inglés, de arrojarse sin anunciar anda y clavarle los dientes en la yugular, pero permaneció quieta.

Jez tenía la vista clavada en la botella girando, en un esfuerzo casi titánico por no ver la escena frente a ella.

Se había dado cuenta.

Vaya.

Se había apartado del lado de Suzumiya para buscar una cerveza y mientras la abría, la botella se detuvo en él una tercera vez.

Puto karma de mierda. ¿Era eso lo que ganaba uno por joder a Shiori, de verdad? La pregunta se tornaba cada vez más seria.

Momento, ¿en quién se había detenido antes? No había terminado de formularse la pregunta cuando sintió los delgados brazos de Jez rodearle la nuca y acercarlo a su altura, para dejarle un beso en la mejilla.

Se le escapó una risa genuina del pecho y aquel gesto le llenó el cuerpo de calidez. Dios, era una tonta.

La vio regresar a su lugar y él se acercó al círculo, con la lata de cerveza en la mano, y giró la botella de nuevo.

Observó la botella girar, hasta que se detuvo... Sobre la rubia adorada de Suzumiya. Buscó a la chica de cabello oscuro con la vista, antes de mirar a Alisha una vez más.

Era un beso en la mejilla, ¿cierto? Bueno, en cualquier lugar, pero eso significaba en la mejilla para él. Era el vacío legal.
Una parte de sí quería confiar en las palabras de Konoe, en lo que sea que hubiese en Welsh que la diferenciara de los otros dos yōkai, pero también necesitaba esos dos putos comodides que le quedaban.

No quería que se le acercara, pero su mente ya había planteado los escenarios posibles y varios eran peores.

Se encogió de hombros.

Como seas como una insoportable, gringa, vamos a tener problemas.

Se acercó a la rubia, acuclillándose frente a ella, le corrió el cabello del rostro con la mano libre y dejó un beso sobre su mejilla, fue apenas un roce. Sin embargo, no se separó, en su lugar se inclinó un poco más sobre ella. No quería una escena, por eso le hablaría solo a ella.

—Tienes una amiga bastante persuasiva, princesa. —Su aliento cálido chocó contra el oído de la muchacha—. Quizás deberías dejar de hacer el imbécil de vez en cuando, no hoy, pero de vez en cuando. Por ella al menos.

Retrocedió, separándose de Alisha y volvió a incorporarse al círculo, de pie junto a Jez y Hiradaira.

Contenido oculto

1. Joey Wickham
2. Katrina Akaisa
3. Alisha Welsh
4. Konoe Suzumiya
5. Anna Hiradaira
6. Emily Hodges
7. Altan Sonnen
8. Jezebel Vólkov

 

Alisha Welsh

Parecía que al fin Joey iba a tener algo de suerte, aunque más le valía saber aprovecharla porque parecía que Katrina lo mataría en cualquier momento cuando volviese. No me gustaría estar en su lugar, vaya que no.

Sobre todo cuando mi lugar parecía estar recibiendo bastante suerte también. Miré con una sonrisa sugerente a Sonnen cuando la botella me señaló y lo cierto es que me sorprendió verlo acercándose, completamente decidido.

De alguna manera me sentí halagada, prefería gastar los comodines del rechazo en otros, ¿verdad? Je, eso significaba que yo era mejor que ellos. De todas formas sabía que no iba a ser ni de lejos un beso parecido al de Katrina, así que simplemente lo dejé hacer.

El roce en la mejilla me provocó una ligera risa aunque admitía que su aliento chocando contra mi oreja me provocó un escalofrío. Ah, ¿pero qué le pasaba a todo el mundo con provocarme de esa manera ese día?

Fruncí el ceño cuando se alejó, mirándolo mientras caminaba. ¿Huh? ¿A qué se refería con eso? Me di un par de golpecitos en la cabeza, pensativa, para al final encogerme de hombros. Bueno, ya pensaría en ello otro día, ¡ahora tenía algo más importante entre manos!

Vaya.

Pero qué divertido.

Me puse en pie de un salto y me acerqué a la figura del chico de nuevo, sin poder esconder la sonrisa que se me había formado en los labios.

Me imaginaba que aquella vez me lo negaría pero nada me impedía divertirme un poco, ¿verdad? Pasé los brazos por encima de sus hombros y dirigí mi vista directamente a los ojos, ladeando ligeramente la cabeza.

—A ver, vas a tener que explicarme mejor lo de antes, príncipe~ —susurré, con cierto tono divertido.

Contenido oculto

1. Joey Wickham
2. Katrina Akaisa
3. Alisha Welsh
4. Konoe Suzumiya
5. Anna Hiradaira
6. Emily Hodges
7. Altan Sonnen
8. Jezebel Vólkov

 

Contenido oculto

Primero, tiré el dado arriba. Se van a mear de risa porque salió Joey y después salió Emi y AHORA SALIÓ JEZ JAJAJAJAJAJA PUTO CAGADO DE LA VIDA

Also nadie me preguntó pero se nota un huevo que estoy living my best life roleando a este niño

Se deshizo del brazo de Alisha sobre sus hombros con cierta brusquedad y bufó fastidiado, ni siquiera se molestó en mirarla tampoco. Había tenido que besarla solo para permitirse liberarse de peores escenarios al menos durante un rato.
Tampoco prestó particular atención a sus palabras.

—¿Te parece que tenga ganas de explicarte algo? —dijo mientras metía las manos en los bolsillos—. Al menos esfuerza un poco esas neuronas.

Qué aburrimiento, joder.

Que te suporte Suzu, gringa.

>>Deja de perder el tiempo y suelta de una vez cuánto voy a tener que beber, prefiero intoxicarme a lidiar contigo y tu cuadrilla, a decir verdad —soltó con evidente molestia y luego hizo lo mismo que Katrina, volvió a girar la botella con la punta del pie.

Se acercó a donde estaba el licor de nuevo, dejando la lata que ya había abierto a un lado y luego regresó la vista a la botella girando, girando, girando. Casi en cámara lenta.

Anna.

No.

Se movió un par de centímetros en la otra dirección.
Sus ojos oscuros toparon con el ámbar en la mirada de Jez y, por alguna razón, tragó grueso. Ella le dedicó una de sus suaves sonrisas.

Joder.

 

Era lenta, de eso no le cabía duda y siempre se lo habían dicho. Era despistada y no solía prestarle verdadera atención al mundo a su alrededor. No poseía esa capacidad casi inhumana de leer las intenciones tácitas de las personas, todo aquello que intentaban ocultar con tanto empeño pero que siempre, de una u otra forma, acababa derramándose.

¿Sería porque ella jamás había abrigado sentimientos tan intensos? Quién sabe.

Era lenta, pero creía haber empezado a comprender. Cuando Wickham giró la botella, se llevó a Emily de la mano y Jez a su lado pareció congelarse, como si hubiera entrado en cortocircuito. Cuando la botella volvió a girar, la albina rodeó el cuello de su amigo con los brazos y le vio en el rostro una sonrisa increíblemente cálida; casi estúpida.

Había empezado a comprender el desastre a su alrededor.

Cuando Alisha se inclinó sobre Sonnen y la silueta recortada, apartada en la oscuridad de Konoe, pareció resaltar ante sus ojos y fue hasta las bebidas. Tequila. La siguió y la vio hacer, y frunció el ceño y dudó. ¿Altan? No. ¿La rubia?

Y la botella siguió girando, reclamando nuevas víctimas. Prácticamente se apiadó del moreno cuando el vidrio destelló y se detuvo frente a Vólkov. Estaban todos cagados, y por alguna razón... había empezado a verlo con una claridad aterradora. Pasó saliva.

Altan y Jez iban a irse, y se sintió casi fría. Desprovista de protección o comodidad. Se removió, inquieta, y fue donde Konoe. Tendría que estar allí arriba sin ellos y sólo quería que pasara rápido.

—Hola —la saludó, casi precavida, y le sonrió mientras señalaba la botella de tequila—. ¿Puedo?

Iba a necesitar algo más de alcohol.

Contenido oculto

hello relleno my old friend

 

Se hizo con los elementos en cuanto Konoe le dio su permiso. Rellenó el vasito, el puñado de sal, la rodaja de limón. Arrastró la lengua sobre el dorso de su mano, bebió de golpe y mordió. Cerró los ojos.

"Lamento no haber podido besarte antes".

Y los abrió de golpe. ¿Ah?

"¿Quieres que lo intente ahora?"

La observó en silencio, algo seria. Era más alta que ella, y lucía tan elegante y madura. La cascada de cabello oscuro, los ojos profundos y las maneras suaves. Su pronunciación tan perfecta del japonés, su postura erguida y el vestido refinado. Otra jodida princesa.

Algo desagradable se activó en su cerebro y contuvo el impulso de chasquear la lengua. De hecho, disimuló muy bien la oleada de molestia que le calentó el pecho. Tenía que ponerse en el lugar de aquella chica, intentar comprenderla. No estaba subestimándola, no se reía de ella. No, no tenía que ver con eso.

¿Estás segura, Anna?

Tenía que ser otra cosa. ¿Realmente se sentiría culpable? ¿Arrepentida? ¿Estaría furiosa por la actitud de la rubia y querría descargarse en otro lugar? ¿Quería perder la cabeza a fuerza de voluntad? ¿O sólo se estaba riendo de ella?

Suspiró, apartando a un lado toda su mierda, y la miró a los ojos. Cruzó los brazos bajo el pecho. Iba a necesitar más alcohol a este paso.

—¿Y a qué viene eso, Suzu-chan? —Era una jodida enana orgullosa y había sonado más prepotente de lo que había querido. Soltó el aire de golpe, suavizando sus facciones, y reformuló—: ¿Tú quieres?

Contenido oculto

chale, pensé que la niña iba a ponerse soft y tratar bonito a Suzu-chan bUT I WAS WRONG

im so sorry, she got some issues

 

Alisha Welsh

Hice una mueca de molestia exagerada cuando el chico me apartó de aquella manera tan brusca, llevándome las manos tras la nuca después.

—¿Eh~? ¿Pero por qué los chicos de esta azotea se empeñan en romperme el corazón~? —eso dije, pero lo cierto es que me estaba costando mucho reprimir la sonrisa en mis labios—. Bah, vosotros os lo perdéis. Puedes tomarte solo un shot, que ya suficiente te ha hecho beber Joey.

Me giré tras decir aquello, volviendo a mi sitio para tomarme yo misma otro trago, dejándome caer después sobre el suelo para mirar al cielo. Más le valía a Joey que ese par no lo pillasen haciendo nada raro. Sabía como funcionaban aquellas cosas: una chica amable y buena es invitada por un chico guapo que sabe como tratar a las mujeres a una fiesta.

Era prácticamente imposible que Jezebel no lo pasase mal si lo veía siendo el Joey que era.

 

La escuchó y siguió sus movimientos con cuidado, reprimiéndose mentalmente. Era una puta idiota, deshonesta y orgullosa. Podía pasarse días enteros revolcándose en su mierda, y cuando alguien intentara sacarla de allí haría de cuenta que nada iba mal. Que no necesitaba ayuda, menos de una desconocida.

¿Nada mal en ella? ¿Acaso le había pedido su opinión? Algo en su interior casi gruñó, como una leona cabreada.

Compórtate, Anna. No está siendo grosera.

—No me incomodas —sentenció; su voz recordaba más a la Anna seria y algo hosca de la mañana—. Y no tienes que darme explicaciones de tus decisiones. Tienes tus razones, Suzu-chan, y lo único que importa es que tengan sentido para ti. Los demás pueden dar por culo.

Rellenó el pequeño vaso. Sal. Limón. Cerró los ojos. Se detuvo justo frente a Konoe, de brazos cruzados y con la barbilla en alto. Era increíble cuán determinada y hasta un poco intimidante podía lucir cuando necesitaba enmascarar sus inseguridades, o cuando tenía frente a sí a una pequeña cobaya confundida y ansiaba enderezarla, traerla de regreso, espabilar su cabeza en órbita.

—Y la próxima vez, Suzu-chan, que quieras besar a alguien que antes no te rechazó, no lo preguntes. Sólo hazlo.

¿Estaba retándola? ¿Poniéndola a prueba? ¿Midiendo sus límites? ¿O era un simple consejo? Era difícil definirlo, puede que también fueran todas al mismo tiempo. Puede que Anna no quisiera imponerse sobre una princesa en apuros, y puede que, a pesar de eso, también estuviera desesperada por que alguien la aceptara.

Y no le alcanzaba con Jez. Ni de coña.

Era una jodida ambiciosa.

 

Bueno, al menos la chica había tenido más piedad que el idiota de Wickham, ¿no? Se bebió el trago sin molestarse demasiado en los detalles, tenía rato sin beber así, se iba a despertar con una resaca que hasta daba gusto.
Tomó la lata de cerveza que todavía conservaba algo de líquido y cuando estaba por apartarse, dejando a Suzu y a Hiradaira con su rollo raro al que no se había molestado en atender, cuando Jez se acercó también.

¿Estaba siendo prepotente de nuevo, el jodido tanuki? Dios, y se había empinado un buen par de shots.

Además se había acercado a la mayor en cuanto se dio cuenta que él se iría con Jez, ¿no? ¿Tal era el miedo de quedarse sin ella? No había que subestimar la habilidad de Jez para domar bestias, ni siquiera cuando tenía una competidora tan digna como Kurosawa.

—Eh, Al, déjame probar.

—¿Qué coño dices, Jezzie? —Frunció el ceño y estuvo a punto de alejar la botella de tequila de ella, pero volvió a topar con el ámbar de sus ojos, completamente decididos. Suspiró con pesadez, dejando la lata a un lado de nuevo—. Dios, está bien. Deja lo hago yo también entonces.

Tendría algo de suerte si no se le devolvía la cena cuando llegara a casa, joder.

Sirvió ambos shots, como quien no quiere la cosa, y repitió la secuencia como se la había demostrado Anna a Suzumiya. Sal, trago, limón.
La vio pensárselo, pero a pesar de todo, repitió la secuencia con una fluidez que era casi ajena. Aún así, arrugó los gestos.

—Asco —murmuró prácticamente para sí. Altan le revolvió el cabello como había hecho con Konoe.

La vio extender la mano y hacerse con la lata de cerveza que era suya, le dio un trago largo y esta vez no reaccionó.

Jez, ¿qué mierda estás haciendo?

Tenía un calor infernal ya, con semejante cantidad de alcohol. Se quitó la chaqueta y la dejó por allí, cerca de las cosas de alguien más, antes de volver sobre sus pasos, tuvo que arremangarse la camisa también y tomar una nueva lata para sí, ya que Jez le había quitado la otra.
No iba a mentir, ya no sentía la mente tan afilada como hace un rato.

Jez prácticamente lo arrastró fuera de la azotea.

Contenido oculto

hold my relleno again

 

Konoe bien podía haber ya perdido la cabeza, y Anna no había hecho más que seguir empujándola. Se mantuvo quieta cuando sintió los labios sobre los suyos y recién allí, tras haberla cagado, se dio cuenta que se había equivocado. No estaba bien.

Se estaba aprovechando de su vulnerabilidad, ¿no? Siempre hacía eso. Como con Kakeru.

Sonnen se había acercado a esa zona para beber, lo notó por el rabillo del ojo mientras hablaba con Jez y se quitaba el abrigo. Le quedaba bien la camisa arremangada, ¿verdad? Bufó. El alcohol ya la estaba poniendo imbécil.

—Anna —respondió con simpleza, consiguiendo sonreírle; Konoe no tenía la culpa de nada—. Prefiero llamarte Konoe, si no te molesta. No acabo de acostumbrarme a eso de utilizar los apellidos.

Cuando cerró la boca, la puerta de la azotea volvió a abrirse y Joey apareció junto a Emily. Todo se veía normal, aunque con ese timing se habría cruzado en el pasillo con los otros dos y... bueno, no era su problema. El tipo pasó junto a Akaisa, la de pelo corto y mechas rojas, y le sonrió con tanta intención que Anna se preguntó qué mierda se estaría perdiendo.

—¡Ah! ¿Yo de nuevo? ¡No me dan respiro! —se quejó Wickham a todo pulmón, buscando con la mirada a Suzumiya—. Ah, ahí estás.

Se acercó hasta ellas, risueño, y se inclinó frente a la chica con cada gramo de fingida caballerosidad que su patético culo le permitiría.

—Suzu-chan, ¿me permites?

Anna observó el intercambio, en silencio. El cabrón le había dado seis putos shots a Sonnen por rechazarlo, lo había visto en el video. ¿Konoe correría un peligro similar? No tenía idea. No tenía idea cómo mierda predecir a Wickham.