Ayuda Divina

Re: Ayuda Divina

olaas!! Muchas gracias por los post, jaja se fueron acumulando bastantes ºoº! Pero eso es bueno n.n me anima!
Well well, mucha conversa y poca accion xD
Aqui les dejo la conti, ojala q les guste!!

Capitulo 15: “Un día deprimente”

Era sábado por la mañana. El reloj marcaba las doce, pero Sakuno todavía no salía de su cama. Mientras dormía, un ángel de cabellos blancos la observaba tranquilamente.

Sentado en una nube, se encontraba hundido en sus pensamientos. Se había metido en un gran problema, y si no salía pronto de el sufriría las terribles consecuencias.

Shuto apareció y se sentó a su lado.

—¿Qué piensas hacer con ellos hoy? —preguntó.

—Nada. La dejare en paz por el fin de semana. Necesito tiempo.

—¿Y que harás?

—No lo sé. Quizás a Eirin le agrade verme —Shuto puso una mirada de desaprobación.

—Siempre interactuándote con los humanos. No hay caso contigo.

—Oye, mas de trescientos años hablando solo contigo aburre. Siempre serás mi mejor amigo, pero quería cambiar un poco la rutina.

—Si, bueno. Estar contigo tampoco es algo que te reconforte. —poniéndose de pie—. Iré a ver como anda mi pareja de novios.

Hiro se sorprendió.

—¡Ya son novios! ¿Cómo lo haces? Los enamoras de inmediato. Y cumples tu misión en la mitad del tiempo que yo.

—Es que yo soy más creativo —sonriendo orgullosos—. Pero con los años iras mejorando hasta ganarme. Es mas, estoy seguro de que harás que tus dos chicos se hagan novios antes de que los míos se casen.

—No es justo. Tu pareja es de mayor edad, son mas maduros. En cambio, Ryoma es muy testarudo y orgulloso. Y ella… es tan…

—¡Hiro! No te reconozco. ¿Qué pasa contigo? Prométeme que me ganaras. Que pondrás todas tus energías e ideas y que terminaras tu misión antes que yo. ¡Prométemelo!

—¿Y si no la puedo terminar? No se si pueda seguir con esto.

—La terminaras, Hiro. Tienes que prometérmelo, y que lo harás antes que yo. ¡Hazlo!

—¡Esta bien!... Lo prometo.

—Bien. —satisfecho, Shuto extendió sus grandes y blancas alas, y se elevó hasta llegar a las nubes mas altas.

Hiro suspiró. Y bajó a la tierra.

Se dirigió a un parque de diversiones. Sabía que encontraría Eirin allí.

—¡Hiro! —pero ella lo encontró a él—. ¿Andas solo? —sorprendida de que no estuviera con la chica de las trenzas.

—¿Te molesta si te acompaño por un rato?

Eirin esbozó una gran sonrisa y sus ojos comenzaron a brillar, reflejando su enorme felicidad.
Ahora que la veía, se daba cuenta de lo linda que era. Es mas, ahora que observaba cuidadosamente su rostro, se daba cuenta del increíble parecido que tenia con Asuri. Su único amor mientras fue humano.

Aunque debería ser bueno encontrarte con alguien tan parecido a la única persona que amaste en el mundo, a Hiro no le agradaba para nada. Tenía muy malos recuerdos de esa chica. De su indiferencia hacia él y de su gran desilusión al no poder ser ni siquiera su amigo.

—¿Hiro? —Eirin lo saco de sus pensamientos—. Ya, vamos.

Lo tomó de la mano y lo dirigió hacia donde comenzaban lo juegos.

——————————————

Sakuno había despertado hace media hora y no había señal del ángel.

—Que raro.

Él siempre estaba allí cuando ella abría los ojos en la mañana. Bueno, después lo vería. Se vistió rápidamente, sin saber porque. ¿Qué haría ese día? No tenía tarea, ni planes.

—Llamaré a Tomoka —se había distanciado bastante de ella y no quería perder su valiosa amistad.

Tomó el teléfono y marcó el número. Le sorprendió que la de coleta no le regañara por su alejamiento. Quizás ella también la extrañaba.

Ahora se dirigía a la casa de su amiga. Hiro no se había aparecido ni una vez. ¿Dónde diablos estaba?

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Era como si estuviese con Asuri. En verdad Eirin se parecía. No sabía como no se había dado cuenta de eso la primera vez que la vio.

Siempre quiso salir con Asuri. Y ahora podía, en cierto modo. Estaban dentro de la Rueda de la Fortuna. Y Hiro quería averiguar que se sentiría hacer todas las cosas que había querido hacer con ella. Aunque resultara doloroso, la curiosidad lo mataba.

Se acerco a Eirin que estaba sentada a su lado. Apoyó la palma de su mano en la mejilla de ella y se acercó lentamente, hasta que sus labios se juntaron. Besándola tiernamente. Ella le correspondió enseguida.

Todo iba bien, hasta que algo detuvo a Hiro. Se apartó bruscamente del rostro de Eirin.

—Lo siento. No debí hacerlo.

La Rueda comenzó a detenerse y el carril en el que estaban se acercaba al suelo. Hiro abrió la puerta y saltó aun cuando el juego estaba en movimiento. Dejando a Eirin plasmada.

Ese beso no había sido buena idea. Fue demasiado doloroso. Recordar a Asuri solo le deprimía. Y pensar que era ella a quien estaba besando, solo le recordaba que jamás pudo hacerlo en la realidad.


Una vez estuvo entre las nubes, sacó una hoja de su bolsillo y leyó el siguiente plan que iba a hacer para su joven pareja. Tenía una promesa que cumplir.

Tardaré de no demorar muxo con la sgte conti n.n
las quiero, byee!!

 

Re: Ayuda Divina

Olaa!! En verdad lamento no haber puesto conti antes pero es q mi perrita tuvo cachorritos y hemos estado muy ocupados llevandola al veteriniario y cuiadando de los perritos, son 10! ºoº
Y se estan presentando dificultades u.u
Pero bueno, me hice un pequeño tiempo libre y pude terminar mi conti, asi q aqui esta!

Capitulo 16: “A solas I”

Estaba muy preocupada, Hiro no había aparecido el día anterior. Y al parecer tampoco lo haría hoy. ¿Le habría ocurrido algo? Comenzó a imaginarse lo peor. ¿Y si había cometido el tercer pecado y Dios lo había reencarnado en un humano? ¿En verdad se había ido?

—¿Cómo se atreve a no venir a despedirse de mí?

Las horas pasaban y ella no salía de su habitación. Otra vez se había vestido sin razón. No le gustaba quedarse en pijama. El día transcurría, y nada. Comenzó a asustarse. En verdad no había rastro del ángel. En eso, alguien toca el timbre.

—¡Yo abro! —una pequeña luz de esperanza la invadió ¿Podría ser él?

Pero cuando abrió la puerta la sorpresa fue mucho mayor.

—Ryoma —en shock—, ¿Qué… haces aquí?

No se lo podía creer. Su príncipe estaba enfrente suyo y de seguro que Hiro no estaba en el cielo vigilándolos ¿Y si algo salía mal?

Nunca antes se había sentido tan insegura y desprotegida. Es verdad que en otras ocasiones se ponía nerviosa, pero al menos sabia que todo era observado por unos amarillos ojos desde el cielo. Y sabía que la situación era controlada por él.

Pero ahora no tenia la menor idea de donde se encontraba su amigo, y eso la desesperaba. Sin contar en lo preocupante que era eso, no saber su paradero. Quizás en este momento ya no era un ángel, habría sido reencarnado. ¿Cuál habría sido su tercer pecado? ¿Y que pasaría con ella y con Ryoma?
¿Vendría otro ángel a reemplazar a Hiro? De seguro el ángel que fuera, no se aparecería frente a ella. Incluso, podría ser que el nuevo ángel para reemplazar a su mejor amigo ya haya sido elegido, y los estaba vigilando ahora mismo.

—Pues… vine a hablar contigo ¿Tienes un minuto? —la voz del ambarino la regreso a la realidad.

—Eh… etto… yo… —no podía hacerlo. Trataba de convencerse de que había un nuevo ángel controlando la situación. Lo pensaba y se lo imaginaba, pero no era suficiente. No se sentía segura.

—Yo… —volvió a tratar de hablar—, lo siento, no puedo ahora. Mejor mañana.

Ryoma torció el labio. Tendría que esperar.

—Oye —dijo ella—, de casualidad… ¿Has visto a Hiro?

La decepción del tenista se transformo en enojo. ¿A que venia esa pregunta?

—No —dijo cortante. Le enfermaba que siempre hablara de él—. ¿Como está tu gato?

—¿Eh? —ahora que lo recordaba, Ryoma no había creido la historia del gato, ni una palabra. ¿Seria sobre eso de lo que quería hablarle?—. Está… muy bien.

—¿Cómo era que se llamaba? —quería ver hasta donde era capaz de llegar con esa mentira.

—Eh… se llama… —pensó rápidamente en un nombre adecuado para un gato, y dijo el primero que se le vino a la mente—, Micifuz.

—Que original.

Ella se molestó. ¿Por qué cada vez que decía el nombre de Hiro, Ryoma se comportaba tan frió con ella? Bueno, más frió de lo normal.

—Bueno, ya me voy. Quiero hablar contigo mañana en el primer receso. A solas. No quiero a Hiro persiguiéndote —dicho esto último se dio media vuelta y se marchó.

Sakuno no podía respirar ¿Había dicho… a solas? Y eso de que no quería que Hiro estuviera con ella, no creía que eso fuera un problema. De seguro que tampoco aparecería mañana.

Volvió a subir a su habitación. Se dirigió a la cama para tumbarse. Pero algo le llamó la atención. Un pequeño papel encontraba sobre su almohada y tenia algo escrito.

“Lamento haberme desaparecido. No te preocupes, mañana volveré”

Aliviada, suspiró. Ahora si que se sentía tranquila. Y recordó lo que le había dicho a Ryoma de que no podía hablar con él en ese momento. Era porque estaba preocupada por Hiro…

—¡Me hubieras mandado la nota antes, Hiro! Ahora tendré que esperar hasta mañana para hablar con Ryoma.

No le importaba si el tenista la regañaba, o comenzara a pedirle explicaciones de sus mentiras. Ahí ella se inventaría algo un poco más creíble. Lo único en que pensaba era que otra vez tendría la oportunidad de estar con su príncipe a solas. Y esta vez estaba segura que Hiro no sería tan estupido como otras veces. Solo serian ellos dos. La azotea parecía buen lugar. No era muy romántica, pero por lo menos nadie los interrumpiría. Ni siquiera un ángel.

Ahora debo ir a ver como estan los perritos u.ú
Adios!