Reino de Fayar Ayra, el lucero de Fayar

Jackson "Jazz" Bullseye

El disparo retumbó por todo el lugar, y seguido del estruendo pude escuchar como el cuerpo inerte de la hiena caía al suelo. Pero lo podía percibir, la desgraciada aun estaba respirando.

—Si que eres dura de matar, ¿Eh, primor?

Le espeté a Thorna mientras me plantaba frente a ella. Alcé mi rifle una vez más con la cabina cargada, listo para darle el tiro de gracia. Lo único que lamentaba era que no me vería al los ojos cuando arrebatara su vida. Al final de cuentas lo que la gente decía era verdad: Nunca ves venir el tiro final.

Tenía el dedo en el gatillo, pero la sensación en mi cuerpo era extraña, no como cualquier otra vez que hubiese sentido al tener la vida de alguien más colgando en mis manos. Sentía ira, y miedo, por primera vez en tanto tiempo, desde que yo tenía memoria, sentía una terrible ansiedad, como si mi dedo índice estuviese cosquilleando. No podía creerlo, la perra había logrado que rompiera una regla en mi propio código de conducta. La loca había logrado que me lo tomará personal.

Dudé por un segundo, darle un tiro bajo ese pensamiento sencillamente no se sentía bien, pero por más que lo intentaba, no lograba quitar el dedo del gatillo. No fue sino la voz de Mark, quien se había logrado incorporar, quien indicó que debías mantenerla con vida y capturarla. Por un instante pensé en sencillamente ignorarlo, ya sabía de primera mano la terrible idea que era dejar Thorna con vida, pero también recordé las palabras de la propia mujer. Y definitivamente sabía que no mentía, si ella moría, la seguridad en el portón se dispararía, imposibilitando el acceso a Elérea.

Solté un suspiro resignado y guarde nuevamente mi arma en mi espalda. Thorna era más útil viva que muerta, además, a partir de ahora, era problema de la resistencia y no mía. Deje que los guardias la amordazaran y se la llevaran. Subimos todos y tras aquellas escalaras vimos a Roxy y a quien parecía estar detrás de todo esto. Mark explicó todo lo ocurrido, incluido el descubrimiento de la verdadera naturaleza de Thorna.

El tipo se veía realmente mortificado, no solo por el aparente descubrimiento de la morfomante, sino por la perdida de sus hombre. Tenía que darle un punto por eso, al menos este sujeto sentía empatía. Kalef le ordenó al matón que fuese a atender esa herida y posteriormente se dirigió hacía mí. No pude evitar sorprender me de que ya supiera mi nombre y mi intenciones.

— Es "Bullseye" para ti.— Le corregí mientras lo seguía escuchando hablar. No fue para sorpresa de nadie que el tipo tenía planeado eliminarme, después de todo, el plan original de Thorna era usarme para dañar a la resistencia, así que en cuanto se enteraran se abalanzarían sobre mí. Y si bien tenía razón en cuanto a que estaba dispuesto a cambiar de bando, el sujeto, quien era el hijo del rey, estaba haciendo muchas conjeturas.

—Disculparas mi escepticismo, pero como entenderás, acabo de pasar por la misma situación de alguien prometiéndome cruzar y al final no cumpliendo nada. Así que antes de siquiera considerar en ayudar a esta causa perdida a la que tu llamas resistencia tengo que saber que misión se supone que quieres que cumplamos.

Roxy había aceptado resignada la situación, aun no estaba del todo seguro que sacaba ella de todo esto. Pero yo tenía que saber más sobre todo este encargo antes de siquiera decidir algo. No iba a caer en una situación similar a la de Thorna de nuevo.

 

Kalef los miró a ambos, no pudiendo contener una pequeña sonrisa triunfante. Sabía bien que no tenía la confianza plena de ninguno de los dos, pero tenía, de momento, el control. Porque él tenía medios de los que ellos carecían, y medios útiles. Él podría engañarles, sí, pero tampoco tenían mucha más opción. Por eso, se inclinó ligeramente hacia Jazz, observando sus uñas, distraído.

—Bueno, bueno, bueno, ¿me ves igual que a esa Thorna, acaso? Cumpliré mi palabra, Bullseye. Y si no me crees, no pretendo obligarte a que estés junto a mí. Siempre puedes volver a tu plan original, intentar matar al líder de la Resistencia. Lo tienes delante, ¿no? Únete a Thorna y rescátala, si quieres. Si tu intención es cruzar el portón, esas son tus opciones, básicamente: o confiar en que te deje pasar cuando yo lo tome, y por tanto ayudarme a tomarlo, o... ayudar a Thorna y que sea ella la que te deje pasar. Ojo, eso sí; si me matas, que eres libre de hacerlo, no te garantizo tu seguridad cuando salgas de aquí. Ni mucho menos la de Thorna, claro. Se montará una buena. Y no sé si los del Portón del Sur se pondrán contentos si ven a Thorna muerta.

El bastardo, y nunca mejor dicho, tenía todo jodidamente atado, ¿eh? Con todo, pronto se dio la vuelta y observó el mapa de Fayar, dándoles la espalda a ambos. Estaba tan, pero tan seguro de sí mismo y de que Jazz y Roxy le seguirían, que no le importó darle la espalda al asesino, aun sabiéndolo armado y con la intención original de matarle. Sabía que no apretaría el gatillo, al fin y al cabo.

—... bien, entonces os contaré los detalles de la misión —su dedo señaló a la pequeña ciudad que había al sur, bajo la gran jungla de Fayar—. En la ciudad de Sahwa hay una base eleana, que el Imperio colocó por algún motivo. Siempre me pareció raro que busquen algo ahí, pues la ciudad está al lado del desierto —recorrió su mano alrededor de la zona desértica del mapa, describiendo círculos sobre su superficie—. Literalmente no hay... nada de interés en ese punto. Y está al otro lado de las dos grandes urbes de Fayar, Laahr y Ayra. Extraño, ¿no?

Se giró y miró de frente a Roxy y a Jazz. Casi parecía un profesor esperando a ver si alguno de sus alumnos levantaba la mano.

—Guarden lo que guarden o busquen lo que busquen, es cierto que su presencia allí supone un problema. Hay muchos soldados allí; la base eleana de Sahwa y el Portón del Sur son los dos puntos más vigilados por eleanos de Fayar. Así, me preocupa profundamente el futuro de Ayra si atacamos el portón. En cuanto un solo soldado nos detecte haciendo movimientos y vea cómo el ejército de la Resistencia sale de la ciudad para dirigirse al portón, es más que probable que corran a avisar a la base. Y, para cuando queramos volver a Ayra... temo por lo que podamos encontrarnos.

Se giró de nuevo. Señaló entonces a la jungla.

—Habría mandado a mis hombres mucho antes a investigar la base, pero, verás, es imposible cruzar la Jungla ahora mismo. Al menos para casi todo el mundo. Los eleanos deben ocultar algo muy importante allá abajo, porque controlan todos los puertos y han usado la jungla como barrera, creando un muro mágico en el límite sur de la misma —miró a Roxanne, señalándola con una sonrisa—. Ahí es donde entras tú, Roxanne. Necesito que vayas a la Jungla y permitas cruzar la barrera que controlan los eleanos. Estoy seguro de que alguien capaz de usar la magia como lo haces tú podrá desactivarla o crear una brecha en ella; al fin y al cabo, creo que la mantienen con energía magitek. Nada que la magia de verdad no pueda destrozar, ¿no es cierto?

Señaló entonces a Jazz.

—... cuando se pueda cruzar la Jungla es cuando entrarás tú en acción, Bullseye —cada vez que decía su apellido lo pronunciaba con cierto tono... algo sarcástico—. El objetivo sería sencillo. Irás a la base eleana y te infiltrarás. Alguien con tus habilidades de sigilo podrá hacerlo, ¿no crees? Si puedes desmontar los planes que tengan allí abajo y tal, fantástico. Tal vez incluso acabar con el líder de la base. Pero en el fondo me da igual: lo único que necesito es que armes caos allí dentro, ¿sí? Que no se centren en lo que pase al norte porque tengan demasiados problemas en el sur. ¿Crees que podrás hacerlo? Yo creo que no ha podido venir ante mí mejor hombre que un sicario para ese trabajo, ¿no?

Se aclaró las voz, y miró a ambos, con curiosidad.

—¿Y bien? ¿Dudas? ¿Preguntas? Oh, sí, algo más. Roxanne, quiero que en cuanto desactives la barrera, te separes del asesino y vuelvas con nosotros. Así sabremos cuándo es el momento de ir a por el Portón. Respecto a Bullseye, no quiero que mueras allí, así que no te excedas; me bastará con que montes algo de escándalo y luego huyas, ¿sí? Regresa al portón entonces. Para cuando hayas vuelto, si todo sale bien, será de la Resistencia.

>> Y saldrá bien. Siempre lo hace~.

Así que... ya tenían una misión, ¿eh? En fin... estaba claro que era el mejor curso de acción que podían tomar. A ambos le interesaba, en cualquier caso.

Tendrían que ir al sur, entonces. El primer punto de parada sería la jungla. Era un lugar muy grande... más les valía prepararse. Pero, a todo esto, ¿cómo estaría Mark...? ¿Y qué harían con Thorna?

>> Preguntar por Mark
>> Preguntar por Thorna
>> Marcharse

Contenido oculto

Se actualizará Ayra y Laahr con diversos encargos que podréis cumplir. Vuestros grupos van juntos, pero ahora mismo solo estaréis Jazz y Roxanne, sin aliados externos.

 

Kalef negó con la cabeza con lentitud.

—... lo siento, Roxanne, pero a Mark le han hecho mucho daño en esa batalla con la loca de Thorna. Ese brazo no tenía buena pinta. El bueno de Mark no os podrá acompañar ahora mismo. Además, seamos claros: estorbaría. Ni puede ayudar con la barrera ni es la persona más... sigilosa del mundo, la verdad. Dejadle descansar... con suerte estará bien para cuando regreses de la misión. Se alegrará de verte.

Y sonrió, con cierta... calidez, curiosamente. Podría ser frío y calculador, pero tenía su lado comprensivo, después de todo, ¿eh? Se preocupaba por sus hombres, desde luego.

Confiaría, por el momento, en que Mark se recuperaría.

 

Jackson "Jazz" Bullseye

Pude sentir cierta ironía en la manera en la que Kalef me llamaba, tal vez mi comentario le había chirriado más de la cuenta, pero tenía un motivo claro: Si pretendía que lo ayudáramos como toda es broma de la resistencia y la guerra contra el imperio, entonces no tenía motivos para tratarlo como a cualquier otra persona con la que me cruzase. Además, quería que al referirse a mí cada vez recordara esa palabra, y recordara de lo que era capaz si presionaba demasiado.

Solté una risa sin gracia al ver como sugirió que simplemente lo matara en ese instante y me aliara con Thorna. Obviamente pretendía estirar los limites, ver que tan errático podría ser un asesino. Pero no había llegado hasta allí solo por dispararle a todo lo que se moviera, no porqué no pudiera, que sabía que era perfectamente capaz de hacer lo que pedía, simplemente pegarle un tiro por la espalda y cargarme a toda la resistencia de un plumazo. Sin líder, serían poco más que un grupo de pueblerinos y mercantes con armas.

Pero no lo haría, y él lo sabía. Porqué ambos sabíamos que simplemente no obtendría nada de ello. Respetaba eso. Aun con toda sus maquinaciones y provocaciones, Kalef no era un mentiroso, o mejor dicho, no era idiota. Sabía que podía serle un aliado útil y que yo podría obtener un beneficio mayor por seguir jugando a los soldaditos y espías.

Pero si esto se seguía extendiendo sería mejor que comenzara a pagar.

El sujeto explico la situación en la jungla con la base eleana, lo anormal de su actividad y el plan para armar una distracción. Sonaba sencillo, Roxy me daría acceso y yo entraría a hacer ruido. Incluso mencionó algo sobre matar al líder de la base, pero vamos, yo cobro por objetivos extra, y si lo que Kalef decía era cierto, mi mejor alternativa era sencillamente crear un alboroto en la base y largarme a la frontera.

Antes de continuar, la pelirroja preguntó por Mark y su condición, el tipo había recibido un dispara directo al brazo. No me sentía mal por él, pero oye, al menos seguía vivo, y en tiempos como estos ya era algo de agradecer. Aunque no dejaba de parecerme peculiar la relación de la prostituta y el matón. Estaba claro que se preocupaba por el chico, pero no ni de chiste ella estaba ayudando a la resistencia solo por Mark, había algo más.

Pero ese no era asunto mío en cuanto no interviniera en nuestro desempeño, supongo.

—¿Y que planean hacer con nuestra loca amiga morfomante? Probablemente intenté alguna de sus artimañas para salir de aquí.

>> Preguntar por Thorna

Contenido oculto

Preguntó porqué me preocupa la loca, pero en cuanto tenga la respuesta me lanzó de lleno al mapamundi a cumplir algunos encargos uwu

 

Kalef miró a Jazz con curiosidad, inclinando suavemente la cabeza a un lado.

—¿Acaso te preocupa tu leal compañera, Bullseye? —comentó, sarcástico—. No te preocupes, ni se escapará, ni sufrirá daños... de momento, al menos. El plan es usarla para desestabilizar a Elérea en el portón. La llevaremos encerrada en una jaula para que todos sus lacayos puedan ver que es una morfomante. Sin su gorra, esas orejas no podrán esconderse más tiempo. Pero primero la usaremos como moneda de cambio: no cuento con poder evitar la batalla, porque sé que no se podrá... pero no por ello dejaré de intentarlo. Ofrecerle a Elérea el cambio entre el control del portón y una de sus oficiales, especialmente cuando el encargado del lugar será el segundo al mando de Thorna... es una posibilidad que debo intentar.

Se llevó la mano al mentón, reflexivo.

—De uno u otro modo, viva es más útil que muerta. Y estará muy bien encerrada; sé cómo domar bestias.

 

Jackson "Jazz" Bullseye

No pude evitar soltar una risa nasal al escuchar la pregunta de Kalef. Me importaba poco lo que fueran a hacer que mi captora, lo único que quería era hacerle entender el riesgo que representaba mantener a Thorna encerrada y con vida. Ella era como una animal violento y salvaje, en sentido literal y metafórico. Pretender usarla podía ser una jugada de doble, porqué si a algo había que temerle en este mundo era a la ira de una mujer dolida y humillada.

—Cuando nuestra morfomante se escape de tus manos, que sepas que cobraré extra por volverla a derribar.— Thorna era de todo, menos alguien fácil de doblegar, encerrarla y usarla podría servir al propósito de tomar el portón, pero también era jugar a picar a la bestia con un palito a ver cuanto se tardaba en atacar. Solo esperaba que cuando eso ocurriese yo ya estuviese al otro lado de la frontera. La negociación que tenía en mente Kalef una vez estando en el portón podría tornarse violenta en un santiamén, pero era su plan después de todo, yo procuraría limitarme a cumplir con mi parte y poco más.

—Bueno, si eso es todo nos pondremos en marcha entonces. Escucharas pronto noticias sobre el avance con tu encargo, así que manténgase listo, señor Kalef. —Hice un simple gesto de mano para despedirme y junto con Roxy salimos de una buenas vez de aquella alcantarilla. Cubrí la luz del incandescente sol que mi mano para evitar dañarme la vista. Cielos, ¿cuánto tiempo llevábamos ahí abajo?

Ya una vez con mi vista acostumbrada a la luz, Rox y y comenzamos a andar por la ciudad, la idea era dirigirnos hacía la base de Elérea en la jungla al sur, pero si ya iba a perder tiempo jugando a la resistencia, que menos que aprovecharlo en algo más que me diese ingresos extra, después de todo, ¿cuál era la prisa? podía haber tiempo para unos cuantos trabajillos adicionales.

Curioso. Tal vez así era como pensaba Thorna cada que se le presentaba una nueva oportunidad de joder a alguien.

Iba junto la sensual Roxy de cualquier modo. No era ningún fan de la magia, pero vaya, se agradecía tener a alguien como ella de mi lado. Con su ayuda seguro que lograríamos acabar cualquier encargo en un abrir y cerrar de eso, y quien sabe, esta podríamos conocernos un poco más~.

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Bueno, ya habíamos quedado en farmear experiencia porqué no tenemos auto control (? Así que nos gustaría empezar con el encargo de Guardia eleano de la zona alta por favor uwu

 

Jazz y Roxy por fin salieron de la guarida de la Resistencia y caminaron por un momento por los alrededores del barrio alto de Ayra. Cuando empezaron a moverse por la zona no tardaron en darse cuenta de lo verdaderamente distinto que era de los suburbios; claro que Roxy ya lo había frecuentado, pero no dejaba de sorprender el contraste. Las casas tenían decoraciones con apliques de oro y gemas incrustadas, algo muy típico de la arquitectura fayense, y la gente caminaba por allí con vestidos y trajes pomposos, con toda la tranquilidad del mundo.

Casi ignorando la gran cantidad de soldados eleanos, invasores, que pululaban entre ellos, vigilándolos a todos. Seguramente a la mayoría le daría incluso igual. Quién sabe; incluso algunos apoyarían al régimen, y todo.

Sea como sea, hablando de soldados, no tardaron en fijarse en algo: un cartel en el tablón de anuncios cerca de una de las mejores tabernas de la zona parecía albergar un comunicado oficial de los soldados de elérea, ¿eh? A ver qué decía...

"Se buscan guerreros capaces.
El portón del norte corre riesgo por la presencia de un temible monstruo en las inmediaciones. Se precisa de la colaboración de los guerreros para poner a salvo la ciudad de Ayra y el asentamiento del portón. El que demuestre la muerte de la bestia será holgadamente recompensado por el Imperio".

Y aparecía ahí, claro, un dibujo bastante bien hecho de lo que parecía ser un... bengal. Vaya, vaya, ¿alguno de los bengales les daba miedo al Imperio? Desde luego eran monstruos peligrosos, pero tanto como para no mandar a los soldados y optar por pedir colaboración de fayenses, nada menos... saltaba a la vista que sabían que la operación era muy arriesgada y preferían perder vidas de los de Fayar antes que las suyas propis. El Bengal debía ser fuerte.

Quién sabe. Quizá esa recompensa sonaba bien, ¿no? De paso ayudaban a que más cazadores inocentes pudiesen morir intendando matarlo, pero, ¡oye! Eso para estos dos, probablemente, era secundario.

Objetivo: matad a un bengal gris

 

Jackson "Jazz" Bullseye

Sabía que era cuestión de tiempo, el Bengal había estado acumulando su energía desde que nos había electrocutado, y todo su fuerza se liberó en un potente ataque que impacto directo en mi pecho, logrando mermar las pocas fuerzas que me quedaban.

—Cómo odio la magia...— Pronuncié en un ultimo suspiro antes de caer de lleno al piso. Mi vista comenzó a nublarse, mis extremidades se sentía pensadas y apenas si podía escuchar lo que ocurría en el combate. No obstante, mi predicción había sido correcta, aun con uno de nosotros derrotado, el otro lograría acabar con el felino. Roxy azotó una ultima vez a nuestro objetivo, finalmente acabando con él, pero pronunció una palabra que logró descolocarme aun antes de desfallecer por completo.

No sé así muchos amigos están en este trabajo, eso estaba claro.

Poco tiempo después sentía como alguien me tomaba del brazo y me ayudaba a ponerme de pie y a andar. La chica no iba a dejarme ahí tirado, después de todo, ambos éramos piezas claves de todo este plan de Kalef, así que era razonable que nos cubriéramos la espalada.

Mis parpados pesaban demasiado, apenas si podía mantenerme consiente, lo ultimo que recuerdo fue ver como la pelirroja me ayudaba a andar por la zona, apenas pude dar un vistazo rápido a la chica, solo para ver que tenía uno de los bigotes de la bestia antes de que todo se volviese negro, no podía decir cuanto tiempo había pasado, pero estaba seguro de que ya no estábamos en el campo, el bullicio lo podía confirmar.

—¿D-Donde estamos? —gimoteé con algo de dolor mientras hacía lo mejor para reincorporarme, aunque mi vista aun estaba un poco borrosa.

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Amane al Jazz de todos modos me lo noquearon, pero bueno, al menos nos van a pagar (???

 

Al ver llegar a Jazz y a Roxy junto al tablón de anuncios, un guardia que había cerca se aproximó a ellos, con gesto de desagrado.

—Hmpf, ¿qué sucede, eh? ¿Acaso estáis interesados en ir de caza? ¿Vosotros dos? ¡Ja, como si...! —pero tan pronto como vio el bigote del bengal, tragó saliva, incrédulo. Pronto se lo arrancó a Roxanne de las manos—. ¿E-Es el bigote del monstruo...? ¡V-Válganme los Cinco! ¡N-No puede ser! ¿Cómo lo habéis logrado? Decenas y decenas de cazadores han ido allí a sacrificar- ehm, a intentar acabar con él, infructuosamente.

>> T-Tsk, supongo que os debemos recompensar. Es lo justo. Pero no creáis que por ser dos os daremos más recompensa; esto es lo que hay, ¡conste! Ya os lo repartís como queráis. Además del pago, os entregamos los rescoldos de monstruos que otros cazadores nos han traído. Algunos querían hacer pasar estos bigotes por los del verdadero monstruo, ¡ja! Se piensan que somos idiotas o algo. En fin.

Obtenéis cada uno:
200 guiles
x2 Bigote de bengal
x2 Cenizas de Bom
x2 Bola fulminante

 

Roxy se acercó a una de las pastelerías del barrio bajo, la pastelería "Pequeño Bribón". Poco sabía ella que esa era precisamente la pastelería favorita de Mark; desde luego, su aspecto no era prometedor por fuera, pero cuando entró y vio las tartas y bizcochos expuestos allí, uno sabía que tenían mano para la repostería. Con todo, el dueño, un hombre de piel tostada, pequeño y menudo y con un gracioso bigote alargado y que se dividía en dos secciones bajo sus fosas nasales, se veía cansado y desganado. Saludó a Roxy con una sonrisa, eso sí.

—¡Hola, hola, estimados clientes! Oh, vaya, qué dama más hermosa nos visita hoy. ¿En qué puedo servirles? Todos nuestros productos son elaborados artesanalmente...

Miró entonces a una esquina, donde debería haber expuestas más tartas. Sin embargo, los platos estaban vacíos. Roxy no pudo evitar fijarse en cómo suspiraba al ver esos huecos. Parecían estar escasos de tartas, aunque las que hubiese tuviesen una pinta increíble.

—A-Ah, lamentamos la falta de productos, señorita mía. Pero, ehm... en fin, los eleanos han empezado a aplicar impuestos y restricciones a los comercios de esta zona, y empiezo a perder proveedores. Ya no tengo ingredientes suficientes... y el negocio empieza a decaer un poco. Y por supuesto, no me dejan acudir al mercado. Si pudiese usar algunos de mis ahorros para comprar los ingredientes que usan esas pastelerías pomposas de la zona alta, yo podría crear una tarta veinte veces más deliciosa que las suyas, y así esto se levantaría, pero ni tengo el dinero, ni me permiten comprar nada allí por ser un comerciante del barrio bajo.

>> A-Ah, ¡p-pero lo siento, señorita! No quería importunarla con mis problemas. Por favor, ruego me disculpe...

Vaya, así que necesitaba algunos ingredientes buenos para hacer alguna buena tarta, ¿eh? Bueno, seguro que se lo agradecería mucho si le llevaba alguno de esos ingredientes, y quizá le diese el nuevo pastel totalmente gratis, ¿no~? Ella podría comprar lo que quisiese, después de todo. No en vano no era comerciante.

Misión: "La mejor tarta de Ayra"
Objetivo: consigue ingredientes y crea una tarta de, al menos, Calidad 2 en el punto de síntesis de Cocina.

Se ha desbloqueado el mercado de la zona alta en los comercios.
Se ha desbloqueado el punto de síntesis de cocina en la zona baja.

Advertencia: esta misión es individual, solo uno de vosotros puede cumplirla. Esto quiere decir que las recompensas son pernsadas para una persona. Si luego queréis repartirlas no tengo inconveniente, eso es vuestra decisión.

 

Los ojos del encargado se iluminaron cuando vio a Roxy con bolsas de aquellos impresionantes ingredientes. Miró a la mujer, impactado.

—¿E-Es para mi tienda? ¡S-Señorita, pero... no tengo dinero para pagar todo esto! ¿O... m-me lo pretende regalar? Ah, ¡de veras, muchísimas gracias! ¡Espere un momento, si me da una hora le traeré unos dulces increíbles!

Dicho y hecho, en un poco más de una hora, ahí estaba el encargado, con una bandeja llena de pequeños dulces. Eran rectangulares, y no eran sino bizcochitos recubiertos de chocolate y rellenos de crema, del tamaño de una mano aproximadamente. Vaya, ¡los ingredientes le habían cundido muchísimo!

—Aquí tiene, ¡mis delicias de chocolate y nata! Ah, es la primera vez en mucho tiempo que hago una con tan buenos ingredientes... ¡e-espero que le guste! Estos tres son para usted. Y tenga, no puedo no darle algo por su ayuda. No puedo ofrecerle más que pasteles y comida, así que... espero que al menos les guste. ¡Y-Y si alguna vez quiere un poco más de pasteles, traiga aquí ingredientes, yo los hornearé y le daré porciones!

Misión completada.
Recompensa:
- Leche de garula x3
- Nueces de mitrilo x2
- Bizcocho simple
- Borrachito

 

Jackson "Jazz" Bullseye

La cabeza aun me daba vueltas, pero al menos era aun recordaba lo que había ocurrido...O bueno, más o menos. Tras nuestra llegada a Ayra, la pobre Roxy se veía agotada, estaba sudada y le faltaba el aire. No era para menos, estar cargando peso muerto por los despiadados y calurosos paramos de Fayar no debía ser nada agradable. Pensé en darle las gracias, agradecer que no me había largado ahí a mi suerte, a merced de las criaturas de la región, pero las palabras no salieron. En primera, porqué sabía que muy en el fondo no me había abandonado porqué era parte de plan de Kalef, y en segunda, porqué la palabra simplemente no salía. No acostumbra a agradecer favores, sobre todo porqué no es habitual que me hagan un favor, así que la mejor manera de retribuirle a la pelirroja sería dándole algo después, tal vez podría tomar otro encargo por mi cuenta y regalarle algo.

El negocio de asesinos es un que no perdona nada ni a nadie, pero tampoco pasa por alto los gestos de buena fe, aun si estos escasean.

—Descuida preciosa, se necesita algo más que un gatito eléctrico para ponerme bajo tierra. —Exclamé mientras me estiraba y avanzábamos por la ciudad. Alcanzamos finalmente a uno de los guardias que estaban junto a anuncio de caza y aun pese a su duda, nos otorgó la recompensa por haber cumplido nuestro objetivo. No era mucho, pero era mejor que tener que trabajar gratis.

Al continuar nuestro camino, la chica pareció distraerse en un pastelería local, ¿le gustaban las cosas dulces? Me tomó del brazo y me llevó hasta el interior del lugar, tampoco era como si me fuese a resistir demasiado. Dentro había un decena de pastelillos y diversos postres como era de esperarse, así como un aroma por de más...intenso.

Particularmente yo no era muy fan de las cosas dulces, su sabor lograba empalagarme con relativa facilidad, así que no tenía intenciones de comprar nada ahí. El dueño comenzó a hablarnos sobre los recientes impuestos que habían aplicado los eleanos y la decadencia que estaba sufriendo su negocio. No había mucho que se pudiese hacer, pero esto no parecía detener a Roxy, quien de un momento a otro se despidió y se lanzó a buscar los ingredientes que necesitaba el señor.

—Hay gente capaz de cualquier cosa por un postre ¿eh?—musité ante de dirigirme al pastelero—. Bueno, si me disculpa señor de bigote peculiar, esperaré afuera.

Tras pronunciar eso, me dirigí a la salida, esperando recargado junto a la puerta. No hubo mucha espera cuando vi regresar a la chica con un montón de ingredientes en sus manos, y una suerte de sonrisa se dibujo en mi rostro. Los escuché hablando dentro del local, parecía ser que el pastelero estaba muy agradecido, mientras tanto, yo pensaba que podía hacer en la ciudad, aun queda mucho tiempo por matar antes de comenzar el encargo de Kalef.

Contenido oculto

Suzaku-kun Wuenas tardes quisiera hacer el encargo del vagabundo por favor uwu

 

Mientras Jazz pasaba por el barrio bajo, oyó cómo alguien lo llamaba de forma sutil, con un chasquido. Al mirar la fuente del ruido, pudo apreciar cómo se trataba de un vagabundo tirado en el suelo, con largas barbas y aspecto desaliñado. Desde lejos le miró con una media sonrisa, sin embargo, claramente tramando algo. Le oyó decir:

—¿Quieres armas buenas de verdad? —eso seguramente captaría la atención de Jazz, y, al acercarse, el hombre le susurró más información al respecto— ... te he visto merodeando las tiendas de armas, y tienes cara de ser ducho en el uso de pistolas, ¿verdad que sí? Yo puedo proporcionarte armas. No me importa para qué las uses, esto es un negocio: trafico con armas. Aquí donde me ves, ser un vagabundo te hace ser lo suficientemente invisible a los ojos de los demás mientras estás siempre presente.

Así que un puto traficante de armas simulando ser un vagabundo, ¿eh? Bueno, si sus armas eran interesantes, quizá no perdían nada por probarlas, ¿no?

—Escúchame, chaval: el negocio funciona de forma muy simple. Tú me traes algo que necesiten mis proveedores, un poco de pasta, y yo te doy una de las mejores armas que hayas visto, distinta a todas las demás. Te ofreceré un arma llamada Lancelot. Si le gustan los fusiles, no tiene idea de lo mucho que le gustará el Lancelot. Es un arma de fuego completamente ilegal, claro... un rifle de asalto, con una cadencia de fuego tremenda, muy superior a cualquier triste fusil que suela usar. Je, es una de esas armas que fueron descartadas por ser demasiado peligrosas. Y nosotros, pues... la hemos "rescatado" de la basura, claro.

>> ¿Y bien? ¿Está interesado en esta pequeña colaboración? El Lancelot, a cambio de su ayuda para recolectar materiales y una pequeña suma, ¿sí? Así el negocio proseguirá... y podremos mejorar armas para hacerlas aún más letales. Si le interesa, tráigame tres esencias de Ochú, esos monstruos del bosque. Y una pequeña suma, por supuesto.

Vagabundo >> Traficante de armas: "Fuego a discreción"
Entrégale al traficante 3 esencias de ochú y 300 guiles.
Also olvidé decir que la misión era exclusiva de Jazz, menos mal que fue él el que preguntó (?)

 

Cuando llegaron a Ayra, Tilkin empezó a silbar, alegre.

—¡Ah, a Tilkin le encanta esta ciudad, kupó! Tirirí, tirirí... Tilkin ganará mucho guil~. ¡Kupopó!

Vaya, sí que se ponía contento ante la idea de ganar dinero. Pero era curioso, porque no parecía que el moguri tuviese una ropa muy cara (¿se vendía siquiera ropa para moguris?), usaba una simple tubería rota como arma, y, en general, todo en él parecía más bien antiguo y andrajoso. Y no es que Roxy hubiese visto que tuviese mucha comida ni nada similar. Y sí, le estuvo llevando alimentos a Sisi por mucho tiempo, pero ahora, siendo un monstruo... en teoría no debería necesitar comer, por lo que no debería tener que llevarle más.

Todo parecía indicar algo: a Tilkin no le gustaba el dinero por poder comprar cosas. A Tilkin le gustaba el dinero, a secas. Como si fuesen pequeños trofeitos. Visto así, conseguir guiles no era distinto a coleccionar cualquier tontería... y también, visto así, la emoción de Tilkin se veía algo más infantil e inocente. Como todo él, al fin y al cabo.

—¡Bueno, bueno, Roxy! Tilkin se va a hacer negocios, kupó. Tengo algunos compradores que me han pedido cositas por aquí, kupopó... ¡y en mi mochila se las traigo! Ay, ay, cuando salga de aquí, ¡voy a llevar una montaña de brillantes guiles, kupó!

>> Gracias por acompañarme, kupó, ¡eres una buena lacaya! Espero verte luego, ¿eh? ¡No te vayas sin Tilkin!

Tilkin abandona el grupo.

Ah, bueno... eso iba a estar más difícil. Porque si todo salía bien, Roxy no solo iba a irse de Ayra sin él; iba a irse de Fayar. Tenía... un ojo que buscar, y si no estaba en el país, se iría de él.

Así pues, libre del moguri, Roxy pudo dirigirse a las alcantarillas. Era ciertamente inconveniente tener que cruzar por esa pocilga cada vez que quería entrar en la guarida de la Resistencia, pero no era como si pudiese hacer algo mejor; tenían montado todo un teatro que se caería muy rápido si Kalef y compañía tuviesen que andar entrando y saliendo del maldito palacio de Fayar, el pastel se desvelaría muy rápido. Y claro, Abdhel III seguía vivo, ¿verdad que sí?

Caminó por las alcantarillas y subió las escaleras, accediendo al fin a la guarida. Los guardias fayenses de la Resistencia la recibieron y la llevaron a la famosa sala de reuniones. Como de costumbre, Kalef estaba allí. Pero esta vez, se encontraba sentado, piernas sobre la mesa, con una taza de café en sus manos. Dio un sorbo largo cuando Roxy se sentó frente a él, observándola con sus inquisitivos ojos amarillos.

—... ah. Listo. Delicioso —comentó, soltando la taza—. ¿Quieres un poco? Espero que no. Porque no queda.

Estaba... genuinamente tranquilo, teniendo en cuenta que la llegada de Roxy implicaba una próxima batalla. Una difícil y de la que dependería el futuro de Fayar, de la Resistencia y de su aspiración al trono. ¿Tan confiado estaba en su plan que se permitía el lujo de estar tan sumamente tranquilo?

—Tu presencia aquí solo puede significar algo, Roxanne: ha salido bien nuestro plan, ¿no es así? —inclinó la cabeza a un lado, observándola sin más expresión que la más profunda seriedad. Sus ojos siempre parecían estar mirando a la nada, pero, en realidad, miraban dentro de ella. Parecía leerle la mente—. Entonces Jazz deberá estar a punto de empezar a armar escándalo en la base eleana. Perfecto, entonces. Iniciaremos el ataque. Para cuando lleguemos al Portón del Sur, deduzco que el caos ya estará más que armado. Espero que ese asesino rebelde escape bien de allí, eso sí.

Pero, en el fondo, no le importaba tanto, ¿eh?

—... bien. Roxanne, es importante que sepas bien los detalles del plan, así que te los repetiré. Si los recuerdas bien, entonces esto te sonará. Si no, escucha con atención.

>> Marcharemos hacia el norte mientras Jazz se encuentra en Sahgwa, creando conflicto. De ese modo, todos los soldados eleanos que se encuentran en la zona permanecerán allí y no podrán ser alertados por nadie, aunque vean cómo nuestras tropas se desplazan al Portón. Iremos, pues, en cuadrillas separadas de veinte personas. Tú y yo iremos por separado, sin embargo; tendremos tiempo de hacernos amigos~. Ah, aunque estaremos acompañados, claro. Un viejo amigo vendrá también con nosotros. Espero que no te importe que nos interrumpa.

¿Un viejo amigo? Tenía que ser él, seguro... entonces, ¿estaba ya bien?

—Yendo en grupos de veinte, llamaremos menos la atención. Será, sin embargo, inevitable que terminen viéndonos y sospechando, pero por eso precisamente mandé a Jazz allí abajo. Esa parte está controlada. Lo importante es que la cuadrilla que irá en la vanguardia llevará la jaula con la hiena. Ya sabes, esa oficial eleana, encargada del Portón. Una vez allí todos, empezaremos la primera parte del plan, el primer "intento": mostraremos a la morfomante y trataremos de hacerles ver que su querida encargada no es más que un perrito con muy mal humor que los estaba engañando a todos. Si se acobardan lo suficiente al ver a su líder en ese estado y sentirse descabezados... quizá tenga suerte y nos cedan en ese momento el portón. Caso contrario, bueno. Habrá que luchar por él.

>> Ahí es cuando las armas magitek que hemos conseguido gracias a vuestros esfuerzos entran en juego. Y tu magia, claro, también será útil. Porque si tenemos que pelear, pelearemos; y, al menos, lo haremos contra soldados sin un líder claro y desorganizados. Debería ser fácil. Así pues, Roxanne, no quiero perder el tiempo.

Se levantó, recolocó sus ropas, sacudiéndolas, y la miró con esos ojos suyo, tan vacío y tan... profundo.

—... así que dime. ¿Dudas? ¿Preguntas? Porque, si no, nos marcharemos ya.

>> Preguntar: ¿viene Mark con nosotros?
>> Preguntar: ¿qué pasa si Thorna se escapa?
>> Preguntar: ¿tienes un plan B?
>> No tengo preguntas.